06 octubre, 2011

FE SÓLIDA Y ROCOSA PARA UN MUNDO VISCOSO

Estoy llegando a la conclusión de que la fe en Dios si no es algo sencillo y un sentir sólido en el interior de uno que le haga vivir con certeza y sensación de estar en la SENCILLA verdad; entonces todo lo demás es desvarío, confusión, indefinición, inseguridad, desasosiego; representaciones sin fin que agotan el alma y la dejan seca.

No está escrito en ningún sitio. Se me ocurre a mí ahora.

4 comentarios:

  1. ¿Dioses? No hay en el universo (incluyendo el interior de nuestras mentes) ningún indicio de la existencia de dioses como los que predican las religiones. La fe que algunos dicen tener no es tampoco ningún indicio fiable.

    Sin embargo, podríamos pensar que, si existieran dioses, estos no hablarían por libros confusos ni revelaciones literarias por el estilo; su manera de hablar o manifestarse sería hacer del universo mismo un libro, un libro en clave muy difícil de descrifrar, pero que por medio de la ciencia estaríamos ya leyendo en partes importantes. Por sus obras los conoceríamos. Viendo cómo hicieron su trabajo podríamos llegar a entender sus motivos i porqués. E interpretar este libro requiere unas grandes dosis de razón y dura ascesis de la mente. Un esfuerzo positivo.

    Por otro lado, si esos dioses hubieran querido darnos mandamientos morales, éstos estarían fuertemente inscritos en nuestra esencia, y no en éste dudoso libro o en aquel tan perverso. El mandamiento de sobrevivir: ¿habrá algo más fuertemente inscrito? El mandamiento de reproducirse, etc. Y sus variantes y detalles: el mandamiento de no exponerse al fuego, al frío excesivo, la defensa de la propia vida, el mandamiento de proteger a los nuestros, etc. Todo eso está tan profundamente inscrito en nosotros que tal parecen los mandamientos fundamentales de los dioses.

    Quizá las religones se equivocan interpretando libros. Quizá el único libro fiable que habría que interpretar es el de la naturaleza y ahí estaría (está) la verdad, lo que los dioses han querido manifestarnos.

    No dirá Ud, Sr. Nesalem, que los ateos recalcitantes no somos capaces de hacer ninguna concesión a las religiones. Juzgue por sí mismo.

    Runand

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  2. Corrección: recalcitrantes. (Runand)

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  3. Falta la Torá. Todo eso está muy bien, pero falta la Torá.

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  4. Pues sí, en mi concepto del porqué del universo falta, precisamente, la Torá. No sé en qué rincón de la teoría meterla, la verdad.

    Runand

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