08 diciembre, 2022

LOS ZAPATOS PESADOS Y EL LIBRO DE LA CIENCIA ETERNA

LOS ZAPATOS PESADOS

Mis zapatos eran pesados. No podía ir a la guerra con aquellos zapatos pesados como el plomo. Me los había regalado mi hermano mayor. Me dijo: He aquí los mejores zapatos para luchar contra los Akelrram. Yo le creí y me los calcé con la mayor ilusión del mundo. Pero cuando llegaron los Akelrram con sus caballos y jinetes tan veloces, su infantería tan decidida, y su absoluta crueldad, aquellos zapatos me impedían moverme, me aferraban al barro como columnas de hormigón. Allí estaba en medio de aquellos fanáticos guerreros una vez mi compañía de lanceros había quedado derrotada y diezmada sin compasión. Yo no les había servido de nada con aquellos zapatos tan pesados, quizás fueran hasta zapatos de plomo; quise darles ánimo avanzando con vigor, pero mis deplorables zapatos me lo impidieron.

El Jefe de los Akelrram se quedó mirándome allí clavado en el barro como un cipote y se echó a reir. Aquel salvaje hijo de puta se reía de mi como un descosido. Hizo que toda su demente soldadesca me dieran una patada en el culo y luego me abandonó allí mismo clavado por mis zapatos horriblemente pesados en el lodo de la miseria y rodeado de los cadáveres de mis valientes soldados a los cuales no supe dar el caudillaje que necesitaban.

Nunca supe por qué mi hermano mayor me había dado aquellos zapatos para ir a la guerra con los Akelrram, ni tampoco sé por qué los había llevado puestos de todas maneras. 



 

EL LIBRO DE LA CIENCIA ETERNA

Un día iba caminando por el campus de la universidad de Koplanika, cuando me detuve ante un discreto escaparate iluminado por luces rojizas y azul oscuro. Allí, puesto sobre un atril de madera barnizado y con talladuras de almas en absoluta quietud, reposaba un libro sagrado de impecable impresión y bordeado por unas cortinas abiertas de color negro. Pronto me di cuenta que era el libro de la profetisa Gurma Ama Blake, titulado Ciencia de la Eternidad. Aquel escaparate tan discreto y al mismo tiempo tan atractivamente esotérico, era ni más ni menos que un llamado salón de lectura de los adeptos a la Ciencia de la Eternidad. Al sentirme un tanto decepcionado por el examen tan rácano que había hecho, y al haberme dado tremendas calabazas mi tentadora compañera de clase Lizzie, sentí la necesidad de un buen refrigerio espiritual profundo. Nada mejor que una buena secta discreta, exclusivista, místico-esotérica y de alcance internacional como la Ciencia de la Eternidad.

Entré sin dudarlo, decidido a dejarme ser introducido e iniciado en tan misteriosa secta. Una mujer de mediana edad con sonrisa de estatua de cera y vestida de largo con una especie de túnica color azul oscuro me recibió. El local olía a hierbas exóticas, a vapores de extrañas hierbas, humo como de tabacos de tupida selva; una vez me indicaron que atravesase un denso cortinaje color negro, me di cuenta que ya estaba en el meollo del asunto de esta iglesia. Alguien subido a un púlpito leía del libro de Gurma Ama Blake y nos aseguraba que la materia no existía, que todo era espíritu y que ya vivíamos en el Espíritu Eterno que era nuestra Madre-Padre o Padre-Madre y que ya estábamos sanados de todo mal y de todo error y nuestra era la elección final para salir del error, de la vana ilusión de pensar que vivíamos en la vil materia. En una palabra yo ya era espíritu puro dentro del Espíritu Eterno. Todo había sido rápido, momentáneo, fuertemenete emocionante. Luego vinieron los cánticos y las alabanzas y me regalaron un ejemplar del libro Ciencia de la Eternidad. Todos los miembros de la secta me dieron la mano, algunos me abrazaron; me sentía un hombre feliz y completo, dueño de la Eternidad. Me sentía flotando en el eter del espíritu. 

Pero al ir saliendo notaba que el libro pesaba demasiado. Aquel libro se me hacía literalmente insoportable. Una vez en la calle y ya de noche notaba que el Libro me agotaba cada vez más. Que su peso era enormemente desproporcionado para mi cuerpo, que ya casi me encorvaba porque no podía con su materialidad de cartón-papel. Intenté atravesar el campus con él para llegar a mi apartamento, pero me hundía con su peso. Ahora ya casi me arrastraba por la dura materialidad del suelo de piedra del camino a la biblioteca. Alguien sintió pena de mí y me quiso ayudar a levantarme: Oiga, me dijo, usted lleva mucho peso, ese libro debe de pesar horrores. Podríamos llamar a un jardinero para que le trajera una carretilla y le ayudara a llevarlo. 

El jardinero de turno intentó levantarlo con su elevador hidráulico pero el motor acabó quemándose y el libro seguía allí como un lingote de pura criptonita. De repente, comenzó a hundirse en el suelo formando un agujero. Poco a poco se fue hundiendo y el agujero se fue abriendo sin final posible. Duró poco el hundimiento, pues a los cinco minutos desaparecía aquel ejemplar de la Ciencia Eterna de Gurma Ama Blake bajo tierra sin dejar más rastro que un poco de tierra removida.

08 noviembre, 2022

LA FE SIEMPRE REQUIERE DEL MILAGRO

Si le quitas la realidad a la Biblia entonces le has quitado el mejor soporte para la fe. La realidad queda en manos de la ciencia crítica. La fe se desenvolverá en pura fe, sin más apoyo que el milagro y el mito. Es la consecuencia de la teología moderna con Bultmann como referente máximo. Pero si devuelves a la Biblia su realidad perdida entonces la fe cobra visos de pura objetividad. Es decir: toda la Biblia, desde el principio al fin responde a verdades basadas en realidades inmutables. De ahí que las aparentes contradicciones se resolverán en un futuro cuando Dios haga transparente lo que era aparentemente contradictorio o confuso. Es la fe fundamentalista.


Hay una diferencia cualitativa importante. Lo primero sería ceder al "chantaje" modernista: la realidad la cedes a la ciencia y tú te quedas en el territorio de las irracionalidades permitidas y toleradas de forma democrática. La época del poder de las iglesias ha pasado. Lo segundo te afirma como poseedor de verdades objetivas y reales sustentadas por la Revelación. Pero tanto lo primero como lo segundo deja a la religión bíblica en manos de la fe, que desoyendo a la razón crítica, se afirma como fe en sí misma. Si no hay sustento histórico o realidad demostrada en la Biblia o sólo en parte, entonces los mitos nos hablan directamente al espíritu. Bajo los mitos hay una enseñanza y unos principios que sólo se llega a ellos por la fe.

 Lo segundo nos lleva a la fe de carbonero: a pesar de lo que diga la crítica moderna la fe está sustentada en una realidad objetiva que no engaña por ser Divina. Toda laguna o contradicción es sólo aparente: hay milagros, Yahvé o Jehová existe tal como la Biblia lo describe, y además lo describe tal como nosotros lo podemos comprender, el Éxodo fue tan real como lo narra la Torá, la creación fue en siete días (número simbólico es posible), el sol se detuvo en Gabaón, etc, etc. Si vamos al Nuevo Testamento pues lo mismo: la resurrección fue real, los milagros fueron milagros reales, Pablo cayó del caballo y vio a Jesucristo. El Apocalipsis


describe lo que va a pasar con pelos y señales. Sus símbolos guardan la clave de la Historia y su drama de salvación. Los mitos pertenecen entonces a los griegos y otros pueblos gentiles o paganos, no a los creyentes de fe.

Entre estos dos polos se mueven hoy día las religiones de la Biblia. El espectro es muy amplio, tan amplio como puede ser la imaginación y la inventiva humana. Pero no más que las ideologías y las metafísicas diversas que surgen del pensamiento y la filosofía. La fe implica siempre un grado de milagro. El salto entre la experiencia humana y la realidad divina no es cosa de la razón, sino de la fe y la fe necesita del milagro como medio para cerrar la brecha entre lo finito e infinito.

07 octubre, 2022

NUNCA VERÁS NI TOCARÁS UN PENSAMIENTO O UNA CONCIENCIA

Tedio. Ruido extraño. Nada ocurre. No importa. La radio está hablando, pero no acabo de entender lo que dice. Hay cierta distancia. La taza de café se ha vaciado. El reloj marca una hora inquietante. Queda menos tiempo y el tiempo, por ahora, no es reversible. He perdido la noción del orden lineal. Quizás el tiempo pueda revertirse después de todo. Pero para ello habría que entrar en el paradigma prohibido. 

Me paró y me dijo lo que era bueno y malo en esta vida. Yo le dije que lo que era bueno y malo para él era todo lo contrario para mí. Le pareció mal, pues toda la masa social le apoyaría a él, no a mí. Otro loco más, pensaría. La verdad es que era muy parlanchín y muy creído, pero no se daba cuenta de ello. En ese momento llegó su novia y se lo llevó del brazo. Adiós, dijo.


Los indios Apache me habían adoptado. Me habían enseñado a cazar y a encontrar agua en el desierto. Aprendí a orientarme en los parajes de la Gran Llanura. Supe hablar su lengua y pronto me llevaban con ellos a cazar. Aprendí también a escuchar sus relatos sobre el origen del mundo, de las plantas, de los ríos, del cielo, del bisonte, y todo eso. Una vez subí a la Gran Montaña y el Gran Jefe me llamó Kira-Inu. Era mi nombre sagrado. Me lo pronunció en voz baja, cerca de la oreja derecha. Aquel día fui feliz. Pronto me daría una esposa. 

Me gustaba ser obrero en la fábrica llena de máquinas. Era feliz con las máquinas. Tenía cariño a las máquinas. Nunca vi nada malo que yo mismo me convirtiera en máquina. Efectivamente, quería ser otra máquina más. Ser puro movimiento mecánico sin conciencia de nada, sin sentir nada, pura materia metálica produciendo cosas. No era posible, pero logré adaptarme a sus ritmos y cadencias y era feliz. 

El hombre creía que la Biblia era la verdad. Entonces la leía todos los días pronunciando en voz alta. Para él la Palabra de Dios era efectiva en su puro sonido. Y entonces repetía cada versículo veinte veces. Los mismos sonidos veinte veces. Al llegar a veinte entonces sentía los efectos de la Palabra en forma de paz mental absoluta. La Verdad está en los sonidos de la Palabra de Dios, decía él. Creo que era uno de los hombres más felices que conocí. 

Cierto. Si abres la cabeza de alguien nunca verás sus pensamientos, ni su conciencia. Son invisibles. El motor del mundo social de los homínidos es algo invisible, indetectable por los sentidos. Nadie ha visto o tocado un pensamiento o una conciencia. No sigan abriendo cabezas, no sigan colocando cables. Nunca lograrán ver ningún pensamiento, ni ninguna conciencia.

10 septiembre, 2022

DEL MITO RELIGIOSO AL MATERIALISMO HISTÓRICO Y LUEGO VUELTA AL MITO (DONDE TODO COBRA NUEVA LUZ)

10/9/22 11:12 - Vital de Andrés: La Biblia se historiza, se desvela lo posible de lo imposible, milagroso, legendario, el mito. El mito se reduce a abstracciones o ideas-guía que son el meollo del relato. Eso lo vemos a distancia, con mente analítica.

De la Biblia y sus iglesias pasamos a Hegel. No podemos abandonar de manera tan fácil el mito de un sentido tan completo de la vida, con trascendencia eterna, y pasar al materialismo más crúdamente cientifista, sin tener algún telos, algún fin, algún sentido "trascendente", aunque ahora la trascendencia sería racional, histórica, utópica. Ya nuestros padres eran partícipes de este mito político vivido con intensidad cuando la Guerra.


10/9/22 11:18 - Vital de Andrés: Y Hegel era el marxismo y la izquierda. Un telos ideal o material, histórico materialista o materialismo histórico. Bueno, eso nos hacía más racionalistas, más realistas, más activos y más militantes con posibilidad de cambiar la Historia hacia la igualdad comunista. Éramos agentes vivos de un telos, un gran final apoteósico: la sociedad sin clases. La ciencia era la herramienta y la Crítica nuestro método para todo: arte, vida social, religión, sexualidad, psicoanálisis...religión como alienación...

10/9/22 11:20 - Vital de Andrés: Este idealismo se iría fragmentado poco a poco al paso del tiempo, experiencias duras, y mayor madurez sobre la vida y el ser humano.

10/9/22 11:23 - Vital de Andrés: El problema insoluble es la misma condición humana. El idealismo actúa como espejo regulador de la vida (bien lo decía Kant), pero las coincidencias entre lo concreto del día a día y esos espejismos se van desdibujando, separando...y la Idea se va agotando.

10/9/22 11:28 - Vital de Andrés: Las ideologías heredadas, recibidas, los sentidos y valores de la juventud se van agotando...hay que seguir pensando, adaptarse, sobrevivir sin ser manipulado, sin hacer el chorras, pero sin llegar a ser un puto cínico. Las personas somos fundamentalmente egoístas, nuestra visión de las cosas tiende a la parcialidad dogmática, al partido, al nosotros y ellos sin término medio que enlace.

10/9/22 11:34 - Vital de Andrés: Los hechos que nos suceden se hacen más incomprensibles a la razón o a la crítica. La mirada se hace más existencial: ¿Qué carajo es este mundo? ¿Qué coño hago yo aquí? ¿Por qué todo se tuerce y el malvado suele sacar tajada y sabe agarrarse al poder para sobrevivir bajo las artes de la argucia y la astucia? ¿Por qué el mal tiene tantas agarraderas y se hace centro de las dinámicas sociales y políticas? Y también a la hora de convivir en un trabajo, en familia, etc....

10/9/22 11:37 - Vital de Andrés: El universo se te hace algo absurdo, algo frío, vives lo cotidiano, vives tu trabajo con cierta entrega, pero a todo ello subyace una frialdad cósmica inexplicable, un universo-encerrona....y luego la muerte como nada absoluta...


10/9/22 11:43 - Vital de Andrés: Todo esto nos crea una ansiedad inconsciente (la muerte en Heidegger) ....pero hay resonancias que siguen teniendo fuerza en la vida. Y esas resonancias ya siendo mayor las recibes con los brazos abiertos. Esas resonancias hablan de mí, de lo que realmente soy. Hay una fuerza mítica-inocente en tales resonancias, pero ahora son bienvenidas, cultivadas, trabajadas como una obra de arte propia...es mi mito, es mi mundo, es mi ser, dejadme vivirlo, contemplarlo en mis propios términos....he ahí la Colonia, pero será mi Colonia a través de mis recuerdos, mis mitos....mi objetividad...

10/9/22 11:45 - Vital de Andrés: El protestantismo y la Biblia, Hegel, la filosofía, la ciencia, venid todos a mi, que yo os haré a mi imagen y semejanza con el mayor respeto y mayor creatividad posible....

Que venga la muerte cuando quiera, yo la haré eternidad....etc.... 

11 agosto, 2022

HACE CALOR EN MADRID, ESPAÑA, Y EN AUSTIN, TEXAS

Hace calor. Me recuerda a mi infancia madrileña. Las afueras de Madrid parecían zonas desérticas, muy secas. Madrid quizás esté situado en un semidesierto algo impropio para ser la capital de España considerando que España es mayoritariamente costa. Centro geográfico es un concepto más bien militar o de distribución de poder. De simetría. Pero no es un concepto económico, comercial, industrial, etc. Sale caro llevar las mercancías al semidesierto de la capital. La simetría se convierte en asimetría en la práctica. Mucha gente ve la vida en función de simetrías. Creen que la organización simétrica de las cosas es buena. El centro geográfico ha de ser el centro de la vida de una nación que se distribuye luego simétricamente en regiones, provincias, comarcas, ayuntamientos, parroquias, etc. Con la simetría va la jerarquización de poder: el de arriba da las órdenes que los de abajo han de acatar para que el barco vaya bien. Va la organización de una pesada burocracía privilegiada que hace funcionar la simetría a base de funcionarios que hacen sus funciones. La Iglesia católica es un buen modelo de simetría espiritual y terrenal.

La simetría puede convertirse en asimetría en la práctica porque a los modelos abstractos del poder y las jerarquías se enfrentan las realidades naturales y sociales que no siguen tal esquema funcional. Un estado puede llegar a una seria crisis cuando su modelo de simetría se agota, pero al ser su inercia más fuerte que la realidad sigue adelante hasta que el agotamiento sea total. Luego surge lo nuevo y lo imprevisible. La gran crisis.

El calor me recuerda a Austin, Texas. Me resultaba sorprendente ver que ningún texano carecía de su sistema de aire climatizado y que hasta el más pobre tenía su caja de aire climatizado sobresaliendo por una ventana de tela antimosquitos. Hasta algunos perros gozaban del aire climatizado en sus casetas. Nosotros lo teníamos en nuestro apartamento de la universidad y lo regulábamos todo el año a la temperatura que nos apeteciera. Una noche de verano intenté dormir sin aire climatizado y creía que me ahogaba de calor y humedad. La humedad en Austin podía ser insoportable. Las tormentas eran a veces terroríficas y la intensa lluvia creaba inundaciones bestiales. Hablo de hace muchos años atrás. . Cuando llegué en el año 1974 a finales Austin era una ciudad de 300,000 habitantes. Centro de los diferentes departamentos federales y del estado, centro legislativo y de poder. Una buena universidad "The University of Texas" con casi 40,000 estudiantes, y que a veces para moverse de una clase a otra había que usar el sistema de autobuses interno. La vida de Austin se centraba mucho en la Universidad, la investigación puntera, la cantidad de cerebros de multitud de paises que venían a estudiar a Austin.

Pero los centros reales de Texas estaban diseminados a lo largo del estado. Houston y su potencial


económico y aeroespacial. Dallas y sus emporios comerciales, tecnológicos, financieros, religiosos. San Antonio con sus bases militares y su turismo y su potencial aeroespacial y de tecnología militar. Luego se notaba mucho la autonomía de poder local en cada condado, ciudad, pueblo. Se elegían cada poco sheriffes, jueces, alcaldes, superintendentes de distritos escolares descentralizados. Había cierta antipatía contra el Estado (Government) a quien se le veía como un parásito que chupaba demasiados impuestos. Recortar el Estado era algo popular en aquellos lares. Se creía más en las soluciones individuales y privadas que en las soluciones colectivas de tipo político. Los colegios e institutos contrataban su propio personal y bajo sus propios criterios mientras no limitasen los derechos básicos constitucionales. Texas era un estado conservador, de fuerte raigambre protestante (bautistas y metodistas, iglesias de Cristo y multitud de iglesias independientes). Ética de trabajo duro, fuerte apego a la ley en todos los niveles, más los locales. Los coches patrulla de policía estaban siempre activos y fuertemente armados. Pararte un policía en la carretera era ponerse a temblar.  

15 julio, 2022

NUESTRO CUERPO Y ALMA HACEN LO QUE PUEDEN PARA SEGUIR EN EQUILIBRIO

Tomando café en una terraza. Sol. Calor. Gente a mi alrededor hablando. Sonidos sin definición. Tonalidades de colores, de sonidos, del aire cuando roza la piel. Coches aparcados. Un estadio detrás de mi. Pienso, luego parece ser que soy. "Soy" implica propiedad de ser. Como si hubiese una razón inexcusable que me separa absolutamente de todo lo demás como ente con propiedad sobre mi conducta, mi modo de ver y entender el mundo. Único. Bueno, ¿qué tal si me pongo a volar? Imposible. Mi cuerpo no está hecho para volar. Mi deseo de volar queda solo en deseo. ¿Qué tal si elijo estar contento? Tal elección no está de mi mano. Nadie puede elegir un estado de ánimo a voluntad. ¿Qué tal si decido ganar amistades entre la gente? Pues tampoco es una opción que se atenga a un deseo libre de elegir su objeto. Sin embargo puedo levantarme a capricho de esta mesa. Puedo ponerme a correr si quiero. Puedo comer algo que me apetezca. Puedo hablar con alguien a voluntad, pero no es conveniente hacer tal cosa, no procede, puede considerarse una acción propia de un loco. Tampoco me voy a desnudar en este lugar. Tampoco procede. El riesgo es alto.


Curioso. Cómo "yo" solo tengo ciertas opciones posibles, otras no son posibles y otras no son convenientes. Quizás no sea la mejor forma de comprenderse a uno mismo partiendo de un yo, pues cómo me haya de mover o qué he de escoger o qué es lo que pienso y deseo, no son cosas que estén siempre bajo mi control. Las posibilidades reales son restringidas y más bien simples: ponerse a saltar en un prado, comer una avellana, ir a un determinado lugar, beber agua. Todo lo demás sobreviene, le sobreviene a uno desde "fuera" o desde "dentro", y uno ha de responder de algún modo para cambiar la situación, tanto para más alegría como para más tristeza o apatía. El "yo" parece más bien una función entre fuerzas e intensidades que un ente independiente de voluntad racional. Quizás sea más fácil comprender lo que somos partiendo de esta hipótesis: "yo" es el lugar en la conciencia desde donde las diferentes fuerzas e intensidades del universo que nos traspasan como cuerpo se resuelven en resultantes aptas para nuestro cuerpo y alma (pasiones, ideas, conceptos, etc.).

Desde esa perspectiva puedo dar sentido a mi singularidad, al mismo tiempo que lo intento también en mi modo de estar en el mundo. Es una navegación en un universo donde aparecemos como cuerpos/almas y desaparecemos como tales. Pero todo ello implica cartografías no exploradas, territorios agotados, tierras nuevas con multitud de caminos algunos transitados con cierto éxito, en otros hemos quedado embarrados. Nos vamos reconstruyendo y deconstruyendo sin saber exactamente la razón o el sentido de todo ello. Nuestro cuerpo y alma hacen lo que pueden para seguir en equilibrio.

14 junio, 2022

LOS MITOS SON ATEMPORALES Y EL CRISTO DE PABLO ES UN SER ATEMPORAL

Despierto con la sensación de que la vida tiene un trasfondo de quietud que nos afecta a todos en


cualquier momento de mente despejada y percepción directa de las cosas. Quiero decir que hay momentos en que las nubes de las preocupaciones o los tropiezos del dolor y el sufrimiento, desaparecen como por un milagro y de repente te das cuenta que hay absoluta tranquilidad y sosiego en el trasfondo de todo. No dura mucho tiempo, pero sí el suficiente para despertar esperanzas olvidadas o quizás ahogadas por el contínuo trajín de la vida y entonces se recupera la mirada de la infancia y se piensa que ese trasfondo es la llamada del alma del universo común a todas las criaturas conscientes. La llamada al juego, a la alegría, al caminar por el sendero que nos lleva a la Gran Montaña y allí mirar juntos el Gran Valle de belleza inaudita. No dura mucho, es cierto, pues rápidamente las nubes de la confusión o los dardos de las inquietudes o las voces de los expertos en mil y una cuestiones nos devuelven a eso que llaman realidad. Dicen que hay que vivir en la realidad y pisar fuerte en ella. Cierto, nada que objetar. Pisemos en ella con fuerza pero al mismo tiempo nunca descuides ese trasfondo de quietud que es otra realidad, quizás la esencia de todas las realidades posibles. No descuides el misterio en que se sustenta todo y no dejes que los expertos en mil y una cuestiones te dicten lo que ha de ser tu realidad.  

He estado pensando la noche pasada sentado en la soledad de mi sillón preferido y en silencio, que la figura de Cristo es en primer lugar una imagen mental que nos hacemos de una idea o una sensación que ha de ser confusa por necesidad. Recibimos tal idea ya en nuestra infancia a través de la tradición, la cultura y la religión. Es en la infancia cuando esa figura religiosa puede adquirir significados de bondad, de divinidad, pero en esos años tiernos esas cosas relacionadas con Dios nos inspiran tanto miedo como magia. Los curas nos inculcaban la moral como miedo al castigo y entonces ese Jesucristo no acababa de ser una figura del todo amable, pues albergaba un trasfondo de castigo y juicio severo y venganza infernal en última instancia. Entonces a medida que ibas creciendo te ibas alejando de esa figura y te ibas distanciando también de esa forma de percibir la moral y las últimas verdades de la religión, aunque siempre quedaba un trasfondo de misterio en torno al Cristo cristiano. Misterio que ibas racionalizando e integrando entre las cosas de este mundo y olvidando sin darte cuenta.


Pero el poder de los mitos es mayor de lo que pensamos. Jesús el Cristo cristiano es una figura mítica en los evangelios: una figura mítica que trata de pasar por histórica, pues lo que importa en los evangelios es el Cristo y no el Jesús judío que pudo haber vivido una vida de profeta mesiánico-apocalíptico dentro del judaísmo y muerto por cualquier razón de encontronazo con el poder de Roma. Pero el mito proviene del futuro de sus seguidores que no pudieron aceptar su muerte como otra muerte injusta de las muchas que se producían en el mundo de entonces y en el actual. 

Entonces la figura de Jesús se fue elaborando en la figura del Cristo, pero no el Cristo como Mesías judío, sino como Divinidad que se va mezclando con la esencia del "Padre" para más tarde constituirse ya en el mismo Dios Trino (al Dios judío había que dulcificarlo con aportes helénicos). El Cristo de Pablo es ya una figura cósmica dentro de un cosmos sobrenatural con sus entes complejos tanto del cielo como del mundo sublunar con sus arcontes, demonios, e influencias nefastas sobre el homínido. La redención del Cristo de Pablo trasciende lo meramente humano para barrer las oscuridades diabólicas de todo un cosmos contaminado por el mal. Y luego, una vez elaborada esta teología, se escriben los evangelios que van a escenificar ahora la vida de un Jesús camino ya de ser divinizado, pero con residuos de lo que debió de ser la vida del Nazareno en su etapa realmente humana. Los evangelios nos presentan acontecimientos mitificados en lugar de seres complejos de carne y hueso en su misma realidad. El mismo Jesús se nos escapa como homínido para convertirse en una figura que esconde muchas cartas ocultas y todas a su favor. Al final todas las cartas están a su favor. 

Ese es el poder del evangelio de Pablo: el mal queda vencido, derrotado por el Cristo con su muerte que no es muerte sino resurrección que vence a la muerte y entonces ya tenemos la puerta abierta a la vida perdurable a través de este acontecimiento tan absolutamente trascendental e irreversible que cualquier homínido que sea capaz de visualizarlo, comprenderlo y sentirlo en profundidad, se hace partícipe de la vida eterna. Los evangelios intentan escenificar la vida de Jesucristo con este desarrollo final como objetivo. Otra variante de esta buena nueva es la del cuarto evangelio: Juan.  

13 mayo, 2022

TERRAPLANISMO Y FUTUROS INCIERTOS

Me preguntan en una tertulia en inglés por el futuro. He de hablar de lo que pienso que será el futuro. Me cuesta mucho responder a estas preguntas. Noto cosas que están ocurriendo. La integración a marchas forzadas hacia el mundo de la informática, el mundo virtual. Todos estamos atrapados en el móvil. Nos comunicamos de diferentes maneras por el móvil. Veíamos como algo muy alejado en el futuro aquella ficción de Star Trek cuando Captain Kirk cogía su aparato de comunicación y veía a su interlocutor hablándole; pero eso ya lo vivimos con mucha más sofisticación y adelanto de lo que el Capitán Kirk podía imaginar. Los avances en esa dirección son apabullantes. Estamos en medio de la transición a otra cosa y no podemos todavía divisar el futuro. Cada vez hablamos con más máquinas. Las máquinas telefónicas te ponen a la espera de cualquier cosa y la espera, después de varios traspasos a través de teclas a otras secciones, pueden ser largas, eternas: médicos, bancos, oficinas, compras, consultas, dependencias del Estado. Es un mundo frío. Hablar con una máquina es algo frío en sí. Te reflejas en algo inhumano que pretende ser humano. Robots. 

Ojeando libros en Amazon vi un libro que me llamó la atención: La Tierra es Plana. Lo ojeé por dentro y no parecía ser ninguna broma. El autor era un abogado norteamericano cristiano. Más abajo vi más libros relacionados con la tierra plana y me di cuenta que todos tenían algo en común: partían de un fundamentalismo bíblico o de alguna conspiroparanoia profunda. Si el fundamentalismo era cristiano, entonces hacían una división entre lo que era la interpretación bíblica correcta y la satánica o diabólica. La Biblia hablaba de un cosmos con un cielo arriba, la tierra en el medio y el sheol o infierno abajo. La tierra bíblica es plana y si la Biblia dice que la tierra es plana pues es plana. Todo lo que se desvíe de tal interpretación es satánico, diabólico y hay que combatirlo. Pero lo más aberrante de esta gente es su antisemitismo, tanto implícito como explícito, uno de estos autores, el abogado cristiano, cree que el judaísmo es producto de Satán y que fueron los hebreos que derivaron en judíos quienes pervirtieron la Biblia a su favor. Una vez ocurrido esto lo peor que llegó a pasar para corromper el mundo, con los judíos siempre de trasfondo, fue el heliocentrismo. Fue el heliocentrismo lo que hizo que el hombre pasara a ser una cosa insignificante sin Dios y esclavo de sus pasiones al servicio de poderes globalizantes y frías máquinas humanistas ateas. Luego el libro, de más de 300 páginas, se pone a demostrar cómo el heliocentrismo es una falacia, una mentira impuesta por la fuerza, una aberración científica, etc. Hay una geometría compleja, hay unas matemáticas complicadas, hay "demostraciones" evidentes. El libro va acompañado de más de 300 comentarios la mayoría bastante favorables al autor. Considerando que este no es el único libro y que además ya tiene una segunda parte, y que hay muchos otros en la misma dirección, es por lo que creo que el movimiento terraplanista no es ninguna broma y que hay una colla de gente muy metida en ello tratando de combatir al heliocentrismo como teoría diabólica de control del mundo.


China comunista era un nombre que nos asustaba. Cuando la radio hablaba de la China comunista, entendíamos que aquello era algo feo, frío, cruel y sombrío. Además eran orientales. Gente alejada de nosotros. Se asociaba China con la fiebre amarilla, sombreros cónicos y los ojos rasgados. Sin embargo en mi casa mi madre ponía por la noche Radio Pekín y no parecía un mundo malo, más bien parecía un mundo bueno con políticos y jefes que querían el bien de su país. Siempre hablaban del Partido Comunista Chino como algo bueno. Se llamaban camaradas y su presidente Mao era otro camarada. Mi madre pensaba que el futuro estaba en el comunismo. Franco era malo. En casa temíamos a Franco. 

 

14 abril, 2022

MANUEL DE LEÓN Y EL MISTICISMO PROTESTANTE // LA EXPERIENCIA MÍSTICA

Manuel de León, pastor de la Iglesia Evangélica de La Felguera y autor de varios libros sobre historia del protestantismo, está en proyecto de sacar a la luz un libro titulado "El Dios de la presencia


numinosa", y subtitulado "La mística protestante." Manuel de León se centra de forma meticulosa y extensa sobre el poco o nada conocido fenómeno místico del mundo protestante y sus personajes, pero lo hace también explorando aquellos condicionantes que influyeron ya no solo en la mística en el protestantismo, sino también en el cristianismo en general. Por sus páginas circulan personajes que van desde Pablo a Miguel Servet, desde el pietismo de Valentín Weigel, A. Hermann Francke, Margereta Wolker y Eva Margareta, a individualidades puritanas tales como Stephen Charnock o Isaac Ambrose. Explora también la espiritualidad mística de Lutero y otros protagonistas de la Reforma, entre ellos Müntzer y Grebel. No falta tampoco un buen capítulo sobre Jacob Boeheme o también el fundador del Cuaquerismo George Fox y la mística de la Sociedad de los Amigos.

El libro entonces nos conecta con el poeta romántico visionario William Blake influido por las tendencias subterráneas del misticismo protestante inglés, para luego entrar en el luteranismo alemán y sus derivas filosóficas que influyen en Kant. El filósofo de Königsberg tuvo un interesante debate en torno al misticismo del sueco Swedenborg y con este visionario nos metemos en su laberíntica pero detallada descripción del Más Allá.No faltarán exploraciones en torno a Jung, a Rudolph Otto, la mística católica contrastada con la protestante y al final nos introduce en los aspectos místico-carismáticos del movimiento pentecostal moderno, su enorme éxito y proyección en Latinoamérica, minorías étnicas y en general su alcance a importantes sectores sociales ávidos de una espiritualidad más cercana al corazón que al cerebro o las doctrinas sistematizadas en credos.

Un libro que ya solo por su extensión y los temas que toca apetece.

LA EXPERIENCIA MÍSTICA


Los místicos nos dicen que sus experiencias son auténticas y no una autosugestión. La experiencia mística es una fusión de mi ser particular con otro ser más universal. Es una experiencia interna, "subjetiva", pero que obedece a una predisposición difícil de precisar y comunicar. Hay momentos en el místico que siente como un flujo interno de liberación de toda atadura o ruptura quizás con los hábitos de pensamiento que normalmente lo ligan al sentido común de lo prosaico, de lo normal, de lo práctico. Vivimos en función del trabajo, del mantener las obligaciones sociales al día sin caer en crisis de confusión, de agotamiento, o escasez, o culpabilidad moral. Pero en el místico hay momentos de soltura, de libre juego del alma, de trascendencia en libertad y entonces intuye, detecta la posibilidad de un alma universal donde todas las esencias de las cosas confluyen en un mismo flujo de libertad y él o ella se funden en el todo, aunque sea por un instante, por un momento. La experiencia mística es ese acto de fusión interna, íntima, que se transforma en deleite y hace posible recuperar la fe en un universo vivo, donde los formalismos, los obstáculos, las prohibiciones, las órdenes o mandatos, las leyes, dejan de tener vigencia y entonces el paisaje se hace infinitamente tan intenso como ilimitado.

Los místicos pueden fusionarse con Dios, con el Alma del Mundo, con el misterio inefable; con el amor eterno.

Pero la experiencia mística tiene sus peligros, sus oscuridades, sus extravíos, sus abismos


24 marzo, 2022

FE Y RAZÓN O RAZÓN Y FE

En las tertulias filosóficas y teológicas que venimos llevando a cabo un grupo de mentes inquietas de católicos, protestantes o unitarios, pues hay contrastes de pareceres y posturas diferentes que a veces plasmamos en artículos o presentaciones. Uno de los miembros de esta tertulia es el doctor en filosofía José Pablo Noriega de Lomas, el cual publicó en su día un ensayo titulado Ortología Antropológica en Studium Ovetense. Instituto Superior de estudios Teológicos del seminario Metropolitano de Oviedo (2019). He aquí mi percepción de lo que expone Noriega en su interesante ensayo.


   

Noriega parte de que el hombre solo puede ser feliz si acepta a Dios como su fin en esta vida. Él cree que mucha de la infelicidad actual y la confusión de valores que se sufre se debe a este abandono de la religión (en general) y de Dios como fundamento natural del ser humano. O sea, la aspiración a llegar a Dios es algo que nos viene dado de forma natural como seres humanos, pero que por razones históricas y políticas hemos venido abandonando y sustituyendo por ateísmos y materialismos que solo contribuyen a hacernos más infelices, más perdidos.  Hoy el ateismo acapara todas las instituciones negando cualquier centralidad o valor a la religión, que sin embargo, para Noriega, es la salvación a nuestras inquietudes. No obstante ha de ser una religión corregida y pulida por la razón. 

Dios para Noriega es un ser universal que se puede descubrir por la fe y por la razón. Por la fe a través de las religiones y sus revelaciones, pero también por las pruebas de razón. La fe por revelación sería entonces como un adelanto o crédito de conocimiento y experiencia de Dios que luego la razón, más reposada, ha de demostrar como verdad evidente y probada. Dios es fe y razón universal al mismo tiempo. No sólo fe y luego la razón como supeditada a la fe como instrumento (fideismo), ni tampoco la razón como única prueba y modo de vivir y entender a Dios al margen de la fe (deismo, teología liberal). Para Noriega la religión, sin embargo, aparece muy lastrada o envuelta con mitos y supersticiones de los cuales se ha de desprender para coincidir con la razón y así encontrar esa armonía que le corresponde y ser una fuerza espiritual completa para el ser humano. Así mismo la razón ha de aceptar la fe en Dios para ser una razón que se ponga al servicio de principios absolutos divinos que son los que rigen el universo y dan la felicidad y completud al ser humano. Ni el irracionalismo caprichoso y arbitrario de la fe, ni tampoco la razón fría e instrumental del ateismo, sino su complementación en el espíritu y alma humana. 

Entonces para Noriega la razón tiene un trabajo importante que hacer en nuestros días de ateísmo generalizado y de ideologías que niegan la religión y sus beneficios para el hombre. Tal trabajo de la razón a través del método de la teología natural, ha de librar y pulir a las religiones de sus mitos y


supersticiones, de sus dogmas absurdos no probados por la razón y que hacen que muchas mentes racionales o equilibradas encuentren obstáculos y prácticas opresivas, explotadoras de la ingenuidad o el miedo propio de los humanos, etc. Más que ser la religión una vía de liberación y completud espiritual, las religiones se convierten en fuente de confusión y de manipulación que nubla de laguna manera sus mensajes profundos de fe, sus caminos hacia Dios que siguen siendo sus razones de ser fundamentales.

 La razón , entonces, como don implantado por Dios en el alma humana para la comprensión de la fe en términos conceptuales que todo el mundo pueda ver, es la herramienta divina para conseguir una unidad de todas las religiones, pues al ponerse a dialogar sobre sus fundamentos y fines se darían cuenta de las muchas cosas en común que tienen y se podría acabar con la división actual de tantas y tantas religiones absurdamente divididas por dogmas que aplicando la razón de la teología natural caerían por si solos. Tal es el caso de la Trinidad en el cristianismo o los miles de dioses secundarios en el hinduismo que en realidad surgen de un solo Brahma. Las religiones africanas han de avanzar hacia una espiritualidad más coherente y racional como ya ocurre con el cristianismo, pues para Noriega el cristianismo es una religión que ha desvelado mejor que otras el amor universal, la caridad, la misericordia, valores comunes a otras religiones, pero a veces muy velados por costras de superstición y que el cristianismo a pesar de sus lastres como la Trinidad o los mitos de la Biblia, ha sabido incorporar la razón (escolasticismo) y centrase en los fundamentos de amor entre los hombres y el reino de Dios como final de la historia.

Esto es grosso modo la teología natural que expone José Pablo Noriega en sus blogs y en sus publicaciones del Instituto Superior de estudios Teológicos del seminario Metropolitano de Oviedo. Siéntase cada uno en dar su opinión sobre este tema en la sección de comentarios abajo. Lean las normas de publicación.     

27 febrero, 2022

EL NO A LA GUERRA Y NO TODAS LAS OPINIONES MERECEN RESPETO

No a la guerra. ¿Qué guerra? Todas. ¿Estás seguro? Sí. ¿Entonces la guerra de la resistencia de los vietnamitas también es condenable? Bueno... ¿Y la guerra de los partisanos de la resistencia a Hitler también la condenamos? Bueno... ¿Y la guerras anticoloniales? ¿Y la guerra ocasional en Israel? Bueno... Quizás ese "no a la guerra" en abstracto en este momento quiera decir también "no a la guerra defensiva de los ucranianos contra Rusia", ¿sí? No entiendo nada, o quizás lo entiendo todo. La


ideología no muere. La izquierda que antes era crítica contra determinadas guerras y las nombraba y defendía otras, resulta que ahora no puede nombrar la guerra, ni a los agresores ni agredidos. Lo cual es beneficiar a Rusia y a Putin. Es quizás la manera menos obscena de apoyar a Putin. Bueno, entonces no estamos hablando de la postura budista o cristiana pacifista de paz incondicional, sino de la defensa disimulada, cínica e hipocritona de la guerra de Putin contra el mundo, al cual ha amenzado con "consecuencias nunca vividas en la historia", o sea, la guerra nuclear. Me pongo a temblar cuando veo ese "no a la guerra" en algunas concentraciones, que incluso va seguido de "No a la OTAN", pero nunca "No a Putin". Creo que Maquiavelo ya lo dijo todo en su día. Vale todo aquello que te sostenga en el poder: el engaño, la violencia, la simulación. Lo importante es mantener el poder.

Hoy día se habla mucho de respetar la opinión de los demás. "Yo no estoy de acuerdo, pero respeto tu opinión" se dice como una muestra de liberalidad y amor a la democracia y al diálogo. En realidad esto no es así exactamente, si alguien dice que 2+2=5, le diré que no es verdad y que no respeto su mentira. O sea, respeto su persona, no le voy a insultar por ello o humillar o pegar palos delante de todos, pero sí le diré con toda la amabilidad posible  que su opinión no es respetable, que no es verdad, que corrija tal juicio equivocado por su salud mental. Bueno, alguien diría, en caso de verdades axiomáticas o juicios analíticos como el caso de 2+2=4, al no ser materia opinable pues sí, usted tiene razón. No se puede respetar tal aserto o juicio en un diálogo o debate. Pero si son cosas opinables como la política, la moral, la religión, los valores estéticos de una obra de arte, pues entramos en un terreno variable, impreciso, subjetivo y el respeto a las ideas ajenas, por muy ridículas o nefastas que nos parezcan han de ser


respetadas por amor a la convivencia y al respeto que merece tal opinión por muy equivocada que le parezca. Pero ¿es éso así? ¿Respetamos de forma neutral todas las opiniones que nos llegan al oído con liberalidad de santo democrático? Creo que no. La frase "no estoy de acuerdo, pero respeto su opinión", no creo que se refiera al respeto a la opinión per se, como opinión que me puede resultar ridícula, obscena, o fruto de la más pura ignorancia y petulancia. Se refiere a que defiendo la libertad para que usted pueda expresar cualquier opinión sin que venga la policía a detenerle o torturarle por haber expresado tal opinión. Es algo diferente. En los sistemas democráticos ese respeto del opinante a opinar lo que le dé la gana está asegurado y grantizado, aunque la opinión per se solo se puede respetar si sigue una razón o lógica apropiada, o demuestre unas evidencias inegables o nos pueda crear una incognita que nos haga pensar en lo dicho. Respetamos la libertad de expresar toda opinión, pero hay opiniones que por su naturaleza no pueden ser aceptadas o respetadas. Todos lo sabemos.

02 febrero, 2022

LOS PROFETAS HEBREOS Y SU SINGULARIDAD. UNA REFLEXIÓN EN TORNO A ABRAHAM JOSHUA HESCHEL Y SU LIBRO "THE PROPHETS"

Había pedido el libro a Amazon hacía tiempo pero nunca había llegado el momento de leerlo. El libro era "The Prophets" de Abraham Joshua Heschel (1907-1972). Un día llegó la hora de su lectura y he de confesar que hay un antes y un después una vez terminada la lectura de tal libro. Mi lectura anterior de los profetas me resultaba bastante confusa, el estilo más bien poético, altamente simbólico, pero sin referencias claras. Téngase en cuenta que para la mente actual, por mucho que se haya leído la Biblia o partes de ella, el estilo arcáico del

Antiguo Testamento nos puede resultar un tanto farragoso en ocasiones, aunque en otras nos delite por su sencillez y forma directa de relatar. Obviamente la época, las preocupaciones, la cultura tan lejana a la nuestra, la acertada traducción que podamos tener entre manos; y, sobre todo la visión del mundo a que nos abren estos textos tan antiguos, nos pueden complicar la lectura si no tenemos la motivación y la paciencia suficientes. En la Biblia lo político, lo moral, lo histórico o lo personal se impregnan de religión, de un sentido fundamental religioso en torno a la complicada relación entre el pueblo de Israel y su Dios Yahveh o Jehová.

Es por eso que el concepto de inspiración va a resultar muy importante para tratar de entender en base a qué tales declaraciones, tales palabras que han salido de Dios o se han registrado como mandatos, leyes, promesas, fundamento de un pacto, profecías, diálogo, condenas, visiones, etc.; ya que tales enunciados reclaman para sí legitimidad, autenticidad, autoridad, por parte del pueblo a quien van dirigidos. No vale cualquier cosa y para ello hay maneras de comprobarlo por medio de acontecimientos, milagros, hechos puntuales; y sobre todo la integridad profética que demuestran los profetas por medio de "así dice Yahveh", seguido de todo un lenguaje poético, metafórico, simbólico que sin duda expresaba la voluntad de Dios para todos aquellos a quien iba dirigida.

Heschel va despejando poco a poco en sus más de seiscientas páginas cuál era la singularidad de los profetas bíblicos que los separaba de otros personajes parecidos de los diferentes sistemas religiosos de otras naciones y pueblos contemporáneos, con sus sacerdotes, bardos, terapeutas, magos, videntes, derviches, o profetas cortesanos. La diferencia fundamental para nuestro rabino estudioso estriba en la forma objetiva con que el


profeta recibía la llamada de Dios. El profeta hebreo no hablaba por medio de un sueño o por medio de una alteración provocada de la conciencia, o al haber recibido una epifanía que se apoderaba de todo su ser de manera total, o un arrebato que hacía disolverse el yo en un trance y entonces la voz de Dios salía directamente usando a su escogido como un médium se ofrece como canal conductor de un mensaje ajeno a su persona y de forma inconsciente. No. Según Heschel el profeta era del todo consciente del mensaje que recibía de una Voz que le llamaba a él como persona, como yo que escucha y es totalmente consciente de lo que está pasando y que incluso sabe las consecuencias que tal proclamación del mensaje le podía provocar. Es una llamada que no absorbe la personalidad del profeta y entonces puede decir, aun temblando de miedo o sintiéndose forzado a hacer lo que no quiere, que "Así dice Yahveh". Al contrario de los falsos profetas o los profetas cortesanos de Asiria o Babilonia o los enunciadores de oráculos griegos, el profeta hebreo ha de denunciar al poder aquello que resulta injusto y opresivo con el pobre, aquello que va contra la política oficial del momento y que puede costarle la vida.

En resumen, Abraham Joshua Heschel, nos hace entender el texto escrito de los profetas con una nueva luz que nos abre significado y una mayor panorámica en aquel mundo pre-exílico y pos-exílico del Israel bíblico.      

06 enero, 2022

FE Y ATEÍSMO

 Toda experiencia religiosa acaba en la fe como justificación. La fe no es demostrable de forma universal y evidente para todo el mundo. Queda entonces como una decisión que mucha gente acepta como principio explicativo y regulador. Pero hay algo más importante, la fe puede vivirse como una razón fundamental de vida y comunidad además de dar un sentido pleno de trascendencia a la existencia. Pero no todas las fes son iguales: hay fes que justifican un poder arbitrario que oprime y esclaviza a la gente de forma objetiva. Lo vemos en sociedades intolerantes, opresivas, castradoras de creatividad y libertades para la mayoría. Hay dioses de los que hay que huir a toda carrera y dejarlos en sus reinos de despotismo. Hay sectas que nos hacen temblar al oir los relatos de sus creyentes. El problema es que la fe al ser una decisión subjetiva de un fundador o de una colectividad fundadora, pues conlleva los prejuicios y


representaciones míticas de las culturas donde surge; y no todas las culturas derivan en bienestar espiritual. La cultura azteca bien está donde se quedó, el
 catolicismo tridentino mejor que se ahogue en la indiferencia. El mundo musulmán como teocracia activa, pues cuanto más lejos mejor, etc. Hay fes abiertas a la libre interpretación y son de fácil adpatación a todo aquello que conlleve libertad de conciencia y libre decisión. No hablo de fes anárquicas, sino de fes que dan lugar a principios de apertura y creatividad, además de una disposición ética y moral basada en la afirmación de la vida, no su mortificación opresiva.

Lo mismo pasa con las ideologías. El ateismo no sólo es ateismo liberal y tolerante, hubo ateismos oficiales que mataban también en nombre de cualquier mito utópico o de la misma ciencia elevada a metafísica. Conozco ateos que reaccionan contra toda religión con un cierre radical a cualquier comprensión del fenómeno religioso. Hay otros, sin embargo, que exploran el fenómeno religioso con interés e imparcialidad y saben discernir la experiencia religiosa con equilibrio. El ateo niega la religión en nombre de la razón y la ciencia, y bien es verdad que bajo tales parámetros la fe es inexplicable y rechazable como opción objetiva; pero quizás no lo sea tanto si partimos de lenguajes diferentes donde la razón puede superar sus límites positivistas o kantianos y así ampliarse a toda una universalidad de fenómenos que requiren de posicionamientos diversos. Los ideólogos predominantes hoy día suelen partir de las inmanencias históricas o humanistas que relegan la fe al ámbito de lo privado, pero no así sus ideologías que buscan un poder que las haga definitivas en el ámbito público de sus territorios políticos. Son contradicciones insuperables que las democracias modernas han de saber resolver con vigilancia y equilibrio.

LA INCREIBLE PREGUNTA SOBRE DIOS

 Poco a poco vas buscando a Dios y vas agotando sin remedio. Dios es una palabra que no lleva a ningún sitio concreto, solo a infinitas espe...