13 mayo, 2022

TERRAPLANISMO Y FUTUROS INCIERTOS

Me preguntan en una tertulia en inglés por el futuro. He de hablar de lo que pienso que será el futuro. Me cuesta mucho responder a estas preguntas. Noto cosas que están ocurriendo. La integración a marchas forzadas hacia el mundo de la informática, el mundo virtual. Todos estamos atrapados en el móvil. Nos comunicamos de diferentes maneras por el móvil. Veíamos como algo muy alejado en el futuro aquella ficción de Star Trek cuando Captain Kirk cogía su aparato de comunicación y veía a su interlocutor hablándole; pero eso ya lo vivimos con mucha más sofisticación y adelanto de lo que el Capitán Kirk podía imaginar. Los avances en esa dirección son apabullantes. Estamos en medio de la transición a otra cosa y no podemos todavía divisar el futuro. Cada vez hablamos con más máquinas. Las máquinas telefónicas te ponen a la espera de cualquier cosa y la espera, después de varios traspasos a través de teclas a otras secciones, pueden ser largas, eternas: médicos, bancos, oficinas, compras, consultas, dependencias del Estado. Es un mundo frío. Hablar con una máquina es algo frío en sí. Te reflejas en algo inhumano que pretende ser humano. Robots. 

Ojeando libros en Amazon vi un libro que me llamó la atención: La Tierra es Plana. Lo ojeé por dentro y no parecía ser ninguna broma. El autor era un abogado norteamericano cristiano. Más abajo vi más libros relacionados con la tierra plana y me di cuenta que todos tenían algo en común: partían de un fundamentalismo bíblico o de alguna conspiroparanoia profunda. Si el fundamentalismo era cristiano, entonces hacían una división entre lo que era la interpretación bíblica correcta y la satánica o diabólica. La Biblia hablaba de un cosmos con un cielo arriba, la tierra en el medio y el sheol o infierno abajo. La tierra bíblica es plana y si la Biblia dice que la tierra es plana pues es plana. Todo lo que se desvíe de tal interpretación es satánico, diabólico y hay que combatirlo. Pero lo más aberrante de esta gente es su antisemitismo, tanto implícito como explícito, uno de estos autores, el abogado cristiano, cree que el judaísmo es producto de Satán y que fueron los hebreos que derivaron en judíos quienes pervirtieron la Biblia a su favor. Una vez ocurrido esto lo peor que llegó a pasar para corromper el mundo, con los judíos siempre de trasfondo, fue el heliocentrismo. Fue el heliocentrismo lo que hizo que el hombre pasara a ser una cosa insignificante sin Dios y esclavo de sus pasiones al servicio de poderes globalizantes y frías máquinas humanistas ateas. Luego el libro, de más de 300 páginas, se pone a demostrar cómo el heliocentrismo es una falacia, una mentira impuesta por la fuerza, una aberración científica, etc. Hay una geometría compleja, hay unas matemáticas complicadas, hay "demostraciones" evidentes. El libro va acompañado de más de 300 comentarios la mayoría bastante favorables al autor. Considerando que este no es el único libro y que además ya tiene una segunda parte, y que hay muchos otros en la misma dirección, es por lo que creo que el movimiento terraplanista no es ninguna broma y que hay una colla de gente muy metida en ello tratando de combatir al heliocentrismo como teoría diabólica de control del mundo.


China comunista era un nombre que nos asustaba. Cuando la radio hablaba de la China comunista, entendíamos que aquello era algo feo, frío, cruel y sombrío. Además eran orientales. Gente alejada de nosotros. Se asociaba China con la fiebre amarilla, sombreros cónicos y los ojos rasgados. Sin embargo en mi casa mi madre ponía por la noche Radio Pekín y no parecía un mundo malo, más bien parecía un mundo bueno con políticos y jefes que querían el bien de su país. Siempre hablaban del Partido Comunista Chino como algo bueno. Se llamaban camaradas y su presidente Mao era otro camarada. Mi madre pensaba que el futuro estaba en el comunismo. Franco era malo. En casa temíamos a Franco. 

 

LA INCREIBLE PREGUNTA SOBRE DIOS

 Poco a poco vas buscando a Dios y vas agotando sin remedio. Dios es una palabra que no lleva a ningún sitio concreto, solo a infinitas espe...