06 agosto, 2010

ILAN PAPPÉ Y LA LIMPIEZA ÉTNICA PALESTINA

Ilan Pappé es un historiador analista de la universidad de Haifa, Israel. Él es judío-israelí y ha escrito varios libros sobre el conflicto árabe-israelí. Uno de ellos, publicado en español, se titula “La Limpieza Étnica Palestina”. En este libro, lleno de citas y bien documentado, trata de demostrar cómo el sionismo era un proyecto que contemplaba la expulsión de la población árabe de Palestina para dejar paso a los miles de inmigrantes que iban poblando este territorio bajo mandato británico y anteriormente gobernado bajo el imperio turco. Según Pappé, el sionismo creó el mito de una Palestina desértica, abandonada en el atraso; con una población árabe escasa viviendo un feudalismo de campesinos y terratenientes ausentes que vendían sus tierras de forma codiciosa y voluntaria. Pero, según el libro, eso no era así: Palestina estaba poblada por una sustanciosa mayoría árabe que vivía principalmente en pueblos y aldeas, pero que una vez que el sionismo se fue haciendo con el poder no dudó en expulsar de forma violenta y criminal la mayoría de las veces.

La lectura del libro de Pappé es estremecedora. El Ben-Gurión que nos presenta no tiene ningún escrúpulo en ordenar los “desalojos” de cientos de aldeas árabes a sangre y fuego. Los grupos armados como Haganah, Irgun o la banda Stern; usaban la dinamita y las ejecuciones sumarias para amedrentar a las poblaciones árabes y así obligarlas a huir y abandonar las tierras. Si los hechos que narra Pappé son ciertos entonces estamos hablando de crímenes de guerra y limpieza étnica contra una población pacífica que no tenía la preparación suficiente para hacer resistencia, ni los medios para enfrentarse a una fuerza judía, mucho más fuerte y con un armamento moderno. Pero no sólo las aldeas y pueblos, sino que también los mayoritarios barrios árabes de las ciudades como Haifa, Joffe y Acre o Akko, sufrieron el terror y la muerte indiscriminada por parte judía para forzar así el abandono y desalojo de la población palestina.

Si bien es verdad, según Pappé, que mucha tierra fue comprada a los terratenientes árabes ausentes (vivían en El cairo, Beirut o Damasco), y que además esta tierra se vendía con aldeas y campesinos incluidos; lo cierto es que la mayor parte de la tierra, hoy día israelí, se consiguió robándola a los árabes que vivían en ella. La guerra de independencia israelí tras la anunciada Partición de la ONU, fue una guerra muy desigual ya que los judíos poseían un dominio desproporcionado en armas y medios, sobre los ejércitos árabes que; con la excepción de la Legión Árabe, estaban mal equipados y carentes de una formación adecuada. Algunos eran voluntarios que se ofrecían a defender algunas zonas árabe-palestinas con cierto valor, pero sin armamento adecuado. Más tarde la propaganda sionista daría una versión de los hechos totalmente sesgados y haciendo creer que los judíos se habían enfrentado a fuerzas árabes muy superiores en número y equipamiento; y así, entonces, se ganó la independencia de forma gloriosa y heroica. Es decir: un puñado de judíos rodeados de ejércitos de varios países árabes lograban defenderse de forma desesperada y sin apenas medios a las abrumadoras fuerzas del enemigo.

Si el libro de Pappé dice la verdad, las consecuencias son muy graves para el Israel actual. En realidad Pappé deslegitima el Estado de Israel desde su fundación. Israel existe como consecuencia de una limpieza étnica y métodos terroristas para llevarla a cabo, viene a decir este historiador. Con ello daría la razón a las tesis palestinas y todos los refugiados que viven en los diferentes campamentos o colonias en Gaza, Cisjordania, Líbano, etc.. tienen derecho a volver a sus tierras y propiedades confiscadas ilegalmente, etc. Podríamos hasta decir que el supuesto terrorismo de Hamás y Cía tiene su justificación en la injusticia fundacional de Israel como estado. Que un israelí diga esto es muy fuerte y máxime cuando sus libros son leídos por mucha izquierda europea muy proclive a aceptar esas tesis como ciertas y así reforzar ese sentimiento antiisraelí tan generalizado. La tesis del libro refuerza la idea del sionismo como proyecto colonialista europeo.

Yo, una vez leído el libro, me cuesta trabajo creer que la población árabe palestina fuera tan pacífica, tan pasiva, tan inocentemente aldeana; como pinta Pappé. El historiador, perteneciente a una izquierda radical, parece caer en la tentación de describir a la víctima perfecta con que todo revolucionario idealista sueña. Tampoco me encaja el retrato de unos líderes sionistas tan carentes de escrúpulos, tan crueles, tan fríos y calculadores para conseguir sus objetivos “colonialistas”. Ben Gurión aparece como un auténtico criminal de guerra dirigiendo operaciones de limpieza étnica que acabarían en miles de muertes y ejecuciones sin juicio previo. Hay cosas que Pappé no dice de los palestinos y sus líderes. Hay silencios que, a mi me parece, pretenden reforzar una postura ideológica que filtra los hechos desde un principio. No obstante este libro merece una respuesta y una contra-demostración que, a juzgar por la apretada documentación de primera mano que presenta, sería tan ardua como necesaria.

3 comentarios:

  1. Estoy seguro de que encontraras suficiente material para justificar tu opinion....porque el DOGMA es el dogma y no se puede cuestionar.

    Carlos Castilla

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  2. Gustavo Perednik narra en este interesante artículo de "El Catoblepas" la matanza de Hebrón, perpetrada por los árabes contra los judíos en 1929. ¿La tiene en cuenta Ilan Pappé en su libro? Esta matanza muestra muy claramente la otra cara de la moneda. http://www.nodulo.org/ec/2009/n090p05.htm

    Rubèn D. Andrés

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