No es lo mismo luchar contra el mal en abstracto, o el mal reducido a privación genética, social o emocional; que luchar contra la figura de un demonio que ataca y tienta con perversidad.
Al primero le hacemos mil concesiones, tratamos de explicarnos; de hacernos comprender. Perdemos el tiempo. Por esa vía el mal nos va imponiendo su lógica, su dominio; su confusión de valores.
Pero al segundo nos enfrentamos con valor, con decisión, con rabia, con valentía. No hay mejor cosa que una personificación a tiempo.
Pero al segundo nos enfrentamos con valor, con decisión, con rabia, con valentía. No hay mejor cosa que una personificación a tiempo.
Creo que no existe el mal. Sólo existen personas que hacen cosas buenas y cosas malas. Una persona o país es bueno cuando hace cosas buenas y malo cuando hace cosas malas. Y nadie es siempre bueno o siempre malo. Sólo los actos son buenos o malos. El "bien" o el "mal" no son sino abstracciones que substantivan lo que es adjetivo.
ResponderEliminarRunand
Y ¿cómo se sabe si una cosa es buena y mala? Sr. Runand: falta la Torá en su esquema.
ResponderEliminarCreame: la Torá.
¿Que cómo lo sé? Pues muy fácil. Hago como todo el mundo: miro la Torá y si la Torá dice que una cosa es buena pues es buena; si dice que mala, mala.
ResponderEliminarMe fio de la Torá, pero me pregunto: ¿Cómo sabe la Torá si una cosa es buena o mala? Misterios del universo.
Runand