UNA CURIOSA IGLESIA PROTESTANTE INTELECTUAL

Petronio.- Hola, Emeterio, ¿a dónde vas?

Emeterio.- Voy camino de la Sociedad Científico-Atea a una conferencia sobre los agujeros negros. ¿Y tú?

Petronio.- Yo voy a mi iglesia protestante. Ya sabes que el Reverendo Gancedo ha abierto una capilla de protestantismo intelectual que me está resultando muy interesante.

Emeterio.-  Sí, es curioso. Ya me hablaste de ello en otra ocasión. ¿Qué hacéis allí?

Petronio.- Pues primero se lee un texto bíblico y luego se interpreta. Hombre hay himnos por el medio de gran solemnidad y recogimiento. Hay oraciones sacadas del Book of Common Prayer. Pero luego es todo un juego de riqueza hermenéutica. Somos una comunidad de buenos hermeneutas.

Emeterio.-  Me dejas de piedra. ¿No hay beatas? ¿Tampoco fanáticos? Qué raro. Eso parece más una logia de sabios masones. Pero ¿Qué interpretáis?

Petronio.- Pues una vez leído el texto las interpretaciones son inagotables. Podemos empezar por Romanos 7: 9 y acabar hablando de la física cuántica pasando por la historia y la filosofía más arriesgada, para luego reconocer nuestras limitaciones y dar gracias a D-ós por seguir vivos.

Emeterio.-  Qué curioso.

Petronio.- Sí, no cabe duda. Pero era necesaria una iglesia protestante intelectual donde la gente que acude pueda hablar de lo que lee y de lo que piensa y presentar fuertes dudas existenciales, etc. Estos cultos son de una riqueza espiritual increible.

Emeterio.-  ¿Tenéis alguna liturgia?

Petronio.- Sí, hay una pequeña liturgia de recogimiento.

Emeterio.- Bueno. Os visitaré algún día. Qué cosas oye uno.

Petronio.- Bueno. Pues algún día iré a vuestra Sociedad Científica-Atea a oír alguna charla. Creo que tenéis buenos conferenciantes.

Emeterio.- Cuando quieras Petronio. Cuando quieras. Bueno, me voy que tengo prisa.

Petronio.- Y yo también.

Emeterio.-  Adiós.

Petronio.- Adiós.