Los bárbaros sí saben lo que quieren y no tendrán escrúpulo alguno en imponerlo por la fuerza. Su Verdad va a ser la Verdad de la Verdad y ante ella los nuevos esclavos conquistados se habrán de arrodillar. No valdrán excusas, no valdrán quejas; los derechos humanos pasarán a ser un sueño relegado a lejanos mitos y nuevas utopías.
Pero lo perversamente curioso será ver y comprobar hasta que punto las masas anhelaban al bárbaro tirano que les supiera dar una verdad, un significado, una disciplina y un puñetero lugar firme en esa nueva sociedad.
Todo sucederá más rápido de lo que creemos. Nuestras mentes humanas son muy volubles y tienden a olvidar con rapidez. Un Nuevo Orden se acerca y unos pocos tendremos que resistir al bárbaro en las colinas.
Si los bàrbaros vinieran a Europa individualmente o por famílias desvinculadas, creo que, en una o dos generaciones acabarían integràndose. Beber fe y cultura a través de Internet o de la TV satélite no daría para mucho. Y eso por muy arraigada que tuvieran su fe y costumbres en el momento de llegar.
ResponderEliminarEl problema es que se traen consigo su estructura social en vivo, con sus cableados vivos y redes de dominio. ¿Cómo integrarse en la vida europea cuando los individuos y familias bárbaras están bajo el control férreo de unos poderes trasplantados de su tierra? Pasó, en cierta manera, con los judíos, y pasa ahora con estos bárbaros.
Bastante de acuerdo, Sr. Nesalem, con sus tres artículos sobre la barbarie. Sólo una cosa: no creo que las masas estén deseando ser gobernadas por el poder bárbaro. Creo que todo es pura ignorancia y, sobre todo, autoodio. Algunos países del Imperio Romano (Egipto, Hispania...) se apoyaron en la fuerza de esos bárbaros para luchar mejor contra "el poder opresor y explotador"; acto seguido, cayeron en sus manos. Ingenuidad y, sobre todo, autoodio.
Runand