Recomiendo a los ateos o agnósticos o indiferentes o irreverentes o nihilistas; que dediquen al menos una hora a la semana para celebrar un culto sagrado. Es decir: es necesario reservar una hora para hacer un paréntesis en la vida y hacer de ese paréntesis un espacio sagrado, trascendente, litúrgico-ceremonial (si queréis); de encuentro con el misterio de la existencia, de humildad ante el infinito o lo eterno.
Yo, como protestante, dedico una hora a mi culto y descubro cada día más los grandes beneficios que esto produce en mi vida espiritual: los cantos de los himnos, la lectura de la Palabra y su interpretación, el sermón, las oraciones en silencio. Todo ello contribuye al recogimiento, a la apertura hacia una Trascendencia que no podemos conocer ni aprehender de un modo racional, (como nada se puede conocer ni aprehender de una forma absoluta o completa en esta vida); pero que sí nos hace sentir un descanso y una sana sensación de significado y propósito en este confuso mundo.
Y la clave de todo en nuestras iglesias protestantes, es saber que nuestras Escrituras están siempre sometidas a interpretación. Es imposible llegar a un significado objetivo de los misterios, las doctrinas o los dogmas. Pero sí llegamos a participar de imágenes, de símbolos, de metáforas, de arquetipos y principios que logran configurar nuestra vida y nos ayudan a actuar con acierto en la existencia.
No tiene sentido permanecer siendo ateo o agnóstico o indiferente o nihilista cuando hay posibilidad de reconducir la vida con la sed de trascendencia de alguna manera saciada. No tiene sentido pasar por la vida con esa insana y neurótica sensación de inutilidad y vacío eterno. Es un error que produce sufrimiento a toneladas y de una forma estúpida. No hay por qué dejar el interés por la ciencia, por la especulación filosófica, por la vida, por la política, etc. Es necesario que practiquemos todos aquellos saberes o artes que nos gustan, pero sabiendo que al final son solo juegos de la mente; necesarios juegos de la mente mientras el espíritu ya descansa en su necesidad sagrada.
Bienvenidos a la cordura y al sentido sagrado de las cosas.
Querido Nesalem:
ResponderEliminarNo hay más espacio sagrado que un templo católico consagrado debidamente.
No hay más culto agradable a Dios que el católico. Los protestantes carecen de culto, en el sentido estricto del término.
El culto va dirigido a Dios, no al hombre. It's not a feel-good thing, American style.
Un abrazo,
L.
Querido anónimo:
ResponderEliminarEl culto se centra en Dios y lo que ha hecho en Jesucristo esencialmente. No puede haber culto cristiano a Dios si no se reconoce ésto. En el culto Dios mismo se hace presente entre nosotros y lo hace para darnos sus regalos: nos señala nuestro pecado con su Santa Ley, nos conforta y perdona con su Palabra de Absolución, nos da su cuerpo y sangre para nutrirnos y perdonarnos. Este es a grandes rasgos el culto agradable a Dios y que suscita confianza en Dios.
Se me olvidaba: Jesucristo y su obra es el alfa y la omega del culto agradable a Dios.
ResponderEliminarAnónimo dice que la Iglesia verdadera es la Católica y punto. Lo demás está fuera. Imitaciones y fraudes. Opuesto a la postura de Nesalem.
ResponderEliminarXavier dice que la verdad es Dios y Cristo. Se parece más a lo que dice Nesalem.
Yo digo que Dios y Cristo son dos ideas que no se pueden corroborar en la realidad. No hay un señor llamado Dios a quien podamos preguntar sobre lo que dijo. Hay escrituras que pasan por infinitas interpretaciones. Letras.
Soy
ResponderEliminarK.
¿Que quiere decir anónimo cuando habla de la iglesia católica? ¿Cual es su credo o confesión de fe?
ResponderEliminar¿Son falsos cristianos y fraudulentos todos los cristianos que no forman parte de su iglesia, cualquiera que esta sea?
¿Son Cristo o Dios personajes imaginarios? ¿Cómo podemos saber acerca de este Dios y Cristo?
Culto católico hace referencia al culto católico: una entidad histórica que asume el monopolio de la verdad cristiana, pero que en sus versiones más modernas y moderadas también admite que las demás iglesias cristianas son parte del pueblo de Dios, bajo ciertas condiciones.
ResponderEliminarLos protestantes asumimos que la iglesia invisible o universal está compuesta de todos los creyentes reconocidos por Dios como tales. Sólo Dios puede saber y conceder la gracia de estar salvo o ser elegido. Sólo quien nos puede ver desde otras dimensiones puede conocer nuestro ser en todo su absoluto. De forma objetiva.
Anónimo católico es un integrista que se atreve a juzgar aquello de lo cual no está capacitado. Se arroga una facultad que no le pertenece. Es un hombre militante de una Iglesia Católica absolutista cuya verdad hace referencia a ella misma porque sí.