A.- ¿He oiga, a dónde va?
B.- Me han dicho que siguiera por aquí por este camino.
A..- Sí, pero tenía que haber hablado conmigo antes. Yo soy el portero de este mundo.
B.- Perdone. Verá, acaba de pasarme algo que no entiendo y una voz me dijo que siguiera el camino.
A. Sí, como todos los que entráis por aquí. Vienes del mundo de los vivos de carne y hueso porque has muerto para ese mundo, ahora viene lo bueno. Vamos a ver, ¿tú que hacías en ese mundo?
B.- Yo fui profesor de secundaria en España.
A.- Pues has tenido suerte, los profes de secundaria españoles honestos, tenéis ya ganados amplios privilegios por vuestro excedente de sufrimiento injusto y malévolo. Sigue el camino y cuando llegues al siguiente guía dile que profe español. Suerte has tenido que no eres político.
B.- Gracias. Oiga, y ¿qué les pasa a los políticos españoles?
A.- Son la raza más oportunista, corrupta y cobarde que pisa vuestro pícaro país. Tendrán que picar en las minas de sal y de cal por cincuenta años infernales (1 año infernal= 50,000 años terrenales). La costra espiritual de maldad y cinismo que llevan acumulada requiere mucho trabajo con la sal y la cal viva.
B.- ¿Y nosotros los profes de instituto honestos?
A.- Pues vosotros pasaréis al paraíso del placer y el relax por una eternidad. Los deleites que os esperan no se pueden describir con las palabras. Lo tenéis bien merecido. Habéis sufrido perversa e injustamente, tanto por parte de los políticos, padres y compañeros deshonestos vuestros; así que merecéis lo mejor del reino de los cielos.
B.- ¿Y los compañeros nuestros corruptos y deshonestos?
A.- Esos pasan a las minas de azufre bajo vigilancia de los íncubos salvajes. Tienen que pasar allí 100 años infernales. Hay mucha mierda que limpiar antes de pasarlos al cielo.
B.- Oiga, ¿y cómo sabe que yo soy profesor honesto?
A.- Hombre, solo hay que mirarte para ver lo que has sufrido. Es hora de tu merecido descanso: sigue de frente. Adiós y nunca mejor dicha esta palabra.
Dudo mucho, Sr. Nesalem, que las personas religiosas, incluso de confesión protestante, puedan seguir al Reverendo Warren en su relativización de todo excepto el núcleo duro de la fe. Apostaría que la mayoría de estas personas verán una simplificación excesiva en Warren, una magnificación de la vía de la experiencia personal subjetiva en detrimento de la vía de la Revelación y de la predicación o Magisterio de las Iglesias, que quedan relativizadas y subsidiarias de aquella. Creo que les será difícil.
ResponderEliminarRunand
Runand
¿Simplón Dawkins? No todo el libro es igual de bueno, en mi opinión; pero muchas de sus partes son interesantísimas. Su razonamiento es claro e impecable; dice lo que tiene que decir de manera suficiente y clara; no hay más que pedir. Tengo, y releo de vez en cuando, otros libros de diferentes autores ateos, y la mayoría me parecen muy convincentes, cada uno en su estilo y con sus materiales. He leído también, no se crea Ud., diferentes autores creyentes; por ejemplo, uno muy susceptibe de llegar a la gente de mentalidad científica como es Martin Gardner ("Los porqués de un escriba").
ResponderEliminarSalutaciones des de este perro mundo, que es el de todos.
Runand
Sí, es cierto que la fe del Reverendo Warren es para creyentes con cierta madurez. Muchos buscan la religión que más "caña" les dé con autoridades y disciplinas impuestas bajo terror o miedo.
ResponderEliminarBueno. El tema de ateismo está expuesto en mi último epígrafe.
ResponderEliminarPero aquí se hablaba del profe sufriente!!!!!!!no de ateismo o religión...
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