Cuando era profesor en el instituto de Korbaterk en el concejo de Konvatorero, los alumnos de bachillerato me llegaban tarde después del recreo todos los días. Un día les avisé que al día siguiente no permitiría la entrada de quellos que llegaran tarde. Y así lo hice.
Más de la mitad de la clase llegaron tarde y se quedaron fuera. Pero al cabo de unos minutos llaman y dicen que no tengo derecho a dejarles fuera y yo respondí que ya estaban avisados y que permanecieran fuera.
Al poco rato vuelta otra vez a querer entrar y yo les cierro la puerta diciendo lo mismo que les había dicho antes. Ellos me contestaron que TENÍAN DERECHO A LA EDUCACIÓN y que no podía echarlos.
A los cinco minutos el Jefe de Estudios viene y me dice que hay unos alumnos muy enfadados porque yo les había cerrado la puerta y que si por favor podía ir a hablar las cosas con ellos para solucionarlo.
Abandono el aula (cosa que no tuve que haber hecho) y sigo al Jefe de Estudios. Allí en Jefatura estaba la mitad de la clase exponiendo sus quejas y aduciendo que yo había provocado un forcejeo con ellos con malos modos al cerrar la puerta. El jefe de Estudios escucha a los alumnos y yo estoy en un estado de conmoción. Pensaba que el Jefe de Estudios llevaría las cosas de otra manera y con mayor discreción, y; sobre, todo con mayor respeto al profesor.
No. Allí estaba siendo linchado por los chavales bajo el supuesto de un "diálogo" para solucionar la situción que YO TAMBIÉN HABÍA CREADO. O sea, el profesor como uno más en el bullicio juvenil, compartiendo sandeces a cara descubierta y bajo la "mediación democrática" del Jefe de Estudios y la Dirección oyéndolo todo tras la puerta contigua.
Fue una experiencia humillante y bochornosa. Y los comentarios que tuve que oir de los Jefes eran que yo ESTABA NERVIOSO, QUE NO PODÍA ACTUAR ASÍ "forcejeando" con los alumnos, etc.
Me dí cuenta de la profunda corrupción en que había entrado la enseñanza.
No hubo NI UN SÓLO PROFESOR QUE ME APOYARA o que me diera algunas palabras de aliento. ¡NI UNO! Máxime siendo mi relación con todos ellos bastante buena.
(Crónicas del Purgatorio)
30 abril, 2010
7 comentarios:
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"Mira, compañero Director, tengo una problema con estos alumnos. Me llegan tarde siempre, todos los días, sistemáticamente, después del patio. Dado que, como es natural, la puntualidad debe respetarse, ¿qué PODEMOS hacer? ¿Cómo lo enfocamos?" Si lo hubiera Ud. enfocado así desde un principio, consensuando con arriba la acción reparadora, quizá no hubiera Ud. tenido ese problema que tuvo. Quizá el resto del profesorado vió en Ud. una reacción individual poco meditada ni consensuada, una rabieta. Si el director, después del previo diálogo con Ud., no hubiera dado una solución aceptable, quedaba Ud. entonces libre para emprender las acciones que considerara convenientes para restablecer la puntualidad, incluída la que hizo. Pero eso, después de haber hablado. Siempre lo decía un compañero mío muy jucioso: "Las cosas hay que hablarlas".
ResponderEliminarEl significado del forcejeo tenía que haber sido interpretado por el jefe de estudios correctamente: el intento de unos alumnos ensoberbecidos de imponerse por la fuerza a una decisión justa y razonable del profesor. La fuerza partió de los alumnos, niños educados en la certeza de que nada se les puede negar, y que el derecho lo marcan ellos con sus rabietas. Un "diálogo" en las condiciones que Vd. describe sólo puede interpretarse como un intento de humillarle a Vd., de rebajarle al nivel de los alumnos, hasta el punto de dar por buena y normal la fuerza empleada contra Ud. La mala intención del jefe de estudios fue evidente. Es normal que en estas situaciones uno se ponga nervioso, y hasta más.
ResponderEliminarSe podría establecer otro monólogo hipotético de esta manera:
ResponderEliminar“Mire, Señor Director, si los alumnos de bachillerato llegan tarde saben de sobre que están incumpliendo la norma; y, saben también que están en una enseñanza no obligatoria a la cual pueden renunciar si las normas les resultan tan “opresivas”. Lo que no pueden hacer bajo ningún criterio es desafiar al profesor, ningunearle o humillarle; y, con la complicidad de Jefatura y Dirección; lincharle bien linchado. ¿Tan odioso resultaba ese hombre que había que tratarlo de esa manera? Esta manera de proceder fue totalmente inapropiada: usted tuvo que ponerse al lado de la norma y de la razón. Usted tuvo que haber enviado a aquellos alumnos a clase sin dilación alguna, asumiendo en todo momento; y, mientras no se demostrare lo contrario, que el profesor tenía su razón, y esa razón habría de ser importante. Tuvo que haber demostrado su valía como director imponiendo el orden y el sentido común desde un principio. No lo hizo. Usted decidió desde el primer momento ponerse incondicionalmente al lado de los alumnos, dar validez a su versión de los hechos sin contrastar. Todo ello con total menosprecio hacia el profesor, a quien dejó que lo lincharan a cara descubierta en medio de la algarabía juvenil. ¿Por qué?”
El comentario primero es el perfecto ejemplo del porqué la sociedad está en el nivel de descomposición en el que se encuentra. Una Sociedad Humana, no es otra cosa que la suma de individualidades, pero precisamente eso "individualidades". Si el indivíduo deja de existir porque es sustituido por la "sociedad", ésta deja de merecer tal nombre para convertirse en "manada". Cuando ésto ocurre (y actualmente es lo que ocurre), los indivíduos dejan de ser personas responsables de sus actos y pasan a ser meros comparsas del líder de la misma. Claro está, que conviene que los indivíduos no se enteren de que han dejado de serlo, y qué mejor forma que hacerlos partícipes del diálogo previo a la decisión, de ese modo son parte del todo y no meros ejecutores sin decisión alguna. "Las cosas hay que hablarlas", suena muy bonito, pero esa es precisamente la trampa. Si todos tenemos que hablar, nadie puede tomar una decisión en base a su libertad, conocimiento, o creencia, las decisiones no le corresponden a él, sino a la sociedad en su conjunto. Deslizándosnos por ese camino, desaparece toda excelencia y autoridad (la del profesor también), "todos" son alumnos y profesor juntos, poco importa que los alumnos, lógicamente, no tengan la capacidad necesaria para tomar la decisión acertada, ellos son más e impondrán la suya. No cabe mayor aborregamiento, pero es infinítamente más cómodo y fácil que imponer la autoridad de la razón y el conocimiento. Además, el que obra (mejor sería decir, no obra) será reconocido por el poder establecido pues no creará problemas que desastabilicen el orden social alcanzado.
ResponderEliminarSoy nuevo aquí y perdonad mi Anonimo. Me llamo Aladino, nombre de la Cuenca.
ResponderEliminarExcelentes reflexiones (2, 3,4. Yo sólo quiero añadir un par de cosas a lo que plantea el 1.
Según él, el profesor tenía que haber informado al "compañero Director", su problema; y, luego "enfocarlo", "encauzarlo", "consensuarlo", etcétera. Es decir, el "compañero profesor" no tiene más atribuciones que las que el "compañero Director" le conceda a través del "diálogo entre compañeros". Una actuación decidida y puntual del profesor con su clase, tal como correctamente hizo ese profesor; no es aceptable, según el "compañero Director". Las cosas "hay que hablarlas", dice el Anónimo 1. Curioso cinismo.
Bien, bien. Supongamos que el "compa profe", lo habla con el "compa Dire" y entonces actúa el profesor como actuó. Pero eh aquí que los "compañeros alumnos" dicen que nones, que ellos quieren sus minutos tarde después del recreo. ¿Procede ahora amonestar a los "compa alumnos", después del amistoso y solidario acuerdo del "compa profe" con el compa Dire"? ¿Sí? ¿Por qué?
¡No! Habrá que seguir hablando con los "compa alumnos" hasta que se convenzan de su insolidario error. Y si siguen desobedeciendo habrá que seguir el diálogo hasta fin de curso si llega el caso. Y eso con todos los cursos siempre que cometan un insolidario error. Sería un necesario diálogo democrático sin fin, sin excepciones. ¿Es así como actuaba este compañero DIrector con todas sus clases y todos los profes?
¡Anda ya!
Este es un caso de ninguneo desde el principio. Lo que sigue es la lógica consecuencia de quien está ninguneando por razones que no nos explica el 1, pero eso sí: razones profundamente autoritarias. ¡¡Vaya perversión de lenguaje!!!
La otra cosa es la cuestión de los nervios. O sea, un profe que está literalmente acosado por un grupo mayoritario de chavales; ante la vista y presencia de un Jefe de Estudios, ha de tener la calma chicha del perfecto gurú. “Psssh! Usted ni se mueva, usted está nervioso!” Palo al profe nervioso sin compasión, mientras los maleducados mozalbetes pueden lincharle a gusto y placer. Esto último, no es motivo de preocupación por parte del Anónimo uno ( ¡manda narices!), lo cual prueba que a ese profesor se le tenía gana por razones que no nos dice.
El caso es un tanto cínico y perverso. Pero fíjense ustedes como se nos reboza la actuación de “consenso”, de “diálogo”, de “hablar” entre compañeros iguales. Esto me recuerda aquello del “fascismo amistoso” del que nos habla Haberlas.
Aunque yo no sea profesor y mis palabras puedan pecar de fáciles, yo te apoyo. Por desgracia lo que comentas no sólo ocurre en la educación. En mi opinión todo se va al carajo, la enseñanza, las empresas, el estado ... Lamentablemente hemos creando un legión de reclamadores de derechos/subvenciones sin ningún tipo de responsabilidad personal y mucho menos social. De disciplina mejor no hablamos. Por eso me merecen tanto respeto acciones como la tuya. Quizás no sirvan para mucho y se pierdan, como dijo el Nexus antes de morir, como una lágrima en la lluvia. Prefiero pensar que no, después de todo acciones de resistencia ante el 'buenrrollismo' imperante son las que me hacen albergar esperanzas.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Fran
Y yo un día le negué a una paciente una caja de tiras reactivas para control de glucosa, siguiendo estrictamente las órdenes de la Dirección, ( estas tiras sólo se dan a pacientes insulinodependientes) y la paciente fue ella mísma a quejarse al Director y éste le dió directamente las tiras dichosas.Llamé por teléfono indignado a la Dirección y me dijeron que a veces es mejor saltarse la norma para no armar mucho escándalo.
ResponderEliminar¡ Administración de cobardes, mediocres, lameculos y demagogos de mierda !
Pero a la gente le preocupa más qué pasa con el Barcelona y el Madrid.
No te preocupes, volverán a ganar las elecciones.
Yo voy a hacer una candidatura independiente encabezada por el griego Milos Tiazos Vancaevos.
Saludos.
Pepe R.