El mundo de la enseñanza fue ocupado por la secta marxistoide de nuevo cuño (SMNC). Esta secta es producto de la ideología vanguardista francesa y contracultural americana de los años 60. A niveles intelectuales y académicos los miembros de SMNC desplazaron o arrinconaron a los académicos clásicos que vivían muy bien y no se preocuparon de fortificarse ideológicamente. Los SMNC, muy leídos en la relación de fuerza y poder de Foucault o de Gramsci y su estrategia de ir apoderándose de las instituciones académicas para subvertirlas y así ir implantando el socialismo por los intelectuales orgánicos para alcanzar la hegemonía intelectual. Para Gramsci y la SMNC la educación era fundamental para ir arrebatando la hegemonía cultural burguesa a cambio de un control “progresista-revolucionario” de la enseñanza. Añádanse a estas ensoñaciones y delirios intelectualoides las gloriosas teorías del americano Rawls sobre la inteligencia como bien social que ha de ser distribuido por igual en la sociedad. El otras palabras, para Rawls no hay individuos inteligentes y otros burros, sino que toda inteligencia es un producto biológico y social que no pertenece a nadie, a ningún individuo como titular y propietario de tal inteligencia; sino a la sociedad. Entonces hay que nivelar, la sociedad ha de nivelar “los desfavorecidos” con “los favorecidos” a base de programas especiales, que hagan posible esa nivelación y todos alcancen un nivel aceptable.
Los SMNC en España conquistaron y se enquistaron en centros de profesores, en los equipos directivos de colegios e institutos, en sindicatos de la enseñanza, en colectivos profesionales, revistas especializadas, asociaciones de padres, y demás. Todo un ejército de psicólogos, sociólogos, historiadores, etc., se hicieron con el poder de los departamentos de educación y a partir de ahí su doctrina pedagógica se hizo oficial y necesaria para sobrevivir en el mundo de la enseñanza. Los SMNC estaban respaldados y fomentados, además de reclutados en masa, por el PSOE cuando realizó las nefastas reformas de la LOGSE y demás horrores. Una mayoría de profesores jóvenes aceptó estas doctrinas como práctica normal, aun viendo las grandes contradicciones a que su vida profesional como profesores estaba sufriendo: falta de disciplina, aprobados masivos por decreto o por entender a los chicos como víctimas sociales a quienes el suspenso tradicional nada les va iba cambiar y si desmoralizar. Entonces era mejor bajar los niveles y exigencias y adaptarse al nivel cognitivo de cada chaval y procurar darle aquello que pudiese digerir sin penalizárselo como más o menos inteligente que los demás.
Hoy día se está viendo los deficientes resultados de toda esta política educativa, pero aun así sigue viva la inercia de una enseñanza permisiva, muy generosa con los aprobados y pasos de curso a curso, incapaz de imponer una seria disciplina en los centros y entonces los chavales saben cómo sacar ventaja viendo la debilidad del sistema que no tiene voluntad alguna de llamarlos al orden con ideas claras y determinantes. Sigue habiendo mucho profesor militante de los SMNC que se posicionan con este victimismo porque la sociedad capitalista es mala e injusta y premia a los “favorecidos” en detrimento de los “desfavorecidos” que no cuentan con ese apoyo y dedicación que merecían y son considerados “tontos” de una manera injusta. Así que sigue habiendo muchos aprobados y laxitud militante gracias a las posturas SMNC que siguen en el frente de la hegemonía cultural para cambiar el mundo. Ojo. Suelen ser fanáticos y tienen habilidades políticas muy desarrolladas que hacen posible todavía la imposición de sus criterios a pesar de la abierta crisis de la enseñanza que se vive gracias a estas políticas SMNC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Antes de enviar un comentario escríbelo primero en word para conservarlo en caso de que falle el envío. Trata de que no sea muy largo, pero si quieres escribir más entonces divídelo en más comentarios con el "sigue...etc". En caso de no poder enviar por cualquier razón no descrita entonces envíamelo a rbjoraas@telecable.es y yo me encargo de publicarlo.