16 diciembre, 2020

ONE DAY WILL ARRIVE WHEN THINGS WILL GET EVEN

  It was many years ago when the snow fell softly upon the ground. I was a child and I knew quite a lot about magic. I knew things were always in the right track one way or the other. And if things were wrong I knew they'd wind up getting upright. Somehow a powerful force of goodness and nobility would set things straight when bad people or bad circunstances got on the way. The world was just like that and you never thought that things could be different. As children we went to the streets to play, we complied with what our parents said or order because the world was what it was, and it was a world of good and bad and if the bad won today, tomorrow it would have to lose thanks to that good force that was somewhere watching us and keeping the world in the right track.


As I grew up I started realizing that the forces of goodness and nobility allowed too much evil to happen before acting, for I kept thinking those forces at the end they must act. In other words it was impossible for me to understand a world without justice at the end. Yes, evil could act or made us act in the wrong way, but somewhere, anywhere, a cosmic balance was awaiting the proper moment to get things even. And that way of thinking was always there as years went by, even when other people I trusted started leaning on the side of cynicism or moral nihilism. At the same time the world never stopped giving proofs of who or what was always on command, as wars and injustices and cruel dictators, shrew delinquents or crooked politicians got the upper hand most of the time. But deep in my soul I always kept the idea that a powerful force of kindness must rule the universe never mind the time it had to remain hidden or in expectation. 

As I grew older most people I knew thought justice and goodness were just ideals that could be made real when fighting on the right side of History. But History wasn't a living thing with a conscious grasp of what was justice and unjustices, crooked or straight, good or evil. It was just an impersonal abstract force at the random disposal of anybody with real power, and that power was barely for the use of a true justice. Justice difined now by human beings not the


sight of God or Providence or something outside our caprice or influence. Those ideals of justice and goodness as historical forces led many to nihilism and dispair once Communism or any men-built utopia fell to pieces. What was left was widespread cynicism and disguised nihilism. Many others took the path of blind faith to ideology as many in the past followed the Church as a guide among darkness no matter if it was true or not.

However, for some unknown reason I keep thinking like the child I once was: there is a living force up there or anywhere who one day will set things straight in this world one way or other. A day when all explanations will be given and things will get their proper meaning.        

23 noviembre, 2020

CUANDO EMPEZÓ AQUELLA REFORMA EDUCATIVA DE LOS AÑOS 90

En aquel entonces, finales de años 80, y ante el vacío de poder que había dejado el franquismo, pues una generación progresista decantada por el marxismo o el romanticismo político o las nuevas tendencias posmodernas, y, siguiendo las pautas de Gramsci o Paulo Freire, Foucault y otros, se pusieron a reformar el sistema educativo heredado del franquismo en función de una ideología antiautoritaria y utópica. El partido en el poder, el PSOE, un partido que en los años del franquismo era tan solo testimonial en la izquierda de entonces, pero que de repente y de forma abrumadora se empezó a llenar de nuevos políticos salidos de diferentes ideologías o ninguna, y comenzó la transformación de España hacia los ideales socialdemocráticos europeos. Era el partido de izquierdas que necesitaba la Europa comunitaria. Y la reforma educativa era una tarea pendiente.

Y así comenzó la llamada LOGSE. Muchos profesores de forma dramática, pasamos a tener que adoptar y aplicar una generalizada ideología educativa que buscaba romper con el pasado y adaptarse a los nuevos tiempos.  Los alumnos ahora pasaban a ser, sin excepción, sujetos de potencialidades creativas sin límite. Empezaron a cambiar leyes, disposiciones, teorías pedagógicas, programaciones, lenguajes que se mudaban a jergas abstractas de orientaciones ideológicas transformadoras y redentoras de la humanidad, y así comenzó la reforma LOGSE. Entrábamos en la educación obligatoria y universal a pleno pulmón retórico, pero con escasez de medios y de preparación técnico-ideológica adecuada. Todo ello dentro del mismo marco de institutos de encerado y tiza, aulas de 25 o 30 alumnos, y medios, tales como laboratorios, bibliotecas y talleres, más bien simbólicos que existentes.

El alumno también pasaba a ser una especie de matrioska con muchas capas donde al final estaba el talismán puro de la imaginación e inteligencia incorrupta (la socialdemocracia asume cierto gnosticismo humanista muy proclive a la simple demagogia). Como todas las ideologías abstractas de tipo utópico-racionalista, la obviedad y el sentido común de la experiencia humana pasaban a ser los mayores enemigos a eliminar; y entonces las capas que se iban quitando eran supuestos prejuicios autoritarios (que efectivamente había, pero no siempre negativos), una retrógrada forma de enseñar y de evaluar (que  era mejorable, pero no devaluándola a juegos de pura subjetividad sentimental por mucho barniz pseudocientífico que se le echase).   

Para consolidar una reforma bajo estos parámetros, había que transformar el rol del profesor. crear unos docentes más adecuados a una enseñanza generalizada y universal, donde todos los alumnos habrían de caber sin sentirse en ningún momento fuera de lugar o discriminados en función de sus capacidades. o incómodos por no ser comprendidos en su justa medida. Esto sólo era posible haciendo que el profesor perdiera sus "prejuicios" basados en la sacrosanta tradición del conocimiento y el esfuerzo. Había profesores de todo tipo: malos, ineficientes, buenos, regulares y cada uno con el carácter que Dios les había dado o el estilo propio que muchas veces era lo más efectivo en consonancia con su forma de ser. Pero transformar al profesorado exigía también eliminar o minar su influencia basada en la personalidad, la intuición y la confianza del trato y del día a día, tal como la experiencia y la sabiduría milenaria dictaba.  El profesor ahora pasaba a ser una especie de monitor/coordinador de normas que vinculaban por igual a docente y discente, y que a partir de entonces 
su compleja labor educativa habría de ser gestionada en función de una objetividad común para todos: alumnos, padres, compañeros tutores, departamentos, jefes de estudio, inspectores, directores, etc.  La igualdad en este sentido corría el peligro de convertirse en mediocridad, oportunismo y demagogia, como así fue ocurriendo.
Esta laminación tan mecánica como absurda de la labor docente al final se traducía en interminables papeleos y reuniones que llegaban a consumir un tiempo inmenso a restar de una mejor preparación de las clases. Para evitar problemas y desgaste psicológico se optaba por bajar el nivel y producir aprobados en serie. Al final de eso se trataba: la nueva educación buscaba un común denominador de soportable institucionalización de los chavales con el fin de socializarlos, y que fueran lo más felices posible sin demasiadas exigencias académicas o disciplinarias. Los tiempos eran otros (no es que el pasado fuere mejor, que tampoco lo era) y por ello al "profe de tarima" había que hacerle ver que la tarima se había podrido y ahora el suelo raso de la mediocridad socializante abarcaba a todo el mundo por igual. Amén.
 

02 noviembre, 2020

REFLEXIONAES EN TORNA AL LENGUAJE

 Cuando escribimos: "Mi gato empezó a volar y a cazar pájaros en el aire", la oración es gramaticalmente impecable y el significado es comprensible, podríamos también visualizarlo. Lo podríamos dibujar e incluso escribir un cuento con ello. Sin embargo la oración no concuerda con la experiencia y conocimiento que tenemos de los gatos. Tal oración sólo es comprensible y aceptable como relato fantástico o imaginativo. Podemos inventar un mundo donde los gatos puedan volar y cazar en el aire y nuestra oración en ese contexto adquiere un sentido divertido para todos en ese nuevo mundo inventado. Es ese poder de la mente para inventar ficciones, fantasías o situaciones imaginativas, lo que hoy me llama la atención.


Pero, ¿cómo es posible que yo pueda imaginarme a los gatos volando? Quizás por desplazamiento. Al haber animales que vuelan, la mente puede hacer una trasposición o recomposición de un gato adoptando cualidades físicas que no le corresponden, pero que son posibles de un modo imaginativo. La imaginación es como un laboratorio o taller de trabajo donde podemos componer o recomponer o desplazar las cosas o los acontecimientos de la experiencia normal, en función de otras posibilidades, leyes, ruptura de normalidad para crear anormalidad, fantasía, milagros, La mente adulta sabe diferenciar las experiencias comunes que llamamos normalidad o realidad, de las dimensiones imaginativas. Pero no siempre es así. Cuando una persona confunde la realidad con la imaginación o viceversa, entonces creemos que hay una disfunción en la mente. Se da también el caso de gente que no es capaz de vivir su lado imaginativo. En una palabra, hay gente sin imaginación o de imaginación muy empobrecida.

La mente por un lado tiene la posibilidad de crear significados comunes de la realidad, y entonces gracias al lenguaje negociamos sentidos como comunidad o sociedad con el fin de poder domeñar la naturaleza a nuestra conveniencia.  “Gato” es la palabra convenida para tal animal en los países hispanos, pero en los países de habla inglesa es "cat". Pero es desde la misma posibilidad de crear lenguaje desde donde vamos creando realidad compartida. A partir del nombre dado al animal vamos produciendo predicados, vamos descubriendo las cualidades hasta entonces innombrables de dicho animal y así darles un sentido comunitario, en conjunción con otras experiencias, etc.

Pero además las cualidades que hemos sabido destacar del sujeto gato, nos sirven para trasponerlas o desplazarlas o recomponerlas en otro contexto que no sea el gato visible o concreto del que hablamos, sino un gato fuera de la realidad común y así darle otros sentidos aplicables a otras cosas por compartir cualidades comunes o similares. "Ese chaval es como un gato." "Sube árboles como un gato." "Marisa es una gata cuando te araña." 'Gato' entonces adquiere sentidos aplicables a otros sujetos para crear un sentido más vivo y concreto en semejanza con nuestro felino. En una palabra "gato" se puede usar en sentido metafórico, fuera de su uso como animal concreto. La riqueza de los idiomas se incrementa en una progresión creativa que es infinita gracias a esta capacidad de transponer, de desplazar, de concentrar o condensar significados.

Pero si yo digo: "Un gato vuela", el desplazamiento separa las cualidades físicas o afectivas del gato concreto para recomponer al gato en función de las cualidades de otros animales que vuelan. Y ahí llegamos al potencial de la imaginación de componer y descomponer cosas y situaciones con fines creativos, realidades ficticias que no se pueden dar en la realidad concreta.

08 octubre, 2020

LECTURA DE LIBROS: UN REPASO

 He estado leyendo libros. Libros. Qué suerte poder leer. Y disfrutar leyendo. Repasaba al filósofo Deleuze en un libro introductorio a su obra, "La philosophie de Gilles Deleuze" de Jean-Clet Martin. Gran filósofo del pensamiento nomádico. Ya he leído muchas de sus obras incluidas las escritas junto a Felix Guattari. ¿Quién no se acuerda de El Antiedipo? o de "Mil Mesetas"? Y quién no "Lógica del sentido" o "Diferencia y repetición"? La obra de Jean-Clet Martin la compré en una de las famosas librerías Gilbert, la del Boulevard Saint Michel. La tercera planta está dedicada a la filosofía y si eres amante del pensamiento filosófico allí se te pondrán los dientes largos. Una gran selección. Inmensa selección. Y muchos interesados en comprar.


Acabé también de leer "Melanchthon. The Quiet Reformer". Gracias a Amazon se pueden comprar libros sobre la Reforma editados en el mundo anglosajón. El autor es Clyde L. Manschreck. Melanchthon es una figura relevante del luteranismo como todos sabemos. Fue la mano derecha de Lutero, aquel que suavizaba las ideas y estilo más vital y visceral del reformador. Aquel que buscaba por todos los medios el territorio común a todas las variantes de la Reforma, e incluso el término medio que hiciese posible de algún modo la creación de un cristianismo común a todos, junto con un catolicismo que fuese capaz de atenerse a unos mínimos bíblicos de salvación por gracia. Lo demás podría de alguna manera considerarse lo no esencial o adiaphora que pasaba a ser negociable. Gran exigente del conocimiento y el aprendizaje de la gramática y la lógica además de las lenguas clásicas. Un hombre dedicado a fundar escuelas y currículos de enseñanza, además de supervisarlos personalmente. Autor anónimo de la Confesión de Augsburgo y demás tratados teológicos del luteranismo incipiente. Anteriormente había leído el "Martin  Bucer. A Reformer and his Times" de Martin Greschat. Un europeísta de entonces además de reformador.


En Caen, la capital de Normandía compré un gran libro de 500 páginas titulado "Histoire des Protestants. Une minorité en France (XVI-XXI siècle). Los autores son Jean Baubérot y Marianne Carbonnier-Burkard. Lo compré hace unos años y lo he acabado hace unos días después de aproximadamente 20 días de lectura pausada en francés. Las persecuciones y el sufrimiento de los hugonotes a manos del absolutismo monárquico católico francés son de sobra conocidas. Una época de intolerancia insidiosa y cruel en nombre de Cristo para eliminar y borrar del mapa a seguidores del mismo. El protestantismo moderno francés por otra parte muestra siempre una tendencia liberal, republicana o de izquierdas. La lucha e influencia de reformados y luteranos en Francia se ha traducido siempre en un reconocimiento de la tolerancia y el diálogo a todos los niveles. La experiencia religiosa de persecución y martirio ha dado sus frutos de acomodación democrática de forma natural. Un libro que da muchos datos sociológicos además de mantener el rigor histórico en la materia. 

  

17 septiembre, 2020

HORA DE ACABAR MI CAFÉ

Un pañuelo. Un calendario. Una taza de café. Cosas. Una ventana mirando al parque del barrio. Poca gente. No se siente gente. 

La vida tal como es. No es la vida tal como queremos que sea. ¿De dónde ha de venir el siguiente empujón o tropezón? ¿O la inesperada alegría?

Ruidos de trasfondo: rodadas de coche sobre el asfalto, motores en combustión, una voz humana, un ladrido de perro. Nada más. 

Muchos libros. Muchos leídos, otros muchos sin leer. Cada libro es una experiencia. Una voz. Un estudio. Un modelo abstracto. Una metáfora de vida. Una serie de definiciones. La vida no llega nunca a ser una fórmula. Siempre se desliza.


Las personas. Todavía no he visto una persona. Un ser humano. Siento paz. Paz sin humanos es paz muy provisional. Donde haya humanos deja de haber paz. Ya oigo a dos humanos hablar en el parque del barrio. Discuten de política. Se acabó la paz. No puedo cerrar la ventana pues hace calor. Dos perros ladran en un encuentro. 

Tampoco he visto prensa, ni oigo la radio y la tele la veo a veces si hay alguna película que merezca la pena. Cuando apagas los medios de comunicación de masas parece como si de repente apareciese un gran vacío mental y existencial a ocupar o a contemplar. Es como si alguien te dijera: "Es todo tuyo, haz lo que quieras con ello". Sí, tiempo para leer buenos libros. Pasear. Mis fórmulas y recetas para cambiar el mundo están ya agotadas. Hay una fórmula sencilla: no des guerra en tu vida diaria y particular. Con eso ya haces la mejor contribución cósmica hacia el bien general. Empieza por lo pequeño e inmediato y vete despacio. Aún así resbalarás.

Hora de acabar mi café. Cogeré el coche y me desplazaré a una villa cercana a visitar a un amigo y charlar de filosofía. 

16 agosto, 2020

LA DESVIACIÓN

Estaba en mi coche en mi viaje de vuelta de la ciudad de P. Había pocos coches por la autopista. De repente apareció una desviación. Había de seguir un tramo de carretera que se salía del trazado de la autopista para evitar unas obras. Fui siguiendo las indicaciones. Disminuí la velocidad. Con cuidado. Luego parecía que había que subir una cuesta. Había un coche delante de mí. La cuesta parecía meterse por un monte lleno de eucaliptos. Era extraño. Me empezaba a parecer una desviación un tanto laberíntica e innecesariamente larga. Iba siguiendo el coche que iba delante y entonces comencé a subir por tal carretera que de repente se convirtió en camino. Miré detrás por el espejo retrovisor y no veía a nadie siguiéndome. Entonces vi una flecha que indicaba que había que desviarse por otro camino más estrecho todavía. Sin darme cuenta dejé de ver al coche que iba delante. El coche ahora iba rozando contra los matojos y matorrales a un lado y otro del camino. La desviación parecía no tener final. Había pasado media hora y seguía por aquel camino de estrechez inaudita. De repente me di cuenta que había que subir por una cuesta muy empinada y el coche parecía patinar por el terreno suelto. Le encajé la primera y fui muy despacio. 

No me explico cómo he podido meterme en esta trampa. Pero no he sido yo. Sólo he seguido la norma que me indicaba una desviación necesaria. No había forma de seguir por la autopista, pues ese tramo estaba cerrado por obras. Es evidente que algo ha fallado, pero es imposible pues yo no me he desviado de las indicaciones. Sea lo que sea he venido haciendo lo correcto. Pero ¿por qué diablos ha ocurrido ésto? El coche ha llegado a la cima de esta cuesta. La temperatura del motor se puso casi en rojo. El embrague echaba humo. De repente noto que el morro del coche se queda en el aire. El motor se me cala. Echo el embrague y pongo la marcha atrás. Salgo y miro que estoy al borde de un precipicio que corta la montaña dejando ver un paisaje de vértigo. Pero, ¿qué rayos ha pasado? ¡Maldita sea! ¿Cómo me ha podido suceder esto? 

Me desespero. No sé qué hacer. No hay nadie. Se hace tarde y pronto anochecerá. Además hay nubarrones y amenaza niebla y frío. El depósito de gasolina está más bajo de la cuenta. Me queda el móvil. Claro, el móvil. Llamaré a mi novia Pepita a que me venga a buscar. O sino, a la Guardia Civil. Claro. No tengo otra opción. Gracias a Dios es la era de los móviles. Hasta puedo sacar fotos. Hasta puedo hablar con el vídeo puesto para que vean lo que me ha pasado. Pero, ¿Dónde está mi móvil? ¡Ay la madre que me parió! Lo metí en el bolso de Pepita cuando volvíamos del pueblo y se me olvidó cogerlo. ¡Maldita sea! ¿Qué hago? Tendré que caminar y dar la vuelta por donde he venido antes de que comience a llover y oscurezca. Pero ¿Dónde estoy? ¿Qué hago? ¿Por qué?

22 julio, 2020

LA MACHACADORA Y EL ALMA DEL UNIVERSO

Hay que ser claro hablando y diciendo las cosas, pero el problema es que cuanto más claro quiero ser diciendo las cosas, más se complican las mismas y más compleja se vuelve la forma de decirlas.

¿Habrá epistemología más clara y definitiva que esa afirmación tan ibérica que dice: "eso es así porque lo digo Yo y punto"?

Si yo hago abstracción de mi ser, entonces ese ser mío se convierte en idealidad pura y trascendente, fuera de toda materia. Entonces hay alma eterna e inmortal. Pero hay un pero, ¿cómo se puede alcanzar tal abstracción? O mejor dicho, ¿cuál es mi esencia que pueda ser abstraída? Solo si concibo una Mente Trascendente a todas las cosas sería posible la existencia de tal esencia, de otra manera mi esencia sería tan solo una vaguedad imposible de determinar o definir.

Toda explicación o racionalización de las cosas, toda imaginación o entendimiento de las mismas nunca llega a alcanzar el porqué de su existencia. Podemos explicar la máquina del universo en función de máquina sobre máquina: máquinas conceptuales, empíricas, racionales, artísticas, poéticas, políticas, religiosas, gamberras, etc. Tenemos un conocimiento maquínico del universo. Lo llamamos universo precisamente para poder enmarcar tal fenómeno inabarcable como máquina que podamos manipular o conceptualizar de alguna manera. Pero el porqué queda en el más absoluto misterio, va más allá de toda categorización; es la nada de la cual surge todo y hacia donde todo se dirige. Por eso los hebreos tuvieron el acierto de hacernos ver que Dios hizo al mundo de la nada.

Y si Dios hizo el mundo de la nada, ese Dios habría de sostener toda la existencia en todo momento para que todo tenga razón de existir, pues de nos ser así todo pasaría de nuevo a la nada. Oíga, ¿eso quiere decir que yo existo por gracia o poder divino en todo tiempo y momento? Bueno, todo ello depende de un acto de fe en las escrituras hebreas. La razón (razón en sentido amplio: espíritu) jamás le podrá responder a tal pregunta.

Oiga, ¿y si yo afirmo la realidad afirmando mi yo como único y universal referente diciendo: esto es verdad porque lo digo yo y punto, qué pasaría? Bueno, pues se convertiría usted en una máquina apisonadora de aquellas gigantescas que funcionaban con vapor y no habría nada ni nadie que le pudiera poner pegas. Todo el universo le quedaría plano y bien delimitado.


24 junio, 2020

LAS LOCURAS DE LA VIDA

ALKANA.- Si nos avenimos con la muerte como algo inexorable que nos absorbe en la nada, y sabiendo que venimos de otra nada con el nacimiento, entonces la existencia es un absurdo. Un sinsentido. Por tanto si la existencia se basa en un absurdo, la solución a tal absurdo ha de ser otro absurdo. Si se me niega sentido y se me arroja a un vivir absurdo, entonces yo me agarro a otro absurdo que niegue dominio del primero. Creo en un Dios que es el dueño de la nada y el absurdo. Esa es la fe: creer en un Dios tan absurdo como el absurdo de la nada, pero cuyo absurdo supera en dominio y poder a la muerte.

CLEOPATRA.- Oiga, ¿y cómo puede probar la existencia de ese Dios?

ALKANA.-  No se trata de probar o no probar visto que todo flota en el absurdo, se trata de instalar tu absurdo por encima del inexorable destino de la muerte y la nada. ¿Magia? ¿Milagro? Lo que usted quiera. La fe mueve montañas.

CLEOPATRA.- Lo primero es cierto, pero lo segundo se lo inventa usted. Nacer es una realidad y morir es otra. Pero inventar algo no lo hace ser realidad. Usted debería de aceptar la realidad como es. De nada sirve inventar.

ALKANA.- Pues no. Yo no acepto la realidad cuando esta se me impone. Lo impuesto no me pertenece, es de otro. Por lo tanto yo creo mi realidad con mi pensamiento, con mi imaginación; son las armas o instrumentos de que dispongo para crear otra realidad a mi gusto. Si la muerte es un absurdo sin explicación que además se me impone, lo segundo es mi absurdo tan legítimo como el primero. Es un absurdo producto de mi libertad y negación del inexorable absurdo impuesto. Yo lo hago realidad. Yo lo creo de la nada.

CLEOPATRA.- Oiga, me parece que usted está un poco pasado de rosca.

ALKANA.- Sí, a la locura de la existencia impuesta y con el absurdo de la nada como fin, la supera la locura de la fe. Entre locuras queda el asunto de la vida.

CLEOPATRA.-  Como usted quiera.

28 mayo, 2020

ES LO QUE DIOS QUIERE QUE VEAMOS

Por un camino mojado por la lluvia caminábamos en silencio. Íbamos a una casa en la ladera de un monte cercano. Los paraguas iban abiertos. Detectábamos la humedad a pesar de la ropa de abrigo. Era la primera vez que íbamos a la casa de la ladera del monte. Alguien nos dijo que fuéramos. El camino mojado nos resultaba desconocido. Los paraguas parecían alas de murciélago desplegadas. Todo estaba allí transparente. No faltaba nada. Ella dijo: "Esto es lo que Dios quiere que veamos". "Por qué dices eso", le dije.
Ella me respondió: "Pues porque todo lo que vemos es lo que Dios quiere que veamos, pero solo despertamos a esta verdad en ocasiones. Y ahora me acaba de ocurrir".
Me quedé pensativo y seguimos caminando. "¿Quién te dijo eso?", le volví a preguntar.
"Mi abuela me lo dijo una vez y me impresionó. A veces me lo repito a mí misma cuando me pongo triste, o me viene a la cabeza como ahora." Seguía lloviendo. Humedad y soledad. Un camino algo incierto.
"¿Qué casa es a la que vamos?", vuelta a preguntar.
"Te has olvidado. Te lo dije cuando nos levantamos y te pareció una excelente idea." Dijo ella.
No me acordaba de nada. Seguimos caminando con los paraguas desplegados como dos alas de murciélago.
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Durante este confinamiento debido al coronavirus todos nos replegamos de alguna manera sobre nosotros mismos. Cuando el mundo exterior se cierra, desaparece la normalidad cotidiana. Lo inmediatamente normal queda en suspenso y nos fuerza a mirar a lo más cercano, lo más íntimo, las cosas que guardamos en archivos, en armarios, en recuerdos. Otros no pueden soportar este repliegue y se nutren de los estímulos externos que les distraigan, que les arrebaten del aburrimiento que se cierne: televisión, series, juegos, música, ... De una y otra manera el mundo está en suspenso, entre paréntesis: hay un ser siniestro ahí fuera que nos amenaza, invisible, al acecho. Me recordaba los cuentos infantiles del coco o la bruja que andaban por ahí sueltos y lo mejor era estar en casa cerca del fuego del hogar y cerca de tus padres que te protegían.
El mundo exterior de la normalidad se convertía en un espacio misterioso y peligroso. Un paisaje contaminado donde nunca sabías dónde podía estar el bicho. La soledad dominante. El silencio. El riesgo. Las muertes y el sufrimiento de personas desconocidas atacadas por el ente invisible maligno, traidor, astuto, depredador, mutante, vampiresco. Los medios recordándote el furor vírico en todo momento. Las salidas al supermercado protegidos, con miedo, desconfianza, distancia. Las superficies indiferentes y superficiales de siempre ahora adquirían poder a través de nuestra atención y cuidado. Toda la realidad en estado de excepción.

Pero algo despertaba en tu alma que creías ya olvidado y envuelto en tinieblas. Despertaba la inocencia que lograba salir a mirar aquello que hacía muchísimo tiempo no miraba, como hacían también los animales correteando por las ciudades vacías de normalidad. Tu casa se convertía en un refugio de recuerdos y recuerdo cómo en un momento mirando entre dos edificios vi un trozo del monte cercano a la ciudad con sus árboles dibujados contra el cielo en la lejanía y aquello me pareció como un regalo del cielo. Nunca me había fijado en ello. Era el monte donde tiempo atrás habíamos caminado, corrido, disfrutado en familia y merendando y cantando. Ahora asomaba como un trozo de realidad perdida e imposible encarnada como un sueño fuera del tiempo, fuera de toda normalidad. 

03 mayo, 2020

SI EL DIOS DE LA RAZÓN GRIEGA ES APOLO, ¿CUÁL ES EL DIOS DE LA EXPERIENCIA?

Si la Razón griega regula el orden y la armonía universal hasta el día de hoy, ¿quién da cuenta de la experiencia irregular hasta el día de hoy? 
Si todos podríamos salir en orden a la calle guardando distancias y siendo educados y amables y ciudadanos serviciales que cumplen y que además viviríamos en barrios limpios, ordenados y armónicos, ¿por qué hay gente que proviene del caos, de la indiferencia, la mala educación, el cinismo, etc., a pesar incluso de haber estudiado grandes carreras?
La Razón griega no nos alcanza más que a nivel abstracto, puro e ideal, pero la experiencia no garantiza nada. Si el Dios de la Razón, la Belleza y la Armonía es Apolo, ¿cuál es el Dios de la experiencia?
Cuando todo parece ir ajustándose a verdad, de repente viene el factor gamberro e inesperado y todo se va hundiendo en el fracaso o hacia cambios imprevisibles. Siempre pasa, es la vida.
Freud, Marx, Popper, Rawls, Samuelson o Mises, nos dan alimento para satisfacer la Razón griega, pero siempre aparece un factor gamberro que descoyunta la estructura cuando menos se espera.
He comprobado que la mayoría de la gente tiene creencias duras. Se vive aparentemente en un cierto distanciamiento de respeto y frases corteses, pero en la mayoría de la gente hay un núcleo duro y violento, más o menos aletargado, esperando una oportunidad. Cosa que no se puede decir muy alto.
La experiencia no logra garantizar nada estable.
Y toda esperanza ha de ser idealista por necesidad.
Salvo que despojemos la duda de quién o qué rige la experiencia.
Lo cual es imposible por medio de la Razón o los esquemas ideales. La experiencia hay que vivirla a cada instante. 

17 abril, 2020

GRAVITACIÓN

Una niña que baja corriendo por un camino en un bosque. Una madre que camina detrás sonriente contemplándola. Detén la imagen. Ya tienes el mundo a tus pies. Fíjate en los árboles. No los nombres. Fíjate en el cielo gris-rojizo. El aire ahora mueve los árboles. Los
helechos también se mueven. Fíjate en la cara sonriente de la madre. Sonríe, pero los ojos parecen mirar para adentro. La niña sigue bajando corriendo y es feliz. Es una niña feliz que no tiene miedo a lo que vendrá después. Puede que sea una cena sabrosa. O un programa de televisión favorito y siempre papá y mamá allí con ella. Y tú. ¿Qué haces? Pareces mirar a las cimas de los montes cercanos. Siempre te han gustado las cimas de los montes. Es tu aspiración subir y contemplar los paisajes desde arriba y ver sus detalles desde arriba. Los detalles adquieren sentido desde arriba. Pero la niña te inspira la inocencia de otra vida, de otro mundo.

Hay en toda esta estampa muchas cosas, muchos detalles. Podrías describir la estructura poco a poco y con minuciosidad. Los rostros. La ropa. Tres personas que forman un conjunto. Frío. Impersonal. Pero extraño. Despojado de toda asociación o evocación hay extrañeza. Pero no podemos mirar al mundo desde tal extrañeza. Sí podemos imaginar esa posibilidad, pero no la podemos vivir como tal. Y entonces una vez que vemos ya hay sentimiento, sentido.  Atrapados. Nos atrapa el trasfondo de preocupación. De lo que ha de venir o suceder. Y el pasado con sus recuerdos que se evocan. La niña con su inocencia me produce tristeza. Surge en mi un sentido de rebelión contra la esclavitud de la existencia. Inútil. Es imposible que no te doblegue la pesadez gravitatoria física y anímica.

(Sigan leyendo los comentarios de abajo)

23 marzo, 2020

REFLEXIONANDO EN TORNO A LA PESTE

Tiempos de peste como los actuales. Ni en mi más remota imaginación se me hubiese ocurrido pensar que todo un país iba a estar encerrado en casa por 30 días naturales. Pero no sólo España, sino Francia, Italia, etc. Miro a la calle y al parque y están vacíos. No miro las noticias, aunque me mantengo informado de lo último en cuanto a normas e instrucciones. En este caso me gusta lo práctico, lo útil, lo concreto. Detesto los bulos, las interpretaciones proféticas y milenaristas que abundan en las redes; tampoco me gustan las predicciones políticas basadas en juicios ideológicos interesados. 
La plaga suscita los juicios políticos de uno y otro bando. Cuando pase este virus, entonces haremos una evaluación de todo ello y qué pasó y por qué y hasta dónde se pueden pedir o no responsabilidades. Todo ello podría hacerse de un modo objetivo entre toda la ciudadanía. Cuando prevalecieron los intereses partidistas y electoralistas sobre la salud de la mayoría. Cuando el sectarismo ideológico se antepuso también aun sabiendo que era un alto riesgo hacer "mani-infestaciones" o mítines. También cómo se gestionó la crisis y en base a qué criterios. También si la "unión de todos los españoles" en una misma política sanitaria impedía la segregación y separación de ciertos territorios o zonas que necesitaban de aislamiento y cierre, en lugar de huida o estampida a otras zonas del país. 
Hablaremos mucho de las experiencias buenas y malas del confinamiento. El miedo, la inseguridad, el cuidado e higiene para con los enfermos llevado con sufrimiento y máxima abnegación. El intenso dolor por la muerte de un ser querido que no pudo con el virus. La virulencia de los medios de comunicación y su desmesurada obsesión por alcanzar las mejores cotas de cobertura. Las listas de cifras puestas como un marcador de estadio haciendo de espada de Damocles, inflando así el miedo colectivo más que manteniendo la serenidad racional y el sentido común.  Contaremos lo duro que era ir a los supermercados a comprar y vernos todos como potenciales apestados, algunos como esperpentos cubiertos de arriba a abajo. Como si fuéramos a la guerra llevando la mascarilla como símbolo. Si hubo improvisación y falta de material básico como eran las mascarillas, la previsión de hospitales de campaña, etc.

Quizás esta plaga nos haya hecho más fuertes y precavidos para la siguiente peste. Vivíamos sin pensar ya en las pestes del pasado que se llevaba poblaciones enteras, ciudades, miles de muertos, millones... Necesitamos también de intensas reflexiones sobre el uso de la razón inteligente por encima de las ideologías, los odios y rivalidades políticas. El uso y confianza del consenso democrático como firme voluntad de actuación y no el uso autoritario aplastante de desconfianza instintiva contra la distribución racional y más efectiva del poder. Nos salen las ínfulas de grandeza patriótica en lugar del pragmatismo más efectivo que no marca paquete, pero sí disminuye víctimas y soluciona problemas. 

(No dejad de leer los comentarios que siguen abajo pinchando en idem)    

26 febrero, 2020

EL BUEN SAMARITANO EN UN MUNDO POSHISTÓRICO

Los medios han de sobrevivir informando. Informando de todo. De todo se ha de informar para que el medio sobreviva y las conciencias estén informadas en un mundo informatizado y sobreinformado e hiperinformado para que las conciencias no queden vacías, ni se angustien en el aburrimiento. Con entretenimiento. Vivir es un riesgo en todos los sentidos.  Entretenimiento de palabra e imagen, no hay nada adónde se dirigir que ya no esté marcado por alguna coordenada informatizada. La realidad ha desaparecido y ahora se trata de repetir historia ya completada. Globalización. Más allá de la globalización ya vemos el balón del mundo y del universo flotando en la fría nada del cero absoluto. Oiga, si ese es el substrato de toda la historia que se ha venido desarrollando con tanto misterio, toneladas de sufrimiento, sobresalto y escasas alegrías, ¿cómo la gente no ha de angustiarse y desanimarse y abandonarse ante los colchones mullidos de los medios que nos informan, no dejan de informarnos para que sepamos todo de forma muy objetiva, transparente, feaciente. ¿Quién soy yo?
Es verdad, ¿quién soy yo?
El Buen Samaritano pasó por allí y no preguntó nada, simplemente recogió al herido y se lo llevó para cuidarlo, curarlo y alimentarlo. La parábola no dice nada más que era un samaritano. No nos dice si era buen o mal seguidor de la Torá, o si leía a Marx o a Adam Smith. Tampoco sabemos si era seguidor de algún profeta o rabino, o si leía mucho o poco, o si tenía sombras y oscuridades en su vida. No consta si reñía con su mujer o era buen vecino y buen esposo. Decía la parábola que había pasado antes un rico filántropo masón, pero que se había limitado a tomar nota e informar a una organización de caridad para que se hicieran cargo del herido. Había pasado también una feminista de Podemos, pero se limitó a tomar nota de las míseras condiciones sociales de las que era víctima tal herido, mencionando algo también sobre la brutalidad del machismo con los desfavorecidos y de cómo el Estado era quién se debía encargar del caso, pues hacer caridad era algo reaccionario que reforzaba el sucio egoísmo individualista de la sociedad sexista y de clases. Pasaron religiosos de muchas iglesias y sectas y todos tomaron nota de si debían o no ayudar a alguien que no profesaba sus creencias y sacaron conclusiones en sus templos, y todos informaron a las debidas organizaciones públicas o privadas sobre ese herido tirado en una cuneta esperando la llegada de una ambulancia pública que tardaba y tardaba.
¿Quién soy yo si veo a un herido tirado en una cuneta, mal vestido y golpeado?
Es evidente que llamaría a una ambulancia. El Buen Samaritano hoy día llama a una ambulancia con médico dentro.
He de informarme cómo va el coronavirus. No hay minuto que no sea informado de tal virus y su virulencia. Paciencia. Inquiétese. Usted ha de inquietarse. Sentir el miedo en profundidad. Su vulnerabilidad. Sea usted un herido o un enfermo necesitado de ambulancia o de Buen Samaritano. El mundo es así. Déjese caer en manos del Estado, Buen Samaritano. Nosotros tan solo le informamos hasta la saciedad y el agotamiento.

29 enero, 2020

UNA VEZ HUBO UN DIOS CREADOR VISIBLE Y AUDIBLE

Una vez hubo un Dios creador del universo que se dejaba oir, ver, actuar. La gente lo veía, lo escuchaba y también eran testigos de sus milagros y portentos. Era un Dios que se relacionaba con sus criaturas de forma material, pues sus criaturas lo podían detectar y sentir. Un Dios externo a ellos que se manifestaba como lo puediera hacer cualquier cosa u objeto o persona o ente, y entonces no había nadie que pudiera negar la existencia de tal Dios.

Bien es verdad que muchas veces se aparecía en sueños a algún profeta o rey o escogido, y si en sueños pues entonces hablamos del reino de lo subjetivo, de lo que solo puede ser visto desde uno mismo, siendo testigo él mismo, con lo cual la veracidad de ese Dios ha de depender de lo que diga otro y no la presencia directa de Dios a muchos o a varios testigos. Esas apariciones de Dios indirectas solo podrían ser creídas a través de pruebas evidentes y manifiestas que corroborasen esos sueños como proféticos o palabras reveladoras y vistas por muchos en acto. Pero ese Dios se fue alejando. Gradualmente se fue alejando según vamos leyendo en la Biblia. En la Tanak. 
Cada vez se va volviendo más en un Dios de sueños particulares y en función de ciertas políticas y de supuestos milagros o acontecimientos que ya no eran directos, sino interpretables. Los
portentos y milagros y terremotos que iban acompañados de la voz de Jehová/Yahve, fueron aconteciendo sin voz. Y sin voz directa, tales acontecimientos se iban asimilando a los acontecimientos diarios o extraordinarios de la vida o la naturaleza. Ese Dios se iba desplazando al reino imaginativo de la cabeza de cada uno, de su pensamiento, de su propia fe en base a una sensibilidad o simple obediencia a sus jefes y sacerdotes. La fe pasó a institucionalizarse en el templo y en los reyes y Dios cada vez más lejano, nunca directamente audible, y ya casi nunca presente con aquella voz potente de antaño, los rayos y los truenos o milagros y portentos que acompañaban a tal Dios. Dios pasó a ser palabra indirecta a través de otros humanos que se decían portadores de su revelación a través de sueños o apariciones particulares.

02 enero, 2020

AGOTAMIENTOS, APOCALIPSIS, APERTURES Y REPLIEGUES

Hai conflictos como el palestín-Israeli, el mundu musulmán ente ellos y los demás, Llatinoamerica y la corrupción y l'autoritarismu endémicu propiu d'esi continente; España-Cataluña, que se resolverán dempués de tiempu y por agotamientu. La vía apocalíptica pué dase, pero yo creo que lo primero ye lo más posible. Agotamientu de modelos ixeolóxicos, de paradigmes culturales, etc. O pué dase una involución permanente a repliegues integristes violentos.

Por agotamientu acabó la Guerra de los Treinta Años, que concluyó cola Paz de Westfalia. Y, a partir de ehí, fue configurándose la Europa moderna sofitada nel reconocimientu de les diferencies
relixoses, y, más tarde y por estensión, como'l reconocimientu de formes de pensar también diferentes y apertures a posibilidaes polítiques hasta'l momentu impensables. Hai munchos factores que contribuyeron a ello (económicos, demográficos, descubrimientos, desplazamientos, la Reforma, etc.), pero l'agotamientu de los paradigmes del pasáu fue ún de los motivos más importantes. Yo creo que ta entamando a dase un agotamientu de los paradigmes lliberales-socialdemocráticos (por descontao les víes radicales comunistes y llibertaries capitalistes tamién s'agoten) que se veníen dando hasta'l momentu. Nuevos factores--Internet, realidaes virtuales, tiempu-espaciu instantáneu, relativización del mundu y los sos referentes comunmente aceptaos como incuestionables--tan ya minando les cosmovisiones del pasáu y daqué nuevo se ta asoleyando que pol momentu non sabemos da-y forma.

Pero siempre tan los repliegues como reacción a lo nuevo y desconocío, a los vacíos de valores qu'hasta'l momentu nos servíen d'agarraderes, a los cuestionamientos de lo qu'enxamás fuere cuestionao; a los desplazamientos que nos faen mareanos de vértigu y pánicu. Lo que perecía estable demuestra
que non ye ansí, cosa ya vieya na filosofía y la sabiduría del mundu, pero que dalgunos viven güei como traxedia, resentimientu y venganza.

Ye un momentu raru, inquietante, con despliegues y apertures creatives, pero también de repliegues fundamentalistes, fanatismos moralistes de tou tipu, nihilismos suicides al mesmu tiempu que'l conceutu de vida algama la necesidá de tolos derechos posibles: animales, vexetales, minerales, etc., necesiten derechos y protección como la mesma individualidá humana. El mesmu planeta pretende vese ya como un ser viviente, colo que'l conceutu d'individuu va plegándose a nuevos moralismos tan tiernos como totalitarios.

PERO, ¿QUÉ ÑARICES YE LA VIDA? // BUT WHAT ON EARTH IS LIFE? // PERO ¿QUÉ NARICES ES LA VIDA?

  Any moment is as good as another but a moment could be hell and another heavens for the person who lives those moments. Cualquier momento ...