La fe se puede interpretar como un milagro en la vida de alguien. Quien acuda con la razón y el método científico a las Escrituras se encontrará con una verdad muy humana: la elaboración de los textos en el tiempo, las fantasías y realidades de los textos, la pugna y la consolidación de intereses teológicos o doctrinales, etc, etc.. Todo muy humano.
Pero quien haya experimentado el milagro de la fe tiene en las Escrituras su Libro de Revelación y las enseñanzas son infinitas en su juego de interpretaciones sagradas.
El dilema como veis se ha solucionado de un modo sencillo. Con dos párrafos ha bastado.
La Edad Media estaba llena de milagros; ocurrían cada día y la gente creía firmemente en ellos. Curiosamente, hoy no hay milagros. Se acabaron de golpe. Que curioso.
ResponderEliminar¿El "milagro de la fe"? La mayoría de las veces sólo consiste en "lo que mi mamá me dijo de pequeño es verdad y es verdad y es verdad y nadie me lo va a quitar". Sólo eso. No hay nada más detrás de eso.
Runand
Dice Karl Popper en su introducción al libro "La Responsabilidad de Vivir: Escritos sobre política, historia y conocimiento", (Ediciones Paidós. Barcelona, Buenos Aires 1945),
ResponderEliminarp. 10:
"'Superstición' es un término que debemos emplear con muchísima precaución: con el conocimiento de que sabemos bien poco y de que es seguro que nosotros mismos, sin ser conscientes de ello, estemos atrapados en diferentes formas de superstición.)
Pues es verdad, Sr. Nesalem, eso de la superstición. Yo, por ejemplo, vivo en una casa núm. 13 y quizá esto sea la causa de los golpes que me ha dado la vida.
ResponderEliminarRunand.
La edición del libro mencionado es de 1995, no de 1945.
ResponderEliminarSr. Runand. Tenga en cuenta que este universo solo nos muestra la 0,001 parte de lo que es. Vaya usted a saber lo que hay por ahí por esas remotas profundidades del cosmos y de la mente.