05 enero, 2011

AINOA, NO SEAS MALA, SI SIGUES ASÍ TE VOY A LLEVAR A CASA

Es fácil ver si vais a un parque donde haya niños jugando y padres observando la mala educación de unos hijos infantes que a la mínima se enfrentan a sus padres, ya no solo con las típicas rabietas y caprichos propios de la edad; sino, incluso, con patadas e insultos que hacen a uno que por “allí pasaba” sentir vergüenza ajena y rabia ante tal dictadura fascista infantil. Es fácil escuchar: “¡¡No me da la gana!!” a viva voz o “¡¡Vete a la mierda!!” dando patadas a la madre; o, “¡¡Márchate de aquí y déjame en paz, yo hago lo que quiero!!” a un padre que no sabe cómo reaccionar y cosas por el estilo.

Creo que todos hemos visto en sidrerías o restaurantes críos sin control que tratan de imponer su ley jugando como les dé la gana, molestando a los padres y a los demás, sin que nadie intervenga con decisión. Lo máximo que se oye a veces con voz débil y lastimera por parte de algún padre o tutor o novio de la madre y viceversa o segundos o terceros padrastros o madrastras es: “Borja, como no te calles, te voy a castigar sin salir, mira que eres malo.” o con una vacilación cobarde rayando en lo ridículo: “Mira que eres mala, Ainoa, a la próxima te llevo a casa. Pórtate bien,” Y los niños siguen y siguen a lo suyo sin importarles un bledo lo que digan los mayores y conscientes de su poder caprichoso sin más límites que el propio aburrimiento de sus acciones.

Cuando la familia natural se destruye y se sustituye por otras cosas, bien es verdad que puede salir bien y las sustituciones sean responsables y con criterios formados de lo que está bien y está mal, pero lo más común es que no. Los enseñantes tenemos la experiencia de ver cómo cuando hay un divorcio los hijos se descompensan y muchos padres divorciados juegan a ver quien consiente o más y mejor al niño para ganárselo. Un padre exigente y disciplinario tiene todas las de perder en este caso. Será el malo de la película en la mayor parte de los casos. La nueva persona que haya entrado en esa casa no va a ser quien imponga disciplina cuando su entrada en la familia es vista con rechazo por los niños que no la aceptan por principio. La ruptura de la familia natural de padre y madre conlleva muchos más problemas en la educación de los chiquillos que los matrimonios mal avenidos en otras épocas de familia tradicional. Lo que se ha impuesto como moda o bajo el criterio de mayor libertad individual no siempre es bueno para la responsabilidad y el deber ante los demás, sobre todo los niños..

No estoy hablando de que el divorcio sea malo en sí. Puede haber razones poderosas en muchos casos para no seguir en una relación matrimonial, pero cuando las relaciones matrimoniales que conllevan la cría de hijos, se transforman en meros contratos provisionales que se pueden romper ante la mínima dificultad o responsabilidad; estamos hablando de algo más serio. Estamos hablando de una política social deliberadamente anti-familia, una política que milita contra la autoridad familiar del padre y la madre porque le resulta molesta, porque quizás este modelo ya no es el que interesa. Entonces el Estado da facilidades para que los matrimonios dejen de serlo en ese sentido natural, para pasar a ser arreglos provisionales guiados por el simple capricho de sus cónyuges. Esto estaría bien si no hubiera hijos, pero si los hay, esto resulta mortal para todo lo referente a su formación y referentes sociales. Eso quiere decir que al Estado le interesa diluir y romper con todo aquello que impida su único y exclusivo control. La crisis de la familia natural y su deliberada destrucción es el paso previo a una intromisión y control ya decidido del Estado en la educación de las criaturas. Desde la cuna hasta la tumba el Estado se encarga ya de la educación, cría y control de las personas. Es necesario quitar autoridad a los padres, convencerles de que adopten una pedagogía absurda, cursi y totalmente ineficaz a la hora de hacer callar una boca grosera y vociferante de un niño que disputa abiertamente el poder de sus padres y con éxito.

Efectivamente las leyes del Estado prohíben dar una buena nalgada o azote en el momento preciso; imponiéndose la autoridad donde debe de estar y con la firmeza que requiere. ¡¡Horror!! Todas las semanas salen noticias de padres condenados por algún azote público, por alguna “paliza” quizás bien merecida a un mozalbete descarriado y desafiante que de contar los padres con apoyo y autoridad sería quizás el correctivo más adecuado en algunos casos. No excluyo que haya casos de padres brutales y para eso debe existir legislación, pero lo que el Estado persigue con estas políticas destructivas es la “liberación” de los individuos de cualquier tutela que no sea la suya, al margen de la edad que tengan. Es potenciar toda una psicología y pedagogía con sus infraestructuras y burocracia abundantes que sustituya a la familia natural y deje a los adultos que algún día lleven la vida que les dé la gana, libres de las “ataduras” de sus vástagos. Estamos en la transición a esa “utopía”.

Lo que estamos viendo en los parques públicos es la consecuencia de una política deliberada de arrebato de la autoridad de unos padres o tutores ya indiferentes, quizás en muchos casos cínicos; y, en otros claramente atemorizados e impotentes para imponerse al perverso egoísmo de un niño sin control alguno. Estos niños que más adelante impondrán sus caprichos narcisistas de adolescentes mimados a sus profesores, serán los futuros ciudadanos de un Estado que se hará indispensable en sus vidas irresponsables para poder sobrevivir.

Muchos piensan que esta es la inevitable "evolución" de la familia posmoderna y entonces lo escrito arriba es típico de un reaccionario que no acepta los cambios de la posmodernidad y sus arreglos familiares alternativos y majos. Los suplementos semanales de El País nos muestran lo majo, bonito y conveniente que resultan los nuevos arreglos de convivencia y parejas. Otros muchos pensamos que todo esto tiene un lado más siniestro e interesado y que la crítica ya no solo procede de los grupos católicos conservadores, sino mucho más general e incluso de gente de izquierdas que no cierra los ojos por el mero hecho de ser etiquetado de carca. 

7 comentarios:

  1. El objetivo del estado es mantener el MONOPOLIO sobre el ejercicio de la violencia sobre los ciudadanos. En ello se basa la esencia de su podery su autoridad. Los padres representan un poder competitivo sobre sus hijos, al igual que la iglesia lo hacia en otros tiempos.

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  2. La familia es un rompedero de cabeza y una fuente innumerable de problemas. Hace bien en liberarnos el Estado de tal lacra. Los hombres estaremos libres de tal esclavitud y los niños los cuidarán las guarderías.

    Nomás

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  3. Pues yo creo que más rompedero de cabeza es vivir solo o con gente amoral y caprichosa que te puede engañar y traicionar sin sentimiento de culpa alguna. Luego vas a la burócrata de turno a llorar o a acusar al malo que te hizo pupa.

    K.

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  4. Yo estudie desde pequeño en un colegio de curas, la educación que yo he recibido de mis padres, ha sido de un respeto a los demas y sobre todo a la autoridad de los padres, profesores etc.
    Cuando iba al cole eran los profesores los que eran responsables mios cuando mis padres me dejaban.
    Cuando en el cole me castigaban y mis padres se enteraban, me decian que algo habria hecho para que me castigaran y si me daban un cachete o los golpes con las reglas etc, no iban al cole a decirle al profesor, que no me volvieran a pegar, lo unico que me decian eran que me comportara bien.
    Cuando traia las notas a casa, si las traia malas, mis padres me castigaban, y me decian que tenia que estudiar mas.
    Cuando hacia alguna de las mias y me daban un tortazo o te daban con la correa, no pasaba nada, era para que te dieras cuenta de que debias de hacer las cosas bien. No que te quisieran menos.
    Tengo actualmente 53 años.Hijo y nieta.
    A mi hijo, nunca le he puesto la mano encima.Pero tengo que decir que si hace muchisimo tiempo le hubiera dado dos hostias bien dadas, muchas de las cosas yo creo que hubieran cambiado.
    Los crios de hoy en dias, sea por la sociedad que hemos creado, los hemos criado muy mal a mi entender, les faltan aprender a repetar a los mayores, aprender el valor de las cosas, son egoistas y lo quieren todo para ellos le pese a quien le pese.
    Hablando con los padres de los amigos, todos me comentan lo mismo, entonces creo que los culpables de esto somos nosotros mismos, a pesar de esta sociedas de pena que tenemos.
    A proposito a pesar de esos cachetes que me dieros cuando pequeño, adoro y respeto a mis padres.

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  5. De acuerdo con MMONTE 1957.
    Hay que formar sociedades civiles independientes del Estado que defienda derechos y deberes opuestos a la élite política. Pueden ser iglesias, círculos, fundaciones, etc. Cuando el Estado no representa los intereses de los ciudadanos y sus familias naturales, se impone la secesión de la sociedad civil del Estado.

    K.

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  6. Ha tocado Ud. un tema sumamente complejo, Sr. Nesalem. Es evidente que en una sociedad de ciudadanos libres las relaciones de pareja y familiares han evolucionado, porque estos ciudadanos lo han querido libremente. Y el Estado no puede hacer nada diferente de lo que los ciudadanos quieran; en eso consiste la democracia.

    La educación de los niños, por otro lado, ha cambiado. Los padres los crían, en general, con más blandura y atienden más a sus caprichos, más allá de sus necesidades. Entre aquella educación dura, poco cariñosa, represiva y atenta a "domar" a los niños y "prepararlos" para un mundo duro y hostil y esta educación de ahora, llena de mimos, cariños y dulzuras, hay un cambio radical. (Aunque antaño no todos los padres eran duros ni ahora tampoco todos son blandos). Yo creo que ahora se tiene demasiado en cuenta la "voluntad" (léase capricho) de los niños, ya desde bien pequeños. Para no herirlos, para que no lloren ni estén tristes, para que el padre (o la madre) sea "el bueno", para verlos siempre contentos en un mundo que tiene que parecer siempre una fiesta...

    El estado democràtico tampoco puede ni debe hacer nada. La educación de los niños es como los padres (ciudadanos votantes) quieren que sea, y si el gobierno no hace la voluntad de los ciudadanos, en las próximas elecciones será cambiado por otro. Lo mismo sucede con los centros de enseñanza: un gobierno que ponga una enseñanza dura y disciplinaria no querida por los padres será cambiado inexorablemente en las elecciones. El gobierno no es un "educador" de los ciudadanos, no es nadie para decirles lo que es bueno o malo, por ejemplo, para decirles que en el estudio debe primar el esfuerzo y la disciplina, etc. Es el representante de los ciudadanos, por muy inconscientes que sean estos ciudadanos; y el día que no los represente ya puede hacer las maletas.

    Runand.

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  7. Que los ciudadanos voten ciertas opciones o elijan educar de cierta manera no quiere decir que tengan siempre razón por ser mayoría de voto. Para que una sociedad progrese ha de haber unos parámetros objetivos que la lleven o la mantengan en esa posición de progreso económico. Una sociedad que educa mal está sembrando su propia cizaña por muy libre que sea la elección de los padres. Unas familias descontroladas y sin referentes crean una sociedad a su semejanza.

    Por otra parte el Estado no es neutro. El estado socialdemócrata subvenciona y persigue aquellos modelos de convivencia y relación que mejor se ajusten a su ideología. Si formar una familia tradicional o natural te sale mucho más caro que vivir solo o monoparentalmente, ese modelo tradicional tenderá a desaparecer por el peso de los impuestos que se le gravan para mantener otras opciones.

    Pero hay algo más. Los paises como Suecia tienden a alejarse de los hábitos y valores que hacen posible una sociedad rica y productiva. Una sociedad que delega en el Estado sus opciones de vida y planificación social, es una sociedad que al mismo tiempo va abandonando sus reponsabilidades y opciones individuales; lo cual conduce a un progresivo conformismo burocratizado que va matando la sabia creativa de esa sociedad. Suecia sigue el mismo camino de decadencia de Europa. Su atascamiento económico, de seguir así (creo que hay cambios), es cuestión de tiempo.

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