Sí hay un orden jerárquico en la naturaleza o en el mundo, entonces tendremos que hablar siempre de valores inferiores y superiores; tendremos que hablar siempre del Bien y del Mal. En el cristianismo el orden jerárquico es evidente: El Trino Dios preside la Creación y emite unas ordenanzas o mandamientos que han de ser cumplidos por las criaturas para vivir dentro de ese orden divino. Pero en el cristianismo esto se complica: el hombre es incapaz de cumplir con tales mandamientos y, por lo tanto, ha de ser condenado. Conviene saber que donde hay valores superiores o jerarquía en el orden universal, eso conlleva un Juicio Moral. Pues en esta visión del mundo nadie escapa al Juicio divino. Y, por tanto, si el ser humano no es capaz de cumplir con las ordenanzas de Dios que es su Ley, entonces el Juicio divino exige la condena al fuego eterno o a la Muerte Eterna de toda la humanidad. O sea, la humanidad en ese caso vive una situación de desajuste respecto al orden divino, pero ese desajuste es resultado de una rebelión o desobediencia contra Dios. Es el hombre quien la produce y es el hombre quien merece el castigo por su estado natural de rebelión y pecado. Ante este estado de cosas el Trino Dios decide él mismo redimir a la humanidad de esa condena y es así como baja al mundo en forma de Jesús el Cristo, cumple la Ley de pe a pa; y al final expía la culpa del hombre con un sacrificio infinito (en proporción a la culpa, también infinita por ir contra el mismo Dios), que es el sacrificio de la Cruz. La humanidad entonces queda salvada y redimida. Que en la práctica sigamos igual o peor eso implica ya otro paso que es el de la fe y la Iglesia y cosas que exigirían una explicación no fácil de aclarar. Pero seguimos bajo el juicio moral de Dios.
El orden jerárquico en la naturaleza implicaría también a todas aquellas filosofías o teosofías que nos hablan del Uno o Dios y de las emanaciones de ese Uno que van descendiendo en una escala de perfección a imperfección, todo dependiendo de la distancia o separación a que pueden llegar tales emanaciones. La substancia espiritual estaría en la escala más elevada; y, abajo, la materia tosca y pesada. Si usáramos la magnitud de la velocidad, diríamos que la substancia espiritual se movería a una velocidad vertiginosa de fluidez; y, abajo, la materia se movería con velocidad lenta de sapo verrugoso. Pero en esta cosmovisión todo pertenece al Uno, y por tanto el ser y todo ente o existente pertenece al Uno. Los hombres participaríamos de la parte espiritual en forma de alma o conciencia, entendimiento, etc; pero por otro lado estaría la carne pesada, pecadora y material. Nuestra salvación o aproximación a la perfección dependería hasta qué punto logramos que la parte espiritual en nosotros despierte y se reconozca a sí misma como tal y en consecuencia ejerciera el Juicio Moral sobre una materia inferior que ha de ser superada, dominada o integrada en un todo místico. De manera cíclica todo volvería al Uno después de fin de ciclo catastrófico que retornaría todo a su origen Divino. Bueno, pues aquí tenemos a Platón, a Plotinio, a la mística judía de la Kabbalah, y a tantas y tantas teosofías y misticismos (algunos cristianos: Eckhart, Boehme, etc.) que andan por ahí cada una con una versión más o menos elaborada y adaptada al contexto. Este orden jerárquico implica también el Juicio Moral , ya que hay graduaciones superiores e inferiores en la substancia de las emanaciones de lo Uno o Dios.
Luego hay otra cosmovisión o metafísica que sitúa a el Uno o Dios en un absoluto plano de inmanencia. La substancia divina y el ser; los entes y existentes se distribuyen en ese plano absoluto de igualdad sin jerarquía alguna. No hay materia superior o inferior, no hay espíritu superior o inferior. Todo, absolutamente todo, comparte la misma substancia divina. Son modalidades de la misma substancia, como las olas del mar son siempre parte del mismo mar y de la misma agua. En este caso desaparece el juicio moral y por lo tanto la misma moral. En este plano de absoluta inmanencia e igualdad del ser, no puede haber juicio moral alguno ya que no hay nada que esté en una escala superior a otra; nada que pueda juzgar desde una posición de superioridad o inferioridad. Pero en su lugar aparece una Ética basada en una navegación que requiere al mayor o menor aprovechamiento de corrientes, de aire, de viento; de evitación de accidentes o cuerpos que mermen nuestra energía o alegría; o, por lo contrario buscaríamos la agregación de energías y corrientes a nuestro favor para logara una mayor velocidad de navegación y alegría, evitando que otras modalidades del ser nos arrastren a su corriente o nos apresen y así acabar sufriendo la dependencia y pesadez de tales entes. Esta sería la ética (muy abreviada) de Spinoza, del budismo zen, de ciertos existencialismos, etc. Sería una ética de lo bueno y lo malo en relación o relativo a una situación o un ensamblaje concreto bajo el punto de vista del pensamiento. No habría Moral, pues sería imposible el Juicio partiendo de valores superiores, pero si hay mejor o peor en función de afectos e intensidades, etc..
Y lo dejo ahí por ahora..
14 enero, 2012
29 comentarios:
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Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
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A veces uno lee cartas al Director como estas. En España recurrimos más al pretexto moral-piadoso que al riesgo. El riesgo nos da pavor. ...
¿Podrías luego seguir con metafísicas más modernas? Es complejo pero interesante. Me gusta cómo explicas estas cosas.
ResponderEliminarK. (No-Kousinsky)
Con un poco de tiempo. estoy en ello. Creo que este tema es apasionante porque las representaciones religiosas dicen mucho de nuestra alma o psique; están en el transfondo de nuestros valores, filosofías, políticas, etc.
ResponderEliminarEs un error desecharlas como algo "falso" respecto a la Ciencia. De actuar así entonces todo arte es "falso", toda filosofía es "falsa", todo sentido común es "falso". Esto viene a ser otro fundamentalismo, ya que si todo es falso salvo la ciencia entonces habrá que convertir a la gente a la verdad científica. Nueva evangelización. Nuevos misioneros.
Los cristianos que no logran poner en perspectiva sus creencias y contrastarlas y sacarles toda la profundidad que conllevan; pues caen en esa IDOLATRÍA del conformismo. Del Cierro Cerrojo antes de quedar Cojo.
Los juicios pueden hacerse moviéndose sobre diferentes ejes de valoración. Un mismo hecho del mundo, puede suscitar en nosotros juicios sobre el eje estético ("bello-feo"), sobre el eje ético ("bueno/malo"), sobre el eje epistémico ("verdadero/ falso"), sobre el instumental (ùtil/perjudicial"), etc. etc.
ResponderEliminarYa hablé sobre esto hace meses en este prestigioso foro, por lo que pido excusas por osar repetirme.
"Va de soi" que, como cosas de este mundo, las diferentes religiones podrian ser valoradas también en estos diferentes ejes, y no sólo en uno.
Cuetu
Sucede que los defensores de tal literatura o de tal arte no se presentan ante el mundo como detentadores de una ciencia. Quizá de una estética, o una ética, de unos saberes, de una utilidad social, etc.
ResponderEliminarPor supuesto que la mayoría de saberes que poseemos sobre el mundo no provienen de la ciencia. Para mucha gente, osaría decir que para una gran mayoría, NINGÚN saber cierto de los que poseen sobre el mundo procede de la ciencia.
Ahora bien, a diferencia de los artistas mencionados, la mayoría de gente religiosa y, sobre todo, las iglesias o islams en los que creeen y depositan su fe, se nos presentan como detentadores de unos saberes sobre el Universo, su estructura y finalidad. Se nos presentan como poseedores privilegiados de unas explicaciones (por ejemplo, la existencia en el Universo de dioses, de almas inmortales, de dos mundos separados y cosas de este estilo) que afirman como ciencia verdadera e irrfutable.
Es lógico, pues, que nos los tomemos como formuladores de hipótesis científicas, y que nos preguntemos sobre la validez de esas afirmaciones, sobre el método para llegar a ellas; es natural, pues, que nos hagamos sobre sus proposiciones un juicio epistémico; eso es verdadero o eso es falso.
No son los científicos los que aparecen ante los religiosos con propuestas religiosas para negar su fe; son los religiosos los que aparecen con proposiciones de tipo científico ante la sociedad, pretendiendo que esas proposiciones están más allá de todo juicio crítico, o exentas de comprobación por el método científico normal y corriente. Y que deben ser aceptadas porque sí, por fe ciega.
Pretensión a todas luces excesiva, que no he visto nunca en ninguna ciencia verdadera; y no se me tome, por favor, como "fanático" de la ciencia por decir esto tan evidente.
Cuetu
¿Que las religiones pueden ser juzgadas y estudiadas no sólo por su valor como verdad, sino también por su influencia social y política, por su capacidad de engatusar a las masas ignorantes, por sus rituales y formas estéticas, por la literatura y el arte en ellas basados, y por muchas otras cosas? PUES CLARO QUE SÍ. ¿Cómo voy yo a negar esto? Hay gente que ha escrito miles de estudios contemplando a las religiones de todas las maneras anteriores. Y no dudo que puedan resultar muy interesantes.
ResponderEliminarA mi me interesa, sin embargo, el valor de verdad de las religiones, más que otra cosa. ¿Es que tengo obligación de que me interesen más sus otros aspectos?
Y he llegado a la conclusión de que todas las religiones son falsas; las antiguas y las modernas. ¡Cuidado! Pueden ser muy influyentes social o políticamente, pueden ser muy estéticas, pueden mover millones de personas... Pero el hecho fundamenteal es que son falsas.
¿Tengo obligación de callar ante unas proposiciones de tipo científico (las religiones) que se me formulan como verdaderas, sin osar decir que son falsas? Creo que no, y no veo por qué. Si creo que eso que proponen es falso, no veo por qué razón tenga que callar mi opinión. Y el hecho, otra vez, de su influencia política, etc. no es razón para no poder decir mi propia opinión.
Por otro lado, no veo que sea éticamente aceptable el hecho de manipular a las masas ignorantes con cuentos chinos (que no otra cosa son las religiones). Que el mundo es así, que los hechos reales consisten en millones de seguidores fanáticos y fanatizados, lo sé como el primero. Pero que esto sea éticamente aceptable para una persona amante de la verdad lo pongo muy en duda.
Cuetu
Con el cristianismo hay un orden moral universal. La Iglesia Católica dice que es la representante de eso Orden en la Tierra. Si se hace católico, Sr. Cuetu, gozará de la dicha de ser hijo de Dios y de la Iglesia y participará de los sacramentos para su edificación y perfección y posterior Vida Eterna con Cristo en el Cielo. El gozo y la dicha que le esperan siguiendo ese orden moral universal es algo que debería considerar.
ResponderEliminarSi decide hacerse protestante ahí tiene la Biblia y sus verdades universales. Verá cómo Dios le salva a través de Cristo y gracias a ese sacrificio usted podrá tener Vida Eterna por fe. Entonces usted pasará a ser miembro de una congregación local y allí cantará himnos y participará de la Cena del Señor con sus hermanos en la fe, para luego recibir la Vida Eterna una vez muerto físicamente. ¿No cree que eso es importante, Sr. Cuetu?
Con el neoplatonismo y todos sus derivados, usted podrá alcanzar la dicha de ser uno con el Uno y vivir en una luz de plenitud mística que le hará ver el universo de otra manera más creativa y eterna. Usted también será capaz de ver el universo como diferentes emanaciones de diferentes materias y dimensiones y su cuerpo y mente pasarán a tener un significado cósmico que usted experimentará con gozo y dicha. Se reunirá en logias o en templos y seguirá rituales sagrados o meditaciones profundas de sublime placer estético y espiritual.
Y si es spinociano vivirá usted el universo como un absoluto plano de inmanencia sin ninguna trascendencia posible y como modo de ser que forma relaciones con otros modos de ser y la extensión y el pensamiento se podrían sincronizar con la Razón.
Sr. Cuetu. vaya rápidamente a una iglesia cristiana o a un templo o logia teosófica o a un conciliábulo spinociano a recibir bendiciones en su vida. A sentir el cosmos en su totalidad. A vivir la Gracia de un Presente Absoluto que es este ahora mismo donde ya nada falta y está todo. Absolutamente todo. Sin grieta, sin profundidad, sin externo/interno. Todo. Plaff!!! Todo.
La Ciencia también sabe que ya todo está ahí en una inmanencia absoluta. Solo falta sincronizarlo con la Razón.
No hay más que ese Presente Absoluto donde ya está Todo. Ese deseo que refleja carencia, no es ni tal deseo ni tal carencia pues si se reduce a sus partes y componentes e infinitas partículas o energía, pues ahí en realidad no hay más que una Nada. Un Vacío.
ResponderEliminar¿Por qué existe la nada en lugar de algo?
¿Por qué existe algo en vez de no existir nada? ¿Por que no existe nada en vez de existir algo?
ResponderEliminarNo hay respuesta. Nadie tiene esa respuesta.
La Ciencia ha dado ya miles, quizá millones de respuestas a millones de porqués. Quizá no lo valoramos lo suficiente, pero esas respuestas han supuesto cambios fundamentales, profundos, en la vida humana.
Si hay alguna respuesta al porqué de todo lo existente, o algo que se asemeje a una respuesta, sin duda alguna tendrá que venir del campo de la Ciencia. Concretamente, de la exploración de lo infinitamente grande y de lo infinitamente pequeño. Hay miles de mentes muy preparadas trabajando duramente en esos campos.
Y no creo que pueda decirse nada más sobre ello. Habrá que esperar resultados del campo de la Ciencia o resignarnos al no saber para siempre. Es una disyuntiva muy prosaica, lo reconozco, pero no podemos hacer otra cosa.
Cuetu
Bueno, pero mientras esperamos a lo que la ciencia nos vaya descubriendo, nos vamos fabricando nuestras ficciones, nuestros mundos, nuestras filosofías, nuestras religiones; nos vamos fabricando nuestros dioses, nuestros ángeles, nuestros demonios.
ResponderEliminarNos vamos fabricando nuestros ensamblajes nómadas, aventureros...
Mientras, las ciencias, nos descubren la Nada que subyace al Todo.
El asunto de la religión es la posibilidad de dar un golpe de manga a la ciencia en cuestiones últimas, morales, éticas, etc.. y creer en lo inverosímil, en lo imposible, en lo mágico, en lo milagroso; etc.. vaya en contra del sentido común, de la ciencia, de la objetividad; de la razón o de lo que sea.
ResponderEliminarIrracionalidad sin inhibiciones, misticismo sin inhibiciones; fe sin disculpa alguna ni demostración posible. Revelación como verdad sin pedir permiso a nadie.
La religión se vive así sin complejos. La ciencia que diga misa. Uno cree porque le da la gana. ¡¡¡Que venga la Inquisición a por mï!!!!
Punto pelotas, Cuetu
La religión como un mundo en sí mismo. Una mónada. Una rebelión de la psíque contra las ciencias, las políticas, el mundo, etc..
ResponderEliminarCreer en el absurdo y en los cuentos chinos por libre decisión. Una opción existencial absolutamente libre.
Esa es la religión del siglo XXI. Algo ya muy diferente a la religión anterior.
Libertad de creer lo que uno le dé la real gana, sea o no sea verdad científica, falsedad absoluta, locura, etc.
La religión se convierte así en un mundo encerrado en sí mismo que no requiere de justificación alguna más que su misma justificación basada en la más pura irracionalidad y subjetivismo de la fe. Y punto pelotas.
ResponderEliminarAsí uno puede ser el más puro científico y ser así mismo hombre de fe. Un mundo es la ciencia y otro absolutamente separado: la religión.
Sobran entonces teologás apologéticas extrambóticas y retorcidas del diseño inteligente y estupideces parecidas. O, esos intentos mentirosos y vanos de forzar la religión a hacerse comprender por el Hombre Modelno. Nada de nada.
Fe sin justificación alguna. Por que sí.
Amén.
Por un lado la Ciencia y por otro la fe. Dos mundos absolutamente separados. Entonces se podría producir esta pregunta-respuesta:
ResponderEliminar¿Felipe; Crees en Dios?
Felipe: Según la ciencia no es posible creer en Dios, pero según mi fe, sí hay Dios.
Como científico no estoy capacitado para explicar la existencia de Dios, como religioso creo en Dios de un modo absoluto.
Y no pasa nada.
Entonces, para acabar con el tema:
ResponderEliminara) Las religiones siguen su propia lógica y no pueden reestructurarse vía diálogo o razón. La fe no se discute ni se pone en entredicho. Hay guerra potencial entre religión y religión; entre religión y poder civil.
b) Las religiones pueden respetarse; y, de hecho se respetan en las democracias. Siempre que haya un poder civil superior que imponga una ley civil, las religiones se respetan aun odiándose algunas.
c) Esto se podría aplicar a las ideologías con otros matices.
d) También hay guerra en potencia entre ateismo y religión.
Estoy de acuerdo en que no se deben pedir ni disculpas ni aceptacion a las creencias de cada uno. Ademas exijo que se respeten a las personas con independencia de sus creencias religiosas...esto seria una civilizacion en la que se puede confiar.
ResponderEliminarKousinsky
["Para acabar con el tema", dice Ud, Sr. Nesalem. Je je... bien sabemos Ud. y yo que el tema no se acaba tan así como así.]
ResponderEliminarPor ejemplo, conectando, Sr. Nesalem, con los consejos que me da Ud. en un comentario anterior, le diría que sí, que quizá algún día me apunte yo a alguna religión.
Pero, en mi caso personal, tendría que darse una premisa 'sine qua non', a saber: que la existencia de un dios o unos dioses fuese tan clara y evidente como lo es la existencia del Sol.
En ese caso, tendría yo religión; que sería, sin duda alguna, una religión DE TIPO BLASFEMATORIO.
Cuetu
El ateismo es una cosa muy sencilla. Me limito a no creerme cosas que me parecen bastante increíbles por si mismas, y de las cuales no se me ofrece una explicación ni clara ni, mucho menos, convincente.
ResponderEliminarMi actitud escéptica me parece la cosa más natural del mundo dadas las circunstancias. El ateismo no es una creencia (como sí lo son las diferentes religiones), sino una no-creencia. No consiste en un sistema de dogmas, o de axiomas, o de mitos positivos que se puedan exhibir, narrar, exponer o imponer a los demás; se limita a poner en duda o negar ciertas cosas que se pretenden hacer pasar por verdades sin fundamento alguno; el ateismo es una negación, no es afirmación de ningún credo.
No puede hablarse del ateismo como si fuera "una religión más", o "una creencia como cualquier otra"; porque lo que caracteriza al ateismo es, precisamente, la no-creencia. Son los que creen en algo los que tienen que demostrar ese algo; el que no cree no tiene nada positivo que demostrar. Sólo negar lo que se le quiere imponer.
Cuetu
Una parte importante del contenido de las religiones consiste en proposiciones de tipo científico sobre el Universo y su estructura (las religiones también contienen proposiciones morales y otras cosas, pero ahora me interesa fijarme en las científicas): que si existen unos espíritus indetectables llamados dioses o almas, que si hay diferentes regiones o dimensiones en el cosmos, habitadas por almas o dioses (cielo, infierno, etc.), que si los dioses tienen hijos humanos o semidioses (Cristo, Hércules...) que habitan en el mundo, que si existen canales de comunicación privilegiados entre los dioses y ciertos hombres escogidos (profecía, fe, oración...), que si ciertos libros no son de origen humano, que si habrá un fin del mundo promovido por Cristo, que si ciertos muertos resucitaron, etc. etc.
ResponderEliminarNo ofrecen ninguna prueba fiable de todo lo que dicen, y pretenden que se les debe creer por fe ciega, teniendo la impertinencia de amenazar con castigos eternos a los que no creamos en ellos.
Algunos, como sabemos por la Historia y por las noticias de cada día, llegaron (y llegan) a meter en carcel, a torturar y a matar a los que no creían (o creen) en ellos, o en sus curas, o en sus historietas.
Yo creo que las personas que ponemos por delante de todo la verdad y la honradez intelectual debemos defendernos de alguna manera de ese tipo de impostores agresivos y peligrosos. Y una de las maneras de defenderse es el ateismo, la negación valiente de sus dogmas y de sus cuentos chinos.
Si la gente religiosa pudiera imponer políticamente su poder, como hicieron en épocas pasadas o hacen algunas religiones (como el Islam) hoy en día, la vida iba a ser muy jodida, sin duda alguna. Sabido es que, en el Islam, la crítica de un solo versículo del Coràn, o el dejar de ser musulmán, comporta pena de muerte. Por no hablar de la tan conocida y temible policía política católica llamada Santa Inquisición.
Todo eso reviviría si las religiones llegaran a donde la mayoría de ellas pretenden llegar. El ateismo no es más que la sana crítica de sus imposturas, para evitar que hagan este mundo mucho peor de lo que es.
Cuetu
Dicho lo anterior, me apresuro a matizar, porque reconozco no todas las religiones son iguales en cuanto a actitudes coercitivas (por ejemplo son muy diferentes el protestantismo o el judaísmo del islam, o del catolicismo ultramontano). Tampoco son iguales todas las zonas dentro de cada religión: no es lo mismo ser ateo en Los Angeles que en un pueblo del Medio Oeste, donde el ateismo puede comportar cierto ostracismo social.
ResponderEliminarCuetu
Cuetu.
ResponderEliminarPor lo que está diciendo y respondiendo creo que no me está leyendo. Léame de nuevo y responda mejor a mis argumentos.
No es del ateismo o de la fe como creencia ante las últimas preguntas de lo que estamos hablando; sino de cómo poder vivir cada uno con sus ideas por muy irracionales o estrambóticas que nos parezcan, en una sociedad libre y madura. Para mí eso es lo más importante.
Hubiese sigo interesante haber seguido especulando con las tres metafísicas. A mi las de Plotino y Spinoza me gustan. Ese emanacionismo del uno que luego se "aplasta" en una inmanencia absoluta, es digno de más aportaciones.
ResponderEliminar¿Por qué deriva el tema en ese debate cientifismo/religión digno más bien del siglo XIX?
El de arriba.
ResponderEliminarK. (no-Kousinsky)
¡Vaya, Sr. Nesalem, se ha visto Ud. obligado a reñirme como a un alumno díscolo! Diré, pues, en mi descargo que por las mañanas me suelo tomar un café bien cargado, y quizá esto excite sobremanera mis neuronas, de tal modo que hablo más de la cuenta y no me centro en las lecciones. Tómese esto como una justificación de alumno díscolo.
ResponderEliminarDice Ud. que de lo que estamos hablando realmente es de: "Cómo poder vivir cada uno con sus ideas por muy irracionales o estrambóticas que nos parezcan, en una sociedad libre y madura." Creo que esto, de tan sencillo que es, da hasta vergüenza decirlo: con respeto a las ideas de cada uno. Derechos Humanos: nadie debe ser despreciado por su raza, nacionalidad, religión, lengua, credo político, etc. Nadie está obligado a explicar ni justificar sus ideas o pensamientos ante los demás.
Que nadie esté obligado no se opone a que yo, personalmente, sienta curiosidad en saber las causas de por qué cierta gente piensa como piensa, por ejemplo, en por qué el moro cree lo que cree, hasta el punto de estar dispuesto a dar la vida por ello.
¿Plotino, Spinoza, etc? Esas metafísicas me parecieron en su día, y me siguen pareciendo, galimatías ociosos y laberínticos, curiosidades de hasta dónde pudo llegar la imaginación abstracta humana en épocas precientíficas. Sólo les veo un interés histórico.
La Filosofía, en mi opinión, no es sino un GÉNERO LITETARIO como cualquier otro, muy próximo al ensayo (género literario, en acepción común). Un género literario que utiliza ideas abstractas como materia prima y las dota de una cierta marcha rimbombante y tensión narrativa. De la Filosofía podria surgir un cierto saber, en la misma medida en que también puede surgir de la novela, el teatro, etc. Ni más ni menos.
Bueno, ahora me voy un rato a leer un poco de literatura de Umberto Eco y otro poco sobre teoría de cuerdas en Lisa Randall: Universos Ocultos. Un viaje a las dimensiones extras del cosmos.
Cuetu
Cuetu:
ResponderEliminarLo malo, o lo bueno, es que fuera de los libros de ciencia y sus relatos de verdades, hipótesis y fascinantes teorías; está el mundo de la calle, de lo dado, de la experiencia humana, de lo que casi siempre está mediado por la incomprensión, las interpretaciónes que nunca coinciden; la mirada con nosotros mismos que tampoco coincide, (por suerte o por desgracia,)etc..
Ante eso una combinación de ciencia con la filosofía y el arte, le vendrían mejor. Pero es cuestión de las afectividades positivas que usted reciba de todo ello. Por lo que veo la Ciencia le da a usted el placer de una buena obra literaria, con el añadido de que es Verdad. Bueno, pues le deseo la máxima felicidad y placer en ello.
Cuetu dice:
ResponderEliminar¿Plotino, Spinoza, etc? Esas metafísicas me parecieron en su día, y me siguen pareciendo, galimatías ociosos y laberínticos, curiosidades de hasta dónde pudo llegar la imaginación abstracta humana en épocas precientíficas.
Sólo les veo un interés histórico.
Esto me parece el típico argumento anti-intelectual. Aquello por lo que no siento inclinación o desconozco --por el mismo motivo--, lo descalifico o lo degrado y santaspascuas. Hombre, me parece más una postura perezosa que una postura honrada ante el conocimiento y el saber. ¿Podría usted explicarnnos por qué Spinoza es un galimatías?
K. (no-Kousinsky)
Tiene Ud. razón, Sr. No-Kousinsky; quizá utilicé una forma de expresión brusca y que, además, no corresponde ni a mi pensamiento ni a mi manera de ser. De hecho, Spinoza es uno de los pensadores que siempre he apreciado. Algunas de mis frases, cierto es, suenan al típico bocazas aintiintelectual, desgraciadamente.
ResponderEliminarPero no me negará Ud. que un Heidegger, o el Deleuze del Antiedipo, y unos cuantos más, son verdaderos galimatías, por no decir una impostura intelectual con todas las letras.
En vez de decir lo que dije, tenía que haber dicho que no considero todas esas metafísicas lo suficientemente interesantes como para dedicar trabajo y esfuerzo a comprenderlas más a fondo, pero respeto y aprecio el trabajo de los que lo hacen. El tiempo humano es limitado, y hay que dedicarlo a los esfuerzos intelectuales que uno considera más importantes. Por ejemplo, ahora me estoy dedicando más a fondo a la teoría económica.
En casos como Deleuze o Heidegger, además, surge la desconfianza de que todo se trata de una tomadura de pelo. Dedicar mi tiempo a desentrañar sus producciones me parecería un despilfarro imperdonable.
Cuetu
Efectivamente, Sr. Nesalem, para la vida cotidiana y sus problemas, pejigueras y puñetas, de nada vale la ciencia. Pero tampoco creo que el arte, la religión o la filosofía pueda aportarnos gran cosa.
ResponderEliminarSeguramente estará Ud. de acuerdo conmigo en que, en ese campo, vale, sobre todo, el llamado sentido común, ese razonamiento práctico, cotidiano, enérgico o suave, sencillo pero utilísimo, autoevidente, contundente cuando llega el caso, verbalizado con cierta retórica expresiva, admonitoria, interrogativa, sorpresiva, hiriente, sarcástica... que hemos observado en tantas buenas personas poseedoras, valga la repetición, de sentido común, precisamente.
¿La verdad? Las especulaciones científicas avanzadas no pretenden constituirse en verdad. En física de partículas, por ejemplo, hay cosas ya muy establecidas como verdad: el modelo llamado estàndard (quarks, etc), el conglomerado teórico y aparato matemático de la mecánica cuàntica, la relatividad... Pero la teoría de cuerdas, por ejemplo, a pesar de que exhibe ciertos éxitos espectaculares, es altamente especulativa y extraña, y la mayoría de sus proposiciones están pendientes de comprobación experimental, con experimentos muy difíciles y costosos en los aceleradores de partículas, que quizá nunca puedan llevarse a cabo o ser completamente resolutivos. Por otro lado, prometía devenir una teoría del todo, pero después de años de especulación matemática parece que se llega a callejones sin salida irresolubles. Hay autores muy prestigiosos, como Roger Penrose, que desconfían de la teoría de cuerdas y navegan por otros derroteros.
Son distracciones, maneras de recogerse y aislarse del mundanal ruido en un acto de reflexión íntimo y personal. Leer divulgación científica vale tanto como leer filosofía, o religión, o lingüística, o teoría económica, lo que sea. Pero ninguna de estas cosas, incluso las que contienen grandes dosis de verdad, nos va a dar La Verdad. Yo, por mi parte, siempre me he conformado con verdades pequeñas y puntuales.
Cuetu
Cuetu:
ResponderEliminarMe recuerda usted aquellos años en la Universidad de Texas cuando hice dos semestres con el doctor Craig Wheeler de la University of Texas sobre Cosmología y Astronomía. http://www.as.utexas.edu/~wheel/. y tenía que leer artículos de Penrose y Hawkings que por entonces se empezaba a hacer famoso. Eran clases apasionantes de agujeros negros por dentro y por afuera y formación de estrellas y planetas y distancias remotas y noches de observación por telescopio en las colinas de las afueras de Austin. También disfruté de las clases de Dr. Desmond, quien ya era mayor en aquellos años.
Pero la filosofía engloba esa visión del universo que nos abre la ciencia con la vida diaria de ir a por el pan, lavar los platos; aguantar a ese impresentable del despacho x, o y, etc. En mi experiencia con la enseñanza le puedo decir que dado mi carácter algo tímido y mis miedos privados (nacimos así y qué se va a hacer), pues podía ser presa fácil de la masa o grupo de una clase. Ya sabe usted que el grupo humano en cuanto ve una debilidad del “jefe”, pues le torturan sin piedad hasta destruirle si es posible. Yo, gracias a mis inquietudes filosóficas y religiosas, supe buscar una postura de resistencia a base de desplazamientos, de alejamientos del presente; de utilizar sentido del humor en todo lo posible y hacer resbalar. La filosofía sí me sirvió y mucho.
Cuando me acuerdo de mi trabajo de la enseñanza me viene un mal humor incontenible. No lo echo de menos para nada. Con excepción de algunos cursos buenos y con buenos chavales, todo lo demás me pareció una labor estéril. Era un trabajo perverso y enfermizo. Muy enfermizo. Una muestra de hasta dónde los seres humanos podemos llegar con nuestras mentiras y cobardías y oportunismos. Pero así es la vida.
Si pincha en el enlace de Craig Wheeler que le envié arriba, vea usted cuando pinche en "papers" o "writings" la cantidad impresionante de investigación sobre el universo de este hombre.
ResponderEliminarTuve la suerte de tenerlo como profesor en épocas en que era más joven. Enseñaba con mucha energía y entusiasmo a estudiantes de humanidades que teníamos que pasar por cursos (4 semestres, 12 horas crédito)de ciencias.