04 enero, 2012

AQUELLOS AÑOS EN QUE HABÍA RESPETO

¿Os acordáis cuando en las películas ganaban los buenos y perdían los malos? ¿Os acordáis cuando el orden moral se restablecía después de una crisis en los grandes relatos de la literatura? ¿Os acordáis cuando todo el mundo parecía estar un su justo sitio y nadie pretendía ser de la clase alta si era campesino u obrero, o, campesino u obrero si era de la clase alta? ¿Os acordáis cuando la Iglesia dirigía el orden espiritual de la nación y todos teníamos acceso al cielo siendo buenos? ¿Os acordáis cuando los maestros y profesores eran autoridades del saber y la disciplina y nadie los cuestionaba?

 ¿Os acordáis de la decencia y el recato moral que reinaba en las calles, playas y bailes? Nadie enseñaba partes del cuerpo que no habían de ser enseñadas, ni nadie ofendía a ninguna señorita con proposiciones indecentes. ¿Os acordáis cuando los matrimonios eran para toda la vida y los hijos crecían en hogares estables y el padre de familia recibía un sueldo para mantener a los suyos? ¿Os acordáis cuando vuestro padre era vuestro padre y vuestra madre era vuestra madre y vuestros hermanos eran vuestros hermanos; y vuestros primos primos y tíos y tíos, etc.?

¿Os acordáis cuando el que mandaba mandaba y los demás obedecían porque el orden social lo exigía como una ley sagrada?

¿Qué ha pasado? ¿Qué hemos hecho? ¿Qué es la libertad?

8 comentarios:

  1. Creo que se ha pasado del nada al todo sin encontrar un termino medio.
    Nuestros hijos han crecido sin ningun tipo de trabas y tanta libertad y democracia pienso qeu han sido mal entendida.

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  2. La moral pública depende de un péndulo que no deja de oscilar, y lo malo es que ahora nos pilla en plena bajada y a contrapié.

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  3. Estoy leyendo un libro titulado "Amish Values for Your Family", o sea, "Valores Amish para su familia" de Suzanne Woods Fisher. Todo un antídoto en contra de la degeneración que afecta a la sociedad española, donde la tónica general es la carencia de valores y de un compromiso serio por comunicárselos a las nuevas generaciones. Entre los refranes de los "amish" que reflejan lo que nos ocurre y que sería bueno que padres, educadores y padres (madres) de la patria con deberes cívicos aprendiesen creo conveniente traducir el siguiente: "El tipo de antepasados que puedas tener no es tan importante como el tipo de antepasados que les darás a tus hijos". Todo un compendio de la importancia que tiene educar a los propios hijos y que estos recuerden lo que fueron sus padres en base a los valores que aprendieron y mamaron de ellos. Casi nada. Pero en España, pensar en valores suena a música celestial.
    Más que un PP o un PSOE, más que un partido de izquierdas o de derechas, en España necesitamos una cultura de los valores, un amplio grupo de ciudadanos y líderes que tenga como objetivo la regeneración de nuestra sociedad, muy carente de valores y sin ninguna idea de cómo transmitirlos a los más jóvenes.
    Manny

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  4. Eso no es más que nostalgia de lo que nunca ha sido. Son arquetipos que tenemos en nuestra mente.
    A pesar de la que está cayendo, creo que estamos en el mejor de los mundos que han existido.

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  5. Imaginaros un espectro que va desde la más absoluta anarquía hasta el más absoluto fascismo. En medio de ese espectro pululamos todos. Por suerte la mayoría solemos estar por el medio o tirando hacia uno de los lados del espectro (el espectro podría ser tridimensional). Pero en ocasiones bien a modo individual, o bien colectivo; a veces nos movemos hacia los extremos del espectro, y, entonces aspiramos a romper todo, toda la sociedad, sus valores; su sentido; para dar escape a nuestros más primarios y egoístas deseos.

    Pero cuando eso surge, surge también la tendencia por otro lado, de machacar y oprimir y sujetar y disciplinar por la fuerza, la tortura, la muerte, a ese huracán anarquista para someterlo a una dictadura fascista de orden y voluntad única.

    Es espectro hay que situarlo en cada época (diacronía). Lo convencional (la parte media del espectro), varía respecto a la época. Cada época tiene su sincronía respecto a una diacronía que es el devenir histórico. Y a cada época hay que juzgarla en sus términos para no caer en el anacronismo fácil.

    Eso no excluye los referentes éticos y morales que podrían ser universales a pesar de su relativización en forma de elcción personal.

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  6. Por suerte, a nivel social nos movemos en zonas espectrales más o menos inestables, pero sin ruptura dramática en los extremos infernales.

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  7. No es cuestión de volver a un pasado que tampoco era bueno. Es cuestión de instalar una ética y una moral basada en la honradez y el trabajo bien hecho en los chavales y en las escuelas (las familias están en crisis abierta).

    Pero a los políticos les interesa el voto y la práctica de la demagogia. Hay una corrupción y un envenenamiento social generalizado y que vemos como normal, como parte de nuestra idisosincrasia española.

    K. (No-Kousinsky)

    (He estado ausente de ordenador por un tiempo)

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  8. Totalmente de acuerdo con K.(No-Kousinsky).

    Sr. Nesalem, siempre le queda el remedio de fundar un partido que propugne esos valores. Pero mucho me temo que el horno social no esté para esos bollos. Ese partido no creo que obtuviese muchos votos.

    El mundo es como es, independientemente de nuestros anhelos o deseos.

    Cuetu

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