22 noviembre, 2011

¿QUÉ ES EL CENTRO Y FUNDAMENTO DE UN ESTADO DEMOCRÁTICO? IMPORTANTE DEBATE EN ISRAEL EN TORNO A SU IDENTIDAD COMO ESTADO

En Israel se está llevando a cabo un debate parlamentario de suma importancia para la definición de lo que será el futuro Estado. Las fuerzas de la derecha del Likud y Kadima tratan de definir el estado de Israel como estado exclusivamente judío, lo cual de aprobarse la Basic Law haría del Estado de Israel un estado judío para judíos, quedando al margen en calidad de ciudadanos de segunda los no-judíos. La razón de la derecha israelí es el miedo a aquellos que buscan la absorción o desaparición de Israel como la patria de los judíos (léase: árabes). La “amenaza” demográfica de la población árabe (20% en este momento) está creando ciertos miedos en sectores importantes de la sociedad israelí. Aunque esta ley tiene otras expectativas de mayor alcance en relación con los territorios ocupados. 

Un artículo importante del histórico sionista Zeev Sternhell aparecido en el periódico liberal Haaretz reflexiona sobre este problema que no deja de ser un dilema en todo el mundo democrático moderno, no solo en Israel. Todo él gira en torno a la frágil idea de los derechos del individuo y su constitución como ciudadano. En otras palabras: la centralidad del individuo en el estado democrático en oposición a otras determinaciones o definiciones: tribales, étnicas, nacionales, religiosas. Efectivamente el individuo es una ficción; o sea: una necesaria ficción basada en el consenso. Y eso es lo que nos permite un mayor espacio de libertad y democracia y; digámoslo también, de felicidad, de realización, etc. En oposición a este individuo que elige ser religioso (cristiano, judío, budista, etc), ateo, jugador de baseball o comer cangrejos o cerdo en lugar de kosher; pertenecer o no pertenecer a cualquier club social, sinagoga, iglesia o mezquita; pues en oposición a esta frágil, pero fundamental definición de individuo con derechos y obligaciones; está la tentación de seguir subordinando al individuo a la tribu, la etnia, la religión, la nacionalidad, etc. Es decir: si la etnia, la nacionalidad, la religión o la tribu es la que engloba y define al individuo; entonces en un Estado-Nación se abre la posibilidad de ciudadanos de primera, de segunda, o los parias excluidos. Los ciudadanos de primera serían los que gozan del privilegio de haber nacido judíos, musulmanes, cristianos; o, posteriores conversos a cualquiera de ellas: y, los demás serían ciudadanos de segunda y lo demás.

Eso implicaría además la desaparición de lo que entendemos como sociedad civil. No habría espacio para una sociedad civil desde el momento en que en un Estado-Nación, una etnia, raza, religión x, z, se defina en función de uno de estos factores. Como dice Zeev Sternhell en su artículo criticando a la actual derecha israelí (no la anterior de Menachem Begin, muy celosos de los valores liberales y democráticos de Israel): “La absoluta supremacía de una identidad étnica y religiosa sobre la identidad legal y política, haría posible que la tribu fuera el objetivo de toda acción política y social, no el individuo.” Una vez que eso fuese una realidad (como lo es en los países musulmanes) Sternhell se sigue haciendo las siguientes preguntas: “¿Quién necesita un régimen de equilibrios y contrapesos (check and balances)? ¿Por qué no decidir que en un estado en el que dos o más nacionalidades conviven, la nacionalidad dominante tendrá control y, en función de ese objetivo, se determinará que la comunidad nacional tiene prioridad ética sobre la comunidad civil? De ser así, "una parcialidad ética para la nacionalidad dominante necesariamente lleva a una parcialidad política y económica"; con lo cual se acabó la democracia basada en la igualdad abstracta de los individuos; esa igualdad que busca la igualdad basada en los derechos del individuo per se; la margen de color, raza, religión, nacionalidad, etc.
http://www.haaretz.com/black-flag-over-israel-s-democracy/does-israel-still-need-democracy-1.396093
¿Qué pensáis?

13 comentarios:

  1. En un epígrafe de abajo; el del coche, pues hablo de la Torá (la Ley)como guía moral universal. Pero la Torá es un referente universal: Una aspiración de conducta individual y colectiva que conlleva los otros tres factores: el mercado; o sea, el libre intercambio de mercancías en base a una integridad moral y honestidad que también conlleva la libertad individual de elección, los derechos humanos y un aspiración a un Estado constitucional.

    El individuo en abstracto de la Ilustración y la Revolución Francesa es cosustancial al Mercado. De ahí los derechos individuales que se crean o inventan para ese individuo DESLIGADO de la Naturaleza, de la Religión, de cualquier metafísica en la que se le quiera englobar o SUBORDINAR.

    Entiendo a ese sector de la derecha israelí que, al ver en peligro su identidad, retrocede, entonces al Rey Josías, a Esdras; los Macabeos, etc.; donde Israel solo tiene sentido como Pueblo Aparte regido obligatoriamente por la Torá. Pero hoy día este repliegue es muy delicado. Desestabilizaría los prsupuestos de un sionismo democrático.

    Curiosa polémica la que se está creando en el Estado de Israel y estaremos pendiente de ella.

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  2. Cuando Caracalla decretó la ciudadanía romana para todos los habitantes del Imperio Romano, allá por el 300 D.C. sino recuerdo mal, finalizó el privilegio de la ciudadanía romana, como únicos detentadores de los derechos que tal condición conllevaba.
    Incluso el derecho que se aplicaba era distinto según se fuese o no ciudadano romano.
    esta situación de ciudadanos de distinto nivel e Derecho, (al margen de las clases sociales que es otra cosa), se dio igualmente con las comunidades cristina, judía y musulmana en Europa, y por supuesto en España.
    Problema pues viejo, y sin resolver a lo que se ve, como todos los que el hombre tiene desde que es hombre.
    AZOR

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  3. El ensayo tuyo es acertado pues extrapola la sitauacion en otros paises del mundo democratico y mas que nada en Europa, con una unica excepcion: mientras que en Europa entiendo que hay realmente debate publico y parlamentario sobre el asunto, en Israel no hay realmente un debate parlamentario, sino que un asalto tremendo al estado de derecho perpetrado por la extrema derecha y apoyada por la mayoria de la derecha y gran parte del centro; asalto que parece que no para.

    Esto esta reflejado en la calle por los succesos violentos en contra de las minorias (en principal la arabe) o las organizaciones de, como no, defensa de los derechos humanos.

    La preguntas de Zeev Sternhell sobre la coveniencia unas instituciones que garanticen el estado de derecho. son mas que nada retoricas para un gran defensor de los derechos del individuo, mira la advertencia del final de su articulo:

    "In the past, ethnic nationalism led all too easily to various forms and stages of racism, and there is a real danger that events in Israel will develop no differently. Those who stand and watch from the sidelines must be aware that their responsibility for the approaching collapse will be no less than that of the instigators"

    [Traducción: En el pasado, el nacionalismo étnico condujo de una manera fácil hacia varias formas y etapas de racismo; y, hay un peligro real que los acontecimientos en Israel puedan evolucionar de la misma manera. Aquellos que miran desde afuera han de percatarse de su responsabilidad por el fracaso a que estamos abocados, tanto o más que sus instigadores].

    El poder (continuado) corrompe en general y a cualquier nivel, y si es de una tribu, ideologia o religion, con el tiempo se llega a dictaduras y desastres/carnicerias mayores: mira solamente al comunismo, nazismo, o, en nuestra zona las dictaduras islamicas, el Iraq de Saddam o la locura desde su caida, la Siria de los Assad, etc, etc.

    Para mi la opcion de la libertad del individuo (la igualdad no es una cosa muy abstracta, si no que se trata de igualdad de oportunidades) es clara.

    M. Wolff (Tel Aviv)

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  4. En mi opinión, no hay que ver a Israel como un estado diferente al resto de los estados, como una excepción extraña. Israel es, creo yo, una nación como todas las demás naciones que poseen un estado propio.

    La pregunta sobre la etnicidad, por tanto, puede plantearse de igual manera para todas las naciones. Por ejemplo: ¿Dinamarca es el estado de los daneses, o debe renunciar a esta concepción?
    ¿Portugal es el estado de los portugueses, o debe renunciar a esta exclusividad? ¿Es Noruega el estado de los noruegos o el de todos los "ciudadanos", sin distinción de nacionalidad, lengua, raza, religión... que habitan en territorio noruego? ¿Es España el estado de los españoles, sea lo que sea qué demonios se entiende por español?

    A mi juicio, hay que distinguir tres factores del problema: el factor territorio (Dinamarca), el factor etnia o nación (daneses, lengua danesa) y el factor poder político, que, de acuerdo a la razón democràtica (o a la razón a secas) debe estar en manos del partido de la mayoría, con respeto absoluto hacia las minorías.

    Dinamarca será el estado de los daneses y el danés será la lengua mayoritaria mientras éstos sean mayoría democrática y tengan el poder legislativo en sus manos. Si un día son mayoría los musulmanes (pongamos un 70%) y esta mayoría se reflejara en el parlamento, Dinamarca será sin duda un estado musulmán, con el árabe como lengua mayoritaria,y los daneses seguirán existiendo, pero en forma de minoría sin estado.

    Aún dentro de la más estricta democracia (es decir, si los musulmanes renunciasen a imponer a ley islámica a todos los ciudadanos de Dinamarca, musulmanes y daneses) es inevitable que una mayoría musulmana (o cualquier otro tipo de extranjeros) legislase en un sentido musulmán, mientras que si se conservase la mayoría danesa, ésta legislaría en un sentido danés.

    Todo depende de la importancia que demos a las cosas. Las etnias y naciones son inevitables, como se deja de ver en el ejemplo de los daneses. Si no le damos importancia al hecho de que la etnia o nación musulmana se imponga, por mayoría democràtica respetuosa con las minorías, como predominante, si no le damos importancia al hecho de que la nación danesa quede como minoría (y con presiones sociales "de mercado" inevitables para que adopten el árabe como lengua necesaria, útil y oficial, relegando el danés a un papel "étnico" inevitablemente secundario), pues no pasa nada. Todos serían ciudadanos iguales y con los mismos derechos.

    El problema surge cuando nos resistimos a que la etnia danesa quede como secundaria, en tanto que nación sin estado dentro de su tierra ancestral. O cuando la etnia musulmana se pregunte algún día por qué, siendo una mayoría del 70%, tiene que renunciar al poder político o a que el árabe sea lengua oficial mayoritaria y dominante por razones de "mercado".

    Mientras tanto, Israel es el estado de los judíos, y no hay en esto nada extraño a la democracia ni reprobable, igual que Inglaterra es, por ahora, el estado de los ingleses, que todo el mundo sabe que "son muy suyos" y no renuncian ni a su lengua ni a sus tradiciones ("¿serán cabezones?").

    A mi, personalmente, me gustaría que Israel sobreviviera en un futuro como el estado de los judíos, Dinamarca como el estado de los daneses y Cataluña, naturalmente, como el estado de los catalanes.

    Runand

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  5. Hay una cuestión que no podemos dejar de lado. Y es que, me parece a mi, el destino natural de todo inmigrante es la integración en la nación de acogida.

    Cuando un inmigrante elige un país lo elige porque cree que es mejor vivir allí que en su tierra de origen. Para vivir allí como ciudadano normal, debería empezar por aprender la lengua e integrarse cuanto más mejor en la cultura y tradiciones de la nación de acogida.

    Si en vez de esto, el inmigrante se niega a integrarse, desprecia o abomina de la cultura de acogida y se aferra a los valores y costumbres de su país de origen, inevitablemente se va a producir un choque. Será visto como un elemento sospechoso, incluso como un enemigo con la secreta intención de imponer a los demás esos valores suyos que tanto aprecia y que se resiste a cambiar por los nuestros.

    De esta manera, creo yo, se ganaron los judíos de la Diáspora los odios y fobias de los europeos medievales.

    Si el inmigrante, como me parece a mí razonable y natural, se integrase plenamente y sin prejuicios en el país de acogida, haciéndose uno más de sus ciudadanos (sin que tenga para ello que renegar o abjurar de su tierra de origen), no se plantearía el problema de la etnicidad dentro de los estados.

    Tenemos, como ejemplos positivos de integración, los españoles emigrados a Alemania, cuyos descendientes son ya alemanes como el resto, quizá también muchos turcos en Alemania, o las diferentes nacionalidades que emigraron a los Estados Unidos, que se integraron en una única nacionalidad americana.

    Runand

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  6. ¿Cómo funciona Suiza? Suiza la forman tres nacionalidades (exceptuamos la otra minoritaria) que conviven en forma de federación. Nadie se pelea en Suiza por hablar alemán o francés o italiano dentro de su territorio. Tampoco por ser católicos o protestantes. Si eres inmigrante en Suiza se espera que te integres lo mejor posible a cualquiera de las naciones de su Federación; o si no te vuelves por donde has venido. Tu status de inmigrante es provisional, circunstancial. No puedes crear otra “bolsa” nacional al margen de la federación ya establecida. Se ha criticado mucho a Suiza por el caso de las mezquitas, pero yo creo que Suiza lo que está haciendo es advirtiendo a la población musulmana que el Islam en ese país tiene que renunciar a sus ambiciones políticas. Suiza se toma este asunto en serio. Su estabilidad democrática y social pasa por ser un tanto intolerante con ciertas tendencias des-integradoras.

    Una cosa es la integración y otra la asimilación. Los judíos han logrado integrarse en muchos países y funcionan como ciudadanos, se atienen a las leyes civiles, al idioma, etc; aunque la mayoría no se asimila y siguen siendo judíos que profesan o no profesan su religión y no pasa nada. El problema surge cuando una minoría no es integrable como ciudadano de ese estado: es decir, cuando se niega a pagar impuestos, a no cumplir con ciertas leyes, a sustituir las leyes constitucionales por otras que discriminan a la mujer, o imponen cierto modelo de vida social basada en la diferencia de sexos, etc. Ahí es cuando tenemos un problema. Y, los musulmanes, en algunos casos, sí presentan este problema. Hablamos siempre de estados democráticos.

    Está pasando con la minoría gitana en España y en otros muchos sitios. Muchos gitanos no se integran a la condición de ciudadano en pleno derecho y esto es un problema que crea fricciones, resentimiento y hasta violencia. Su modo de vida es, en muchos casos, totalmente al margen de los modos de vida y leyes del estado donde viven. No se integran a pesar de las muchas facilidades que se están dando (ayudas, subvenciones, vivienda, becas, etc.) y que en muchos casos se desprecian de modo totalmente consciente. Para mí es un problema insoluble que seguirá ahí in sécula seculorum.

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  7. Israel se crea con una población árabe nativa. Israel nace con la idea de ser un estado judío con su lengua hebrea, con sus leyes propias, con sus modos de producción, etc. El Sionismo trató de separar la religión judía del Estado, pero eso nunca llegó a ocurrir. Es todavía el caso que para ser reconocido ciudadano israelí hay que probar ser judío y para probar ser judío hay que pasar por el tribunal rabínico ortodoxo que certifique tu descendencia materna o conversión. Ahora bien, ¿qué hacer con una población no-integrable como es la población árabe (y que además en muchos casos es abiertamente enemiga del Estado de Israel por considerarse expoliados? ¿Se les da la ciudadanía pero con excepciones? Así es el caso de la población árabe israelí que son ciudadanos pero que están excluidos de hacer el servicio militar, no pagan ciertos impuestos, y, en algunos casos forman sus propias “aldeas” (pueblos grandes) con sus propios ayuntamientos. Caso de Nazaret. Nazaret tiene dos ayuntamientos, uno árabe y otro judío. ¿Qué haces con un 20% de población no integrable a un concepto de ciudadanía israelí no equiparable al concepto de ciudadanía suiza, por ejemplo? ¿Defines el concepto de ciudadanía israelí de una manera mucho más amplia que abarque todas estas especificidades? ¿Pero cuanto de amplia que no llegue a romper o a hacer aguas? Ahora añade a esto la población árabe de los territorios ocupados o los pueblos árabes dentro del mismo Israel donde un judío no puede pasar con riesgo de perder la vida. Caso de Umn Al-Faham no muy lejos de Haifa.

    Israel es un caso muy especial. A veces creo con mi amigo Marius Wolff que una postura más flexible basada en los derechos humanos y más democracia es la solución para ambos lados. El documento palestino-israelí (sectores minoritarios con muy buena voluntad por ambos lados) de Ginebra sobre la paz es prueba de que algo sí se consigue. El reconocimiento de un Estado Palestino, etc. Pero ¿no estamos cayendo en un injustificado idealismo que se puede venir abajo a la mínima provocación o voluntad saudí o iraní o lo que sea? Yo soy algo más pesimista que Marius. Si viviera en Israel posiblemente estuviera ya agotado y cansado de vivir en constante amenaza y estaría dispuesto a cualquier cosa negociable con tal de acabar con la pesadilla.

    Dejo el tema así por ahora.

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  8. Muy de acuerdo, Sr. Nesalem, con sus dos últimos comentarios. Muy de acuerdo con la necesaria distinción fundamental que Ud.presenta entre integración y asimilación; y de acuerdo con que la situación en Israel és mucho más peliaguda que la que pueda haber en otros países, por ejemplo, en la civilizada Suiza.

    [Si me lo permite, una pequeña corrección marginal sobre Suiza: no está formada por la federación de tres naciones, sino que es la Confederación de 26 Estados o cantones, cada uno de los cuales con su Constitución, y sus poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La nacionalidad es única: la nación suiza. Independientemente de que uno sea protestante o católico, o que sea de lengua alemana, italiana, francesa o romanche. El derecho lingüístico es de base territorial, y no de base personal. En los cantones de lengua francesa, por ejemplo, sólo es oficial el francés, y la enseñanza se imparte exclusivamente en francés; dentro de los cantones franceses, la Confederación actua en francés. Y lo mismo en la zona germanoparlante o la ítaloparlante. Se estudia como segunda lengua obligatoria cualquier otra de la Confederación, además del inglés. La semejanza con los Estados Unidos de América del Norte sería completa si, por ejemplo, se hubiera mantenido la oficialidad del castellano en los estados occidentales arrebatados a Méjico, o del francés en la Luisiana o la Florida].

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  9. Sobre el tema israelí, se ve que su conocimiento, Sr. Nesalem, es amplio y exacto. De acuerdo con Ud. que el caso es peliagudo y de difícil o imposible resolución, dentro de los límites de la democracia.

    Yo opino que el Estado de Israel tendría que democratizar el procedimiento para devenir ciudadano israeliano. Es totalmente anacrónico que se determine por el nacimiento en línea materna (aunque el judío "de raza" no lo sea de religión) o bien por la conversión al judaismo (el judío de religión no lo sería de raza). Por ejemplo, yo, si viviera en Israel, me gustaría ser ciudadano judío, pero no podría serlo por ninguna de las dos vías que Ud. explica.

    La nacionalidad israeliana o judía tendría que establecerse por métodos CIVILES: adhesión voluntaria a los valores constitucionales de Israel, hablar la lengua hebrea y llevar X años de residencia legal. O un servicio de X tiempo en el Tsahal, etc. o cualquier otra condición que cualquier persona pueda cumplir de propia voluntad.

    Naturalmente, no se podria dar de ningún modo la ciudadanía israeliana a nadie que profesase un credo político o religioso que propugne el antisemitismo (asesinato de judíos, destrucción de Israel, etc.) Esto incluiría a los nazis europeos o a los musulmanes, en cuyo libro sagrado se apela al asesinato de judíos. ¿Cómo puede ser ciudadano de Israel una persona que tiene como libro sagrado uno que manda degollar a los judíos? Es un argumento tan claro y contundente que no puede negarse desde ningún presupuesto democràtico.

    Runand (Y el anterior: también Runand)

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  10. Por lo tanto, creo que Israel debería ser el estado de los judíos, exclusivamente de los judíos. Pero con la condición: 1: Establecer procedimientos CIVILES de adquisición de la nacionalidad judía o israeliana, de manera que el conseguir ésta dependa de la voluntad de la persona. 2: No pueden ser judíos ni ciudadanos de Israel aquellos que profesen un credo político o religioso antisemita. 3. De aquí se desprende que, en Israel, la religión islámica no podria ser tolerada, aunque los que la profesen no sean ciudadanos.

    Sería el mismo caso de Alemania, donde se persigue el nazismo (en tanto que ideología política, no sólo su práctica) o la negación del Holocausto (unas ideas). Se limita la libertad de expresión o de pensamiento en aras de un bien considerado superior.

    Ahora bien: ¿está el Israel real en condiciones de aplicar criterios como los que expongo? A mí me prece que sí. ¿Cómo lo ve Ud., Sr. Nesalem?

    [Cierto es que los musulmanes podrían engañar en su declaración de religión. Su fe les permite engañar a los infieles en determinadas ocasiones. ¿Qué hacer entonces?]

    Runand

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  11. Sr. Runand:
    Gracias por la aclaración sobre Suiza. Usaba el concepto de nación en base al idioma; no al uso común.

    Por otra parte la nacionalidad israelí se adquiere también (hasta el momento) de otras formas basadas en años de estancia, etc; pero el fundamental es la demostración de condición de judío por ascendencia materna o conversión.

    Véanse mis epígrafes anteriores, sobre todo el del 24-08-2010.

    ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL ISRAEL ACTUAL? (No el de los profetas)

    QUÉ ES SER JUDÍO Y QUÉ ES SER ISRAELÍ (24 agosto, 2010)

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  12. Siento deciros que Israel a la larga va a tener que ceder y quedar en algo así como es hoy Sudáfrica o Zimbabwe. Los árabes "compartirán" poder con los judíos hasta que la vida de los judíos se vaya haciendo insoportable y vayan emigrando a otros sitios. Quedará una minoría de ultraortodoxos inofensivos en barrios aislados y así se acabará este querido y heróico país. Los síntomas ya se están viendo.

    Quien no quiera ver esto es que está un poco miope.

    K. (no-Kousinsky)

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  13. Dudo mucho que la cosa acabara de una forma tan tranquila como Ud. dice, Sr. K (no Kousinsky). El odio árabe contra Israel es tan profundo que la mínima victoria militar o política sobre los judíos entrañará una degollina general. Israel está obligado a ganar todas las guerras, porque la primera que pierda significarà un segundo Holocausto o algo mucho peor. Occidente, por supuesto, no lo aprobará; però lo "comprenderá", igual que comprende la causa palestina y sus asesinatos contra los judíos.

    Israel no puede permitirse perder una sola batalla. Ni militarmente ni políticamente.

    Runand

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