Este es un vídeo Contra la Independencia de Cataluña que circula por ahí. Está publicado por el UPD de Rosa Díez.
El prestigioso y entrañable blog de Calle Soberanía lo tiene también publicado y les presento mis disculpas si se interfiere con el de ellos. Como lo recibo por diferentes sitios pues allá va a la libre crítica de nuestros visitantes.
El prestigioso y entrañable blog de Calle Soberanía lo tiene también publicado y les presento mis disculpas si se interfiere con el de ellos. Como lo recibo por diferentes sitios pues allá va a la libre crítica de nuestros visitantes.
¿Qué piensan de este vídeo?
Es mucho lo que se juega en estas elecciones la casta dominante española. No es extraño, pues, que utilicen todos los medios de propaganda de que disponen, que son muchos. En este caso, UPiD, partido servidor de los intereses de la casta dominante secular, utiliza la manipulación de determinados hechos por medio de un sarcasmo grosero, hecho al nivel de mentes muy primarias.
ResponderEliminarEl problema económico de la independencia de Cataluña es un problema solo para España. Cataluña, sin el robo fiscal de 20.000 millones € cada año, se pondrá en pocos años entre los países que van a la cabeza de Europa. España, en cambio, sin el balón de oxígeno de ese expolio al pueblo catalán, verá agudizarse todas sus dificultades.
Una Cataluña independiente podrá realizarse como pueblo libre, y desarrollarse sin trabas dentro de Europa. Una España sin Cataluña quizá tenga que replantearse cómo dirigir sus inversiones por medio de la racionalidad económica, y no por la espectacularidad faraónica.
Y, además de los argumentos económicos, no hay que olvidar que el argumento principal es que Cataluña es una nación, tan antigua y tan definida como lo es España, y que tiene todo el derecho del mundo a la independencia, si así lo exige su población por procedimientos limpiamente democráticos. Aunque no existiera el robo fiscal a mano armada.
Impedir el derecho a que un pueblo exprese su voluntad por medios pacíficos y democràticos es una pretensión sainetesca y ridícula, propia de energúmenos o de fascistas. Digan lo que digan las Constituciones (que no creo que digan eso en ningún momento) y por mucho cabreo que eso le produzca a la casta dirigente secular española.
Cuetu