La moral se basa en los hechos, no en las intenciones. Son los hechos, las obras, lo que cuentan. El hecho material es la expresión real de uno mismo. Cómo actúa uno es el resultado final de toda supuesta complejidad subjetiva. Por eso es necesario abandonar las supuestas complejidades subjetivas y centrarse en los hechos concretos, los hechos materiales: la actuación. A uno se le ha de juzgar por sus hechos, no por sus intenciones por muy “majas” y complicadas que sean.
Muchos protestantes se olvidan que son los hechos los que hablan, los que muestran el estado de conciencia real. Hay mucho protestantismo lastrado de subjetivismo sentimentalista: Véase el movimiento pentecostal.
Mucha pedagogía y psicología posmoderna están basadas en este psicologismo del sentimiento y el sentimentalismo en lugar de los hechos, de las actuaciones; que es la realidad objetiva y material de quien habla. Su encarnación.
04 agosto, 2011
4 comentarios:
Antes de enviar un comentario escríbelo primero en word para conservarlo en caso de que falle el envío. Trata de que no sea muy largo, pero si quieres escribir más entonces divídelo en más comentarios con el "sigue...etc". En caso de no poder enviar por cualquier razón no descrita entonces envíamelo a rbjoraas@telecable.es y yo me encargo de publicarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS
Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
-
U na experiencia subjetiva es algo inacesible a otras mentes. Lo que ocurre en el alma de las personas es un mundo en sí mismo refractario...
-
LA VERDAD.- La verdad es que si te has acogido a un trabajo de 8 a 5 de la tarde esa es la verdad de tu vida en cuanto a tiempo de trabajo y...
-
A veces uno lee cartas al Director como estas. En España recurrimos más al pretexto moral-piadoso que al riesgo. El riesgo nos da pavor. ...
Fàcilmente hay que estar de acuerdo, Sr. Nesalem, con esta primacía de los hechos. Sobre todo si nos movemos en el ámbito científico o de la verdad. Los hechos son los que valen, y no los subjetivismos de cada cual, por bien intencionados que parezcan. Sin embargo, en el ámbito moral creo que me concederá Ud. que habría que matizar un poco. Hay veces que perjudicamos a otros sin querer, es decir, sin tener intención de perjudicar a nadie. Es cuando se dice: "el niño iba con buena intención (por ejemplo, dejar un juguete a otro niño), pero sin querer rompió el cristal". Lo mismo los adultos. Hay actos bienintencionados y malintencionados. Hay cosas en la vida cotidiana que se hacen con buena o con mala intención, y, en este ámbito, creo que la intención es importante. Hay cosas que se dicen o se hacen de buen rollo, con intención inocente, aunque luego alguien se sienta paranoicamente picado o perjudicado. Pero hay cosas que se hacen con la intención de joder o perjudicar a alguien, por pura maldad, aunque el acto en sí no revista mayor importancia. En el ámbito interpersonal, en resumen, creo que es importante la intención con que se hacen las cosas.
ResponderEliminarRunand
La intención es un acto subjetivo. Solo se pueden detectar los actos objetivos.
ResponderEliminarSi el juguete rompió el cristal, el hecho de romper el cristal tendrá muchas interpretaciones. Pudo ser la irresponsabilidad del padre que, sabiendo que el niño es travieso, le da tal juguete cerca del espejo. Pudo ser lo mal que educa ese padre al niño que a la mínima rompe lo que puede porque se lo consienten. Imposible, yo conozco a ese padre y es un hombre correcto que educa bien a su hijo. Fue un accidente.
De eso nada, ese padre se las da de razonable e intelectualón, pero es todo un barniz hipócrita; en el fondo tiene a ese niñito envenenado con sus ideas y crácter neurótico. No me extraña que haya roto el cristal ese niño desequilibrado.
La buena intención de uno solo la entendería una persona de confianza que nos aprecia; o, un desconocido razonable. Pero el mundo utilizaría esa rotura de cristal de muchos modos y maneras. Todo en función de lo que nos odian, aprecian, el estado de mal humor o bune humor. El talante bueno o despreciable de la gente, etc.
Je je, muy agudo, Sr. Nesalem, sobre la culpabilidad de ese padre "intelectualón e hipócrita" en todo y para todo. El mundo real, se lo aseguro, es muchísimo peor.
ResponderEliminarDe todos modos, piense que su parágrafo inicial quizás no sea del todo exacto. De hecho, los tribunales de justicia distinguen el homicidio involuntario, sin intención de matar, del asesinato, homicidio con intención de matar. O también, para que haya delito de calúmnia, tiene que ser manifiesta la intención de calumniar. No será calumnia si una persona supone y dice que otra es culpable de algo, pero no tiene intención manifiesta de denigrarla ante la sociedad. Y así, más ejemplos. En las relaciones interpersonales, la intención creo que es determinante en muchos casos, y de hecho, todos la valoramos y le damos su importancia.
Runand
Efectivamente, la Justicia entraría en el apartado de "un desconocido razonable". Ahí se podrían buscar razones, intenciones en función de contextos, atenuantes, etc. No obstante la Justicia busca demostraciones lo más objetivas posibles.
ResponderEliminarHombre, cabe la posibilidad que el juez sea del PSOE y usted del PP o viceversa, y entonces ya sabe...