Tres personajes me vienen hoy a la mente por estar en
primera plana en los periódicos. Uno es José Ángel
Fernández Villa, Secretario
General del SOMA-UGT durante 34 años. Parece ser que por razones de salud
abandona su cargo. ¿Hasta que punto personajes como Villa son o no son los
principales responsables del deterioro económico de Asturias? ¿Fue la defensa a
ultranza del carbón y la utilización del poderío sindical del SOMA con fines
políticos y partidistas el motor del progreso o la decadencia de Asturias? Son
preguntas que necesitan respuesta. Asturias es una región que vive de mitos
obreristas y revolucionarios, pero queda por aclarar si esos mitos siguen
siendo sostenibles o son, nada más, que los residuos de una política económica
y social que a la larga ha generado un fuerte estancamiento y ausencia de
futuro.
Margaret Thatcher fue la dama de hierro que lideró una
descentralización y desregulación de la economía
británica desde el año 1979 al
1990. Por nuestros lares se supone que la Thatcher merece todas las condenas
habidas y por haber. Es más, si se pone alguien a defender a la Thatcher en
muchos círculos
asturianos, puede que sea reprochado con malas caras y juicios
fuertemente condenatorios. La Thatcher para esta opinión pública guiada por un
discurso “progresista” es una persona maldita y detestable. ¿Pero fue así? ¿Cómo
es posible que los británicos la votaran tres veces? ¿No sería necesario hacer
un análisis serio sobre las actuaciones de Thatcher en una Inglaterra abrumada
por los impuestos y parasitada por un sector público anquilosado?
El otro personaje es el reciente fallecido economista y
escritor José Luis Sampedro. Nadie niega sus méritos como escritor de “La
sonrisa etrusca” o “El río que nos lleva” y otras buenas obras; pero hay una
faceta del laureado escritor que a mi me parece equivocada en su planteamiento.
José Luis Sampedro se hizo voz del movimiento 15M y de los Indignados y nos
hablaba de una economía humanitaria, centrada en el hombre; no en el dinero y
cosas lindas y bonitas y dichas con desenfado rebelde y rabiosamente crítico
con el sistema capitalista y cómo había que crear otro futuro, etc…
Al contrario de la Thatcher, el Sr. Sampedro, en los mencionados círculos asturianos donde la Dama de Hierro es el mismo demonio; sin embargo nuestro escritor-economista es alabado, agasajado, y elevado a los altares del idealismo social por su visión de la economía y del mundo futuro de una Humanidad liberada de los vampiros capitalistas. A mí, sin embargo, sus lindezas sobre el mundo futuro y sus críticas o profecías económicas me han parecido algo demagógicas e idealistas. Todos deseamos un mundo mejor y una riqueza más extendida y repartida para todos; eso es fácil de decir y ser visto y aplaudido como gran humanista rebelde, etc.; pero otra cosa es dar los pasos para llegar a ello de forma racional y efectiva. Ahí es donde idealistas como José Luis Sampedro en mi opinión fallan e incluso falsifican la dura realidad de este mundo por ficciones que luego han de generar futuras frustraciones y desengaños.
Al contrario de la Thatcher, el Sr. Sampedro, en los mencionados círculos asturianos donde la Dama de Hierro es el mismo demonio; sin embargo nuestro escritor-economista es alabado, agasajado, y elevado a los altares del idealismo social por su visión de la economía y del mundo futuro de una Humanidad liberada de los vampiros capitalistas. A mí, sin embargo, sus lindezas sobre el mundo futuro y sus críticas o profecías económicas me han parecido algo demagógicas e idealistas. Todos deseamos un mundo mejor y una riqueza más extendida y repartida para todos; eso es fácil de decir y ser visto y aplaudido como gran humanista rebelde, etc.; pero otra cosa es dar los pasos para llegar a ello de forma racional y efectiva. Ahí es donde idealistas como José Luis Sampedro en mi opinión fallan e incluso falsifican la dura realidad de este mundo por ficciones que luego han de generar futuras frustraciones y desengaños.
Yo creo que hemos de ver las diferentes facetas de estos
personajes con sentido más crítico y abandonar las etiquetas que nos tratan de
imponer desde intereses políticos, sindicales, ideológicos, etc. Como buenos
iconoclastas hemos de derribar todos los falsos ídolos, vengan de la tendencia
política que vengan.
Estoy bastante de acuerdo con usted, Sr. Nesalem, en los juicios críticos sobre esos tres personajes.
ResponderEliminarVilla es el paradigma de cabecilla de un lobby sindical, grupo de presión político capaz de condicionar la política asturiana, con esquemas decimonónicos del progreso económico y social. Sencillamente, la corriente liderada por el SOMA (sindicato minero asturiano de la UGT) ha supuesto una atrofia para el progreso de Asturias.
De Thatcher conozco menos en cuanto a la política interna que promovió. No era alguien que me cayese muy bien, la verdad. La veía un poco repipi y muy conservadora. No sé si el Reino Unido progresó económicamente con ella. Sí sé que era amiga de Pinochet, y eso me mosquea bastante.
Sampedro era un bendito hombre. Es muy difícil que diciendo las cosas que decía pudiera caer mal a nadie. Otra cosa es que ese buenismo es evanescente, etéreo, pura neblina, totalmente alejado de la realidad. En ese sentido, Sampedro siempre ma pareció un poco empalagoso. Es que retrataba un mundo tan feliz e irreal, que su discurso caía en lo irrelevante. Su discurso era puro azúcar, nunca me aportó nada sustancial.
Saludos,
Konstantínos
Una evaluación de los años Thatcher
ResponderEliminarhttp://www.economicshelp.org/blog/274/uk-economy/economic-impact-of-margaret-thatcher/
Sí, tener amistad con Pinochet la emborrona un tanto. Por lo menos para mí.
Hizo quizá muchas cosas buenas, lo reconozco. Pero su actitud en el tema de Irlanda del Norte fue demasiado dogmática, con un nacionalismo inglés excesivo y fanático, que costó la vida a mucha gente.
ResponderEliminarCuetu
Más sobre Maggie:
ResponderEliminarhttp://www.city-journal.org/2013/eon0412ng.html