Ya hablé en otras ocasiones del tema de Weakileaks y Anonymous. De hecho ya discutimos en este Atrio sobre ello extensamente. Mi opinión personal sobre esta gente es que son unos gamberros inteligentes cuyo objetivo es simplemente “joder por joder”. Pero de un gamberro no se puede esperar más que gamberradas. El disfrute del gamberro es hacer daño por hacer daño. Quienes piensen que de todos estos robos de información y correos de cualquier entidad pública o privada, sea de quien sea, va a crear un mundo mejor y “desenmascarar poderes ocultos” (vuelta al transfondo de la Conspiración Mundial), pues está equivocado. El gamberrete actúa en función de su placer destructivo; hoy es Stratfor (con sede en Austin, Texas), mañana puede ser otro. Lo malo es que mañana, si esta gente sigue acumulando poder destructivo, puede ser cualquiera. Hoy destruyen con apoyo de cierta progresía resentida y los medios de comunicación mercenarios y hambrientos de morbo, mañana podría ser cualquiera, usted y yo, si a ellos les place. ¿Quién los controla? Y si nadie los controla y actúan con plena arbitrariedad y al margen de cualquier ley, ¿No estamos hablando de fascismo?
Se aduce que los objetivos son la CIA, Israel, y el capitalismo mundial; entendido este, como Conspiración Global; y, es ahí, donde hay campo abonado para el apoyo de muchísimo resentimiento. Pero el resentimiento no es nada bueno a la hora de transformarse en política: el fascismo, el terrorismo más enloquecido, se basa en el simple resentimiento. La política gamberra nunca lleva a nada bueno. Es simplemente nihilismo: el goce y placer de la destrucción por la destrucción, del “joder por joder”, pero a ser posible que sea joder a Occidente, no a Irán o a Siria, o China, o Rusia, etc... La filosofía de los gamberros resentidos tipo Assange es la destrucción de Occidente. Es la destrucción a cambio de la barbarie.
Personalmente nunca me gustó la política gamberra de los extremismos. Assange da gusto tanto a la extrema derecha como a la extrema izquierda; aunque por el medio coge también a todos los entusiastas de la Conspiración Oculta. Y son muchos.