18 octubre, 2014

JOSÉ PABLO NORIEGA Y SU FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN

José Pablo Noriega de Lomas es un filósofo nacido en Langreo en 1955. Licenciado en Filosofía y Letras en 1979. Es Profesor de Secundaria desde 1986, donde imparte Humanidades. Tiene editados más de 20 ensayos y es Doctor en Filosofía desde 2011. Su filosofía se caracteriza por una reivindicación de Dios como idea fundamental de nuestra existencia, en oposición al ateísmo prevalente en la filosofía actual y pensamiento en general. José Pablo cree que sólo Dios, al cual se puede llegar tanto por la razón como por la fe, nos puede liberar de nuestras presentes angustias, confusión de valores, además de poder inspirar y dar sentido pleno a la política, la sociedad, educación, economía y moral. Hemos podido hacerle una breve entrevista sobre este asunto y es así como responde a nuestras preguntas:

Nesalem: Dios, según tu reflexión filosófica, es un absoluto que reúne todas las perfecciones, el bien, el amor, etc.; pero Dios crea el mundo que es imperfecto. ¿Cómo se explica eso? ¿Por qué lo perfecto puede dar lugar a un mundo imperfecto?

José Pablo: Se explica por la propia limitación de la finitud del mundo. Quiere ello decir que es imposible que se pueda crear una realidad perfecta con materiales que no lo son. Como el mundo está hecho de seres finitos tiene que ser imperfecto. Por nuestra parte en algún ensayo hemos hecho el camino inverso. Es decir, partiendo de la limitación del mundo por el mal hemos intentado mostrar la necesidad de Dios como Inteligencia Suprainfinita, aunque reconozcamos que siga existiendo un resto irracional para el ser humano (Véase mi ensayo Razón y Realidad).

Nesalem: El hombre puede llegar a Dios, según tú, a través de la razón y a través
también de la revelación. Si hay razones suficientes para creer en Dios, ¿qué impide que muchísima gente racional y racionalista hoy día no acaben de ver o reconocer dichas pruebas, sino más bien todo lo contrario?

José Pablo: Demostrar la existencia de Dios ha sido una tarea permanente de la filosofía y, posiblemente, las pruebas presentadas necesiten una nueva formulación. Ello no significa reconocer que la contraargumentación de la crítica sea concluyente, porque siempre ha sido posible una crítica de la crítica, como así ha sido hecho, por ejemplo desde el neotomismo. Por otra parte, también cabe orientar el esfuerzo hacia la elaboración de nuevos argumentos. Quizá ello sea una taerea pendiente de la filosofía creyente, la que verdaderamente aboga por la razonalización de lo real, razonalización que es imposible desde el ateísmo.

Nesalem:  ¿De qué revelación hablamos? ¿De la Biblia, del Corán, del Libro de Mormón? ¿Hay una religión verdadera o son todas parte de una revelación única de un mismo Dios?

José Pablo: Estamos hablando de distintos niveles. Por una parte, de la revelación universal, que aparece en las distintas religiones. Por otra parte, de la revelación que se da en el monoteísmo. Por último, en la revelación cristiana del Dios del Amor. Todas ellas son auténticas revelaciones que se anticipan a conclusiones de la filosofía perenne, que tiene que reconocerlas. No hay incompatibilidad esencial entre religión y filosofía, sino complementariedad.

Nesalem: Contrariamente al pensamiento ateo y agnóstico donde la religión ha quedado relegada al mundo subjetivo de las creencias y, por lo tanto, separada del Estado; tú, sin embargo, crees que la religión debería tener un papel inspirador y regulador de la moral pública, de la política, del arte, de la educación, etc. ¿Qué modelo religioso habría de servir de referencia y cómo se podría llegar a este modelo?

José Pablo: No consideramos la religión pública incompatible con el respeto a las libertades. Entendemos que puede existir un estado que reconozca y promocione la religión, y que al mismo tiempo exista una religión que no sea exclusivista, es decir que no sea fanática o fuente de fanatismo. Si la religión esencialmente beneficia al ser humano hay que tenerla en cuenta en todas las Humanidades.

Nesalem: Por último. En tú filosofía la religión es el único camino a la felicidad. Nos haces ver las ventajas de la creencia religiosa: con ella desaparecen las angustias y los miedos del hombre moderno y se abre un espacio de amor, de inmortalidad, de libertad responsable donde los valores morales quedan anclados en el Absoluto de Dios. ¿No crees también que la religión puede llevarnos a fanatismos, a la exclusión del infiel; a la intolerancia? ¿Cómo conjugar una sociedad civil de pensamiento libre con un Estado que promueva la religión como poder regulador de la sociedad?

José Pablo: Como decimos, no existe ninguna incompatibilidad entre la libertad de
pensamiento y la religión. la religión no es, ni tiene por qué ser fanática. Al contrario, pensamos que en un correcto entendimiento de las virtudes centrales de la religión en lugar de promover el fanatismo, lo que hace es promocionar la comprensión y la fraternidad. En el caso del cristianismo la misericordia o caridad ofrece la posibilidad de un desarrollo político que desborda la mera tolerancia y nos permite constituirnos como una fraternidad dialógica. Esto se hace desbordando la voluntad dogmática y la mera tolerancia en la búsqueda de acuerdos generales en las premisas, que no se manifiesta como mero consenso. Es decir que por su misma constitución las religiones tienen la capacidad de ser máxima expresión de libertad, más si se liberan de sus adherencias dogmáticas.


17 comentarios:

  1. Nada nuevo bajo el sol.

    Pedrosa Latas

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  2. Dios es una idea imposible. No se puede hablar de lo que no se puede pensar.

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  3. Bueno. La idea de Dios hay que empezar a verla desde el lado físico-corporal y anímico de la persona, para luego llegar a racionalizarla o teologizarla de alguna manera. Me explico.
    ¿A usted le va bien la idea de Dios en su mente? ¿Le hace la idea de Dios vivir mejor, más alegre, más centrado en su trabajo y realización diaria? Oiga, pues esa idea para usted es real, es positiva, es reforzadora de lo bueno y creativo de su ser. Usted debe de creer en Dios y cultivar su fe con esmero. Déjese de historias ateas o agnósticas que a usted eso le va a perjudicar mucho. No está hecho usted para la pura inmanencia atea. Escuche a los ateos, pero sepa que usted tiene otra madera. Sería un infeliz como ateo.
    O viceversa, hay gente que necesita ser atea para ser feliz y les va bien y nunca podrían creer en Dios y ser religiosos. Pues oiga, si usted es ateo séalo con orgullo y decencia y respeto a los que creen.
    Pero oiga, si usted cree en Dios y me empieza a hacer creer que su verdad es la única verdad para todo el mundo y que quienes no creen que se preparen porque se les va a dar hasta por el forro en esta vida y o en la otra; y que para ser creyente hay que tratar de convertir a toda la sociedad y hacer el mundo para Dios y esas cosas, entonces párese un momento a meditar sino está usted cayendo en la obsesión fanática que tiene más que ver con usted, con su neurosis, que con Dios. Lo mismo para esos ateos que intentan "destruir" la creencia en Dios por todos los medios y de forma militante.
    Nadie está capacitado para juzgar a la gente en cuanto a sus creencias y necesidad de ellas o ausencia de ellas; pero si estamos obligados a poner el freno a mucho fanático de todo tipo que si por ellos fuera nos meterían la religión o el ateísmo hasta las cachas. Es decir: si estamos obligados a juzgar conductas destructivas, opresivas; antidemocráticas.

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  4. Cada persona somos un cúmulo de cosas que nunca logramos descifrar ni sentir como propias, como territorios controlados a satisfacción. Cada persona está atravesada por muchas tensiones e intensidades que circulan por nuestros órganos, nuestras vísceras, nuestras articulaciones. Estructuras y circuitos que se estructuran y estructuras que fluyen. Tensiones, emociones, calma, sosiego. Cada territorio o escena o contexto en la vida nos hacer ser de una forma, nos sitúa en puntos de diferentes espectros que se mueven en intensidad con mayor o menor fuerza. ¿Nos movemos o nos mueven? ¿O se mueve? ¿Cada uno de nosotros un "ELLO se mueve, vive, enferma, está contento, está triste?" Concatenación de encuentros.
    En algunos de nosotros la idea de Dios es una idea bienvenida, pero una idea más que nos coloca en la tesitura de carencia. Ante Dios carecemos de todo. Carecemos de perfección, carecemos de bondad, carecemos de poder, de amor, de esto y lo otro. Ante Dios somos criaturas sin, carentes, faltos de, incompletos, defectuosos. Es un Significante que nos somete a un significado de ordenamiento moral, de sentido: por ahí no, por ahí sí. Y si carecemos nos sentimos necesitados, queremos que Dios nos dé lo que nos falta y si no somos buenos nos puede castigar, etc...Y al ser Dios creador Todopoderosos alcanza su reino toda la vida: Su Reino es en la Tierra como en los Cielos.
    Si quitamos a Dios como idea reguladora o concepto central o significante dominante, entonces ya no carecemos de nada y somos lo que somos: un ello que vive y vive como puede y sobrevive y busca placer y mayor felicidad como por instinto animal, pero también un vivir puesto a crítica, razonado, cribado por una razón y sentido común. Si Dios falta el poder no desaparece; se puede también concentrar y determinar y abusar e imponer, y explotar, y obedecer, etc. bajo otras formas y estructuras. El Estado puede sustituir a Dios y el estado también nos enfrenta a la carencia como ciudadanos siempre incompletos y para cubrir imperfecciones hay que dar al estado nuestra sangre y energía para que Este la distribuya entre la comunidad de ciudadanos. Trascendencia del Estado. Nuevo Dios, nuevos Dioses. Nuevos Padres de Grandes Familias. Ante los padres tenemos miedo, carecemos de tantas cosas; nos puede castigar....
    ¿Y si no careciésemos de nada? ¿Y si somos lo que somos porque sí? No, gracias: soy lo que soy y no carezco de nada: tan sólo déjeme ser. Oh! Satán, apártate de mí!!!

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  5. El mismo significante que nos crea la carencia nos crea al mismo tiempo la plenitud y perfección en un doble movimiento. Quien carece necesita plenitud, perfección, progreso hacia lo mejor. Los Grandes Significantes de las grandes ideologías nos producen la carencia y la plenitud al mismo tiempo. Nos construyen ya desde un principio como seres que han de adecuarse a su modelo de plenitud. Acusan los marxistas y los ateos en general a las personas religiosas de hacer del hombre un ser atrapado en la falsa ideología de Dios y así vivir una falsa vida de engaño y alienación. Los espíritus religiosos se miran a un espejo que los deforma y les hace víctimas de una gran carencia que produce una fuerte culpabilidad y por tanto necesaria reconciliación con su Dios a través de una moral imposible. Nos miramos al espejo de la perfección, del Padre Perfecto, para sentirnos carentes y así con esa culpabilidad entregarnos a la alienación religiosa como práctica y camino hacia ella.
    Pero eso mismo ocurre con el marxismo. Se mira la persona oprimida en el espejo de un mundo sin opresión y ve su carencia que ha de llenar con política marxista. La lucha de clases es el medio por el cual ha de conseguir la reconciliación con un mundo emancipado. No queda más camino que la entrega a la política de partido, de sindicato, de movimiento popular, y así situarse en el camino correcto de la perfección. Todo ello conlleva una ética, una moral política, etc.
    Pero eso también afecta a todo tipo de ideología que no sea de izquierdas. Necesitamos mirarnos en los espejos de una moral decente, de una nación ordenada y disciplinada; de unos principios inviolables de patriotismo, de respeto a la ley y la propiedad privada; de la religión, etc. Y si nos reflejamos bien veremos nuestras carencias y nuestra necesidad del partido correcto, de Estado fuerte, de gobierno justo que sabe impartir justicia; de lealtad a líderes eficaces y clarividentes que nos conducen a donde hemos de ir, etc.
    O con la misma razón; si nos miramos en el espejo de la razón empezamos a construir un mundo mejor. Carecemos de razón, somos seres irracionales.
    ¿Cómo salir de este dilema de la Carencia como metafísica?
    El protestantismo tiene la idea de absoluta carencia y la absoluta carencia lleva a la gracia absoluta como único medio de satisfacer la absoluta carencia. Si la gracia satisface y justifica la absoluta carencia entonces ya no hay deuda posible con nadie. El ser protestante incluye el ser libre y justificado de toda carencia. Estamos en un presente libre de carencias. Vaya. Qué gran descubrimiento. ¿A qué conduce la vida de la gracia?

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  6. Bueno, me refiero al protestantismo en "esencia". Mucho protestantismo actual ya se ve también comprometido con la carencia a completar con "obras" de perfección. Una religión más subdividida en muchas iglesias que aspiran a la plenitud moral a través de la obediencia.

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  7. El cristianismo paulino ya se ve atravesado por el dilema de la carencia y la plenitud. La carencia o el pecado en Pablo es absoluta. Nos miramos al espejo de la Ley y nos vemos imperfectos, carentes de todo. Sólo la gracia que emana del sacrificio de la cruz nos puede reconciliar con Dios. No por obras se puede ya llenar ninguna carencia, ni aspirar a mérito alguno ante Dios. No hay ninguna deuda con Dios una vez se vive bajo la gracia. El cristiano, en un nivel ontológico, sería entonces una persona libre de todo castigo, libre de toda carencia ontológica en relación con Dios. Esa es la liberación cristiana según el paradigma paulino. La Deuda queda cancelada.
    El yo cristiano entonces vive bajo el reino de la gracia, no bajo la ley o la Torá.
    Siempre a un nivel ontológico: La consecuencia de vivir bajo la gracia es la absoluta libertad y el pleno convencimiento de estar libre de culpa ante Dios. Y en consecuencia también la vida de un creyente cristiano es una vida de plena clarividencia de lo que está bien y lo que está mal y de actuación en el mundo con plena corrección ético-moral.
    Pero a nivel existencial el cristiano sigue viviendo como un ser humano en el mundo, con sus equivocaciones; con sus confusiones morales; con su conciencia de carencia, con su sentido de culpabilidad. Y diríamos también: con su continua apelación a la gracia de Dios para poder cubrir, llenar, superar; e incluso expiar sus defectos, sus equivocaciones y equívocos; sus tentaciones, etc.
    Este es también el desgarre existencial de Pablo. Por un lado la explícita declaración de fe en Gálatas: radical y absoluta salvación a través de Cristo. Absoluta justificación ante Dios. Pero más tarde, por otra, el contínuo conflicto con el pecado, la carne: la carencia.
    En teoría los salvados y los que viven bajo el reino de la gracia no deberían de sentir más culpabilidad, más duda, más desasosiego e inseguridad, tampoco habría lugar a equívocos morales, ya que entonces ¿dónde está la diferencia respecto al judaísmo u otras religiones si volvemos a vivir en los mismos territorios de diaria incertidumbre, vigilancia y compensación?
    Pronto surgió el antinomismo gnóstico, y en el mismo Pablo ya está instalado, y la vida de la gracia ya es plena en el neumático, no así en el espiritual o el terrenal.
    Y pronto evolucionó el cristianismo hacia una religión institucionalizada con un creyente siempre en deuda con Dios y para con Dios a través de la Iglesia y la administración de sus sacramentos a través de sus sacerdotes. La carencia se volvía a instalar con todas las de la ley.
    Vuelve el protestantismo a reactivar el cristianismo paulino a través de sus textos y vuelve así mismo el dilema entre el nivel ontológico de la salvación y el nivel existencial.
    Podríamos decir que el protestantismo se mueve en un espectro que va, desde el polo de la absoluta seguridad de salvación por gracia y sin obras; y, por otro, la contribución del creyente a través de su libre decisión a permanecer en esa vida de gracia. Ese es el dilema del protestantismo desde su inicio con la Reforma. Se han añadido muchos más dilemas en su choque con la crítica textual de la Biblia, etc...Nos paramos aquí.

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  8. Puntualizaciones.

    1.- La virtud de la misericordia dialógica debe aplicarse al diálogo ecuménico y al diálogo interrreligioso, lo mismo que la misericordia política a la vida política-

    2- Hemos intentado renovar la argumentación sobre Dios: o, al menos, poner algunos aspectos al día.

    3.-. Dios no es que valga para algunos y no a otros. No es un problema subjetivo, sino que siendo el hombre como objetivamente es está llamado a sentir su plenitud en Dios.

    4.- Lo que se llama la carencia no nos lo inventamos sino que está en la constitución antropológica. El ser humano es objetivamente de una manera, ontológicamente, y no puede evitarlo.

    José Pablo Noriega

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  9. Yo creo que el mejor diálogo ecuménico que puede darse es el respeto mutuo entre las religiones dentro de un marco civil democrático. La búsqueda de territorios comunes entre diferentes religiones ya es más problemático. Si cada religión cree poseer una verdad objetiva absoluta o simplemente : la Verdad, pues el único territorio común entre personas de diferentes religiones es la vida diaria y cotidiana con sus quehaceres y comunes preocupaciones. Los asuntos religiosos quedan relegados a la vida de cada iglesia y eso es lo mejor que puede ocurrir.

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  10. Lo opuesto a esto es Irán, Arabia Saudí, la España Nacional-Católica, etc. Una religión que esté abierta a la comprensión de otras religiones no puede vivir o sustentar un régimen de tal tipo.

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  11. Si el asunto de Dios se hace una necesidad objetiva por ser Dios un ente aprehensible por la razón, entonces no hay más solución que replegarse a ese Dios objetivable; y, si objetivable también es Dios como territorio común indiscutible de los seres humanos. Quien adolece de tal Dios por ignorancia, por resultarle inalcanzable por la razón, por soberbia, por orgullo, por tener ideas equívocas y equivocadas sobre Él; obviamente, bajo tal planteamiento; toda esta gente vive una vida carente de objetivo real, de irracionalidad, de separación de Dios que puede ser equivalente a una ceguera existencial de consecuencias morales perturbadoras y hasta destructivas, etc.
    Pero supongamos que yo soy una persona que dándome cuenta de mi carencia espiritual, he reflexionado y me pongo a buscar a Dios, a una Razón irrevocable, unívoca, que me dé sentido absoluto tanto interno como externo. Mi primer problema es la terrible dificultad de encontrar a Dios como objeto. Dios como un algo que yo pueda delimitar, definir, demostrar. Dios como un algo que pasa de lo indeterminable a lo transparente y visible y adecuado a mi mente; pero no sólo a mi mente; sino a la mente de todo aquel que quiera razonar y descubrir razones objetivas indubitables e irrefutables.
    Evidentemente, Dios, el Dios monoteísta, es una idea que viene dada por textos y tradiciones milenarias más tarde recodificados como revelación canónica, pero todo ello me viene dado como productos históricos; es decir: productos de tradiciones de pueblos concretos, que más tarde se reinterpretan en función de cambios sociales o relaciones de poder: no es lo mismo el Dios hebreo tribal que compite con otros dioses que el Dios único de los profetas; o el Dios de Israel como nación; o el Dios cristiano del imperio Romano, etc, etc. No hablemos ya de los dioses animistas, de los dioses politeístas, etc. Resumiendo: el dios objetivo, externo a mí subjetividad; el Dios territorio común a toda la humanidad, sino en acto sí en potencia de todas maneras; ese Dios es sumamente complicado llegar a objetivarlo a través de una razón común universal; por no decir imposible. Ese Algo se nos escapa, se nos diluye y difumina en todo tipo de subjetividades: culturales, idiosincráticas, tribales; subjetividades feudales, católico-protestantes burguesas. No mencionemos también el Islam y sus modalidades. Es un Algo que se disemina de modo inexorable como objeto de razón o de ciencia. Y se disemina de forma tal que tan sólo cobra vida como símbolo potente, o imagen potente; en LA SUBJETIVIDAD DE LAS PERSONAS.
    Ese fue el mérito de Lutero y Calvino. Romper con el Dios objetivo, de formas sacramentales palpables y materiales; el Dios reificable y administrable; y, transformarlo en el Dios de las personas; el Dios que habita en la subjetividad de las personas en PRIMER LUGAR.
    He ahí lo que yo llamaría la REVOLUCIÓN PROTESTANTE en la sociedad occidental. Otra cosa es los repliegues a que se vio sometido el protestantismo una vez se constituye como religión oficial de Estados, como sustentador así mismo de nuevos poderes económicos y desarrollos políticos. Pero jamás el protestantismo pudo definirse ya como una única iglesia jerarquizada capaz de imponerse unilateralmente a nadie. Esa desterritoralización de la subjetividad humana se puede reterritorializar de muchas maneras dentro del sistema capitalista-democrático-liberal; pero jamás se ha podido ya reducirlo a una sóla lectura o Interpretación. Gracias a Dios.

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  12. Es curioso: Pablo descubre la absoluta libertad en Cristo. Lutero redescubre tal libertad. Pero ambos no saben qué hacer con esa libertad. Tanto uno como otro intentan que esa libertad sea lo más vigilada y controlable posible. En una palabra: tienen miedo a la libertad en Cristo. Vuelven a prohibir, a condenar, a imponer normas morales por si las moscas; por si los liberados en Cristo no supieran darse cuenta de su libertad y de su gracia. En una palabra: como si no estuvieren tan seguros de que esa libertad en realidad funcione como tal libertad absoluta.
    Perdonad mi reflexión si ofende a alguien.

    UN PROTESTANTE OCULTO

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  13. Como bien dice Nesalem arriba, los gnósticos decidieron aceptar esa libertad literalmente. Tomaron-muchos de ellos-la postura antinómica. Venían a decir: si somos libres en Cristo no necesitamos ya de nadie que nos diga lo que tenemos que hacer. Obviamente, esa postura fue condenada con rabia y sin compasión.

    PROTESTANTE OCULTO

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  14. Queda reflexionar sobre la opción calvinista radical. La Voluntad Soberana de Dios, la única voluntad libre incondicionada y omnipotente en el pleno sentido de la palabra. Razón e irracionalidad quedan comprendidas en su plan de salvación. El mal y el bien (o lo malo y lo bueno) quedan supeditados a su voluntad ya que en todo momento puede destruir aquello que no entre en su libre voluntad. El calvinismo radical ha sido desprestigiado y relegado de las discusiones "serias" y responsables de la teología, pero hay algo ..... en ese calvinismo que ...

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  15. El calvinismo radical es simple: la vida es dura y hay que lucharla, pero por razones inexplicables uno se empeña en levantarse mirando siempre hacia un adelante de infinita obstinación.

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  16. UNA CUESTIÓN PREVIA:

    Antes de comenzar un diálogo o reflexión sobre creencia en Dios o dioses, gozo de creer, fe y otras cosas relacionadas con las religiones y la experiencia religiosa, sería bueno tomar nota de los datos científicos que ofrece este articulo. Creo que toda reflexión sobre religión debe empezar por aquí.

    http://www.tendencias21.net/Espiriteria-Como-produce-el-cerebro-experiencias-religiosas-y-misticas_a30969.html

    De nada.

    Cuetu

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  17. Nuevas puntualizaciones.

    1- No defendemos un sistema sin libertades. Por tanto nadie está hablando de Irán o algo parecido.
    2. No decimos que Dios es objetivable, ni que la fe deje de jugar su papel, pero sí creemos que en el discurso sobre Dios la razón tiene su papel. El filósofo trabaja con la razón.

    Pablo Noriega

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