28 mayo, 2025

CAMBIAR EL DESTINO (LA PREDESTINACIÓN PROTESTANTE)

 Texto de Slavoj Zizek sacado de “Menos que Nada: Hegel y la sombra del materialismo dialéctico”, ( pp 237-238) Akal. Madrid 2015.

Lo que resuena directamente en esta temática es, desde luego, el motivo protestante de la predestinación: lejos de ser un motivo teológico reaccionario, la predestinación es un elemento clave de la teoría materialista del sentido, bajo la condición de que lo leamos siguiendo la oposición deleuziana (Giles Deleuze) entre lo virtual y lo realmente existente. Es decir, la predestinación no significa que nuestro destino esté sellado en un texto real que existe desde la eternidad en la mente divina; la textura que nos predestina pertenece al pasado eterno y puramente virtual, que como tal puede reescribirse retroactivamente mediante nuestros actos. En la predestinación, el destino se sustancializa en una decisión que precede al proceso, de modo que la tarea de las actividades del individuo no es constituir performativamente su destino, sino descubrir (o a divinar) su destino preexistente. Lo que queda así oculto es la transformación dialéctica de la contingencia en necesidad, es decir, el modo en que el resultado de un proceso contingente adopta la apariencia de necesidad: las cosas, retroactivamente, “habrían sido” necesarias.


Este podría ser el significado último de la encarnación de Cristo en toda su singularidad: es un ‘acto’ que cambia radicalmente nuestro destino. Antes de Cristo , estábamos determinados por el Destino, atrapados en el ciclo de pecar y pagar por los pecados; pero el borrón y cuenta nueva que Cristo realiza sobre nuestros pecados pasados significa precisamente que su sacrificio cambia nuestro pasado virtual y, por consiguiente nos hace libres. Cuando Deleuze escribe que “mi herida existía antes de mí; nací para encarnarla”, ¿no es esta una variación del tema de gato de Cheshire y su sonrisa en “Alicia en el país de las maravillas” (el gato nació para encarnar su sonrisa), y una fórmula perfecta para el sacrificio de Cristo? Cristo nació para encarnar su herida, para ser crucificado. El problema está en la lectura teleológica literal de esta proposición: como si las acciones de una persona meramente hicieran real su destino atemporal eterno, inscrito en su idea virtual:

“La única tarea real del César es llegar a ser digno de los acontecimientos creados para que él los encarnara. Amor fati. Lo que César hace realmente no añade nada a lo que él es virtualmente. Cuando César cruza realmente el Rubicón esto no implica ninguna deliberación o elección, puesto que es simplemente parte de la expresión completa e inmediata de “cesaridad”, simplemente <despliega algo que fue reunido  para todos los tiempos en el concepto de César>.” (cita de Peter Hallward “Out of the World”, p. 139)

19 comentarios:

  1. ZIZEK Y LA PREDESTINACIÓN PROTESTANTE (II)

    La lección que debe de extraerse de la paradoja del protestantismo (como es posible que una religión que predica la predestinación impulsara el capitalismo, la mayor explosión de actividad y libertad humana en la historia) es que la libertad no es una necesidad aprehendida (la vulgata desde Spinoza a Hegel y los marxistas tradicionales) ni necesidad ignorada (la tesis de las ciencias cognitivas y neurológicas; la libertad es una "ilusión del usuario" de nuestra consciencia, que es inconsciente de los procesos bio-neuronales que la determinan), sino 'una Necesidad que es presupuesta y/como desconocida/incognoscible'. Sabemos que todo está predeterminado, pero no sabemos 'lo que está predeterminado en' nuestro destino, y es esta incertidumbre la que impulsa nuestra incesante actividad.
    (Zizek, Ibid. p. 240, 241)

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  2. LA CASA

    Nos dirigíamos a la casa del bosque, pero la casa se alejaba cada vez más. A medida que nos íbamos acercando, el camino volvía a hacerse más largo. Llegaba a ser agotador. Sin embargo la casa seguía allí cerca, entre árboles y un prado verde. Habíamos salido de la ciudad hacía seis horas, pero parecía que habían pasado semanas. La casa ahora estaba situada en la cima de una pequeña colina. No tenía ningún sentido que la misma casa estuviese ahora en la cima de una colina. Tampoco tenía sentido que estuviésemos allí caminando por el bosque en dirección a la casa. Nos había empujado la idea de formar una pequeña comunidad con algunas familias que vivían desparramadas por la comarca. La casa era el centro de encuentro de esas familias y ahora recuerdo la razón del porqué teníamos empeño en llegar a ella. La idea era formar una comunidad, vivir en comunidad el tiempo que fuese, el tiempo que durase. Había salido de la ciudad con tres amigos, mi mujer, mis dos hijos y otra familia amiga de mi mujer. Sin embargo ahora solo estábamos mi mujer y mis dos hijos. No recuerdo qué bifurcación siguieron los demás. Quizás la despedida había sido triste, pero apenas recordaba. Mis dos hijos cantaban una canción muy antigua que les había enseñado el viejo Pherkal cuando estábamos en la ciudad y el viejo Pherkal cuidaba de su taberna donde servía platos de huevos con patatas fritas para los obreros de la zona. Pherkal era viudo y sabía contar muchas historias del país.

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  3. (viene de arriba)

    Seguíamos intentando llegar a la casa que ahora se encontraba en la cima de una pequeña colina. Mi mujer se empeñó en cojer un atajo que decía podría servir para subir la colina por el lado de pendiente más fácil, pues ahora la casa parecía encaramada en una montaña. Sin embargo cuanto más lejos se hacía alcanzar la casa y más encaramada se situaba, más deseo tenía de alcanzarla. Mi mujer y mis dos hijos habían cogido el atajo, pero yo seguí por el camino más frondoso que pronto quedó inmerso en lo más profundo del bosque y ahora oscurecía y de repente la casa en la cima de la pequeña montaña encendía las luces de los ventanales del piso de arriba. Era una señal de que nos estaban esperando. De que sabían de nuestra llegada. De que posiblemente ya tendrían la cena preparada en el gran salón y los flautistas ya estarían listos para tocar sus flautas. Sin embargo cada vez me sentía más fatigado y el bosque ahora se oscurecía de una manera triste y melancólica. Sentía una insoportable humedad que me hacía titiritar. Tenía que haber cogido el atajo que había anunciado mi mujer, pero no entiendo por qué no lo hice. Alguien me llama por mi nombre. La voz proviene de lo más profundo y oscuro del bosque. No tiene sentido que alguien me llame desde esas lóbregas y húmedas profundidades del bosque más remoto de la comarca. Sigo desesperado el camino que indudablemente me lleva hacia la casa y veo que la casa ya está cerca y que las ventanas arrojan luz y que los niños cantan allí dentro y que mi mujer y mis hijos han llegado, pues oigo sus voces. La casa está cada vez más cerca y es mucho más grande de lo que aparentaba y además está situada donde en un principio la habíamos visto todos los del primer grupo. Pronto estaría con la comunidad, la ansiada comunidad; todos cenando y la música de flautas animando. Corrí entonces hacia la casa, crucé el prado, y llegué. Las luces se apagaban, la oscuridad llegaba a ser siniestra, la puerta estaba abierta. Entré y vi que todo estaba en desorden, abandonado desde hacía muchísimo tiempo. Encendí mi linterna y vi las escaleras de madera que subían al primer piso. El techo estaba medio hundido, los peldaños de las escaleras medio podridos. Aquella casa solo albergaba una absoluta soledad. Quizás me había precipitado y había entrado en la casa equivocada. Es posible que la casa real que buscaba y donde mis hijos y mi mujer y todos mis amigos estarían ahora cenando y celebrando y fundando la comunidad que todos ansiábamos que estaría en la montaña, en la cima de esa montaña tan alta donde podía imaginar las apagadas luces de unas pequeñas ventanas casi pegando con las nubes que se dejaban apreciar bajo la luz de mortecina de una luna cegada por la niebla.

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  4. VAMOS A REFLEXIONAR SOBRE EL TIEMPO

    El tiempo. Quizás una magnitud de percepción. Por ejemplo, cuando miro a mi pantalla de ordenador hay un espacio sobre el cual figuran letras, símbolos, colores, una superficie delimitada del resto del mundo. Si mirase desde un punto de eternidad hacia un espacio formado también por puntos eternos, sería un todo eterno inmutable: esa mirada sería eterna. No habría cambio, ni posibilidad de concebir el cambio: sería una mismidad absoluta, de tal manera que desde esa inmanencia absoluta no se podría decir nada, predicar nada. Al ser eterno nada podría salirse de sí mismo para contemplarse desde ningún punto alternativo.
    Pero yo si puedo describir esta pantalla desde mi yo, desde una parte de mi consciencia. Y entonces describo la pantalla, le asigno predicados, propiedades, colores, textura, etc. Eso indica que hay una distancia o diferencia entre la pantalla y yo. Yo, inmerso en mi consciencia, puedo hablar sobre la pantalla como objeto en relación a un sujeto que percibe. Si la pantalla tuviese consciencia, ella también me podría describir a mí como algo diferente. Esta imposibilidad de hablar reciprocramente como sujetos el uno del otro como objetos nos hace resaltar la importancia de la consciencia.
    Es la consciencia la que percibe la diferencia, el cambio, la que actúa como sujeto respecto a un objeto. Es la consciencia la que percibe el tiempo que marca esta diferencia entre dos objetos o entes.
    Dos entes fuera de la consciencia jamás se percibirían como tales. Sería un eterno silencio sin posibilidad de registro: una eternidad muda, silenciosa. No sabríamos decir desde la consciencia humana si hay origen desde lo Uno o ya siempre es universo en proceso de diferencia y cambio pero sin consciencia que lo perciba como tiempo. Los humanos solo podemos hablar desde nuestra consciencia y como sujetos que objetivamos de diversas maneras esa realidad que se nos aparece como externa, dada.
    La consciencia ya percibe esa externalidad como tiempo, como extensión, como otro, como objeto. Pero nuestra consciencia es capaz también de mirarse a sí misma como objeto distinguido y diferenciado de otros objetos. Nos podemos ver como objetos a través de la autorreflexión. Curioso.
    Curioso porque todo este proceso de conciencia que alcanza hasta el grado de conciencia de sí misma (autorreflexión, autoconcienca), nos lleva a la pregunta clave. ¿Dónde está el punto Real/inamovible desde dónde podamos comparar todo este flujo de realidad en función de grados de autenticidad o apariencia o copia más o menos auténtica de lo Real, de grados de dependencia o autonomía respecto a esa Realidad? Y si no existe tal punto de Realidad (ser en si mismo eterno, inmutable) donde podamos compararnos y dar sentido a lo que otra manera sería un flujo o flujos de sustancias o sustancia absolutamente contingentes, sin necesidad alguna que los guíe o les determine con un sentido cualitativo de más o menos realidad o autenticidad; entonces vivimos en un universo sin más referencias y sentidos que las que la consciencia vaya construyendo en función de he aquí yo me convierto en sujeto y eso es mi objeto y la consideración de verdad o no verdad dependerá de los acuerdos intersubjetivos a los que lleguemos sobre esa realidad externa (nuestro cuerpo, nuestro cerebro, nuestra mente son también parte de tal externalidad) con la cual estamos inevitablemente en relación permanente.
    ¿Existe entonces un pasado objetivo que podamos alcanzar desde nuestro ahora-futuro-ya pasado? Ese momento nunca es objeto fijo, objetivado; es ya contingente en su ahora-futuro, absolutamente contingente, nuevo; pero es al mirar hacia atrás como pasado cuando adquiere sentido como memoria registrada, como tiempo-objeto. Y es siempre-ya desde este ahora-futuro contingente desde donde construimos el pasado y renovando ese pasado o reconstruyendo tal pasado. Hay una realidad ahí afuera, pero una realidad reconstruida por la conciencia en todo momento.

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  5. MÁS APUNTES SOBRE LA CONSCIENCIA/CONCIENCIA. LIBRES ESPECULACIONES.

    La consciencia.
    Conciencia/la nada.
    Conciencia viva, despierta/ conciencia dormida. Conciencia/inconsciencia.
    Conciencia razonable/conciencia alterada, irracional.
    Conciencia eufórica/conciencia deprimida
    Conciencia clara/conciencia confusa
    Conciencia abstracta/conciencia concreta
    Conciencia intensificada/conciencia aletargada

    ¿Desde dónde se pueden detectar estas modalidades de conciencia?
    ¿Quién/qué determina las modalidades de conciencia y en función de qué referente?
    Una conciencia fundida en la razón sería una conciencia abstracción: un parámetro ideal. Ninguna conciencia existente se funde con la razón. Entendemos también la razón moral/ética.
    ¿Por qué la conciencia puede purificarse en estado abstracto? ¿Qué hace posible el salto hacia la abstracción?
    Una conciencia triste es una conciencia de energía disminuida. Una conciencia eufórica es una conciencia intensificada. Grados de energía y de intensidad en la consciencia. La muerte es el fin de la conciencia. La conciencia pasa a grado 0. Nada.
    No hay consciencia sin signos, sin lenguaje, imágenes, manifestaciones, gestos. Una consciencia en su pura abstracción es imposible o solo una posibilidad lógica.
    La conciencia es el sustrato de toda diferencia. Es el registro de las diferencias. La consciencia implica relacion de diferencias, tensión e intensidades diferenciales. De grado 0 a 100%. Hay todo un espectro infinito de modalidades de conciencia.
    Conciencia expansiva, creativa, alegre. Conciencia triste, disminuida, infeliz.
    Conciencia indiferente, conciencia en modalidad de aburrimiento.
    Conciencia alienada/extraviada. Conciencia sensata
    Conciencia sosegada, conciencia en desasosiego.
    Conciencia melancólica, conciencia enfermiza, enferma.
    Conciencia erotizada, conciencia abúlica
    Todo este espectro de modalidades coexisten con escenarios de experiencia empírica: relaciones sociales, intersubjetivas, relaciones materiales: naturaleza, objetos, ambientes, entornos hostiles, agradables, cuerpos sanos, enfermos. Recordemos: sin signos, sin lenguajes no hay conciencia existente. Incluido el lenguaje interno aunque esa conciencia no pueda exteriorizarla.
    Si la conciencia es el registro de las diferencias, entonces la conciencia es DIFERENCIA en sí.
    ¿Desde dónde se registran las modalidades de conciencia y en función de qué? ¿Por qué no hay un equilibrio de conciencia o conciencia en equilibrio? Pura diferencia.
    ¿Por qué los grados cualitativos de conciencia? Obviamente el universo necesita de la diferencia, cambio, tiempo. Se mantiene en esa diferencia, diferenciales de intensidad/energía.
    Podemos (lógica, entendimiento) pensar/idear/imaginar una conciencia perfecta. Una conciencia omnipotente. Una conciencia moralmente pura. Una conciencia absoluta. Podemos pensar/idear, etc., una conciencia más allá de la muerte. No son consciencias existentes.
    La consciencia se nutre del ahora-futuro-pasado. El tiempo. Conciencia es tiempo. La conciencia está inmersa en el tiempo: vive el ahora-futuro y registra el pasado. Es capaz de proyectar tiempos hipotéticos, míticos, subjetivos. Expresión artística. Arte.
    Este inventario se "materializa" en experiencias concretas. Son experiencias universales, intersubjetivas.
    Se registran desde el yo particular. Desde el nosotros. El yo es la interfaz entre el cuerpo/materia y la conciencia. Los lenguajes son la relación semántica intersubjetiva.
    En su devenir la conciencia va abriéndose a la pura contingencia del ahora-futuro y registrando pasado. Mira hacia ese ya-pasado y descubre regularidades, necesidad, leyes físicas. Reconstruye ese ya-pasado en una realidad desde al ahora-futuro. Sin conciencia no hay realidad externa detectable, determinada, iterable.
    Es imposible hablar hoy día de separación ontológica entre materia y consciencia. Einstein= E=mc2 se hace extensible a todo el universo materia/consciencia o viceversa. Grados y modalidades de diferencia. Grados y modalidades de realidad. De tiempo/espacio. De energías.
    La consciencia es finita/infinita

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  6. LA ÉTICA PROTESTANTE EN RELACIÓN CON LA PREDESTINACIÓN

    El tema de la predestinación protestante presenta el problema de los signos visibles y manifiestos que puedan ser considerados como prueba ante la iglesia o asamblea de que tal creyente efectivamente muestra signos de elección. Eso serían las obras, la ética y moral en función de una vida ordenada y disciplinada, una vida frugal, también ascética en vida civil, social, familiar; cumplimiento de deberes religiosos. En consecuencia, un cristiano que cree haber sido llamado para salvación por media de la gracia gratuíta de Dios, hará todo lo posible por mostrar tal modo de vida como prueba de esa gracia. Serían los frutos inexorables de tal estado de gracia. No serían obras meritorias que el creyente podría presentar como su propio esfuerzo por ganar su salvación. O sea, : he aquí yo hago estas obras y acciones y a cambio se me cuentan como méritos a cambio de gracia y salvación que Dios me concede. Efectivamente, entonces la gracia o llamada divina estaría condicionada a mi libre voluntad; algo que se escaparía al poder y control de Dios, pues alguien que es libre, que ejerce libre albedrío; se escapa a la Voluntad divina y actúa como un ente en sí mismo con capacidad de producir sus propias ideas, voluntad, obras. Obras con valor propio que pueden intercambiarse como méritos a cambio de "gracia" y salvación.
    La predestinación protestante niega tal posibilidad. La salvación es gratuíta, es un acto de la Incondicional Voluntad de Dios que decide quién recibe tal gracia o quién no. Gracia es algo que se concede gratuitamente porque quien puede concederla decide libremente a quién darla y a cambio de nada. De lo contrario ya no sería gracia, sino mérito propio, valor propio a cambio de "gracia". Algo contradictorio.
    Este cambio de perspectiva sobre la Gracia decidida y concedida por libre decisión Divina, hace que la salvación no depende de la voluntad del llamado (su libre aceptación o denegación), sino de Dios mismo que hace posible la misma llamada y transformación espiritual del creyente. Como el acontecimiento de la salvación por medio de la gracia es un acto divino que ocurre en la subjetividad del creyente y por lo tanto es un acto invisible, espiritual; tal acontecimiento habrá de tener o marcar algunas señales visibles que lo hagan reconocible ante la iglesia o asamblea. De ahí los "frutos de la gracia" mencionados arriba.
    Tal vida en la Gracia produce una ética donde el trabajo y sus beneficios materiales se convierten en signos de elección y llamada o frutos de la misma gracia inmerecida. O sea, la prosperidad, fruto de una subjetividad o alma bendecida por Dios, es bien recibida y puesta a circular como capital y manteniendo siempre el espíritu emprendedor dentro de esa misma ética. Esa es la famosa ética protestante de Max Weber.
    Zizek la presentaba de otro modo (véase muro anterior) para ajustarla a su concepto hegeliano de "tiempo reversible o reversibilidad en la predestinación".

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  7. PARADÓJICAMENTE, EL PROTESTANTISMO DE LA PREDESTINACIÓN NOS LLEVA NECESARIAMENTE A LA UNIVERSALIDAD DE LA DEMOCRACIA MÁS RADICAL

    Ahora bien, si la predestinación protestante nos lleva a un acontecimiento radicalmente subjetivo y buscamos señales o signos objetivos que nos confirmen tal acontecimiento invisible en el creyente, entonces tenemos un problema. Los signos u obras que nos confirmarían la verdad de la posesión de la gracia Divina en un creyente se podrían también dar en un ateo. Un ser frugal, ahorrador, generoso, trabajador, disciplinado o ascético podría reclamarse a sí mismo como católico, ateo, budista, musulmán, etc. O sea, no sería exclusiva de un protestantismo calvinista todas esas manifestaciones virtuosas. No habría posibilidad de relacionar de forma directa y clara las obras con el acontecimiento interno de la Gracia. Lo cual haría que el acontecimiento radicalmente subjetivo de la llamada o elección por Dios efectuada en tal escenario interno, sería imposible de visibilizar o materializar de forma objetiva, quedaría siempre la duda. No vale que alguien nos diga: yo disfruto de la Gracia de salvación divina porque Dios me lo ha hecho saber y yo me siento llamado, me siento salvado y escogido. Tal aseveración no sería prueba alguna, ya que una declaración de ese tipo se puede efectuar en contextos de ámbito de asamblea cristiana o en cualquier otro escenario piadoso; pero cualquiera puede decir tal cosa y nadie sabría demostrar si tal experiencia profunda es verdad es mentira, a menos que se pudiese demostrar de forma evidente. Por ejemplo, cuando esa declaración de fe se hiciese, de repente, el cuerpo del creyente emitiera una luz extraña sin posibilidad de ser explicada físicamente: una luz sobrenatural o milagrosa sin ninguna duda. Pero tal cosa nunca sucede.
    Tenemos entonces un serio problema: la dimensión de la fe/gracia se produce subjetivamente, en el reino de los invisible o incorpóreo; pero sin posibilidad de materializarse ante la comunidad o sociedad de un modo absolutamente convincente a través de signos y señales. Las buenas obras del género que sean las puede también llevar a cabo cualquier persona sin necesariamente reclamar una gracia Divina o de reclamar fe; podría ser cualquier fe además de la cristiana protestante calvinista. La cristiana calvinista estaría enfocada a una ética que ya describimos enfocada en el trabajo, disciplina ascética, etc., y eso produciría sus efectos, pero no probaría de una manera directa y evidente su estado de Gracia, ya que otras personas de otras fes o incluso no-creyentes también podrían participar de tal ética como decisión individual.

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  8. (viene de arriba)

    Entonces, se produce esta paradoja: o una de dos: la llamada Divina se puede producir en cualquier individuo de forma arbitraria obedeciendo una Voluntad Divina y entonces nunca podría ser demostrada objetivamente ante ninguna comunidad: sería un acontecimiento puramente subjetivo entre Dios y el individuo (solipsismo); o todos aquellos que muestren una ética que moralmente lleve a prácticas buenas y caritativas pues habría que considerarlos, al margen de cómo se consideren o auto-identifiquen, personas tocadas por el espíritu de Dios.
    En el primer caso habría que decir que NADIE, fuera del individuo que lo reclama para sí, podría señalar o juzgar a nadie, y menos decidir, quién o quién es no es un cristiano de Gracia plena. Si este individuo muestra malas obras o es un ladrón, eso no quita que en cualquier momento inesperado podría recibir la Gracia y ser salvado. Incluso en el momento mismo de la muerte. Ese milagro o decisión milagrosa no depende de los hombres. O ese otro individuo muestra buenas obras de continuo, pero sin embargo cabe la posibilidad de no haber sido elegido como recipiente de Gracia Divina. Nadie puede saberlo. Sólo Dios y el individuo realmente llamado lo saben.
    Por tanto, bajo una perspectiva de predestinación protestante todos los individuos han de ser considerados incondicionalmente como posibles receptáculos de la Gracia Divina y nadie ni nada puede decidir cuáles son los criterios objetivos de tal elección radicalmente subjetiva. Esto nos lleva al criterio democrático universal de que todos los individuos han de ser considerados potencialmente hijos de Dios porque Dios potencialmente podría salvar a todos los humanos porque sí, por ser su Libre decisión y Voluntad. Como no sabemos de ninguna manera cuáles son los reales designios de Dios en el tiempo y en la historia, pues la Gracia Divina es un don que arbitrariamente podría ser universal, y entonces el respeto y dignidad hacia los seres humanos habría de estar basado en ese potencial de llegar a ser todos Hijos de Dios. De ahí que los valores democráticos y los derechos humanos son o habían de ser los horizontes históricos y políticos y éticos de todo buen protestante. Otra cosa es quiénes en concreto reciben la Gracia y quiénes no. Pero eso es harina de otro costal.

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  9. MÁS APUNTES SOBRE EL TIEMPO

    "Dispongo de poco tiempo", tiempo como cantidad, no cualidad. Es como decir: "dispongo de poca agua/patatas/ energía/imaginación". Cantidad contable o incontable. Es el tiempo cronométrico del que disponemos para llevar a cabo algo.
    "Que tiempos aquellos" es ya un tiempo cualitativo. Se refiere a un tiempo pasado indefinido con un afecto/efecto nostálgico, subjetivo. Parecido al "érase una vez"..
    El acopio de tiempo guardado en un saco es el tiempo acumulativo del que disponemos cronometricamente. Medible, magnitudes de cantidad, disponibilidad para tarea, distribución de tiempo de nuestra actividad...
    Aristoteles veía el cambio/tiempo como una tendencia o disposición natural de las cosas/entes a realizar su potencial (entelequia) (teleleogía).
    Platón contrastaba eternidad de las ideas con cambio/tiempo en el mundo imperfecto de las apariencias.
    Kant lo veía como una de las categorías a priori de la mente para organizar la experiencia. El único conocimiento que alcanza la razón es aquel que le permiten las categorías a priori tiempo y espacio.
    O sea, categorías trascendentales por ser coesenciales con la mente.
    Por decirlo de otra manera, tiempo y espacio no son entes externos a nosotros, sino internos, constitutivos de la mente.
    Einstein: la imposibilidad de un referente eterno/inamovible, entonces el tiempo es relativo a la posición de los sujetos/objetos...
    Para mí el tiempo (quizás influenciado por la lectura de Hegel), se experimenta desde al ahora/futuro/ahora y LUEGO miramos al pasado y lo desentrañamos
    No es que el pasado nos determine el presente como causa y efecto, sino que el presente es SIEMPRE-YA contingente y desde ese ahora-futuro-ahora que nos viene miramos a un pasado que ya siempre es recuerdo, memoria...
    O datos que vamos incorporando a la conciencia siempre ya en ahora-futuro-ahora../...
    Y podemos proyectar futuribles que también pueden tener efecto en nuestro ahora-futuro
    Por ejemplo: el fin del mundo como futurible cristianó puede condicionar o determinar nuestro ahora-futuro....
    El apocalipsis de los ecologistas nos puede mover a cambiar de hábitos aunque solo es un futurible ....
    ¿Científico? ¿Profético?
    Heidegger lo enfocaba el el dasein...El ser en el mundo...
    El ser concreto (conciencia humana)
    Y añado también "pasadibles" en forma de pasados míticos o mítico-históricos u 'orígenes" que condicionan nuestro ahora-futuro-ahora... Las religiones, las ideologías, los nacionalismos...

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  10. LA CIUDADANA AYUSO NO TIENE RAZÓN

    O sea, Ayuso considera una ofensa utilizar lenguas habladas por humanos como ella, porque cree que la lengua que habla ella debe de ser dominante en el Estado donde ella es ciudadana. Pero los humanos que hablan otras lenguas son también ciudadanos de tal estado. ¿En qué basa la ciudadana Ayuso su supremacía lingüística si tan humana es su lengua como las otras? Es increíble la arrogancia supremacista de esta señora que juzga su lengua como la lengua de uso único en un estado donde su lengua es OTRA más en dicho estado. Quien juzga su lengua superior en dicho estado pues entenderá que las otras lenguas son un obstáculo e incordio y los humanos que las hablan y las hacen valer como ella hace valer la suya, pues supongo que también serán obstáculos a reducir a la mínima expresión política.
    Obviamente este tipo de supremacismo es potencialmente violento en sí mismo. En su esencia. Esperemos que la potencia nunca llegue al acto.

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  11. TODAS LAS LENGUAS DEL MUNDO GOZAN DEL ESTATUS DE UNIVERSALIDAD HUMANA, OTRA COSA ES LA RELACIÓN DE PODER POLÍTICO EN QUE SE CONCRETAN

    Que una lengua sea oficial de un estado es una decisión política circunscrita a circunstancias concretas de relación de fuerzas entre naciones dentro del mismo estado. Que una nación concreta eleve su concepto político a una esencia del mismo estado y con ello vaya incluido el idioma particular de tal nación, no invalida el estatus de toda lengua humana que expresa universalidad como tal. O sea, todas las lenguas expresan una universalidad humana que luego se concreta en lenguas particulares. Ninguna lengua es superior a otra en cuanto a su capacidad de articular o expresar la experiencia humana en su contexto concreto. Otra cosa son las circunstancias políticas de relación de fuerza y poder que hacen que ciertas lenguas sean reducidas a un sub-estatus por dominio de otras que reclaman para sí la única universalidad humana en un territorio. Pero a eso lo llamamos opresión lingüística o discriminación supremacista que trata de ejercer una lengua sobre otra en base a mayor o menor poder político y violencia potencial.

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  12. ¡VAYA BROMA!

    ¿Qué es el presente? No hay más que un ahora que ya pasa a ser pasado al instante, mientras irrumpe el devenir y vuelta al ahora ya pasado, etc...
    Solo existe presente como un referirse a los momentos cotidianos de un modo informal, banal o utilitario...
    Pero no existe como tal....
    A veces pienso que esto de vivir en este planeta es una broma un tanto pesada para disfrute (¿sádico?) de algún (-os) diosecillo (-s) jugando con potentes aparatos de realidad virtual inconcebibles para nuestra pobre imaginación.
    Es impresionante cuando nos vemos a distancia y observamos un cuerpo biológico con una conciencia pensante dentro invisible y traspasados por un lenguaje ya elaborado por generaciones atrás...
    Es increíble. No paramos de buscar explicaciones tratando de curarnos de la pesadilla de la historia y bla, bla, bla.
    Sigo mañana. Pasen ustedes un buena noche y mañana echaremos más ingenio a la cosa. Pues esto de existir en este planeta SE LAS TRAE!!!!

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  13. EL VIEJO ME PAGÓ LA COCA COLA ZERO

    Ayer me encontré con el viejo de la taberna del barrio y me dijo que la gente ha de vivir con las ideas más simples porque si cada vez que se levantan de la cama tuviesen que considerar las complejidades de la vida, ni tan siquiera se levantarían de la cama. Así que mejor obedecer al sentido común, creer en lo que dice la radio o la tele aunque sospechas que la mayor parte son medio verdades, y a seguir trabajando y sobreviviendo como mejor se pueda. A la gente que piensa muchas cosas no les va tan bien como dicen, salvo que sean técnicos que saben tratar con las máquinas. De otra manera acabas siendo un loco con la máquina a contracorriente y gastando energías en fricciones innecesarias.
    El viejo acabó su segundo vaso de vino y siguió perorando. Somos mecánicos que hacemos máquinas y funcionamos como máquinas. Fuera de eso es buscarte líos sin sentido. Así que la gente que sabe que vivimos en una gran máquina con submáquinas de muchos tipos pues viven mejor, más adaptados. Se hacen máquinas y si alguna pieza no funciona bien pues se la reemplaza y se pone otra o se engrasan los aparatos para que no se oxiden. Cuando se oxidan o se rompen pues hay que ir a los talleres-hospitales o talleres-residencias o manicomios de diversos tipos.
    Después de beber su tercer vaso de vino tinto el viejo continuó: Mucha gente quiere que el estado sea la gran máquina a la que enchufarse y no preocuparse de nada más. Ser un ciudadano obediente pretendiendo que no lo eres es mejor que andar por ahí perdido haciendo de héroe patético que a fin de cuentas buscas vivir lo mejor posible tratando a veces de convencer al mundo que el mundo es aquello que no alcanzamos nunca a ser. O lo mejor es no pretender nada más que vivir al día sin darle mucho al tarro.
    Un amigo mío--decía el viejo-- siempre me respondía con mala leche cuando le planteaba preguntas que desmontaban sus ideas simplonas--, y me decía que maldita la gente que piensa demasiado, pues todo lo complican para nada. Con lo bien que se está ajustado a la máquina de cada cual con las ideas ya fijas y asentadas. Pasiones las justas y que sean motivadas por cosas que comprendas sin mucha complicación. El viejo ahora se reía ya un poco pedo.
    El viejo decía que los libros, el arte y las diversiones son máquinas de diferentes tipos a las que nos enchufamos para recargar energías. Cuando los cuerpos se cargan de energía pues hay que descargarla de mil formas y maneras. El sexo es esa energía que hay que descargar sin crear problemas, dentro de los límites civilizados públicos o privados. También el gusto por el comer necesita de nuevos estímulos para obtener placer bucal. Y así todo.
    El mundo--decía el viejo-- es una gran máquina dentro de otras máquinas cada vez más invisibles, pero sin dejar de ser máquinas que funcionan. Fuera de las máquinas no hay nada.
    El viejo me pagó la coca cola zero, él acabó su botella de vino y cada uno se fue por su sitio.

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  14. THE UNENDING HUMAN QUANDARY

    Any innocent victim shows the failure of humanity. Most modern states are founded on innocent blood. Most modern utopias ended up in the massive killing of innocent people. I don’t see the way out to this quandary. Any political project suggested in theory ends up being forced into killing innocent people on the way. Being human is living this double-binding between good intentions or abstract ideal worlds, and the sheer reality of the human condition based on power relations. Personally I don’t see the way out. Today is the Palestinian-Israeli’s question, or the Russian and Ukrainian war or the millions being displaced in Sudan dying of starvation and in silence. The tragedy of Syria with millions tortured and killed with the Assad regime. Not to mention the many dictatorships holding power at any cost at this moment. My only way out besides moral indignation in the abstract, is to go into the real reasons behind the conflicts, but once you go into the real reasons you realize there’s no way out. There will always be innocent people killed in order to implement your solutions. And remember: only one innocent person being killed shows the failure of humanity. Moral indignation shows we keep a light of hope alive and that is good, but behind the mask there’s the totalitarian temptation, the mirage of an ideal world forced into a reality that never fits into the model. In spite of that we think human rights and justice should be the beacon in our lives.

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  15. EL ALERGÓLOGO Y DIOS

    El alergólogo me hizo una receta y me dijo que tomase esas pastillas. Que valían para todo. Eran unas pastillas universales que curaban todo tipo de enfermedad. Incluida la alergia al vivir. Las fui tomando y poco a poco me fui liberando de la alergia a la vida. Eran unas pastillas ontológicas. Curaban al ser como ser. O sea, al alma. Y como el alma respondía a unas reacciones químicas determinadas del cuerpo, pues empecé a confiar en esas pastillas.
    Pero también había que considerar qué fue lo que había producido aquellas reacciones químicas en el cuerpo y como el cuerpo no se puede comprender sin verlo integrado en el ambiente en que se mueve, y entonces habría que indagar en el ambiente social, familiar, natural, el aire, la luz solar, quizás el mismo sol; las estrellas y astros y su influjo; la historia heredada, los volcanes y sus gases arrojados a la atmósfera, etc. O sea, los factores causantes de mi alergia a la vida estaban en la vida misma, en su infinito.
    ¿Estamos entonces absolutamente determinados por factores nunca comprendidos en su concatenación de causas y efectos o efectos/causas no importa la dirección que tomes en el tiempo y que no hay nadie ni nada que esté situado en un punto fijo fuera del tiempo o del cambio y que se pueda decir: he aquí esto es bueno o malo en sí mismo? Tan solo se puede decir esto me duele, esto me hace sufrir, esto me hace feliz, esto me acongoja, esto me mete miedo, esto me hace cosquillas o me da placer, pero entonces tan solo seríamos una intensidad o diferencial de intensidades que en un momento dado formaríamos cuerpos que jamás dejarían esa condición de intensidades a más o menos velocidades y eso haría la dureza, la textura, los tejidos, los flujos, las células como mecanísmos biológicos autoregulados. Así mismo se producirían los deseos y los objetos imaginarios de satisfacción parcial, siempre parcial.
    Y cuando se llegasen a interrumpir los flujos, o disminuir su velocidad y se llegasen a atascar sus intensidades, o se formaren cortocircuitos, ¿entonces enfermarímos, o sufrirímos, o nos volveríamos locos, agresivos, o lentos, torpes y hasta catatónicos?
    Todo cobraría un sentido lógico y de razón si hubiese tan siquiera un punto de eternidad fuera del tiempo desde donde ver las cosas desde AFUERA, desde su EXTERIORIDAD absoluta.
    Pero eso que debería haber sido Dios, nunca se ha dado más que a través de las mismas intensidades y velocidades de flujos y reflujos y cortocircuitos y locuras mentales y creacciones sublimes junto con destrucciones y masacres horribles como ha sido casi toda la historia. Dios ha sido una idea. Una idea de algo/alguien situado fuera del tiempo, punto eterno desde donde supuestamente se produce sentido y valores morales.
    ¿Cómo puede surgir esa idea desde la más absoluta inmanencia descrita arriba? ¿Somos creación y pensamos inevitablemente en nuestro Creador?
    El alergólogo me había dado esas pastillas suyas ontológicas y mi alma se iba curando, ordenando, estabilizando. Era más fácil imaginarse un creador y un Origen que ser un no-ser envuelto en torbellinos de energía, velocidades e intensidades bajo un continuado vértigo hacia el abismo de la no-existencia o simplemente muerte. Habría que recurrir al simbolismo de la religión y descifrarlo de otra manera más creativa y centrada. Las pastillas ontológicas del alergólogo cada vez me iban haciendo un buen efecto.

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  16. PERSIGUIENDO RATONES

    A las tres de la mañana escuché ruidos como de ratones royendo madera o algún objeto. Me levanté de la cama y fui directamente a la cocina que era desde donde venían los ruidos. Me di cuenta que tales ruidos venían del interior de una oquedad que estaba tapada por una rejilla. Quité la rejilla y asomé la cabeza para ver de dónde diablos venía el ruido. La oquedad era más profundo de lo que yo creía. Cogí una linterna y me fui metiendo por el agujero. Mi cuerpo, apretándome un poco, cabía por el agujero. Una vez dentro seguía oyendo a los roedores, pero ahora el ruido de dientes parecía venir de bastante más lejos. Seguí por una especie de túnel muy estrecho con la idea de atrapar a los roedores y poner punto y final a aquella pesadilla que me quitaba el sueño. La verdad es que nunca pensé que aquella rejilla de la cocina diese a tal galería. Eché valor a la cosa y seguí por la galería. Creía asfixiarme, pero seguía y seguía sin prever cuál sería el final.
    Después de recorrer unos veinte metros a rastras y medio asfixiado, veo que hay otra rejilla por donde penetra una luz blanquecina. Sin dudarlo arrimo la cara al enrejalado y veo que va a dar a un sitio bastante iluminado, más de lo que en principio me pareció. Entonces me puse a abrir tal rejilla con las llaves haciendo de destornillador y hete aquí que sin apenas esfuerzo me introduje en otro espacio. En tal espacio brillaba el sol como si estuviese en un desierto. Era asombroso, pero había que aceptar la realidad tal como se iba presentando. Me puse de pie y efectivamente estaba saliendo a un desierto y el lugar desde el que salía era una casa típica mexicana. Me puse a observar la casa y pronto salió un señor vestido con guayabera que dirigiéndose a mí me preguntó: "¿Quién la chingada es usted? ¿De dónde sale? ¿No me estará robando las papas y el maíz que tengo almacenado en ese cuarto?"
    Yo le dije que estaba persiguiendo a unos ratones que no me dejaban dormir, pero que yo no era mexicano y venía de España que era el lugar donde estaba durmiendo. El mexicano de la guayabera se fue corriendo al interior de la casa, posiblemente a por alguna escopeta o rifle para espantarme o eliminarme. Así que eché a correr por el desierto y corrí sin parar por más de una hora. Cuando me di cuenta estaba llegando a la rivera de un río. Me puse de rodillas y bebí agua como un desesperado. Al alzar la vista divisé como una especie de poblado al otro lado del río. Tendría que cruzarlo a nado para llegar a él, pues dar la vuelta resultaría suicida. Así lo hice. No me costó mucho trabajo y llegué al poblado, pero era un poblado abandonado. Las casas eran de adobe y la maleza ya lo cubría con cierta densidad. El sol apretaba. Entonces me metí en una de las casas que parecía más acogedora para descansar un poco. Mi sorpresa fue ver que estaba llena de serpientes de cascabel guareciéndose del sol. Salí a toda pastilla y me dirigí hacia un pequeño arbolado en la falda de una colina. Al caminar acelerado di un traspié y me caí a un pozo de arena. El pozo me tragó con tanta facilidad que cuando me quise dar cuenta estaba sentado en un banco de piedra y rodeado de indios que se quedaron mirando con sorpresa mi inoportuna figura como caída del cielo. Uno de ellos, el más anciano me habló con acento mexicano:
    "¿Qué chingada está haciendo usted aquí? ¿Quién es usted? Parece un pinche gringo. ¿De dónde viene?"
    Yo les dije que estaba persiguiendo a unos ratones que no me dejaban dormir y que perdonasen mi impertinencia, pero que era verdad lo que estaba diciendo.

    (sigue abajo)

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  17. (viene de arriba)

    Los indios que parecían estar escondidos en esa sala subterránea se pusieron a reír a todo pulmón. Yo no sabía ahora qué hacer, pero al ver una puerta cerca de mí la abrí con rapidez y salí de aquella sala medio oscura con pies en polvorosa. Corrí y corrí con tanta velocidad que al cabo de un tiempo parecía haber llegado a los límites urbanos de una ciudad. Una gran ciudad a juzgar por sus rascacielos en el centro. Me fui adentrando en la ciudad y pronto caminaba por una Gran Avenida con bastante tráfico. Apenas había gente transitando. Cuando me crucé con un par de muchachos con una mochila me percaté de que hablaban inglés. Hacía calor. Creía estar soñando pero eso era imposible pues me sentía entero y verdadero y me pellizqué y sentía el pellizco en vivo. ¿Qué hacer en una ciudad desconocida y tan extensa y sin apenas transeúntes bajo un sol de justicia? La realidad se me iba presentando de esta manera y había que confrontarla tal como se me iba apareciendo, pensaba para mí. Nunca hay vuelta atrás. Si el destino te ha traído a estos parajes inesperados pues tendrás que ir descifrándolo. Encontré un parque y me puse a beber con gana. Ahora tenía hambre. No sabía qué hora era. Además estaba vestido de pijama. Yo venía de la noche de otra ciudad y país, y ahora estaba en no sabía dónde.
    De repente vi que había un grupo de hombres en una plazoleta como esperando un turno de algo. Eran mexicanos, negros y algún blanco de aspecto pobre. Me arrimé a ellos y les pregunté que qué hacían allí. Un mexicano me contestó que estaban esperando a ser recogidos por algún ranchero para trabajar en el rancho. Que si quería trabajar esta era la oportunidad. Se me quedó mirando por un segundo y me dijo:
    "Ay ni modo, ¿qué hace usted vistiendo de pijama? Como que le van a confundir con un presidiario. Voy a mi troca rápido, le voy a traer unos pantalones viejos que tengo de repuesto y se los va a poner. Si lo ve un policía ya mero lo va a arrestar, nomás. Espere."
    Ahora todo el grupo de gente allí esperando se quedó mirándome con sorpresa.
    Fue en ese momento cuando un coche patrulla de la policía de la ciudad frenó en seco y varios agentes se dirigieron a mí a toda velocidad. Me tiraron al suelo y me esposaron brutalmente. Enseguida estaba sentado en la parte trasera con rejilla de separación como si fuera un pollo listo para el matadero. El coche patrulla salió aullando con las sirenas y a toda velocidad se fueron dirigiendo al centro. No me preguntaron nada. Ni caso me hacían. Tan sólo tenían su presa y eso era lo importante.
    Una vez en la comisaría me sentaron en frente de un señor con un gran panzón y una estrella de sheriff en el pecho. Su primera pregunta fue:
    "Who the fuck are you?" Y yo le expliqué que estaba durmiendo en mi ciudad española y que me había levantado porque unos ratones estaban haciendo ruido y que ahora me veía en ese lugar sin saber por qué. El sheriff que sabía algo de español se me quedó mirando con cara de perro mastín a punto de atacar y me dijo:
    "Tú eres un puto loco de la cabeza que has matado a cinco personas hace una hora en la calle Williams. Tu robas puto banco y además has huido del presidio y te vamos a chingar en la silla eléctrica en cuanto llegue el juez". Y así fue cómo me metieron en un calabozo con un hombre que parecía un hombre-lobo medio loco y que esperaba al parecer su pronta ejecución.

    (sigue abajo)

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  18. (viene de arriba)

    Fue en ese momento que descubrí que el calabozo tenía como una tapadera de hormigón en el suelo que apenas se distinguía del suelo. También tenía una anilla metálica empotrada en una ranura. Despegué la anilla de la ranura con esfuerzo supremo. Abrí la tapadera con más fuerza aún y hete aquí un pozo profundo al cual salté sin esperanza alguna de vivir. Pronto me veía bajando y bajando a una velocidad de vértigo. Los olores eran insoportables. El tiempo se diluía en una exhalación y al cabo de una infinitud de tiempo y espacio me vi de nuevo en el túnel por donde había entrado por la rejilla de la cocina. Vi dos ratoncitos corriendo con dos trozos de pan en dirección contraria. Me dio inmensa ternura de ellos y seguí hasta volver a la entrada de la rejilla que ahora volvía a la cocina.
    Eran las tres y media de la mañana. Volví a la cama y caí dormido al momento. Nunca más me volvieron a molestar los ratones, y si metían ruido era un ruido que parecía venir del mismo cielo.

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  19. SEAMOS ABSURDOS HASTA EL ABSURDO

    El absurdo presenta el dilema que deja de ser dilema al convertirse siempre en absoluta decisión: escoja lo que escoja en esta vida ha de ser tan absurdo lo uno como lo otro. Nada tiene valor o todo tiene el mismo valor que es lo mismo. Esa sería la absoluta igualdad, la igualdad llevada a su metafísica. Sin diferencias de valor pues vale todo o todo no vale nada en ese plano de inmanencia. Imagínense subjetividades viviendo el mundo en el más puro absurdo. Es un juego mental interesante.

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