Con lo cual el sentido se hace político. No
hay sentido, al parecer, fuera de la política. La ética, la moral, lo estético,
lo religioso, lo cultural; parece todo ello subsumido en el paradigma político.
La misma economía parece no poder comprenderse fuera de la política. La misma
ciencia parece quedar englobada en el cómo y en función de qué se hace o se
investiga.
Triunfa el paradigma de lo político y abarca
todo. Religión y política son inseparables de modo explícito en el Islam
radical y no tan radical. Muchas religiones ya están dentro del juego de lo
político de modo prioritario, tanto en su versión integrista como progresista.
Y yo me pregunto.
¿Por qué ha de ser el paradigma político el
modo dominante? ¿Por qué envenenarse diariamente con el ruido y bombardeo político
de un modo tan totalizante como abrumador?
¿Por qué no liberarse de tal paradigma y adoptar otros paradigmas de otro rango que subsuma la política como algo secundario o complementario?
He aquí la
"revolución pendiente". Rebelarse de un modo íntimo y subjetivo
contra el paradigma político dominante para vivir, descubrir, crear, revelar,
otras muchas aperturas y experiencias donde lo político pase a ser secundario, utilitario, complementario.
¿Por qué no liberarse de tal paradigma y adoptar otros paradigmas de otro rango que subsuma la política como algo secundario o complementario?
Interesante acometido que nos llevaría a revisar el concepto de lo político. Habríamos de releer a Macchiavello, a Foucault, a Carl Schmitt, etc. Distinguir quizás entre la política y la politiquería como práctica u opinión informal sobre la política.
ResponderEliminarEn el Nuevo Testamento el concepto de lo político es ambiguo. Hay un Jesús que no duda en llamar "raposa" a Herodes Antipas, con lo cual ya hay un juicio político contra el poder establecido. Pero en los evangelios se superpone teología a posteriori con nebulosos hechos históricos incontrastables. Transpiran un Jesús contra el poder religioso dominante saduceo y fariseo, y muy disimulado contra el poder del César. Pablo establece un claro compromiso con el poder imperial romano.
Para Pablo el verdadero reino es la transformación y renovación espiritual; lo político es el inevitable escenario en que se ha de mover el creyente; podríamos decir que para Pablo la mejor política es una buena ética y moral cristiana acatando sin rechistar el poder del estado romano que en el fondo está para preservar el bien y la justicia. La vida es breve y por tanto mejor es pasar por la existencia mostrando el bien sin meterse a redimir entuertos más allá de la prédica de conversión y posterior moral. Aun así se trasluce en Hechos problemas de fondo en la relación de Pablo con la primera comunidad nazarena de Santiago, Pedro y Juan. Desconocemos cual era la verdadera relación de Pablo con las autoridades romanas y la razón de su ciudadanía. Los gobernadores de la Palestina romana parecían conocerle de primera mano: Antonio Felix y Poncio Festo, Por otra parte tiene un pariente que se apellida o llama Herodión, quizás cierto parentesco con la estirpe herodiana (?).
Pero luego hay una clara postura anti-mundo, anti-poder, anti-sistema que se expresa claramente en Apocalipsis. La Iglesia cristiana es un reducto no contaminado de mundo en todo su sentido político y económico. Imposible intentar oír al autor de Apocalipsis decir como Pablo que todo poder viene de Dios y al cual hemos de obedecer. En Revelación el poder político y los estados caen sin compasión bajo el poder de la justicia divina que se abre como otra cosa, como otro reino que nada tiene que ver con el anterior. Menuda APERTURA!! Apertura a otro sistema de cosas radicalmente diferente. No sé si Podemos podría encontrar más radicalidad y apertura que la de Apocalipsis.
Los creyentes siempre pensamos en esa apertura que sobrepasa y relega lo político a "mundo" a territorio de compromiso ético-moral pero complementario a la vida de creyente; no como centro.
Cuando el cristianismo quiso subsumir la política a la religión fue un desastre criminal en muchos casos. Quizás habría que decir que la política subsumió a la religión y ahí el cesaropapismo y cosas por el estilo.
PERO... ¿QUÉ ES LA POLITICA?
ResponderEliminarNo nos engañemos, Sr. Nesalem. La política, igual que la familia o la nación, son instituciones que también poseen los animales. Los individuos mamíferos, y en menor grado el resto de los animales, no viven nunca en forma de individuos solitarios y aislados. Lea Ud., si lo tiene a bien, la vida de los animalitos. Los individuos forman parte de una familia, y las familias forman grupos mucho mayores ("naciones"). Recuerde Ud. mis comentarios de hace un año en este Atrio sobre el concepto de nación). En el seno de estas "naciones", los individuos interactuan siguiendo unas pautas codificadas estrictamente, que afectan al ejercicio del poder, la toma de decisiones colectivas, la caza, los pastos, los rituales sociales de apareamiento, jerarquía, poder... No nos engañemos, la politica es una forma NATURAL de organización de la materia en el Universo.
La definición que me parece más exacta del concepto política es la siguiente:
"Política es la actividad de los individuos animales o de grupos animales encaminada a la consecución del poder, y caso de detentar ya el poder, la actividad encaminada a conservarlo."
Cuetu.
Si las personas tienen alma entonces esa alma domina su personalidad y así las relaciones de esa persona con los demás van condicionadas por ese modo de ser del alma. Para uno esa persona merece confianza, gusta, no gusta, nos resulta agradable u hostil, nos parece desconfiada, reservada, neurótica, loca, inteligente, fría, acogedora, racional, irracional, egoísta, generosa, buena, mala, etc. La tipología de ser de las personas se puede extender muchísimo más. Pero la relación con una persona va a depender de muchos más condicionantes que su alma, su modo de ser. Va a depender de mi alma, de mis intereses, de mis deseos, de mis complejos, de mis resentimientos; de mi filosofía de la vida, de mis elecciones; del contexto en que nos encontremos, de la seguridad o inseguridad económica en que me encuentre; de mi salud, etc.
ResponderEliminarCuando se establece una relación con otra persona entramos inmediatamente en una relación de polaridad entre dos almas distintas y, entonces, se produce una relación de intensidad afectiva acorde con la “forma de ser” de cada uno. Esta relación de intensidad aumentará o disminuirá de acuerdo a las múltiples reverberaciones o carencia de ellas que se puedan producir. Se puede producir aversión, atracción, y por lo tanto amor/odio o infinitos grados de ambivalencia o equivocidad en la relación. La relación puede variar en diferentes tiempos y espacios, contextos, desafíos; se pueden formar intereses comunes o derivas y desviaciones de un territorio común a ambos. A veces dos personas son incapaces de encontrar más territorio común entre ambas que la mera convencionalidad social. Otras veces se produce el rechazo ya de inicio y cada uno por su sitio, etc.
Resumiendo, las relaciones entre las personas se pueden ver como múltiples zonas espectrales de intensidad afectiva que va desde la más pura indiferencia hasta los apegos más “patológicos” de amor/odio, creatividad/destrucción, etc. Todo ello sometido y situado en diferentes planos de experiencia en función de espacios y tiempos, lo cual implica una variabilidad indefinida. No obstante entre dos personas la relación puede producir una resultante más o menos constante a lo largo del tiempo y por la cual pueden ser reconocidos dentro de una normalidad ante los demás.
Hasta ahora nos movemos en un ámbito privado; pero vamos ahora a ver cómo se conectan o interactúan las almas, cada alma, en relación con instituciones del Estado, centros de trabajo, vecindarios, centros de consumo (tiendas, supermercados, centros comerciales, etc), religiones, partidos políticos, medios de comunicación y sus mensajes, etc. Podríamos extenderlo y ampliarlo a otras culturas, otros países, otras lenguas, otras razas, etc. Cada alma tiene que encontrar su “sitio” de forma idiosincrática en toda esta complejidad de relaciones que ha de establecer necesariamente. Pero no sólo de forma idiosincrática, sino también en función de la relación o relaciones que haya establecido con otras personas y ante las cuales ha de mantener un equilibrio afectivo de supervivencia, de refuerzo o de debilitamiento. Aquí es donde las zonas espectrales de relación con resultantes más o menos constantes conectan o desconectan con las representaciones ideológicas, los mapas de representación social que cada sociedad dispone para consumo identitario; lo cual implica la adopción de un sentido general que cada persona ha de “elegir”, en función de sus intereses, deseos, etc., que reflejan las resultantes de cada cual en su momento .
ResponderEliminarEs aquí cuando se produce lo que entendemos por política. Lo político es el flujo de conexión de intereses profundos de ámbito privado que identifican una polaridad de bueno o malo, de amigo o enemigo, dentro de representaciones generales que hacen sobresalir, exponer, concentrar, conjuntar; tales intereses profundos de modo público, de modo general. Lo político entonces implica representaciones ideológicas basadas en metafísicas o metasignificados (metalenguajes) que delimiten y definan de un modo más o menos dramático quien es el enemigo a batir para que el mundo sea mejor para mí. Los flujos de lo político se concentran aglutinando más o menos fuerza en función de tales representaciones. Lo político implica la movilización de flujos efectivos en función de un proyecto; pero el grado de intensidad política o despolitización dentro de un proyecto ideológico aumentará o disminuirá si se logra mantener un estado de tensión en función de un enemigo común a batir.
Una vez diferenciado lo que es "lo político" de la política como profesión o prácticas que pueden incluir o no incluir "lo político", pero que aun si han dejado de canalizar "lo político" debido a su debilitación al grado que podríamos denominar de "despolitización", sin embargo, la política nos inunda por doquier a modo de paradigma y llena programas de radio, de televisión, de los periódicos, etc. Vivimos en un universo "politizado", al mismo tiempo que despolitizado en el sentido real de lo político tal como hemos intentado definir arriba.
ResponderEliminar¿Hay modo de salirse de la política y de lo político?
POLÍTICA Y PARTIDOS POLÍTICOS
ResponderEliminarDice Ud., Sr. Nesalem: "Es aquí cuando se produce lo que entendemos por política. Lo político es el flujo de conexión de intereses profundos de ámbito privado que identifican..." (y así hasta el fín del párrafo). [No he sabido ver, sin embargo, cuál es el referente del díctico "aquí"; he buscado lugares figurados en el texto que le precede y me ha parecido que podria referirse a "un ámbito privado" ¿Es así?].
Este intento suyo de definición de "política" o "lo político" cuadra perfectamente a la definición de "partido o grupo político". Si Ud. hubiera dicho: "Un partido político es el flujo de conexión de intereses etc. etc." hubiera quedado más exacto y más bonito, a mi entender. Sin embargo, la política o lo político incluye un conjunto de actividades humanas mucho más amplio que el solo hecho de agrupar "flujos" en partidos (o grupos de amigos) políticos.
Creo que se le escapa a Ud. lo esencial, Sr. Nesalem. La política es una praxis que tiene por combustible esencial y por finalidad el poder. Hacer política es hacer cosas encaminadas a obtener el poder (por un grupo o individuo) o, en su caso, a conservarlo. Que los individuos se agrupen en partidos en función de sus intereses y mitologías individuales o de sus polarizaciones amigo/enemigo es una actividad política más, es una cosa más que los individuos humanos o animales hacen para conseguir el poder o para conservarlo. El "flujo de conexión" es una actividad más entre otras muchas que también constituyen la política y el hecho político.
Después de esta breve discusión, me permito modificar ligeramente mi definición anterior de POLÍTICA: "Política es el CONJUNTO DE ACTIVIDADES que los individuos hacen con la finalidad de OBTENER O CONSERVAR EL PODER en el seno de un grupo social más o menos amplio.
En este sentido, la política no seria un objeto (flujo de conexión), sino una actividad, una praxis. Su clase semàntica fundamental sería la del verbo, y no la del substantivo.
Cuetu
Lo político puede investirse o desinvertirse en un aparato de partido, en una religión, en una asociación de vecinos llegado el caso; o transformarse en un movimiento sindical, nacionalista, ecologista, fascista; etc. El grado máximo de politización hace que lo político cobre vida e intensidad en torno a proyecto público donde un enemigo (siempre público, localizado y definido) ha de ser combatido y eliminado a ser posible (aún de un modo simbólico). El mínimo grado de politización hace que un partido político se convierta en una organización o aparato burocratizado con el simple objetivo de ganar votos y perpetuarse en el poder. Normalmente los partidos políticos en las democracias establecidas tienden a la aplicación de programas, a la profesionalización de la política; al perfeccionamiento de su aparato propagandístico, El grado de intensidad de lo político es mínimo (¿por suerte?).
ResponderEliminarEn un momento dado una religión comienza a investirse de lo político siempre en función de esos intereses profundos de ámbito privado que identifican una polaridad de bueno o malo, de amigo o enemigo no a nivel privado, sino dentro de representaciones generales, públicas. Un movimiento integrista católico sale a la calle con demandas políticas cargadas de intensidad; sectores importantes del mundo musulmán se invierten de un fuerte sentido político con proyectos de conquista y eliminación del enemigo bien delimitado y convertido en enemigo absoluto. Un partido o movimiento nacional testimonial o limitado a su función de partido en vista a unas elecciones rutinarias se pueden investir de fuerte intensidad nacionalista con fines políticos de urgencia y de abierto enfrentamiento con "el enemigo" (lo que ahora se percibe de forma intensa como enemigo).
Lo político implica una toma de decisión impelido por la fuerza de las personas que ahora y en este preciso momento demandan una acción decisiva que haga posible ese proyecto político hasta ese momento ralentizado. Lo político es la conexión de deseos profundos, de afectos, o intereses intensificados y que fuerzan a una movilización de los aparatos políticos representativos; o, en su lugar crean nuevas organizaciones o plataformas que las sustituyan llegado el caso.
En el pensamiento liberal lo político tiende a relegarse a la desconfianza que toda ideología o metalenguaje produce ante una racionalidad económica y normativa ante la cual la política ha de subordinarse para ser buena política en sentido objetivo y racional.
Quizás la mejor manera de salirse de la política y de lo político, de este mundo ferozmente político; es meterte en casa a leer y escuchar buena música clásica, dar paseos solitarios o con gente que deteste la política; en el trabajo nunca seguir una discusión política y cuando esta surja tapar los oídos siempre que se pueda. Nunca poner la radio para oír las noticias o la tele con el mismo nefasto objetivo. No se te ocurra leer un periódico a través de internet o comprándolo o cuando lo veas en el bar ¡ni lo toques! Veneno, puro veneno.
ResponderEliminarSi actúas así te darás cuenta que el mundo cambia, que empiezas a ver cosas que antes no veías, que descubres que en la vida hay otras muchas cosas que no son política y de repente empiezas a ser como un crío o una cría que disfruta de la vida a montones.
Lo peor son las épocas de elecciones. Creo que hay unas gafas que inventaron los japoneses que cuando sales a la calle te hace ver los letreros publicitarios de propaganda de partidos y cabezones borrosos o en blanco; pero que si pagas algo más puedes tener unas gafas que te transforman los cabezones y las proclamas y siglas en prados verdes llenos de vacas y corderos.
Se puede vivir al margen de la política, de lo político y con ello mejorar tu salud física y mental!!!
Continúo con lo de arriba:
ResponderEliminarEmpieza a leer buena literatura, buena poesía, descubrimientos científicos, estudia matemáticas o física y química. Si eres místico pues medita. Si viene a la mente una idea política contaminante comienza a repetir mantras durante seis horas hasta que mates la idea contaminante y venenosa.
De nada.:
El Sr. Cuetu dice que la política es:
ResponderEliminar"./. el CONJUNTO DE ACTIVIDADES que los individuos hacen con la finalidad de OBTENER O CONSERVAR EL PODER en el seno de un grupo social más o menos amplio."
Bueno, pues vale también esta definición mientras sepamos que jamás tal concepto ha de pervertir nuestras mentes; quizás mejor una definición breve y sin muchas complicadas milongas para saber erradicar tal virus mental y corporal.
Es interesante darse cuenta cuando uno analiza un concepto cómo ese concepto cobra vida y se revela en su movimiento o acontecimiento. Cuando el concepto de lo político cobra vida cambia el ángulo de visión de toda la política tal como se entiende vulgarmente o teóricamente. Somos objetos pasivos más que sujetos activos a la hora de entender las cosas que nos suceden. Consumimos ideas y conceptos en forma de alimento "espiritual" o anímico; nos levantamos oímos la radio con una tertulia interesada en darnos un punto de vista parcial sobre la realidad y nos pone el alma en circulación con cierto grado de intensidad. Nos pone el alma en situación para conectar con esa realidad de ahí afuera de un modo ya condicionado por otros cuyos intereses quizás no sean los nuestros o quizás no sea nuestro sentir. Salimos al trabajo o a lo que sea con una predisposición política y moral condicionada por otros.
ResponderEliminarY no me refiero al análisis de izquierdas que quiere ver poder y sospecha por todos los sitios menos por el suyo que parece ha de ser la bondad encarnada, menuda hipocresía. Tampoco al de las derechas que quieren ver también sospecha, anarquía e irresponsabilidad por doquier menos por su ideal de sociedad. Me refiero a todos los análisis elaborados para crear intensidad, inquietud, desasosiego en función de intereses políticos concretos; de representaciones de la realidad parciales.
Lo político quizás se mida por esos grados de intensidad, de movimiento, de movilización de almas, de estados de ánimo en direcciones diversas. Más que un concepto neutral y aséptico que nos da la ciencia política con sus clasificaciones y modos de gobernar etc., lo político es flujo de energía movilizadora y hay que verlo en vivo. Nada de la política funcionaría si no fuese capaz de intensificar, de suscitar apegos, de movilizar emociones..
¿Qué es lo justo o lo injusto? ¿Qué es lo bueno y lo malo en política? Todo depende dónde estemos nosotros situados y cual es nuestro punto de partida anímico, social, económico. Si estoy en el paro crónico no puedo ver la vida como aquel que está bien situado. Si me veo como un fracasado no puedo pensar como aquel que se siente satisfecho. Si vivo en Marruecos no puedo ver la vida como si viviera en Londres. El sentir profundo de cada uno está en la base de lo político y las técnicas o tecnologías políticas aspiran a la movilización de esos sentires en la dirección interesada. En otras épocas lo político se sentía plenamente identificado con el estado, con la monarquía (divina); con el estamento establecido por Dios o los dioses o la Naturaleza. El orden era el correcto, salvo cuando ese orden apretaba demasiado y entonces surgían las herejías o las bandas rebeldes.
En la época moderna, posmoderna, etc., eso ya no es posible, ya no hay un orden divino o natural al que recurrir y entonces se impone la persuasión, el interés personal o cooperativista. Se necesitan tecnologías de apropiación de flujos de intensidad emocional, de apegos, de adhesiones. ¿La razón? La razón se pone al servicio de cualquier discurso interesado y con curiosa sofisticación lógica.
Problemático. Los únicos que no parecen tener dudas son los fanáticos. El fanático ha decidido por todas cuál es la verdad y cuál es su enemigo absoluto. Y ahí los tenemos de nuevo en nuestras fronteras esperando su ocasión para entrar.
¿Cuál es nuestro sentir? Quizás sea necesario no entrar en el flujo de lo político ni en las representaciones políticas para saberlo. Quizás podamos oír y ver otras cosas, valorar lo nuestro, lo íntimamente nuestro. Hay ideologías que intentan por todos los medios arrebatarnos nuestra intimidad y sentir "propio", para "politizarlo", hacerlo común a un partido o movimiento radical. La subjetividad y el individuo pasan a ser el enemigo a batir, el centro de las alienaciones. La subjetividad es fabricada por el capitalismo para "sujetar" dicen otros. Nos roban hasta el alma y hay salvadores que nos proponen vender nuestra alma al partido o secta que ha de hacer de ella un alma colectiva. Qué peligro!
ResponderEliminarLo curioso es que nunca hasta el presente fue el individuo más libre para pensar, para expresar sus opiniones; para hacer arte, para pertenecer a la religión que crea conveniente; para desarrollarse y formarse.
De lo que acontece en el mundo de los famosos, deportistas y políticos nos podremos librar. Es una hidra con esas tres cabezas y por más que las cortemos, vuelven a surgir para morder.
ResponderEliminar¿PODEMOS LIBERARNOS DE LA POLÍTICA?
ResponderEliminarPues si política es toda actividad humana encaminada a conservar el poder o a alcanzarlo (actividad pacífica se entiende, porque si no estaríamos hablando de la guerra, que, como dijo no sé quién, es la continuación de la política por otros medios), fácilmente se echa de ver que para librarnos de la política hemos de librarnos de cualquier preocupación sobre el poder y sobre quién lo ejerce o lo deja de ejercer.
Y esto, a mi entender, es más fácil de decir que de hacer. Porque, por más que nos dediquemos a actividades que nada tienen que ve con la política (leer literatura pura, practicar pintura o una de las Bellas Artes, deporte, entregarse a las matemáticas o a la ciencia y la investigación científica fundamental y pura, etc.) como nos sugiere el Sr. Nesalem por aquí arriba, serà muy difícil que no tengamos nada que decir sobre el poder y la manera como se ejerce, o que comentemos con otros conciudadanos lo mal o lo bien que lo hacen los gobernantes en su política científica, artística, etc. Que no tengamos nada que decir sobre las dificultades de la vida o sobre la eduación de la juventud, o la atención sanitaria, o los precios de las hortalizas, o sobre el urbanismo de nuestro barrio, etc. Y todo esto, y más si lo comentamos con alguien, ya es entrar en política, puesto que induce a los demàs a pensar lo bien o lo mal que hace las cosas el gobierno, y lo mejor o peor que lo harían otros personajes que quieren obtener el poder.
En definitiva, que liberarnos totalmente de la política es imposible en la práctica. Queda bien como ejercicio mental existencial, sobre todo cuando uno está hastiado de la cantidad de política y politiquería que destilan los poderosos y omnipresentes medios de comunicación modernos. Pero solo una persona insensible a la vida y a sus matices podria vivir sin política. Una persona que viviera aislada del mundo y sus peligros en una ermita en medio del desierto o en un lugar commpletamente aislado de toda relación humana. Una ficción, vaya.
Cuetu
QUIZÁS EL VIEJO ICE NOS AYUDE
ResponderEliminarEL VIEJO ICE
Decían que era como el hielo, frío y alejado de todo sentimiento. Nadie sabía cómo se llamaba, pero todos lo conocían como Ice. Su vida era un misterio. Sus compañeras eran su biblia y su botella de whisky. Sus amigos eran sus perros, su mula y su viejo rifle. No había más.
Solía llegar a nuestro pueblo al comenzar el invierno. Vendía con facilidad todas sus pieles el primer día. Las colocaba sobre la balaustrada del saloon de Buck y allí acudía todo el pueblo hasta agotarse las existencias. Más tarde, construía su choza cubierta con pieles sobrantes de bisonte cerca del cementerio.
Por las tardes; ya una vez anochecido, se dirigía al saloon de Huck a beber su media botella de whisky. Se sentaba en la mesa de una esquina solo con su biblia. Leía siempre la Biblia bajo uno de los candiles. Decían que la podía recitar de memoria. Luego, después de vaciar la media botella, volvía a su choza cerca del cementerio; daba de comer sus perros y se acostaba. Después era el silencio más absoluto.
Solía nevar pronto, ya que nuestro pueblo estaba lo suficientemente elevado para ser de los primeros en recibir la nieve en aquel territorio. Cuando la nieve cubría el pueblo, todo languidecía en un triste sopor. Tan solo nos mantenía vivos las horas que dedicábamos al saloon de Huck. Allí nos medio emborrachábamos todos sin saber ya que hablar o qué contar. Ice siempre permanecía en su mesa bajo el candil leyendo la Biblia. Poco a poco; y, a medida que iba pasando las páginas, iba al mismo tiempo dando cuenta de su media botella de whisky.
Nadie sabía su edad. Se podía decir que era viejo, pero nadie sabía su edad exacta. Podía tener sesenta, pero también ochenta. En realidad ya a nadie le importaba. Nos habíamos acostumbrado a su silencio, a su media botella de whisky y a su biblia. A nadie le preocupaba su choza cubierta de pieles al lado del cementerio, y a nadie le importaba sus perros, su mula y menos su viejo rifle. Todo el mundo lo dejaba en paz. Todo el mundo respetaba su silencio. Cuando llegaba la primavera y el primer deshielo, Ice desmontaba su choza, enrollaba sus pieles, metía sus escasas pertenencias en un par de alforjas que cargaba sobre la mula y se iba por el camino de las montañas sin despedirse de nadie, sin decir nada. Ni tan siquiera sus perros ladraban.
Un invierno dejó de venir. Las nieves cubrían de nuevo el pueblo. Volvíamos a frecuentar el saloon de Huck y a vaciar botellas de whisky. Pero aquel invierno fue diferente. Nos faltaba algo. Nos faltaba alguien. Mirábamos hacia la mesa del rincón donde Ice solía sentarse a beber y leer su biblia y nos entraba tristeza. Había un vacío; una ausencia que no sabíamos cómo encajar.
Todos sabíamos que Ice nunca había hablado más que lo justo para vender sus pieles. Nadie sabía quien era, nadie sabía su edad exacta. Nadie sabía adónde había ido.
Pero todos le echábamos de menos.
Eeefectivamente, Sr. Nesalem. Un personaje extraño y marginal como el viejo Ice quizá haya logrado vivir al margen de la política. Aunque la descripción que se nos da no lo dice todo, y bien pudiera haber sucedido que, si alguien hubiera hablado con él, resultara que tenía unes convicciones políticas como la copa de un pino. Pero Bueno, seamos benévolos y demos el ejemplo por válido.
ResponderEliminarCuetu
Cada momento ha de ser en sí. No sometamos la realidad a ningún proyecto o ideología. Hagamos cada momento una experiencia estética desinteresada.
ResponderEliminarOTRA VEZ EL VIEJO ICE
ResponderEliminarEl viejo Ice odiaba el mundo. Miraba al firmamento y odiaba el firmamento en las noches estrelladas. Cuando cruzaba los mercados de los pueblos entre los territorios indios y la frontera mexicana, sentía profunda compasión por todos los humanos.
Pues los humanos eran las víctimas de un universo diabolicamente trastornado. No había humano sobre la tierra que no estuviera loco. No había conocido a ningún humano que no padeciera de alguna modalidad de locura. Había humanos más inocentes que otros. Había humanos más perversos que otros. Pero todos padecían de alguna tara cerebral o espiritual o mental. Todos estaban locos de remate.
La Biblia era su libro maldito. Capítulo a capítulo iba descubriendo la terrible impotencia humana ante sus dioses; ante su terrible Dios Jehová; la impotencia de los mesías siempre prometidos porque nunca era posible que un Mesías de verdad llegara a imponer un Reino Justo de Dios sobre la Tierra.
Por eso, para compensar su enfermiza turbación ante la miseria humana, tenía que acompañar su obsesiva lectura diaria de la Biblia con media botella de whisky. El whisky y la Biblia mezclaban bien. El horror del pecado y la impotencia humana con su Dios requerían de una buena borrachera.
Cuando llegaba al Apocalipsis era el momento de la más terrible violencia vengativa jamás imaginada. Entonces pedía una botella entera para celebrar la destrucción de la Tierra y el día del Juicio Final con sus ángeles vengadores destruyendo bestias horribles, monstruos cataclísmicos y Nuestro Señor Jesucristo allí mismo dirigiendo las tropas celestiales: “Amarás a tus enemigos como a ti mismo”, “Bienaventurados los pacíficos porque ellos verán el Reino de los Cielos”, habían dicho anteriormente los evangelios.
Y luego volvía a empezar por el Génesis.
Otro Génesis.
Salió entonces del pueblo y se dirigió a las montañas. Nunca más volvió, ni se sabe qué fue lo que le aconteció en tan solitarios parajes.
El paradigma del viejo Ice parece ser el paradigma gnóstico. El gnóstico es agudamente consciente de vivir en un universo absolutamente maligno. La condición humana entonces es desesperada; imposible de salvación alguna. Sólo queda la posibilidad de ser despertado a su verdadero ser divino, pues el gnóstico sabe que en él habita la chispa divina del dios incontaminado de materia. No nos habla el viejo Ice de esa segunda parte, pero se deduce que al ser consciente de la maldad absoluta del universo y de la victimización del ser humano, él, habrá de poseer la clarividencia de la gracia divina.
ResponderEliminarLa Biblia para él entonces es el mapa de las desgracias humanas; de las desesperanzas y promesas incumplidas. Pero su obsesiva lectura tendrá algún significado. Quizás a través de la Biblia Ice puede reconocerse como el elegido a través de la gracia divina. No lo sabemos, pero quizás esa vida de austeridad y silencio y debido agotamiento del cuerpo a través del alcohol, nos señale esa dirección espiritual.
Pero ¿por qué se produce ese repliegue? La vida pierde valor. La vida en general pierde valor. Ya no sólo la vida social y política, También el mundo como mundo pierde valor. Si consideramos los polos de máxima expansión hacia el mundo, o máxima conexión con el mundo y la vida, por un lado; y por otro, el polo de máxima contracción o cierre; el viejo Ice se halla cerca de este último. Pérdida de conexión con el mundo. Pérdida de valor hacia el mundo y la vida. Dejémoslo ahí por ahora,
ResponderEliminarSi logramos ver la vida como una energía en constante flujo, la representación gnóstica de Ice nos está diciendo algo. Podríamos también decir la representación-codificación de Ice en términos de significado gnóstico, de drama gnóstico. ¿Qué ocurre en este drama? El flujo de la vida no encuentra cauces en el mundo, en la realidad; en la política, en la religión convencional, en la sociedad convencional. Parece que por esos canales de conexión o significación la vida de Ice se atrofia, se estanca; no logra extraer creatividad o refuerzo creativo suficiente para poder seguir. Se ahoga. Se seca. La convencionalidad le substrae de energía; la acumulación de conflictos llega a ser más insoportable que soportable. La edad va menguando sus fuerzas corporales-anímicas..
ResponderEliminarCurioso. Una gran mayoría de personas no deja de conectar con la vida y a pesar de conflictos tras conflicto, la vida sigue en las representaciones convencionales, normales. Siguen creyendo en su ideología y apoyando a su partido; siguen yendo a su iglesia y conviviendo con su comunidad aunque sea por inercia. Siguen los vínculos afectivos normales con la familia, vecinos, allegados, etc. Compran el periódico, ven la tele, etc.
Ice no es normal ni convencional. Se ahoga en ese mundo y se repliega. Deduce entonces que el mundo es maligno, que todas sus representaciones son engaños, que en realidad la realidad es una trampa. Un círculo vicioso que invita s ser esclavo y dar vueltas a la noria con preocupaciones prosaicas y aburridas; tediosamente aburridas a cambio de permanente aburrimiento.
Y si no es normal ni convencional podría ser que la vida le desborda. Quizás la vida le desborda y su energía lo desplaza sin parar. No soporta los diques de contención; las presas; las canalizaciones estrechas y entonces busca su propia representación, su propio territorio donde él, Ice, pueda ser y existir. El gnosticismo rechaza el mundo como producto de un demiurgo o dios loco y sádico; pero como alternativa a ese mundo se recrea otra realidad absolutamente libre basada en un Dios incontaminado de esta creación, de este universo.
Para explicar toda esta nueva dimensión existencial recurre a los mitos de catástrofes cósmicas y de chispas divinas apresadas en la materia que desean liberarse y conectar definitivamente con ese Dios más allá de toda materialidad y de toda distinción de bueno y malo o materia y espíritu. Una representación o territorialización del universo bajo nuevos parámetros o paradigmas. Quizás el mundo para Ice cobra otra nueva substancia de la que logra extraer un placer tan insólito como incomunicable.
Nunca sabemos lo que hay en el espíritu del hombre. Lo comunicable no siempre es lo que siente. Los signos externos no siempre significan las interioridades. Pero tanto las interioridades como las exterioridades forman parte de la vida, son el mismo flujo de vida. ¿Qué es la vida en sí? Todo el universo subsiste en flujos de energía. Energía que fluye, que se atasca, que enfría, que expande, que es atrapada por centros gravitatorios; que se compone y recompone.
ResponderEliminarPero ese mundo o universo que está ahí afuera ¿se deja ver como cosa-en-sí o tan sólo podemos comprender y sentir lo que la mente humana puede procesar y producir? Misterioso mundo. El viejo Ice nos ha dado una lección. ¿A qué rebelión subjetiva podemos llegar en este mundo actual? Los políticos de lo político quieren que la política sea el territorio de esa rebelión, pero sus representaciones no convencen. Se perfila otra prisión. Quizás la rebelión tenga que ser subjetiva en primer lugar.
¿Qué aperturas hay a través del espíritu?
ResponderEliminarY... dígame, Sr. Nesalem, ¿dónde moran los gnósticos que siguen ese ascético estilo de vida poniendo en práctica esas sus admirables creencias? Yo, la verdad, nunca me encontre con ninguno, ni con ningún letrero que dijera: "Iglesia Gnóstica".
ResponderEliminarPedrosa Latas
MARCUS KLOMMER
ResponderEliminarSi todo el mundo está salvado por la Sangre de Cristo entonces todos estamos camino de la Gloria, pensaba Marcus Klommer mientras escupía un denso gargajo verde contra la pared del burdel. Martha Glibert, la putona más estropeada del personal del Kooba-Diddle Saloon, comenzó a reñirle con las palabras silbantes y mal pronunciadas debido a su putrefacta dentadura: “Eresh un sherdo indeshente, Marcush Klommer; podíash haber eshcupido en el suelo de tu casha.” Pero Marcus siguió su camino meditando en la verdad que había descubierto leyendo la vieja biblia de pastas negras y hojas amarillentas que tenía su fulana, Ilda Foreman, guardada en la mesita.
Si todo el mundo está salvo por la Sangre de Cristo, siguió pensando, entonces Dios nos lo tendría que recordar en algún momento, para dejar de ser tan malos. Tendría que haber un Dios de verdad que lo sacara de aquel indecente agujero que era Krakpotown y así poder cambiar de vida y de lugar más allá de las secas montañas de Bluecrest. No sabía a dónde ir. Se sentía vacío. Su casa era una infame cabaña en las afueras del pueblo. Su trabajo de peón en el rancho de Mathew Garden le daba para comprarse las judías, unos biscuits secos y los pagos ocasionales a su puta.
En aquel momento llegaba el viejo Martin Miller con su perro.
Sintió náuseas.
Martin Miller siempre miraba hacia el cielo con aquellos ojos vacíos y secos. Su perro era ya muy viejo para seguirle, pero el animal seguía siendo fiel a su ya demente dueño.
“Martin”, gritó Marcus, “¿sabías que la Sangre de Cristo te salva de tus pecados?”
“Sí, Marcus, por eso no dejo de mirar al cielo para que algún día Dios me devuelva la luz. Marcus, eres un pendejo. ¿Por qué me preguntas estas cosas? ¿Te vas a meter a predicador?”
“No, Martin. Era una duda que tenía. Déjalo.” Y escupió de nuevo otro gargajo enorme sobre Whiskas, el pobre perro de Martin que ni tan siquiera se inmutó.
Sangre de Cristo que salva. Sangre que mana de un cuerpo que sufre a base de latigazos, de clavarle clavos que destrozan la carne y el hueso; de colgarlo en una cruz hasta la muerte. Todo ello es horrible. Si lo estuviéramos viendo de cerca en ese momento histórico, nos produciría horror. Nos trastornaría los sentidos y las emociones y nos iríamos a casa muertos de miedo y con un terror sublime en el cuerpo. Y si fuese una persona querida o un niño o una niña que fuera un hijo nuestro nos produciría un dolor rayando lo absoluto. Un destrozo inagotable del alma; insoportable para el resto de nuestras vidas. Cuando leemos sobre estas cosas, por suerte nos queda en la inmensa distancia de tiempo y espacio. Y si lo leemos en los evangelios tranquilamente sentados o en la cama caliente o recostados sobre un árbol en primavera viendo prados verdes y rodeado de olores agradables; entonces la muerte de Cristo nos resulta distante; casi mítica. Un hecho muy lejano en tierras muy lejanas con un personaje también distante a través de un texto antiguo.
ResponderEliminarNo llegamos a tener una imaginación tan prodigiosa que nos haga ver y palpar el horror de la tortura de la cruz en persona con la que no hemos convivido y cuya relación es puramente subjetiva, imaginativa. Y si nos dicen que esa persona, Cristo, es Dios mismo, entonces no sabemos cómo encajar todo ello. La idea de Dios que nos podamos formar es ambigua, complicada, trastornada por cincuenta mil intentos fallidos de representación. Y luego, la idea de Dios hecho hombre en la forma de Cristo, nos resulta aún más laberínticamente inaprehensible. ¿Qué sentir con todo ello y tan sólo a través de un texto leído con un buen café estimulante?
Quizás nos lleve más a una experiencia estética o sublime que a un sentir horriblemente y abrumadoramente insoportable si estuviéramos presentes en tal atroz tortura y sacrificio. Un sentir estético de la muerte de Cristo es humanamente llevadero y nos induce a una experiencia espiritual sublime. Habrá quien lo conceptualice con la mera razón y haga fría teología; distante teología, cerebral teología para enseñar a los demás.
Dios mismo muerto en la Cruz como ser humano: esto nos lleva al mayor cruce de cables cerebrales y emocionales. Simplemente, no sabemos qué hacer con tal cosa bajo parámetros humanos.
Tan sólo un milagro nos podría poner en la situación de abrumadora comprensión y empatía con tal inabarcable experiencia.
En las iglesias cristianas es posiblemente sólo una frase ritualista; una fórmula repetitiva de fe. No se podría esperar más.
Estómago pesado. Imposible pensar un espacio libre de política con el estómago pesado. La mente se hace pesadamente prosaica y gris y el lenguaje circula con malos modos. Oiga, deje pasar el tiempo y espere a que el cuerpo esté en mejores condiciones para producir mejor pensamiento y a lo mejor encuentra usted ese espacio libre de política cuando el estómago circule mejor y más libre de pesadez. El cuerpo se apega a la materia pesada y la materia pesada exige poder y el poder deriva en la vil política. Un despegue a tiempo es el mejor desapego.
ResponderEliminarRecuerdo a aquel extraño creyente que decía de vez en cuando: "A cada instante el cuerpo de Cristo resucita en todo acontecimiento". No abundan este tipo de creyentes.
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