23 octubre, 2013

ELEUTERIO PICAFRONTE SE ADENTRA EN LA BLASFEMIA HERÉTICA


Eleuterio Picafronte salió del café Pimpone un tanto resquemado con el tema del mal. Un Dios
omnipotente habría de ser inexorablemente el responsable del mal. No se podría responsabilizar a las criaturas de su potencial maligno; aún si Dios se hubiese replegado sobre sí mismo dejando un espacio de libertad o libre albedrío en el hombre, no por ello dejaría de ser responsable del mal por inhibición; por permitir desarrollarse el mal en sus criaturas; y, por tanto, culpable; responsable. Eleuterio siguió elucubrando bajo la lluvia de aquel atardecer; mejor dicho, siguió cavilando de forma blasfema, totalmente herética; quizás demoníaca.

No sé por qué situamos las escenas bíblicas del Génesis en un tiempo histórico pasado ya fenecido pero recordado a través de textos sagrados como memoria. Como si hubiere sucedido en tiempo real cronometrado por un reloj de arena o de sol con su instante presente siempre ya pasado y siempre ya
recuerdo en el futuro. Podríamos situar el Edén en un presente eterno en forma de eterno retorno nietzscheiano y ver cómo la creación es un acto eterno dentro de Dios en la que seguimos estando inmersos pero como criaturas caídas en el tiempo. De ahí la imposibilidad de retorno a la inocente eternidad del Edén. Ya no hay vuelta posible. El hombre de una forma eternamente presente elige el mal en lugar del bien y en ello seguimos, pero percibido desde un tiempo histórico; de caída, de limitaciones existenciales.

Porque el tiempo de la caída no es el tiempo del Edén. El tiempo del Edén es un tiempo perfecto, ajustado al Paraíso. Es el tiempo simbolizado por el árbol de la vida: un tiempo perfecto, de recurrencia eterna en un presente absoluto. Dios dice que “ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. (Gén: 3:22)”. Pero hay otra cosa que me intriga sobremanera: “He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal (Gén: 3:22)” Quienes hablan, en plural, reconocen dos cosas: a) que saben lo que es el mal y b) que viven eternamente. Por tanto se puede deducir que el mal ya existía antes de la creación del mundo, a menos que se nos esté ocultando algo en esos capítulos de la creación. De ser así el mal ya existía en el mismo Dios (-es?). El mal ya existe antes de toda creación: de creación de cielos y tierra. El mal ya es una posibilidad en el mismo Dios. Ya convive con él y de una forma eterna, en ese “tiempo eterno” simbolizado por el árbol de la vida.

18 comentarios:

  1. La culpa es de Adán y Eva. Ellos son responsables de lo sucedido y de la catástrofe acontecida a la humanidad. Desobedecieron la orden de Dios con toda la cara dura posible. Lo justo era haber obedecido a Dios y entonces no hubiese sucedido lo que sucedió. Ahora estaríamos viviendo en el Edén disfrutando de felicidad a tope, pero este par de gañanes rebeldes nos aguaron la fiesta. ¿Cómo fue posible desobedecer a Dios de esa manera? No nos lo explicamos. Pero lo hicieron. Ahora nos toca aguantar y sufrir y aunque dicen que Cristo vino a redimirnos de esta maldición mortal que pesa sobre nosotros; pero es todo imaginario y hay que recurrir a la imaginación y la imaginación es débil y se escurre y no es nada fiable.

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  2. Toda esta historia ocurre en tiempo real, nada de mito. Ya había noche y día y el tiempo ya furrulaba. Dios había hecho el Edén con ilusión y quería que la parejita creada por él para el disfrute de la vida pues viviera para siempre en el Paraiso. Tan sólo había esa condición: no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. ¿Tan difícil era eso? Pero el ser humano es torcido de nacimiento, hay una perversión y un regustillo en la desobediencia. Desobedecieron y Dios los castigó con toda justicia. A freir churros. ¡Fuera!

    Aunque pensándolo bien, hubiera sido mejor que los hubiere fulminado ipso facto y así no habría historia. Toda esta historia nuestra de sufrimiento tras sufrimiento, de mentiras, de abuso de poder, de matanzas, etc..

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  3. La serpiente es Satanás. Es el mismo Lucifer que se había rebelado contra Dios anteriormente en el cielo. Dios había creado también criaturas celestiales en el cielo, entre ellas lo ángeles, arcángeles, etc. A uno de ellos se le subió el orgullo a la cabeza, se hizo el gallito y se rebeló contra Dios. Dios entonces los expulsó a vivir como espíritus depravados por el universo creado. Lucifer o Satanás es la serpiente que tienta con insidia y veneno para que todo le salga mal a Dios. Pero una tentación se hace para ser resistida y Adán y Eva la tuvieron que haber resistido como valientes. Pero no. Actuaron como miserables desobedeciendo a Dios. Satanás actuó como el diablo que es y Dios lo castiga a arrastrase por el mundo.

    Bueno, hubiese sido mejor que Dios hubiese fulminado a Lucifer de una vez y por todas y así nos hubiéramos evitado la tentación y la desobediencia; pero no fue así. Si Dios lo hubiera fulminado de todas todas, pues la corte celestial seguiría poblada de ángeles y arcángeles obedientes y serviciales. pero no fue así. ¿Por qué?

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  4. Pero hubiera sido mejor que Dios no hubiera permitido ni tan siquiera la posibilidad de pensar en desobedecerle. Eso para un Dios omnipotente no es nada complicado. Surge un pensamiento rebelde en Lucifer o en Eva y ¡zaca!, fulminado. Pero aun mejor: Podía haber decretado que no fuera posible la posibilidad de tal pensamiento. Un ser omnipotente sabe ver el futuro y sabe que permitir el libre albedrío en sus criaturas va a derivar en cosa mala. Podía haberlo evitado, pero no lo hizo. Prefirió que Lucifer se rebelara e incluso persuadió a muchos que le acompañaran en la rebelión. Organizar una rebelión lleva un tiempo (celestial) de conspiración. Pero Dios lo permitió.

    Podemos decir que Dios no se interfiere para nada en lo que hagan o decidan su criaturas: tiene libre albedrío y punto, a pesar de que sabe que van a hacer el mal. Consiente que hagan el mal. Consiente que comience la historia humana llena de maldad. No logra que esa humanidad lo obedezca y aun hoy, 2000, años después de Cristo la humanidad sigue teniendo una inclinación tan perra como siempre.

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  5. Obviamente, no es normal que Dios permita tantas toneladas de sufrimiento en el mundo. Sufrimiento que afecta a muchas personas inocentes, buenas, nobles. Más a ellas por ser buenas e inocentes porque los cabrones-malignos suelen salirse con la suya en este planeta. Parece que está hecho a la medida para ellos. Un Dios compasivo ya hace tiempo que hubiera parado esta carnicería, pero Dios en la Biblia se interesa por la historia y él también interviene en las batallas y en las carnicerías, aunque para imponer su voluntad justa y divina.

    Da la impresión de que el ser humano y su obstinada rebeldía "puede" con Dios, y todo ello a pesar de exterminaciones masivas como el Diluvio y otras muchas ordenadas por el. Da la impresión de que Dios no puede con el hombre.

    Si el hombre está hecho de esta madera, lo mejor sería pensar que estaba mal hecho desde el principio; prueba de ello es que ya desobedecieron a la primera de cambio. Habría que haberlo reciclado y probar otra hornada.

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  6. Pero cabe la posibilidad de que Dios sea realmente omnipotente y todo lo que ocurre en el mundo está de su mano y guiado por su voluntad sin excepcionalidad o condicionalidad alguna. Todo. Todo lo que sucede en el mundo es real para él. Lo bueno, lo malo. Todo forma parte de su Omnipotente y Eterna Voluntad con fines no desvelados a los humanos.

    De lo contrario Dios sería impotente. O el Dios verdadero sería un Dios absolutamente fuera de este universo; un Dios que no querría saber nada del este mundo material maligno. Un Dios que dejaría la Creación en manos de un demiurgo medio loco y sádico, como decían los gnósticos.

    O cabría la posibilidad de que no hubiera Dios alguno y este universo fuera ciego con sus leyes físicas y sus conciencias humanas reflexivas actuando como el universo amorfo y boborrón que se hace consciente a sí mismo a través del hombre.

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  7. Es evidente que el relato del Edén es un relato mítico-alegórico que trata de explicar lo que de alguna manera pudo acontecer con el ser humano. No podría ser de otra manera. Tomar el relato como una verdad histórica en tiempo real objetivo, es imposible. Quienes lo intenten así verán que si empiezan a explorar o a intentar llegar a esa verdad transparente se les hace imposible. El relato se les va a resbalar, a desplazar para un lado y otro; y, en realidad, esa es la intención del autor. El autor o los autores nos están diciendo: "Vamos a contar una historia sobre cómo pudo haber sido la caida del hombre en este perro mundo o existencia diaria. 'En el principio.....' " y así surgió una de las historias más imperecederas de la historia del hombre: Adán y Eva y el Edén.

    Pero hay más, el relato intenta revelar verdades eternas y universales concernientes a la relación hombre-Dios. Tratándose de verdades imposibles de comprender a niveles matemáticos o racionales de X=Y o 2+2=4, pues la única manera de comprender o intuir ese sentido supranatural o espiritual es recurriendo a la alegoría o al simbolismo. Los autores de tal relato esperaban, como no podía ser de otra manera, que la historia produjera una riqueza imaginativa capaz de satisfacer todas las explicaciones posibles. Los grandes rabinos judíos siempre jugaron con esta riqueza de significados del relato.

    Es el relato de la caida. Efectivamente, de alguna manera el hombre vive su existencia con desgarro, con la sensación persistente de que le falta algo importante para ser él; de que el mundo pudo ser o ha de ser otra cosa mucho más alegre e inocente; de que algo falló en la relación Divinidad-Hombre que nos hizo seres conscientemente responsables de nuestra vulnerable condición; de nuestra radical contingencia; de nuestra posibilidad y potencialidad de bien y mal, pero siempre más inclinados al mal, desequilibrados hacia el mal: el conflicto, los deseos que se tuercen hacia una destructividad; etc...

    Si hubiéramos quedado en el Edén nunca hubiéramos llegado a tal sentir y conciencia; hubiéramos seguido en un estado de inocencia animal. Es evidente que el relato nos habla de ese decubrimiento, de esa posibilidad de reflexionar sobre nuestra condición humana de manera comprensible; a través de la representación alegórica. A saber cómo son en sí esas realidades cósmicas y divinas que hicieron posible este planeta tal como es.

    Y es evidente que para la Divinidad todo lo ocurrido es necesario. La caida a la historia fue necesaria a pesar de todos los horrores salteados con algunas grandezas.

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  8. ¿Qué hubiera pasado si Adán hubiera rechazado el ofrecimiento de Eva? O si el primer pecado hubiera sido cometido por un descendiente y no por la primera pareja. Hubieran tenido que coexistir Paraíso y tierra. Y en el primer supuesto tendría que haberse creado una segunda mujer. Da para mucho la imaginación.

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  9. Efectivamente. Hoy me he puesto a pensar la inmensa posibilidad de interpretaciones que puede producir el relato y a cual más rica y productiva. Además la historia (story) juega con imágenes muy potentes y sugestivas.

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  10. Los objetos que componen el mundo son inagotables en cuanto a su potencial de significado e interpretación. Este mundo no deja de sorprenderme. Aproximemos la Biblia de esta forma y la riqueza significativa será inagotable. Quizás el paraiso esté en esa posibilidad infinita de vivir significados.

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  11. Lo que demostraría que "y vio Dios que era bueno" se aplica al mundo, a su creación; pero hay algo que hay que cambiar en nuestro "chip" para verlo como tal.

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  12. Los dioses son creaciones de la mente humana, y no hay nada que indique lo contrario. La Biblia es una creación de la mente humana, y nada indica lo contrario. La Iglesia Santa Católica es una institución creada por humanos, y no hay ningún indicio que nos indique otra cosa. Lo mismo podría decirse de todas las religiones, iglesias y libros sagrados del mundo. Dicho esto ¿qué más se puede añadir?

    Se puede añadir lo siguiente: que haya en el mundo millones de personas que creen a pies juntillas en libros, iglesias y religiones, es un hecho megativo para la humanidad. ¿Por qué? Por la misma razón que es negativa la creencia en la astrología, la adivinación, el curanderismo en todas sus ramas, o en utopías e ideologías políticas o económicas que no tengan fundamento racional. Si vemos lo que tiene de negativo la creencia en todas estas pseudociencias o ideologías políticas salvadoras, veremos por qué también es negativa la religión. Si la religión vale, todo vale. Y un mundo donde todo vale no es precisamente un mundo muy agradable para vivir en él.

    Cuetu

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  13. Nesalem: la gente necesita doctrinas en que creer y fijar su fe. Esas elucubraciones interpretativas pertenecen más al terreno literario, aunque bien es verdad que los sabios judíos se movían más en ese terreno figurativo y simbólico que tú mencionas. Desgraciadamente, y como siempre, una cosa es lo que la gente común quiere como religión y otra lo que los intelectuales o teólogos encuentran.

    Busgoso

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  14. Si las puertas de la percepción se depurasen,
    todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito.
    Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver
    todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.
    William Blake
    Las bodas del cielo y el infierno (1793)

    Los profetas describen lo que vieron en Visiones... con sus órganos imaginativos e inmortales. Un Espíritu y una Visión no son, como supone la filosofía moderna, un nuboso vapor, o una nada: se hallan organizados y articulados meticulosamente, más allá de lo que pueda producir la naturaleza mortal y perecedera. Quien no imagina rasgos más fuertes y mejores, y bajo una luz más fuerte y mejor que la de su ojo perecedero, no imagina en absoluto.
    William Blake
    Un catálogo descriptivo de cuadros [1809]

    El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
    en la Mirada de otros no es más que un objeto Verde
    que se interpone en el camino.
    Algunas personas Ven la Naturaleza como algo Ridículo y Deforme,
    pero para ellos no dirijo mi discurso;
    y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.
    Pero para los ojos de la persona de imaginación,
    la Naturaleza es imaginación misma.
    Así como un hombre es, ve.
    Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas.
    William Blake
    Carta al Dr. Trustler [23 agosto 1799]

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  15. Dice Cuetu:

    "Se puede añadir lo siguiente: que haya en el mundo millones de personas que creen a pies juntillas en libros, iglesias y religiones, es un hecho negativo para la humanidad. ¿Por qué? Por la misma razón que es negativa la creencia en la astrología, la adivinación, el curanderismo en todas sus ramas, o en utopías e ideologías políticas o económicas que no tengan fundamento racional. Si vemos lo que tiene de negativo la creencia en todas estas pseudociencias o ideologías políticas salvadoras, veremos por qué también es negativa la religión. Si la religión vale, todo vale. Y un mundo donde todo vale no es precisamente un mundo muy agradable para vivir en él."

    Nesalem dice:

    "Es fácil. Es fácil. Las sociedades democráticas han acertado de lleno en cuanto a cómo regular toda creencia o superstición o fantasía o religión o arte. El referente son los derechos humanos y en cuanto a conocimientos reconocidos como comunes en las instituciones de la enseñanza pública las ciencias y la razón han de prevalecer. Pero la grandeza de la democracia es que todos caben en ella una vez se acepta lo que ha de privilegiar en los territorios comunes de la sociedad civil. Caben todas las creencias, todas las iglesias, todas las supersticiones, todas las ideologías más utópicas; astrología, futurología, visionarios de toda onda y vibración. Artistas rompedores, tecnologías desquiciadas, etc, etc; poetas irreverentes, musicos desfogamenteros, etc...

    La mente humana es muy complicada. Basta con que usted insista en el poder de la razón para que miles de seres humanos se revelen contra ella o la utilicen a conveniencia de sus intereses.

    Personalmente nada me inquieta mientras todo siga un orden democrático de respeto a la ley y a los territorios comunes de conocimiento. Más allá de eso la sociedad civil se puede organizar como le dé la gana o creer cada uno lo que mejor le pida el cuerpo.

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  16. El Sr. Cuetu dice:

    "Los dioses son creaciones de la mente humana, y no hay nada que indique lo contrario. La Biblia es una creación de la mente humana, y nada indica lo contrario. La Iglesia Santa Católica es una institución creada por humanos, y no hay ningún indicio que nos indique otra cosa. Lo mismo podría decirse de todas las religiones, iglesias y libros sagrados del mundo. Dicho esto ¿qué más se puede añadir?"

    Nesalem: Sí. Hay más que decir. Los humanos que creen en una religión concreta afirman que esa religión es obra de un dios concreto: dios A o dios B. Si usted les dice que lo suyo es obra de la mente humana y no del dios A o dios B, los humanos de esa religión se pondrán a la defensiva y dirán que eso lo dirá usted, pero que sus mentes les indica que esa religión del dios A o dios B es la verdadera, pues gracias al dios A o B sienten mucha paz espiritual y les da gran sentido en la vida y no tienen miedo a la muerte porque van a vivir una eternidad. Usted insistira en cómo la mente es producto de un cerebro que funciona a base de neuronas y hay una reacciones químicas concretas que nos hacen ver dioses y espejismos de dioses y bla, bla, bla; pero se dará cuenta que el religioso del dios A o el de el dios B les resulta un discurso propio de una persona meterialista que no cree en dios o que al menos no cree en el dios A o B y no capatará usted ningún interés serio en discutir esas cosas. Cada uno se irá por donde vino sin llegar a entenderse.

    El mundo es así. Déjelo ser mientras no se infrinjan derechos básicos de respeto mutuo.

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  17. Dice Cuetu:

    "Si vemos lo que tiene de negativo la creencia en todas estas pseudociencias o ideologías políticas salvadoras, veremos por qué también es negativa la religión. Si la religión vale, todo vale. Y un mundo donde todo vale no es precisamente un mundo muy agradable para vivir en él."

    Voy a contrale una anecdota sobre cuál es el problema de nuestra sociedad. El otro día un reverendo protestante iba vestido con su clergiman poco distinto del alzacuello de un cura católico. Al llegar a un sitio concreto de la ciudad, alguien desde una ventana de un piso bajo le llamó. El tipo era un hombre grueso, de gran barriga, bastante relleno de papos y pelo grasiento y casposo.El reverendo se arrimó y el tipo le dijo lo siguiente: "Oiga, hacía tiempo que quería ver a un cura para poder cagarme en Dios a su cara y decirle que mecago-en-Dios una y otra vez y en los santos y en la virgen puta, y en la Iglesia y sus farsantes, etc, etc." Y se quedó riendo.

    El reverendo entonces, muy tranquilo, le dijo: "Me importa poco lo que a usted le apetezca decir y, ya viendo que ha quedado desahogado; le diré que tendré que alejarme de usted antes de que empiece a echar mierda por esa boca, pues mire usted la cantidad de mierda que lleva usted en ese cuerpo y creo que será mejor que me vaya alejando antes de que me entierre usted en mierda."

    Esta es una sociedad sin educación cívica alguna. Con un mínimo respeto a las personas entre sí. Una sociedad que no posee normas de cortesía porque las desprecia y entonces surjen este tipo de cosas brutales. En los institutos y escuelas ya no se enseñan normas de cortesía y respeto porque dicen que es hipocresía y que hay que ser "directos", irreverentes, de lengua áspera y respondona; de hablar alto y a voces para expresar ignorancia cateta o ateismo, o religionismo o política visceral que surge directamente del hígado.

    Ese es un gran problema: somos gente mal educada, desconocemos las fórmulas apropiadas para dirigirse a una persona que desconocemos o no conocemos bien. Invadimos muchas veces la privacidad y dignidad del otro porque creemos que nuestra verdad es única y hay que meterla como sea a los demás para que nos oigan lo grande que es nuestra verdad que surge de los hígados o del riñón malhumorado, o de esa mente plana llena de vanidad de vanidades.

    Ese es el problema: Que uno sea X o Y es lo de menos. Lo importante es saber respetarse, saber respetar la dignidad de el Sr o Sra B o Z sabeindo dónde están los límites, dónde puede llegar uno con sus palabras y saber cortar a tiempo con elegancia, con cortesía, con educación.

    Necesitamos algo de Confucio.

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