Había de reencontrar la vía del ferrocarril que había perdido hacía muchos años cuando me desvié por las autopistas de la Gran Ciudad para hacer el viaje más corto y conveniente.
Aquella vía me prometía otros recorridos que nunca supe adónde me podrían haber llevado, pero que de alguna manera intuía en las noches frías y lluviosas en mi apartamento durante la lectura de los libros prohibidos, para luego ir introduciéndome en el sueño profundo con sus sueños reveladores de misterios que forzaban mi imaginación hacia fronteras remotas desde donde se vislumbraban mundos de formas y colores que abrían infinitas esperanzas de transmutación del universo en que estaba sumido. En la oscura estación de tren ya anticuada donde esperaba el último tren hacia los territorios del norte, no tuve la paciencia ni la fuerza de voluntad que necesitaba para alejarme de los territorios ya conocidos, pisoteados y prematuramente agotados de la Gran Ciudad; y entonces decidí incorporarme a la amplia autopista hacia Kemptown y olvidarme de las provocadoras intuiciones o premoniciones que con fuerza apuntaban a otros territorios donde nada se podía agotar, ni menos reducir a planos de existencia simplificados y hábilmente codificados como permanente repetición.
Había cambiado mi rumbo por miedo y cobardía y ahora en mi soledad de ciudadano acomodado y convencional me daba cuenta de que había sido un cambio de rumbo equivocado. Las autopistas conducen a los centros iluminados de las grandes ciudades, pero hay ciudades que es mejor visitarlas por medio de ferrocarriles solitarios y anticuados que paran en estaciones ya casi abandonadas y desde donde es posible todavía vislumbrar los túneles estrechos de inquietante oscuridad que traspasan y atraviesan las Grandes Ciudades civilizadas.
Me levanté aquella mañana un tanto soñoliento y cansado. Afuera llovía y la humedad lograba traspasar las paredes del apartamento. Una radio de un vecino vociferaba las noticias del día anunciando el nuevo día de normalidad y de inquietudes comunes que hacían de crema tonificadora de un cerebro dispuesto a afrontar el nuevo día con las ideas y emociones en cierto orden de batalla. Pero por lo
común ya era más normal el silencio de un vecindario que vivía la intimidad silenciosa de sus aparatos electrónicos informatizados y puestos en red universal de casi absoluta instantaneidad comunicativa. El vecino de la radio ya era una anacrónica excepción que de alguna manera rompía mi soledad y me hacía ser parte de aquel pasado no muy lejano de ruidos y voces de homínidos todavía comunales además de visibles y audibles. La Gran Ciudad ya eran muchas capas superpuestas en el tiempo donde cada capa borraba en lo posible las normalidades del pasado para ir codificando las realidades del presente en global sintonía con un futuro insospechado.
Fui al garaje. Arranqué el coche y me encaminé al trabajo por las autopistas. Mañana realizaría mi trabajo desde mi apartamento y las autopistas serían virtuales. La Red ya integraba mi vida en todos los aspectos. Todo parecía ser más cómodo, todo era más instantáneo y comunicable.
EL REENCUENTRO
ResponderEliminarVolvimos a encontrarnos después de haber desaparecido. No entiendo por qué habías desaparecido. Tú parecías estar en tu lugar, en tu territorio y juntos avanzábamos hacia lo desconocido con ánimo y sin miedo alguno. Pero desapareciste sin dejar rastro, sin avisar. Todo quedó a oscuras por bastante tiempo. Todo fue confuso. Sin ti el territorio se volvió todo un laberinto, la gente me resultaba hostil, los esfuerzos para avanzar los hacía sin brújula segura. Cogía trenes que me dejaban en estaciones vacías. Luego caminaba por las llanuras hasta el primer pueblo y allí pedía trabajo en cualquier rancho o negocio. Me daba igual estar en un sitio que en otro, pues solo convivía conmigo mismo.
Un día conocí a Sara en una pequeña ciudad del oeste más allá de las montañas de Cormak. Sara era mormona y yo me hice mormón y juntos tuvimos hijos y visitábamos el templo de la Gran Ciudad de Kemptown. Por fin tenía mujer, una hija y una gran iglesia que se extendía por todo el mundo y que alcanzaba hasta el mismo mundo de los muertos dándoles vida porque en realidad nunca morían. Pero el terremoto del año maldito acabó con la vida de Sara y la de la pequeña Sarita. La casa familiar quedaba destruida. El dolor fue muy intenso. Volví a vagar por el mundo de los vivos y también por el de los muertos. Crucé la frontera prohibida y las almas de los fallecidos se me fueron apareciendo en un estado de letargo espectral al que me fui acostumbrando sin saber diferenciar los estados sólidos o gaseosos. Extrañas visiones y extraños mundos tan indescriptibles como intrigantes. Yo no era Swedenborg para poder ordenar mis visiones con tal precisión científica.
Hasta que un día vi de nuevo una estación vacía. Pero había vías y señales de que algún tren las había rodado no hacía mucho tiempo. Me puse a esperar y entonces llegaste tú. Al principio eras una sombra y me escondí de ti. Pero luego fui descubriendo tu cuerpo y tu rostro de forma clara y definitiva. En ese momento llegó un tren que fue frenando y amortiguando la velocidad hasta quedar parado en seco. Te subiste al tren antes de que yo pudiera saludarte, presentarme y reconocernos. El tren volvió a echar a andar sin que yo pudiese dar los pasos suficientemente largos para alcanzarle. Se fue alejando, pero cuando ya casi lo perdía de vista vi tu brazo que salía de una de las ventanillas haciendo un saludo de despedida. Tú también me habías reconocido.
In the old testament God is the creator of everything and everything he did was good regardless how bad and destructive it looked to us nowadays or to Greek thought. There wasn't an universal moral law for individuals to judge God for his acts. The ten commandements were a pact of good governance made between God and his people through theocracy. Moral individual law came later, much later....but we make typical anachronism judging the God of the old testament with modern moral standards. God was a free will who did as he fitted and who contended with men sometimes or argue with them, but never appealing to a universal moral law. God in the old testament was the law, his will was the law and it was good in its absolute freedom.
ResponderEliminarFROM THE LIVING GOD TO THE MODERN ABSTRACTION
ResponderEliminarAs God couldn't do evil a Devil had to make his appearance to make things even. God was always good and the evil side of this universe was the Devil, Satan. Satan who used to be Jehovah's liutenant and prosecutor in the book of Job, now becomes the head of the kingdom of evil whose function was to thwart God's work of redemption. Dualism came to the fore in late post exilic Judaism, perhaps with the help of Persian zoroastrism and it made its ominious presence in early Christianity with full force. The God of the old testament was exonerated of his destructive and wrathful nature becoming an old benevolent father wishing the best love and blessings to his human creatures through the life and death of his own son who was of the same essence than himself. But that was cheating: God was all powerful and whatever he did was good because his will was absolute free and nothing could interfere with his wishes. That was the old God Jehovah and man was nobody to pass judgement on him with his own rationalist standards of ethics and morals. Much less with his own human standards of knowledge!
Since the eating of the forbidden fruit man has always struggle to get full independence from the living God in order to make it a puppet of his own philosophy and theology and at the end getting rid of him for good. Making God apart from the Devil was the first step to divide his omnipotent and arbitrary free will into just one good-loving side full of abstract justice at the dominion and administration of powerful religious hierarchies. The priestly class won the struggle in its own terms, but as a result God became and ideal abstract force one is able to mold at its own whim or make him disappear once and for all.
REBELIÓN INCONMENSURABLE
ResponderEliminarCuando quedas atrapado en un espejo del mundo invisible crees que esa es la única realidad que te ha tocado. El espejo funciona como un cosmos al que quedas atrapado en su imagen. Tu alma ha quedado atrapada y ese es todo tu universo. Quizás no seas capaz de ver más y entonces te haces una persona corriente y moliente. Una persona corriente y moliente puede ser una persona feliz. Nada externo puede dislocar su imagen y en realidad todo está en su sitio. Y si algo se disloca y pretende salirse de su sitio pues hay mazos suficientes para enderezar lo que se tuerce o se sale de sus goznes. Espejos. La magia de los espejos. He visto mi imagen atrapada en un espejo y viviendo como si la superficie especular fuese multidimensional. Los espejos solo reflejan, pero lo que reflejan nuestros espejos interiores e invisibles es algo que nos viene dado y no controlamos.
Hasta que otro espejo nos refleja otra imagen que no responde al reino de los sentidos. Una imagen extraña y oscura que distorsiona los contornos y resta luz a la transparencia del espejo permanente. Y entonces se abren los túneles, aparecen las vías aparentemente muertas de trenes nocturnos con sus estaciones abandonadas o desvencijadas. Hay, de repente, caminos que se pierden en bosques demasiado espesos. Otros se abren a un desierto iluminado por la luz de la luna. Múltiples espejos que reflejan la rigidez especular de una realidad que deja de ser la única. Hay peligro. Las almas se agitan. Es hora de decidir. De seguir en la especulación de un sólo espejo o saltar milagrosamente a las dimensiones infinitas de los múltiples espejos.
Maldita sea: habíais nacido para ser criaturas de una sola imagen y un solo espejo. Vuestra rebelión es inconmensurable.
ESE MI REINO PODRÍA SER EL TUYO SI POSTRADO ME ADORARES
ResponderEliminarNos subimos a la montaña y desde allí contemplamos la ciudad. Primero me pareció una mancha en el paisaje. La ciudad era una mancha. Luego eran muros de piedra colocados en hileras. Muros de piedra. Ella me sugirió que además aquella mancha de muros de piedra formando hileras despedía un rumor, un ruido un tanto indefinido como de insecto pesado volando. Quizás un moscón. Sí, era cierto. Al guardar silencio surgía el ruido de moscón que emitía la ciudad.
Seguimos mirando.
La ciudad también emitía humos y vapores de diferentes colores y densidades que la envolvían en una fina capa a veces más perceptible que otras. Pero también sentimos la sensación de hormiguero que parecía producirse en todas sus hileras de calles o avenidas. Homínidos que pululaban por todo el hormiguero a diferentes ritmos bien fuera caminando o dentro de sus cápsulas de transporte, o bien dentro de sus muros de piedra elaborados con otros productos derivados de otros materiales. Los edificios estaban habitados por cientos y miles de homínidos en diferentes estados de su vida. Y ello emitía radiación, ruido, calor, raras sensaciones impalpables.
Otros edificios parecían centros de confluencia homínida en función de una regulación de flujos corporales que hacía de la ciudad un hormiguero ordenado hasta cierto punto. En algunos de estos centros de piedra tratada había sólo homínidos infantes y adolescentes. En otros solo homínidos de mucha más edad, ya envejecidos, que vivían bajo sus ritmos más lentos. Había todavía otros que albergaban a mucha gente que intercambiaban flujos de valor por productos de todo tipo, sobre todo cosas orgánicas elaboradas en forma de alimentos encapsulados. Además había centros para enfermos con todo tipo de máquinas, laboratorios y tubos con flujos que conectaban con los flujos de los cuerpos. Mantenían los flujos de los cuerpos orgánicos en constante circulación.
En las afueras la mancha se extendía hasta diluirse con el paisaje rural. Pero las afueras eran pobladas por edificios de piedra más metálica y más extensos y a veces con grandes tubos que emitían humos de varios colores. Allí los homínidos de la ciudad producían y transformaban las materias brutas de la tierra en objetos adaptados a sus necesidades.
Todo circulaba, todo fluía: los cuerpos en sus flujos orgánicos o invisibles. El tráfico de cápsulas de transporte. Los sistemas de codificación cada vez más veloces, más omnipresentes, más visibles.
Quedamos un tiempo viendo la ciudad como mancha indefinida, como espacio bajo un rumor incomprensible, bajo una neblina indescriptible. Y al fondo el mar con masas flotantes esperando conectar sus flujos al puerto de piedra, de muros gruesos de piedra que bloquean los flujos de agua.
LA RESURRECCIÓN
ResponderEliminarCristo habla de la resurrección. Pablo habla de la resurrección. No de una resurrección para volver a vivir la misma vida como le ocurrió a Lázaro o al hijo de la viuda con Elías. Se trata de una resurrección para otra vida, para vida eterna. Todos estos temas se escapan a la razón y la prueba. Son asuntos de la fe. Y la fe es el intento psicológico de vencer las duras realidades de la vida. A simple vista es eso: el intento psicológico de vencer al mundo con sus miserias y frustraciones. Una manera de darle al planeta un corte de manga. Es como decir: Si tú me sometes a tus sufrimientos y decepciones yo me rebelo y te coloco entre paréntesis bajo el poder de la fe. O también: el mundo no lo es todo, por encima de él hay un poder divino y sobrenatural que le permite ser lo que es. Y entonces el mundo se ríe ante esta postura que considera ingenua y pide pruebas y demostraciones que es imposible proveer. La razón no puede sustentar la fe y la fe recurre al mito, al relato revelado, a la experiencia subjetiva para hacerse valer.
Entonces la resurrección es tema de fe. Quien crea en ella pues la muerte física será tan sólo un tránsito hacia otra vida eterna si se es cristiano. Pero no es algo que se pueda visibilizar o que otros lo puedan ver cuando un cristiano muere. La muerte de un cristiano sigue las mismas pautas que la muerte de cualquier otro homínido. Nada sobrenatural acontece a la vista de los demás. Es todo invisible. La fe está rodeada de invisibilidad. Se mueve en la invisibilidad. O lo crees o no lo crees. Y si crees entonces los relatos de la revelación cobrarán vida y sentido.
Supongo que muchos creyentes tendrán sus dudas ocasionales. Sus decepciones cuando ven que el mundo sigue sus pautas de vida mundana sin más limitaciones que las propias limitaciones humanas. No se oye la voz de Dios por ninguna parte. Ningún milagro que meta miedo de verdad.
KERMAK SE DEVANA LOS SESOS CON FE Y CIENCIA
ResponderEliminarLa mayoría de la gente es atea hoy día, pensaba Kermak. Muchos son radicalmente indiferentes a la fe religiosa y consideran a la ciencia como la tabla de medir lo que es verdad o no es verdad. Todos los políticos hoy día hacen referencia al conocimiento científico como el conocimiento que tiene la última palabra en muchas cosas. Para muchos, pensaba Kermak, la ciencia abarca también la economía, la sociología, la psicología y hasta la misma política; pero eso de aplicar el método científico a toda la experiencia humana le parecía a él más un deseo que una realidad: el agua del caldero omni-científico se salía por muchos agujeros y no éramos capaces de retener un contenido que ya siempre estaba haciendo aguas.
O sea, cavilaba su cerebro, una cosa es la ciencia natural, física, y otra la ciencia aplicada a la experiencia humana. La primera funciona de manera obvia y asombrosamente convincente, pero la segunda pretende más de lo que consigue y eso a pesar de sus campos de trabajo cada vez más extensos. No hay nada en la pseudociencia que no deje de ser siempre discutible y superable desde muchos ángulos. Estamos más ante la especulación interpretativa que ante la objetividad. En conclusión Kermak deducía que la ciencia explicaba con bastante acierto los fenómenos naturales, pero la omni-ciencia o psudociencia o el pretender llevar el método científico a campos fuera de los fenómenos físicos per se no era nada más que un deliberado intento de control de la realidad con fines políticos. Las experiencias humanas se escapaban a tal método y ahí el juego de las interpretaciones era indiscutiblemente libre con todos sus grandezas y peligros diabólicos.
Por otro lado, pensaba Kermak, que una mayoría de gente optase por el ateísmo o la indiferencia religiosa no tenía porqué ser su elección, pues él optaba por la fe de todas todas. Y entonces así se rebelaba contra el mundo y lo colocaba entre paréntesis y pensaba que habría de resucitar tal como decían las Escrituras y así vivir eternamente. El ateísmo le daba la nada tras de la muerte, la fe le daba la vida eterna tras una gloriosa resurrección. Era cuestión de valentía, de decisión corajuda, de levantar velas al viento y ponerse a volar o navegar en plena libertad imaginativa sin importarle un cuerno lo que opinase la gente de él.
MITO Y PELIGRO
ResponderEliminarLa gente a la hora de la verdad se abraza al mito. Cuando la ciencia no puede dar razón el mito se impone como narrativa con sentido. El mito es al mismo tiempo liberador y opresivo, beneficioso y peligroso. Si el nacionalismo es una ideología con éxito es porque se abre al mito de forma muy complaciente. No es lo mismo una Gran Nación diluida en etapas históricas discontinuas y sin más telos que los que dictaba cada época, que la Gran Nación del nacionalismo moderno proyectada hasta los confines del pasado histórico.
La segunda narrativa provee de sentido, centraliza los anhelos y deseos de un pueblo, inviste de los grandes afectos y apegos que hacen posible una identidad fuerte y visceral. Además configura un poder político y económico centralizado y con objetivos presuntamente comunes. La primera narrativa fruto de la investigación histórica y de la razón se puede ir al traste. El nacionalismo mítico puede reescribir la historia sin pudor.
¿Qué es la verdad? El mito lo puede todo. Pero el mito puede arrastrar visceralidades y frustraciones de forma unilateral y aplastante. El mito puede ser peligroso en este caso.
LOS PLANOS DE EXISTENCIA INTERGALÁCTICOS HACEN IMPOSIBLE LA VIDA HOMÍNIDA EN LA TIERRA
ResponderEliminar(Los apuntes de Cliver Ronsako encontrados en su viejo ordenador antes de desaparecer)
Es posible que las almas humanas tengan su plano de relación espiritual no con otras almas aquí en la tierra, sino con otros entes espirituales a través de la infinidad del cosmos. Es decir, nuestras almas no participan del mismo ser o de la misma esencia o naturaleza por el hecho de ser homínidos, eso es un error; nuestras almas pertenecen a planos de comunidad cósmicos que nada tienen que ver en esencia con las almas de otros homínidos cuyos planos espirituales son de un orden y una naturaleza muy diferente a la nuestra, por ser tales planos de extensión cósmica, intergaláctica, posiblemente de alcance remoto. Y esos planos son los que unen almas de diferentes planetas, almas que se encarnan en criaturas orgánicas muy diferente a los homínidos, pero que a través de sus lenguajes respectivos son comunidad de afinidad anímica, al margen del cuerpo que nos ha tocado instalarnos.
Verás, esto tiene implicaciones importantes a la hora de entender qué es lo que está pasando en la tierra con los homínidos. Es evidente que los homínidos no somos capaces de entendernos a pesar de vivir en el mismo planeta y formar el mismo mundo. No es porque tengamos idiomas diferentes o porque seamos individuos complicados o porque nuestros intereses siendo comunes por nuestra naturaleza pues nos correspondería entendernos sin violencia ni por miedos recíprocos; se trata de que no es verdad que tengamos afinidades anímicas al reducir nuestra habitabilidad a un planeta aislado donde estamos todos como homínidos. No.
Se trata de que somos almas radicalmente diferentes que hablamos idiomas comunes, pero que no expresamos la esencia de lo que somos a través de tales idiomas comunes, porque en realidad pertenecemos a planos de existencia cósmica e intergaláctica que forman afectividad e identidad e idoneidad con otras almas extraterrestres y por lo tanto el vecino y yo hablamos lo mismo pero el vecino participa de un plano intergaláctico que nada tiene en común en esencia con el mío. O sea, el vecino tiene comunidad afectiva y ontológica con seres de la tierra quizás, pero también y al mismo tiempo con una pluralidad de entes de otros mundos, de otras galaxias remotas. Y esto es terrible, porque millones de humanos vivimos creyendo que somos la misma esencia humana y en realidad no lo somos, salvo con aquellos homínidos que también sean de su mismo plano cósmico.
Terrible, porque entonces estamos condenados a no entendernos jamás aun hablando mismos idiomas. De ahí que vivamos una historia terráquea horrible, llena de miserias y violencia y confusión perpetua. Solo somos capaces de relacionarnos o mejor dicho yuxtaponernos a través de poderes monstruosos como el Estado o el Campo de Concentración por muy hermoso que se nos pinte o tan moralmente civilizado.
Descubierto esto ahora tenemos la clave. En este universo los planos de afinidad de espíritu/pensamiento y esencia anímica no corresponden a los cuerpos biológicos de los planetas, sino a extensiones remotas configuradas e imaginadas como planos que abarcan millones y millones de planetas con criaturas biológicas de muchas variedades e inimaginables entre unos y otros, pero sin embargo planos de correspondencia, participación y comunidad de esencias que harían posible una vida de entendimiento y resonancia indescriptible. La paz cósmica sería posible una vez se lograra la conexión natural y común de los millones de planos de existencia.
Mientras la tierra seguirá en lucha y conflicto, pues en realidad somos seres condenados a no entenderse jamás, por ser entes radicalmente diferentes. Simplemente no somos las mismas criaturas.
JRUMAN EL DÉSPOTA
ResponderEliminarEn las tierras de Kem gobernaba un déspota. Todos sus habitantes estaban sometidos al temor de Jruman quien no dudaba en matar al primero que lo cuestionase. Su gobierno era su pura voluntad y capricho. Se rodeaba de gente que le agasajaba día y noche, pero aun así tales consejeros o comparsas nunca estaban seguros de su vida. En cualquier momento y por cualquier razón les podía volar la cabeza. Jruman tenía un ejército obediente gracias al mando del general Oski. Oski le había juramentado su más absoluta fidelidad y el tirano le hacía ver que gozaba de su plena confianza por el momento. El territorio de Kem se componía de miles de esclavos que dependían directamente de Jruman. Todos los supervisores de esclavos temblaban ante su poder y su palabra era obedecida de inmediato, de tal manera que cualquier orden de jefes o supervisores eran consideradas órdenes directas del déspota. Jruman también tenía hijos de diversas mujeres y al ser ocho en total los considerados herederos, pues ninguno de ellos sabía a ciencia cierta si iba a ser él el heredero. La sucesión del poder tiránico no dependía de ninguna ley fundamental, sino de su arbitraria voluntad y por lo tanto si Jruman se decidía por uno de los hijos como sucesor y lo anunciaba al pueblo, el heredero así nombrado hacía todo lo posible por asesinar a su hermanos cuanto antes para que no hubiese más sucesores en quienes depositar un posible cambio de voluntad.
Pero aun así el tirano podía revocar su elección y elegir a quien le diese la real gana. Nadie estaba a salvo en el reino tiránico de Jruman.
Fue por eso que cruzamos con rapidez el territorio de Kem.
LOS FRU Y SU CULTO A LOS MUERTOS
ResponderEliminarEn el territorio de Nul había un pueblo que se comunicaba con sus antepasados. Eran los Fru que vivían en pequeños poblados dedicados a la caza y la agricultura además de poseer una bella artesanía en forma de figuras de barro, material que también trabajaban para hacer artilugios de uso diario. Pero lo que era significativo era su culto a los muertos, pues lo vivían con mucha intensidad.
Para ellos los antepasados fallecidos estaban presentes pero invisibles al estar separados por un velo que dividía ambas dimensiones sin ser percibido por nuestros sentidos. Entonces cada familia e individuo de dichas familias estaban en contacto diario con las almas de sus muertos que para ellos seguían viviendo pero en un estado diferente de mayor felicidad y poder sobre las fuerzas naturales. Para conseguir contactar con ellos había unos pequeños templos o capillas en cada cruce de caminos o cerca de las fuentes o en lugares apartados del poblado pero lo suficientemente cerca como para poder acudir con frecuencia.
Entonces se ofrecía un trozo de alimento, se encendía una vela y la persona contaba sus problemas o hacía repaso de su día o simplemente mantenía una conversación con el antepasado más inmediato o con más confianza o incluso con antepasados muy lejanos desconocidos, pero que habían hecho acto de presencia para dar consejos y sabiduría. Los Fru luego hacían cultos asamblearios juntos todas las semanas en el centro del pueblo al lado del templo mayor. Vivos y muertos convivían a través de ceremoniales bien regulados para mantener la conexión entre los dos tiempos. Se elevaban peticiones, cánticos, se conversaba con ellos a través de un medium o shamán que sabía concertarse convenientemente.
Según sus tradiciones, ahora ya escritas en el libro de Fruklenpat, el reino de los muertos es el reino de mayor vida y allí es donde todos iremos después de la muerte de nuestro cuerpo, pero que todo ello es muy complicado pues se cree que también ese reino de los muertos es así mismo la antesala de reinos más superiores, etc.
Tal es la fuerte creencia que mantienen sobre la beneficiosa presencia de sus muertos que algunos para acabar con su sentimiento particular de sufrimiento pues se quitan la vida para ir ya directamente al "paraíso". Curiosamente son un pueblo que experimentan un número de suicidios mayor del habitual en el territorio de Nul.
Hemos convivido con ellos durante un mes y ha sido una bella experiencia.
POTENCIA O CONATUS Y LAS LEYES DE LA RAZÓN Y DE LA MORAL O DE LA PURA COERCIÓN. PABLO Y LA LEY.
ResponderEliminarParece ser que los cuerpos humanos tienden a la mayor potencia, según Spinoza. Es decir, que si no hay límites se tiende a la mayor satisfacción de todos los instintos y energías sin limitación alguna, lo cual incluye el dominio y tiranía sobre los demás. De ahí que por un lado veamos la potencia o conatus del cuerpo humano y por otra los límites que van configurando los individuos. Obviamente, los demás van imponiendo límites sobre nuestro ilimitado capricho corporal y anímico de muchas maneras. A nuestra violencia se le opondrá mayor violencia que podría acabar con nosotros o nos acabaría reduciendo a la máxima esclavitud. A nuestra codicia y ambición pues sobrevendría la envidia de los demás y con la envidia la aspiración a apropiarse de lo nuestro y destruirnos.
De ahí las leyes que la razón nos acaba imponiendo para no destruirnos o ser sometidos al puro capricho de la arbitrariedad del más fuerte. De ahí los pactos antiguos con la deidad y la sanción divina de las leyes que obligaban a todo el pueblo.
Con el surgimiento de la subjetividad como última instancia de nuestra toma de decisiones, se va construyendo la moral individual que nos hace responsables también en última instancia de nuestras acciones. El bien y el mal quedan delimitados como principios metafísicos de la moral ante los tribunales divinos y humanos. Las leyes civiles en el pasado no dejaban de ser delegación/mediación de la voluntad divina por otros medios. Con la modernidad el individuo es "liberado" de todo condicionante metafísico y religioso y entonces su responsabilidad individual pasa a ser ante las leyes positivas, pasando su responsabilidad moral al terreno privado de sus religiones, creencias, filosofías particulares o ideologías.
Pablo en el Nuevo Testamento decía que la ley era la que nos hacía conscientes del pecado. Con ello yo creo que lo que quería decir era que por nacimiento actuábamos de tal manera que el bien y el mal no existía para la criatura humana, porque no éramos conscientes de ello, y entonces buscábamos el mayor placer o la mayor potencia posible sin importar el mal que íbamos haciendo a los demás y a nosotros mismos. En "pecado" no hay límite para actuar y conseguir el mayor beneficio posible, pero si entra la ley como un espejo donde nos podemos reflejar, entonces nos reconocemos en la imagen del bien y el mal que nos juzga, que nos acusa en base a lo que ahora es delito y desobediencia. De no haber ley no hay conciencia del bien ni del mal, viene a decir Pablo. La instancia moral de juicio es la divina en Pablo, y de ahí que ante esa ley divina nadie queda libre de culpa. Sin grados: un fallo implica todo.
Las leyes de los pueblos a través de la historia es el intento de regular la vida individual y social de alguna manera viable. Pero teniendo en cuenta la potencia de cada cuerpo o conatus de Spinoza, esta es una lucha continua de equilibrios, pesos y contrapesos, desmesuras tiránicas o abusos del poder, o por otro lado la demagogia, la anarquía, la tiranía del capricho colectivo, etc.
Nada fácil el tema.
CONVERSACIÓN CON INME
ResponderEliminarFue interesante la conversación que tuvimos con Inme, un líder espiritual de los fru. Ante nuetra curiosidad por saber sobre su culto a los muertos, nos respondió lo siguiente:
"La diferencia entre el culto a los difuntos y el culto a los dioses es que los dioses son seres abstractos y los difuntos son seres queridos o por lo menos seres con quienes podemos relacionarnos y con quienes podemos tener una conversación sobre cosas concretas de nuestra vida y ellos de alguna manera nos pueden dar alivio sobrenatural que nosotros desconocemos.
La relación con un dios abstracto es que no puedes establecer una relación a nivel humano, de experiencia humana; es una relación con una proyección vacía, imaginariamente lejana o próximamente confusa y forzada. Un ente abstracto divino por mucho amor que se trate de destilar siempre resulta indefinido, interferido por otras figuras confusas, abrumador en su perfección, monstruosos por la desproporción de poder directo.
Los difuntos sin embargo son almas próximas, familiares, conocidas y que además tienen la ventaja de estar ya en otra dimensión sobrenatural que nosotros desconocemos, pero que ellos saben darnos a conocer en la medida en que se pueda".
ÁNGELES Y DEMONIOS
ResponderEliminarCon lo cual, después de hablar con Inme, nos pusimos a reflexionar sobre tal experiencia espiritual o espiritista o religiosa. Un Dios todopoderoso no puede presentarse ante un ser humano sin que este se descoyunte de alguna manera. La fuerza y energía o la incomprensibilidad de tal fenómeno acabaría con la persona al momento. Lo fundiría. No puede existir tal relación, porque el segundo término de la relación no está preparado ni física ni espiritualmente para tal acontecimiento. Ver a Dios cara a cara es imposible si Dios es lo que implica en el monoteísmo clásico.
Ese Dios tendría que presentarse al homínido a través de mediaciones, de figuras intermedias que pudieran hacer de nexo entre lo abrumador del poder divino y las limitaciones del homínido. Por eso el Dios de la Biblia usa medios intermedios tales como una zarza ardiendo, ángeles que lo representan y que incluso es él en forma homínida, un arca, un santuario, la palabra que se oye o la palabra escrita a través de un profeta.
Pero aún así la relación Dios-homínido cojea por la parte homínida. El homínido ama aquello con lo que siente afectos naturales por estar relacionado con ello y porque comparte con él sentimientos y experiencias comunes. Se ama aquello que se siente en profundidad y que despierta en uno sentimientos de ternura, de comprensión total, de comunidad en lo más importante. Hay que tener cuidado no confundir amor sexual con amor en general. El amor sexual es una manifestación particular del amor en general, el amor más general se puede particularizar de muchas maneras con las personas o con lugares o con objetos de arte, animales, etc. Con Freud se sexualizó de manera desmesurada toda la experiencia humana y hoy día pagamos el precio sexualizándolo todo.
Por eso muchas culturas han creído ver en los muertos y sus almas la mediación acertada y oportuna entre lo divino y lo humano. Con ellos sí nos podemos relacionar con experiencia de amor, de comprensión, de cariño, de confianza. Entonces de ahí el culto formal a los muertos de muchos pueblos.
Pero claro, todo tiene su sombra. Hay muertos que eran buenos con nosotros, familia, amigos, personas nobles, etc., pero hay otros muertos que eran malas personas, vengativos, criminales, torturadores, psicópatas. ¿Siguen tales muertos en sus vida anímica desapegada de la materia siendo tan perros? ¿Podrían ser esos los demonios? ¿Ángeles y demonios?
Territorio no apto para materialistas. Pero no deja de ser un tema intrigante...
HAGO LO QUE NO QUIERO Y QUIERO LO QUE NO LOGRO HACER DE FORMA SATISFACTORIA
ResponderEliminarLas obras son la materialización de lo que eres. Si te dices un santo amoroso seguidor de Jesucristo y luego pegas a un perro o insultas a otro o te encolerizas con alguien por cualquier tontería, o ansías meter a gente en campos de concentración, entonces tu conducta contradice lo que dices ser. Pero quizás haya una necesidad en lo profundo de tu ser que te inclina a emular o seguir la vida del Maestro, pero tal necesidad no se concreta en actos reales y entonces todo ello te produce una fuerte frustración. Lo que soy en acto no concuerda con lo que soy en mi intencionalidad ideal. Dilema muy humano. Pablo mismo expresó ese dilema en su epístola a los Romanos.
Entonces hay algo que no funciona cuando nos declaramos una cosa y luego actuamos de forma incongruente. Internamente nos hemos construido una imagen de nosotros mismos idealizada, que nos da sentido, equilibrio emocional y fuerza para vivir, pero luego otros impulsos o fuerzas inconscientes son las que determinan nuestra conducta en última instancia. Todo ello nos podría llevar muy lejos en nuestro análisis.
El ideal interno depende de imágenes especulares que sólo se sostienen por la fuerza imaginativa y de pensamiento, pero estas imágenes no logran ser fuerzas dominantes que regulen nuestra vida de forma efectiva y completa. No se traducen en actos en conformidad con la imagen especular o ideal. A veces es todo lo contrario. El "demonio" tiene más fuerza y va más en consonancia con los deseos del cuerpo y su trastienda inconsciente. Menudo dilema. Entonces, si "pecas" has de compensar tal desvío con mejor comportamiento, con nuevos bríos y fuerza de voluntad. Pero se vuelve a fallar en muchos casos y el "ángel" vuelve a ser desplazado por el "demonio" y así de forma casi permanente. Se genera una neurosis. Un conflicto que merma nuestras energías y nos hace buscar desplazamientos, rituales compensatorios, nos torna apáticos o depresivos o agresivos en muchos casos.
Pero el ideal (especular) se formó por alguna razón que va en consonancia con algo profundo en nuestro ser y que busca su representación o materialización en el arte de vivir. Unos quieren vivir de acuerdo a la moral cristiana, otros de acuerdo a una razón pura, otros de acuerdo a una moral socialista, otros como buenos ateos, otros con sus principios particulares, etc.. Pero en la vida práctica la experiencia nos desvía, nos desplaza en mayor o menor grado de nuestro espejo ideal y nos hace ser algo que nunca encaja, que nos saca de "quicio", que nos confunde o desconcierta y que resulta muchas veces un híbrido de conducta que nunca nos satisface. Vaya.
EL EXTRAÑO RELATO DE COLBIN NEJSHUAM OLVIDADO EN UN CUADERNO DE NOTAS MUGRIENTO DE UNA PENSIÓN BARATA DE LA CIUDAD DE KEMPTOWN.
ResponderEliminarYo, Corbin Nejshuam, he conocido gente cuyas vidas se centraban nada más que en cumplir una venganza. Una venganza contra algo o alguien oscuro, indefinido, amargo, vacío. La vida se les convertía en un camino de permanente estar al acecho para destruir ese algo o alguien tan ominoso como inquietante, pero que no acababan de visualizarlo como algo concreto y entonces podía estar encarnado en un árbol torcido o un gato negro tiñoso o una persona que se les había atragantado en la vida por cualquier rasgo: un gesto o ademán particular, una forma de hablar, un carácter que le resultara desquiciante, un color de piel o una pertenencia a una tribu equivocada o equívoca. Pero podía ser así mismo un día de sol o lluvia que les había traído aburrimiento, apatía y melancolía y entonces maldecían al mismo cosmos y su divinidad por tal día. Y ese odio vengativo intenso se transformaba en brusca maledicencia, en la continua búsqueda de pretextos para degradarlos, vejarlos, extirparlos de su mundo próximo, llevarlos a la máxima desgracia posible.
Estos homínidos de fijaciones tan enfermizas contra sus semejantes también sustentan una relación consigo mismo de aborrecimiento propio que les revuelve las entrañas de forma permanente y los convierte en deformadas imágenes que intentan borrar por todos los medios. Se les nota en sus gestos, en sus miradas turbias y huidizas, en sus andares rígidos, como si rechazasen su mismo cuerpo y su piel se les tornara como de color ceniza. Algunos no saben disimularlo, pero otros muchos intentan disfrazarse con un barniz de falsa modestia y viscosa hipocresía que sin embargo no les impide dejar ver una cola reptiliana que los niños suelen detectar al instante y les hace correr o apartarse cuanto antes de tales vibraciones.
Gente que odiaba ciertas fiestas comunales por significar ese algo profundo que les corroía en sus adentros y la fiesta entonces era el símbolo de todos los infiernos vividos y por vivir. O también proyectaban sobre ciertos animales una fobia vengativa por tratarse de seres inocentes y tal inocencia les resultaba insoportable y entonces si podían los torturaban como si de un repugnante sacrificio de expiación se tratare. Terrible.
He vivido mucha historia y varias guerras y he viajado lo suficiente como para saber temer y apartarme de ciertos homínidos marcados por el mal, por el mismo infierno. Y he sabido cómo detectarlos aunque se disfrazaren de hadas o de caperucitas rojas o de santos y respetables varones, o de diestros y sagaces políticos o mismamente de bondadosos vecinos con sonrisas monjiles.
Los homínidos somos misteriosos. No sabemos el porqué de nuestra existencia. Vivimos en un universo de remotas y monstruosas dimensiones. Podemos compartir tanto planos existenciales angelicales, como infernales, o quizás se mezclen varios planos en nuestras almas y no sepamos diferenciar el bien o el mal. De todos modos pidamos que el Mesías venga pronto y separe la luz de las tinieblas cuanto antes.
Yo, Corbin Nejshuam, dejo mi testimonio por escrito.
LA DANZA DEL HIELO
ResponderEliminarHemos visto el horno que no para de quemar hielo,
El hielo que se convierte en fuego,
El fuego que no deja de absorber agua bendita de las iglesias.
Las iglesias que no dejan de blasfemar contra el fuego,
Y los santos que no dejan de santificarse con agua bendita que absorbe el fuego que produce el hielo.
Frío.
Hace frío en la ciudad vacía de habitantes.
Se congela uno con tanto hielo en las calles.
ES HORA DE CERRAR
ResponderEliminarPara hacerte homínido adulto has de abandonar la inocencia de tu niñez. Podía haber sido al revés: para hacerte adulto has de abandonar el cascarón ya roto y podrido de una infancia madura para hacerte inocente. Todo pudo haber sido de cualquier otra manera. o ¿acaso hay una Razón inefable que nos fuerza al juego de las astucias y las crueldades? Creemos que hemos perdido el mapa del reino de los Cielos en algún punto del tiempo. Es difícil saber si lo encontraremos en Andrómeda o en las partículas subatómicas. La Historia se nos hace larga, larguísima. El profeta había dicho que el fin estaba cerca, pero se le olvidó decirnos cuanto dura una generación simbólica. Quizás el fin era también simbólico y todo se trata de simbolismos y realidades ocultas esperando revelarse. O quizás todo es lo que es y nadie sabe lo que es.
A: ¿Oiga?
B: ¿Sí?
A: ¿Le pasa algo?
B: ¿Por...?
A: Es que está usted hablando solo y caminando a ciegas. Se podría caer por las escaleras o romperse la crisma contra los cristales de tantos escaparates.
B: Sí, es cierto. Me estaba ensimismando demasiado. ¿Qué hora es?
A: Son las dos y media y creo que van a cerrar.
B: Gracias, creo que ya sé adónde voy. He encontrado el mapa en mi bolsillo. Es usted muy amable.
A: De nada señor. Yo solo le advertía de que estaba en peligro.
B: Gracias de nuevo. Adiós.
A: Adiós.
QUIZÁS ESTÉ AHÍ EL ASUNTO
ResponderEliminarEn el espejo de la interioridad llamada subjetividad nos vemos casi siempre confrontados con una idealidad de vida o de mundo o de razón o de juicio moral hacia la cual hay que aspirar o aproximarse. Pero, ¿quién mira en el espejo que tantas carencias tiene el pobre? El yo de la experiencia. El yo de la experiencia que hace que nos adaptemos y funcionemos en el mundo con cierto equilibrio y racionalidad. Pero ¿por qué aparece tan incompleto ese yo cuando se mira al espejo y hace reflexión? Algo tendrá que ver con el pensamiento y sus discursos, quizás cargados o recargados de significados jerarquizados en orden de imperfección/perfección. Bueno, no es mala pista. Por ahí es donde habría que explorar más. Pero dense cuenta que esto es tan solo un apunte de Nesalem en relación con lo que veníamos hablando arriba.
EL MAPA Y EL LABERINTO
ResponderEliminarMe metí en un túnel demasiado oscuro. Me había metido porque pensaba que con el plano que llevaba me iba a acortar el camino hacia el poblado de Advent. Pero el túnel se fue complicando con diferentes bifurcaciones, con gases irrespirables y que motivaba el uso de una máscara; y, lo peor era que el plano no correspondía a la realidad laberíntica del túnel. A veces uno se fía de los planos cuando cruza ciudades o territorios desconocidos, o cuevas y galerías que sirven de atajos, pero otras veces los planos no coinciden con la realidad y te confunden de manera desesperante. Y esto fue lo que me pasó.
Verás. Soy explorador de territorios y me dedico a ello a tiempo completo. Cuando era joven el continente estaba por explorar y nadie sabía a ciencia cierta qué es lo que podía haber en ciertos territorios que prometían nuevas riquezas y posibilidades de colonización. Fue cuando los exploradores eran necesitados y estaban en demanda. Yo me metí de lleno en esa profesión que encajaba perfectamente con mi espíritu aventurero. Y así fui rellenando mi larga vida hasta el momento en que escribo. Me casé varias veces, tuve seis hijos en total, y viví en una libertad que siempre me permitió hacer lo que me daba la gana.
Mi profesión requería de una buena práctica en interpretación de mapas o mismamente saber también construir mapas o planos que se ajustaran al territorio casi a la perfección. Esta parte del trabajo llegó a ser mi especialidad. Supe siempre representar el territorio, por muy complejo que fuese, en unas coordenadas exactas y adecuadas. Nadie se debía de perder con mis mapas.
Pero aquel día me metí por un túnel que me acabó desquiciando. Llevaba un plano ya viejo que para nada coincidía con aquella endemoniada oscuridad tan laberíntica. Había salido de la ciudad de Point Blue, para llegar al poblado de Advent y allí entregar unos diamantes al joyero que los habría de tallar. Pero el túnel de atajo a diez millas de Point Blue resultó una pesadilla. la galería principal pronto se bifurcaba en varias direcciones y el mapa que llevaba todavía me confundía más. Me había confiado demasiado en mi natural instinto de supervivencia, pero allí estaba ahora perdido. Decidí seguir la galería que me orientaba hacia el norte, pero tal galería se bifurcaba de nuevo en tres cada vez más estrechas. He de confesar que por primera vez sentí pánico. A pesar de mi larga experiencia de explorador aquel día sentí verdadero pánico.
Fue entonces cuando me senté en el suelo medio mareado por el insalubre gas que respiraba cuando mi mente saltó como un resorte desprendiéndose de mi cuerpo y en una especie de vuelo desencarnado fui recorriendo miles y miles de galerías bajo una extraña luz fosforescente y verduzca a una velocidad infernal. Nunca había visto tantas galerías y ramificaciones formando tan abrumador laberinto. El único mapa ahora era este destino que me procuraba ese desdoble de cuerpo y alma tan inexplicable como real.
Al cabo de un tiempo que me resultó eterno llegué a una salida ya en el desierto, mi cuerpo fue impulsado como por una catapulta que me hizo rodar entre las piedras cortantes y al reponerme en aquel terreno me di cuenta que estaba a cientos de millas de Advent. No tenía víveres suficientes para la larga travesía que habría de hacer en solitario. Me puse a caminar y al cabo de un día de extremo agotamiento llegaba al puesto fronterizo de Kloper.
LA DIOSA Y EL PLANETA
ResponderEliminarExtraña noche con cielos de acero fundido. Los astros vienen todos en dirección a mi asteroide. Un abismo de profundidades insondables se ha abierto en el espacio bajo mis pies. Me sujeto a una roca que se dice llamar La Diosa. La Diosa me saca de la pesadilla dirigiéndose al planeta Tierra, pero yo le imploro que por favor a la Tierra no. Pero La Diosa me lanza hacia ese terrible planeta para purgar todos mis males de la manera más perversa. Lloro, grito, blasfemo, pero es todo inútil y ya es inevitable mi trágico destino.
"El planeta Tierra se creó para espíritus como tú. Os encarnaréis como homínidos y allí aprenderéis a saber que nada tiene objetivo ninguno y que el paso del tiempo es lo más inútil que se puede concebir", me dijo La Diosa antes de darme el "patadón" en dirección Tierra.
Desperté sudoroso. Puse las zapatillas y me hice un nescafé. Abrí la ventana y no dejaba de llover. Hacía frío. Puse la tele y allí estaba el político de turno dando la cháchara. Me rasqué la cabeza y cogí un libro que hablaba de la segunda guerra mundial. me quedé pensativo por un momento, me vestí y salí de casa.
APUNTES EN TORNO A JONATHAN EDWARDS Y SU FAMOSO SERMÓN DE 1733 "A DIVINE A SUPERNATURAL LIGHT" EN LA IGLESIA CONGREGACIONALISTA DE NORTHAMPTON, MASSACHUSETTS
ResponderEliminarHa vuelto a caer en mis manos la antología Norton de literatura americana y vuelvo a leer el famoso sermón de Jonathan Edwards. Ha pasado tiempo. Tomo notas.
Razón y fe. Las facultades naturales del hombre se manifiestan en su uso de la percepción a través de la razón, así como su poder imaginativo. El uso de la razón nos hace comprender y ordenar lo que los sentidos de un modo caótico nos imprime en la mente. Nos hace distinguir lo bueno de lo malo en un sentido relativo a nuestros intereses individuales y sociales. Nos hace posible aumentar y ampliar y definir las nociones de las cosas y los fenómenos que aparecen en la mente. La imaginación nos faculta para crear o despertar ideas o representaciones que luego la razón puede pulir, descartar por fantasiosas o elaborar como obras de arte o nuevas ideas creativas. Todo esto para Jonathan Edwards es lo que denomina naturaleza del hombre, la parte natural del hombre y sus facultades secundarias. Tales facultades nos permiten vivir en un mundo ordenado y con sentido. Nos proporcionan ciencia, moral, leyes, intuición, sabiduría, talento, placer estético, etc. Pero tales facultades naturales no son todo lo que el hombre es. El hombre es poseedor de otra facultad espiritual que sólo Dios puede avivar o despertar y que nos une con la excelencia y gloria del Mismo. Es la dimensión espiritual o del corazón que tiene la capacidad de iluminar las mentes hacia lo bueno, lo noble, lo eterno. Es la luz que depende de Dios. La luz que da de un modo directo o inmediato y de acuerdo a su libre y arbitraria soberanía.
La vía de tal iluminación espiritual es la Escritura, pero la Biblia en sí misma a través de sus palabras no revela directamente tal poder espiritual fruto de la fe y la salvación. La fe y la salvación son dones de Dios que no provienen de la razón ni de la comprensión del entendimiento, sino que nos son dados por gracia y si por gracia no por mérito alguno humano, sino por voluntad divina.
La razón puede entender que las uvas son agrias o dulces sin haberlas probado, puede entender que haya un Dios salvador a través de Cristo porque lo dice el evangelio, pero sin poder experimentarlo como experiencia directa arrebatadora y trasformadora. Puede discernir una composición musical o cualquier obra de arte como excelente por su ordenamiento o su armonía y proporción, pero podría no llegar a experimentarlo como sentimiento de corazón o iluminación espiritual. Jonathan Edwards parte de que la condición humana natural es incapaz de llegar a despertar la dimensión espiritual que sólo Dios a través del don de la fe puede revelar. Y tal revelación o don de la gracia se puede abrir de forma inmediata y directa a cualquier ser humano al margen de su sabiduría, uso de razón o condición social. Una vez que el don de la gracia interviene de forma directa las obras de la creación y la vida en general cobra una iluminación y fuerza especial de eternidad, de bondad, de experiencia profunda que solo el Espíritu puede dar.
LA COMUNIDAD DE LOS SUEÑOS
ResponderEliminarTomo mi taza de café. Mojo una rodaja de pan en algo de aceite. Miro por la ventana y veo los árboles del parque que han crecido frondosos. Me acuerdo cuando sólo eran unos troncos flacuchos y tiernos que creíamos no iban a sobrevivir ni un año. Ahora son adultos fuertes que cubren con su ramaje y follaje todo el parque y dan vida con solo mirarlos. Es un placer contemplar estos árboles de en frente de mi casa. Os invito a venir y ver estos árboles tan hermosos como nobles. Tomaríamos un café y hablaríamos sobre cosas que se nos ocurrieran sobre lo que pudo haber sido nuestra vida y y no fue y resultó ser otra cosa que jamás se nos hubiere ocurrido pensar que así habría de ser. Nos lo pasaríamos muy bien. Yo os serviría unos cafés con galletas o bizcocho y luego haríamos una comunidad de sueños hilvanados con gotitas de realidad para dar más sabor al sueño. Siempre he soñado con vivir en alguna comunidad y poder servir café y escuchar y hacer cosas asignadas para todos. Pero una comunidad ¿para qué?
La comunidad de los soñadores ocasionales que acuden para ver un parque lleno de árboles frondosos y en torno a tal vista nos ponemos a hablar, a compartir historias que parten de un punto en el tiempo y luego ellas mismas toman vida propia y nos quedamos sorprendidos de lo mucho que hemos vivido sin saberlo y lo extraño que nos resulta contarlo. Pasaríamos unas horas así y luego nos iríamos cada uno a su vida normal y cotidiana, pero con una marca o señal de haber sido iniciados en algún misterio compartido sin más compromiso que el placer de haberlo vivido en forma de sueños o lejanas nostalgias.
He de ir a buscar al amigo electricista para que me instale los nuevos óculos con bombillas led y así ahorrar en el recibo de la luz. El gato empezaba a jugar conmigo, pero he de irme.
UN DIOS PALPABLE Y DEMOSTRABLE. LA VISTA A LOS THRESKOJ
ResponderEliminarLas ideas vuelan, pero sus efectos materiales se palpan. Mucha gente cree en muchas cosas que no se ven y cuando prestamos atención a lo que hacen es ahí donde juzgamos. Lo importante no es lo que la gente dicen ser o creer, sino lo que ves que hacen o dicen de forma directa.
Es por eso que he quedado impresionado en mi visita al pueblo de los Threskoj. Este pueblo vive tras de las montañas Frokol, en el Valle de Thsorwert. Son gente trabajadora, honesta, y muy hospitalarios. No obstante cuando los visitas has de ser absolutamente respetuosos con ellos, pues no consienten ciertas conductas, ni la mínima muestra de arrogancia.
Hace unas semanas pasamos un día con ellos después de un viaje largo y cansado. Los Threskoj viven bastante aislados y practican cierta endogamia entre familias de diferentes aldeas del valle. Es curioso que cuando hablan en su dialecto la impresión que nos dan es que lo que piensan parece fundirse con la palabra en el momento de hablarnos. No notamos la doblez que se nota en mucha gente a la hora de hablar, pues sabes a ciencia cierta que te están diciendo una cosa pero que están pensando otra.
Pero lo más inquietante fue ver su culto religioso. Aquel día celebraban una ceremonia en su templo y nos invitaron. Todo empezaba como empiezan las ceremonias cristianas de nuestras ciudades en las iglesias, pero al cabo de diez minutos ¡su dios aparece en persona! Es decir: no se trata de ningún ceremonial o ritual simbólico visible en forma de gestos, objetos o pan y vino bajo consagración que refieren a una entidad invisible que es Dios como ocurre en los templos cristianos de nuestras ciudades donde Dios no habla, ni se presenta en alguna forma o manifestación visible y palpable.
Sin embargo en aquella ceremonia su Dios se presentaba en formas extrañas, casi gaseosas, pero con olores y ondulaciones materiales de "su cuerpo", cuerpo que se podía también tocar y de hecho ellos lo van tocando mientras tal Ente sobrevolaba el templo en diferentes direcciones. Nosotros comenzamos a caer en un estado de incontrolable paroxismo, hasta que nos fuimos acostumbrando poco a poco y bajo el afecto de los fieles Threskoj a nuestro lado llegamos incluso a "tocar" a ese su Dios bajo una sensación de haber tocado algo que no era de este mundo, que no pertenecía a nuestra materia.
Y aquella entidad habló en su dialecto y les contó las cosas que ya estaban sucediendo con las almas de sus difuntos y la ayuda espiritual que les iba a reconfortar durante toda la semana. Luego todos comenzaron a cantar cánticos en forma de murmullo colectivo. Cuando acabó la ceremonia el Dios desapareció dejando una estela de gas azulado. Nosotros quedamos convencidos de que no todos los pueblos piensan una cosa, pero hacen otra. No todos creen en cosas invisibles que luego no saben mostrar o demostrar como entes existentes. Creen en religiones o paraísos que no existen.
Los Threskoj son una gente auténtica, de palabra y hecho, de Dios verdadero y religión palpable y demostrable.