08 octubre, 2019

DICEN QUE TRAS LAS MONTAÑAS HAY UN VALLE

(Sacado de los apuntes de Saf Nelor)

Íbamos caminando por el sendero del río. El río bajaba suave y emitiendo un leve rumor de agua sobre agua y piedras. Un rumor que tranquilizaba nuestras almas. El río venía de bastante lejos. Lejanía incalculable para nosotros en ese momento, porque si hubiésemos pensado en el cálculo de su distancia entonces la magia de nuestro encuentro desaparecería. En nuestra mundo las distancias eran inciertas, indefinidas, legendarias quizás. El río podría haber nacido en el Edén o en un manantial perdido en alguna ladera de montaña. Miramos al cielo y seguíamos en silencio. Me apeteció decir algo. Sí, entonces me apeteció decir algo: "Un día venía muy cansado después de un día agotador en un instituto de Houston. Iba conduciendo para Austin por la 10W y a la altura de Sealy vi una nube que me captó la atención. El cansancio me había producido una tristeza. Más bien una pérdida de confianza en mí mismo. 
Empezar a vivir solo en una ciudad como Houston, sin referentes sociales ni familiares, ni amigos y al mismo tiempo comenzar a enseñar a alumnos nuevos formando nuevas clases y nuevas miradas y nuevos desafíos, agotaba mi autoestima. Luego la soledad de un nuevo apartamento cerca de la Westheimer y el vacío de las calles y avenidas de la ciudad donde nadie paseaba ni apenas caminaban, me fue produciendo una desfamiliarización radical conmigo mismo y con el entorno urbano. Todo parecía emanar de un sueño o de un mito. Después de preparar las clases y corregir ejercicios me dirigía la biblioteca pública o al centro comercial Galeria. Me fijaba mucho en el cielo cargado de grandes cúmulos recién formados en el Golfo y luego allá lejos en un punto que no dejaba de dominar la ciudad estaba el downtown con sus pavorosos rascacielos. Mis recuerdos del pasado se alejaban a un lugar remoto de la conciencia donde fenecían como una triste puesta de sol. Y entonces era el sentimiento del nómada que descubre un nuevo territorio a nombrar y explorar. En Galería los mexicanos hablaban un español que remitía a las ciudades fronterizas del norte de México, o a los antiguos fuertes o presidios o misiones españolas de la frontera del Imperio. En el horizonte se abría el espacio de las tribus indias desperdigadas por Texas. Era más indio que europeo, más nómada que profesor; más mutante que sedentario.
Y aquel viernes conduciendo en dirección a Austin en estado de agotamiento y depresión emocional, ví la nube. Era una nube que formaba rincones y contornos de luz y sombra en contraste con un cielo oscurecido por un frente de nubarrones grises cargados de tormenta. Observé por un tiempo la nube en su inocente juego de figuras, contornos y contrastes ante la masa gris plomiza del frente tormentoso, De repente ocurrió una sorprendente fusión de la nube con mi estado de ánimo e hizo posible una resonancia milagrosa de transformación. Sin darme cuenta mi agotamiento anímico dio luz a una nueva e intensa gana de vivir. Un despertar de recuerdos pasados de la infancia surgían como brotes de agua fresca que barrían el desánimo. Mi viaje a Austin siguió bajo la luz de aquella nube hasta que las nubes grises de la tormenta la fueron absorbiendo poco a poco".
"Es un relato interesante" me dijo ella mientras se agachaba para coger una piedra y tirarla al río.
"Sí", dije yo al tiempo que dejaba la vista recorrer el bosque en la otra orilla.      

19 comentarios:

  1. LEVITA

    Cuando hablaba se le alargaba la cara como si quisiera comerme. Su novia se enroscaba sobre sí misma cada vez que me miraba. Les dije que no les conocía de nada. Que solo pretendía seguir caminando por la calle. Miré de nuevo a la calle y se hacía oscura. Era una calle que se metía en una oscuridad sin fin. La pareja entonces me dejó pasar. Sus sombras se fundían con la oscuridad de la calle. Vistos a una distancia de metros parecían agigantarse. Él tenía andares de simio y ella seguía enroscándose sobre sí misma de manera obscena. Me metí por la oscuridad, pero a medida que la oscuridad parecía más densa empezaba a ver claridad lunar que resaltaba los edificios. Podía ver las ventanas y luces interiores de gente que vivía allí. Un niño asomó la cabeza para mirar a la calle, pero no creo que me pudiera ver o que pudiera ver nada. Los edificios comenzaban a ser más altos. Ocho, diez, veinte pisos. Luego hasta cuarenta o cincuenta. Luz de luna. Claridad lunar y luces en las ventanas. Gente que se movía dentro de los pisos. Entonces alguien me llama. Nombre propio. Que guardo en secreto porque los nombres propios han de ser secretos. Solo una persona de absoluta confianza puede conocer tu nombre secreto. Tu nombre. Era ella.
    Sus citas eran así. Llenas de misterio. Nos conocíamos nuestros nombres secretos y entre ella y yo no había barrera alguna. Cuando consigues conocer a una persona con la que no tienes barreras para comunicarte, date por contento en la vida. Cuando ves que tienes reservas a la hora de hablar con las personas, a eso se le llama normalidad. Y entonces la gente es normal desconfiando los unos con los otros. Qué se le va a hacer. Yo no hice este mundo. Lo hubiera hecho de otra manera.
    Entonces ella se acercó y nos abrazamos y suspiramos y nos reímos y lloramos y nos golpeamos suavemente y nos pellizcamos y nos susurramos al oído; y, comenzamos a cantar. Bueno. Parece una película musical, pero ella no habla mi idioma. No sé de dónde viene. Nunca se lo he preguntado. Y cuando habla en su idioma yo siento un tremendo cosquilleo por el cuerpo. Y cuando yo hablo en mi idioma, ella comienza a levitar. Levita. Qué curioso: levita. Oiga, su novia levita. Bueno. No es mi novia, ni mi pareja. Baraja. Pareja. Rompo la baraja, rompo la pareja. No. No es ese juego estúpido de las modas sentimentales. Esquizo-sentimentales. Es otra cosa indefinida.

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  2. LO DE SIEMPRE. CORAZÓN.

    Cuando entré a tomar café ella se puso tierna y coqueta. Me miraba con ojos de interés. Mucho interés. ¿Qué interés? Vaya usted a saber qué interés. Pedí café y seguía la mirada dulce y tierna y risueña. Pero mi pregunta era, ¿de qué podré hablar con esta mujer? Sí, es mona, es dulce, es tierna, es sensual, es.... Pero de qué podremos hablar que no resulte molesto, inadecuado, soez, ofensivo, falso, engañoso, palabras o frases trampa, simuladas, o intentos de comunicar algo que no tiene ningún interés para el otro. O el silencio y seguir mirándonos. Carita de limón. Carota de murciélago. Fuímos bebiendo el café y el tiempo de descanso Se iba recortando. Ansiedad. Nada claro. Eso. Lo insustancial. Lo anecdótico. El tiempo. Siempre lluvioso. Mi corazón está húmedo y lluvioso. Soy tiempo que se recorta. Soy silencio sin tapujos.

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  3. LO DE SIEMPRE. REVISITED

    Silencios escurridizos. Sí, volvimos a tomar uno y otro y creo que hasta otro café más. Pero nomás. Un día le hablé en verso o escribí un verso y todo se fulminó. A veces es mejor hablar con datos y estadísticas. Dices, oh poesía, tú eres el secreto de mi pasión, la puerta de mi complejo ser. Pero acabas siendo un chorras y un hortera. El tiempo sigue pasando y los cafés se van acabando y todo sigue igual o trastocado para más confusión o inesperados recelos. ¿Por qué has dicho eso? Es verdad. Ni yo sabía que había dicho eso, pero parece que ese "eso" guardaba para ella los secretos de la humanidad. Ahí descubrió de repente mi vileza, mis malos sentimientos, mis turbios deseos. Coíma. Qué delirio de interpretación. Válgame Dios y vengan sus ángeles a ayudarme. Tratas de decir que no dije que dije que quizás dije lo que no dije pero dejar de decir es decir lo que dije. Da lo mismo. Pasar página es de sabios. A partir de entonces te vas a tomar el café solo, solito. Soy tiempo que se recorta. Palabras huecas. Hueras. Sigue lloviendo ahí afuera. Silencio sin tapujos.

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  4. GRADO CERO

    Me puse a exponer mis ideas sobre el tema, pero Parraser me interrumpió para decirme que aquello que yo decía era falso, no estaba demostrado. Bueno. Intenté decirle que tuviese paciencia, que lo que yo quería decir tenía una trama que comenzaba por el principio, seguía por los intermedios y luego acababa con un final o conclusión. Pero nada más intentar decirlo, Melissa la delgadita con gafas abstractas, me interpeló con desgana: "Vaya rollo que nos vas a dar. Mejor contabas un chiste" Ya. Lo malo es que mis chistes son muy raros. Te puedo contar un chiste que te hará reir toda tu vida, pero creo que no tendrías paciencia para escucharlo. Ahora no sé si se lo llegué a decir o simplemente lo pensé. Había prisa, pues a las ocho comenzaba el teatro. Rufiardo dijo no sé qué sobre los chinos. No sé si venía a cuento o no. Pero hizo gracia y Melissa la de las gafas abstractas se partía de risa. Yo solo había oído algo sobre los chinos. Chinos. Pero no entendí nada más. Nos dirijimos al teatro. Todos sabían mucho de teatro. Hablar de teatro era algo inofensivo, pero dejaba ver el grado de profundidad estética que habías llegado a experimentar. Grado cero. Zero. Mi experiencia estética era grado cero.

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  5. EL LÍDER

    Era un líder en un partido o sindicato o comunidad religiosa o secta o líder de barrio. No me acuerdo bien. Las cosas se me mezclan con el paso del tiempo. Me acuerdo que cuando hablaba se te metía en tus interiores anímicos de tal manera que quedabas anulado, anonadado, atontado. Su voz era una señorona con mal genio que intentaba ser amable, pero que se ponía a barrer tus neuronas y tus entresijos biológicos tratando de ponerlos en orden con brío frenético. Su orden.
    Pues ayer lo vi que venía por la acera de una avenida gigantesca de nuestra ciudad inmensa. Y me vio. Pero cuando trataba de acercarse a mí, yo era capaz de eludirlo guardando siempre una distancia que él no podía sobrepasar. Seguía intentándolo y caminaba con más prisa hacia a mí, pero yo seguía manteniendo la distancia de forma constante. Había descubierto la constante de mi salvación, de mi libertad y el líder no podía hablarme de cerca, tenía que gritar, pero eso llamaba mucho la atención en aquella gran avenida de nuestra inmensa ciudad. Así que intentó de nuevo romper la constante y así invadirme con sus ideas y sus prejuicios y sus consignas y su sabiduría de barro, y su fanatismo y sus delirios y su catecismo, y su literalidad, y su arrolladora pasión de conquista y dominio; pero mi constante era constante de manera inexorable.
    Siguió gesticulando y gritando, pero por suerte llevaba un paraguas que me cubría de sus palabras ensalivadas y seguí caminando a mi aire, en mi libertad, bajo mis caprichos de tiempo y espacio.
    Todo ello sucedía en la gran avenida de nuestra inmensa ciudad.

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  6. EL HOMBRE-CABEZA O LA CABEZA-HOMBRE

    Gesticulaba y afirmaba. Su cabeza era muy grande. Más grande que la cabeza más grande que te puedas imaginar. A más cabeza más inteligencia, podrías decir. Bueno, las proporciones pueden ser también inversas. Qué lindas pueden ser las matemáticas. Seguía gesticulando y afirmando aquel señor con impulsos orgásmicos toda su retafila de axiomas mal encarados y con ganas de aplastar toda realidad y toda opinión y toda idea que no fuera la suya. Uno quiso intervenir y dar otra opinión, pero la pasión de nuestro Hombre-Cabeza o Cabeza-Hombre era tan inflexible como una porra mecánica machacando hierro fundido en un yunque. La vida quedaba reducida a una ecuación simple o una simple ecuación que formulaba una y otra vez con tanta seguridad en sí mismo que cuando yo lo oía me entraba temor y miedo. Porque detrás de esa ecuación tan sólida y clara y dos y dos son cuatro se pueden ver los ejércitos del orden circular con precisión con la misma intención de machacar y aplanar el mundo. Reducirlo a uno sola verdad única y uniforme, Las verdades orgásmicas de sus caóticas vísceras movidas por terribles terremotos internos.
    Por fin la cabeza más grande que uno se pueda imaginar dejó de hablar dando un puñetazo sobre la mesa. Alguien parecía querer decir que eso que el Cabeza-Hombre decía era una perogrullada digna del más zote ignorante, pero al decirlo se le fue apagando la voz e iba disminuyendo de tamaño, de tal manera que nadie lo podía ver y menos oir. Además en ese momento mil televisiones y radios y pantallas on-line decían lo mismo que el Hombre-Cabeza y con la misma aseveración y con argucias persuasivas que iban directamente a los bajos fondos de los resentimientos más turbulentos de las masas.
    De repente empezó a oler mal. En aquella sala empezaba un olor a alcantarilla que provenía de cientos de bocas gritando consignas de muera el universo y viva la patria del Pleroma. Luego eran clarines tocando una marcha militar. Yo, entonces, decidí irme. Pero no podía salir pues había miles y miles de personas atascando la salida. Querían tocar la cabeza del Hombre-Cabeza a quien llmaban líder y caudillo. Y como su cabeza era la cabeza más grande que uno se pueda imaginar, pues lograban tocarla y él la bajaba más para poder ser tocada hasta por los niños más pequeños. Mil millones de pantallas en tres y cuatro dimensiones difundían ahora su mensaje por el territorio. Logré por fin encontrar una puerta de salida y salí en medio de un campo espacioso desde el que se veía la luna llena.
    Luz lunar. De nuevo la soledad de la luz lunar. Habría que buscar de nuevo un refugio de ideas y encontrar o fundar clandestinidad.

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  7. CLANDESTINIDAD

    Me convertí en un hombre buscando una clandestinidad. Entré en redes sociales extrañas, enfermas, psicóticas; algunas parecían ser espacios de mentes equilibradas y sensatas, pero siempre quedaba la duda de poder ser una simulación. Pero ¿simulación de qué? ¿Qué equilibrio? ¿Qué sensatez? ¿No sería todo en realidad una puñetera simulación y simulación de la simulación? Esos pensamientos y esas preguntas resultaban angustiosas, pero eran posibles, y si posibles jamás habrían de eludirse. Fake news. La objetividad podría ser otra copia de la copia de infinitas copias sin ningún original posible. La única verdad sería aquella que lograse imponerse a base de persuasión y violencia. Pero el Hombre-Cabeza era la cabeza más grande que uno se podía imaginar y su realidad ya se había declarado oficial. La verdad propia de un monstrenco ignorante vengativo se convertía en la luz del territorio. Todas las eminencias políticas y culturales se ponían a trabajar en función de sus neuronas acopladas a todos los centros de difusión, universidades, medios de comunicación, partidos políticos, centros financieros, sindicatos, mafias, sectas, masonerías. La obediencia sofisticada se hacía universal. La Patria Pleroma era un proyecto aceptado por abrumadora mayoría. Pero la idea subyacente era soez y primaria en grado extremo y nadie quería ya desenterrarla. Cuando tratas de desenterrar un axioma crudo producto de un zote resentido cubierto por tantos sofismas y barnices y representaciones pseudocientíficas y lealtades incondicionales al Ente Testarudo, tú mismo empiezas a peligrar, a dudar, a interrogarte sobre una posible realidad que podría estar en algún sitio o ha fallado y se ha diluido o quizás nunca existió tal cosa y todo es espejismo y sueño y entonces lo mejor es rendirse y tirar la toalla y entregarse al Cabezón diciendo las mismas sandeces bien pagadas y apreciadas. Pero si alguien es capaz de hacer un juicio moral sobre la realidad en que vive, no puede traicionarse así mismo y es su obligación comprobar hasta dónde llega su verdad moral, Si se ha de agotar o al revés, aumenta su potencial crítico y su valor como referente existencial. Entonces ahí hay algo importante. Quizás sea la puerta de entrada a la clandestinidad. La resonancia que aumenta su intensidad y su creatividad puede ser la luz lunar que guía hacia otros tiempos y espacios. El Árbol de la Vida.

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  8. TEN CUIDADO CUANDO COJAS UN TREN

    He cogido el tren. La estación estaba vacía. Era el único pasajero. Pero cuando entré al vagón había mucha gente. Los viajeros estaban sentados en bancos de madera todos apretados. Muchos sudaban. Iban mal vestidos. Había niños llorando. Y las madres trataban de entretenerlos. Me entró una gran pena. Pronto echó a andar el tren. Dos tirones y la velocidad fue aumentando. Aumentando a ser una velocidad desproporcionada con el tipo de tren que había cogido. Había prisa por llegar a algún sitio. Prisa por llevar a aquella gente a alguna parte. Yo solo había sacado un billete para ir al pueblo más cercano de mi ciudad.
    ¿Quiénes eran?
    Pregunté a un señor mayor que estaba próximo a mí. "¿Quiénes sois?
    El señor me respondió en una lengua desconocida para mí. No habría posibilidad de saber. Yo tampoco comprendía el cambio que se había producido. Mi viaje debía de ser un viaje rutinario al pueblo más próximo llamado Osra. Pero no era normal que la estación estuviese vacía de gente. Tuve que haberme percatado de ello a tiempo, pero me dejé llevar por un fuerte efecto de curiosidad. Tuve también que haberme percatado de que el tren que llegaba no era el tren de siempre, sino un tren un tanto anacrónico ya que un tren de madera solo puede aparecer en los parques de atracciones representando otra época. No la nuestra. Pero fue la fuerza de mi curiosidad la que me empujó a seguir.
    De repente un viajero se dirigió a mí. Y me dijo: "Bienvenido a nuestro viaje y a nuestra comunidad". Hablaba mí lengua. Entonces era mi momento de preguntar, de saber, de interrogar, de situarme, de buscar coordenadas. Iba a hacerlo. Ya tenía las preguntas, pero algo se paralizó dentro de mí. ¿Acaso no me había hecho ya demasiadas preguntas en la vida? Preguntas con respuestas siempre parciales, siempre engañosas, preguntas que despertaban más preguntas; y si las respuestas eran exactas al final me encontraba con la misma superficie plana, o el mismo muro de hormigón.
    Pero sin preguntas no había posibilidad de saber nada, ni orientarse y todo ello podría llevarme al abismo de la incertidumbre.
    ¿Y por qué no dejarse llevar por el abismo de la incertidumbre si la oportunidad estaba ahí con esa nueva comunidad sin nombre alguno?
    Y así fue como me senté en el suelo junto a unas mujeres completamente abandonado a mi nuevo y excepcional destino.

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  9. EL LÍQUIDO MARRÓN

    Vi a Fulgencio por la calle y quise hablarle, pero se hizo el sueco. Tenía la cara hinchada y el pelo estaba cubierto de cenizas. Eso sí, me dio tiempo a verlo. Algo trágico tendría que haberle ocurrido, pues normalmente era un hombre más bien tímido, pacífico y sonriente.
    Cuando se iba alejando me di cuenta que iba dejando rastro. Un rastro de líquido marrón oscuro. Me dio no sé qué y no quise mirar más para él. Pero al seguir andando me di cuenta que había muchas sirenas de policía en una calle. Me fui acercando a tal calle y eran muchos coches patrulla de policía en alguna misión o quizás en algún escenario de película de acción. Por suerte parecía que era lo segundo. Tantas series de Tv requiere filmación a todo trapo y a todas horas.
    Seguí caminando, pero algo no estaba funcionando bien. Normalmente cuando te levantas y despiertas a un nuevo día crees estar en la llamada realidad. Todo funciona normal aparentemente, y todo sigue su rutina. Pero hoy no. En primer lugar no tenía que haber encontrado a Fulgencio de esa manera, ni tampoco era normal ver tanto coche patrulla de policía haciendo películas en la calle de mi ciudad. Tampoco el cielo estaba brillando como acostumbraba. Había una rara tonalidad violeta que inundaba la ciudad.
    Al seguir caminando siete chavales se me cruzaron con los pies descalzos y la mirada clavada al frente como si sus ojos se hubiesen quedado fijados definitivamente. Vestían todos ellos de traje negro y corbata roja. También llevaban un chaleco verde. Extraña combinación. Caminaban todos de frente y al unísono. Como si estuvieran desfilando para algún desfile militar. Me quedé muy extrañado, pero de repente ví a Cotrilna, mi antigua vecina del décimo que siempre me contaba todas las historias del barrio y la ciudad.
    "¡Hola Cotrilde!", le dije, pero ella se fue corriendo como si hubiese visto algo extraño.
    Y al irse me di cuenta que también dejaba un reguero de líquido marrón oscuro. Muy raro. Por un momento pensé que a lo mejor había entrado en el escenario de alguna película de ciencia ficción o alguna variedad de terror. Pero tendría que ser una potente película de ciencia ficción para lograr crear un escenario que abarcaba parte de la ciudad. ¿Qué hacer?
    Al momento un grupo de gente cubiertos de caretas y máscaras y vistiendo como payasos me fueron rodeando. Se reían. Parecían exhultantes, con ganas de juerga. Pero a medida que se iban acercando a mí se fueron percatando de algo. Algo que les hacía enmudecer. Silencio. Todo quedó en silencio y el grupo de gente parado mirándome fíjamente. Me estaba asustando. Aquello era el colmo de la extrañeza. Me miré y me vi como siempre. Mi pensamiento circulaba normalmente y con las mismas ideas. Mis brazos y mi traje era el mismo que me había puesto al levantarme.
    Pero ellos estaban viendo algo inusual. Quizás una rareza. Me había vuelto una rareza. Mi figura rutinaria de ciudadano corriente y moliente se había trasmutado en una mórbida curiosidad.
    Entonces optaron por alejarse. Pero se alejaban de forma radial. Cada uno seguía una línea que se iba alejando del centro y de los demás. Demasiada precisión.
    Y todos iban dejando un rastro de líquido marrón oscuro sin olor alguno.

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  10. A MODO DE REFLEXIÓN

    El prejuicio antepone la pasión a la reflexión. Los prejuicios los heredamos a través de la tradición cultural. Para erradicarlos hay que saber situarse en el punto de vista del otro, intentar considerar sus valores como si fuesen los nuestros; y, luego, buscar un territorio común de entendimiento. Si desde un principio el judío, el musulmán o el catalán, o el español, ya "caen mal", o "no quieren ser como yo quiero que sean", ya son juzgados como obstáculos o negatividad, etc; entonces ya está instalada la violencia contra ellos desde el comienzo. Ese es el prejuicio: la deshumanización del otro que se niega a ser como yo. Y por lo tanto lo degrado, lo eliminó, le niego el diálogo.
    El límite está en no obligar por ley o por decreto o por pura violencia física, a otro a ser lo que no es. A ser como yo quiero que sea y en base a principios que hago sagrados, naturales, establecidos, cuando en realidad corresponden a principios particulares de una historia concreta. Ese sería el nacionalismo que pretenda elevarse por encima de la misma democracia por ser inexorable e incuestionable. O sea: pura metafísica. Ahí tenemos ya la violencia instalada en el prejuicio nacionalista. Todo aquel que no se identifique--o sea sospechoso de no serlo--con tal ídolo queda fuera de la ley. Excluido de los seres humanos normales. "Ese judío", "ese cristiano", "ese moro", "ese catalán", "ese español", "ese masón", ese ......

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  11. EL TORNADO DE SANTA LUPE

    Cuando vivíamos en la casa solitaria a las afueras de Santa Lupe mirando al desierto, una vez vino una fuerte tormenta y un tornado nos pasó cerca sin hacernos daño. Sin lastimarnos ya mero. It was as if a derailed train was crashing on the earth and dragging for a few endless minutes making the house shake like a scare dog. Black clouds on the horizon. Keep calm. Don't call anybody, just hang up.
    El pasado era como un mito lejano. Nos sentíamos bien viviendo el presente sin pensar apenas en ningún futuro. Pero esta vida es incierta. Cuando crees que ya te has librado de tus ataduras, then comes the fury of the gods for no reason, with no explanation whatsoever. It's time to pay. To pay, for what? What do I owe you? Garramos la troca y nos fuímos al pueblo. Medio pueblo había quedado destruido. El sheriff Erasmo estaba todito nervioso dirigiendo a sus officers. La casa del Reverendo Williams estaba toda hundida. Los muebles rotos y machacados como si les hubieren dado con una gran maza. His wife was badly hurt and some neighbors tried to help. But many others were hurt too and it was hard, very hard to be able to attend everyone who was wounded. Two ambulances arrived from Harlingen and some firefighters from McAllen were on the way. So they told us.
    Fue una absoluta chingadera lo que hizo el tornado. Ayudamos a sacar gente de un sitio y otro y fue muy triste, muy triste, ver al bebé de los Menchaca casi muerto. Sad. Real sad. I don't want to recall the sadness we stored in our souls for the rest of our lives. Qué difícil es recordar un pasado que tú y yo vivimos tan lejos, mirando al mero desierto y en aquella casa tan solitaria. Lonely house at the end of Santa Lupe. You and me. Far away in time and distance.

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  12. CATCHING FIRE

    Viene el peregrino cansado. Huye del aburrimiento. Ha cruzado ya muchas autopistas. Y muchas fronteras. Está identificado en cualquier montaña adonde vaya. No hay bosque que le pueda esconder. Los drones sobrevuelan cualquier espacio. Los sensores le huelen. Le sienten. No exit. Only death is the exit. Once you've been born the only way out is death. But in between there's a life. Una vida llena de espejos. Mirrors. How many broken mirrors? How many broken illusions? Give me a break, my friend. Why are you bullshiting me with so much fool-osophy? Just live. Vive y deja vivir. Just live and let others live as well. Jodida verdad. Fucking truth. Where's your baby? ¿Dónde está tu amorcito? Canta bajo la lluvia.
    Deep sadness under the rain, I felt strange when the fever came. You must go home as fast as you can. But I only tried to be a child. Qué pasa, ¿es que no puede uno volver a ser niño? Un childo. A nighow. A kiddo. Play with words and make a new world out of words. I love you. With all these millions of words I'll reach you anywhere you are. Don't hide.
    ¿Puedes ver un coche subiendo hacia Silvertown? Más allá de la Gran Cordillera hay vida. Y minas agotadas y abandonadas. Let's forget so many things before we enter into Paradise. ¿Me puedes llevar al principio del fin? Where baby? There, at the end of deep sea. Touch me. Just touch me. It's just touch me. So easy. Y el mundo se enciende como un fuego devorador. Catch on fire. Can you see the world catching fire?
    Let's drive to California. ¿Dónde está el fin del mundo?

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  13. HORA DE IRSE

    J: Venga, es hora de irse.
    H: Sí, ¿pero adónde?
    J: No importa, hay que moverse. ¿No te das cuenta que todo el mundo se empieza a mover?
    H: Pero, ¿nuestra casa?, ¿nuestros trabajos?, ¿nuestra ciudad?, ¿nuestros amigos?
    J: No importa, habrá otra casa, otra ciudad y otros amigos. Mira cómo se funde todo y todo se corrompe. No nos queda mucho tiempo. Nuestro pueblo se reune en el descampado de Orm para formar comitiva y buscar un destino.
    H: Pero, ¿por qué hay que estar siempre en un eterno exilio? ¿Por qué no nos hacemos normales, como todo el mundo? Nos quedamos y nos asimilamos a las costumbres de los demás, nos fundimos en una misma humanidad, misma nacionalidad.
    J: Creo que no podrías. Nuestro pueblo ha sido marcado en fuego y siempre habrá una voz potente que nos ordenará salir de las grandes ciudades cuando llegue la hora. Cuando todo se vuelve ermo, esa normalidad nos puede destruir y reducirnos al común denominador de la esterelidad del alma. Y esa hora ha llegado.
    H: Pero ya no queda mundo adónde ir. La realidad es el mundo abstracto de las pantallas y sus mapas y sus buscadores y sus perfiles. Ya somos tan solo perfiles en cualquier red social que cualquiera puede buscar e identificar desde cualquier parte del mundo.
    J: Pero no te das cuenta que eso nos está llevando a la esquizofrenia colectiva y ya no somos capaces de diferenciar realidad de ficción, lo virtual y la vida, lo auténtico de la falsificación... No ves cómo la gente se mueve, se inquieta, se autodestruye, se lanza a los paraisos artificiales de la abstracción, de la imaginación.
    H: Bueno, nos estamos librando de los cuerpos. Viajamos a la velocidad de la luz como espíritus desencarnados. Quizás la solución no sea tomar el mundo físico de nuestros padres como la realidad, sino como una realidad más entre otras muchas posibles. La realidad física ya no está tan fijada como antes, pero nuestros cuerpos siguen pesando y sintiendo y enfermando. Eso es verdad. Pero la muerte nos llega a liberar de él....
    J: ¿Qué estás diciendo? ¿Crees que la realidad virtual te ha de salvar del cuerpo? Internet no es más que la proyección de nuestras neuronas y nuestros deseos. Sigue siendo nuestro cuerpo y nuestro ego proyectándose al infinito. Pero en ese plano de realidad virtual hay también poderes y demonios aumentados y proyectados también hacia el infinito... Rompe con ello. Vente con nosotros. Fundaremos otros territorios. Seguiremos siendo pueblo nómada, mutante, bajo la fuerte intuición de un propósito....
    H: Déjame un tiempo para pensarlo...Sé lo que dices y es muy tentador. Muy poderosa la voz que nos llama.

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  14. FE Y ABSURDO O EL ABSURDO DE LA FE QUE SE HACE VALER COMO ABSURDO

    Los católicos creen poder representar a sus santos y vírgenes a través de estatuas. Al mirar la estatua se pretende revivir al ser espiritual que está en otra parte, quizás en el cielo o en la tierra con un don de ubicuidad. Y entonces al apelar a la estatua se interpela así mismo al santo o virgen que entonces escucha la plegaria y consuela invisiblemente y mentalmente o animicamente a quien le pide o busca consuelo. Todo ello requiere de la fe. Sin fe este mecanismo religioso no funcionaría. Y la fe no remite más que a la subjetividad de quien dice vivirla. Toda experiencia religiosa o fenómeno religioso remite a la fe y una vez allí se pone a salvo de toda prueba o demostración. La fe es inexpugnable a toda explicación o demostración. La Ilustración creyó destruir la fe de una vez y para siempre con la razón y su uso metodológico en todas las esferas del saber y la experiencia. Se cree en aquello que es demostrable, objetivo para todo el mundo; y si no lo es--como en los misterios o lo insondable-- en algún momento se llegará a saber. Por tanto la fe es pura superstición, un ejercicio de irracionalidad. Algunos dirán: una locura o una neurosis.
    Pero a la persona de fe le da igual lo que digan de ella. Hoy día la fe se empieza a reconocer como una experiencia íntima, e inexpugnable. La persona de fe comienza a decir, OK, la ciencia y sus descubrimientos son importantes, la razón es formidable como herramienta de vida; pero mi fe va más allá de todo eso y me sirve para darme un sentido trascendental de las cosas, de los sufrimientos y la muerte. Ya podéis hacer la crítica que queráis, o psiquiatrizarme a gusto, pero cuanto más absurdo os parezca, más disfruto yo de mi fe, dice la persona de fe.
    Y es verdad. La fe es inexpugnable en cualquiera de sus expresiones religiosas.
    Por eso vamos a ver pronto, muy pronto, un renacimiento de las fes como opciones de libertad por encima de cualquier restricción racional o ideológica. Un creer porque sí.
    Pero también lo estamos viendo con las ideologías: un creer en mis ideas políticas porque sí, porque va con mis sentimientos y mi manera de ser y punto.

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  15. LA FE PROTESTANTE Y EL FUNDAMENTALISMO

    La fe protestante se basa en la Escritura. Desaparecen las estatuas de los santos y las vírgenes católicas como mediaciones de la fe con sus entes espirituales, y se desplaza uno al Texto canónico de la Biblia. Entonces la Palabra se convierte en el medio de la fe para conocer a Dios. Pero a diferencia de las imágenes y de los sacramentos y doctrina preceptiva de la Iglesia Católica, la Palabra nos lleva inevitablemente al problema de la interpretación correcta. Como la fe remite inexorablemente a la subjetividad de las personas y cada persona es un modo de ser y vivir tanto en relación a la fe como al mundo; y, como el Texto no se deja mostrar como una pura transparencia objetiva para todo el mundo; sino más bien lo contrario, pues surge, por suerte, el conflicto de las interpretaciones. Y eso, en mi modo de ver, ha enriquecido el protestantismo desde Lutero hasta el presente.
    De nada sirve el refugiarse en una hermenéutica positivista del Texto como objeto que puede adecuarse al sujeto de fe de una manera unívoca si nos aproximamos a él con sinceridad y mente abierta, pues esa idealización acaba siendo la interpretación parcial de cualquier iglesia o denominación. No hay solución. El fundamentalismo cree poder tratar el Texto en una relación objeto-sujeto muy parecido al método científico, pero de tal método sólo surgen más denominaciones y más líderes carismáticos que se arrogan verdad y exigen obediencia.
    Lo malo del fundamentalismo es que sufre y tiene mala conciencia de aquello que se le escapa sin remedio.
    No por ello desaparece la fe. Todo lo contrario. El fundamentalista se refuerza en su verdad interpretativa en oposición al juego interpretativo de otro protestantismo que ve el Texto como algo infinito en su interpretación y la fe como algo subjetivamente inexpugnable, pero abierta a un juego de significados inagotables.
    En resumen: la fe católica fue siempre regulada por una jerarquía, una autoridad papal, un dogma con vigilancia y policía; pero el protestantismo al romper con la autoridad de la iglesia y su servicio de vigilancia y policía, pues hizo posible que inevitablemente la fe se fuese desvinculando de las organizaciones visibles y sus policías y fuera recayendo en las personas, en los individuos.
    Y ahí la fe no deja de ser inexpugnable, pero con otro modo de manifestarse en la historia.

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  16. EL ARQUETIPO DE LA ESPERANZA

    Hacía frío afuera, pero al entrar al local sintió calor familiar y entonces pidió un café. Se entó en una mesa y comenzó a echar el primer trago. Feliz. Momento feliz.
    Sintió nostalgia por aquella persona. Deseó por un momento que estuviera allí. Echó su segundo trago de café y se sintió mejor. Recordemos que afuera hacía frío. Al momento se dio cuenta que las ilusiones tratan de compensar la dura realidad de la vida. Pero las ilusiones son bienvenidas, no desechadas. A veces transforman los momentos tristes en momentos de esperanza. Las ilusiones son regalos de Dios que nos iluminan la vida.
    Y así echó el tercer sorbo de café y se seguía sintiendo feliz.
    Pensó en los papeles que tenía que arreglar y en los recibos que había que pagar. Las preocupaciones merman alegría porque son cosas externas frías e impersonales que nos fuerzan a funcionar al ritmo de la necesidad. La ilusión sobre aquella persona entonces desapareció bajo el embite "realista" de la "vida". Habría que salir del local, dejar la taza vacía e ir a esas dependencias del Estado o de los grandes suministradores de servicios y coger número y tratar con personas desconocidas, anónimas, que funcionan ....
    Tomó el cuarto sorbo de café con leche. Entonces entra Marmo, el pelma de Marmo. ¿Por qué hay gente tan repetitiva y tan aburrida en la vida? Y así fue cómo acabó el café con apresuramiento y se fue. Si Marmo se hubiese logrado sentar en la mesa, su mañana se habría estropeado por completo.
    Al salir hacía frío. Un hombre en el mundo. Gris. Mundo gris. No se dejaría vencer. El arquetipo de la Esperanza siguió funcionando en su mente y todo su ser volvió a recobrar pleno sentido.

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  17. RAZÓN E ILUSIÓN Y OTRAS COSAS...

    Me hace ilusión pensar en paisajes legendarios, en personajes bondadosos que desean tu bien y tu alegría. En la posibilidad de una vida sobrenatural que nos ha de explicar muchas cosas que ahora no sabemos. En reencuentros en otras dimensiones con personas enigmáticas que hemos tenido ocasión de medio conocer en esta tierra, pero que habrán de revelarse con toda apertura y sabiduría. En un camino que cruza bosques fríos o cubiertos de nieve para llegar a una iglesia con un fuego de hogar donde la gente canta himnos y oye la Palabra de Esperanza. En ese despertar a la inocencia que lo transmuta todo por instantes y te das cuenta que en realidad la pura existencia es un milagro.
    Pero desechamos muchas ilusiones y muchas esperanzas y muchas posibilidades porque lo creemos fuera de razón, porque no pasa los dictados y juicios de la razón y eso nos hace unos ilusos. La razón se ha impuesto como soberana en todas las facetas de la vida, como juez supremo de vida y experiencias. Como tribunal superior al que hay que rendir cuentas y sopesar lo que tiene valor productivo y realmente objetivo, de lo supérfluo, de las fantasías sin "provecho alguno", de las "aberraciones" de pensamiento y obra.
    La razón no siente ni padece, es invisible, impersonal, neutra, equitativa, exigente con sus pruebas y demostraciones. Busca lo común de un conocimiento objetivo para todos. Por eso hay que colocarla como fundamental a priori de toda nuestra vida y experiencia. Poderosa razón que nos fuerza a caminar con realismo, equilibrio y justicia...datos, estadísticas, pruebas, orden lógico, causa y efecto, conclusión.... En el principio era el Verbo (logos).
    La razón divide lo válido de lo inválido y lo inválido queda relegado al inconsciente de la vida y de la historia, pero no por eso deja de existir tal inconsciente para tomar luego su revancha fuera de toda razón y fuera de todo control.
    La razón diluye los prejuicios y los mitos para dar luz objetiva a las cosas, pero ese mecanismo de disolución acaba también triturando toda ilusión, toda esperanza "infundada", y toda fantasía queda relegada al mundo del arte o al psicoanálisis. Toda fe o creencia tanto maligna como benigna pierde valor ante su tribunal.
    Pero el peligro real es cuando ella misma se cuestiona a sí misma y no encuentra base ni roca ni referente alguno en el cual justificarse o dar razón de sí más allá de su autoevidencia...
    Razón y fe. Fe y razón. Al final la razón necesita de una fe en sí misma. Pero sus efectos y sorprendentes resultados ya nos han hechizado tanto que nos hemos olvidado de su petición de principio. La razón es una herramienta, un modo de funcionar de la mente humana, pero hay otras muchas dimensiones que podrían actuar como aprioris a través de la fe... del "absurdo" de la fe.

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  18. You took your coffee in that winter morning looking out through the window and you saw the grass covered with white dew, and the mountains where not very far away. She told you your cousins were coming in the afternoon. She put her coat on and went to buy groceries to town. I was left alone in the big house where my uncle Rufus kept his old books, so I went upstairs straight to the library. Wow! All knowledge and adventures at my service, I didn't wait too long to start searching among the weirdest shelves down at the left corner near the piano. I sat on the old chair looking at the woods with Stevenson's "The Black Arrow".

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  19. Retransmission. A radio with power. Short wavelength. In the night. Lonely night we used to listen to the underground radios. Far away from our cozy little house in the Valley we heard the voices from other lands. Background music. Listen to the background music. Yeah! It sounds like a choir, but what language do they speak? I don't have any idea. And what about those weird noises? Wirp, wirp, wirp; chow chow. I don't know. Isn't that strange? Yeah! You never know where they come from. Far away. From the space. Yeah! We live in such a little planet. Tiny planet if we compare it with the sun. Or to those giant stars they say they are inside our galaxy. Wow! "This is Radio Pekin talking to your country. It's 6 am in China and we're ready to give you the latest information."
    How can we hear them talking from so far away?
    Yeah! It's a mystery.

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