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Digamos que para la socialdemocracia rige la idea de que la política más que un mero instrumento de gobierno y administración, tiene también la obligación de usar el Estado como educador social en función de una supuesta naturaleza humana de potencial bondadoso común a todos. Son esos supuestos rasgos comunes los que hay que potenciar distribuyendo la riqueza de forma igualatoria. Lo malo de los hombres y mujeres desaparece con la apropiada ingeniería social.
O sea, todos apelan a una razón de fondo indiscutible, quizás axiomática. Se podrán discutir más a fondo esas supuestas verdades de todos ellos, pero el poder es el poder y su fuerza reside principlamente hoy día en su capacidad de imponer categorías de pensamiento automáticos en la mayoría de la gente y quedar fuera de este pensamiento dominante es exponerse a mucho.
Joer. Hoy no tengo gana de hablar de política. Tengo los cables en otres coses. La política inúndalo too. Tol mundo paez creyer que les soluciones tan na política. Tengo la suerte de poder alloñame de la política y de lo político cuando quiero y entós alcuentro abellugu na filosofía, la bona lliteratura, la música, etc. Hay vegades qu'algamo el puntu omega, que yo digo. Cuando tas invadíu de males noticies o tuviste un desencuentru con daquien o tas esmolecíu por daqué cosa, entós voi al puntu omega.
ResponderEliminar¿Y qué ye'l puntu omega?
Pues ye difícil esplicalo. Siempre miramos les coses col color de lo prosaico, de lo ordinario, de lo ya dao, como si too tuviere una entidá ya dada como normal y sustentada por un inesorable sentíu común. Tol mundu te reconoz dientro talu sentíu común de normalidá, y tú tamién reconoces a los demás nesi nivel d'onda. Pero eso non ye la realidá. Eso ye un mou de ver la realidá ente otros munchos, pero ye la realidá en que tas engancháu pa poder ser un ser social "normal".
Pero la realidá pue desfacese y camudala a otra sintonía, a otra modalidá, a otra fondura; y entós vas descubriendo que lo que esiste podría non esistir de la mesma manera. Que non hai esplicación alguna al porqué de too lo esistente y que tola lluz y les solombres, y los árboles, y les cases y los praos y les autopistes, y les montañes, y les nubes, y les pallabres y ...¿y? ¿Qué coño ye too esto? ¿Y qué razón hai pa que esto seya esto y non otra cosa? Y ¿quién soi yo? y ¿qué coño ye esti mundu y universu? ¿Qué broma ye esto? ¿por qué güevos hai que sufrir más que disfrutar? Vas quitando significaos. Vas poniéndolos ente paréntesis a la Husserl y de sutrucu, paff!....
Sensación de puzzlement, perplexidá, ablucamientu. Flotes nun estrañu vacíu. Sienteste estrañu, como si too surdiere duna irrealidá, un suañu de neñu. Your soul finds rest. Real isn't real after all. La realité n'est pas la realité. Les idées perdent leur puissance. Ideas lose their power and force. Wow!
Non tienes porqué beber nada, nin tomar sustancies de na. Pue ocurrite en cualesquier momentu. Dempués de comer una llechuga o un cacahuete même.
Heidegger retornó a la pregunta sobre el ser. Vuelta a los presocráticos. Poner entre paréntesis 2000 años de filosofía. Se fue olvidando la pregunta del ser una vez se fue sustituyendo por sucedáneos del mismo, que no eran más que representaciones extraviadas....
ResponderEliminarRetornar a la pregunta sobre el ser implicaba así mismo reconsiderar el concepto de hombre, del ser humano, pues si es desde el hombre donde se puede hacer tal pregunta, entonces habrá que explorar ese lugar desde donde se hace la pregunta. Explorar con nuevos enfoques y perspectivas y quizás el concepto de hombre como esencia capaz de conocer y representar al ser, deje de ser tal sujeto soberano, para pasar a ser Dasein o "ser-ahí", existencia: estar ya-siempre en la temporalidad del pasado, presente y futuro. La realidad del ser entonces pasa a ser lo oculto que a veces se hace presente, pero que jamás podremos agotarlo en ninguna representación, ni adecuación racional ni imaginativa.
ResponderEliminarEl error de la metafísica fue creer en la posibilidad de reconocer, visualizar, comprender al ser como estructura de realidad subyacente a todos los fenómenos y a partir de ahí explicar y someter la vida a nuestra conciencia ya iluminada a través de la razón. Lo ininteligible solo espera a ser inteligible y así el mundo puede ser ordenado, organizado, gobernado. Y es ahí donde estamos. Equiparación, equivalencia. Intercambiabilidad. Un universo de valores intercambiables. Un mundo que se ofrece a ser definido y explicado en todas sus dimensiones: la física-natural y la humana.
ResponderEliminarPero cuando ya creemos que el ser está controlado por la ciencia, o la sociedad por la ingeniería social y la dominación política; entonces algo rompe por algún sitio, algo se desplaza y hace obsoleto el modelo, o la epistemología implicada pierde validez y surgen nuevas e inesperadas crisis. Crisis también de subjetividad. De valores que ya dejan de serlo.
Extraño misterio del ser. El ser inaprehensible. Presente y ausente al mismo tiempo.
El ser de la metafísica que ha venido dominando en Occidente, aparece entonces como un ente más usado como modelo y parámetro de lo inasimilable, pero pretendiendo ya ser objeto inteligible por parte de un sujeto soberano.
El ser está ahí siempre-ya. Subyace a todo lo existente, pero nunca se abre o se presenta en su totalidad de ser. La realidad siempre es interpretable, nunca podemos agotarla en forma de conocimiento objetivo, adecuado a una estructura de ser de posible intelegibilidad.
ResponderEliminarHeidegger nos deja con el culo al aire y sin pronta posibilidad de cubrir nuestras vergüenzas.
Amén.
El poder abstracto es matemático y geométrico. No hay ninguna impureza. Todo ello son formas y relaciones puras, inmaculado todo ello. Eterno. Inmortal. Un universo así. De formas puras y transparentes. Todo en sí. Luz pura.
ResponderEliminarViví en Washington por dos años y medio. Centro de poder. Allí nació mi hija. Nuestra residencia era en Alexandria. Estado de Virginia. Curiosamente echábamos de menos a Texas. La música de fondo era la de Alan Parson's Project. Avenidas silenciosas. Paseo nocturno por el Georgetown. Buena librería buscando títulos de Derrida y Baudrillard. Cerveza en alguno de los muchos sitios tan animados todos ellos. Pinjhas hablaba de El Salvador. Nira trabajaba en una escuela. A veces había reunión del Comité de Ayuda a El Salvador en una iglesia luterana de Arlington. Progre. Era progre a carta cabal. Discípulo de Gayatri Spivak. El sujeto subalterno y cosas de esas. El Potomac y las grandes nevadas del 1987. Una semana entera en casa. Sin ir a trabajar al T.C. Williams High School. Arrastro la experiencia de Washington. Los negros paseaban sus boomboxes a todo volúmen. Una avenida que cruzaba un parque llena de vendedores de crack. Era la época del crack.
Washington era el centro de poder. Edificios de poder. Gente de poder. Poder adquisitivo. Te da poder el poder adquisitivo. Vestidos con buenos trajes y carteras. Nuestros representantes y senadores llevan zapatos brillantes. Clic, cloc. Clik. Elegidos por el pueblo. We the people. Grandes bosques circundantes donde todavía se oyen los lamentos de mis amigos los indios. Brutales. Apaleados con brutalidad. Te pierdes remando en una canoa por la Chesepeake Bay.
Poder abstracto del poder, quiero ser un ser abstracto con poder. Power for the People. Quiero vivir con el Pueblo Abstracto en algún lugar de Delaware. Desde un árbol gigantesco veíamos la base de Quantico. U.S. Marines.
Es dura. Es dura de corazón. La señora es dura, dura de corazón. Hard heart. A hard heart inside her bag, tic, tac, tic, tac...She thinks hard about the abstractions of the heart. Her heart is so hard that she thinks hard things with her heart made of stone. Boring lady. Such a boring lady fleeding from herself all the way to the brain. Heart of stone. Dead brain. Boring as hell. Give me a pound of abstract raw meat. Bueno. Hace mucho tiempo que no veo a la dama de piedra, con corazón de granito y cara de beata. Where is she? Qui est-ce qui le sait?
ResponderEliminarHablas del poder. Cara de perro. No sabes si te va a morder. Desde la cúpula del Capitolio veo el Reino de los Cielos. Me he inventado un reino donde no gobierno. Me extasío en la extensión de mi reino donde no gobierno. Lo divido en regiones mentales. Unas en Virginia y otras en Maryland. Si cruzo el Potomac y me lanzo a correr por la autopista 81 podré volver a Texas. Ansío volver a Texas y descubrir una casa abandonada en el medio de una gran pradera. Abrir la puerta y respirar la oscuridad. Oir presentimientos bajo los aullidos de los coyotes. En la vieja habitación dormía Laura y en la que está mirando al sur dormía el viejo Grandso. Se abren las ventanas y entra la luz del sol. Sol. Intenso sol de Texas. Deberían de volver todos y formar la familia. Esta casa ha de volver a la vida. Niños jugando en el porche y los caballos relinchando en el corral. Poder. Poder de vida más allá de las fronteras. Me extiendo por toda la extensión de la pradera. Es inmensa. Tengo cuerpo de pradera. O mi cuerpo es una pradera. Si sigo el Rio Pecos en una balsa podría llegar al Rio Grande.
ResponderEliminarEl Capitolio de Austin. Austin rodeada de colinas. Concierto de los Stones en el Zilker Park en una noche de verano. Ella es violenta. Una mujer violenta con mucha rabia y ganas de destruir. Solo vive para destruir. No te fíes de su sonrisa. No te dejes seducir por sus labios de melocotón. Se enrolla como una boa para estrangularte con la lentitud de una bruja en éxtasis.
Poder.
Poder del mal. Si intentas librarte acabarás dando vueltas y vueltas por la ciudad buscando el rincón final donde morir mientras los fuegos artificiales explotan en el cielo. Apoteosis. El reino de los Cielos es una antiquísima nostalgia que nos espera más allá del tiempo.
Bajemos de los capitolios y busquemos la entrada al pasadizo secreto donde se refugian los vagabundos. O quizás volvamos a los bosques donde todavía aullan los indios salvajes. Esta noche dormiré en el Smithsonian bajo la mirada muerta del pasado.
Ha encontrado su verdad. Ha encontrado su verdad el viejo fanático mientras se orina por los pantalones. Raídos pantalones de vaquero. Sucios pantalones de vaquero raídos y malolientes. La vida corre deprisa y se le agotan sus fanatismos apocalípticos al viejo. Rayos y truenos y ángeles devoradores de cuerpos que bajan al mundo a confundirse con los humanos. Nadie sabe nada de nada y por eso el viejo Zuck se abrazó a su visión fanática. Todo tenía una explicación que nunca sabía explicar con mínima racionalidad. Visionario y profeta después de de tantos años enseñando biología en esa gran universad con torre y reloj y 40,000 estudiantes. Un día, después de bebernos una botella de tequila juntos, me entregó una nota sucia que decía:
ResponderEliminar"Los entes biológicos me han abierto los ojos a los laberintos de las viejas leyendas y los antiguos mitos. La vida sufre por el solo hecho de ser vida. Me volvía loco buscando explicaciones en las bibliotecas y los laboratorios. Mis mujeres buscaban un hombre y yo era un lobo solitario corriendo por las tundras. Me fueron abandonando una a una hasta descubrir a Tolma en el East Austin entre la población mexicana. Fiel mujer que enseguida comprendió las ansias de verdad que me devoraban el cerebro. Juntos agotamos todo lo que nos quedaba de sentido común para entrar en reinos prohibidos de verdades carcomidas por multitud de demencias, de locuras proféticas nunca escuchadas, de creencias formuladas en medio de espantosos delirios. Y fue Tolma quien me desveló el misterio del abismo. La leyenda del abismo. La leyenda que ya conocían los viejos apaches y los shamanes comanches. De repente me di cuenta que todas mis antiguas creencias y mi ciencia no servían más que para aumentar mi sufrimiento pues ninguna era consciente del Gran Abismo. Vendimos todos nuestros libros al Half-Price y huímos con nuestra troca al desierto, cerca del Pecos, en busca de la grieta..." (Todas las líneas que siguen son ilegibles).
AUSTIN CITY LIMITS
ResponderEliminarCogí el avión en Harlingen. Llegué a Austin. Horas después de mi llegada se desencadenó una fuerte tormenta. Y con la tormenta llegó la noche. Vivía en Menchaca Road. Desea siempre que cuando llegues a casa haya siempre una persona que te quiera. Que te reciba. Que te dé un beso. Y si además hay un niño o un gato o los dos, pues mucho mejor. Puede que haya una buena cena esperándote y la música sonando en el equipo.
O quizás ya nadie te esté esperando. Ni mujer, ni gato, ni niño. Ni música, ni cena. Soledad. Quizás no debiera haber cogido aquel avión en Harlingen, ni hubiese llegado nunca a Austin. Ni se hubiese producido tal tormenta. Ni hubiese casa en Menchaca Road. ¿Por qué ocurren las cosas? Cuando tratas de indagar te arriesgas a volverte loco retrocediendo hacia algún ad infinitum, o acabas aceptando un porque sí. Toda indagación acaba en ese porque sí. Perdí mucho tiempo pensando en dónde estaba la raíz de las cosas o los acontecimientos. Al final me di cuenta del porque sí de todo y mi mente logró descansar. Creo que fue ahí donde empecé a creer en Dios de una manera seria. Abandonaba las explicaciones últimas de la razón para encontrar refugio en la fe, sin abandonar la razón, solo que ahora la razón no se atrevería a sobrepasar ciertos límites. No precisamente Kant.
En realidad había cogido el avión en Harlingen y llegado a Austin, pero Austin ya no era mi ciudad y allí no había ya hogar alguno. Cierto que la tormenta fue espeluznante y desde mi habitación de motel sentí bastante miedo. Luego todo volvió a la calma y me fui a Les Amies. Al reencuentro. Allí estaban John Gardner y Cecilia Burton y Mike Skadden y Margarite Boulder y cinco personas más. Cenamos, bebimos, pero al acabar sentía miedo volver al motel. La noche se volvió una noche típica de las primaveras de Austin: luna llena y aroma de praderas.
EL CURA DE CRISTO REY Y SU IGLESIA ENSEÑABA LATÍN Y RELIGIÓN. NOTAS DE CRESO ILAMARIÓN
ResponderEliminarEl cura daba hostias sin parar. Año 1962. Una academia de bachillerato en una localidad cualquiera. Qué furor. Vivir dando hostias por amor a Cristo, la Iglesia y la Patria. Hostia va y hostia viene. Cuerpo de Cristo torturado. El cura enseñaba religión y latín. Los alumnos éramos tiernos adolescentes. Adolescentes sin más. A mayor vulnerabilidad mayores eran las hostias. Y si burro eras a sus santos ojos, en más burro te convertías por eso de la profecía autocumplida (self-fulfilled prophesy).
Tenía la mirada estrábica y los cristales de las gafas eran claros, pero su mirada turbaba. Era una mirada que nos infundía miedo y terror. Frío. Imperturbable. Con nosotros los tiernos adolescentes. Adolescentes como los demás. Cuando pegaba palos con una vara de avellano, pegaba con la firmeza y profesionalidad de un verdugo en la ejecución. ¿Qué le habría pasado a este hombre de Dios para llegar a ser tan sádico? ¿Genes? ¿Educación? ¿Padre demasiado estricto y castrador? ¿Madre beata y bendita de Dios? Ave María. Qué más da. Ya no tenía solución. Era como era. Un auténtico hijo de puta. Lo hubiese sido de cualquier manera quizás. O ejerciendo cualquier oficio que no fuera cura.
Un hijo de puta convertido en cura y en director de una academia de bachillerato podía hacer mucho daño. Y lo hizo. En aquella época había muchos curas así. Y también los que no eran curas. Tenía otra cualidad este cura: odiaba la vida. No había nada en él que reflejara el mínimo gusto por la vida. Su enseñanza era mecánica. Memorizable. Máquina. Control de la máquina. Máquina sin control, palos. Hostias y palos. Catecismo de memoria. Declinaciones del latín de memoria. Y nada más. Don X no tenía más que enseñar. En sus entrañas solo albergaba el placer de controlar. ¿El odio? ¿El resentimiento de una vida aburrida y fracasada? ¿Sin sexo? ¿Qué sexo? ¿Qué afectividad? Quizás no hubiese nada ahí adentro en esas entrañas. Un agujero frío. Vacío. Qué mejor que unos adolescentes tiernos para machacarlos y verlos sufrir y gemir bajo su mirada fría y estrábica. ¿Sentiría placer? ¿Se correría de gusto por sus píos adentros? Quien sabe. Tenía poder para hacerlo y por un tiempo nadie le puso freno. Hizo lo que quiso. Convirtió su academia en un campo de concentración a su medida. ¿Y los demás profesores? ¿Qué pensaban? Algunos también daban hostias. Era la época. Los tiempos de las hostias en las escuelas. Pero no eran hostias tan sádicas, tan frías. tan calculadas. ¿Y los padres? ¿Miedo? ¿Lo merecíamos por bribones? ¿Los tiempos de la normalidad del palo y los palos políticos y el palo generalizado bajo la mirada del Dictador? ¿Por qué este país llegó a soportar tal dictador por cuarenta años consecutivos sin manifiesta rebelión y sí mucha acatación?
Hombre vulgar, nuestro cura. Nuestro pequeño dictador. Cuando se soltaba a hablar (muy rara vez) hablaba como un hombre vulgar, de espíritu empobrecido. Sin ninguna alegría que mostrar. Ninguna luz. Hombre opaco. Sin sustancia. Cura. Cura de la Iglesia por la gracia de un sacramento. ¡Qué horror! A veces nos llevaba a su despacho a secar nuestras lágrimas con su pañuelo. Teníamos que ser buenos, ¿por qué éramos tan malos que tenía que acabar pegándonos? Claro. Le forzábamos a ello. Secándonos las lágrimas a los tiernos adolescentes. Tan malos. Enfermo. Espíritu enfermo dedicado a Cristo Rey y a su iglesia.
EL CURA DE CRISTO-REY Y SU IGLESIA (II)
ResponderEliminarCuando un sádico irrumpe en tu vida tienes que resistirle de alguna manera. Aún siendo un adolescente tienes que buscar maneras de neutralizar a un personaje de este tipo. Las dudas son enormes. El cura-director representaba el poder, la sensatez, el sentido común. Lo correcto. Su misión social era educaros; y él y los que lo contrataron, así lo entendían. Lo correcto en aquella época era inculcar disciplina y respeto y educar con cierto rigor cuando las circunstancias lo exigían. Pero claro, ¿cuáles eran las circunstancias?, ¿quién juzga las circunstancias y el grado de rigor y el método a emplear y cuál es la naturaleza y disposición del profesor que ha de gobernar o gestionar tal enseñanza? Todos sabían que los adolescentes son proclives a la rebeldía, a la desobediencia, a mentir, a burlarse de sus superiores; a ser perezosos o a desviarse moralmente con facilidad. Los valores dominantes del franquismo eran autoritarios por necesidad. La Iglesia era cómplice y copartícipe de tales valores. La gente en general también se adapataba a las corrientes dominantes salvo excepciones. Eran tiempos de obediencia y autoridad.
Pero la realidad concreta es siempre compleja. Los modelos nunca se cumplen. Rompen por algún sitio. La autoridad sin cortapisas puede derivar en prepotencia y abuso. Los adolescentes son personas muy diferentes unas de otras. El grado de disciplina puede ser inadecuado, bien por defecto o por exceso. La personalidad del profesor puede ser demasiado rígida, inflexible, incluso con rasgos de carácter oscuros e inquietantes conductas. O también demasiado laxo, permisivo, débil, inclinado a desbaratarse ante cualquier dificultad. Lo concreto nos lleva a situaciones de intensa variabilidad, de justo equilibrio siempre tratado con cierta discreccionalidad y empatía; cuanto menos se haya de apelar a las normas mejor. No todo el mundo sirve para enseñar. No todo el mundo posee esa virtud del saber como experiencia profunda de placer y riqueza personal que sabe también transmitir con el apropiado nivel de equilibrio.
Nuestro cura-director podía quizás haber administrado bien un correccional, una cárcel, un campo de concentración, una compañía de marines. Entregarle la dirección de una academia de bachillerato con adolescentes normales era dar pié al desarrollo de cualquier aberración. Un hombre de alma turbia, quizás acomplejado; de afectos sin una sana resolución y expresión; o quizás un alma fría, vacía de sentimiento alguno, pero dispuesto a hacerse valer a toda costa y coste, eso es un gran peligro. Esa persona puede hacer daño. Un daño que él mismo no controla, ni sabe juzgar desde una perspectiva equilibrada. Spinoza decía que un cuerpo tiende a desarrollar toda su potencia si no encuentra límites que lo contengan. Y si esa potencia es destructiva tal cuerpo desarrollará su destructividad hasta donde sea posible. Esa es la vida.
Nuestro cura-director tan solo buscaba satisfacer su cuerpo/alma bajo parámetros que él consideraba los correctos en una sociedad de valores autoritarios. Si nadie le ponía límites o nadie le hacía frente entonces seguiría rompiendo la cara a sus alumnos o moliéndoles a palos con su método de enseñanza aséptico, maquínico, fijado para memorizar; sin vida, sin sustancia. El puro reflejo de su alma/cuerpo. Quizás.
EL CURA DE CRISTO-REY Y SU IGLESIA (III) INTERMEDIO.
ResponderEliminarEntra a clase Don Mirage a enseñar las ecuaciones. Al abrir la puerta le cae una bolsa con cebollas en la cabeza. Risa generalizada. Luego silencio. Cabreo. Yo no fui. Oiga, le he dicho que yo no fui. Aturdido Don Mirage se sienta en su trono. Pronto se levanta con las nalgas mojadas de un caldo indefinido. Risas, risas, risas...
Entra Doña Vitrina y todos nos sentamos en silencio y con respeto. Doña Vitrina coge la tiza con maestría y comienza a desplegar tiempos y espacios y fuerzas gravitatorias con sus atracciones y retracciones y sigue y sigue .... Cuando mira para la clase se da cuenta que no hay nadie. Todos se han ido. Se han vuelto a escapar. Tubo de escape. Escape. Cuando estás en clase escapas con la mente. Como Vicente. Gran mundo el de la mente. La mente de Vicente siempre está ausente. La fuerza de la abstración ha absorbido de nuevo a Doña Vitrina. Se sienta en silencio y dice Ite clase est.
Don Bigarro ha llegado siempre tan bizarro. Gran mentecato que habla como un gato. Tiene aires imperiales y la historia nos explica con ritmos marciales. Napoleón para acá y Julio César para allá. La Reina Isabel y su coronado marido de grandes cuernos dorados. Franco se subía a una gran escalera para poder dominar toda la esfera. Churchill viejo verde con puro de cabrón. Don Bigarro barre la historia con una escoba. Luego nos pide que abramos la boca y allí lanza sus pedazos rotos de historia, de su historia ya hace tiempo molida y resquebrajada. Qué gran hombre Don Bizarro con cara de gato y voz de Napoleón. ¡Chim Pon!
El pedorro y la pedorra son psicólogas o más bien psicólog@s. Te meten la mano en el cerebro y creen descubrir un millón de grandes cualidades. Los adolescent@s tienen grandes cualidades y grandes potenciales y grandes futuros y grandes mundos les esperan si les dejaran a ell@s los grandes pedorr@s psicólog@s y sociólog@s de la pedagogía delinear y organizar un mundo curricular. Amén. Revienta un pedo. Sana expresión natural la de un gran pedo. Ped@. Pedante. Los pedantes tiran grandes pedos. Perdón. L@s pedant@s tiran grandes ped@s.
Al Señor Mitarrano se le escapan los alumnos por la ventana. Está loco de ira persiguiendo alumnos por el patio. Don Mitarrano. Don Mitarrano vuelve a clase y ahora todos estamos allí contemplándolo a placer. Sus pelos están desaliñados, su aliento entrecortado se queda sin aire. Y ahora se pone a enseñar. Su pedagogía es puntera. Nos ha dicho que él es Compañero Mitarrano, nada de Don, pin pon... Nos pone en equipos de trabajo con tareas solidarias diseñadas con amor brujo y conciencia de clase. Ruco y Ruca no dan golpe. Ruca masca chicle y Ruco habla con Mistelo. Mistelo da una patada a Nicariña que chilla como una niña. Dolor solidario de patada liberadora. Cremón sale al frente y se pone a bailar como una peonza imitando a los derviches sufíes que vio en un reportaje de la tele. Nos educa la tele. Compañero Mitarrano se ríe y deja que las sanas expresiones juveniles y adolescentes se expresen con delirio. Mitarrano rima con Marrano, grita Delphin@ con estética lesbo y cara de pura inteligencia. Mitarrano hace tiempo que perdió los papeles y ahora sonríe y es feliz y la alegría se le sube al cerebro y ahora baila como un duende de la revolución pendiente....