En realidad ya todos somos sedentarios. Todos estamos ya contabilizados como individuos para pagar impuestos, para contabilizar nuestros ingresos y nivel de consumo; para vivir bajo el entramado de la ley y crear la menor fricción posible entre unos y otros. Deberes y derechos cívicos que regulan nuestra convivencia social. Todos intercambiamos de una manera u otra nuestra fuerza de trabajo. Todos procuramos no destacar demasiado con nuestras ideas o modos de comportarnos. No llamar la atención demasiado. Si nos atrevemos a pensar de modo disconforme o delirante, procuraremos hacerlo de acuerdo a los cánones de alguna ideología al uso o religión o secta conocida y controlable. Si hay algún impulso nómada por los recovecos del espíritu, pues se escribe un relato o se pinta un cuadro que alguien pueda leer y tenga ganas de leerlo o apreciar esa obra,
Este es un mundo muy prosaico. Ocurren cosas. Siempre ocurren cosas que nunca nos permiten estar tranquilos. Es como una ley universal: jamás estaréis tranquilos. Siempre la inquietud, el desasosiego permanente. Los comanches ya desaparecieron. Cumplieron su paso por el planeta inquietando y siendo inquietados. Al final perdieron contra el Estado sedentario.
Quise crear un personaje comanche que se aproximase a la figura de Jesús. Pero esto resulta complicado porque en realidad tal comanche siempre va a ser un comanche civilizado que va a usar los conocimientos y los paradigmas de la civilización sedentaria. Pero bien cabía la posibilidad de introducir la máquina de guerra nómada en los paradigmas de conocimiento o la epistemología del saber sedentario, a la Deleuze-Gattari. Eso sí es posible. La filosofía ya lo ha hecho. La física moderna ya ha revolucionado nuestra forma de comprender nuestro universo, siglos antes estático. Ahora todo se mueve, todo está en flujo, todo cambia sin referente seguro dónde anclarse. He ahí el nomadismo del propio universo. Quizás los nómadas estaban en lo cierto. Fluir con la vida y con los territorios sin apropiarse de nada. Vivir como un soplo, como una brizna de aire a pesar del intenso sufrimiento físico o las enfermedades, o la lucha continua contra las otras tribus. Y también los momentos de fiesta y alegría. Pero en un cosmos de flujos y reflujos donde nada es permanente.
ResponderEliminarEl personaje de Jesús por otra parte es un personaje muy complicado. Puedes reducir a Jesús a tu fe particular y vivirlo como tal. Pero la figura de Jesús es una de esas figuras o personajes inagotables en su significado. Todo intento de atraparle en un dogma o fe particular es lo mismo que querer atrapar el reflejo de la luna en un charco. No es posible reducirlo a ningún dogma particular porque no hay un referente fijo desde donde describirle o hablar con propiedad de lo que dijo realmente o no dijo. Los evangelios son escritos posteriores, posiblemente bastante más posteriores de los que muchos creen; y, por lo tanto ya están influidos por intereses de comunidades cristianas en pugna entre ellas mismas o en competencia con el judaísmo farisaico sobreviviente al exterminio romano. Los evangelios ya presentan una figura de Jesús influida y condicionada por los dogmas teológicos de cada cual. Jesús por otra parte no deja nada escrito y las tendencias posteriores de su movimiento judío se mueven entre un Pablo que reinventa al Nazareno como salvador universal y por otro lado los parientes próximos a Jesús que siguen siendo judíos e interpretando al Mesías en términos judíos. Complicado. El salto de la fe permite a muchos cristianos evitar tales enredos críticos, pero para caer así mismo en otros enredos de tipo teológico o de interpretación. Lo dicho, la figura de Jesús es inagotable.
ResponderEliminarAPUNTES
ResponderEliminarSituados entre flujos de energía e intensidad. Las ideas están cargadas de energía e intensidad. Así la idea Cataluña en España está cargada de energías e intensidades de tipo aceptación, rechazo o neutralidad/indiferencia. Es una idea cargada de fuertes intensidades. La idea de Dios está cargada de fuertes intensidades dependiendo del contexto donde estemos situados. No es lo mismo la idea de Dios operando en la mente de un cuáquero que de un jihadista. Ni tampoco en un ateo o un indiferente al tema religioso. Las ideas entonces están cargadas de materialidad energética. Ya no podemos hablar de idealismo como si el mundo de las ideas fuese un mundo de humo desconectado de otra realidad que sí es real. Las ideas también son reales y tienen sus efectos materiales porque siempre han sido parte del mundo material.
Pero entonces se presenta un interesante desplazamiento a la hora de comprender nuestras ideas religiosas o políticas o nuestras representaciones mentales o nuestros delirios o pasiones o afectos. Todo ello son campos de energía en su intensidad correspondiente. Y cada uno de nosotros comenzamos a vivir en un campo energético complejo donde se juntan o coinciden o colisionan diferentes factores energéticos ya configurados. De ahí que mi yo sea diferente a otro yo y tanto un yo como otro sea la continuada negociación con diferentes campos energéticos que nos atraviesan como cuerpos.
APUNTES II
ResponderEliminarDiferentes personas producen diferentes efectos y afectos, simpatía o rechazo o indiferencia. Diferentes ideologías o sistemas de ideas o ideas nos producen lo mismo. De ahí los apegos y los desapegos, los odios o los amores, los afectos delirantes o los baches depresivos; los rituales o repeticiones neuróticas en torno a un centro gravitatorio o las rupturas de órbita hacia territorios nuevos y creativos. De ahí los apegos fanáticos paranoicos o la diseminación mental esquizoide. Fascinante. Siempre negociando estabilidad y alegría, pero siempre también cayendo en órbitas de atracción indeseadas e indeseables. Pero esto es terriblemente fascinante por otras razones más misteriosas. Habría que incidir en las ideas y en ciertas ideas. Habría que incidir en las resonancias que ocurren en nuestras vidas. Esos momentos de placer intensivo emocional cuando nos encontramos con una situación que nos agrada, que nos lleva a una alegría noble, inocente, bella, buena; o por lo contrario, hemos descubierto una intuición que nos advierte de peligro, de desconfianza, de miedo. O muchas tonalidades intermedias y mezcladas. Pero las resonancias que se producen en nuestras vidas merecen mucha atención. Hablan de las intensidades/apegos que nos regulan inconscientemente. Pero ¿cuánto es consciente o inconsciente en un universo donde todo se nos escapa?
LOFM
ResponderEliminarPuedes escribir toda tu vida. Vida para atrás y vida para adelante. Vida con vida y sin vida. La nada. Vital. Viene de vida. Vitalidad. Vidas paralelas. Vidas truncadas. Vidas plenas de.... Vidas carentes de.....Hey, can you see life on top of that skyscraper? I'll be there dancing. En aquel sueño era capaz de volar. Volar desde un rascacielos hasta llegar al Hudson y allí dejarme flotar mirando al cielo. He estado paseando por Queens entre ritmos latinos. Cuando me di cuenta ya había llegado a Texas y seguían los ritmos latinos fronterizos. Aunque yo prefería los Comanches. Los Comanches me enseñaron a ser cruel. Cruel y despiadado con los enemigos. La vida dura del nómada llegado a menos y amenazado como una alimaña por el hombre blanco. Nada que añorar. Lo que fue fue. Un meteorito en el cielo de la historia.
IDNA
Hubo ocasiones en que estuve pegado a una telaraña tratando de salir sin ser visto por la araña. Hubo ocasiones en que sólo leía manuales de instrucciones para andar por la vida. Caminas de A a B y luego vas a C y más adelante allí está D. Calcula la distancia entre D y A y eso será lo que tengas que caminar. La distancia de vuelta. Vuelta a estar de vuelta. Mañana lo mismo. Un día te saliste del circuito, quemaste el manual de instrucciones y te descubriste dueño de tu destino. Sin destino. Un hombre sin destino. Sin vuelta. Sin distancias A,B,C,D. He ahí la vida en crudo: al desnudo. He ahí tu territorio comanche sin comanches.
WTFSISN
Los Comanches me arrebataron de mi casa y de mi familia. Cuando era niño. Viví con ellos por muchos años. Y luego la civilización me recuperó. Mataron a casi todos los miembros de aquella tribu que había sido mi tribu. Lloré mucho por ellos y los llevo dentro de mi alma comanche. Mi alma comanche sale en solitario por las praderas salvajes y grita. Grita como un animal. Soy hermano de los animales de los territorios salvajes. La civilización recuperó mi cuerpo. Aprendí a vestirme. A hablar mejor el inglés. A vivir entre la gente que sabe de negocios y de leyes complicadas. Pero quedó mi alma salvaje encerrada en un cuerpo civilizado. Mi alma cruel y despiadada con los enemigos de mi tribu, de mi pueblo. Soobe? sukutsarua su?ana numunruru kahniba?
¿Pero entonces dónde el alma? ¿Dónde el espíritu? ¿Dónde Dios? ¿Dónde el consuelo que nos resguarde de ese universo tan inhumano, tan desquiciado que nos desquicia sin piedad? ¿Dónde esa comunidad de consuelo con creyentes que piensan más en otra realidad que no sea esta tan viscosa? ¿Dónde esa comunidad o hermandad política o religiosa o amorosa que nos compense por ese nomadismo esquizofrénico del universo? ¿Hay un hombre bueno suspirando por salir, pero las fuerzas del mal (capitalismo, neoliberalismo, comunismo, fascismo, nacionalismo, fanatismo, jihadismo) nos impiden salir y gritar libertad, libertad, libertad? ¿O ya somos parte de ese mal que jamás puede existir fuera de nosotros y nuestras proyecciones? Pero, ¿no hay entonces algún paraíso en algún lugar que nos espera? ¿Alguna posibilidad de parar lo imprevisible, lo desplazable, lo mutable, lo paradigmático, lo resbaladizo, lo inconsciente que nos desconcierta, lo inquietante que nos amenaza? Wow!!!
ResponderEliminarRuido. He oído un ruido. Una máquina en funcionamiento. Es el señor Fulgencio que está usando su taladro para reparar una silla metálica que tiene en la terraza. Fulgencio ya tiene 80 años y es un hombre que sigue haciendo cosas a un ritmo lento y seguro. Es un hombre metódico. Hace sol en la terraza y se pueden ver los montes lejanos. Los montes me son desconocidos. Y el brillo del sol no es el habitual. El Señor Fulgencio me saluda. Todo tiene un ritmo metódico en la vida de este señor. Hace mucho que conocí a este señor, pero parece que siempre ha sido igual. Siempre lo recuerdo con la misma edad y los mismos movimientos metódicos. Quizás este señor no sea Fulgencio, pero sus movimientos sí me son reconocibles. Busco apariciones que me hagan despertar. Movimientos de cuerpos, respiración del viento. El viento respira. Las ondulaciones de la hierba seca en los campos. No veo casas, veo detalles de las casas separados de las figuras completas. Veo detalles y aspectos de los cuerpos, no cuerpos enteros cerrados o limitados. Hay algo extraño en el vivir de un mutante. La vida transcurre entre ensamblajes normalmente insignificantes o irreconocibles. No registrados por el sentido común de las cosas hechas o acabadas.
ResponderEliminarDejo el tema de la pornografía para otro momento. El sexo es un tema equívoco, ambiguo, sometido a desplazamientos y discursos morales, terapéuticos, de control de conciencias, de culpabilidades, de miedos, de placeres sin fondo, de diseminaciones, de taras, de libidos acomplejadas o bloquedas, de confusiones o aclaraciones. Meterse en el sexo per se es meterse en barrizales llenos de ideología y moral o amoralidad o inmoralidad. Lo dejo por ahora.
ResponderEliminarComo el amor. No hay tema más ambiguo, equívoco, confuso, ambivalente, retorcido, lleno de dudas y lagunas o plenitudes raras. O arrebatos de ternura que nadie sabe qué hacer con ellos, pues todo se corrompe y se desgasta. Apegos, desapegos, tiras y aflojas, dije esto dije lo otro, no dijiste cuando tenías que haber dicho pero insinuaste que dijiste cuando no debías de haber insinuado lo que no dijiste. El amor aun así surge y se manifiesta en sublimes ocasiones para recordarnos algo. Quizás nuestros orígenes remotos cuando éramos parte del pleroma como decían los gnósticos. Luego parece que tal pleroma sufrió una catástrofe cósmica y todo se fragmentó, se deslizó por veredas de confusión.
ResponderEliminarBueno. No me hagan mucho caso. La literatura y el cine y los despachos de psicólogos y psiquiatras están llenos del tema del amor roto o descosido. Y si el amor está roto y descosido, imagínese cómo estará el sexo. Si usted es un afortunado con el amor, pues estupendo. Todos procuramos ser afortunados.
Es hora de ir con los comanches a cazar algún bisonte.
ResponderEliminarTenía sed y bebí un vaso de agua fresca. ¡Qué alivio! Oiga, esa frase le sirve también como metáfora de algo. Sed espiritual, vaso de agua fresca puede ser Dios o una buena poesía, o un deseo sexual bien satisfecho... siga usted si quiere.
ResponderEliminarEs inútil. Te acuerdas o vislumbras o visualizas paisajes de este mundo en modo mítico quizás, o en modo inocente, y aunque sabes que eso nunca es real, sin embargo siguen ahí como indicando una posibilidad que nunca muere. Residuos de cuando éramos niños y veíamos las cosas rodeadas de un aura de misterio y la maldad ni tan siquiera podía intuirse a pesar de nuestros miedos y temores que también revestían forma de seres míticos. La maldad humana fue revelándose poco a poco a medida que fuimos creciendo y viviendo y nosotros mismos nos veíamos cambiando y dándonos cuenta que el espíritu iba adquiriendo una inquietante perturbación ante el futuro, ante lo nuevo, ante los demás que jamás mostraban una cara real; ni tampoco nosotros podíamos mostrar la realidad de la nuestra; ante todo aquello que ya iba también perdiendo su magia o misterio para hacerse real. Pura y dura realidad de ambiciones, de astucia, de poder...
ResponderEliminarQuizás...
A veces pienso que este es un mundo de fantasmas que jamás llegan a conocer su origen o destino. Categorías que también podrían ser fantasmales.
ResponderEliminarLa ciencia es buena para descubrir mi naturaleza fantasmal. Y para alargar mi existencia fantasmal.
ResponderEliminarEmmanuel Swedenborg sabía algo de esto. Su ciencia derivó en una visión fantásmagórica de las posibles realidades existentes en un más allá sobrenatural. Gran visionario. De científico a visionario.
ResponderEliminar¿Maldad? Para el universo no hay maldad ni bondad: es lo que es. Solo hay maldad y bondad para los hombres: en un universo de homínidos y en función de los homínidos. El universo moral es humano, fuera del hombre no hay moral alguna.
ResponderEliminarMoral inmanente, no trascendente.
Así diría el Zaratustra de Nietzsche.
ResponderEliminarMA O MENO
En realidad la base de todo poder está en que nosotros creamos en él. Si dejamos de creer en él, tal poder ya ha perdido su legitimidad. Por lo menos para nosotros. A ese poder solo le queda la coacción para imponerse, es decir: destruirnos la vida en caso de insumisión o desobediencia. Como el poder es una relación entre quien ejerce sumisión y quien la padece, si uno de los términos rompe la relación entonces ésta comienza a debilitarse de alguna manera. Si el dominador no ha logrado establecer una relación de obediencia en base a una confianza mutua dominador-dominado, bien sea producto de una representación armónica dominante-dominado o bien del miedo sin más salida que la obediencia sin fisuras; entonces la relación entra en crisis. Deja de ejercer confianza y atracción, o deja el miedo de tener los efectos deseados para convertirse en lucha y resistencia. Las únicas relaciones entre gobernantes y gobernados con una confianza efectiva y duradera son aquellas que se atienen a negociaciones y pactos entre iguales. Leyes consensuadas y respetadas por ambos lados en igualdad de condiciones jurídicas. Leyes que cuando quedan obsoletas han de ser posible cambiarse bajo reglas de juego claras y comprensibles por igual.
LOS APUNTES DE W.T.
ResponderEliminarEra. Comimos juntos. Luego fuimos caminando por el sendero. Al final estábamos perdidos. No sabíamos a dónde ir. Perdidos en un olvido. Nos habíamos olvidado de nosotros mismos, de nuestras referencias. Cortado con nuestra realidad y ahora éramos los dos libres. Una burbuja de locura. El mundo nos quedaba pequeño. No importaban las cámaras que en ese momento nos grababan. Nos registraban.
LOS APUNTES DE W.T. (II)
ResponderEliminarSe volvió a perder. Yo siempre creí que era real. Y siempre la buscaba. Podía estar en cualquier ciudad del mundo. En cualquier pueblo o monte o desierto. Así que no paraba de viajar. Moverme y mirar en todo detalle, en toda corriente, en todo lo movible. Hasta que surgía de nuevo en unos ojos, en una mirada viva y profunda. Sophía habría de volver, recorreríamos mundos y universos hasta producirse el gran encuentro, para luego deambular por nuevos territorios todavía sin marcar, sin codificar...
LOS APUNTES DE W.T. (III)
ResponderEliminarMirando libros. Mirando películas. El coche aparcado. La gasolinera dispuesta a llenar tú depósito. La autopista esperando. Rodando. Soledad bañada por música de The Moody Blues. La pesadez, la visión profana, pesada de las cosas. La fuerza de gravedad aplastando los afectos. La rutina del trabajo. este mundo es lo que es. Dicen: este mundo es lo que es. Yo digo: este mundo no tiene ninguna explicación, y sin explicación no hay legitimación posible. Sigo en busca de la mirada perdida entre las brumas o quizás bajo las aguas de algún lago remoto.
LOS APUNTES DE W.T. (IV)
ResponderEliminarLa vuelvo a encontrar, pero esta vez en sueños. Me dice que me estaba esperando desde hacía semanas, pero que no aparecía. Ya no me acordaba de nuestro punto de encuentro. Nuestras miradas eran intensas. Mutantes. Millones de paisajes extraños y lejanos en nuestras mentes. Millones de encuentros en diferentes universos. Nadie ha sabido nunca definir una realidad concreta. Las limitaciones son siempre provisionales. Oiga, ¿adónde va? En realidad no lo sé. Todo tendrá ese final aparente sumido en la más prosaica cotidianidad.
LOS APUNTES DE W.T. (V)
ResponderEliminarHe abandonado la fábrica. He salido corriendo del centro comercial. He salido por el tejado del instituto para bajar por las escaleras de incendio y luego correr en dirección al centro de la ciudad. Downtown. Me pierdo por el downtown. Un negro me ofrece la Watchtower. He decido tomar un café en el Starbucks. He ahí a Friedman con sus amiguetes abogados. Uno de ellos va descalzo. Le llaman Barefeet. Piden cervezas caras. Vienen a intercambiar hazañas profesionales. Son unos bocazas. Pero Friedman me conoce y no soy capaz de librarme de él. Me invita a sentarme con ellos. Hey, buddy; because you're my buddy.... Quiere mencionarme otra vez a John Rawls para hecerse el intelectual conmigo y con los demás. Peor todavía: para darse un baño de imagen progresista. Barefeet comienza a hablar del poder republicano local. Houston. ¿Qué hago en Houston? Todos ellos aman a América.
Solganik ha decido hacer de su curso de filosofía algo especial. Hablaría de un mundo futuro bajo la proximidad y el posible encuentro con extraterrestres. El aula de Solganik tiene el suelo moquetado con alfombra suave y a veces seguimos la clase sentados en suelo o incluso echados. Estamos inmersos en la temperatura ideal del aire climatizado. La burbuja ideal para recibir la sabiduría de Solganik. No hay ventanas. Está todo cerrado e iluminado con la luz más adecuada para nuestras lúcidas mentes. Quizás estemos destruyendo la Ilustración o The Enlightment siguiendo las estravagancias de Solganik. Luego saldré al parking y enfilaré por la 30 en dirección downtown Dallas. No logro ubicarme en Dallas y a veces paro en alguna zona tan solo para explorar una ciudad que me transforma en mutante. Poco a poco Dallas me va transformando en un mutante. La ciudad ideal para encontrar gente curiosa, extraña, con las coordenadas formando líneas rectas hacia algún objetivo. Sophía está en el apartamento de la Backner... the chicken is in the oven...just wait for a few minutes ... meanwhile why don't you have a glass of wine.
ResponderEliminarLOS APUNTES DE W.T. (VII)
ResponderEliminarHoy Sophía se ha escapado del apartamento y se ha ido con los de su secta. A veces se reúne con la gente de su secta. En Dallas todo el mundo pertenece a alguna secta. Hay sectas por todos los sitios, de tal manera que las sectas son la normalidad y no ser de una secta es anormal. Pero ella se ha escapado de mi presencia, de mi vista para refugiarse en alguna secta que la lleve fuera de sí misma y fuera del mundo que yo represento. Es verdad ¿qué es lo que yo represento? No lo sé. Quizás represente algo que solo sirve para espantar a Sophía por un tiempo. Ojalá supiera lo que he de representar. No lo sé. En mí como en todos hay la parte manifiesta y la parte oscura. La parte manifiesta es complicada de narices y la parte oscura pues ni siquiera me lo puedo imaginar. Bueno. Pero la gente te ve de diversas maneras y a lo mejor a algunos hasta les llegas a asustar. A Sophía le asusta que no haya llenado el lavaplatos la noche pasada. Quizás que no haya sacado la carne para descongelar al día siguiente o que no haya tirado la basura a tiempo. Quizás eso sean señales de trastorno que requiera la huida a su secta, a consultar a su secta y a sus líderes tan circunspectos. Ellos tienen las soluciones a los problemas. Todos ellos parecen vendedores de seguros.
No. Sophia está caminando alrededor de los apartamentos vestida con su vestido mexicano sin necesidad de secta alguna, ni consuelo alguno.
Me dijo: He ahí la luna. Luna llena.
EL BULO
ResponderEliminarMuchedumbres enteras habían creído que había mucha agua fresca y abundante en el Valle de Jarr. Muchos predicadores, periodistas, políticos, maestros, profesores y otros; habían hablado de las aguas frescas y abundantes que había en el Valle de Jarr. Las muchedumbres ya sabían positivamente que había agua fresca y abundante en el Valle de Jarr.
Un día se dieron cuenta que ninguno de los periodistas, predicadores, políticos, maestros, profesores y otros; en realidad nunca habían estado en el Valle de Jarr. Fue como un descubrimiento increíble: nadie de los que pregonaba el agua fresca y abundante de Jarr jamás habían estado en tal valle. Solo unos pocos habitantes de esa zona lejana, se atrevieron a decir que no había tal agua en ese lugar. Algún que otro manantial y eso era todo.
Entonces se nombró una comisión de La Verdad para aclarar el asunto. Fueron al Valle de Jarr y efectivamente no había agua fresca y abundante. Era todo mentira. ¿Quién había creado el bulo? ¿Quién había mentido? Las muchedumbres habían creído en tal realidad en base a un bulo bien difundido y amañado. Pero la realidad real negó el bulo de forma directa y entonces las muchedumbres dejaron de creer y todo el mundo lo fue olvidando.
Hay muchas ocasiones en que el bulo jamás se puede corroborar de forma directa y tal bulo puede pasar por verdad durante siglos. Ocurre a veces que ni siquiera existe tal Valle de Jarr, pero la fuerza del bulo, de la mentira, puede más que una verdad que podría resultar insoportable.
LOS APUNTES DE W,T. (VIII)
ResponderEliminarMetía los six-packs de cerveza en el maletero para tener suministro en la soledad de los moteles donde se alojaba. Después de sus largas jornadas de trabajo duro construyendo naves industriales caía sentado en el sofá o butaca de un buen motel y se dejaba llevar por cualquier programa de la tele que resultase entretenido. Y también comenzaba a abrir latas de cerveza una tras otra hasta sentir los efectos relajantes y desinhibidores del alcohol. Pero lo que más le apasionaba era ver algún partido de fútbol donde jugaban los Indianapolis Colts. Llevaba años siguiendo a ese equipo de Indiana como ferviente hincha. No importaba si perdía. Lo importante era sentir que pertenecía a un equipo por el que mostraba lealtad. La lealtad era su virtud más valorada. Lealtad a su trabajo, a su familia. Pero lealtad a su modo. Conservando siempre su independencia y espacio propio. Con ayuda de la cerveza. Cada persona debía de tener derecho a su espacio privado y a su independencia si cumplía con aquello más sagrado en la vida: el trabajo duro. Su trabajo le permitía viajar. Siempre viajando por diferentes estados o diferentes países donde su experiencia era bien valorada y cotizada. Su empresa era ya una multinacional reconocida y nunca faltaban buenos contratos que él habría de dirigir o supervisar.
Otra cosa era la relación con la familia. Demasiado complicado lidiar con una mujer con la que no pasaban cinco minutos sin tener alguna discusión por cualquier cosa. Discusión que sin quererlo se transformaba en emociones agresivas y viscosas fuera de toda razón o lógica. Cuanto más confusos o equívocos eran los motivos, más se eternizaba la discusión hasta llegar al puro agotamiento. La distancia actuaba como cordón sanitario de lo que ya empezaba a discernir como locura. Locura de la que no podía desapegarse. Su deber como padre quedaba ampliamente cubierto haciéndose cargo de los gastos de educación y mantenimiento de forma generosa. Más allá de eso la familia podía resultar un avispero difícil de conciliar. Un avispero es mejor mantenerlo a prudente distancia.
¿Quién es quien? El yo absoluto, decía Fichte. Enfrentado al no-yo, que era todo lo demás.....
ResponderEliminarMax Stirner. Gran deconstructor. Hombre solitario. Profeta del egoísmo.
ResponderEliminarLOS APUNTES DE W.T. (IX)
ResponderEliminarYa sé que todo es muy prosaico y que todo llega al desgate y al aburrimiento. Quizás. Por eso he abierto este camino tan extraño que no se sabe adónde va. Estás invitada a seguirlo conmigo. Seguiremos el río y si quieres guardamos silencio y dejamos que los recuerdos circulen. Sigue mis frases hasta que digan algo que los dos podamos compartir. Mi escritura trata de ser el suplemento de todo aquello que nunca pude lograr contigo, pero los suplementos siempre piden pies de página y más aclaraciones y complementos que nunca llegan a agotar todo el sentido que ha podido surgir entre los dos. He escrito demasiado. Punto.
LOS APUNTES DE W.T (X)
ResponderEliminarLa escritura como suplemento de una esencia a la cual nunca se llega. La esencia es un espejismo que perseguimos, pero la realidad es cruda y palpable en el mismo existir, sin esencia alguna que espere ser abierta o descubierta. La apertura es el mismo abrir, y, lo que haya más allá es el ahora del momento: un entre pasado futuro. Siempre un entre.
APUNTES DE W.T. (XI)
ResponderEliminarBullinger. El reformador suizo heredero de Zwinglio. Los reformadores de Zurich. Bullinger escribe o compone la Segunda Confesión Helvética, que comparada con otras confesiones protestantes resulta agradable de leer por su estilo, pero no por ello desaparecen las inevitables ambigüedades de todo aquel documento que aspira a configurar y delimitar una doctrina. O sea, dejarlo ya sentado definitivamente o aproximativamente definitivo.
Es, esta Segunda Confesión Helvética, un documento que refleja la época de un catolicismo que busca rabiosamente cómo recuperar el terreno perdido a la Reforma, y, al mismo tiempo una Reforma que se mueve entre el luteranismo de los herederos de Lutero, un calvinismo que en la fecha de publicación ya está liderado por Teodoro de Beza, y un anabaptismo de potencial turbulencia en lo social como en lo doctrinal.
Considerando la época, Bullinger prefiere a veces las ambigüedades retóricas que mostrarse directo en cuestiones como la predestinación, la justificación por la fe, la Virgen María que curiosamente él considera todavía siempre virgen. En cuanto a los santos de santoral no quedan desechados totalmente, pues nos pueden sirven de ejemplos, la patrística sigue en pié mientras coincida con las Escrituras, etc. Es evidente que quiere hacer ver a los católicos sinceros que la Reforma no es ruptura con el cristianismo histórico, sino una vuelta a la sencillez de sus principios evitando todo ese poso pagano que se fue incrustando en la iglesia Católica. Quizás una invitación a seguir dialogando.
Bullinger, no cabe duda y considerando los tiempos, es un alma conciliadora, dialogante y un hombre respetuoso con el saber y el conocimiento del momento. Cuando habla de la iglesia invisible o universal y la iglesia terrenal o visible hace mucho hincapié en cómo la iglesia terrenal ha de ser variada en sus formas y peculiaridades, pues las culturas y los individuos son también variados en su forma de ser. Se ha de tener mucho cuidado a la hora de juzgar a las personas pues nadie sabe cuál es la iglesia invisible universal que solo Dios conoce.
Resultan confusas y ambiguas las explicaciones sobre la predestinación o los motivos de la caída. Toda teología encuentra serios tropiezos en el origen del mal o la teodicea en general y en mi opinión Bullinger no se encuentra a gusto en tales berenjenales. Eso sí, trata de hacer ver que en el fondo es un tema que confunde más que aclara y no niega el uso del libre albedrío en la vida diaria del creyente, que a pesar de su corrupción por el pecado, sin embargo posee todavía la posibilidad de ejercer su voluntad. Débil, pero efectiva. Aunque nunca medio de méritos para salvación.
APUNTES DE W.T. (Xii)
ResponderEliminarLa transustanciación católica implicaría en su extensión universal la transmutación de la materia en cuerpo de Cristo. La consustanciación luterana implicaría la transformación del universo en un extraño dualismo, por un lado la materia en toda su extensión y por otro el cuerpo de Cristo coexistiendo con esa materia en forma fantasmal. Los símbolos del protestantismo reformado implicarían un universo de materia que continuamente simboliza el proceso hacia otra realidad espiritual o de corporalidad espiritual o divina.
Una ola fuerte. Punto de apoyo sobre el brazo. Agua en tromba. Mar muy movida. Fuerte intensidad. Corrientes. Resacas. Con cuidado recibo la ola. Ola fuerte. Brazo apoya para no seguir rodando. Aparentemente nada. Al día siguiente hombro contracturado. Dolores vivos para poner el niqui. Mala dormidera. Hoy eres más o menos feliz, mañana tienes el hombro hecho puré. Se ve que mucha playa no es bueno tampoco. Llevamos disfrutando de días buenos con sol y buenas temperaturas.
ResponderEliminarAPUNTES DE W.T. (XIII)
ResponderEliminarMe dijo que había descubierto lo que era la oración religiosa. Algo muy abrumador para él, hombre solitario pero de una espiritualidad e introspección fuera de lo normal. Me dijo que se trataba del acto por el cual el ser humano podía comunicarse con Dios. Pero que eso que las religiones habían degradado a un acto rutinario de recitación o de rutina, en realidad era un acto de increíble fuerza psíquica, pues dirigirse al Creador del Universo, al abrumador misterio, fuente y sostenedor de la existencia, era algo extraordinario. Algo imposible de reducir a una simple fórmula, rutina o proyección de fantasmas individuales. Era la asombrosa y milagrosa posibilidad de dirigirse a Dios y contactar con Él.
Me dijo que al principio fue una experiencia de maravilloso éxtasis y que las palabras cobraban una fuerza especial. Las palabras ya no eran palabras ordinarias.
Luego se despidió de mí y siguió caminando por las ciudad.
Me dejó pensativo.
Nesalem se pregunta: ¿Me lee alguien? Y si me lee alguien ¿qué sacará de estas lecturas? ¿Quiénes serán? ¿Qué ven en estos textos? Pero cabe la posibilidad de que nadie me lea.
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