Tu realidad es lo que haces. Lo que haces ante los demás que son testigos de tu existir. Todo lo que llevas en tú cabeza no cuenta hasta no ser expresado, materializado en forma de movimiento, gesto, palabra, figura, alarido, rostro marcado por la emoción o el llanto o la risa. O la ira. O el furor. O la seriedad de un rostro serio. O alegre. En todo momento eres encarnación, materialización en un mundo real que te acoge, te hace ser cuerpo entre cuerpos; in-corporas, ex-corporas, trans-corporas. Dejas de ser fantasma y te in-corporas a la realidad. Hacía tiempo que no te reconocías como cuerpo. Bienvenido a la realidad de los cuerpos materiales como otro cuerpo más que siente y padece o juega o trabaja. Cuerpos para el trabajo. Cuerpos para producir. Mercado. Eres trabajo. Cuerpo para el trabajo diario. Voy y vengo. Se mueven las manos, se mueven las neuronas. Cuerpo tenso o distendido. Sano o enfermo.
Un cuerpo más al universo. Un cuerpo menos. Se descompone y desaparece. Pero he ahí al recién nacido. Vive. Crece. Vida. ¿Cuál es el escenario de su existir? ¿Quiénes lo acogen? Su esperado cuerpo ya está inscrito y adscrito antes de nacer en una familia o pareja de homínidos o comuna de homínidos o cuerpo indeseado a cargo del Estado. Los cuerpos se registran y se les asignan funciones. La burocratización y ordenamiento de los cuerpos. ¿Qué hacemos con este cuerpo? Este cuerpo ha muerto. ¿Qué hacemos con este cuerpo? Su seguro creo que cubre los gastos de tanatorio.
Un cuerpo ha de resonar para sentirse vivo. Ha de encontrar conexiones, espejos, reflejos donde pueda fluir, crecer, aumentar su grado de alegría hasta la culminación del amor. Cada cuerpo refleja en sí mismo la complejidad y misterio del mismo universo. Cada cuerpo lleva en sí la misma semilla de amor y destrucción. De lo bueno y lo malo. Hay cuerpos muertos en vida. Hay cuerpos ya robotizados, cuerpos insensibles, fríos. Hay cuerpos que se nutren del odio, de la confusión, del dominio sobre los demás. Hay cuerpos que se reedescubren cada día como misterio, como amor por la vida, como revelación de un infinito o eternidad que también está en los demás, en la naturaleza, en el mundo en que viven.
Dando una vuelta por Finlandia y Estonia.
ResponderEliminarCampus. Universidad Alvar Aalto en la zona residencial de Otamieni en Espoo, muy cerca de Helsinki. Ya Helsinki podríamos decir. La guía da una reseña sobre esta universidad y el arquitecto Alvar Aalto. Pero algo confusa. De todas maneras fuimos a verla como experiencia o aventura. Las cosas se disfrutan más cuando aun están por definir. Cuando uno se va abriendo paso. Cogimos tren de cercanías en la Estación Central (Keskus asema) y nos dirigimos a Espoo. Pero por cierta confusión nos bajamos dos o tres estaciones antes, en el ayuntamiento de Ullänmaki. Incertidumbre. Mañana soleada. Calor suave. Cielos azules. Zona de suburbio desconocida. Edificios modernos, limpios, muchos jardines, flores, bosque, Siempre rodeados de bosque de encinas, de arces, de tejos, abetos, pinos y olmos. No funciona internet en los móviles. Me dirijo a un Kioski para comprar un plano de la zona. La empleada me dice que vaya al ayuntamiento que es ese edificio de enfrente de arquitectura vanguardista y espacios humanizados rodeado de jardines y flores. Allá vamos. pero y ¿esas flores? Foto. Y esos árboles. Foto. Mejor dejar de hacer fotos y aprender a ver y siempre ver. Instante de ver. Saber mirar. Oiga, mire. Simplemente mire. Todo nuevo. Novedad. Desplazamiento. ¿Dónde estaré? ¿Cómo nos verán? Cielo azul. Aire templado. Qué verano están teniendo en Finlandia. Muy bueno. Agradable. El espacio nos recibe y dentro del espacio del interior del ayuntamiento no hay nadie. Silencio. Gran espacio. Silencio. Aire climatizado. En una ventana interior hay un señor joven que quiere atendernos. Le pedimos el plano de la zona. Con mucho gusto nos lo da, pero además nos explica, nos indica, nos dice que lo que buscamos, Espoo, está a unos 4,5 km de donde estamos. Vale. Bueno. Entonces sale de la oficina y nos señala un camino o senda que nos ha de llevar si queremos caminar y ver bosque. Sí. Claro. Y así caminamos unos kilómetros maravillosos. Sin prisa. Mirando. De vez en cuando alguna urbanización rodeada de bosque y jardines.
ResponderEliminarUna mirada entre los árboles. O los árboles te están mirando. O las dos cosas a la vez. Puedes vivir una sensación mítica. Serías afortunado. Lo soy. El sendero nos lleva a Espoo. Jamás de los jamases me había imaginado que visitaría un lugar llamado Espoo. En sueco Esbo. Finlandia con una pobalción sueca del 5% tiene el sueco como idioma oficial junto con el suomi. No así el sami, hablado por unas tres mil personas allá muy al norte. Norte. Es la percepción de la dimensión norte lo que nos hace sentir las gélidas noches de invierno entre los bosques finlandeses que ahora brillan de verdor iluminados por un sol cálido de verano. Mientras caminamos hay ansias de saber, de conocer cosas sobre el territorio; su historia moderna tan dramática antes y después de su independencia de Rusia en 1917. Historia y naturaleza. La naturaleza de la historia y la naturaleza de la naturaleza. No hay realidad sin mente que la refleje. Y no todas las mentes las reflejan de igual manera. La mirada mítica o el encuentro mítico pertenece más a la naturaleza de lo natural. Los bloques de viviendas que ya percibimos al entrar a Espoo nos dirigen a lo social, lo humano, la modernidad finesa.
ResponderEliminarSol. Seguimos con luminosidad. Cambian las cosas cuando las nubes cubren los cielos. Podríamos ver las cosas con una tonalidad más gris. En Holanda un verano la lluvia y el viento azotaban en pleno verano y Holanda se mudaba a una tonalidad de tristeza y frialdad. No Finlandia. Un señor a quien saludamos por el sendero nos dijo que en su país llevan varios veranos con temperaturas altas y cielos azules. También nos dijo que el perro que llevaba era primo del perro del actual presidente finés Sauli Väinämö Niinistö, del partido conservador Coalición Nacional. Dato curioso. Los finlandeses son gente de poca palabra y más bien tímidos a la hora de saludar o ser interrumpidos por un saludo, pero si se entra en conversación o se les hace una pregunta, suelen ser amables, interesados en lo que les dices; y la pregunta ha de ser respondida cueste lo que cueste. Nos pasó varias veces. Adquieren un deber contigo que les resulta ineludible. En general la gente finlandesa da buena vibración, es difícil que te den una mala respuesta o un desaire o mostrar una actitud displicente. Me parecen gente amable, educada, humilde. Muy orgullosos del país que tienen, pero sin alarde de banderas o cualquier atisbo de jingoísmo. En ningún país de los que llevo visitando he visto menos banderas por las calles o edificios. Es difícil ver una bandera finlandesa ostentosa, ni tan siquiera ver banderas. Quizás sea la seguridad que tienen en sí mismos como nación y estado nación. A mayor seguridad ciudadana y mayor educación cívica quizás disminuya al mismo tiempo el alarde y pasión nacionalista. Aunque Rusia está ahí al lado. Rusia sigue siendo una amenaza en la región báltica. Rusia es otro país con talante y vocación imperialista.
ResponderEliminarSeguimos caminando por el sendero. Desplazados en el espacio/tiempo. Parece como si hubiéremos tenido una infancia lejana en estos parajes, en este territorio de bosques y lagos inmensos.
Hay una fuerza poderosa en la vida. Quieres descubrir nuevos rostros que hablen de sí mismos. ¡Qué ganas de escuchar! La ciencia está muy lejos de encontrar la profundidad de nuestra existencia. Quiero tomar un café con mis amigos de Espoo. Sé que existen. Que están ahí esperándome. Nadie les ha anunciado mi llegada. Un centro comercial alberga una gran biblioteca en su primera planta y se llama Sello, que en finlandés significa cello.
ResponderEliminarEs en este centro comercial de Espoo en el que ahora estamos tomando café y hablando donde hubo una matanza en 2009. Un hombre de 43 años, Ibrahim Shkupolli, por "razones sentimentales" según la policía, comenzó a disparar a la gente. El motivo: problemas con su ex-compañera sentimental, según indica la prensa. Víctimas totales 6 personas. Al tal Ibrahim ya le habían requisado con anterioridad una pistola calibre 9 y abundante munición. O sea, era ya conocido por la policía.
También se sabe que Finlandia es el tercer país del mundo con más armas por habitante, 56 por cada 100 personas, después de EEUU (90) y Yemen (61).
En 2008 un estudiante de instituto mató a tiros a 10 compañeros en un instituto de Kauhajoki, a 350 km de Helsinki. Un año antes otro estudiante asesinaba en otro colegio a 8 personas. Y en octubre del 2002, otro estudiante hizo explotar una bomba de fabricación casera en un centro comercial de Myymanni, cerca del aeropuerto de Helsinki.
Nos interesan los templos luteranos. Entramos en ellos siempre que podemos. La catedral de Helsinki. La catedral de Tallín. Y otras muchas iglesias más. Sobresale la de Porvoo. Símbolo del luteranismo finlandés. Me gusta sentarme en un banco de estas iglesias y estar allí un tiempo en silencio. Conecto con algo que es esencial a mi ser. El rigor del silencio ante lo innombrable. Los sonidos de la nostalgia que se pierde más allá de las galaxias. O la cercanía inmediata de lo extraño. Lo familiarmente extraño que siempre se desfamiliariza para nunca agotarse. Remotamente lejano y asombrosamente cercano. Hay que ir más allá del bien y el mal para comprender el bien y el mal. Principios estéticos antes que morales. Principios de placer y armonía natural y cósmica. Principios que se defienden porque son la esencia de uno mismo. De no ser así entonces sobreviene la artificialidad, la obediencia al poder externo, la pretensión, la máscara; la hipocresía religiosa. El doble sentir. Pura esquizofrenía de tantos y tantos. No nos debemos a ninguna ideología. El poder de los símbolos es inagotable y todos apuntan hacia esa conexión de lo finito con lo atemporal, lo trascendente. Ese punto interno. Fijo. Imborrable. Quizás sea esa la profundidad de la experiencia luterana. Ese punto. Punto.
ResponderEliminarObscura metafísica la que explicaba el pastor vestido de negro. Largo. Alto. Pelo blanco. No en Finlandia, sino en el camino que va desde la vieja mansión a la iglesia. Paisaje húmedo y lluvioso. No en esta tierra de preocupaciones constantes, sino en páginas literarias de una mente tan imaginativa como nostálgica. La sabiduría del pastor que aparece cuando uno es joven y todavía está todo por explorar y uno descubre de repente a un explorador que viene de vuelta de la vida con gran sabiduría. Un pastor luterano de gran cultura. Conocedor de los corazones humanos. Su predicación habrá de ser sencilla. En apariencia. Pocos son ya quienes le escuchan, pero sus palabras son de alto vuelo y profundidad. Revestido de sencillez. Luego suena el órgano y las pocas voces cantan en la iglesia de una zona poblada de mansiones antiguas y personajes legendarios que viven entre el más allá y el más acá. Quizás en el punto medio. Punto.
ResponderEliminarLa extraña capilla luterana estaba en el campus de la Universidad Alvar Aalto. Nos lo dijo la conserje del edificio que alberga el departamento de biología o ciencias naturales. Primero nos dejó recorrer todo el edificio, a pesar de que estaba próxima la hora de cierre. Nos dijo: "Bueno, queda un cuarto de hora, pero os voy a dejar ver las aulas-anfiteatro que hizo el gran arquitecto Aalto y de paso fijaros en el espacio, la distribución de espacio del edificio en sus escaleras y primera planta." Y así hicimos. Una experiencia. Un espacio es una realidad en pliegue y repliegue y nuestros cuerpos descubren nuevas formas de ubicarse y contemplarse y relacionarse. Todo en poco tiempo, pero en ese poco tiempo surge la utopía. Lo divinamente desconocido. La sonrisa que a veces nos muestra el espacio y el más allá del espacio. Gracias. Gracias, decimos a la conserje tan amable y con la sonrisa y amabilidad y la disponibilidad. En nuestro país no somos dados a tales amabilidades. Un conserje de una universidad te puede mandar a freír churros y humillarte por haberte interferido en su tiempo. Cuando contaba este episodio a un amigo español, me respondió de inmediato: Eso es porque le pagan ese tiempo que dedicó a vosotros. Sindicalismo radical. Insustancial.
ResponderEliminarY fue la misma conserje la que nos habló de la capilla luterana situada en tal sitios del plano del campus. Y fue la intensa búsqueda de una capilla extraña, ilocalizable a pesar de estar ya casi pisándola y tocándola.
Las iglesias se veían. Eran siempre visibles. En la plaza del pueblo, en una plaza céntrica de una ciudad o barrio. Gran edificio con torre y campanario. Visibilidad del templo de Dios. Centro de referencia de la vida social. Ahí está el Creador. A quién se ha de responder por las faltas o pecados. Y compensar por esas faltas. Toda moral implica un centro de referencia que nos orienta sobre el bien y el mal. Lo que está bien y lo que está mal. La iglesia como edificio era la referencia visible de esa moral. Como edificio, como templo, como institución. Luego estaba la iglesia compuesta de humanos. Carne y hueso. Pasiones. Tentaciones. Deseos lascivos. Codicia. Poder. Cinismo. Y también bondad. Algunos muchos y algunos otros, más bien pocos. La moral cristiana es siempre alejamiento, separación, desobediencia, rebelión contra el Creador. Y el hombre siempre se separa de Dios. En lo mucho y en lo poco. Y siempre necesitará compensar sus pecados, sus faltas, sus alejamientos o rebeliones con penitencias, con sacrificios, con señales de arrepentimiento sincero. Una cosa es el arrepentimiento como acto anímico/psicológico profundo; y otra las señales de arrepentimiento en forma de compensación. Sacramento. Ritual. Recitado de rezos o letanías. Ofrendas en forma de misas y pagos por dichas misas. Las compensaciones son fuentes de ingresos para la institución que podría haberlas usado para hacer del bien distributivo una práctica virtuosa. Pero el dinero es siempre tentación. El arrepentimiento como acto anímico/psicológico, vaya usted a saber. Pertenece al reino de lo ignoto. Vuelva a pecar y vuelva a rezar por sus pecados. El catolicismo tiene esa dimensión material. Como las religiones paganas en su día.
ResponderEliminarAgotados. Incapaces de ver la capilla luterana del campus de la Universidad de Alvar Aalto de Espoo, Helsinki. Recorrimos avenidas y calles y jardines y prados y riveras del entrante de mar y, a pesar de estar siempre cerca o presintiendo que estábamos cerca, sin embargo no llegábamos. Ana se rendía. Ya estaba bien. Simplemente esa capilla o iglesia no existía, no era visible. O quizás fuese una cueva o gruta con entrada disimulada. O una tomadura de pelo. En el punto donde debía de estar tal iglesia había un edificio de tres o cuatro plantas de fachada acristalada que evidenciaba una residencia de estudiantes, como otras en el campus. Entonces se me ocurre preguntar a un jardinero que estaba trabajando cerca. Y el jardinero se rió. Dejó su ocupación y viniendo con nosotros nos señaló la capilla. Dijo: "la imposibilidad de pasarles desapercibida fue la intención de su arquitecto. Abran esa puerta y esa es la capilla. Suerte." Era el supuesto edificio de apartamentos acristalado y al abrir la puerta vimos la iglesia invisible de Lutero.
ResponderEliminarLa capilla de Otaniemi. Ahora sí. Esto parece una capilla. Mucha luz a través de grandes cristaleras. Luz. Luz natural. Luz del sol. Claridad natural. Nos podemos ver bajo la claridad natural del sol. El lugar invita a sentarse. A sentarse y serenarse. A aclararse con la luz natural. Sosegarse. Sosiego. Nos transporta un arrebato de tranquilidad. Nos movemos sin empujar nada. El cosmos siempre está en movimiento. Es tentador buscar la pura abstracción del espíritu. D. D-ós. Cuando miro al techos veo un techo de fábrica, de nave, de taller, de laboratorio, de estructura compleja que sujeta un techo, una mediación entre dentro y afuera. Afuera: el cielo, cristalino, frío; de inviernos fríos. Un techo de estructuras complejas de madera. Vigas. Resistencias. Cálculo de resistencia. Madera inclinada. Techo de madera en forma de plano inclinado y la verticalidad de las cristaleras que dejan pasar la Luz. Queremos luz. La Luz. Luces. Rodeados de tres paredes de ladrillo rojo. Como una vieja fundición. Como una fábrica o almacén. O los muros de un patio industrial. Sentados en los bancos sencillos de madera y encajes de sencillo metal forjado. Qué bien se está aquí sentado. E ahí el tarimado donde se alza un altar minimalista. Y un baptisterio que apenas es una palangana sostenida por varillas forjadas. Y luego a través de las grandes cristaleras tras el tarimado del altar se deja ver el bosque. Finlandia es bosque. Todo rodeado de bosque. Profundidad de bosque. Y en ese bosque, fuera del templo, está la cruz plantada. Cruz en medio del bosque. De la naturaleza. Inmersos también en la naturaleza..... (sigue)
ResponderEliminarhttps://www.google.es/search?q=chapel+of+otaniemi&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiJyf2PhP7cAhVQQBoKHXYBBYEQ_AUICygC&biw=1280&bih=594
(VIENE DE ARRIBA)
ResponderEliminarEl órgano en un lateral como una incrustación inesperada de brillo atemporal y fantasioso de tubos industriales sobre una pared oscura. Más tiempo que ya no es tiempo. Evocación de un pasado cuando trabajaba en fábricas y en talleres. Un pasado encapsulado en una burbuja de tiempo que flota en el no-tiempo. Tu juventud fue una juventud de fábricas y talleres. Talleres. Obrero. De funda. Inseguro. Máquinas. Llegué a sentir placer estético al mirar las máquinas dóciles, duras, engrasadas haciendo su ruidoso trabajo. Hombre-máquina. Flujos de sentimientos a través de tubos orgánicos. Flujos de ideas. De pasiones. ¿No podría ser el cuerpo una máquina sin sentimientos? ¿Sin espíritu? Sin sufrimiento. Sin fricciones. Sin contradicciones. Flujo salarial. ¿Cuánto me pagan? Pagano. Los domingos brillaba la luz espectral de los bailes. Para conectar. Para ligar. Para fluir en flujos de placer complicado. Mis flujos fluyen ahora por los tubos del órgano de la Capilla de Otaniemi. Tubos fantásticos de orgasmo musical con el bosque de fondo. Absorción de orgasmo espiritual bajo la transparencia de la luz diseminado por los bosques insondables. D-ós es Luz. Dios es Amor. d-Ós es lUz y aMor. La salvación luterana es un punto de luz y amor sin compensación posible. Los templos ya no son lugares de compensación a Dios. Los templos son lugares de gracia. Pura gracia. Espacio de Gracia. Nada puede compensar lo que ha sido gracia, pura gracia por parte de D-ós. La fusión de comunidad, naturaleza, industria/trabajo y espiritualidad. La obra de la pareja Kaija y Heikki Siren. Obra inaugurada en 1957. Pasa y siéntate. Ahora es la libre interpretación de tu vida a la luz de la gracia de la Capilla de Otaniemi. The Ghost in the Machine. El fantasma en la máquina. El alma en el cuerpo. El cuerpo en el alma. Alma/cuerpo. Cuerpo/alma. Corpalma. Almacorpa. Coral. Alcor. Fusión. Confusión.
Invictus
ResponderEliminarBY WILLIAM ERNEST HENLEY
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate,
I am the captain of my soul.
Lots of people put a barrier or a limit in their lives for they think they'd become crazy if they dare risking beyond what's known. Surly, they won't get crazy, but they'll become ordinary and predictable citizens of the Republic doing always the same until death calls their names. And it's fine. Each one of us must do that which is in our nature, and not all natures are the same. Force a nature to do something which is beyond its power, and you'll make a person miserable: a life swimming in a sea of doubts and dangers. Terrible. Let people be what they can be. When times get rough because politics or economics or both, then you'll see people getting crazy enough giving way to their hatre against this and that. That's when you realize how powerful symbols can be. Whoever is able to invent or remake a good symbol for the masses, he'll be able to control their rage in times of trouble and mass lunacy. For good and for bad. Most times for the bad.
ResponderEliminarBeing human is always being on the verge of madness one way or the other. Some would rather become fanatics, others, perhaps the majority, quiet and ordinary peaceful citizens of the Republic; and some they'll actually become crazy stretching their ideas or imagination beyond control. They'll save their souls becoming the prophets of a new age with their art, their music, their poetry, painting and so forth.
If Feeling Isn't In It
ResponderEliminarBY JOHN BREHM
Dogs will also lick your face if you let them.
Their bodies will shiver with happiness.
A simple walk in the park is just about
the height of contentment for them, followed
by a bowl of food, a bowl of water,
a place to curl...
You are made of so many different attractions. How many objects have taken partial or full possession of you? Better to say, how many objects have formed what you are? How many are still influencing you? Claiming your body energy. It's a question of physics. Forces. Intensities. Attractions. Rejections. Take possession of your way of thinking or make you substract body energy for alien representations. Food for thinking. Bodies or things only exist when somebody give them life, reflection, vibration. Otherwise they can't effect/affect any influence on us. Know which are the things that make you grow in joy and happiness. Know the things that make you sad and miserable. That's the first step. Important step.
ResponderEliminarWhen you say to somebody "I love you". What do you mean? Hard to decide. Hard to step aside from the passion. It grabs you like a tick. And you'd never know what was the poison that was inoculated in your blood. But love can be real love, and with the right person, the right people. Love then becomes the elixir of a better life, a better world.
ResponderEliminarThe secret is never reaching the end of things because there's no end of things. Living in the spectral sensation of never reaching an end. What's desire? The force of attraction that lures you into thinking there will be an end or full satisfaction. The end could be insatisfaction and never ending frustration. Things must be seen in their proper insubstantiality to really understand them. And they won't be able to cheat on you. The object takes possession of the subject and the subject becomes the possession of the object. Wow! And we thought we were the masters of our objects. It'll be wise to consider the insubstantiality of the ego as well. A lot of suffering is spectral suffering. The proportionality of fixations with suffering: spectral and physical. Hard to prove the avoidance of physical suffering. The real? The spectral? The real phantom of reality? Real because it hurts. Because you fall when you step in. Because you can drown in the water. Danger. It bites.
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