El asunto religioso se puede abordar de muchas maneras. Pero hay maneras que hoy día podrían ser aclaradas de un modo objetivo a pesar de ser la religión materia profundamente subjetiva en su raíz. Las tradiciones religiosas están ahí y van a estar ahí por muchos siglos venideros. Si algunas
creencias religiosas acaban feneciendo, surgirán otras nuevas que las sustituirán. Y sin embargo hay algo que ha cambiado en el mundo de las fes religiosas. No hay manera de demostrar objetivamente la verdad de ninguna religión, pues una cosa es lo que una religión dice de sí misma y otra es la evidencia basada en hechos históricos objetivos que el común de los mortales pueda corroborar sin dejar lugar a dudas. En una palabra, el islam es la religión verdadera para el que cree en el islam. El cristianismo es la religión verdadera para quien crea en el cristianismo, etc. Desde el paradigma de una religión todo el universo puede ser explicado en base a unas creencias con su propia lógica, su trabajada moral, y sus creativas interpretaciones o producciones teológicas. Pero eso no es garantía suficiente para el resto de los mortales que no funcionamos dentro de ese paradigma concreto. Por tanto, si las religiones son verdades para sí y no en sí, no nos queda más remedio que convivir en paz unos con otros y medie entre todas una ley civil que hemos de respetar y nunca mezclar con nuestras creencias y prácticas tratando de imponerlas a los demás. Muchas religiones existentes en países democráticos no tienen ya ningún problema en acatar unas leyes civiles generales y mantener como organizaciones particulares sus iglesias o comunidades. En primera persona podría ser: Yo pertenezco a tal religión y trabajo por ella desde mi organización; y, toda persona que quiera ser parte de mi iglesia o comunidad, es bienvenida y además gozo de una libertad de expresión en igualdad de condiciones que las demás, puedo organizar actos, obras sociales, conferencias al público, etc. Puedo contribuir con lo que quiera a mantenerla, etc. Y además, toda aquella persona que deje de estar de acuerdo con mi religión tiene toda la libertad del mundo para salirse y enfocar su vida como quiera sin amenaza o interferencia alguna por parte de nadie. Pero hay también un aspecto muy importante a la hora de convivir en democracia: la libertad de expresión incluye la crítica a las mismas religiones en sus ideas o prácticas, sin que por ello se tenga que entender como ataque personal a personas concretas en vivir diario. Y ello implica así mismo
la libertad de las religiones de criticar las ideas opuestas sin que nadie se tenga que sentir agredido en su vida normal como ciudadano con plenos derechos. Si eso es así, la convivencia religiosa está asegurada en los países democráticos. Habríamos comprendido de una vez y por todas que la madurez, tanto religiosa como de ciudadanos, pasa por el ejercicio de la crítica de las ideas sin que nadie se sienta ofendido. Otra cosa es el odio, el insulto, la degradación de las personas, la violencia verbal o física contra grupos religiosos concretos, contra personas practicantes de tal o cual religión. Hay también otro peligro además de la abierta xenofobia: la pretensión de hacer que las leyes civiles se dobleguen a los intereses de mi verdad religiosa una vez que me considere lo suficientemente fuerte para ello, pues mi verdad es verdad universal para todo el mundo quieran o no lo quieran.
Hay personas de fe que te explican su fe con normalidad y tú escuchas y dices, Ok. Te deseo la mayor felicidad con esa fe. Hay personas de fe que te hablan como si esa fe fuere toda la verdad del mundo mundial e incluso te recriminan si no valoras su fe de forma positiva. Bueno, oiga, yo tengo mis ideas y modos de vivir. Le deseo lo mejor con su fe, pero déjeme vivir a mí modo. Otros someten su fe a debate racional y por lo general los debates racionales no son buenos para la fe, pues la fe no es un puro acto racional; es un acto existencial, que es diferente. Creo entender que la fe abarca lo racional y lo irracional de los sentimientos. Quizás hay antes que nada un sentimiento profundo o arrebatador o sencillo acto de fe que ha de configurar toda la experiencia de la persona ya creyente a partir de ese momento. Y esa configuración englobará también la razón. Es decir: la razón se pondrá al servicio de la fe y no al revés. La fe es el acto fundacional de una nueva vida o nueva forma de sentir la vida. Bueno, al menos la fe de gente sincera que se convierte a una religión en edad de raciocinio y sentido común. No hablo del que ya creció bajo una fe o tiene que creer porque no le queda otra. En la España de Felipe II todos eran católicos por decreto. En algunos países musulmanes mejor pasar por creyente que no complicarse la vida cuestionando lo que no se debe. ¿Por qué hay gente que necesita la fe y otros no? Qué sé yo. Tampoco veo porqué hay que buscar la explicación a todo. Si una fe se vive con buen equilibrio y haciendo el bien general, pues muy bien. Si una fe se torna fanática y se cierra sobre sí misma y fuerza a otros a padecer su fanatismo, entonces malo. No hablemos ya de las fes asesinas de la jidah.
ResponderEliminarZangro Berzanos decía que si no había Dios entonces la vida era una mierda.
ResponderEliminarNinha Crojadas decía que el mundo era una mierda porque Dios quería que fuera una mierda.
Estábulos Eramtiz decía que sin Dios la vida se vivía como un vértigo espantoso.
Nicados Sabiatam decía que con Dios la vida tenía verdadero sentido y objetividad.
Eloisadora Burmolaza decía que con Dios la vida era una puñetera esquizofrenia pues Dios era lo bueno y lo malo al mismo tiempo.
Corajuda Mentolka decía que sin Dios todo era posible y eras absolutamente libre sin excusa alguna.
Teodamiano Silbetrado decía que la revelación de Dios era Una y Única y que el asunto estaba en aceptarla o rechazarla. Y punto. Y porque sí.
Irmala Ferrola decía que Dios era una idea imposible de definir o delimitar o comprender, y por lo tanto imposible. O sea, una idea imposible de tratar o de crear discurso salvo el imaginativo.
Cristomoro Reportlán decía que él creía en Dios porque sí y no tenía que dar explicación de nada a nadie.
Cromatoma Fístera decía que si creías en Dios era porque Dios te escogía para creer. No dependía nada de ti. La fe era como un milagro.
Chiparra de Urtaliza decía siempre que se hablaba de Dios era con categorías ya dadas por las culturas y por lo tanto ya eran categorías antropomórficas. No había escapatoria: Dios era siempre una creación humana para explicar lo que no podemos conocer.
Patricarmo de Burgale creía en Dios con fervor y era de la única manera que podía vivir. Si le quitabas esa fe ferviente podría acabar desesperado. Hundido en depresión profunda.
A Filipo Garrauñas la idea de Dios le daba fu ni fa. Era algo que no le inquietaba en absoluto. Y como él millones en la Europa actual.
APUNTES DE HIRMAN NOSATROPS SACADOS DE SU BLOC DE APUNTES
ResponderEliminarMúsica. Ser música. Las nubes han cubierto de nuevo el cielo. Hay realidades que habría que hacerlas desaparecer. Borrarlas del espíritu. Música. Llévame música a otras realidades inocentes. He nacido para cuestionar hasta la saciedad. He nacido para amar lo imposible; lo que me rechaza con indiferencia. Hoy he visto a un humano y he sentido miedo. Me he sentido más a gusto al lado del tigre. Que en un momento dado me desgarraría hasta la muerte en un acto de absoluta inocencia. La inocencia y la crueldad se dan un abrazo en el tigre sobre mi cuerpo destrozado como señal del pacto.
El mundo natural y físico no te da las claves de ninguna metafísica definitiva. Luego, toda metafísica acaba siendo creación humana, bajo la pretensión de una mayor aproximación al Ser o a lo que sea o no sea en su lugar. Ya no la metafísica que sustenta toda religión o mito, sino también cualquier ideología que reclama para sí razón universal. Me asusta oír a mucha gente reclamar para sí univocidad entre sus categorías de pensamiento y la Realidad del universo. Ellos son la Realidad y la Razón. Y si no lo son es porque todavía están en el camino de ello. Solo es cuestión de ir ajustando su Razón y su Realidad.
ResponderEliminarParecía que el post-modernismo y el post-estructuralismo habían dado al traste con esa ilusión: en realidad los discursos metafísicos no obedecen más que a los deseos humanos por una existencia ordenada bajo el sentido que mejor nos convengan. Todo conocimiento es siempre provisional. No quiere decir que la conjunción realidad natural y física/conciencia no nos dé conocimiento verdadero, pero ese conocimiento nunca será en sí, sino para sí; y siempre provisional. El mayor peligro cuando se hace ciencia es pretender que la investigación se tenga que someter a las ideologías. Por eso las teologías que recurren a la ciencia para explicar sus dogmas nos suenan siempre artificiales y forzadas. Lo mismo las ideologías que pretenden tener las claves definitivas del mundo: no es más que totalitarismo deseando imponerse. Bajo el disfraz ideológico se va imponiendo la razón cínica y se deja la doctrina para la masa. La masa ha de tener fe.
Para el pensamiento post-moderno todos estos discursos son productos históricos por necesidad; pero eso no quiere decir que sean arbitrarios y que pueda decir cualquier cosa y lo que me da la gana. Por un acto de fe en la valoración del cuerpo y alma humana, nuestra civilización judeo-(helénico)-cristiana ha generado un discurso moral que inspira y compromete a la individualidad humana como referente de todo discurso político que se precie de liberador. El cuerpo como referente de bienestar y el alma como referente de libertad de pensamiento. Pero esto es un acto de fe fundacional, no una verdad absoluta que podamos demostrar o una Realidad que trasciende a todos menos a mí y a mí secta que somos los iluminados al servicio de la Razón universal.
Esta forma de pensar sigue vigente no solo en las religiones fuertes con vocación de imperio y dominio universal, sino también en ideologías duras de izquierdas y derechas. Con vocación totalitaria.
PIPO Y PEPO
ResponderEliminarPIPO: Noté que el árbol me miraba.
PEPO: Un árbol no te puede mirar, zopenco. Un árbol es un objeto inanimado y no te puede mirar. No tiene ojos.
PIPO: Bueno, yo sigo pensando que ese árbol me mira.
PEPO: Te mira porque pretendes ser poeta y no eres más que un zopenco. Decir que un árbol te mira es un tópico de malos poetas.
PIPO: Aún así, sigo viendo a ese árbol mirándome.
PEPO: ¿No será que te has vuelto loco? Los poetastros vais por ahí pretendiendo ser unos iluminados de la naturaleza y cosas de esas, pero lo que sois es unos locos redomados. La realidad es la que es y punto pelotas.
PIPO: Aún así el árbol me mira y se ríe. Tú también podrías ver al árbol reírse y si miras a esa montaña lejana podrías ver cómo te está invitando a subir.
PEPO: ¡¡Madre mía cómo está el patio!! Este tío se ha vuelto majara. ¡Anda ya!
EL BUEN DIOS Y EL MAL DIOS
ResponderEliminarSi de principio tú necesitas creer en Dios no lo dudes y reafírmate en ello. Si eres buena persona ese Dios tuyo será siempre un buen Dios. Si eres sincero contigo mismo ese Dios te dirá si debes o no debes seguir creyendo en Él. Pero si eres mala persona ese Dios también será un mal Dios y sí no dejas de mentir contigo mismo, ese Dios será un mentiroso y te seguirá incitando a engañarte y engañar a los demás.
Religión es ...Política es.... Todo se escapa a las definiciones antes incluso de definirlo. Es abrumador tratar de definir lo que siempre escapa a una correcta definición. Definir es poder. Si defines bien adquieres poder. Pero nunca se define lo suficientemente bien.
ResponderEliminarDefinir es crear la moneda de cambio de los conceptos. Un concepto mal definido o ambiguo no entra en el mercado de los intercambios de conceptos. Se queda en territorio de nadie.
El desafío es crear un concepto. Un concepto que abra camino. Que abra nueva realidad.
Para caerte de bruces en él.
Un templo abandonado. Un dios olvidado. Una congregación desaparecida. Un libro intraducible. Solo queda el silencio. ¿Cómo reconstruir tal religión?
ResponderEliminarUn templo a rebosar. Un dios en plenitud de reconocimiento. Una congregación extendida por todo el mundo. Un libro traducido a todas las lenguas. Hay cánticos y prédicas por todo el orbe. ¿Cómo deconstruir tal religión?
ResponderEliminarCada uno de nosotros deberíamos de crear nuestra herejía. Tenemos derecho a nuestra propia herejía. Todos herejes por la gracia de Dios. Nuestra herejía sería nuestra bella interpretación de la religión en forma de arte. Seguro que nuestras herejías todas ellas confluirían en un común de participación de la verdad de los demás, de la propia verdad de los demás que a mí me enriquece. No hay mayor enriquecimiento que la verdad en sí misma sin miedo a crearla, recrearla como herejía particular, individual. Oiga, hábleme de su verdad. No tenga miedo y dígame cuál es su forma de entender a D-ós.
ResponderEliminarLa religión es compensación a los males de la vida. Unos son religiosos por una razón y otra lo son por otra. Con excepción de aquellos que lo tienen que ser por la fuerza, quienes eligen ser religiosos, lo hacen por cincuenta mil razones diferentes. Todo se trata de encontrar sentido a cualquier precio. De compensar las decepciones, las frustraciones, los sufrimientos y fatigas del mundo. Y, es por eso, que también hay tantas religiones como culturas o modalidades de relacionarse con los dioses. Hay religiones pacíficas y las hay guerreras. Religiones orientales y occidentales. Etc.
ResponderEliminarPor el camino de la gnosis. Extraño camino hacia horizontes en busca de un pueblo al que pertenecer. Pueblo nómada que deja pocas huellas. Hemos perdido a nuestro pueblo y tratamos de encontrarlo. Por el camino de la gnosis. Es hora de jugar. Podéis seguir jugando. Mañana hemos de partir temprano. Nos unen las tradiciones milenarias. El Dios antiguo. La voz del Dios antiguo. Los libros antiguos. Mantén en secreto tú pertenencia. Tu nombre. Un día seremos pueblo de verdad en un planeta transformado.
ResponderEliminarNo debe de estar muy lejos. En cualquier momento veré su rostro. La materialización de una ilusión. D-ós ha de ser algo externo: real y palpable. Ella también ha de ser algo externo, real y palpable. La ilusión.
ResponderEliminarLas ilusiones se pierden en la lejanía
ResponderEliminarPero no desaparecen
A veces vuelven con un nuevo mensaje
De nuevo el rostro sonriente
Para cerrar el ciclo de la vida
Religión es un mundo extraño
ResponderEliminarY si no es un mundo extraño entonces pasa a ser otra cosa más en la vida de Blas
Religión y arte se confunden en la extrañeza
En un mundo poseído por rutinas prosaicas.
No puedes dedicarte a la verdad si antes no has recibido una visión o fuerte impulso que te llevara a ella. Pero la verdad es radicalmente iconoclasta. No respeta ningún ídolo. Busca la pureza de las ideas hasta donde ya no sea posible vislumbrar ningún engaño o ninguna máscara. Pero ¿se puede vivir sin máscaras y sin mentiras y sin engaños? La mayoría prefierimos descansar en algún paraíso artificial, en alguna muleta mental, en alguna ideología prefabricada, en alguna religión revelada, en alguna secta política....
ResponderEliminarJérmano de Nekópalis escribía lo siguiente en su casa en el barrio de una ciudad:
ResponderEliminar"Vuelta a los desiertos y las estepas. Vuelta al nomadismo. Arrecian las tormentas y las ciudades son más poderosas que nunca. Hemos huido como hemos podido. Hemos rechazado la santa y sacrosanta identidad. Apenas queda territorio donde esconderse. Buscaremos entre las montañas de Izram. Hemos escapado a la definición de minoría. Hemos logrado borrar la marca de Bestia. Volvemos a las tradiciones milenarias. Volvemos a ser nosotros como pueblo. Pueblo. Territorios. Horizontes..."
De repente se oye la voz de su mujer: "¿Cariño, ¿has tomado tú pastilla? Te he preparado el café como a ti te gusta."
"Sí, voy ahora. Estoy acabando."
"Horizontes... quizás nuevos planetas, quizás dominio de la mente y poder ocupar espacios mentales todavía por explorar. Esperamos no encontrar al Estado en esos territorios. Esperemos que no se nos adelante el Estado y nos haga ciudadanos por nuestro bien. Por la fuerza. La normalidad de la fuerza. La identidad dada y controlada... las equivalencias acordadas... Volveremos a ser pueblo nómada en algún nuevo territorio.."
"Vale. Ya he tomado la pastilla. Huele a café muy rico..."
Quizás los dioses nos hayan dejado pistas que hemos de unir para conseguir abrir la puerta al secreto del más allá. Sería empezar por la primera y acabar por la última. ¿Por dónde empezamos? Esto parece una película de Indiana Jones o el Código Da Vinci. Demasiado prosaico. Demasiado profano. Ha de ser algo complicado y laberíntico ya metidos dentro del mundo de la filosofía o de las ciencias o de las matemáticas. Algunos han hecho de la Biblia esa puerta y le han sacado un código extraño. Vaya usted a saber. Quizás lo mejor sería renunciar a tal cosa y conformarse con nuestra ignorancia. El más allá sólo existe en la imaginación. ¡¡¡He!!! He ahí: en la Imaginación. Esa es la puerta de entrada. Entremos por los laberintos de la imaginación y la intuición y a lo mejor se nos abre la puerta del misterio y logramos entrar. Va, va...demasiado infantil. Dejad a los niños acercarse a Mí, pues de ellos es el reino de los cielos. Cuando era niño a veces parecía percibir el paraíso, pero también estaba cercano el infierno en ocasiones. Bueno, he ahí el cielo y el infierno. Oiga, ¿nunca ha escuchado a Hendel?
ResponderEliminarPENSAMIENTO Y REALIDAD
ResponderEliminar¿Por qué si yo pienso en que ha de aparecer una persona en la esquina de la calle x y la calle y a una determinada hora o en un determinado momento tal persona no aparece? Pero si yo pienso que si voy a tal esquina a la hora que sea, allí va a estar la tienda de Pepe o la señal de tráfico de siempre con toda seguridad.
En el primer caso puede surgir tal pensamiento de un modo espontáneo y las probabilidades de que eso ocurra son muy bajas, quizás bajísimas, pero nunca es imposible que eso no acontezca. Y en el segundo caso las probabilidades de que yo encuentre lo descrito son altísimas, aunque nunca es imposible que de ir me encuentre con que en esa esquina las cosas han cambiado o trastocado o la misma esquina haya desaparecido. Las posibilidades son bajísimas, pero no improbable.
¿Por qué surge la primera idea? ¿Por qué en un momento dado puede surgir la idea de querer ver a una persona en tal sitio y a tal hora? ¿En función de qué surge una idea o deseo espontáneo? ¿Y por qué las probabilidades de que ese deseo se cumpla son tan bajísimas?
Pensamiento y realidad. El pensamiento es inmaterial. Porqué surge en un momento dado un pensamiento y no otro es pura casualidad. Es pura contingencia. Que tal pensamiento o deseo coincida con la realidad externa y material, depende de si el pensamiento se retroalimenta en sí mismo como pensamiento y dentro de sus representaciones imaginarias (autoreferencial); o, por lo contrario, es un pensamiento que tiene la realidad externa como referencia y tal referencia al ser común y comprobable por los sentidos, pues es independiente de mis deseos imaginarios. La primera es una realidad fantasmal. Una ilusión. La segunda es una realidad objetiva.
Otra cosa es hacer las ilusiones realidad. La persona equilibrada trata de hacer la ilusión realidad. Llama a tal persona si es factible y queda con ella a tal o cual hora. Entonces el pensamiento o deseo se cumple. Y si no es posible pues deja que la ilusión se agote o escribe un buen poema, o pinta un cuadro, etc. Lo objetiviza, lo encarna como arte.
QUÉ COSA ES ESO DEL INOCNSCIENTE
ResponderEliminarLos pensamientos contingentes prueban que el llamado "yo" no pinta para nada cuando una sensación o emoción interna se traduce en pensamiento o palabra. La sensación interna obedece otros parámetros que el "yo" no controla. A esos parámetros el psicoanálisis lo llamó el inconsciente. Luego trató de introducir la razón y el orden en tal inconsciente y fruto de ello son la multitud de teorías y conjeturas sobre tal dimensión. Cada cual reclamando su razón y sentido. Jung/Freud. Reich/Fromm. Horney/Adler, Lacan/Sullivan. El inconsciente fue también politizado por Wilhelm Reich o el tándem Deleuze-Guattari o también Laing y Cooper con su movimiento de la antipsiquiatría.
Pero se puede partir de cero. Ninguna teoría psicoanálitica o psicológica se ha consolidado como verdad objetiva y la psiquiatría ha negado muchas veces su validez reduciendo todos los intentos psicoanáliticos a mera literatura.
Se puede uno arrimar a esta dimensión inconsciente o desconocida con la máxima curiosidad e interés. Sigue siendo extraño y misterioso su modo de actuar por sorpresa, inesperadamente, con fuerza, con poder creativo o poder destructivo. A veces sembrando ilusiones o potenciando las emociones y los afectos. Y todo cuando más seguros parecemos encontrarnos en nuestros ordenados discursos, en nuestra seguridad moral, en nuestra firmeza racional.
LAS VIDA ES MUY COMPLEJA Y EXTRAÑA
ResponderEliminarSea el pensamiento objetivo o subjetivo, en ambos casos los pensamientos no tienen más origen--una vez puestas entre paréntesis todas las interpretaciones psicoanáliticas o filosóficas--que la pura contingencia. No somos dueños de nuestros pensamientos. Esto es sorprendente. Que yo decida ir a pasear en un momento x (salvo que ya esté incluido en una rutina dentro de un plan de vida), en lugar de y; o la simple idea de ir a pasear, es una idea que no nos pertenece, que surge de una espontaneidad más allá del control de cualquier agente de la conciencia. Pura contingencia.
Otra cosa son los discursos que regulan u organizan esas ideas espontáneas, contingentes, intuitivas. Pero esos discursos tampoco nos pertenecen. Todo ello incluye también la organización y regulación de nuestras percepciones. Desde que nacemos ya entramos a formar parte de una estructura social, una forma de ver y entender la vida, unos códigos morales, una lengua. Ya ocupamos un lugar dentro de la estructura y los discursos sociales. Pero la dimensión inconsciente va a seguir invadiendo, traicionando, sorprendiendo, desplazando, trastornando, ignorando, los discursos sociales. He ahí el porqué ese interés desmedido por comprender el inconsciente, por sustantivar el inconsciente como un objeto más de estudio y análisis. Eh ahí la neurofisiología, la neuropsiquiatría a todo gas en busca de objetividad científica del misterio de la conciencia y la subconsciencia. Y lo más perentorio de todo: he ahí el interés que obsesionó a muchos psicoanálistas y pensadores: la politización del inconsciente a derecha o izquierda.
Entonces ¿qué es el yo? Sujeto. Yo. Yo hago. Yo decido. Yo digo no. Pero todo ello tiene sentido dentro de parámetros culturales y sociales. Más allá de esos parámetros la expresión del "yo" es complicada. El "yo" receptivo y abierto a las invasiones del inconsciente se tropieza con censuras de todo tipo y color. El inconsciente es creación o destrucción. La sociedad trata de protegerse de los envites de un inconsciente impredecible, descontrolado, resbaladizo, incoherente, abierto a "locuras", fantasías, ilusiones, alucinaciones, delirios. La sociedad necesita regular, encauzar, penalizar o premiar toda esa energía que nos podría devorar a todos; que sigue siendo amenazante.
He ahí la necesidad de los discursos ideológicos, de los discursos religiosos, del arte.