21 junio, 2015

HUMAN POWER

Íbamos por la misma calle y por la misma acera, pero no quiso mirar. No quiso reconocer mi misma
existencia. No podía creérmelo. Di la vuelta y quise acercarme, pero ella se metió por otra calle y así me daba el esquinazo. Esquinazo power. El poder del esquinazo. Un buen esquinazo a tiempo nos hace reflexionar sobre la repulsividad de nuestro ser hacia otros.

Los cuerpos se atraen o se repelen o permanecen indiferentes unos a otros. En la discoteca Fulankopp mi cuerpo se movía bajo los ritmos endiablados del grupo The Batternomos. Jamás mi cuerpo se había sentido tan feliz bailando y bailando y bailando y mi amiga Nurovina acompañando los ritmos de mi endiablado cuerpo que seguía los ritmos de una endiablada música. El poder de los dioses. El poder de las vibraciones. Nuestros cuerpos ahora volaban y se acompasaban en el aire. Necesitábamos mucho espacio, medio mundo de espacio, un universo de espacio. Nurovina y yo vivíamos en una gloria provisional y accidental. The Batternomos eran nuestros sacerdotes y la discoteca Fulankopp nuestro templo pagano.

Era un sindicalista retorcido. Vivía para su sindicato y la vida era el sindicato y el sindicato era la esencia de lo sindical y lo sindical exigía mucho sindicalista y mucho afiliado al sindicato. Fue un
viaje en coche donde lo único que se habló fue de las inmensas responsabilidades sindicales y la vida bajo un prisma reivindicativo universal. Sindical power, Unión power. Mi cuerpo estaba a punto de sindicalizarse y de reivindicarse como afiliado del sindicato, de la sindicalidad y de la sindicalización del mundo y de la misma galaxia. Galaxia sindical de afiliados reivindicativos con infinitas protestas, huelgas y asambleas pendientes. Fue un viaje inolvidablemente sindicalista y cuando baje de aquel coche comprendí que el mundo puede ser cualquier cosa. Sentía ganas infinitas de sindicalizarme.

Fue un día terrible. Había llegado tarde al trabajo. Las carpetas con los documentos de mis clientes se habían extraviado. La jefa me miraba como se mira a un animalejo inmundo. La oficina parecía un cuerpo enfermo y mis compañeros le daban vida con su sangre. Iba de una mesa a otra buscando mi carpeta con los documentos tan valiosos y tan perdidos. Me había convertido en un virus maligno en un cuerpo ya enfermo. Viral power. The power of virus. Mi jefa me invitó a entrar a su despacho y yo no acababa de llegar a su despacho, un despacho que se me hacía lejano, muy lejano. Ser un virus maligno no era nada del agrado de nadie. Nunca llegué al despacho de la jefa pues antes de tal espacio había otros espacios que me atraían más y la puerta de salida me facilitaba la libertad viral. Viral freedom. Me dediqué a volar las calles de la ciudad y a deambular y vagabundear hasta que volví a mi cuerpo humano. Human power.

20 comentarios:

  1. Cuando los cuerpos no conectan entonces deliran y comienzan los fantasmas. Los fantasmas pueden convertirse en máquinas de humo o máquinas ideales. Hay máquinas ideales muy sofisticadas y muy compartidas. Hay buenos ingenieros del delirio. Para evitar que los delirios se apoderen de uno es menester estudiar matemáticas o llegar a ser muy consciente de las leyes físicas que nos constituyen. Máquinas corporales; preferible ser máquinas corporales a ser fantasmas vivientes viviendo la ingeniería de los fabricantes de ideologías. Y si un delirio trata de conquistar tu cerebro, entonces conviértelo en un buen poema o en una buena canción; quizás un buen dibujo o un buen cuadro. O puedes fabricar tus propias estructuras ideales y ponerlas a andar en la realidad después de haberles dado cuerda. Puede ser divertido.
    Pero no te entregues a los productos de los demás por pura comodidad o conveniencia. Te convertirás en un fantasma; y tu cuerpo será un zombie.

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  2. Si caes en manos de un ensamblaje opresivo pon tu máquina a funcionar en modo liberación. Un ensamblaje opresivo puede ser un empresario o una empresa, no cabe duda, pero hay muchos tipos de ensamblajes opresivos: puede ser un supuesto amigo, o amiga; un grupo de gente con el que te has malconectado, una secta, un vecino, un político, un partido, una idea obsesiva que se ha incrustado en tu cerebro, un centro gravitatorio dentro a fuera de tu mente... una ideología o un hábito, una rutina; una sustancia...
    Entonces es cuestión de colocar la máquina en modo liberación y actuar con inteligencia para romper el cerco, el círculo vicioso, salirse del centro gravitatorio, romper con el grupo, la secta, la relación envenenada...
    Has de saber reconstruirte de acuerdo a tu ensamblaje, a tu modo de ser. Tú máquina ha de estar bien construida; has de saber cuales son tus objetivos, tus valores, tus ideas, y ser persistente en tus avances, en tus estrategias.
    El ensamblaje opresivo siempre aspira a ser tu voz propia, odia que seas Voz Propia; te quiere siempre como apéndice, subordinado; las tendencias opresivas siempre buscan traducir la voz de otros, definirlos en función de intereses ajenos,,,

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  3. Cayó en aquella fiesta por casualidad. Bailó con ella por casualidad. La acompañó a casa por casualidad. La siguió viendo todos los días por casualidad. Tomó varias veces el café con ella por casualidad. Se enamoró de ella con pasión por casualidad. Le escribía notas cargadas de sentimientos por casualidad. Paseó con ella por casualidad. La veía por los pasillos del edificio por casualidad. Hasta que un día se separaron por casualidad. Cada uno se fue por su sitio por casualidad. Pero quedó la imagen de un hermoso rostro de por vida y no por casualidad. Un arquetipo de profundas reminiscencias y no por casualidad. Una conexión con lo imposible, lo amargo, lo frustrado, lo distanciado sin más conexión que ciertos recuerdos. La realidad de dos cuerpos y la representación fantasmal o imaginaria de la imposibilidad de no haber llegado a ser un extraño paraíso. Dos cuerpos pueden generar un paraíso por pura casualidad. Pero luego llega la expulsión y la vida errante y la soledad de las estrellas que no brillan, que han dejado de brillar y se extinguen sin más; y no por casualidad.

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  4. Spinoza hablaba del poder de un cuerpo. No sabéis hasta dónde puede llegar un cuerpo. Hasta dónde se puede avivar un cuerpo. Hasta dónde se puede encender un cuerpo. Hasta dónde puede conectar un cuerpo. Recordad ese extraño e inexplicable ensamblaje de nuestro cuerpo y ese paisaje. Esa conexión mágica de dos cuerpos fundidos en el sexo. El ensamblaje con esa pieza musical, con ese cuadro, con ese texto, con esa conversación tan sencilla y tan profunda al mismo tiempo. Pero también el veneno actuando en nuestro cuerpo: el veneno del odio, del rechazo, de la envidia, de la violencia, del crimen, de las pasiones ciegas y sin objetivo alguno, de la destrucción. Los ensamblajes envenenados de un mal trabajo, de una mala enfermedad que te corroe; de malas relaciones que se estancan.
    No sabéis lo que puede un cuerpo, decía Spinoza. Las milagrosas conexiones y ensamblajes de los cuerpos. Los infiernos de las pasiones ciegas. El elixir de la magia y el veneno.

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  5. Me trataba de hacer comprender con seriedad científica que la lucha de clases era el parámetro objetivo que subyace a todo fenómeno humano. Era entusiasta de Podemos y ya algo mayorcito para creer en estas cosas, pero la cosa no iba en broma. Era consciente de que todas las metafísicas estaban en crisis, pero no la suya. La suya era absolutamente cierta. Y lo más duro del asunto era que las claves de interpretación de esa objetividad de la lucha de clases las conocían él y los suyos. Qué pensaba la mayoría de la gente sobre los conflictos políticos actuales sólo tenía importancia si coincidían o no coincidían con esa objetividad de la lucha de clases. Como la gran mayoría no coincide con esa "objetividad", entonces la deducción es que la mayoría "está engañada" o alienada. El trabajo político entonces está claro: hay que hacer todo lo posible para que la gente vea la realidad del mundo en función de tal metafísica o religión de la lucha de clases. No hay otra verdad ni interpretación posible. Qué en nombre de esa lucha de clases se había matado y oprimido a millones en los países comunistas, simplemente le importaba un carajo. La fe es la fe y la fe mueve montañas. Nunca muere.

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  6. La libertad de expresión implica ser capaz de criticar cualquier idea o creencias. Lo que no pudo hacer es faltar al respeto a ninguna persona en concreto o provocar con insultos o nadie yendo a su casa, a su centro de culto, a sus instalaciones o cementerios y allí insultar, meterme con sus ideas, o pintarrajear tumbas. Pero la libertad de expresión en una democracia sí me permite hacer crítica bajo cualquier prisma a unas ideas, sean estas religiosas, políticas, morales, etc. Para ello existe el derecho de réplica y de defensa de esas ideas mediadas siempre por la razón y el respeto mutuo a escucharse y buscar la verdad. Esto que es la base de nuestra Europa liberal y democrática ya está entrando en crisis seria. Criticar al Islam ya es objeto de censura. Y lo peor es que muchos europeos están de acuerdo.

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  7. Libertad de expresión implica sinceridad, transparencia, deseo de abrirse a los demás para llegar a una verdad común y consensuada si ello es posible y a través de la razón. Sólo en los países democráticos de Occidente se han sentado las bases de esta libertad de expresión a pesar de sus defectos. En el resto del mundo hay problemas serios y muy serios con la libertad de expresión. Los países comunistas rechazaban tal libertad de expresión como hipocresía burguesa, ya que en el fondo éramos unos explotadores sin conciencia. Ellos eran la verdad proletaria y ya no había más necesidad de dudar de nada: ellos estaban en un plano superior de civilización y todo lo demás era burgués decadente. Muchos intelectuales europeos fueron comparsas y cómplices de esta cruel ideología. Incluso fueron incapaces de reconocer los crímenes llevados a cabo en nombre del comunismo. Y muchos hoy día siguen empeñados en ello a pesar de todo lo que ya sabemos.

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  8. Pero donde más problemas serios hay con la libertad de expresión hoy día es en los países musulmanes. Consecuencia, claro está de un modo peculiar de entender la política y la religión. El Islam tiene muchos problemas con la conciencia individual y su responsabilidad ante las ideas, el pensamiento, el libre albedrío, la libertad de vivir de acuerdo a una ética o moral o incluso una amoralidad. De hecho, la única responsabilidad que admite es la libre elección de ser musulmán. Fuera de eso uno pasa a ser individuo de segunda clase, cuando no individuo excluido o simplemente eliminable. Todo depende del país o comunidad más o menos islamizada. El Islam lo es todo y ya todo está escrito en el Corán. Si el individuo no es libre de pensar lo que quiera entonces no hay necesidad de una sociedad civil separada del Estado: todo espacio social es de Dios y está regido por la única constitución válida: el Corán. Que haya diferencias entre Marruecos y Arabia saudí no es más que cuestión de grado. ¿Podemos llegar a un acuerdo democrático con personas que piensan que su religión es la única verdadera y que la sociedad debe regirse por el Corán?

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  9. Cuando una ideología se considera ontológicamente superior a las demás ya empezamos a tener un problema. Lo que es metafísicamente superior y se constituye así mismo como Razón Universal, Pueblo, Clase, Nación o Raza o Dios, ha de imponerse por todos los medios y todos los medios son justificables en función de las circunstancias y contextos. En determinadas circunstancias se puede aparentar ser demócrata, pero en otras se puede llegar a otros medios que rompan abiertamente contra el orden constitucional establecido e imponer la ideología superior. No se trata de una sociedad civil consciente de su poder constituyente en momentos de cambio o evolución hacia mayores libertades o constitución de nuevos espacios de acción individual o social; sino que se trata de la imposición de una verdad a priori detentada e interpretada por un Partido que por necesidad ideológica y ontológica se declara verdad sobre toda otra manera de pensar o experiencia social. En este caso se trata abiertamente de una confrontación directa contra la democracia constitucional como tal. El caso del fascismo y del comunismo son las dos experiencias históricas más sangrantes que ha vivido Europa democrática. Pero la amenaza sigue ahí en potencia. Sigue habiendo ideologías que reclaman su verdad universal (externa, producida) como un orden superior a imponer a la Historia. Ese es el peligro que siempre ha de acechar a una democracia y que al final podría acabar con ella.

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  10. Una cosa son las leyes y otra cosa es la voluntad de obedecerlas. Y nos referimos a leyes consensuadas. Una comunidad X tiene unas leyes consensuadas, pero un porcentaje de los miembros de esa comunidad carecen de la voluntad de respetarlas por razones Z o W. Este porcentaje en determinados contextos decide escaquearse o trampear las leyes cuando afecta a sus intereses de alguna manera. O simplemente negarse y crear un problema. Imaginemos también que esa comunidad tiene la posibilidad de cambiar las leyes a través de un proceso constituyente cada vez que haya necesidad. Pero aun así, miembros de esa comunidad prefieren hacer caso omiso de la ley cuando no les convenga y la trampearán, la ignorarán, etc.
    Aquí estamos hablando entonces del factor ético-moral ante la ley. Hay personas que "por naturaleza" son proclives a respetar la ley y a considerar la ley como una condición sine qua non para la buena marcha de las cosas. Pero hay otros que "por naturaleza" tienden a anteponer sus intereses particulares en todo momento y situación. Para estas personas la ley es siempre de conveniencia: cuando les interesa la respetan, cuando no les interesa la eluden, la trampean, o simplemente se niegan a cumplirla cuando ven debilidad en la comunidad.
    Por otra parte, hay culturas o naciones o estados democráticos, donde la ley tiene una importancia suprema y se respeta en un porcentaje muy alto de casos, pero hay otras culturas, naciones o estados democráticos donde es al revés: la ley es importante hasta cierto punto, pero cuando toca mis intereses particulares, mis intereses particulares van antes que la ley. Este es un serio dilema en las democracias y ocurre en todos los estamentos sociales. Nadie se escapa a la seriedad o, caso contrario, a la picardía o la picaresca. Las leyes y la moral son, entonces, de conveniencia más que de obligación o imperativo categórico. ¿Hasta dónde ha de llegar ese porcentaje para que una sociedad democrática sea viable como tal?

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  11. Una Sociedad característicamente europea y respetuosa con la ley es Cataluña. "La ley tiene una importancia suprema y se respeta en un porcentaje muy alto de casos". Estoy hablando de la ley propia, por supuesto, léase la ley catalana. La ley de otras naciones vecinas no se considera pertinente, máxime cuando va en contra de la ley propia. Más o menos, lo que hacen todas las naciones europeas.

    Pedrosa Latas

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  12. El tema que habría que debatir es: ¿Qué es lo que hace que una persona tienda a no respetar las leyes, asumiendo siempre que esas leyes responden a un sentir democrático? Varios factores nos vienen a la mente: factores de educación y de cultura, ética y moral mal desarrolladas o condicionadas por ambiente familiar y social "desestructurado", mentalidad cínica, mentalidad psicopática, narcisista, gnóstica, fascista, vanguardista revolucionaria, etc.,--yo estoy siempre por encima de toda ley y el mundo es siempre mío en potencia--; aunque en la mayoría de los casos sea simplemente que muchas leyes por muy democráticas que sean simplemente me perjudican o las considero absurdas y, siempre que sea posible, me las salto.
    Para cierta forma de pensar las leyes de un estado democrático son ante todo las leyes del poderoso que controla y aliena a la gente a través de una democracia falsa: la democracia neoliberal. La democracia verdadera está en otra parte y ocurrirá siempre y cuando alcancemos un mundo mejor de igualdad total y distribución de la riqueza justa y ecuánime para todo el mundo. Mientras no se alcance ese estado muchas leyes de un estado neoliberal no merecen ser respetadas. Es decir: en la medida en que vamos cambiando el mundo a una igualdad total, se van cambiando las actitudes hacia las leyes o incluso ya no serán necesarias las leyes, pues el nuevo ser humano socialista o comunista o anarquista respetará las leyes automáticamente. Su esencia no era más que su existencia histórica. Quienes así piensan, y son muchos, en una democracia "neoliberal" sólo se respetarán algunas leyes "justas", otras leyes no se respetarán por ser "injustas". Todo será relativo a una igualdad por ahora abstracta que existe en la teoría política del socialismo. Y así hasta llegar al Estado justo de bienestar socialista/comunista.

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  13. (Continúa de arriba)

    Si nos atenemos a la antropología de izquierdas entonces la esencia (el ser humano) es sólo existencia histórica y tal existencia histórica se puede guiar y orientar por una voluntad política que ha de manejar y ordenar el material histórico en función de un modelo económico y social de la igualdad. Para explicarnos mejor: siguiendo este razonamiento el mundo está ahí en toda su indiferenciación natural, pero cuando surge la sociedad de los hombres que hablan y piensan ya estamos en la historia y la historia es inmanente a sí misma: no hay nada trascendente que nos pueda guiar. Por tanto, la historia la hacemos nosotros y la podemos producir "como nos pida el cuerpo" como diría el filósofo anarquista francés Michael Orfray. De ahí que no hay "biología", ni "naturaleza", ni "moral natural", ni "inteligencia mayor o superior", ni sexos realmente diferenciables (en sentido biológico-ontológico). Si hay leyes como la ley de la gravedad, leyes físicas, etc; pero todo lo demás que pretende ser "natural", "ontológico", trascendente, eterno o metafísico, pues es mentira, no son más que productos de una sociedad de clases, capitalista, neoliberal, de casta, de "los que mandan", etc, etc, etc. Si, entonces logramos vencer esas "opresiones" que nos impone ese sistema haciéndolas Naturales, y las cambiamos por otros valores históricos a nuestra imagen y semejanza: en este caso la igualdad y redistribución igualitaria en todos los campos de la existencia, pues ya tenemos una historia libre de opresiones y explotaciones. Para ello se necesita de una voluntad política, politizarlo todo, intensificar todo.
    He ahí la esencia del pensamiento de izquierdas actual después de pasar por el baño posmoderno y posestructuralista: el neomarxismo que supera al marxismo rudo de estructura e infraestructura de mucha IU.

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  14. Aunque esta antropología descrita arriba sea propia de una izquierda posmoderna, no es sólo de izquierdas; también hay un pensamiento liberal o neoliberal que la reivindica como suya. También hay un liberalismo que cree que todo lo relacionado a la moral o al sexo, o a la inteligencia, etc.o a las ideas o modos de vida y existencia, es un territorio que ninguna voluntad política ha de regular en nombre de ninguna superioridad moral o trascendente. Y menos el Estado. Pero el liberalismo se diferencia de la izquierda en que tampoco cree que haya una voluntad política capaz de saber qué es lo bueno o lo malo para la gente, sin caer ella misma en una postura de superioridad moral y ontológica que se ve obligada, por derecho inalienable, a imponer esa su verdad como universal y he aquí que ya estamos reproduciendo los mismos modelos que criticamos. Al final la ideología de izquierdas no es más que un esquema voluntarista incapaz de conocer, ni menos administrar, los múltiples e infinitos factores que hacen posible la historia y la existencia humana. Por eso el producto final es inevitablemente una dictadura.
    El liberalismo, sin embargo, parte del individuo como modalidad de existencia con derechos inalienables por el hecho de su peculiaridad irrepetible, única y singular. Eso es la dignidad individual que ha de constituir la base de toda sociedad. La historia, entonces, ha de estar subordinada al mínimo común denominador de las dignidades individuales de todos. No es la voluntad colectiva o el común de todos definido por vanguardias revolucionarias que conocen la "teoría" de una igualdad absoluta final; sino todo lo contrario: el producto común o denominador común emerge de voluntades libres que toman decisiones según su dignidad o libre albedrío. También: Que llegan a un acuerdo o consenso en todo aquello relacionado con la convivencia partiendo de la INDIVIDUALIDAD CONCRETA EN TODA SU COMPLEJIDAD, no la ficción ideológica COLECTIVA a la que habría que subordinarse para gozar de reparto y beneficio político.
    El liberalismo tal como lo entendemos también aspira a que ese individuo concreto y complejo e indeterminado en última instancia, pueda llegar a su máxima expresión en una sociedad libre capaz también de producir las condiciones materiales y espirituales que le hagan desarrollar su potencia, sin más cortapisas que la ley común a todos en función de una convivencia civil mínima.

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  15. La antropología liberal --debido a esa concepción del individuo concreto, complejo e indeterminado--, permite una apertura infinita al progreso histórico. Pero el liberalismo parte de la idea que las potencias o potenciales individuales no se pueden igualar de una forma abstracta o universal, de acuerdo a un esquema interesadamente político y por lo tanto reduccionista. Si una persona posee el don "natural" de las matemáticas o de la música, por ejemplo, debemos de hacer lo posible para que esa inteligencia "natural" se desarrolle libremente en aquello donde sobresale. Las aperturas individuales son indeterminadas porque somos incapaces de llegar a la razón final de su ser. Entonces, llamar "natural" a esta apertura o modalidad de ser es correcto; en lugar de negar la individualidad en detrimento de colectividades abstractas, tales como la Historia, el Pueblo, la Nación, el Estado, la Iglesia, la Clase, la Raza, etc., el liberalismo antepone al individuo concreto y singular.
    La libertad económica y de mercado hay que verla dentro de esa definición de individuo. Quien posee ideas o sabe inventar productos nuevos e innovadores que generen valor y valor de uso en el sentido marxista, la sociedad de individuos libres sabe premiarle de la manera menos coactiva posible: comprando el producto en el libre mercado. Sin embargo cuando los mercados son restrictivos, regulados por intereses políticos, esta libertad desaparece. Lo cual nos lleva a preguntarnos si lo que domina en la actualidad son los mercados libres o los mercados regulados. Obviamente lo que domina en el mundo globalizado de hoy son los mercados regulados, condicionados, interferidos por gobiernos, por la política de unos y otros y sus ideologías correspondientes. Incluso los tan cacareados mercados financieros no escapan a este dominio de lo político sobre lo económico con bancos centrales que deciden tipos de interés en función de políticas concretas, de flujos de capitales interesados, etc...

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  16. INDIVIDUO Y COLECTIVIDAD

    Hay dos tipos de colectividad. Una es la colectividad formada por individuos libres que se asocian para defender intereses comunes. Pero los individuos libres no viven en espacios sociales abstractos. Uno nace en una sociedad que habla un determinado idioma, que comparte una historia común, unos valores más o menos reconocidos; unas leyes heredadas. El concepto de individuo concreto e indeterminado se ha de representar y presentar ante el mundo en base a conceptos y significados compartidos y comunicables. Pero esos conceptos y significados comunes no lo agotan, no lo determinan llegando a fundirlo en un todo social más controlable y comprensible. El individuo jamás se agota en su singularidad. Las aperturas individuales son siempre indeterminadas e infinitas. Por eso cada individuo nace con la potencialidad de redefinir o de recrear o incluso de transmutar los conceptos y significados dados y heredados: Desplazarlos, desfamiliarizarlos, darles nuevo brillo y proyección, cuestionar lo dado y el sentido común, etc.
    Pero si en lugar de partir del individuo concreto e indeterminado comenzamos por la colectividad o las colectividades como sujeto a priori; entonces invertimos el orden de prioridades y ahora el individuo queda sujeto a la colectividad, a la historia, a un dios, a una Nación, a una Patria, a una Raza, a una Iglesia, a un Sindicato, a un Partido, a una ley dada. El sujeto colectivo por definición está por encima del individuo al cual deja de reconocer como entidad natural y sujeto propio de su discurso, de su moral, de sus opciones libres e incondicionadas. El individuo entonces pasa a reducirse o circunscribirse en una entidad manejable, controlable, predecible, determinada en función de sus afiliaciones, profesiones, etc.. El individuo pasa a ser "cosa" para el Estado, para la colectividad y de él/ella se espera obediencia, sumisión. Lo universal absorbe lo particular. En las versiones neocomunistas este individuo ni tan siquiera existe como tal, se diluye en lo histórico-social y sólo se podrá representar en categorías supeditadas a lo común, a lo político: todo pasa a ser política y la política requiere de sujetos comunes, o de vanguardias conocedoras de las categorías y leyes que supuestamente dominan la Historia. De ahí esa arrogancia y superioridad moral con la que se presenta mucha gente de izquierdas: ellos son los conocedores de las claves de la redención del mundo. Que la prueba histórica de esa ideología no haya sido superada les importa un bledo. El espejismo no desaparece.

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  17. INDIVIDUO Y COLECTIVIDAD (II)

    Entramos entonces en la segunda definición de colectividad: la Colectividad como sujeto que se impone a los individuos por autodefinirse como valor superior o universal. Los individuos ya no son libres de asociarse voluntariamente para conseguir objetivos comunes, sino que ya nacen como parte indivisible de una colectividad que les impone significado y les produce como "individuos" o sujetos jurídicos en primer lugar. Luego, en tiempo libre, pueden jugar a lo que sea. La Colectividad entiende al Estado como máquina de sujeción (extracción) y distribución en función de criterios políticos supeditados a las abstracciones ideológicas que sustentan dicha Colectividad. No todos los estados son iguales y ello va en función de hasta qué punto la sociedad civil compuesta de individuos potencialmente libres queda absorbida por el Estado o los partidos; o, por otra parte sigue conservando ese espacio civil en mayor o menor amplitud. En las democracias modernas ese juego entre sociedad civil y Estado es fundamental para proteger las libertades individuales de las tentaciones totalitarias de quienes ya poseen la clave de todo y no dudan en imponerse a todo el espacio social por ser "suyo", de la Colectividad que rige en modo universal.
    Las consecuencias éticas y morales de quienes privilegian la Colectividad antes que al individuo, son importantes. Quienes se comprenden así mismos como individuos protagonistas de su vida aun en medio de las mayores dificultades y obstáculos suelen ejercer un sentido muy pronunciado de la responsabilidad ante sí mismos y ante la sociedad. Las normas morales emanan entonces de un código ético que tiene en cuenta la dignidad de los demás. No hagas a los demás lo que no quieras que hagan contigo. No explotes, no oprimas, no engañes para fastidiar al prójimo; no robes, no utilices la ley a conveniencia tuya o de tu grupo o partido, familia, etc.
    No es así para quien asume la Colectividad como principio. La tendencia de los colectivistas es diluir la responsabilidad moral en la moral colectiva o en la sociedad o en la historia o en los ricos que me oprimen, o en el sistema que no me deja, etc. El colectivista suele eludir toda responsabilidad moral individual para proyectarla en entes abstractos que le hacen siempre víctima y quien es víctima de entes tan poderosos tiene todo el derecho a posicionarse moralmente de la manera más conveniente y esquiva posible ante esos poderes que supuestamente lo oprimen, lo explotan, lo engañan de continuo. Él o ella son siempre parte de colectividades que les dan un sentido político y estratégico. A las colectividades opresoras o explotadoras se oponen las colectividades revolucionarias o liberadoras. Toda moral no es más que un pretexto o un acto de conveniencia estratégica para conseguir objetivos políticos o ideológicos. Una moral libre que tenga como objetivo la dignidad individual, no tiene sentido: la moral en un contexto de abrumadora alienación por parte de poderes omnipotentes "neoliberales", es siempre una moral entre paréntesis: quizás una amoralidad, ya que la moral real sólo tendrá lugar en una sociedad futura donde mí colectividad habrá de fabricar un mundo mejor. El futuro utópico domina el presente y los códigos ético-morales quedan supeditados a una estrategia política, no a una dignidad humana per se, que pasa a ser un discurso hueco y demagógico. Esto puede resultar demoledor en una país. Las leyes quedan siempre entre paréntesis y en función de la estrategia política: en realidad vale todo con tal de conseguir el poder. ¿Fue siempre así la humanidad? ¿Se mueve la humanidad en esa continua perversión y mentira? ¿Es esto inevitable y forma parte dominante en la puñetera condición humana?

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  18. ¿DEMOCRACIA O GILIPOLLEZ?

    Sí PODEMOS o CIUDADANOS o cualquier otro grupo político, hacen un mitin o una asamblea en algún cine o pabellón municipal, o una manifestación, yo NO tengo ningún derecho a interrumpir estos actos por muy en desacuerdo que esté con lo que se diga. Si no estoy de acuerdo con ellos no voy a ese acto y punto. Respeto absoluto a la libertad de los demás.
    Pues bien, he sido testigo muchas veces de interrupciones de actos culturales o políticos-- y a veces violentas--, pero que se justificaban con toda cara dura porque los organizadores eran ideología Patatín o Patatán. Es decir: hay gente que entiende la democracia como un pretexto para imponer sus criterios por considerarlos superiores y representativos de una verdad indiscutible que tiene derecho a impedir y romper cualquier acto que no le satisfaga y con los medios que sean.
    He sido testigo también de manifestaciones pacíficas donde sin esperarlo un grupo violento irrumpe tirando piedras a la policía, rompiendo cristales, insultando, etc. Preguntando a uno de los violentos el por qué de aquello, simplemente me llamó gilipollas. Lo que viene a ser que él sí sabía lo que hacía pues contra el sistema injusto del capitalismo vale todo, etc...O sea, lo que pensaban los organizadores de la manifestación se lo pasaba por ahí. ÉL tenía la razón suprema moral y política y los demás éramos unos gilipollas.
    Ojo, mucha gente no entiende la democracia más que como escenario de una guerra civil continuada. Simplemente quieren ganar esa guerra, la democracia no es nada más que un pretexto; es, simplemente, una gilipollez provisional, hasta que se instaure "la verdadera democracia", o sea su dictadura.

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  19. Private Universe. Crowded House. Disfrutadla.

    https://www.youtube.com/watch?v=lfjNRz-ZoBM

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  20. Me voy a París por unos días a ver a mi hija. A lo mejor si veo la oportunidad seguiré escribiendo algo. He estado mirando este blog y veo que ya llevo escribiendo demasiado, muchas cosas, muchas palabras; es increíble cuántas palabras se pueden poner juntas! Jobar, hay ideas a raudales, unas malas otras mejores y otras entre lo uno y lo otro. Esto de escribir cuando se va a coger un avión y te vas a poner en el aire más allá de las nubes te hace reflexionar... Este mundo es complicado de narices y las fórmulas mágicas no existen, aunque a veces percibimos tanta magia...y tantas fórmulas....
    Pero hay veces en que parece que sí, que hay puertas por ahí que están esperando a ser abiertas y que si empujas un poco he ahí el riesgo de pensar e imaginar...
    Pero merece la pena explorar territorios de una manera u otra y ver paisajes y panoramas y recordar esa experiencias que te marcaron y pensar por qué te marcaron y seguir jugando mientras se pueda jugar porque si juegas siempre hay alguien que te está esperando para ponerte la zancadilla y recordarte que todo va en serio...que todo es jodidamente serio...y que tienes que ser serio...y uno también se pone serio, muy serio, pero cuando se mira al espejo no se reconoce...
    Oiga, ¿es usted creyente evangélico? ¿Es usted un protestante luterano o calvinista? Oh! Calvino, tan serio y tan circunspecto con tantas ideas en la cabeza y tantas ganas de poner orden al mundo y a las locas interpretaciones y a esos papistas sensuales y medio locos y tan crueles sin inhibición alguna... Pero si el mundo y el cosmos ya están ordenados desde su fundación y la caída en la miserable condición humana podría no ser más que parte de un guión dentro de un orden omnipotente....Lutero era más trágico, más romántico, más temperamental, más irracional y desbordante hasta la saciedad....pero con esa idea fija de la fe irremovible hasta el final.
    Viví la cultura protestante en una ciudad de ciencia ficción-Dallas, Texas-- y creo que pocos absorbieron aquella cultura como yo. Unos la vivían de forma inmanente, otros la despreciaban, otros se definían en contra de ella, otros lo eran de una forma liberal, pero yo creo que la metí en mi organismo como una dimensión extraña y familiar al mismo tiempo: he ahí un camino y una experiencia con proyecciones inexplorables e inagotables...esos telepredicadores tan histriónicos, esas gentes tan honradas y laboriosas, esos neuróticos tan individualistas, ese romanticismo tan desbordante en X personas...ese Libro tan duro, tan duro y tan trágico....el Libro de los Libros...la entrada al Reino de los Cielos y de los Infiernos....
    Bueno voy a perder el avión...

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