Paul Krugman nos invita a dar más vuelta a la manivela del dinero del Banco Central Europeo y a volver al crédito fácil para así reanimar la economía. Pero muchos tenemos muchas dudas al respecto. Una economía real se basa en vivir en función de lo que podemos producir, de la riqueza real que tenemos. Una economía ficción se basa en falsear la economía con más deuda que a fin de cuentas habrá que pagar más pronto que tarde. El keynesianismo de Krugman podría ser entonces la mejor receta para ese suicidio de Europa que él preconiza a sus contrincantes. Volveríamos de nuevo a ceder el poder a la banca financiera, que al mismo tiempo se constituirían en nuestros "salvadores", a través de los Estados. ¿Qué opinan ustedes?
http://www.eleconomista.es/espana/noticias/3914043/04/12/Krugman-denuncia-el-suicidio-economico-de-Europa.html
El artículo completo en el The New York Times.
http://www.nytimes.com/2012/04/16/opinion/krugman-europes-economic-suicide.html?_r=1&hp
Comparad ahora con el siguiente artículo:
http://www.ilustracionliberal.com/49/a-proposito-de-la-economia-en-una-leccion-juan-ramon-rallo.html
24 abril, 2012
19 abril, 2012
CRISTINA KIRCHNER Y NUESTRO ENVIDIABLE MODO DE VIDA LATINO
Lo que digo a continuación es algo que ya han dicho otros, pero creo que es necesario repetirlo. La generalización solo intenta resaltar aquellos males que creo son comunes a todos los países latinos. Nuestra idiosincrasia es producto de nuestra historia que nos frena y condiciona a la hora de progresar de verdad en el concierto de las naciones. Bien es verdad que no todo es así como digo; y, las excepciones van creciendo. No todo sindicalismo es corrupto o demagogo, no todo miembro de partido es un oportunista. No todo empresario un explotador sin reglas. No todo ciudadano aspira a vivir del Estado. Pero los males siguen ahí, tocándonos los tolanos.
Si países como Argentina votan mayoritariamente a gente como Cristina Kirchner es porque esa mayoría espera que este tipo de presidentes populistas o caudillos, les va a dar aquello que más anhelan: trabajar poco y vivir bien al mismo tiempo. En las culturas latinas estas dos cosas combinadas son la panacea social, el mejor regalo que se le puede hacer a un ciudadano fuera de ser millonario. No somos pueblos con muchas ambiciones competitivas, no va con nuestra sangre eso de meterse en laboratorios a investigar con disciplina o a trabajar con aspiraciones de superarse, de ganar más, de invertir en negocios o empresas rentables; tampoco nos gusta esa independencia individual de los ciudadanos de otros países que suele traducirse en responsabilidad, en respeto a la ley, en potenciar la sociedad civil más que el Estado.
Para nosotros eso es algo enfermo, nos dan revolturas esos valores de pueblos fríos y extraños. A nosotros nos gusta la informalidad, el sí sí, mañana paso por ahí, pero pasaré cuando me venga en gana. Solemos trabajar con desgana y con mucho resentimiento por no estar gozando del privilegio de los otros que creemos no dan golpe o trabajan bastante menos que nosotros. Solemos también trabajar con mucha improvisación, con bastante desorganización y envidia del que trabaje mejor y más que nosotros. A ese lo odiamos a placer y si podemos lo jodemos sin piedad. Nos gusta hablar mucho, siempre estamos hablando y criticando y despellejando, pero dejamos que otros hagan aquello que nos resulta desagradable, dificultoso, confuso. Los países latinos somos pueblos de calle, de la plaza pública, del tiempo libre; de la informalidad, de buena jarana.
Qué mejor que sea el Estado quien nos cuide; quien nos provea y a ser posible sin trabajar, o trabajando lo mínimo. Por eso preferimos la dependencia colectiva de partidos, sindicatos, iglesia, instituciones públicas; que las soluciones individuales, la responsabilidad individual de organizarse la vida a gusto de uno en una sociedad que permita opciones y modos de vida basadas en la libre elección. Para nosotros ese es el mayor pecado, eso es condenable; nos expone a los peligros del esfuerzo supremo; corremos peligro de ser diferentes a los demás. Y lo curiosos del caso es que acabamos trabajando mal y desproporcionadamente, votamos a aquellos populistas que nos prometen poco trabajo y vivir bien a costa del Estado, pero acabamos en paro crónico. Nos gustan los políticos bocazas o desvergonzadamente demagogos. Creemos que ellos van a actuar como magos que nos mantendrán o por lo menos alargarán nuestra estabilidad fundamentada en las arenas movedizas de un capitalismo rancaneante, torticero, siempre inconcluso.
Si países como Argentina votan mayoritariamente a gente como Cristina Kirchner es porque esa mayoría espera que este tipo de presidentes populistas o caudillos, les va a dar aquello que más anhelan: trabajar poco y vivir bien al mismo tiempo. En las culturas latinas estas dos cosas combinadas son la panacea social, el mejor regalo que se le puede hacer a un ciudadano fuera de ser millonario. No somos pueblos con muchas ambiciones competitivas, no va con nuestra sangre eso de meterse en laboratorios a investigar con disciplina o a trabajar con aspiraciones de superarse, de ganar más, de invertir en negocios o empresas rentables; tampoco nos gusta esa independencia individual de los ciudadanos de otros países que suele traducirse en responsabilidad, en respeto a la ley, en potenciar la sociedad civil más que el Estado.
Para nosotros eso es algo enfermo, nos dan revolturas esos valores de pueblos fríos y extraños. A nosotros nos gusta la informalidad, el sí sí, mañana paso por ahí, pero pasaré cuando me venga en gana. Solemos trabajar con desgana y con mucho resentimiento por no estar gozando del privilegio de los otros que creemos no dan golpe o trabajan bastante menos que nosotros. Solemos también trabajar con mucha improvisación, con bastante desorganización y envidia del que trabaje mejor y más que nosotros. A ese lo odiamos a placer y si podemos lo jodemos sin piedad. Nos gusta hablar mucho, siempre estamos hablando y criticando y despellejando, pero dejamos que otros hagan aquello que nos resulta desagradable, dificultoso, confuso. Los países latinos somos pueblos de calle, de la plaza pública, del tiempo libre; de la informalidad, de buena jarana.
Qué mejor que sea el Estado quien nos cuide; quien nos provea y a ser posible sin trabajar, o trabajando lo mínimo. Por eso preferimos la dependencia colectiva de partidos, sindicatos, iglesia, instituciones públicas; que las soluciones individuales, la responsabilidad individual de organizarse la vida a gusto de uno en una sociedad que permita opciones y modos de vida basadas en la libre elección. Para nosotros ese es el mayor pecado, eso es condenable; nos expone a los peligros del esfuerzo supremo; corremos peligro de ser diferentes a los demás. Y lo curiosos del caso es que acabamos trabajando mal y desproporcionadamente, votamos a aquellos populistas que nos prometen poco trabajo y vivir bien a costa del Estado, pero acabamos en paro crónico. Nos gustan los políticos bocazas o desvergonzadamente demagogos. Creemos que ellos van a actuar como magos que nos mantendrán o por lo menos alargarán nuestra estabilidad fundamentada en las arenas movedizas de un capitalismo rancaneante, torticero, siempre inconcluso.
15 abril, 2012
LA INCREIBLE SENCILLEZ DE LAS RELIGIONES JUDÍA Y CRISTIANA
Cuando abordamos con sentido común el cristianismo actual todo
nos lleva a pensar que de la Biblia se desprenden principios universales que
nosotros denominamos, quizás en un sentido restrictivo, la Torá. Estos son: no
matarás, no mentirás, no robarás, no adulterarás en todos los sentidos; por
ejemplo, no adulterarás la ley en provecho particular, etc. Parece ser según
los evangelios que estos mandamientos engloban en sí lo que es el amor a D-ós
sobre todas las cosas. Y esa es la verdad absoluta tanto del judaismo como del cristianismo. Que
no deja de ser una ley ética universal. Vaya usted a Japón o a Boswana y a nadie le gusta que le roben, que le maten a un hijo, que le engañen o exploten, etc. No se necesitan ideologías ni
entresijos ideológicos, ni teologías rebuscadas para justificar esta ética: es
una ética de sentido común que todo el mundo entiende. Es una ética que con el
buen uso de la razón llega a ser autoevidente en todos los casos.
Por eso cuando vemos cómo las religiones se enredan en
multitud de interpretaciones teológicas sobre el asunto; cuando las ideologías
nos tratan de marear la perdiz con análisis confusos, pretenciosos, mistificadores
de la realidad con análisis generalistas y totalizadores, redentoristas; poseedores de las claves de interpretación del mundo, etc;
hemos de sospechar que nos quieren ocultar algo, que nos quieren engañar de
alguna manera; que nos tratan de hacer perder el sentido común y la razón
porque alguien desea más poder o decirnos lo que tenemos que hacer, o
redimirnos de los males de la Historia o cosas parecidas. Estamos tratando quizás con los falsos profetas que con tanto enredo de la madeja hace tiempo que han perdido el sentido común y la sencillez de la vida.
Una comunidad judía o cristiana ya tiene bastante con tratar en sus reuniones sobre el cómo vivir la Torá a la luz de la gracia divina que nos ha sido concedida por ser capaces de ver y palpar la realidad simple, razonable y de sentido común. Luego, todo lo que haya de venir en el futuro, está en las manos del D-os Alto y Misericordioso.
Una comunidad judía o cristiana ya tiene bastante con tratar en sus reuniones sobre el cómo vivir la Torá a la luz de la gracia divina que nos ha sido concedida por ser capaces de ver y palpar la realidad simple, razonable y de sentido común. Luego, todo lo que haya de venir en el futuro, está en las manos del D-os Alto y Misericordioso.
De un golpe, tenemos la posibilidad de borrar o ser indiferentes a todas esas confusas especulaciones
que pueblan tantas mentes en forma de teorías explicativas del mundo, de políticas
absurdas basadas en febriles imaginaciones con tal de eludir lo obvio del día a
día; la verborrea de los ambiciosos que buscan dominar de alguna manera y no
pueden vivir sin ejercer ese dominio.
La religión judía y cristiana son muy sencillas y creativas
y reconfortantes al mismo tiempo.
13 abril, 2012
TEACHERS, LEAVE THE KIDS ALONE!!!!
Hablando con gente de la enseñanza tomando un informal café.
Se quejan de lo de siempre, de la dificultad que existe para disciplinar a los
chavales. De cómo los padres y sus organismos de representación, interfieren
cualquier forma de aplicación del régimen disciplinar de los institutos
mareando la perdiz hasta hacer imposible que funcione cualquier medida de
castigo. Una cosa queda clara en muchas de estas quejas que surgen en estas
conversaciones informales: el sentido común se ha perdido por completo; y, el
sentido común de las cuatro normas morales y éticas con valor universal: no
mentirás, no robarás, no engañarás, no adulterarás las normas para sacar
provecho propio a costa de los demás, etc.; se disuelve en una infinitud de
factores psicológicos, ambientales, de familia, de entornos socioeconómicos, de
idiosincrasias culturales, de absurda superposición de interpretaciones que acaban
consumiendo el tiempo y la paciencia de cualquiera, menos de los interesados en
que esto ocurra.
Con ello se logra inutilizar la razón de sentido común, para
perderse en el denso bosque de las ambigüedades, de los vericuetos que no
llegan a ningún sitio, de los obstáculos que impiden seguir caminando. Todo
ello no es inocente, es una vieja táctica de enredo que los políticos americanos
llaman “filibusterismo”. Se trata de anular o agotar un asunto, no en base a un
interés pragmático en la búsqueda de una rápida solución, sino en enredar la
madeja de tal forma que ya no se sabe por donde se entró y por donde se va a
salir. Con ello el asunto se hace inviable y todo sigue como estaba. Esto es lo que pasa con la enseñanza y con muchas cosas en
la vida. Lo simple se complica artificialmente y, como no hay final o referente
que se pueda atar de forma absoluta, los argumentos pueden extenderse hasta el
infinito. Solo la cordura y el pragmatismo del sentido común avalado por una simple
ética de valor universal nos pueden hacer funcionar con equilibrio mental y
social.
Un centro de enseñanza que no responda a ese sentido común ya ha perdido los referentes capaces de educar con eficacia. Si el poder lo van a tener los alumnos, los padres y los políticos; entonces la enseñanza se convierte en un pretexto para satisfacer intereses particulares de otra índole: institutos como guarderías juveniles, como espacios de
Un centro de enseñanza que no responda a ese sentido común ya ha perdido los referentes capaces de educar con eficacia. Si el poder lo van a tener los alumnos, los padres y los políticos; entonces la enseñanza se convierte en un pretexto para satisfacer intereses particulares de otra índole: institutos como guarderías juveniles, como espacios de
expresión espontánea
adolescente, de socialización sin más reglas que las que el capricho dicte,
etc. Todo ello sí interesa a muchos padres y por descontado a mucho alumno y,
hasta a bastantes profesores que prefieren seguir el juego para evitarse
problemas y ganarse una popularidad que en otro contexto no les correspondería.
Como la enseñanza pública sigue patrones centralizados de currículo y
normativa; no hay opción a que los padres que no estén de acuerdo con este
modelo pudieran enviar a sus hijos a otro centro con otros criterios de
enseñanza y educación. Ese es un tema tabú tildado de muchos nombres
malsonantes: elitismo, desigualdad, etc. Todos cortados por el mismo patrón político-ideológico.
Al disolver las normas de sentido común y tradición, la
mentalidad hipercrítica posmoderna ha abierto así mismo las muñecas rusas en un
interminable juego de interpretaciones donde, en un principio, todo vale hasta
que alguien o algo imponga un “consenso” (léase, fuerza y poder), que es el que
más interesa a una política o ideología concreta. Con ello también el problema de
la disciplina se utiliza como prueba evidente de que lo que se necesita es más “diálogo”
profesor-alumno-padres, más profesor con “talante” majo; en lugar del “autoritario”
profesor que impone “por la fuerza”. Es decir: hemos de asumir que los
institutos son en primer lugar guarderías sociales juveniles, todo lo demás es
secundario a esta función primordial.
04 abril, 2012
ESE EXTRAÑO PUEBLO SEGUIDOR DEL NAZARENO
Semana Santa. Las iglesias denominadas cristianas celebran
un acontecimiento de hace casi dos milenios. Los denominados cristianos van
disminuyendo en Europa, pero aumentan en otros continentes. Sin embargo, en los países
musulmanes los denominados cristianos no progresan. Hay impedimentos. Persecución
abierta en varios casos. El acontecimiento que se celebra es la muerte del Mesías o el Cristo
en la cruz. Y con ese acontecimiento se realiza la redención de los escogidos
por D-ós desde antes de la creación del mundo. Se vence a la Muerte a través
del milagro de la resurrección. Se crea un pueblo elegido; va surgiendo un
pueblo elegido que se reproduce a través de la historia.
Un pueblo elegido que se mueve en minoría. Un pueblo elegido
identificable por su extraña forma de vida. Por sus extrañas ideas. Por su forma
de leer e interpretar el Libro sagrado. Un pueblo a contracorriente de la
civilización postmoderna. Extraño pueblo que ni los mismos denominados
cristianos son tampoco capaces de identificar. Se llaman estas gentes a sí
mismo el Pueblo del Milagro porque creen que la fe es un milagro de D-ós.
Extraño pueblo. Escogidos para vida eterna.
.
GÜNTER GRASS Y LA POLÍTICA EN VERSO
¿Qué opinan de este poema de Günter Grass aparecido en El País del 4-3-12? A mi me parece que hay falacias sobre Israel e Irán basadas en modelos de la humanidad inexistentes, utópicos, idealistas. Hay falacias que pueden ser suicidas. Pero es mi retorcida opinión. Podría estar errado hasta las cachas. ¿Qué piensan ustedes?
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/04/03/actualidad/1333466515_731955.html
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2012/04/05/nobel-gunter-grass-enciende-iras-comunidad-judia-poema-israel/1224104.html
http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/gunter-grass-poem-is-more-pathetic-than-anti-semitic-1.422674
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/04/03/actualidad/1333466515_731955.html
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2012/04/05/nobel-gunter-grass-enciende-iras-comunidad-judia-poema-israel/1224104.html
http://www.haaretz.com/news/diplomacy-defense/gunter-grass-poem-is-more-pathetic-than-anti-semitic-1.422674
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