27 marzo, 2012

¿CÓMO VA A SALIR ESPAÑA DE ESTA CRISIS ECONÓMICA?

España, o se adapta a las políticas económicas europeas; o si no corremos el peligro de que nuestro desempleo alcance el 40% o 50% y más. Si el desempleo alcanza cuotas de desesperación se podrían producir grandes revueltas encauzadas por profesionales de la agitación de partidos izquierdistas radicales; o, por otro lado, de los partidarios de extrema derecha con sus conocidas soluciones "nacionales". De producirse ese paro exorbitante quizás tendríamos que salir de Europa y, entonces, para sobrevivir habría que hacer de España un país competitivo con moneda propia; o si no, resignarse a volver a ser país pobre y de incierto futuro político.

Si la tentación, en este supuesto de crisis extrema, es de crear una intervención estatal plenamente socialista, los resultados del socialismo real siguen estando ahí para reflejarnos: China, Corea del Norte, Cuba, Mozambique, etc. Con los socialismos no hay posibilidad de progreso económico; o si lo hay como el caso de China ya sabemos a qué precio. Las planificaciones económicas conducen al anquilosamiento, al atraso o a la dictadura represiva por necesidad. Si dejamos a la extrema derecha ya sabemos lo que nos puede ocurrir con un neofascismo.

Todo indica que en España persiste una conciencia política que prefiere seguir anclada a modelos económicos ya pasados; aunque los tiempos han cambiado y las relaciones de mercado globales han dado un vuelco importante. Por otro lado España ha pasado por una guerra civil horrenda donde las ideologías más extremas han tenido la última palabra. Hemos pasado por experiencias amargas que nos han tenido que haber hecho reflexionar algo más, hacernos algo más realistas.

¿Qué hacer? Si seguimos el modelo corporativista de grandes sindicatos que van a marcar la pauta salarial y productiva; y, por otro lado de una patronal que sigue medrando por privilegios políticos que le blinden mercados y favores; no hablemos ya de una banca que se ve siempre auxiliada por el Estado en caso de apuros e irresponsabilidades; entonces el futuro es negro. Si seguimos confiando más en las subvenciones y los subsidios y los ERES, etc; entonces no sabemos de donde va salir tanto dinero que no sea a costa del endeudamiento cósmico o de impuestos tan agobiantes que lleguen al grado de lo insostenible. Y, los impuestos, ya sabemos quienes acaba pagándolos religiosamente: los ciudadanos de a pie.

En mi humilde y posiblemente equivocada opinión, creo que lo mejor es adaptarnos a una Europa que aunque parece languidecer en los mercados globales, por ahora es la tabla de salvación. O si no ir por libre, una dramática huida hacia delante y que Dios nos coja confesados. Tengamos en cuenta una cosa: ni los ideólogos, ni los partitócratas agitadores, ni los intelectuales utópicos han creado un solo puesto de trabajo en toda la historia de nuestro país.

12 comentarios:

  1. Una cosa quiero dejar clara: cualquiera que quiera rebatir estos argumentos míos, le invito a comentar lo que piense, no importa si sus ideas son las opuestas a las mías. Habrá máximo respeto por cualquier idea o argumento serio.

    También, como ya he dicho en otras ocasiones, siéntanse libres de escribir su propo epígrafe para publicar; siempre que no sea muy extenso y no se insulte a nadie.

    Gracias.

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  2. Creo que hay que tener en cuenta que el PP llegó al poder sin haber explicitado un programa político, ni siquiera en esbozo. Los electores votaron sólo movidos por la fe en el PP y en Rajoy, irritados contra el malgobierno anterior de Zapatero, pensando que el PP acabaría con la mala situación económica con medidas populares y justas. Rajoy, muy astutamente, calló hasta que llegó al poder.

    Pero ahora los ciudadanos ven la verdad y viene la desilusión con Rajoy. Ven los recortes en derechos sociales y la austeridad; ven que el paro no se soluciona, y que las perspectivas siguen siendo malas. Y eso no gusta, no gusta nada. De ahí la pérdida de confianza de muchos electores, manifestada en las elecciones andaluzas y asturianas y ahora en esta huelga general.

    Cuetu

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  3. Nesalem tendrá que explicar cuál es el modelo europeo:
    1. Tengo entendido que Finlandia ha aprobado una reforma laboral, pero en sentido opuesto a la nuestra.
    2. El gobierno alemán confiesa a la oposición que la pensión que cobrarían los "mini"trabajadores les condenaría a la pobreza, y ha anunciado planes para subvencionar directamente las pensiones más bajas a partir de 2013.
    ¿Subvvención? ¿Politica socialista? ¿El Estado paga lo que no paga la empresa privada?
    Dicho esto, sigo pensando que los españoles deben cambiar su mentalidad. Lo público es importante, el bien común es importante y nos afecta.
    Miqueas

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  4. Me parece que deberíamos ser conscientes, ante todo, que vivimos en un sistema económico liberal, y que si aceptamos este sistema, tenemos que aceptar también sus consecuencias. Lo contrario sería propugnar otro sistema económico: socialista de estado, socialista asambleario, socialista cooperativo, anarquista... Naturalmente, siendo conscientes de los ingentes costos de implantación (destrucción del sistema "burgués" y de sus enormes máquinas de poder, implantación radical del nuevo sistema durante largos años de transición, etc.)

    Y si aceptamos el sistema liberal, hemos de aceptar su premisa básica: que cada ciudadano (sea obrero o empresario), persiguiendo de manera egoísta su interés personal, contribuye sin pretenderlo a la prosperidad social general. Es decir, ser conscientes de que la prosperidad social general no viene de las buenas intenciones solidarias ni de la bondad de la gente o de las leyes, sino del funcionamiento intrínseco del sistema económico, en el cual actúan sujetos reales, de manera egoísta, en un mercado lo más libre posible. Esto matizado con las leyes sociales que el estado crea oportunas, pero sin cambiar el presupuesto fundamental.

    El gobierno español intenta solucionar la mala situación económica básicamente de dos maneras: 1. Restricción del gasto público. 2. Abaratamiento de los costes laborales para los empresarios.

    El primer punto tiene su lógica: El estado no tiene dinero para atender a todos sus gastos sociales, religiosos o de defensa, y no puede aumentar más los impuestos, porque los empresarios y ciudadanos ya no pueden o no quieren aguantar más presión fiscal. Y no puede tampoco financiarse emitiendo más deuda pública.

    Si la economía se reactivara y creciera, sí que aumentarían los ingresos del estado, pero esta eventualidad no se produce. Antes bien, parece que la economía se contrae.

    El punto 2 tiene también su lógica: rebajando los costes laborales y facilitando el despido y la movilidad laboral, parece que los empresarios tendrían más incentivos para ampliar la producción de bienes y servicios, con lo cual la economía crecería y la prosperidad general aumentaría: los trabajadores tendrían empleos y ganarían más, y el estado tendría más ingresos. Este sería el "círculo virtuoso" que se busca.

    Los sindicatos, que se supone que representan el sentir de la clase trabajadora, argumentan que, tanto el punto 1 como el 2 son injustos, puesto que afectan seriamente a los trabajadores y no afectan a los culpables de la mala situación que serían, según los sindicatos, los bancos, grandes empresas y los mercados financieros, los cuales siguen obteniendo beneficios fabulosos.

    La clave del asunto es: ¿Las medidas del gobierno pueden ser eficaces o no? ¿Es posible solucionar la mala situación económica haciendo recaer la carga sobre banqueros, financieros y altos empresarios?

    Si estas medidas pueden ser eficaces, entonces los sindicatos tendrían que aceptarlas como un mal menor y provisional, pese a su evidente injusticia, esperando que a medio plazo llegue la prosperidad anunciada. Pero no se puede pedir a la clase trabajadora que acepte esos sacrificios si no están convencidos de que van a dar el resultado anunciado.
    Porque los sindicatos sostienen que no serán eficaces, que deprimirán la economía, etc. Y que hay que hacer pagar la crisis a banqueros y financieros.

    Primero: ¿A los banqueros y financieros será posible que les interese una depresión económica general? ¿No ganarán ellos más cuando hay crecimiento?

    Segundo: ¿Es posible hacer recaer el peso de la crisis sobre banqueros y financieros? ¿Es posible sin ocasionar males socioeconómicos mayores? Y si es posible de alguna manera, ¿por qué no se hace? ¿Por el poder político que tienen esos tiburones?

    Interrogantes creo que cruciales para centrar el tema. ¿Alguen puede responder a alguno de ellos con certeza en un sentido o en otro?

    Cuetu

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  5. Sobre Finlandia:

    Lo que hay que mirar es si Finlandia posee la infraestructura productiva adecuada para su reforma laboral. La economía de una casa es la adecuada si los ingresos permiten cubrir todos los gastos a fin de mes. Y, si es una economía sabia y los ingresos lo permiten, pues la familia dispondrá de ciertas comodidades, servicios extra, podrá pagar los estudios a los chavales, etc..

    Si la infraestructura productiva es mala, pues en teoría no se puede vivir más allá de las posibilidades disponibles. Pretender vivir más allá de lo posible es vivir en el engaño. Nos sobran ejemplos en España sobre eso.

    El ejemplo de Alemania viene a ser lo mismo que el de Finlandia. Si su infraestructura productiva es buena, pues se permitirán comodidades y servicios que otros países ni sueñan.

    El Estado no puede pagar aquello que no tiene; y, si lo hace se endeuda. Si una familia tiene pocos ingresos porque solo trabaja uno y el salario es bajo, pues esa familia no puede hacer grandes planes de consumo y si pide créditos se endeuda o no se le conceden.

    Un Estado cuya infraestructura productiva es ineficiente y al mismo tiempo quiere vivir como otros que gozan de mucha mejor economía, pues es un Estado manirroto que prefiere endeudarse hasta las cejas en lugar de adaptarse a la realidad y hacer que esa realidad cambie para que esa economía sea mejor y más efectiva y pueda tener mejores servicios, comodidades, bienestar social, etc.

    Por tanto, el tema no es lo público o lo privado; sino conjugar amabas opciones de manera óptima, sin trampear; sin engañarse, etc..

    Si España tiene un 23% de paro es porque algo no está funcionando en esa economía casera. Es cuestión de sumar, restar y dividir.

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  6. UN PROBLEMA DE DIFÍCIL SOLUCIÓN

    1. Austeridad estatal, con recortes en servicios sociales, ya que el estado no dispone de ingresos para más, y no puede aumentar ya más los impuestos ni la deuda pública; todo ello a causa de una economia escasamente productiva.

    2. Facilitar, mediante leyes, el despido y la movilidad laboral, para estimular la economía productiva. Y con ello, los ingresos estatales, los servicios sociales, etc.

    Tales son las dos medidas principales del gobierno Rajoy. Fíjense que son independientes la una de la otra. ¿Funcionarán? No se puede saber; en Economía, pocas veces se pueden hacer pronósticos ciertos.

    Evidentemente, el estado y los servicios que da no pueden ser prósperos si la economía no es próspera. Y la economía no será próspera si los empresarios no encuentran incentivos para invertir, cosa que no depende sólo del estado y sus leyes, sino de múltiples y muy importantes factores. Si estos factores no funcionan, la economía continuará bajo mínimos.

    Todo se basa, pues, en la economía productiva, como acertadamente diagnostica el Sr. Nesalem. Si tuviéramos una buena economía productiva, el estado sería rico y podría prestar buenos servicios sociales; i si no, no.

    Ahora bien, hay otras maneras de verlo. La izquierda, por ejemplo, no incide tanto en la mejora de la economía productiva (aunque no la ignora), sino que centra el problema en que el producto se lo llevan en gran parte los bancos y los capitalistas.

    La izquierda suele centrar las soluciones en medidas de tipo keynesiano: incremento de salarios, pensiones, subvenciones públicas y obras públicas (pagado todo ello con el dinero recaudado a los banqueros y capitalistas), con lo cual pretenden estimular la economía.

    En mi opinión, la economía productiva no mejorará con las medidas Rajoy, ni mucho menos con las medidas keynesianas propugnadas por la izquierda, que ya demostraron su fracaso absoluto.

    Las medidas de austeridad, por sí solas, no sirven para estimular una economía; antes al contrario, puesto que son de naturaleza depresiva. Pero a la Unión Europea, con que España no necesite más fondos de rescate gracias a las medidas de austeridad Rajoy, ya le va bien y se conforma. Y la reforma del mercado laboral no será por sí sola suficiente, puesto que hay muchos más factores importantes en una reactivación que quedan inalterables.

    Y la economía española no mejorará porque el problema de la crisis es mundial. Se estan produciendo toda una serie de complejos movimientos en la economía planetaria que conducirán a un nuevo equilibrio mundial, y esto provoca serios problemas en muchos países europeos. Se salvan aquellos que tienen un sistema productivo muy sólido y muy acreditado, y que han llevado políticas presupuestarias muy realistas.

    En resumen, creo que ni Rajoy ni la izquierda serán capaces de solucionar la crisis. Es un problema de alcance mundial. Eso no quiere decir que algunas cosillas de detalle no puedan mejorar. Pero el problema de fondo requiere otro tipo de medidas de àmbito internacional. Lo que nos llevaría a una discusión mucho más amplia.

    Cuetu

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  7. UN PROBLEMA DE DIFÍCIL SOLUCIÓN

    1. Austeridad estatal, con recortes en servicios sociales, ya que el estado no dispone de ingresos para más, y no puede aumentar ya más los impuestos ni la deuda pública; todo ello a causa de una economia escasamente productiva.

    2. Facilitar, mediante leyes, el despido y la movilidad laboral, para estimular la economía productiva. Y con ello, los ingresos estatales, los servicios sociales, etc.

    Tales son las dos medidas principales del gobierno Rajoy. Fíjense que son independientes la una de la otra. ¿Funcionarán? No se puede saber; en Economía, pocas veces se pueden hacer pronósticos ciertos.

    Evidentemente, el estado y los servicios que da no pueden ser prósperos si la economía no es próspera. Y la economía no será próspera si los empresarios no encuentran incentivos para invertir, cosa que no depende sólo del estado y sus leyes, sino de múltiples y muy importantes factores. Si estos factores no funcionan, la economía continuará bajo mínimos

    Todo se basa, pues, en la economía productiva, como acertadamente diagnostica el Sr. Nesalem. Si tuviéramos una buena economía productiva, el estado sería rico y podría prestar buenos servicios sociales; i si no, no.

    Ahora bien, hay otras maneras de verlo. La izquierda, por ejemplo, no incide tanto en la mejora de la economía productiva (aunque no la ignora), sino que centra el problema en que el producto se lo llevan en gran parte los bancos y los capitalistas.
    La izquierda suele centrar las soluciones en medidas de tipo keynesiano: incremento de salarios, pensiones, subvenciones públicas y obras públicas (pagado todo ello con el dinero recaudado a los banqueros y capitalistas), con lo cual pretenden estimular la economía.


    En mi opinión, la economía productiva no mejorará con las medidas Rajoy, ni mucho menos con las medidas keynesianas propugnadas por la izquierda, que ya demostraron su fracaso absoluto.

    Las medidas de austeridad, por sí solas, no sirven para estimular una economía; antes al contrario, puesto que son de naturaleza depresiva. Pero a la Unión Europea, con que España no necesite más fondos de rescate gracias a las medidas de austeridad Rajoy, ya le va bien y se conforma. Y la reforma del mercado laboral no será por sí sola suficiente, puesto que hay muchos más factores importantes en una reactivación que quedan inalterables.

    Y la economía española no mejorará porque el problema de la crisis es mundial. Se estan produciendo toda una serie de complejos movimientos en la economía planetaria que conducirán a un nuevo equilibrio mundial, y esto provoca serios problemas en muchos países europeos. Se salvan aquellos que tienen un sistema productivo muy sólido y muy acreditado, y que han llevado políticas presupuestarias muy realistas.

    En resumen, creo que ni Rajoy ni la izquierda serán capaces de solucionar la crisis. Es un problema de alcance mundial. Eso no quiere decir que algunas cosillas de detalle no puedan mejorar. Pero el problema de fondo requiere otro tipo de medidas de àmbito internacional. Lo que nos llevaría a una discusión mucho más amplia.


    Cuetu

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  8. Ni los grandes economistas atinan con la solución para salir ni cuando ni cómo de este pozo, y la ciudadanía necesita más información; no podemos seguir a los prohombres del pais a ciegas, más aun con los ejemplos indecentes que nuestra sociedad ha padecido.
    Estamos en el equipo europeo, pero, al igual que ellos exigen conductas a sus miembros, España debe hacer lo mismo con el sistema político interno, ya que la arbitrariedad administrativa de nuestras autonomías antepone sus intereses particulares a los nacionales y de esa manera es imposible funcionar.
    En España es indiscutible que la situación es complicadísima, donde unos izquierdistas de caviar arrastran a una multitud de personas que se dejan engañar por su particular y grave situación económico-social. Por otro lado, banqueros y capitalistas que descaradamente poco se preocupan del bienestar común. Frente a ellos una administración que no informa con claridad para llegar a todo el mundo, mientras una egoista oposición hace gala de una crítica contínua destructiva, utilizando la demagogia descaradamente.
    No se debe hablar de brotes verdes, pero sí manifestar el porqué no se puede prometerlos exponiendo con claridad las medidas que se toman.
    Resulta paradójico que aquellos que nos han tenido dos legislaturas con descaradas falsas promesas, dilapidando además las arcas del estado, ahora se atrevan a censurar medidas que todavía no se han puesto en marcha; mientras las explicaciones del gobierno no llegan a la ciudadanía.

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    Respuestas
    1. "Nuestras autonomías antepone sus intereses particulares a los nacionales y de esa manera es imposible funcionar". No entiendo. Suiza funciona así, EEUU funciona así. Alemania funciona así. Habrá autonomías que funcionana mal y otras bien. Las que funcionana mal, pues palo. Las que funcionan bien pues no veo el problema. Sinceramente no lo veo.

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  9. Las medidas del gobierno Rajoy no van a servir para nada. Porque son medidas depresoras de la economía, y una economía deprimida no genera suficientes impuestos. Con lo cual, ya pueden hacer recortes hasta el infinito, porque si bajan los gastos pero los ingresos también bajan, el déficit del estado continuará por los siglos de los siglos.

    Todo lo que no sea crecimiento económico no sirve para nada. Y el crecimiento depende del dinamismo de la sociedad; las leyes y medidas políticas influyen en un grado mucho menor.
    ¿Cómo transformar una sociedad mediterránea de tradición católica, irracional, pícara y vaga, en una sociedad nórdica y calvinista, con moral de trabajo y seriedad en los proyectos y los contratos? He aquí el meollo del asunto.

    Eso sin contar con que el problema es a nivel planetario. Estamos asistiendo a un reequilibrio de la economía mundial; no hay más que pensar en las economías asiáticas, competidoras no sólo en la producción, sino en la lucha por conseguir unos recursos energéticos cada vez más escasos, por conseguir materias primas, tierras y alimentos de calidad.

    En definitiva, no servirán para nada.

    Cuetu

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  10. Es absurdo que Cataluña esté aplicando los brutales recortes que está aplicando como si fuera un país en crisis. Es absurdo, porque Cataluña no tiene ningún problema de crisis. Cataluña tiene un problema de ROBO A MANO ARMADA, un robo de 20.000 millones € anuales que perpetra en su contra el estado español desde tiempo inmemorial. Y eso es un problema muy diferente.

    Cataluña no tiene crisis económica; tiene una crisis política que sólo tiene una solución que los catalanes saben muy bien, y que ya les falta tiempo para aplicar de una puñetera vez.

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  11. Comentario anterior: Cuetu

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