Huelga General. La reforma laboral flexibiliza el mercado laboral y merma los derechos de los trabajadores. O quizás no sea para tanto, como nos dicen los sindicatos; y, lo que puede ocurrir es que se creen más puestos de trabajo, como ocurre en otros países donde puedes trabajar a tiempo parcial si eres joven y de alguna manera se te abren posibilidades que con el mercado laboral trabado y blindado como hasta ahora no se podía.
De todas maneras los grandes sindicatos y los partidos de izquierdas siguen hablando de derechos sociales, de reparto, de distribución de la riqueza; pero no hablan nada del sistema productivo, de cómo crear la riqueza que pueda sustentar esos derechos. Queremos ser como Finlandia pero sin la responsabilidad social de los finlandeses. ¿Por qué la izquierda no nos explica con claridad cuál es su modelo de sistema productivo? ¿Cuál es su modelo para crear puestos de trabajo competitivos?
Yo creo que mucha gente como yo necesitamos esa explicación. Una política centrada nada más que en el reparto y los derechos, sin su contrapartida definida en una política de apoyo a un modelo económico creador de puestos de trabajo y riqueza, peca de ser una política anquilosada, demagógica y sin futuro.
Una Huelga General ahora me parece improcedente. A menos que haya una explicación más clara y coherente. Puedo estar equivocado. Y si lo estoy echadme un cable con algún acertado comentario.
13 marzo, 2012
11 comentarios:
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No pensaba yo que los sindicatos se iban a atrever a tanto, pero se que el que les supriman la mamandurria tan de golpe, les reduzcan los liberados y se estén haciendo las cosas a sus espaldas, les ha empujado a ello.
ResponderEliminarPuede tratarse de su hundimiento final, pero ellos se lo han buscado.
En su momento la dama de hierro se cargó los sindicatos. Y es posible que los sindicatos españoles hayan hecho oposiciones para que se los carguen, pero no me deja de sorprender en un analisis protestante que los "empresarios" y el "sistema productivo" o el "mercado" -del cual, por cierto, todos somos parte, aunque unos mas que otros- salgan sin mancha de pecado.
ResponderEliminarHaría bien Nesalem, en explicarnos la reforma laboral de Finlandia. O publicar las declaraciones del profesor de la universidad de Oviedo, sociologo y economista, alemán, que explica algo de los empresarios alemanes. ¿Del mismo pie que cojean los sindicatos, no cojean los empresarios? ¿Será por eso que la deuda empresarial supera el billón de €? Por cierto, ¿qué porcentaje de emprendedores se manejan en el mercado puro y duro, sin relaciones con el EStado? Seguramente los que son, son ciudadanos de a pie y no de los que aplauden la reforma laboral? Sr. Nesalem, todo el sistema se basa en una premisa: hay que ser competitivos, ¿con quién? ¿Con China? Creo que con eso está todo dicho. Un saludo,
Miqueas.
Sr. Miqueas:
ResponderEliminarEncuentro su respuesta un tanto enigmática. Créame que mis preguntas en el epígrafe son de lo más sinceras. ¿Cuál es el modelo económico de las izquierdas?
Sr. Nesalem, no sé si su pregunta es retórica. Es decir, ya sabe la respuesta y solo quiere que yo reflexione sobre ella. Pero tal vez, pregunta por el "deber ser".
ResponderEliminarEn el primer caso, ya sabe la opinión de Holm-Detlev Köhler: la socialdemocracia está en crisis. (Aclaro, solo ha gestionado la abundania. Su busqueda del fin: la justicia social, le lleva a un gasto enorme de recursos económicos del contribuyente. Esto es, su reto es gestionar la justicia social con muchos menos recursos y de modo mas simple) Y esto, en modo alguno, valida la "solución" de la "democracia cristiana"(?) o conservadora. Reducir esa justicia social y dar todo aquello que le pide quien busca el maximo beneficio.
En el segundo caso, pienso que los cristianos socialdemocráticos deberían hablar mas: límites éticos al mercado; incentivos a la empresa "social" -aquella que además de buscar un beneficio, es consciente de su responsabilidad social- y disciplina positiva y negativa respecto a los consumidores. Huyendo de la tentación -común a consrvadores y progresistas- de obtener recursos del modo mas simple, inmediato y fácil.
Para producir riqueza se necesita competir en los mercados. Competir en los mercados significa vender los productos de mejor calidad con los precios más razonables. En un mercado globalizado como el actual eso cobra mayor importancia. Cuando los países emergentes asiáticos y sudamericanos como Brasil, empiezan a copar mercados a precios más competitivos, Europa no se puede dormir en los laureles. Corre peligro de estancarse económicamente y entonces todo el Estado de Bienestar se puede ir al garete. Que es lo que está empezando a pasar. Si no hay infraestructura productiva no hay superestructura de bienestar. Todos bajo mínimos. Algunos más que otros, eso es verdad.
ResponderEliminarLa social-democracia europea vivió un poco en los laureles que le produjo el Plan Marshall y el tremendo ahorro en gasto militar que fue posible gracias a EEUU sobre quien recaía dicho gasto. La economía se orientó en buena parte al gasto social, público, etc.. La clase obrera de estos países alcanzó el nivel de vida más envidiable de la historia. Buenas vacaciones, sanidad pública universal, educación pública, créditos fáciles para comprar buenos productos de consumo, etc. Pero este equilibrio de gasto social dura siempre y cuando se mantenga una infraestructura de producción que lo permita.
Si dicha infraestructura entra en crisis por las razones que sean: crisis del crédito financiero, gasto público descompensado por una estructura burocrática desproporcionada y una planificación ineficaz, cuando no abiertamente corrupta (España es un buen ejemplo), entonces las cargas fiscales empiezan a ahogar, a agobiar; empezamos a sentir que trabajes lo que trabajes da lo mismo el Estado te lo va a llevar por un sitio y por otro. Y quienes salen siempre más agobiados y sin escapatoria son las inmensas clases medias y obreras. Los ricos de verdad son minoría y saben cómo zafarse de estos asuntos. Las empresas empiezan a buscar territorios más rentables y se van a China, a Brasil, a Panamá, etc. Todo entra en un círculo vicioso de decadencia.
La lógica del mercado se impone sin remedio. Todos desearíamos que no existiese tal insidioso mercado; tal “infame” mercado, pero mucho me temo que el mercado actúa como una ley física universal de intercambio. O sabes hacer uso de él de la manera más óptima y por lo tanto mejores condiciones de vida y más posibilidad de reparto; o, de lo contrario te vas muriendo, decaes y otros vienen y harán que ese mercado funcione a su favor y en las condiciones que les venga en gana.
ResponderEliminarEn resumen, la contradicción que veo es que el estado de bienestar es directamente proporcional a una infraestructura de producción que la permita ser competitiva a nivel global. A una estructura de producción deficiente le corresponde una infraestructura de bienestar más pobre, más ineficaz, más mediocre. Entonces, lo que yo veo es que la izquierda europea no sabe cómo resolver este desequilibrio. La izquierda no puede ser pro-capitalista por doctrina; no puede declararse pro-mercado sin caer en pecado mortal; y, entonces se ve obligada a vender reparto, justicia social, gasto público-social, derechos universales ( a veces en abstracto); pero sin aportar solución viable a esta contradicción y desequilibrio. Esto ha pasado en España y el PP se ha visto muy favorecido.
Es mi opinión. No soy economista y esto que digo puede ser muy discutible y lo dejo abierto a la discusión. Como usted ve, Sr. Miqueas, me limito a describir; trato de no hacer juicio de valor. Mi pregunta es muy sincera. Y, la hago, precisamente porque mantener un estado de bienestar justo y razonable sigue siendo mi ideal político. Pero no quiero vivir solo de la ideología por muy linda que sea. Nos podemos morir de hambre con la ideología más preciosa en los labios.
Si alguien encuentra solución a las preguntas planteadas, obtendrá el Nóbel, la Santidad y la Inmortalidad, eso sin contar la inmensa riqueza material que sin duda obtendría por ello.
ResponderEliminarPor empezar por algún lado que permita andar el camino, ¿qué tal si alguien define mercado?, así luego podríamos preguntarnos quiénes son los mercaderes.
Con esas dos cuestiones salvadas, ya podríamos intententra encajar a los sindicatos dentro de esa estructura. Naturalmente una vez aclarado qué es un sindicato y para que ha de servir.
Luego intentamos entender lo del Estado del Bienestar, pero no sin previamente haber definido qué es Bienestar, y quiénes son los acreedores del mismo, ¿todos, algunos, ninguno?. No podríamos olvidarnos de dejar constancia indubitada previa de lo que se entiende por Estado, sinó no sabríamos quién o quiénes lo forman, lo administran y por lo tanto, serían los obligados a facilitar el bienestar.
Cuestión a no olvidar tampoco serían acordar de qué modo se financia el Estado.
Podría seguir mucho tiempo así, pero creo que es suficiente para comprender que se trataría de una definición de la propia relación social humana, en la práctica totalidad de su extensión. No lo creo posible, más allá de ir apagando las hogueras cuando surgen, del modo y manera que los hombres han actuado desde el principio de su existencia social. Unas veces el agua apagará el fuego, y otras veces lo avivará. No lo sabremos nunca hasta que no lo experimentemos y veamos el resultado.
Se puede hablar de cosas concretas, naturalmente que sí, y analizarlas y hacer propuestas, por supuesto que sí, pero de todo a la vez es imposible, debemos ir paso a paso y tema a tema, el resultado de la suma de todos ellos es el estado social y económico en el que la Humanidad se encuentra. No tenemos capacidad de arreglarla de golpe, sólo de ponerle parches, o cambiarle ruedas, o incluso el motor. Así com las mejoras iremos avanzando.
AZOR
Recojo la reflexión que se hizo en una informal tertulia cristiana protestante sobre el tema:
ResponderEliminar¿Qué ha de hacer un cristiano evangélico ante la huelga general que nos anuncian los grandes sindicatos del país? ¿Es moralmente correcto ir a la huelga o no?
I
Explicación de la huelga y el motivo: la ley de reforma laboral del gobierno PP
• El motivo de la huelga es parar de alguna manera la reforma laboral del gobierno del PP, por considerarla de injusta, de ir contra los derechos de los trabajadores; de dar vía verde al empresario para hacer lo que le venga en gana con el trabajador y así ir consolidando un sistema neoliberal en nuestro país. Se habla de que esta ley abaratará el despido, romperá el equilibrio de la negociación colectiva, creará todavía más desempleo, etc, etc...
• Por su parte ciertos análisis económicos a nivel español y europeo ven esta reforma un paso importante para la creación de empleo. Este Proyecto de Decreto-Ley tiene como intención desbloquear un mercado de trabajo bastante interferido y condicionado por la legislación laboral vigente. Este marco institucional laboral jugaba a favor de las grandes centrales sindicales al impedir la flexibilidad de contratación; y, la adaptación de la negociación colectiva a las necesidades reales de cada empresa. El mercado laboral español es uno de los más rígidos del mundo, según Banco Mundial.
Los puntos fuertes de la reforma son:
a) Prioridad del convenio de empresa en las grandes compañías, sobre el convenio sectorial o territorial. Esto quita poder a las ejecutivas de UGT y CCOO.
b) Las pequeñas y medianas empresas tendrán más facilidad para descolgarse de los convenios colectivos en caso de que registren dificultades (pérdidas o caída de ingresos o ventas durante los dos trimestres consecutivos). Se podría negociar con los trabajadores (no a las condiciones de la CEOE, CCOO, UGT) una bajada o congelación salarial, revisar la jornada laboral, etc,. Es decir: adaptar rápidamente unas estructuras productivas a los cambios de la oferta y la demanda. También se podrían generar contratos a tiempo parcial que favorecerían sobre todo a la juventud: estudiantes, el teletrabajo, etc.
c) El abaratamiento del despido. De 45 días de indemnización por año, pasan a ser 35 días. Ello evita que el despido improcedente arruine al empresario o al cierre de la empresa.
d) El fin de la ultraactividad, por la cual la vigencia de convenios colectivos se prolongaba de forma ilimitada hasta que se acordara uno nuevo. Ahora se limita a dos años como máximo).
II
ResponderEliminarReflexión
¿Qué reflexión podemos hacer entorno a esta reforma laboral y la posible huelga general que convocan los grandes sindicatos como presión para cambiarla antes de hacerse Ley?
• Bajo un punto de vista cristiano hay que tener en cuenta siempre aquellos factores que mejor faciliten la libertad y dignidad de las personas. En el caso de una economía en crisis que genera desempleo masivo, un cristiano ha de escoger aquellas opciones que hagan posible la posibilidad de trabajar y, trabajar en las condiciones más dignas posibles.
• En este caso convendría saber distinguir los gestos demagógicos de quienes nos hablan continuamente de justicia social, de derechos sin fin; de otros mundos son posibles; de los hechos. Los socialismos reales fracasaron en su día; y, mucha política de izquierdas no tiene planes económicos viables que nos saquen de la crisis, por mucha ideología buenista que se nos eche. Planificar y regular la economía en función del bienestar moral y social del pueblo o de futuros paraísos, puede conducirnos a una política de intervencionismo totalmente alejada de la realidad de los mercados, de la economía real. Los resultados pueden ser todo lo opuesto a lo que dicen ofrecernos: potenciar privilegios partidistas, sindicales, burocratismo, derroche del dinero público, favoritismos, corrupción, etc..
• Lo cual nos lleva al concepto de pecado como condición humana, y, ello, a la imposibilidad de crear ningún paraíso en la tierra predeterminado o basado en leyes inherentes a la historia.
• Sería también conveniente hacer una crítica al concepto de lucha de clases que en su día instauró Marx como motor de la Historia. Con ello los incipientes movimientos sindicales pasaron a tener como proyecto conseguir el comunismo. Esto se haría ateniéndose a las leyes históricas objetivas basadas en la lucha de clases. Con ello se consigue llevar un radical antagonismo social entre trabajadores por un lado y empresarios por otro. El obrero o el pobre pasaban a ser siempre el bueno y el protagonista de la historia.
• Gracias a eso el sindicalismo fue desarrollándose más y más en esta idea de la bondad histórica y política de sus propósitos. Este idealismo de origen marxista se presenta como moralmente superior y con derecho a la interferencia en los asuntos económicos que por definición han de beneficiar al trabajador. Para ello cuenta con privilegios legales, tales como el uso de la fuerza, el número de afiliados y su presión política, el apoyo de ciertos partidos políticos, etc.
• En lugar de la lucha de clases, habría que considerar los casos concretos de injusticia. No se trata de luchar contra los Empresarios o la Clase Dominante en abstracto y con ello englobar a todos en una postura de intolerancia y enfrentamiento imperativo. Se trata de luchar contra el mal empresario, contra el mal sindicalista, contra esas condiciones concretas de explotación. Eso cambia mucho la perspectiva y nos da una libertad moral de mayor alcance que la ideología que todo lo quiere encerrar en dogmas ideológicos
Se pueden tener motivos de descontento con la Reforma Laboral, hay aspectos claramente limitativos de derechos adquiridos ya tradicionales.
ResponderEliminarSe pueden tener motivos de satisfacción con la Reforma Laboral, hay aspectos que podrían facilitar la contratación, actualmente estancada totalmente. Naturalmente para percibir la satisfacción te han de contratar y para elo has de estar en el paro.
La reforma afecta a todos los sectores económicos de la sociedad, y por lo tanto en todos repercutirán sus normas.
Toda Ley económica (esta lo es, no es social como se trata de decir), tiene unos efectos a medio (entre 6 y 24 meses) y largo plazo (de 24 en adelante), que pueden ser previstos, pero no conocidos.
Si las fórmulas vigentes han dado un resultado a corto y a largo absoltamente negativo, nadie con mediana inteligencia se ha de oponer a que sean probadas nuevas fórmulas, más cuando en otros lugares han dado resultados positivos. ¿Porqué entonces una Huelga General?.
Pues porque quienes están tomando las decisiones económicas han desalojado del poder a los que la convocan, y es prácticamente lo único que pueden hacer para tratar de mantener su estatus de poder. No hay razones sociales, ni económicas, pero si las hay, y muy srias, de pérdida de poder político y por ende económico. Los sindicatos se han convertido en un grupo organizado de poder y sus miembros en favorecidos del sistema. La Reforma ataca de forma directaa ese poder (el de representación obligada que actualmente ostentan), y de triunfar los descabezaría a medio plazo.
Obsérvese que sindicatos profesionales y no de clase tales con el CESIf o el de Enfermeras, han dado la espalda a la huelga, sin duda porque ven una oportunidad de oro de sacudírse de encima a los sindicatos de clase.
No es una lucha por el trabajo, lo es por el estatus sindical.
AZOR
Anónimo dijo...
ResponderEliminarCreo que hay que tener en cuenta que el PP llegó al poder sin haber explicitado un programa político, ni siquiera en esbozo. Los electores votaron sólo movidos por la fe en el PP y en Rajoy, irritados contra el malgobierno anterior de Zapatero, pensando que el PP acabaría con la mala situación económica con medidas populares y justas. Rajoy, muy astutamente, calló hasta que llegó al poder.
Pero ahora los ciudadanos ven la verdad y viene la desilusión con Rajoy. Ven los recortes en derechos sociales y la austeridad; ven que el paro no se soluciona, y que las perspectivas siguen siendo malas. Y eso no gusta, no gusta nada. De ahí la pérdida de confianza de muchos electores, manifestada en las elecciones andaluzas y asturianas y ahora en esta huelga general.
Cuetu