Todo sistema de educación conlleva una ética y una moral implícitas.
No hay referentes absolutos en ninguna moral que la justifique como tal. Sí hay principios universales generales que se mueven en la abstracción, pero cuya aplicación luego se relativiza en función de intereses ideológicos o políticos concretos.
Por ejemplo: en todo el mundo se acepta como principio moral el no engañar al prójimo, en no matar, en no robar, etc.
Todos ellos proceden del principio ético de considerar al prójimo como a ti mismo, o sea con dignidad, respeto, reconocimiento como persona, etc.
A nadie en Japón o en Senegal o una tribu del Amazonas o en Dinamarca les gusta que le engañen, o le roben, o maten a su familia o a los suyos o los esclavicen.
Son principios de propia supervivencia natural. En cada país o grupo humano se codifican de alguna manera. Bien a través de tabúes que emanan de los mitos ancestrales, o bien a través de leyes codificadass de modo consciente y con referencias a principios divinos o religiosos o "autoevidentes" de orden natural o positivos en las democracias: principios universales axiomáticos (indiscutibles) pero que en realidad provienen de nuestra tradición judeo-greco-cristiana. En teoría las democracias pueden cambiar el orden natural y actualizarlo a lo que más convenga, todo se hará bajo el supuesto de su cientificidad, que puede no ser no más que ideología pura y dura.
La idea del individuo moderno occidental como recipiente y referente de derechos y deberes es una idea que proviene del concepto de alma o "corazón" que habita en cada persona. Pero, a quién ha de servir ese individuo u obedecer o quién ha de ser el soberano en una nación, estado o comunidad va a estar en función de intereses concretos que siempre buscarán hacerse universales, ideales e indiscutibles, pues quién vence en las guerras o lleva la espada impone su moral, su ideología, sus valores como universales. En nuestros países occidentales prevalecen todavía aunque en proceso de transformación los valores judeo-greco-cristianos, pero en debate y discusión ideológica permanente a la hora de implementarlos. A nivel político y social son los derechos humanos.
Nuestro sistema educativo refleja mucho cuál es el partido o tendencia política prevalente a la hora de implantar paradigmas morales e interpretaciones de la realidad en general. Eso no quiere decir que todo el mundo esté de acuerdo.
SPINOZA
ResponderEliminarAl vivir en un universo sin tiempo todo era espacio. Y nuestra vida se convirtió en la Ética de Spinoza. O sea, éramos Dios en una realidad perfecta, sin principio ni fin, sin afueras ni adentros: tan solo pura razón en su espacio geométrico por una eternidad.