27 diciembre, 2018

LEV SHESTOV: ATENAS Y JERUSALÉN. UN EXISTENCIALISMO RADICAL

NESALEM REFLEXIONA EN TORNO A SHESTOV

Hipótesis: Imaginemos que Dios crea el universo de la nada. Dios entonces es una voluntad ilimitada e incondicionada. Todo lo que existe está sometido a su libre voluntad. Pero tal voluntad implica que todo lo existente depende de su libre albedrío. No hay leyes ni razón que lo limiten, por lo tanto para Dios todo es posible. Lo existente existe porque Dios quiere. Entonces este universo y esta existencia no están sometidas a leyes que condicionen o precedan a Dios. No como intentaban los escolásticos: someter la fe a la razón o explicar la fe por la razón, sino que es el escenario de todas las
posibilidades posibles de libertad de creación o destrucción divina. En el presente el mundo es lo que es, y todas las explicaciones del por qué es lo que es se rigen por la razón crítica y la ciencia. Las interpretaciones religiosas o míticas no pueden competir con las razones críticas y científicas y cada vez sufren de un mayor desprestigio. Pero muchas tradiciones o credos religiosos también adscriben a Dios una racionalidad interna de la cual no se puede desprender y en última instancia ha de quedar supeditado a ella. La razón universal también afecta a Dios como ente. O si no se inscribe a Dios dentro de una razón universal, sí hay en Dios mismo una racionalidad que impone como ley o preceptos a sus creyentes. Y una racionalidad interna a la creación que la ciencia podría descubrir y utilizar.
Pero para un Dios que es libre voluntad todo es posible en todo momento. Está por encima de toda ley e interpretación que lleven a cabo los humanos. Todo es posible para Dios sin condición o límite. Todo milagro, toda subversión del orden de sentido común humano, toda posibilidad de crear infinitos universos llegado el caso y diferentes los unos de los otros con diferentes naturalezas.
Poder ilimitado del Dios como voluntad libre. Todo es posible para él. ¿Cómo se delimita Dios para ser comprendido por los hombres? La revelación. Pero la revelación no es razón, sino su antítesis. Si en el paraiso el árbol del conocimiento es la razón y el saber humano, el otro árbol es el árbol de la vida: la revelación. Y la revelación proviene del Dios vivo que abre a los humanos a la inocencia perdida, a la libertad creativa y espontánea del paraiso. Ya no la ley, sino la gracia. No los esfuerzos humanos por salvar el mundo sino que el justo por la fe vivirá.

15 diciembre, 2018

NAVIDAD 2018

La nieve. El frío. El calor de una casa de gruesos muros. Una familia que está cenando. Un fuego de chimenea que calienta la casa. Son varios hermanos, primos, tíos, padres, abuelos. sobrinos. Familia y parentesco. Han venido de varios sitios. Algunos de alguna ciudad. Otros de algún pueblo. Incluso
del extranjero. La casa está en un valle solitario rodeado de colinas. Ahora las colinas están nevadas. Hay bosques también cubiertos de nieve. Uno de los niños mira por el cristal de la ventana después de quitar el vaho y ve que el cielo está estrellado. Pero ve algo más que un cielo estrellado, ve magia. Ve eso que años más tarde y ya siendo mayor recordará con nostalgia. Con profunda nostalgia. Ha sido solo un momento, pero ese momento ha sido toda una sensación profunda de encantamiento. De magia. Luz de la luna que ilumina todo el paísaje como si fuese casi de día. Luego se sienta de nuevo en su silla y sigue comiendo y bebiendo y oyendo cómo hablan los adultos de sus vidas y la abuela está emocionada y los primos dicen cosas embarulladas llenas de alegría. Todos comen. Beben. El árbol iluminado en una esquina del salón. Pronto comenzarán a cantar villancicos. La casa es la casa familiar de sus abuelos maternos. Una casa rodeada de prados y una huerta. Una casa llena de recuerdos. Todo un bagaje de recuerdos que llevará durante toda su vida hasta la muerte. La infancia fue la edad en la que aprendió a ver el mundo en sus extremos emocionales: el miedo, el terror por un lado; y por otro, la suprema confianza en la vida, la alegría, la felicidad por momentos. Los dos polos opuestos de la vida humana. Los extremos posibles e inexplicables. Durante la infancia se siente en profundidad. Y todo queda grabado.
El tío Danile cuenta ahora un chiste de ciudad. La tía Milena ha bebido algo más de la cuenta y no
sabe poner un orden a las palabras. Está más deliciosa que nunca una vez desprendida de su aparente seriedad. Los primos y hermanos quieren salir a ver la luna y la nieva. Buena idea. Salimos todos y en seguida ya todo es juego y relatos de misterio. Es Navidad y luego se abrirán los regalos. A las doce de la noche nos iremos a la iglesia a juntarnos con toda la gente de las aldeas de alrededor. El Reverendo Milrod nos predicará algo relacionado con el nacimiento de Jesús, pero en lugar de Israel, serán los paisajes de nuestras aldeas los que ilustrarán su sermón. Estamos todos contentos. Una vez al año y los años irán pasando. Todo irá militando contra la alegría de nuestra infancia. Los colores se irán haciendo más ténues, menos brillantes, marchitos. La mirada hacia el cielo de una noche de luna llena perderá todo su encanto para significar nostalgia. Solo nostalgia. 

LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS

Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...