No me gustaba aquella película y a ella no le gustaba mi película. Habíamos ido a los multicines. A mitad de la película quise ir al baño. Cuando salgo del baño ella sale también del baño y nos encontramos de forma sorprendente. Fue como si de repente dos seres extraños se reconocieran en un encuentro fortuito. La sensación de sorpresa fue común a los dos. Volvimos cada uno a nuestra sala. Qué extraño es el mundo.
Cuando llegaba al pueblo era como una persona inocente que veía todo con nuevos ojos y a quien nadie le resultaba especial. Pero un pueblo pequeño es una complejidad de relaciones ya establecidas a lo largo del tiempo. No cabe la inocencia en donde ya todo está supeditado a lealtades, a prejuicios, a estar con unos o con otros. A lo largo de unos meses ya estaba situado y clasificado de alguna manera. Para unos bien, para otros menos bien, para algunos otros mal, para algunos menos otros menos mal. Y para otros: indiferencia con desconfianza. O bien, bien con apariencia de desconfianza, o mal con apariencia de bien; o indiferencia con apariencia de interés, o quizás interés con apariencia de indiferencia. Qué complejo es el mundo.
Los pueblos protestantes del Ulster marcan diferencia con sus banderas. Han de hacer ver que son lealistas y unionistas. El proceso de paz sigue avanzando, pero las identidades construidas en torno a un conflicto de varios siglos no muere en unos pocos años. Las zonas protestantes y católicas de Belfast simbolizadas por las calles Shankill Road (protestante) y la Falls Road (católica) siguen siendo zonas segregadas y aunque las verjas de
separación hayan desaparecido con sus controles; todavía se mantiene un respeto mutuo. El muro de división de unos 20 km de largo sigue ahí con sus alambradas. Los murales nos hablan de la intensidad de un conflicto que se llevó la vida de más de 3,500 vidas. El resto del Ulster se mantiene en estado de pacificación. Podemos imaginar una ciudad como Derry (Londonderry) donde en la actualidad el poder está repartido entre protestantes y católicos y donde también los recelos y prejuicios van dando cabida a mayores aperturas entre las dos comunidades. Un conflicto muy complejo que nunca se puede analizar en forma de blanco y negro; de buenos y malos; salvo que los buenos los había en un lado y en otro y los malos también se repartían a partes iguales. El mal intensifica de un modo maligno la destrucción y la violencia. Religión y política se retroalimentaron de forma intensa en Irlanda del Norte. Pero todo llega a su agotamiento con la barbarie y con el tiempo. El sentido común del equilibrio y la cordura va sustituyendo a mentes y cuerpos polarizados por el miedo y la inseguridad.
Seguimos escribiendo en RELATOS DE NESALEM: http://nesalem-wwwrelatos.blogspot.com.es/2015/08/en-territorios-de-realidades-espectrales.html
12 agosto, 2015
16 comentarios:
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LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS
Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
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U na experiencia subjetiva es algo inacesible a otras mentes. Lo que ocurre en el alma de las personas es un mundo en sí mismo refractario...
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LA VERDAD.- La verdad es que si te has acogido a un trabajo de 8 a 5 de la tarde esa es la verdad de tu vida en cuanto a tiempo de trabajo y...
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Aunque cada vez soy menos optimista, pienso que en este como en otros casos hay que dar tiempo al tiempo. Quizá las nuevas generaciones miren más hacia el futuro y se centren menos en el pasado, parece que las diferencias socio-económicas son cada vez menores. Quién sabe, queda mucho por hacer, pero, tengo la impresión que, en general, están en el buen camino.
ResponderEliminarTanto la República de Irlanda como Irlanda del Norte han mejorado e igualado sus economías. La República de Irlanda ya no es el país cronicamente pobre a que estaba siendo condenado por las políticas de proteccionismo y gasto público incontrolado de Eamon de Valera, que generó la mayor emigración de irlandeses a Inglaterra de tiempos recientes y el despoblamiento de la República. Por otra parte los acuerdos de Good Friday de 1998, votados masivamente a favor tanto en Irlanda del Norte como en la República, han hecho posible un reparto de poder más proporcionalmente justo e igualitario en el Ulster. La riqueza se va distribuyendo de forma más democrática dentro de los límites de la condición humana y sus complejidades, más que por condición o identidad religiosa. Muy importante fue también la entrada en la Unión Europea.
ResponderEliminarPor otra parte en España este conflicto siempre se vio como un conflicto blanco y negro, donde los protestantes del Ulster siempre se percibieron como la parte inexorablemente mala del conflicto. Tanto derecha como izquierda distorsionaron las claves y realidades del conflicto: para unos y otros el protestantismo siempre fue un fenómeno religioso nulamente comprendido fuera de los patrones de rareza herética o sectaria y extranjera. Para la izquierda siempre era apropiado el análisis reduccionista y demagógico de lucha de clases, de buenos y malos; de víctimas y victimados en espera de redención. Las cosas no eran tan blanco y negro, tan dos y dos son cuatro. Recomiendo la lectura de Joseph McCullough "A Pocket History of Ireland" de Gill & Macmillan (Dublín 2010), donde los hechos se ven en su complicada perspectiva y sin exonerar a nadie de las brutalidades y abusos cometidos en función de intereses coloniales, religiosos o nacionales.
No obstante todo es discutible y las perspectivas críticas han de quedar siempre abiertas.
EL SOMBRERO DE MORTMAR
ResponderEliminarLo normal / lo anormal y lo raro. La locura quizás un grado más. Mortmar llevaba un sombrero de fieltro que le gustaba mucho. Mortmar se veía bien con aquel sombrero. Llevaba el sombrero por el pueblo. Pero el pueblo no estaba preparado para el sombrero. Nadie llevaba sombrero y no era época de sombrero. La moda no exigía sombrero. La moda es algo colectivo. Si algo se pone de moda se acata colectivamente y se convierte en algo común. Está de moda. Estoy de moda. Soy normal con mi pantalón estrecho. Soy normal con mi cabeza pelada. Mi cabeza pelada es común a muchas cabezas peladas y eso me hace normal.
Pero el sombrero de Mortmar, el Sr. Mortmar, no era moda. No estaba de moda. Estaba fuera de lugar. No era común. No era común salvo en aquellas películas de Hollywood o en alguna foto de periódico donde algún magnate o gran personaje salía con sus sombrero de fieltro.
Cuando el Sr. Mortmar pasó con su sombrero de fieltro por delante de la tienda de Gromer que en ese momento estaba llena de mujeres comprando y la tienda de Gromer era como quien dice "la tienda" del pueblo. Y cuando pasaba Mortmar con su sombrero de fieltro y su elegante gabán todos desde dentro de la tienda se pusieron a mirar y el mismo Gromer apuntaba disimuladamente hacia el sombrero, hacia Mortmar, para que las mujeres pudieran darse cuenta del personaje con su sombrero chulo, de su sombrero elegante, de su sombrero ridículo, de su sombrero que no era común a nada en la vida social más que con las películas de Hollywood y lo exótico.
Qué bien se lo pasaron todos con el sombrero de fieltro. Siempre hay un raro en algún sitio que nos recuerda lo normales que somos nosotros. Lo común que compartimos como normales y nadie entonces lleva sombrero. Nadie se atreve a llevar sombrero. ¿Quién se atreve a llevar un sombrero de fieltro? Un raro, un anormal, un payaso. Je, je, je, je, ¡mirad el sombrero de Mortmar!
Una reflexión sobre lo común. Comunión. Comulgar en lo común. Empatía en lo común. La fuerza, intensidad o afectividad de la comunión. Pliegue. Repliegue. Dispersión. Concentración. Espacio común. Tiempo común. Lo común nos puede dejar indiferentes. La plaza del pueblo me puede dejar indiferente. El tiempo libre de disfrute, de no-trabajo me puede ser común al tiempo libre de los demás, pero no comulgamos con el tiempo libre, ni con el espacio libre, salvo que sea acotado para algo importante en común con grupo o amigos, etc. Grados de intensidad de un lugar o tiempo común. Repliegue, concentración: la plaza común se convierte en espacio a defender y proteger: la intensidad afectiva aumenta: defensa de lo propio ante la invasión del otro. El otro tiene otro concepto de lo común, otra forma de entender y codificar lo común. Lo común siempre es propiedad de alguien, de comunidades- Lo común propiedad de las comunidades. Las comunidades están gobernadas por leyes, por normas. No puedo ir desnudo por la plaza pública, no puedo tirar basura, no puedo hacer propaganda sin permiso, etc. Espacio y tiempo se delimitan por unidades para circunscribirlos a espacio-tiempo de producción. Los cuerpos se codifican para tal producción. El espacio privado de la producción no deja de ser otro espacio común en función del mercado oferta y demanda. Necesariamente disciplinado y jerarquizado en función de una compresión y planificación de las actividades. Unidades-hora, unidades o pautas de movimientos de los cuerpos. En realidad nada humano es privado. Mi cuerpo, la presencia de mi cuerpo no es indiferente a nadie. Coloque donde me coloque. MI hablar, mi decir, mi vestir, mi mirar, mis efectos y afectos, etc. Mi cuerpo ya es significado entre significados. De rechazo, de aceptación, de indiferencia, de odio, de amor, de miedo, de reserva, de suspicacia, de confianza. Cuerpo puede medirse de acuerdo a diferentes funciones: función instrumental, función afectiva, función familiar, sociabilidad, erótica, etc..
ResponderEliminarLo común. Comulgar con lo común de forma intensa, afectiva, creativa. El fracaso de mucho cristianismo. El fracaso de la comunión en Cristo. Lo común de Cristo. Lo difícil o imposibilidad de lo común en Cristo. No Cristo, sino cristos. Los cristos que hacemos con Cristo. El Cristo resucitado es invisible y no deja ver su cuerpo. No aparece de forma pública y común a la vista de todos. O de alguna comunidad de forma palpable: toca mis heridas, mis llagas. Aparece en los espíritus privados del espacio subjetivo. Los protestantes no tenemos porqué fabricar milagros para bajar lo divino a lo terrenal-material. Pero la transustanciación católica sólo puede tener lugar en la mente, pero la mente es espacio privado y subjetivo. Lo que yo puedo transfigurar/transustanciar con la mente no es comunicable a los demás. No es ninguna prueba objetiva científica o positiva. Salvo que comunique a través del arte, de una obra de arte, de unas reglas estéticas comunicables a los demás. Lo común de la estética, lo común del arte. Una predicación efectiva y efectiva con los recursos de la palabra. La palabra. Los protestantes vivimos en la palabra. Las palabras se deslizan con facilidad. Se desplazan con facilidad. Mantener un común de la palabra en la palabra es prácticamente imposible. Es un común ocasional, circunstancial. Círculos de interpretación inacabable. Los católicos necesitan más de realidades sacramentales, de liturgia palpable, materializable..Arte plástico. Las artes plásticas. Ritual, liturgia, sacramentalidad. La música. Oh! Los grandes himnos protestantes. Bach. ¡Qué lenguaje! Las comunidades ponen límites, topes: no puede haber diseminación, Dispersión. Mucha dispersión hace disolverse lo común de la comunidad en lo común de lo público. Público. Res pública. Cada uno hace de su capa un sayo con reglas laxas de lo público. Humm!
ResponderEliminarComulgar con lo común de forma efectiva y afectiva. Tener comunión es experimentar fuerte resonancia con el otro. Con lo otro. Con Cristo. ¿Con Buda? ¿Con Alá? ¿Con el comunismo? ¿Con mi capital? ¿Con mi nación? ¿Con mi secta? ¿Con mi líder? ¿Con mi mafia y mis padrinos? ¿Con mi trabajo? ¿Con mi obra de arte? ¿Con un hombre? ¿Con una mujer? Fuerte resonancia. La fuerte resonancia abre la puerta de la alegría, pero cuidado con qué cosa, medios, personas o ideas obtienes la fuerte resonancia. Podría también abrir las puertas del mismo infierno. Oh pasiones!
ResponderEliminarNo todo lo común produce fuerte resonancia, pero no hay fuerte resonancia que no surja de una comunión con lo común de alguien o algo. Puede ser una resonancia entre yo y la realidad. Una resonancia individual cuando desaparece la alienación, la escisión con lo real o con los otros. Fuerte alegría y seguridad. Qué fuerte cuando mis ideas y valores más viscerales coinciden con las del otro. Qué fuerte cuando mi afectividad coincide con la afectividad de una mujer a la que quiero o viceversa. Aperturas. Alegrías. Aunque sea sólo por un tiempo y luego desaparezca.
Pero también están las resonancias con la droga, con el alcohol, con las personas que nos dominan; con circunstancias que nos esclavizan...con las ideologías destructivas o las ideas obsesivas.
Las comunidades se pueden replegar sobre sí mismas cuando el mundo exterior les es hostil. La hostilidad se genera en el miedo, en la desconfianza, en la dominación. El individuo se puede replegar sobre sí mismo cuando el mundo le es/percibe como hostil. Su comunidad se convierte en su protección, su identidad comunitaria se hace mucho más fuerte. Si la representación del peligro se percibe como político y la identidad de la comunidad es religiosa, religión y política se retroalimentan. Lo mismo si es nacional o de clase. Los psicópatas de cada comunidad tienen la vía abierta, luz verde para avivar el odio y la violencia. Polarización. Fuerte intensidad. Fuerte resonancia. No ha de haber cabida a la moderación a la razón, al sentido común o a la cordura. La plaza pública se puede ir replegando en zonas de mayor influencia privada, particular. Zona palestina, zona israelí, zona católica, zona protestante en Belfast o en Derry (Londonderry), gueto judío, gueto negro, gueto hispano, reserva india, Zona peligrosa. Territorio de los Z, de la mafia napolitana, de la calabresa, de la rusa, etc. La plaza pública se hace peligrosa. Puede estallar cualquier artefacto y matar a muchos. Los iraquíes y los sirios lo viven a diario. En México también. Belfast también lo vivió.
Comunión con mi comunidad particular. Con mi gueto. Comunión intensa. Resonancia intensa. Fuerte.
Nadie puede saber el origen de mi experiencia profunda particular. Ni yo mismo puedo saber el origen de lo que soy como individuo particular. Del individuo que siente, que ve la vida con una tonalidad singular. Esa ánima particular es irreducible a ninguna categoría sociológica, psicológica, neurológica... Todo cambia, todo se transforma; pero mi tonalidad permanece a través de mi vida. Mi tonalidad es propia, singular, intransferible, y sólo comunicable hasta cierto punto. Esa diferencia entre lo comunicable y lo incomunicable es mi alma incondicional: mi ánima. Espacio incondicionado para la historia, aunque mi cuerpo siempre signifique algo para los demás. Todo lo que digo, hago, comportamientos, gestos, etc., todo ello tiene significado social, histórico. Ser histórico. Ser que vive en la historia, ya fuera de lo natural. Histórico/natural. Pero mi ánima, la tonalidad de mi ánima me hace ser al mismo tiempo un ser fuera de la historia, incomunicable con lo histórico, lo social, etc. He ahí el dilema del ser humano. La escisión fundamental del ser humano. Hasta cierto punto puedo comunicarme, hacerme común a los demás, a mi comunidad que se aproxima a mi sentir, a mi experiencia profunda. Pero el ánima es incomunicable en su tonalidad, su sentir particular. Individualismo.
ResponderEliminarLos individuos aspiramos a poder comunicar, a poder encontrar territorios comunes de comunicación y participación. Aspiramos a grados mayores de comunicación, de comunión con los demás. De encuentros a ser posible en un mayor grado posible de afectividad, de profundidad. De ahí que lo racional es el territorio que nos hace posible una mayor comunicabilidad instrumental. Que no es poco. La razón es un poderosos instrumento de objetividad (objetivo=que todos pueden ver y comprobar, a la luz y transparencia), pero la razón no alcanza a los territorios afectivos profundos, las emociones y pasiones que se producen en territorios más cercanos a nuestra ánima particular. Y el ánima particular como dije al principio es un misterio. Para mí en primer lugar. Territorio irracional. Inexorablemente irracional. Las tonalidades de cada cual (ánima) son un misterio. Son el alma de nuestro ser. La "sustancia" de nuestra personalidad. Puede ser una tonalidad de tendencia bondadosa, un ánima complicado, confuso; un ánima destructivo. El espectro de tonalidades del ánima es infinito. Las singularidades individuales son infinitas.
El territorio común social ha de pertenecer a la razón civil. El territorio de los saberes instrumentales: todas aquellas disciplinas con el rango de ciencia, han de ser la razón del conocimiento objetivo válido. Pero ha de haber otras comunidades o territorios donde los sentidos subjetivos inalcanzables por las razones civiles o instrumentales, puedan tener/compartir/comulgar en su territorio común. Dentro de sus significados estéticos, simbólicos, religiosos, metafísicos. Comunidades civiles, pero particulares al mismo tiempo. Habríamos de catalogar muchos tipos de comunidades civiles: desde los que se agrupan unidos por una misma afición, hasta organizaciones discretas, como las masonerías. Las religiones serían también consideradas como comunidades civiles y con plena libertad jurídica a todos los efectos. Los territorios civiles públicos serían para todos por partes iguales y al margen de ideología, ideas, creencias, gustos estéticos, etc. Ninguna religión podría aspirar a apoderarse del territorio común-público, ni a condicionar los debates públicos en forma de censura o totalitarismos. Tampoco los partidos políticos, como comunidades políticas, podrían intentar usar el poder del Estado, para invadir lo común-republicano (res-pública, la plaza pública) en función de sus ideologías.
ResponderEliminarConjugación, en lo posible y con el mayor margen de libertad, de lo común-público y las comunidades singulares. Las comunidades objetivas y las subjetivas.
Aun así, es imposible a aspirar a la comunidad de los ánimas, de los individuos en su dimensión ahistórica. Siempre habrá rebelión, tendencias destructivas, de dominación, de locuras diversas; también de creatividades rebosantes en función de la alegría de todos. Y cada tendencia siempre será capaz de formar su comunidad. La plusvalía subjetiva que mueve al mundo. La irracionalidad a la sombra y al acecho: para bien y para mal.
La fe. Alguien tiene fe. Oiga, está demostrado que Dios no existe, creer ya no tiene sentido. Sí, es cierto que racionalmente hablando no se puede demostrar la existencia de Divinidad alguna. Pero la fe tiene ese componente irracional. La fe es irracional en su esencia. La fe es fuerza anímica, del ánima. La fe puede ser creativa, destructiva, fanática. Si la fe es creativa entonces la persona vive la vida en apertura al mundo, a los demás, a la comprensión. Si la fe es cruda o fanática, entonces se cierra en guetos, se cierra en reductos a la defensiva. Se puede hacer cruel con los demás. Destructiva hacia el mundo. La razón se hace entonces instrumento de la fe para bien o para mal. Las religiones son las comunidades de fe. Gran variedad. William James.
ResponderEliminarLas comunidades nacionales/étnicas. La fuerza anímica que anima a las comunidades nacionales/étnicas en momentos de repliegue/expansión/dispersión, de amenaza, de invasión, de crisis, de juego/relación de poder, de expansión económica, de imperialismo. Irlanda; Inglaterra, Israel, Palestina; nacionalismos balcánicos, caucásicos, africanos, eslavos...árabes...Intensidades/polarizaciones.
Comunidades de identidades nacional-religioso. Irlanda del Norte: somos católicos irlandeses, somos protestantes y británicos. Somos palestinos/musulmanes. Somos croatas/católicos. Somos serbios/ortodoxos. Somos libaneses cristianos o libaneses musulmanes. Pakistaníes/musulmanes. Indios musulmanes/indios hindúes/shiis, etc..Somos israelíes judíos/israelíes musulmanes. Matices.
Los ánimas, la tonalidad o modalidad de existir o singularidad de cada uno, no son comunicables. Nos relacionamos de forma instrumental con los demás. De forma más afectiva con amigos o con familiares. Aún más afectiva con nuestros seres más íntimos. Comunicamos también de un modo instrumental, afectivo, artístico, religioso, filosófico. Pero nuestra pura tonalidad, nuestra ánima/singularidad/modo de existir es incomunicable. En ese sentido somos como mónadas. Private Universe dice una canción de Crowded House. La profundidad de nuestro sentir no es transferible y de ahí nuestra alienación básica con los demás, con el otro.
ResponderEliminarQuien tiene fe pierde el tiempo tratando de demostrar su fe. La comunión íntima con D-ós es absolutamente privada. Así que tienes fe; vaya, je, je, je...y yo creo en Pinocho...je,je, je... Más que narrativa hace falta poesía, o música o un gran cuadro, o una prosa acertada. Fe siempre acaba en una seguridad absoluta que no desaparece. Es una tonalidad dentro de nuestra tonalidad que no desaparece. Expande, contrae, finge desaparecer, vuelve a aparecer. Más allá de nuestro olvido. No depende del olvido. Oiga, usted necesita un tratamiento con pastillas, je, je, je... Estos místicos se creen superiores con su fe, je, je, je...
¿Oiga, y los musulmanes de Isis tienen fe? Pues qué sé yo lo que hay en cada uno. Sólo puedo ver lo que hacen y lo que hacen es perverso. De las personas sólo puedo ver lo que hacen, no lo que son en su ánima, en su tonalidad. Ahí sólo puede estar D-ós.
Zonas mixtas. Para empezar a crear territorio común entre comunidades que comparten territorio hace falta crear zonas mixtas de voluntarios que han decidido compartir lo común dentro de sus diferencias o alteridad (Levinas).
ResponderEliminarEn Belfast hay zonas mixtas donde viven católicos, protestantes, ateos, etc..fuera de los espacios de segregación. Belfast se va desegregando. Las zonas mixtas son espacios de transición necesarios. Las zonas mixtas han de tender a la expansión. Las zonas segregadas tienden a la contracción.
En Jerusalén no cuaja ninguna zona mixta por ahora. Se habría de intentar el ensayo: zonas mixtas de palestinos/árabes/musulmanes con judíos. Sólo unos pocos al principio. Servicios municipales comunes, alcaldía común, impuestos comunes, voz pública común, parques públicos, ocio, calles comunes. Sólo la comunidad privada religiosa o étnico-cultural permanecería dentro dentro de un espacio de comunidad privada. Beirut? Nicosia? Sarajevo?
El instante. El ruido de la lluvia. La lluvia mete ruido. Es como puntos de sonido. Puntos de sonido. Perceptible en graduación. Intenso. Suave. Apenas perceptible. Un pequeño rumor de puntos de sonido. A lo lejos se oye el rumor de un motor. Parece un tractor. Para. Escucha. Se desvanece. Un perro ladra en otra lejanía. También su ladrido va languideciendo. Truenos. La lluvia es tormenta y las nubes de gris oscuridad se acumulan en la falda de la montaña. Es el instante. A quién le importa el instante. Y el instante es infinito. Te puedes perder en el infinito del instante. Quizás la muerte sea eso: un apagarse en el infinito del instante.
ResponderEliminarFue extraño. Miraba para todos los sitios detrás de sus gafas de sol. De repente su mirada quedó clavada en alguien. ¿Era ese alguien a quien buscaba? Extraño. Pues el lugar estaba lleno de multitud. De cientos y cientos de personas. Pero la mirada se paró en ese alguien. Sentado. Estaba sentado. Fue medio minuto quizás. Nada más. Y luego dio la vuelta por donde había venido. Cruzando cientos y cientos de personas que hablaban. Dormían. Jugaban. Se bañaban en aquella playa. Los encuentros. Las resonancias. Es extraño. Un cuerpo entre miles de cuerpos. Un cuerpo más con su historia a cuestas. Todos nuestros cuerpos llevan su historia inscrita en ellos. Encuentro. Resonancia. Epifanía o rechazo. Huida. ¿Hacia dónde huir?
ResponderEliminarLas zonas mixtas se podrían ir creando en los mismos barrios, en los mismos bloques de viviendas. Espacios privados y espacios colectivos. A unos les encanta la vida privada. Vivirán entonces una vida privada en su piso o apartamento. Se cocinarán su comida, lavarán su ropa, etc. Pero otros quizás deseen compartir lo privado con lo común o colectivo. Entonces estos bloques de viviendas vendrán ya construidos con comedores comunes, cocina común, lavanderías comunes, etc. Ampliémoslo también a salas o salones de ocio común: ver la tele en común con los vecinos, sala de lectura, sala informática, biblioteca, etc. Ampliémoslo también a cuidado de ancianos común, cuidado de niños común, guardería compartida. Nadie está obligado a nada. Pero la opción está ahí para probar. Normas claras. Nadie está obligado a nada, pero quizás salga más barato y socialmente más interesante compartir los servicios comunes hasta cierto punto. Si esto agota o no convence sigue también abierta la opción de vida privada. Una vida mixta entre lo privado y lo común. Se utilizarían recursos de forma más racional. La vida social podría empezar a ser más rica. Y, sobre todo, se ahorraría en cantidad de cosas.
ResponderEliminarMAHONY
ResponderEliminarCoche por la autopista. Paisaje en movimiento. Lugar provisional. He ahí un rancho. Hay un rancho con muchas cabezas de ganado. A lo lejos se ve una casa. Quizás la casa de una familia de granjeros. Nadie te ha invitado a ir a visitar a la familia de los granjeros. Puede ser una familia joven o pueden ser unos ancianos retirados con sus peones contratados. Quién sabe. O la casa puede estar ya vacía y abandonada y tan sólo cumple la función de estar ahí una vez que el banco ha comprado el rancho y lo ha comprometido con una empresa agribusiness.
Una vez llovía. Llovía. La humedad olía. Olía a humedad. Y entré en la casa. Mahony me dejó entrar. Y desde las ventanas observaba la lluvia. Mahony entró con el café. La música sonaba en otro salón. Los dos reposamos en la cama por un tiempo mientras la música era cada vez más perceptible. Música. Envueltos en la música y la música en el placer y la ternura y la ternura se disolvió en textura de piel, de piel, de suave piel y suaves labios. Había entrado en la casa. Una casa de campo. Una casería. Alguien me había invitado a entrar. Mahony. Mahony. La locura y la desconfianza se refugiaban en Mahony. Las mayores fantasías se refugiaban en Mahony. Las mayores frustraciones acontecían en Mahony. Me gustaba viajar a través de la locura de Mahony, pero las amarguras se perdían en los bosques. Los gritos en los bosques. La búsqueda por los bosques cercanos a la casa.
Mahony vivía con sus abuelos. Sus abuelos tenían una historia que contar. Y la hija, la madre de Mahony era una historia triste. Yo todavía era joven y me crucé un día con Mohony. Cuando conoces a una persona por primera vez tienes la sensación de que ya sabes hasta dónde ha de llegar la confianza y la amistad. El secreto está en la mirada. Los ojos miran a las profundidades del alma. Y el alma se abre o se cierra o medio se abre o medio se cierra o simplemente todo resulta superficial y ocasional sin jamás llegar al fondo. Hay fondos complicados. Turbulentos. Fríos. Vacíos. Muy vacíos. Otros son demasiado calientes. Almas calientes sin medida. Otros ocultan. Se ocultan y esperan para sacar su pedazo de miserable ventaja. Son las almas más vacías de todas. Pretenden. Aparentan. Sombras siniestras.
Mahony era mi alma gemela. El cruce de miradas fue suficiente para empezar a complicarnos la vida de un modo supranatural. Resonancia. Invencible resonancia. Potente resonancia. Los paseos eran interminables. El mundo nos estorbaba. Y por fin me invitó a entrar en su casa. Mahony. Todo era grande. Sus abuelos estaban en la iglesia. Todo era grande. Las escaleras. Las ventanas. Y alrededor el bosque, los bosques.
Coche por la autopista. He ahí un rancho que desconoces. Pasa de largo pero no olvides a Mahony que vivía en una casa tan grande como la que ahora contemplas. Pasa de largo y piérdete por las autopistas. Mahony es ahora tan sólo un recuerdo en tu soledad de almas con autopistas y almas de ciudad.
Hay que llegar lejos. O quizás es la mayor cercanía. Lo más próximo es quizás lo más lejano. El ánima despierta. Ese despertar. Escucha la voz de ese despertar. Quizás lo puedas ver. O escuchar. O tocar. O todo a la vez. Ánima. El alma. Todo resuena en un todo por un momento. Inagotable. Y todo te puede agotar en un momento. Todo te puede aburrir en un momento. Subes al coche y te diriges al Muffin Shopping Mall. Has dejado el ordenador abierto. Facebook acaba siendo un aburrimiento repetitivo. Te diriges a la tienda de libros y de discos: he ahí los nuevos títulos, las nuevas músicas, las nuevas películas, las nuevas máquinas de última generación. Los saldos de ropa más allá. Me encanta el Muffin Shopping Mall. Quisiera centrar mi alma en el Muffin Shopping Mall. Me descentro cuando no estoy en el Muffin Shopping Mall. Me gusta perderme entre colmenas de ropa, bosques de ropa, o huertas de zapatos; de playeros: cosechas de playeros... y bañarme en los océanos de neón, cielos de neón, protegido del cruel mundo y cruel humanidad bajo la luz de neón. Alma de neón. Seguridad de vigilantes iluminados por la luz de neón. Cámaras que me captan sin ser escogido para nada. Cámaras de indiferencia. Ojos que no me juzgan y sólo soy una figura más. Un cuerpo más.
ResponderEliminarMi alma despierta en Muffin Shopping Mall y soy feliz. Afuera hay un mundo de extrañeza. De rarezas. De locuras privadas y colectivas. De cuerpos que circulan. Biología. Superficie terrestre, Cielo y firmamento.