Gran teatro griego en la ciudad de Atenas. Gran partido de fútbol en el Bernabéu. El Zar ha sido fusilado con toda su familia y Lenin prevalece con sus bolcheviques. Durante la administración de
Eisenhower Hoffa era el rey de los negocios sucios en complicidad con Hoover, Mr. Hoover; mientras John Kennedy se tiraba a las rubias salvajes en casas solitarias. Los Beatles cantaban Love me Do ante miles de chicas histéricas en Londres. Un chaval iba en bici a trabajar a un taller de cualquier cosa y en su mente había mil narrativas sin escribir. Una chica de quince años soñaba con un chaval que trabajaba en cualquier taller con miles de narrativas sin escribir. En Washington D.C. hacía mucho frío aquella noche de enero, pero llegamos a Dupont Circle para seguir caminando por la Massachusetts Avenue en solitario, una pareja en solitario sin prisa y en medio de una noche fría sin sentido y con los cielos abiertos hacia las estrellas. Vio cómo se le cruzaba el coche y cómo lo evitaba al tiempo que la carretera se le venía encima y acababa chocando con una ranchera que esperaba a salir en el cruce de una carretera de granja. Sintió el golpe, pero no sentía miedo. Era como si todo se hubiera puesto entre paréntesis y en algún momento habría que retornar a seguir la actuación. Salimos del Toyota y el coche causante del accidente huía sin poder recordar matrícula alguna. Llegaron los troopers e hicimos declaración en la comisaría y dejamos el coche en manos de un mecánico honrado de aquel pueblo de Virginia. Volvimos a Washington DC en el Greyhound. Aquel día había llovido todo el día. Era un día triste. Oíamos a los Rolling Stones en el guateque y parecía que en aquellos años sesenta y pico todo iba hacia un mundo mejor y más libre de prejuicios. Parecía que todo tenía un sentido que se iba desentrañando poco a poco y que el mundo habría de ser algo más racional y emocionalmente satisfactorio. Alguien le dijo que por qué huía y se refugiaba en el no-mundo de los gnósticos. Quizás la percepción del fracaso y del sinsentido. La locura era generalizada y sólo se podían contemplar chispas y ocasionales resplandores. El cosmos gnóstico declaraba la locura universal de un dios paranoico. Miles de interpretaciones, millones de
interpretaciones y las cosas seguían siendo confusas y perversas. He ahí esa chica de quince años que ha crecido con su ensoñación sin realizar y ahora ha llegado a la madurez de su vida y ha visto de nuevo una esperanza en esa persona de mirada interior. En México el soldado indio le metió el cañón de su fusil por la ventanilla y le dijo que se saliera de la fila de carros que esperaba cruzar en el ferry de Tampico. No supo darle la mordida a tiempo. Mordidas. México era un país de mordidas y hoy lo es de cadáveres descuartizados. Los Beatles cantaban Hey Jude y Get Back y creíamos que el mundo era un mundo mucho más feliz y que las cosas irían bien. I keep thinking in that night in Washington DC walking alone by ourselves and looking at the open sky. Hope is never lost. The secret is in the music. Background music.
21 febrero, 2015
15 comentarios:
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PERO, ¿QUÉ ÑARICES YE LA VIDA? // BUT WHAT ON EARTH IS LIFE? // PERO ¿QUÉ NARICES ES LA VIDA?
Any moment is as good as another but a moment could be hell and another heavens for the person who lives those moments. Cualquier momento ...
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Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
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Any moment is as good as another but a moment could be hell and another heavens for the person who lives those moments. Cualquier momento ...
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A veces uno lee cartas al Director como estas. En España recurrimos más al pretexto moral-piadoso que al riesgo. El riesgo nos da pavor. ...
Muy bueno.....It's got feeling!
ResponderEliminarMuy bueno.....It's got feeling!
ResponderEliminarEran ustedes jóvenes, Sr. Nesalem, y eso era todo. El mundo se ve muy diferente cuando uno es viejo y ya no espera nada de él. Cuando uno está ya desengañado de todo y los achaques corporales
ResponderEliminarempiezan a ser serios y todo lo limitan seramente.
Pedrosa Latas
Señor Pedrosa, parece usted muy mayor y con mala salud. Puede usted desfogarse filosóficamente en este humilde Atrio y en forma de comentarios si usted lo cree conveniente. Desde esa avanzada edad que suponemos que ya ha alcanzado, ¿qué lecciones ha sacado usted de la vida?, ¿qué nos aconseja hacer para sufrir menos? Gracias.
ResponderEliminarLamentablemente, Sr. Nesalem, el discurso de la vejez es breve y se agota en si mismo. Queda perfectamente expuesto en mi comentario anterior y no necesita ningún añadido. Todo lo demás sería contar batallitas. ¿Pretende Ud. que yo me ponga a contar batallitas y consejos de viejo en este su hospitalario Atrio? Por todos los diablos, no caeré en tal cosa, Sr. Nesalem.
ResponderEliminar(Comentario anterior: Pedrosa Latas)
ResponderEliminarPor cierto, Sr. Nesalem: ¿qué le induce a pensar que yo soy viejo? De mis comentarios aquí no se puede deducir tal cosa. Podría yo tener treinta años y hacer esos comentarios. No revelaré mi edad, ciertamente, pues tal dato no añadirá ni quitarà nada a la recta comprensión de lo escrito.
ResponderEliminarPedrosa Latas
Es cierto, hay edades avanzadas a los treinta años y edades juveniles e infantiles a los 70 y 80. Cuando trabajaba en unos grandes almacenes como personal de mantenimiento en un país lejano un día me tropecé con un vendedor de un producto de cocina que siempre solía llenar su stand de gente por su habilidad a la hora de vender. Era un hombre joven, de unos treinta años, su pelo rizado lo llevaba largo y sus ojos eran en apariencia pura ingenuidad juvenil, pero su forma de tratar con las mujeres vendiendo su producto era de excelente tacto; no parecía estar vendiendo un producto sino que parecía ser el hombre que conocía en profundidad sus problemas y preocupaciones de cocina. Digamos que el producto (un tipo de batidora si mal recuerdo) era su pretexto para colocarse como bondadoso y comprensivo ángel de la guarda en los escenarios de cocina de sus potenciales clientas y algunos pocos clientes. Más que un vendedor lejano venido de Fenicia para satisfacer a sus clientes de la forma más expeditiva posible, aquel vendedor era el hombre que cualquier mujer desearía tener allí en su cocina ayudándola a cortar los trozos de fruta o vegetal mientras los dos se compenetraban alegremente en conversaciones reveladoras de afectos siempre soñados y pocas veces cumplidos. El vendedor hablaba de su batidora, pero su batidora lograba volar alrededor de la cocina e incluso se tornaba en el motor revolucionado con el que se podía abrir la imaginación a sabores afrodisíacos, y sin perder el hilo ni un momento y en un crescendo bien estudiado iba citando viajes que él había hecho donde se cocinaba de una y otra manera y las anécdotas iban bien sazonadas de personajes amables, comprensivos, ingenuos o sabios con buenas intenciones. Todos ellos gente buena dispuesta a ayudar, personajes con los que se podía hablar y soñar. Aquella batidora iba abriendo mentes e imaginaciones a un buen manjar dietético provisto de todas las vitaminas y minerales posibles al mismo tiempo que se abría a mundos nuevos habitados por esas personas amables y comprensivas que pocas veces logran pervivir en la vida de la gente normal y corriente.
ResponderEliminarYo lo conocí tomando el café en la sala de estar de los empleados entre maquinas vendedoras de decenas de productos envueltos en papel de celofán o vasos de plástico. Yo le pregunté cómo era capaz de vender tanto y de tener su puesto siempre lleno de mujeres. Él echó un trago de café y mirándome como si fuese mi amigo de toda la vida me preguntó qué era lo que hacía. Yo le expliqué en qué consistía mi trabajo y lo que estudiaba en la universidad el resto del día. Me dijo que él estaba haciendo aquello que más le gustaba en ese momento; que ganaba el dinero suficiente para vivir la vida que él quería y que el trabajo de la batidora le permitía viajar por todo el país de forma cómoda, con pocas horas de trabajo y con buenas posibilidades de conocer personas, en especial mujeres . Había acabado su carrera en historia y algún día posiblemente se viera obligado a utilizar su título, pero por ahora eso era exactamente lo que quería hacer y estaba satisfecho. Luego podía hablar de literatura o música o política y sorprendentemente dominaba todos esos temas a niveles críticos de cierta profundidad.
(Continúa abajo)
(Viene de arriba)
ResponderEliminarOtro día me dijo que yo tenía suficiente inteligencia para hacer cualquier trabajo que me reportara más ingresos y ofreciera más creatividad que el cambiar tubos fluorescentes y el arreglar enchufes o limpiar la moqueta con una pesada aspiradora. "Puedes hacer aquello que te propongas. Este país ofrece posibilidades que pocos países en el mundo pueden ofrecer, pero hay que quitar telarañas de la mente, hay que tener cuatro cosas claras y llevarlas a la práctica. Uno tiene que saber qué es eso que quiere y no hacer caso de más. Uno no puede vivir siempre en función de lo que otros quieren o piensan que es lo mejor pues entonces acabas siendo un esclavo de los demás. Poca gente tiene la determinación y la energía para arriesgarse a ser uno mismo. Todas esas personas que ves alrededor de mi stand se dejan caer por la curiosidad, pero esa curiosidad les lleva a ver lo que puede hacer un simple gadget y ese simple gadget puede abarcar toda una experiencia de cocina y la experiencia de cocina puede llevarles a mi persona, a mi experiencia y a mí me gusta la gente y las mujeres con pasión de vivir y la batidora y yo y la gente nos transformamos en un escenario de la vida con la batidora y los vegetales como pretexto, como altar sacramental."
Seguimos tomando el café juntos aquella semana. Era una persona de gran profundidad psicológica, excelente conocedor de la vida; un gran lector de buena literatura. La semana siguiente habría de estar en otro estado y en otra ciudad y por ahora decía que eso era exactamente lo que quería estar haciendo.
Sí, pienso que hay personas que a los 30 años ya tienen la experiencia propia de una edad sabia y avanzada y otros que con 70 siguen siendo niños inmaduros en un mundo al que se han amoldado con demasiado miedo y temo
ESTADO DE GRACIA
ResponderEliminarLos tambores suenan más allá de las montañas. Es difícil saber de dónde viene su retumbar. El paisaje es agreste y difícil de traspasar. ¿Dónde estamos? Quizás nos hayamos perdido y ninguno de los dos sabemos cómo salir del laberinto. Tan sólo el retumbar de los tambores más allá de las montañas. He descubierto que tú eres mi rostro, quizás la entrada misteriosa a mi mismo ser. Quiero mirarte en este paisaje de maleza laberíntica para así no tener más salida que tu rostro. A través de tu rostro encuentro vida a pesar de la confusión y la desesperanza. Es extraño que la vida pueda resultar tan extraña, tan inmersa en una tonalidad musical que nos transporta hacia lo profundamente desconocido. Los sonidos de tambor son potentes, demasiado potentes. Reclaman un tiempo primigenio que también es el nuestro. Coexistencia de todo tiempo. El pasado, presente futuro es un mismo tiempo que coexiste ahora en forma de espacio sin límites. Podría ser todo normal y prosaico y entonces sería tan sólo utilizar el lenguaje adecuado para describir la situación y así encontrar las coordenadas, pero estamos hablando de otra cosa; nos están ocurriendo otras cosas y no encontramos el lenguaje adecuado. Quizás sea mejor hablar con nuestros rostros y nuestros gestos para alcanzar significados desplazados. ¿Es por aquí? Sigamos por aquí. Hay una senda, pero he ahí que ya se diluye y difumina en muchas opciones y en muchas direcciones. Sigamos at random. Sigamos al azar. Todos los caminos han de llegar a la gran ciudad de eterna oscuridad. Nos habremos de introducir en las tinieblas cogidos de la mano y bajo la luz de nuestra imaginación. Lo importante es vencer el miedo. Los latidos de los tambores seguirán sonando más allá de las montañas, de los desiertos y las selvas.... es cuestión de seguir e ir percibiendo las tonalidades del crepúsculo que poco a poco irá apareciendo al salir de la ciudad.
He ahí de nuevo tu rostro y el horizonte se abre a una esperanza ilimitada. Esperanza ilimitada: ese es el estado de gracia que la religión nos ha robado, secuestrado y encerrado... Rostros que se fusionan, se unen, se entrelazan. Sigamos: este será el camino.
Nueva ciudad. Nos hemos tropezado con una nueva ciudad. Sus calles están limpias. hay limpieza y brillo en sus aceras y edificios. Los colores son discretos. De tonalidades claras. Los habitantes visten con sencillez y parecen gentes amables. Sencillas, educadas en el trato. Parecen gente que se enorgullecen de su limpieza, higiene y sencillez. La ciudad está ordenada y sigue un orden lineal y geométrico. Hay un fuerte sentido de la proporción. No hay lugar para el exceso ni para lo caótico. Limpieza, orden, higiene, moderación equilibrio. Nos sentamos en un parque viendo jugar a los niños y nos sorprende la ausencia de agresividad en sus juegos.
ResponderEliminar"Es un orden casi matemático," dice Nilam "parece la encarnación de una idea matemática adaptada a una sociedad. Siempre me pregunté si no sería posible algún día alcanzar un orden matemático de la moral y la política."
"Quizás sea un orden puritano," respondí yo, "el puritanismo protestante aspiraba a esta moral de limpieza, de claridad, de brillo; de almas equilibradas en una moral de texto bíblico expurgado de toda imagen, de toda idolatría, de todo barroquismo, de toda confusión y caos de espíritu. Una ciudad que como un texto bien impreso sus líneas van en línea recta además de resaltar el negro en su trasfondo blanco. Clara demarcación de márgenes y sin comentarios que entorpezcan la lectura del texto puro..."
Seguimos caminando por esa ciudad de infinito sosiego. Nilam no dejaba de sonreír saludando a unos y otros que jamás rehuían la mirada. Vimos un templo de muros sobrios pero elegantes. Decidimos entrar. Las paredes estaban desnudas de cualquier ilustración o escultura. Todo invitaba al recogimiento interior. El altar era una simple mesa de mármol, pero el centro de atención del culto era el atril del libro sagrado: la lectura, la palabra, la limpieza, el orden proporcional, la canalización de los excesos; el equilibrio social absoluto: quizás la Armonía Suprema.
Volvimos a salir a la calle. La temperatura era agradablemente moderada, pero habríamos de seguir nuestro viaje. Después de un tiempo indefinido llegamos a los límites de la ciudad. A lo lejos se veían las montañas.
Lo interesante de una sociedad democrática sería que hubiera opciones de vivir como a uno le diera en gana: si hay gente que ama el comunismo y quisiera vivir como tal, pues no hace falta forzar a toda la sociedad a vivir como el comunista quiere; sino que el comunista, su familia y amigos, pues fundarían una cooperativa comunista e invitarían a mucha gente a vivir comunismo y si la experiencia fuera un éxito, pues más y más gente se convertirían al comunismo. De la misma manera se podría experimentar con otras modalidades políticas o ´socio-religiosas: anarquismo, fascismo, menonismo, cuaquerismo, etc. A quien le guste vivir de una forma u otra, pues no tiene que obligar a toda la sociedad a vivir como a él o ella les apetezca. Es curioso que este tipo de experiencias podrían ser posibles dentro del capitalismo liberal, pero no dentro de un régimen comunista o fascista... horror!!
ResponderEliminarUna sociedad democrática es aquella donde puedan convivir diversas modalidades de sociedad bajo una misma ley y con plena libertad de cambiar de una otra cuando lo veamos necesario. Si cansado estoy de vivir la experiencia comunista en el distrito Lenin, pues me cambio al distrito libertario capitalista o al distrito cristiano demócrata.
Tan atrapados estamos hoy día con las ideologías políticas como en otro tiempo lo estuvimos con las religiones. Si las religiones eran un invento lo mismo son las ideologías políticas que las han venido sustituyendo. Podríamos decir, en el lenguaje posestructuralista, que no hay nada escrito como verdad universal en ningún sitio; y, entonces tan verdad es el islamo-fascismo como el anarquismo más delirante, todo es cuestión de quien tiene el poder para imponer su verdad. Es decir: seguiríamos viviendo del cuento y del mito y al final será siempre el más hábil, el más astuto, el más psicópata quien fundará su nueva casta para vivir a costa del esfuerzo de los demás
ResponderEliminarSeguimos hablando sobre la reforma en el epígrafe de abajo titulado GRECIA.
ResponderEliminarHas tocado un punto extremadamente profundo y delicado.
ResponderEliminarPues sí, atrapados y siempre el que tenga mas poder intentará imponer su verdad a todo el mundo.
La 'validez' del sistema puede tal vez medirse por sus resultados económicos & sociales (nivel de vida' y esperanza de vida (no se el termino en espanol, pero me refiro al un promedio de anos de vida en la poblacion) y resistencia en el tiempo.
Lo que si sabemos es que en el comunismo la gente siempre admiraba la libertad de pensamiento de las democracias, esto entre la gente que le importaba mas o menos el asunto.
Lo que a mi me parece es que las democracias apoyadas por un sistema economico/social que puede asegurar un nivel de vida minimamente decenta a la gran mayoria de la poblacion (abastecimientoqvivienda) tal vez este mas estable y con menos riesgos de conflictos mayores.
Marius (Tel Aviv)