11 enero, 2015

RESPUESTA A UN BUEN AMIGO ISRAELÍ

Yo me mantengo en que hay que defender a toda costa las libertades democráticas, la separación de Iglesia y Estado con rigor. La libertad de expresión menos los casos evidentes de indefensión o crueldad contra alguien utilizando su intimidad. Estas ideas para mi son innegociables. No valen pretextos de victimización, de menos o más integración, etc. Añade a eso que todos, absolutamente todos, salvo que padezcamos de alguna
minusvalía mental; tenemos una responsabilidad moral por nuestros actos. Quien elija ser jihadista lo hará con toda la responsabilidad que ello implica. No se puede escudar en victimismo alguno. Lo mismo cualquier extremista de extrema izquierda o fascista de derechas. Es la única manera de salvaguardar nuestra civilización y de centrar el problema donde hay que centrarlo: responsabilidad individual, la ley igual para todos, derecho a toda acción política que conlleve mayor justicia y dignidad humana. Matar indiscriminadamente a la gente es un horror venga de donde venga, sean palestino o israelíes, sean jihadistas o mafiosos, da lo mismo.

PS.- ATENCIÓN a los que escribáis comentarios: una vez escrito COPIADLO PRIMERO antes de enviarlo. A veces suele no publicarlo LA PRIMERA VEZ, pero sí a la SEGUNDA. Gracias.

31 comentarios:

  1. DESDE PENNSYLVANIA (EEUU) RECIBO ESTE COMENTARIO SOBRE UN ARTÍCULO DE LA LNE TITULADO EL DERECHO A LA BLASFEMIA. http://www.lne.es/opinion/2015/01/11/derecho-blasfemia/1697059.html

    Interesante artículo, que lleva a muchas reflexiones, especialmente en las masacres que se llevan a cabo contra gentes que son diferentes, etnia, género o en modos de elegir.
    Yo admiro, sin embargo, el hecho de que en EE. UU. no se puede ofender a nadie, ni discriminarlo en base a la religión, orientación sexual, etc.
    Por ejemplo, se castigan pintadas antisemitas en cementerios judíos, o pintadas anticatólicas en cementerios católicos. ¿Son libertad de expresión esas pintadas?
    ¿En que se diferencian esas pintadas de las "pintadas" de las de "Charlie Hebdo"?
    Y ojo en principio de libertad de expresión es inviolable, pero ¿cuándo esa libertad de expresión contribuye al "hate crime"?
    ¿Dónde acaba la ley y empieza la ética?

    M.D. University Bucknell. Lewisburg. PA. USA

    ResponderEliminar
  2. ATENCIÓN a los que escribáis comentarios: una vez escrito COPIADLO PRIMERO antes de enviarlo. A veces suele no publicarlo LA PRIMERA VEZ, pero sí a la SEGUNDA. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, a reflexionar toca. Dibujar en un periódico de humor unas viñetas irreverentes contra Mahoma y publicarlas, es algo muy diferente a coger esas viñetas, llamar a casa de un musulmán, apuntarle con una metralleta y metérselas por el morro diciendo: ¡toma Mahoma!; ¡toma libertad de expresión!
    En el primer caso la gente, el público, puede optar a) por no comprar la revista y, por lo tanto, no tiene por qué ver tal irreverencia. b) en caso de sentirse ofendido por haber ofendido su religión, tiene la opción de manifestar su ofensa por los medios de difusión: dejar claro cómo se siente y lo que piensa de tales dibujantes. Puede calificar las caricaturas de mal gusto, grosería, cosa de cerdos, etc. c) la comunidad que se sienta ofendida por la clave en humor de tal ofensa puede mostrar su rechazo, su disconformidad, etc.

    En el segundo caso: a) la persona o comunidad es amenazada directamente sin tener opción a escoger el no tener que ver tales viñetas. El hecho en sí es delictivo porque atenta y viola la intimidad y privacidad de una persona o comunidad bajo amenaza; sin opción a elegir el verlo o no verlo. Se trata de una imposición de ideas, o de burlas, etc.

    El caso de las pintadas en el cementerio judío o musulmán es el segundo caso. Alguien irrumpe por la fuerza y físicamente agrede símbolos o propiedad de una persona o una comunidad. Se fuerza a dichas personas o comunidad a tener que ver el insulto y sentirlo en las mismas "carnes" de su sentimiento. Se trata de un acto de imposición por la fuerza, de insultos sin posibilidad de evitarlos o "no comprarlos". Es una imposición y por lo tanto un delito.

    ResponderEliminar
  4. Para que haya libertad de expresión tiene que haber a) la misma libertad y condiciones de igualdad tanto a la hora de publicar o decir lo que haya que decir, como a la hora de replicar y mostrar crítica y disconformidad. b) Lo cual implica que no tiene por que haber coacción alguna; uso de la fuerza (física, moral, etc) o privilegio alguna por una parte en menoscabo de la otra.

    En Estados Unidos la Civil Liberties Unión defiende la libertad de expresión en estos términos y ha ganado cantidad de casos en cosas similares o parecidas a Charlie Hebdo.

    ResponderEliminar
  5. Prueba del absoluto:

    Si el límite de la libertad de expresión fuese limitado por la ofensa del otro ante una crítica, entonces sería imposible tal libertad de expresión: siempre va a haber alguien que se ofenda por cualquier idea que no sea la suya. Todos tendríamos que callar.

    En las dictaduras sólo es aceptable la idea o ideas que marque el dictador de turno, con lo cual solucionado el problema.

    Si dejamos que una religión o ideología política marque los límites de lo correcto o incorrecto, lo reverente o lo irreverente, entonces nos replegamos al gusto parcial de ciudadanos X, en detrimento de ciudadanos Y.

    Si yo estoy en una reunión con gente o en una fiesta con amigos, etc; y, de repente alguien comienza a faltar al respeto de mi condición de negro o de judío o de protestante o de católico o de comunista o de blanquito; y, además lo hace con sorna, como insulto, como broma, etc..., entonces estamos ante una conducta indeseable, forzada, un acto de coacción y de provocación llevado a cabo con alevosía.

    Pero si yo estoy en un debate sobre religión, o sobre racismo, o sobre política, o sobre sexo; sé con antelación a qué ideas puedo estar expuesto y ya iré preparado y además estaré en igual de condiciones que mis ponentes o contertulios, etc. (Suponiendo que haya educación y te dejen hablar, cosa que en España es muy raro).

    Podemos ir añadiendo más cosas y más objeciones...

    ResponderEliminar
  6. Interesante polémica en el New York Times sobre este mismo tema. No parece fácil. El debate es complicado.

    http://www.nytimes.com/roomfordebate/2015/01/10/when-satire-cuts-both-ways/in-unequal-an-world-mocking-all-serves-the-powerful

    http://www.nytimes.com/roomfordebate/2015/01/10/when-satire-cuts-both-ways/to-fear-offense-or-reprisals-is-to-surrender-our-values

    http://www.nytimes.com/roomfordebate/2015/01/10/when-satire-cuts-both-ways/terror-has-already-led-to-self-restaint

    http://www.nytimes.com/roomfordebate/2015/01/10/when-satire-cuts-both-ways/freedom-of-speech-not-freedom-from-consequences

    ResponderEliminar
  7. Un serio problema que ya estamos viviendo es, ya no la cuestión de las viñetas, sino la misma crítica intelectual al islam. El terrorismo islámico ya está deformando la libertad de expresión en este sentido también.

    Unu de Xixón

    ResponderEliminar
  8. OFENDER

    Efectivamente, hay entre nosotros gente perteneciente a comunidades muy primitivas, donde imperan códigos de honor, ofensa, venganza... superados en Occidente desde hace siglos. Unos códigos de conducta que bien pudiéramos llamar bárbaros, sin exageración ninguna.

    Hay muchas cosas que, entre nosotros los occidentales, son normales y triviales, y ya no escandalizan a nadie. Pero para esas comunidades primitivas, cualquier crítica o hecho para nosotros trivial puede constituir una ofensa imperdonable, que solo se puede lavar con sangre. Ejemplos, a decenas.

    Un consejo que parece obvio es andarse con cuidado con las críticas o caricaturas, mientras entre nosotros vivan esas comunidades, puesto que algunas "ofensas" pueden desencadenar la ira sangrienta de sus elementos más violentos y decididos.

    Si las autoridades de las naciones occidentales hubieran actuado con energia en su momento, ahora no habría entre nosotros comunidades que nos son culturalmente enemigas; más todavía, que nos odian profundamente por lo que somos. Pero el hecho es que las hay, y que sus miembros, en Europa, se cuentan ya por millones.

    Solución: ¿Habrá que acostumbrarse a no ofenderlos y andarnos con sumo cuidadito? Las ofensas de las cuales ellos se pueden quejar son innumerables, y habrá que tenerlas en cuenta todas. Y no pongo ejemplos para no aburrir y porque están en la mente de todos. Movernos con prudencia y precacución, como en campo minado, será una limitación a nuestra forma de ser y de expresarnos, pero ¿la daremos por válida, puesto que es en aras de una buena convivencia?

    Cualquier otra solución que no sea contemporizar con ellos, adaptarnos a sus leyes y costumbres, respetarlos escrupulosamente, tolerar sus imposiciones, etc. serà vista como xenófoba o incluso racista. Imaginad, por favor, otras soluciones, por muy democráticas y liberales que sean: detrás aparece la sombra de Hitler, y su puesta en práctica desatará críticas feroces en muchos sectores de la misma Sociedad occidental.

    Así que, a ver, se admiten sugerencias de solución.

    Cuetu

    ResponderEliminar
  9. RESPETO

    A veces escribí, en foros diversos, críticas negativas sobre diversos textos de la Bíblia, Antiguo o Nuevo Testamento, poniendo en relieve sus contradicciones, su absurdidad o la mentalidad bárbara que subyace en ellos. Todo desde un punto de vista de no creyente (llamado por algunos "ateo").

    ¿Podría hacer yo lo mismo con el Alcorán? ¿Criticar intelectualmente y públicamente sus incongruencias o cosas absurdas y bárbaras que contiene? Me temo que sería muy arriesgado, puesto que mucha gente perteneciente a esas comunidades bárbaras que viven entre nosotros iba a considerar tal hecho como una ofensa imperdonable, que solo se puede lavar con sangre. El mismo hecho de ser no creyente (es decir, "ateo"), es sabido que para ellos constituye una blasfemia tan gorda que solo se puede lavar con la muerte del no creyente.

    Es decir, que, en la práctica, hablar o debatir sobre los contenidos de su religión será (YA LO ES) un tema tabú entre nosotros los occidentales, que inducirá a muchos intelectuales a la autocensura. ¿Quién será tan valiente (o tan temerario) para atraer sobre su persona la ira vengativa de los elementos más violentos y decididos de esas comunidades? Recordemos a Theo Van Gogh.

    De manera que una parte importante de la Sharia ya es vigente entre nosotros. ¿Debemos aceptar esto como un bien, puesto que nuestra autocensura, el vivir ya en cierta manera bajo la Sharia, contribuye a la buena convivencia con los bárbaros? Más todavía y para mayor seguridad: ¿Deberían promulgarse leyes que prohiban cualquier crítica del islamismo? Con una ley así, en la línea de la Sharia, se evitarian muchas ofensas, y nosotros mismos los occidentales nos encargaríamos de castigar a los BLASFEMOS, evitando que entren en acción los elementos violentos antes citados. Si en Francia hubiera habido esa ley basada en la Sharia, por ejemplo, se habría salvado la vida de unas cuantas personas.

    ¿Que no os gusta vivir bajo la Sharia, sinó bajo los Derechos Humanos y las libertades democráticas? Pues si esta situación no os gusta, ya me direis qué alternativas quedan. ¿Hay alguna, realmente practicable?

    Cuetu

    ResponderEliminar
  10. Yo lo que deduzco cuando os leo es que ellos tienen las cosas muy claras y nosotros no.

    C.P.

    ResponderEliminar
  11. Hay diferencias fundamentales entre el islam y la cultura laica o cristiana europea y esas diferencias no van a desaparecer por mirar a otro lado y ser majos. El islam dejaría de ser islam si tuviera que aceptar el laicismo occidental: separación de religión y estado es simplemente inaceptable para los musulmanes de toda tendencia, salvo una excepcional minoría. Yo hasta diría que la civilización musulmana y la europea son tan radicalmente distintas que es cuestión de quien gane la guerra solapada a corto o largo plazo. Para los más fanáticos violentos la vía es el terrorismo; para el resto del islam será cuestión de tiempo y de inevitable influencia y poder de números, pero el islam nunca cederá a sus sagrados principios: nunca Islam y laicismo conjugarán.
    Este modo de ver el problema es políticamente incorrecto, pero es el más realista. ¿Qué pasará en el futuro?
    Pasará que:

    a) Durante años seguiremos los europeos en la ambivalencia respecto al islam: resaltaremos al sector "moderado" o supuestamente "laico" del islam y nos haremos a la idea de que todo ha de marchar bien; mientras tanto seguirá habiendo atentados de vez en cuando como hasta ahora o a saber. Mientras el islam irá creciendo por fuerza de nacimientos o conversiones o más inmigración. La integración será muy pequeña. Algunos jóvenes musulmanes se distanciarán de su religión, pero no la mayoría.

    b) Esto daría lugar a que en un par de generaciones el islam podría ser mayoría en muchos municipios países como Francia, Holanda, Alemania, España, etc. Políticamente hablando las democracias se irían replegando a las necesidades de una población musulmana o islamizada. Los partidos tendrían en cuenta ese "pool" de votos tan importante y es posible que las sensibilidades demagógicas se tornen a favor de más legislación a favor de los musulmanes y más espacios públicos bajo legislación islámica. Esto ya lo dijo Oriana Fallaci en su día y fue condenada por la socialdemocracia europea y la izquierda y mucha derecha con gusto y placer. Nadie quiere oír la verdad de esa forma, sin disimulo alguno. También nos lo dice el premio noble de literatura 2001 V.S. Naipaul el cual dedica un libro de viajes a describir cómo los países que reciben el islam se desarticulan y se desraízan para pasar a parámetros de cultura árabe-coránica, lo cual crea dislocaciones, violencia, etc. Nos habla de Indonesia, Filipinas, India y otros..

    c) Puede que se den brotes de movimientos fascistas o nacionalistas europeos o, mismamente una fuerte radicalización de los partidos democráticos a favor de la democracia laica y constitucional liberal; pero siempre habrá un sector que simplemente por llevar la contraria a sus oponentes, se harán aliados del multiculturalismo comprensivo, dialogante; siempre habrá zapateros llenos de bondad. La sociedad europea podría radicalizarse de forma no deseada y con brotes de violencia incontrolada; pero todo esto no va servir para nada: el islam ganará la "guerra" de forma constante y con la tranquilidad que da el saberse con la única verdad que ha de gobernar el mundo. Sus huestes más fanáticas seguirán "castigando" ofensas y demás blasfemias, hasta que llegue casi a ser normal.

    Mi idea fundamental es que el Islam va a ganar en Europa a largo plazo. Hemos de hacernos a la idea de que Europa no tiene las ideas, ni la energía para neutralizar una religión que cuenta con demasiado entusiasmo y muchas ganas de ganar la contienda cristianismo-islam. Nuestro razonable y civilizado sentido de la política y la sociedad civil, nos impide llegar a otra barbarie. Es un problema sin solución para nosotros.

    ResponderEliminar
  12. He aquí una reseña sobre el libro mencionado de V.S. Naipaul:

    "Entre los Creyentes" ("Among the Believers") es una crónica del víaje que realizó en el año 1979 por Pakistan, Iran, Malasia e Indonesia. Naipaul eligió estos países por ser tierras ajenas al nacimiento del Islam, al cuál el considera como inherente a la cultura árabe. Serían, según Naipaul, países que han renegado de su propia cultura para adoptar la religión de Mahoma. La tesis del libro consiste en que el renacimiento del islamismo como política no se habría debido a una fuerza interna, sino que habría consistido en una reacción a lo que denomina "La civilización universal". Naipaul consideró que estos países por una parte combatían la cultura materialista y moderna, mientras que por otro lado dependían de ella. Se trataría así de sociedades que pretenden aprovecharse de la técnica moderna, pero que rechazan la cultura que ha permitido desarrollarla. Naipaul desarrolla aquí ideas que se vinculan con una célebre conferencia suya ("Our Universal Civilization"), y que cimentarían su fama de ser anti-musulman y despectivo hacía los países en vías de desarrollo. Es interesante señalar que Naipaul se hallaba en Teherán cuando tuvo lugar la toma de rehenes en la embajada norteamericana, acontecimiento que es referido en este libro.

    http://es.wikipedia.org/wiki/V._S._Naipaul

    ResponderEliminar
  13. Todo ello no evitará que siga habiendo manifestaciones por parte de muchos musulmanes europeos a favor de la democracia o actos de solidaridad ecuménica, etc.. Los gestos nunca van a faltar, pero serán eso: gestos muy oportunos que para nada van a frenar la marcha imparable del islam.

    ResponderEliminar
  14. Veremos también el uso extensivo y equívoco del concepto xenofobia. Cualquier crítica intelectual y en aras de la libertad de expresión democrática podrá ser tildada de xenofobia; sin parase mucho a distinguir lo que es realmente xenofobia de crítica. El oportunismo político no tiene escrúpulos a la hora de justificarse. La autocensura sobre el islam se hará una práctica generalizada en los medios de comunicación europeos. Podríamos hacer un debate también sobre lo que es xenofobia y racismo y crítica de ciertas barbaries no importa de donde vengan, pero que también vienen del islam.

    ResponderEliminar
  15. Totalmente de acuerdo amigo, la responsabilidad individual es algo absolute y no negociiable, y la democracia hay que defenderla con dientes, y sin compromisos o pretextos. Esto a nivel tactico, a nivel estrategico hay que que analizar los fenomenos y deccidir cómo actuar para defender esta sociedad de la violencia extrema e dictadura.

    El articulo de Eduardo Jordá arriba mencionado y comentado por M.D. esta muy bien a nivel tactico, lo que no puedo entender por que la condenas blandas, y cautelosas, sera miedo, sera otra cosa, no lo se pero sé que esta muy mal, y la gente gente horrorizada por la violencia no entenderá nada si no se dice claramente: No a la violencia y extremism. Esto no pasa en general en Estados Unidos,, ¿por qué en Europa las cosas estan siempre a medias?

    M. W. (Tel Aviv)

    ResponderEliminar
  16. Que muchos musulmanes consideren una gran ofensa una representación de Mahoma, es un asunto de esos musulmanes. No es un asunto del resto de la sociedad. El "Charlie Hebdo" no se publica en ningún país musulmán, se publica en un país laico donde hay libertad de credos y donde la gente no se ofende por gilipolleces de este tipo.
    Mi opinión es que es muy difícil ningún diálogo con gente que se ofende por la representación de un personaje. No podemos ser esclavos de este tipo creencias. Si ellos lo creen, allá su problema.

    E.L.

    ResponderEliminar
  17. La cuestión que se debate es, en realidad, el concepto de ofensa.

    En el ámbito de las relaciones personales, la ofensa se mide por la delicadeza en tales relaciones, por la educación, etc. Yo, para no ofender a alguien con quien me trato, procuraré hacer cosas como no sonarme haciendo ruido, no masticar con la boca abierta, no tirarme pedos o incluso no enseñar un retrato de Mahoma a un amigo musulmán.

    Ahora bien, yo creo que aquí estamos hablando de materia jurídica. ¿Cuándo la ofensa es denunciable para ampararse en el ordenamiento jurídico vigente? Hay legislación al respecto. La línea que separa la ofensa de la no ofensa, jurídicamente hablando, no es muy clara, y depende a menudo de la interpretación del juez.

    En todo caso, hay cosas de sentido común en nuestras sociedades. Por mucho que a alguien le resulte ofensivo que yo mastique con la boca abierta, no hay ninguna ley que lo prohíba (ni tirarme un pedo). En nuestras sociedades, los retratos normalitos y corrientes no son ofensivos, de ninguna manera. Un retrato de Mahoma (ya no digo una caricatura) puede resultar ofensivo a un mahometano, pero es problema suyo. No hay ninguna norma social general ni ninguna ley que prohíba hacer retratos de nadie. Y esto es tan elemental, que renunciar a ello porque algún PURITANO se ofenda, es rendirse a las gilipolleces.

    Si alguien publica un cartel que ponga "Fulano de Tal es un cerdo" o su retrato con una pistola apuntándole en amenaza de muerte, eso nuestro sentido común nos dice que es una ofensa, y como lo dice la ley también, vamos y lo denunciamos. Jamás iríamos con un alfanje a rebanarle el cuello, por supuesto: iríamos al juzgado.

    En España (Francia, Italia, Cataluña, etc.) los códigos de comportamiento social son muy abiertos, y el concepto de ofensa no coincide en absoluto con el que están vigentes en colectivos como los musulmanes, cuya tolerancia a la ofensa es mínima. Son sus códigos, NO LOS NUESTROS. Así que no cabe otra cosa que exigir QUE NOS DEJEN EN PAZ CON SUS GILIPOLLECES. Nosotros no vamos a sus países a decirles que coman jamón en Ramadán: pues ellos no tienen ningún derecho a que asumamos su sentido de ofensa.

    Y ya está, hombre.

    Konstantínos

    ResponderEliminar
  18. Pilar Rahola en entrevista.

    http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2015/01/13/quintano-casablanca-bogart-urbaneja-podemos-franco-rouco-pilar-rahola-islamismo.shtml

    ResponderEliminar
  19. A lo mejor no hay tal fe en el Profeta y lo que hay es sólo un nihilismo perverso que busca encontrar sentido en la estupidez más demencial como forma de dramática y asesina de decir: fuck you al mundo en general y en especial a Europa y Francia. A veces me pregunto si es posible creer en el Profeta o en nada, desde el momento en que se puede cuestionar toda creencia aunque sólo sea mentalmente para uno, para sí. Quizás el haber vengado al Profeta no fue más que un show de burla ante una Francia racionalista y atea. Una obscenidad deliberadamente nihilista, sin-sentido, perversa. Como si en su interior dijeran: "Qué carajo me importa a mí el Profeta ni nada de estas chorradas, lo que me importa es haceros ver lo que os odio hasta la muerte en nombre de un Profeta que no tiene sentido alguno. Tan sólo por eso."
    Quizás ya eran hombres muertos en vida.
    La mente de los hombres puede ser muy malvada.....

    ResponderEliminar
  20. Personalmente nunca me gustó faltar al respeto a nadie ni en sus creencias ni en nada. Es sabio saber dónde están los límites en las relaciones con las personas. Cada persona merece la máxima dignidad y respeto.
    Pero otra cosa son las ideas. Las ideas pertenecen a todos desde el momento que son públicas y circulan como si fueran entes independientes y en sí mismas. Las ideas circulan ya desligadas de cualquier propiedad privada y se hacen patrimonio de todos.
    Por tanto las ideas no deberían de aceptarse de forma pasiva, sino activa. Deben de ser activadas según nuestros criterios, nuestro razonamiento y crítica y luego también nosotros las lanzamos al aire para que vuelen y otros se hagan con ellas y hagan lo mismo.
    Cuando se hace buena crítica se habla de ideas, de entes de pensamiento; no de personas concretas.
    Pero hay ideas que son capaces de adquirir literalidad en la mente y entonces cuando son criticadas se desgarran en el cerebro como si fueran películas de cemento adosadas con cola y arrancan consigo un dolor de ira e indignación supremas y hay peligro a la vista.
    Hay literalidad y la literalidad conlleva realidad y fuerte sentimiento.
    Curioso, curioso. Si nos diéramos cuenta que en realidad no poseemos nada....

    ResponderEliminar
  21. Si el/la protestante se diera cuenta de lo absoluto de su salvación en Cristo, no habría ni Charlies Hebdos, ni Profeta mahometano que pudiera molestarle. Quien ha sido absorbido por la cruz de Cristo las cosas ya han sido sacudidas en su misma raíz y significado. Ahora solo se trata de vivir en un infinito de territorios desconocidos. He ahí la resurrección. He ahí: El justo por la fe vivirá.

    ResponderEliminar
  22. Pablo tenía razón: eel meollo es la Cruz de Cristo, pero mucho me temo que no fue capaz de llevarlo a su última conclusión durante su vida.

    O quizás sí y muchas intercalaciones no son más que las intercalaciones de posteriores curas. Siempre los curas han de poner las cosas en su sitio.

    Porque hay un meollo en Pablo que no es más que la Cruz de Cristo en todo su absoluto; pero luego hay dudas y tropiezos y obligaciones religiosas propias de curas y profetones.

    ResponderEliminar
  23. Pilar Rahola hace diferencia entre civilización y barbarie y coloca la barbarie en todo aquello que va contra la dignidad humana y su libertad. Entonces incluye en el concepto de civilización a todos aquellos que coinciden en esas premisas básicas, incluidos los musulmanes que son civilizados bajo esta definición. Serían bárbaros o barbarie todos aquellos que practican la barbarie, y entre ellos, como entre gente de Occidente también (fascismos, grupos violentos, etc), pues también sectores de la religión musulmana. El concepto de islamofobía sin embargo va a tratar de ser extensivo a cualquier crítica al islam en sí. Ojo a esto y hemos de ser muy combativos a la hora de ajustar bien qué es islamofobia o cualquier xenofobia. Ojo, que hay mucho buenista que se va a agarrar ahí como manera de imponer su equivocada compasión con los pobres.
    Rahola, en mi opinión, sigue siendo muy optimista con el Islam. El problema es que la mayoría del islam la constituyen beatos intransigentes y literalistas; mientras que una minoría, muy minoría, trata de librarse de estos puritanismos. Entiendo que estratégicamente hablando conviene ensalzar y hasta exagerar ese islam civilizado, pero la realidad es la que es.

    ResponderEliminar
  24. O quizás el islam sea la máquina de guerra de intereses muy concretos y con mucho dinero: Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Omán, Irán, la Turquía de Erdogán. Al final mucho poder espiritual no es más que la ambición de mucho interés político y económico. Pero quien lo vive lo vive así: como problema espiritual puro y duro.

    ResponderEliminar
  25. Por cierto, una pregunta: ¿habéis oído a alguien de Podemos o de IU pronunciarse sobre este problema del terrorismo islámico y el Islam? Yo por ahora no.

    ResponderEliminar
  26. LEY ISLÁMICA Y EUROPA (Publicado por La Nueva España el 18-1-15)

    Creo que de alguna manera en Europa ya estamos condicionados por la ley islámica. Todos sabemos a qué nos exponemos si se nos ocurre criticar el Islam, al Profeta, al Corán en público. La ley islámica que rige en la mente de la modalidad fascista del Islam ya nos condiciona a tener cuidado con lo que decimos en todo lo referente a su religión. Procuraremos desde ahora en ser muy cuidadosos en nuestros artículos, declaraciones, etc., siempre que nos refiramos al Islam. Nos autocensuraremos a la hora de referirnos a esta religión, y si lo hacemos lo haremos de forma muy respetuosa y midiendo siempre el grado de ofensa que podamos infligir a esta excepcional religión. Con otras religiones, sobre todo las cristianas, pues seguiremos siendo críticos, nos burlaremos o blasfemaremos de la manera que nos apetezca sobre sus figuras centrales; nos reiremos de sus doctrinas y relatos comecocos y alienantes, sin problema; o haremos investigaciones serias sobre la historicidad o no historicidad de sus mitos. No pasa nada y nada tiene que pasar en una sociedad libre y democrática que ha sumido la libertad de expresión como lo más propio y natural. No así en cuanto al islam, pues no sabremos nunca a qué fatwa estaremos expuestos que decida aplicar la sharia correspondiente a nuestra blasfemia.

    La modalidad fascista del Islam cree que la violencia terrorista bien aplicada y sin escrúpulo alguno es la mejor medicina para hacernos callar, doblegarnos y humillarnos. Aquí en España, ETA nos hizo ver también hasta dónde se puede llegar cuando no se acatan las consignas y la ideología de una minoría bien armada y financiada. Los fascismos, no importa si son de izquierdas o de derechas, se basan en la intensificación de una ideología de gran poder afectivo sobre las masas. Una religión bien implantada y con libros sagrados de fácil interpretación literal que conlleven representaciones muy claras sobre quién es el enemigo; y qué hay que hacer con el mismo; se puede convertir en una bomba de relojería para aquellos que viven en un círculo vicioso de perpetuo y fatal resentimiento. Para quienes de alguna manera la vida les ofrece más cosas y ciertas satisfacciones, estas interpretaciones sobran y el Corán y la Biblia o el Libro de Mormón pasan a ser libros de interpretación creativa y de progreso espiritual en nuestra vida diaria, la mejora en todo lo posible de nuestra vida social y de compartir esperanzas en nuestra comunidad de creyentes. Una religión que no pueda desarrollar este juego de interpretaciones ha de caer inevitablemente en la más pura paranoia literalista y entonces estamos perdidos.
    El mundo pasa a ser el escenario de polarizaciones siniestras y diabólicas. Una lucha a muerte de Dios y sus elegidos contra los infieles. No cabe duda que esta polarización e intensificación de la religión se puede convertir en una máquina de guerra a disposición de cualquier poder capaz de utilizarlo a su favor.
    No hará falta decirlo: hemos de ser valientes a la hora de combatir esta gente; no podemos dejarnos llevar por el miedo; tenemos leyes suficientes para hacer valer con fuerza la separación del ámbito civil y común de todos, del ámbito privado religioso. De no ser así, la polarización social y religiosa podría dar también el salto a sectores de la sociedad europea y esta radicalización podría resultar también fatal.
    Menos todavía necesitamos a quienes ya han decidido claudicar, contemporizar y seguir considerando al Islam como superestructura de los pobres y oprimidos, u optar por la excepcionalidad de dicha religión y por lo tanto nos privaremos de cualquier crítica, no vaya a ser que ofendamos a alguien.

    Vital de Andrés

    ResponderEliminar
  27. TERTULIA TEOLÓGICA HOTEL RAMIRO II
    TEMA: CARICATURAS DE MAHOMA Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

    Vital de Andrés

    Personalmente nunca me gustó faltar al respeto a nadie ni en sus creencias ni en nada, esa es mi base ética como cristiano. Es sabio saber dónde están los límites en las relaciones con las personas. Cada persona merece la máxima dignidad y respeto. Pero la libertad de expresión es un concepto y práctica democrática que hay que analizar bajo parámetros que van más allá de mis gustos personales y que yo comparto. Para mí no es problema el que una revista como Charlie Hebdo publique caricaturas o chistes sobre Mahoma o sobre el Jehová judío y cristiano. Pero para muchos colectivos sí lo es: no sólo los musulmanes, sino también los gays, las feministas con el tema mujer, los símbolos patrios para muchos patriotas; cuidado con dibujar al rey en ciertas formas, etc.. Los testigos de Jehová te la pueden armar gorda si les dibujas de ciertas maneras o ridiculizas sus doctrinas. Ahí saldrían conceptos penalizados, tales como discriminación, xenofobía, atentado contra símbolos, etc. Podemos decir de alguna manera lo siguiente: je suis Charlie, pero sólo cuando me conviene y cuando va dirigido el sarcasmo contra mis enemigos ideológicos.
    Entiendo lo que significa libertad de expresión en una democracia y no tengo ningún problema con ello. Mi fe es lo suficientemente segura, y quizás madura, como para sentirme ofendido por lo que publican unos humoristas en su revista. Si hay algo en esa revista que me vaya a ofender pues lo que he de hacer es no comprarla, no mirara para ello y nada más. Si por alguna razón me tienta el asunto por considerarlo de mal gusto o moralmente reprochable, pues tengo la opción de criticarlo escribiendo un artículo en algún periódico o incluso poder ridiculizarlos por algún medio. Pero jamás se me va a ocurrir matar a nadie o intentar prohibir nada. La libertad de expresión no conlleva ninguna coacción por ningún lado y, se entiende, que todos estamos en las mismas condiciones de igualdad para replicar, criticar, rechazar en público, aceptar, etc. Además mi fe conlleva no forzar a nadie a mis creencias ya que cada uno es libre de creer lo que le venga en gana siempre que su conducta se atenga al respeto mutuo democrático basado en la ley. Teológicamente entiendo que el cristianismo no tiene como objetivo conquistar el mundo. Sobran entonces proyectos políticos específicamente cristianos para imponer mi religión a los demás; y, menos, fanáticos proyectos de lucha armada al estilo el Yihadismo o nuestro pasado europeo.
    No se puede confundir libertad de expresión con agresión o imposición o insulto. Por ejemplo, dibujar en un periódico de humor unas viñetas irreverentes contra Mahoma y publicarlas, es algo muy diferente a coger esas viñetas, llamar a casa de un musulmán, apuntarle con una metralleta y metérselas por el morro diciendo: ¡toma Mahoma!; ¡toma libertad de expresión! En este caso lo que estoy haciendo es recurrir a la coacción y la fuerza para imponer mis ideas a los demás. Otro tanto ocurre si yo voy a un cementerio judío o musulmán o católico y me pongo a pintar frases de odio e insultos en las tumbas. En este caso alguien irrumpe por la fuerza y físicamente agrede símbolos o propiedad de una persona o una comunidad. Se fuerza a dichas personas o comunidad a tener que ver el insulto y sentirlo en las mismas "carnes" de su sentimiento. Se trata de un acto de imposición por la fuerza, de insultos sin posibilidad de evitarlos o "no comprarlos". Es una imposición y por lo tanto un delito.
    Para que haya libertad de expresión tiene que haber a) la misma libertad y condiciones de igualdad tanto a la hora de publicar o decir lo que haya que decir, como a la hora de replicar y mostrar crítica y disconformidad. b) Lo cual implica que no tiene por qué haber coacción alguna; uso de la fuerza (física, moral, etc) o privilegio alguno por una parte en menoscabo de la otra.

    (Continua abajo)

    ResponderEliminar
  28. (viene de arriba)

    Prueba del absoluto:

    Si el límite de la libertad de expresión fuese limitado por la ofensa del otro ante una crítica, entonces sería imposible tal libertad de expresión: siempre va a haber alguien que se ofenda por cualquier idea que no sea la suya. Todos tendríamos que callar.
    En las dictaduras sólo es aceptable la idea o ideas que marque el dictador de turno, con lo cual solucionado el problema.
    Si dejamos que una religión o ideología política marque los límites de lo correcto o incorrecto, lo reverente o lo irreverente, entonces nos replegamos al gusto parcial de ciudadanos X, en detrimento de ciudadanos Y. Lo políticamente correcto: muchos colectivos colectivos gay, feminismo, etc, se blindan con leyes incluso de cualquier crítica, incluso intelectual; bajo el pretexto de discriminación. Es bueno hacer chistes de hombres, pero no de la mujer, ni de maricas, etc.. Se puede ridiculizar a los catalanes o a los judíos, pero ya mucho menos a los gitanos, nos pueden denunciar. No nos extrañe que el islam busque también su blindaje como minoría discriminada y ofendida; ¿por qué no?
    Cualquier crítica intelectual y en aras de la libertad de expresión democrática podrá ser tildada de xenofobia o discriminación; sin pararse mucho a distinguir lo que es realmente xenofobia de crítica. El oportunismo político no tiene escrúpulos a la hora de justificarse. La autocensura sobre el islam, de la misma manera que se hace con otros colectivos que ya hemos visto; podría llegar a ser una práctica generalizada en los medios de comunicación europeos; no así curiosamente contra el cristianismo en general. Podríamos hacer un debate también sobre lo que es xenofobia y racismo y crítica de ciertas barbaries y barbaridades no importa de donde vengan, pero que también vienen del islam. De conseguir un blindaje como minoría va a ser muy difícil hacer crítica de estas barbaries: trato a la mujer, castigos corporales, etc..
    Veremos también el uso extensivo y equívoco del concepto xenofobia. Cualquier crítica intelectual y en aras de la libertad de expresión democrática podrá ser tildada de xenofobia; sin parase mucho a distinguir lo que es realmente xenofobia de crítica. El oportunismo político no tiene escrúpulos a la hora de justificarse. La autocensura sobre el islam se hará una práctica generalizada en los medios de comunicación europeos. Podríamos hacer un debate también sobre lo que es xenofobia y racismo y crítica de ciertas barbaries no importa de donde vengan, pero que también vienen del islam.

    ResponderEliminar
  29. Europa se justifica mucho, se trata de explicar demasiado, siente demasiada culpabilidad; se baja mucho los pantalones hacia esa gentuza fanática que mata a placer y nos desprecia como la mierda. ¿No será hora de plantar cara? ¿A qué esperamos?

    ResponderEliminar
  30. Sr. Anónimo de arriba:

    Nada que hacer. Cada persona vive en su mundo de ideas y este problema puede afectarle hasta cierto punto, más allá de ese punto la vida sigue su curso normal y prosaico y aburrido la mayoría de las veces. No moleste mucho a la gente con esas ideas, hoy día no resultan agradables a los oídos. La gente está muy preocupada con pagar su hipoteca, su alquiler, su trabajo precario o no precario pero siempre hay un jefe insoportable o menos insoportable; su vida sexual o efectiva que en muchos puede ser un infierno añadido o si no un infierno si un purgatorio en una época en que las relaciones humanas cada vez son más imposibles como dice Houellebecq. Y si entonces viene usted que si los moros de allá lejos que cortan pescuezos con saña psicopática-de crueldad-fascista-fanático-religiosa y los de acá que se organizan en escuadrones de la muerte para cultivar el gusto necrófilo de matar en nombre de un absurdo profeta del desierto; pues entonces arruina la vida de la gente normal con más preocupaciones añadidas.
    La mayoría de la gente tiene propensión a olvidar y seguir adelante con sus rutinas y sus miedos y sus mundos interiores y exteriores y procurando cobrar a fin de mes sin problemas. Enfín, quién sabe lo que podrá pasar en un futuro no muy lejano.

    ResponderEliminar
  31. XENOFOBIA

    Xenofobia quiere decir odio al extranjero y a sus cosas. Pero a uno pueden no gustarle cosas características de otra cultura y no por ello odiarlos. Uno no tiene obligación de gustarle todo lo de los otros, bajo pena de ser tildado de xenófobo. Si no me gustan ni sus comidas, ni sus vestidos, ni sus costumbres, ni su atraso, ni su concepto del honor, ni su religión, ni su supeditación de la razón al Libro, etc. etc., no por ello debo ser tildado de xenófobo, puesto que yo no los odio, ni como personas individuales ni como grupo, ni incito a que los demàs los odien. Simplemente, tiendo a apartarme de ellos, a ignorarlos, igual que tiendo a apartarme de otras personas, extranjeras o no, que no me gustan o que me son tóxicas. No tengo obligación ninguna, en nombre de ninguna corrección política, de que me resulten agradables hasta el punto de gustarme la convivencia con ellos. Eso sí, siempre afirmaré sus derechos humanos como personas.

    Cuetu

    ResponderEliminar

Antes de enviar un comentario escríbelo primero en word para conservarlo en caso de que falle el envío. Trata de que no sea muy largo, pero si quieres escribir más entonces divídelo en más comentarios con el "sigue...etc". En caso de no poder enviar por cualquier razón no descrita entonces envíamelo a rbjoraas@telecable.es y yo me encargo de publicarlo.

LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS

Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...