03 enero, 2015

LAS ESENCIAS IDEOLÓGICAS NO DESAPARECEN: EL FENÓMENO PODEMOS Y COMENTARIOS ADICIONALES SOBRE EL TERRORISMO ISLÁMICO

Una cosa que me sorprende del fenómeno Podemos es la masiva cobertura y publicitación que recibe de la mayoría de la prensa española; prensa que normalmente elude, censura o se autocensura o tergiversa, todo aquello que no le interesa o que no interesa a los poderes fácticos del momento. Podemos goza de mucha publicidad y
atención por parte de los medios por alguna razón que no es precisamente el amor al pueblo o a la verdad, o al progreso del país. Tiene que haber otras razones.
Si miramos al programa político de dicha formación veremos que vuelven a repetirse ideas que están ya muy afianzadas y establecidas en el solar español: ambivalencia moral respecto al dinero o la "usura"; rechazo al liberalismo, animadversión hacia el mercado libre y rechazo así mismo de la valoración individual a través de la competitividad y el saber hacer o emprender. Y, por supuesto: son siempre valores positivos: el comunalismo o colectivismo; la integración de los individuos a lealtades políticas e ideológicas trascendentes e incuestionables que normalmente está representadas en un solo partido, la intervención en la actividad económica con el objeto de sacar tajada para los míos o mantener un clientelismo político que perpetúe a los de siempre en el poder. Todo ello conlleva así mismo la imposición de unos valores sociales y culturales políticamente correctos que son la expresión moral y los puros prejuicios de estas ideologías partidistas o corporativistas, elevadas a través de la educación y la propaganda a valores incuestionables. La LOGSE fue la mejor herramienta para crear una generación de españoles inclinados al colectivismo y la dependencia del Estado.
Y, ¿por qué en España somos dados a estas tentaciones populistas-totalizantes?
Pues porque en España el liberalismo como práctica política de división de poder civil y poder político jamás se dio ni se aceptó como propio de nuestro país. Poder civil significa la siempre posibilidad de cuestionar cualquier ideología, cualquier dogma,
cualquier intento de imponer o administrar o regular el libre pensamiento de cualquier ciudadano. Lo cual es consustancial con la libre actividad económica que se ha de atener a unas leyes de libre competitividad sin más interferencias políticas que las necesarias para mantener los derechos humanos básicos y la dignidad humana en su máxima expresión de libertad.
Todo esto ha sido anatema en un país donde un catolicismo milenario nos inculcó hasta las cachas que el dinero es malo--menos cuando lo administraba la Iglesia a favor de sus intereses en consonancia con las clases semi-feudales que gobernaban el país y se les instaba a "hacer caridad"--; que la libertad de pensamiento era un peligro que desencadenaba la disgregación social y sólo la Iglesia mantenía una coherencia social y nacional sólida y bajo el beneplácito divino (trascendencia). Que la sociedad civil como tal ha de explicarse siempre en función de esa trascendencia que la integra como necesidad ineludible para formar una sociedad "orgánica". En la práctica esto quiere decir que la sociedad civil ha de estar siempre tutelada y controlada o bien por la religión en siglos atrás, o si no por los partidos políticos que se arrogan la exclusiva titularidad y representación del Pueblo como colectivo omnipotente.

Para este pensamiento no existe la posibilidad de que no hay trascendencia alguna que pueda regular ninguna sociedad civil, pues tal trascendencia ha quedado definitivamente cuestionada por la libertad de interpretación del protestantismo, del pensamiento crítico y los descubrimientos de la ciencia.
Es así, entonces, que el "relativismo" cultural y social en la sociedad no es más que la expresión de libertad individual y de opciones de vida que provee la sociedad liberal y democrática occidental; única en el mundo en llegar a tales presupuestos y sus consecuencias. Todo aquel que crea o asuma una trascendencia o dogma lo hará como opción particular y como libre asociación civil. Todo intento de imponer una ideología de trascendencia totalitaria o totalizante a la sociedad civil implica un retroceso o regresión a formas dictatoriales de comprender y gobernar el mundo. Digamos que sería un "cierre" al progreso o posibilidad de apertura a un devenir racional y libre de nuestras sociedades.
Yo creo que es esa la tentación en España. Ante una crisis que falsamente se atribuye al liberalismo (curiosamente, nunca las finanzas del mundo estuvieron más controladas por los estados a favor del clientelismo político), la gente recurre a los arquetipos y modos de pensamiento profundos, que en nuestro caso son los inculcados por siglos de catolicismo. Podemos, en este caso, ofrece al pueblo español la misma medicina que lleva en sus venas, la misma esencia de antiliberalismo o humanismo antiliberal que puede abarcar tanto a derechas como a izquierdas, sobre todo si una parte importante de la población pensante y activa depende del Estado como medio de vida.

9 comentarios:

  1. Podemos como el PSOE es un invento americano. Y desde sus prejuicios creen que España es un país social-católico. Podemos lo lanzó las TV neotrotskistas. Y Trokski, no se olvide, era una criatura de Rockefeller

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  2. Bueno, es una explicación muy original, pero para que algo cuaje entre tantas personas tiene que haber terreno abonado previamente. Por mucho producto prefabricado que haya si no hay ganas de consumirlo o no responde a ninguna necesidad, es una pérdida de tiempo y dinero. Quizás sea verdad que España sí es un país social-católico que comparte con el marxismo el rechazo a las sociedades liberales.

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  3. La construcción de un Super-Estado que controle y regule la economía llevaría a la creación de muchos puestos de trabajo públicos. Cuando el capitalismo de propiedad privada, competitivo, y adaptado a un mercado global y mundial deja de ser el motor de la economía, el modelo soviético toma el relevo en su versión actualizada. Vuelta a calcular la oferta y demanda de mercados bajo unas matemáticas de locura; vuelta a los productos mediocres que no venden, pero que hay que consumir por decreto y solidaridad con el Pueblo. Unas veces se producirá más de lo necesario y se formarán stocks gigantescos de productos de poca calidad, y otras veces no se logrará producir aquello que se necesita de verdad y donde hay demanda verdadera. Pero entonces se impondrá la voluntad política del Comité Central de partido que sí sabe lo que el Pueblo ha de consumir y cuáles sus necesidades ya que el Pueblo estará ya engañado por las fuerzas contrarrevolucionarias y entonces serán necesarias medidas excepcionales revolucionarias donde el estado intervendrá por la fuerza contra las fuerzas contrarrevolucionarias que de seguro estarán escondidas por todos los rincones del país y vuelta otra vez con los campos de educación y reeducación y la pobreza torna a ser generalizada pero estandarizada. El Super-Estado recurrirá entonces a macro-proyectos de obras públicas que absorban mucha mano de obra y den una imagen de grandiosidad y progreso; ello incluirá algún viaje al espacio y la creación de un super-ejército del Pueblo capaz de intimidar, en primer lugar a las disidencias internas y luego a países vecinos. Corea del Norte nos da el mejor ejemplo de cómo puede evolucionar una dictadura comunista por necesidad.
    Hay mucha gente que cree que esto es necesario y que el mundo ha de evolucionar a una superdictadura del Pueblo donde los controles revolucionarios sean totales. Si uno come un pedazo de pan al día, pero todos comen un pedazo de pan al día, eso es igualdad pura y dura. El pensamiento ha de estar unificado y homologado con la Revolución; cualquier desviación será considerada como peligrosa y un retorno al mundo capitalista que era horrible; una pesadilla.

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  4. Pero se podrían crear empresas públicas. El dinero público una vez aumentado gracias a una subida de impuestos a los más ricos y a los que tienen nómina segura y a base de crear nuevos impuestos, pues se pondrá a trabajar creando empresas públicas democráticas y gestionadas por los mismos obreros. Los productos que salgan de estas empresas serán muy competitivos pues quienes trabajan en ellas estarán altamente motivados a hacer lo mejor de lo mejor y además serán productos dedicados a necesidades solidarias y a precios solidarios. Siendo estás empresas públicas-estatales super-competitivas pues las empresas privadas no tendrán nada que hacer y cederán su producción a lo público. Los bancos nacionalizados darán créditos de forma también justa y solidaria.
    Es así cómo los productos españoles lograrán imponerse en el mundo pues será una calidad humana y moral la que se imponga en un mundo sediento de justicia, solidaridad y ejemplo igualitario. Es así cómo afluirá el dinero a las arcas públicas del Estado y se distribuirá creando viviendas gratuitas para todos, salarios sociales generalizados; medicina y hospitales de suprema calidad para todo el mundo que cubrirán también las necesidades de toda la inmigración que venga de África sin restricción fascista alguna.
    Todo ello hará innecesaria ninguna represión ya que la felicidad y la alegría de todo el Pueblo se hará universal en todo el país primero, luego irá contagiando a Francia, China, Singapur, Mozambique, etc. Un pueblo feliz y alegre no necesitará de Policía ni de Ejército y así entonces menos gasto y mayor distribución de riqueza.

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  5. Aunque podría ocurrir otra cosa: dejar al pueblo libre de verdad. Darle una fuerte educación en responsabilidad moral, ética e individual y científico-crítica en las escuelas. Una persona que sepa hacer uso de sus potenciales intelectuales, de su capacidad de inventiva, de su creatividad artística; de sus habilidades de trabajo, pero sobre todo responsable moral de su vida y responsable ineludible de su relación con la sociedad y con la ley. Todo el mundo partiría con las mismas oportunidades de partida, también con todos los derechos y deberes sociales en condiciones de igualdad como ciudadanos.
    Ahora bien, el mercado de trabajo y de promoción social premiaría ineludiblemente a los que mejor hagan las cosas, los que mejor ideas presenten, los que sepan vender sus productos y convencer con sus obras. A nivel de sociedad civil se premiaría a aquellos cuyas fundaciones o sociedades o clubs u organizaciones vecinales aportaran las ideas más creativas; los servicios públicos y comunes más dignos y eficaces. Pero el concepto de sociedad civil aquí sería el protagonista: cualquier ciudadano con ideas e incentivos puede sugerir la creación de cualquier actividad productiva y de acuerdo a sus gustos o prácticas democráticas o jerárquicas que les convenga: al final sería el mercado nacional o global los que habrían de premiar tales iniciativas. Las cosas mal hechas fracasarían, las bien hechas triunfarían.
    Pero también incluiría el modo de vida. Habrá gente que quiera vivir de una forma colectiva en forma de comunidades vecinales con los trabajos de intendencia: cocina, lavado de ropa, guardería, comedor, cuidado de ancianos, o incluso escuelas; financiado colectivamente; o, por lo contrario habría gente que viviría de una forma más individualista, más independiente, etc. U otras en un intermedio. Una sociedad así proveería de muchas modalidades de vida adaptadas a gustos diferentes y financiaciones varipintas.
    Habría posibilidad para experiencias de tipo anarquista: producción cooperativista en forma de kibutz con productos agrícolas ecológicos o artesanías diferentes y para todos los gustos. Otros se organizarían en forma de empresa capitalista de toda la vida con accionistas, dirección, jerarquía de mandos, etc.
    En este modelo de sociedad civil el asociacionismo sería LIBRE y voluntario y todo estaría en función de necesidades colectivas que sólo la oferta y la demanda REAL regularía. Sobrarían muchísimos políticos, muchísimos burócratas: se demostraría que la sociedad puede funcionar sin ellos perfectamente. Sobrarían intereses diferidos de ideología y de partido. Las experiencias serían siempre posibles en un mundo real, no de ficciones o promesas.

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  6. Ya he oido denominar a Tania Sánchez con Evita rediviva, así que es como para echarse a temblar.

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  7. SOBRE EL TERRORISMO ISLÁMICO

    Nos esforzamos sobremanera en hacer ver que el terrorismo islamista no tiene nada que ver con la religión en sí, sino que obedece al terrorismo per se y a intereses que en realidad no son religiosos. Esta forma de entender el terrorismo trata de ser, en primer lugar, complaciente con los países musulmanes con los que hay buenas relaciones, con los que hay intercambio económico y dependencia energética y financiera. Mucho nos tememos que empieza a ser también dependencia ideológica también. Luego están las minorías religiosas musulmanas en Europa y es comprensible que haya preocupación de que se genere una persecución contra ciudadanos musulmanes a niveles que no sería deseable en nuestras democracias. Los derechos de las minorías religiosas están protegidos como derechos civiles ineludibles. Pero a veces la ley pasa por alto muchas expresiones religiosas que de alguna manera obstaculizan o torpedean la separación de Iglesia y Estado; o, el uso privado de zonas que pertenecen al ámbito público, pero que son tomadas como prolongaciones de mezquitas, iglesias, etc.
    Pero significa así mismo obviar el poder que puede tener una religión como religión una vez que está ha sido politizada e intensificada en sus mismas creencias y doctrinas. El Corán entonces pasa a ser un arma de combate para los resentimientos más atroces en culturas donde el islam ya ha enseñado lo suficiente sobre la maldad intrínseca de Occidente y sobre las blasfemias que los mismos permiten bajo el pretexto de la libertad de expresión. También el Islam ha enseñado lo suficiente sobre la no diferenciación entre el terreno político y religioso, ya que tanto uno como otro pertenecen a Dios y se han de regir por el Corán. El Islam no ha pasado por ninguna reforma sustancial en estos aspectos.
    Por tanto la única solución a estos equívocos que pudieran surgir con motivo de interpretaciones religiosas fuertemente antidemocráticas es la aplicación de la ley sin contemplaciones. Un musulmán, como un cristiano o un mormón, tiene todo el derecho del mundo a practicar su religión como asociación civil libre y respetuosa con las leyes y la Constitución; más allá de eso no es permisible para nadie tratar de apoderarse del espacio civil y común a todo ciudadano, para imponer sus creencias a los demás como creencias únicas y universales.
    Es ahí donde habría que tener mucho cuidado y sabiendo siempre concretar en individuos que se saltan la ley en el nombre de cualquier dios.

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  8. El coeditor del Financial Times Tony Barber hace un comentario en la página web de esta prestigiosa publicación que dice lo siguiente.

    [Charlie Hebdo] has a long record of mocking, baiting and needling French Muslims . . . [This] is merely to say that some common sense would be useful at publications such as Charlie Hebdo . . . which purport to strike a blow for freedom when they provoke Muslims, but are actually just being stupid.

    (Citado hoy por Theodore Dalrymple en City Journal --January 11th 2015) con links directos a dicha website)

    En definitiva la culpa la tiene la revista humorística por insistir en criticar al Islam, cosa que este señor considera estupidez. O sea, ellos mismos se lo buscaron, viene a decir este pragmático hombre de negocios. Los negocios son los negocios, diría tomando una copa en el bar de enfrente. Lo cual nos muestra que si el Financial Times es capaz de escribir estas cosas, algo serio está ocurriendo con ciertos sectores del poder europeo con su oportunista condescendencia hacia el Islam de los saudíes, los quataríes, los kuwaitíes, etc.
    También esta la oportunista y demagógica actitud de muchos políticos europeos que en su día criticó con fuerza la fallecida Oriana Fallaci. Con tal de acaparar los votos de las minorías musulmanas se hace la vista gorda a cualquier manifestación o reivindicación musulmana sobre el cerdo, sobre la decencia pública, sobre los libros perniciosos de la biblioteca pública del barrio, sobre el burka, etc. El buenismo y comprensión de muchos políticos hacia la intolerancia religiosa que busca apoderarse de los sitios públicos para su propia regulación o uso, llega a ser perversamente anticonstitucional en muchos países. No saber diferenciar cuáles son los ámbitos civiles y cuáles los religiosos nos lleva a ceder terreno a quienes aspiran a establecer una Europa bajo la sharia y sus policías religiosos y morales. Barrios hay en algunas ciudades donde ya prácticamente funcionan así.

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  9. Pienso también en la conveniente autocensura que se aplican muchos respecto a la religión islámica. La misma persona que hace fuertes críticas contra la religión católica o el cristianismo en general y se ríe de los curas y de Dios y hace burla de los creyentes llamándolos "piraos" o irracionalistas que rayan en la locura o alienación; o se ríen de la Biblia por sus "absurdas" historias comecocos, etc.. Pues estas mismas personas te sorprenden que ante la religión musulmana guarden ciertas precauciones y hasta se ponen a la defensiva, pues por razones ideológicas principalmente de izquierdas, se ha dado por asociar religión musulmana como expresión indirecta del colonialismo, del neocolonialismo, de la lucha palestina, de la resistencia contra el Occidente malo, de resistencia de los pobres del tercer mundo contra el capitalismo depredador; de resistencia de los inmigrantes norafricanos-magrebíes contra el racismo y la integración forzada al alienante mundo moderno. Los hay que hasta defienden la postura musulmana respecto a la mujer, pues es verdad que los países occidentales degradan a sus mujeres de muchas maneras y no somos nadie para criticarlos, etc.
    Ante esta ideologización del mundo musulmán por parte de mucha izquierda, muchos han decidido que las críticas a la religión sólo se hacen contra las religiones de Occidente, pero hay que tener mucho cuidado con criticar a los musulmanes y la existencia de su dios, y a su Profeta; pues representa una ideología del pobre contra el rico cuando la viven los inmigrantes, las masas palestinas, etc. Es curioso ver esta doble moral crítica en bastante gente progresista. Si Dios es una comedura de coco para los cristianos, pues también lo será para los musulmanes; si a Jesucristo se le puede representar de mil maneras obscenas o como gay, etc; ¿por qué no al Profeta? ¿Qué doble rasero es este? ¿No significa tanta alienación religiosa lo uno como lo otro? Y si son pobres peor me lo pone usted, aquí la progresía siempre dijo que la religión es el opio del pueblo; lo que más contribuye a su explotación, se dice todavía. No así sin embargo contra la religión musulmana que parece ser lo contrario en el manual ideológico de mucho izquierdista.
    En este atentado han muerto intelectuales y humoristas de izquierdas, lo cual quiere decir que a esta versión dura del Islam, le da igual izquierdas que derechas, para ellos somos todos unos blasfemos cristianos occidentales que sólo merecemos la muerte.

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