19 enero, 2009

MRHALM

MRHALM

Sentía la necesidad de ir al lejano pueblo de Mrhalm. Hacía tiempo que mis pesadillas me llevaban a ese lugar. Mis noches de insomnio estaban quebradas por episódicos sueños en los que aparece una enorme jeta de batracio mirándome con ojos de cinismo sádico y malévolo. No lograba nunca conciliar el sueño y desde la lejanía de mi alma se oían voces lastimeras que me llamaban. Pero el batracio repugnante persistía en horrorizar mis ligeros sueños de insomne crónico. Una noche me di cuenta que cerca de la enorme jeta del repugnante humanoide sobresalía la torre de un viejo templo. Examinándola con objetividad febril pude comprobar que era el antiquísimo templo de Mrhalm. Y así surgió la necesidad de visitar ese maldito pueblo ya olvidado, pero persistente en mis recuerdos enfermizos. El templo de Mrhalm estaba dedicado a un remoto culto, si mal no recuerdo al diosecillo Krorh. Una gran estatua del diosecillo presidía el templo y ese dios era una especie de humanoide con rasgos de asqueroso batracio.

Al día siguiente me encontré con mi vecino en la escalera. Este hombre era un débil mental hacía tiempo retirado de su trabajo de matarife en el matadero local de nuestra ciudad. El hombre me saludó y como si tuviera miedo de mí se metió en su casa. Era un solterón insulso cuya única afición era masturbarse horas y horas con revistas guarras, según me decía una vez cuando subía insultantemente borracho por la escalera. Cuando estaba borracho era un ser indecente y agresivo, capaz de matar llegado el caso, ya que su vida era todo un sendero de resentimiento y odio al género humano. En el piso de arriba vivía una vieja sucia cuya casa olía a pescado putrefacto. Era una vieja medio analfabeta y mezquina, cuyo único interés era vigilar a los vecinos. Una vez cuando bajaba la basura vi que llevaba un gato muerto de hacía días a juzgar por el olor.

Tenía que ir a Mrhalm. Tendría que viajar a ese lugar inhóspito y abandonado. Quería indagar cuál era el origen de mi enfermedad, de mi malestar crónico, de mi insomnio permanente. Y, sobretodo, necesitaba saber el origen de aquella jeta de batracio que me atormentaba en mis sueños.

(continuará)

10 enero, 2009

SAMOR Y LA CÁBALA


Aquella noche Samor se puso a escribir algo pero no sabía lo que quería decir. ¡Cuántas cosas tenía en la mente que no acertaba a expresar! Pensó entonces en la mente y se paró a reflexionar sobre ella. Buscó la palabra en el diccionario y leyó: “Potencia intelectual del alma”, y luego: “Diseño, pensamiento, propósito, voluntad”, ¡Rediós!—dijo para sí!—, ahora tengo que buscar la palabra alma. Y se pone a buscarla en el mismo diccionario: “Sustancia espiritual e inmortal, capaz de entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y con él constituye la esencia del hombre”. Y seguidamente buscó voluntad: “Potencia del alma que mueve a hacer o no hacer una cosa”. Y otra definición: “Elección de una cosa sin precepto externo que empuje a ello”. “¡Date!” — pensó—, podría seguir buscando definiciones de todas las palabras mencionadas en dichas definiciones, y entonces acumularía más palabras que después tendría que buscar también en el diccionario y así ad infinitud. Podría resultar hasta un juego divertido si no fuera que no tenía tiempo para ello y además sería algo tan inútil como redundante”.

Entonces volvió a la palabra mente y visualizó la palabra en sí: la m, la e, la n, etcétera. Luego la pronunció tres o cuatro veces en voz alta. De repente se dio cuenta, mejor dicho, se sintió atrapado en un universo de letras. Fue tal sensación que no tuvo más remedio que levantarse del escritorio y dar vueltas por la habitación repitiendo palabras en voz alta con el deseo de comerlas, de masticarlas. Preparó entonces un café y se puso de nuevo a pensar. “Vamos a ver, —siguió pensando Samor—, la palabra mente me llevó a otras palabras, y esas palabras a otras, estructuradas de una u otra manera. ¿Habrá manera de salir de las palabras o del lenguaje?” Paró de pensar y cerró los ojos. Por un momento sintió un vacío absoluto, pero fue como flash interrumpido de repente por la imágenes de todo tipo, y después, inevitablemente, vuelta a las palabras, al pensamiento. “No, es imposible salir del lenguaje. Mismamente esas imágenes ya son en sí parte de un lenguaje con unos códigos de significado que no se escapan a la cultura que uno ha estado mamando. ¡Vaya, vaya! Esto es muy interesante”.

Bebió un sorbo de café y moró para el reloj: eran ya las dos de la mañana y afuera hacía un frío de temblar.

“¿Quiere esto decir que no existe ninguna esencia o sustancia más allá de las palabras en juego con otras palabras? No había, pues, fantasmas o espíritus inmateriales, se llamen como se llamen, que buscan expresión a través del lenguaje, sino todo lo contrario: esos espíritus o fantasmas los crea el mismo lenguaje. No hay nada que expresar, no hay contenidos que sacar a la luz. Nosotros mismos somos lenguaje”.

Entonces empezó a sentir un gusto especial mientras escribía. Algo así como si estuviera creando una realidad propia allí mismo sobre el papel. Releía lo que escribía y se daba cuenta de la magia y el poder de las palabras, del lenguaje. Era como una especie de cábala combinando significados, por ejemplo, la palabra bosque producía la imagen de un bosque, y avión la de un avión, y Samor entonces parecía un niño rodeado de juguetes nuevos con los que nunca iba a cansar de jugar. “Esto es demasiado—siguió pensando—. Esto también quiere decir que las posibilidades de crear significados son infinitas. Las combinaciones de letras y palabras son interminables”.

Pensó entonces en los grandes poetas de la historia de Dharmat y parecía que empezaba a comprenderlos. Todos ellos hablaban y jugaban con esta magia y creatividad del lenguaje. De repente miró a la taza de café y la tocó, sintiendo el calor que se trasmite por el sistema nervioso hasta producir una sensación agradable. Aquella sensación se estaba produciendo fuera de todo lenguaje o código cultural. Pero luego pensó: “Sí, esas sensaciones son externas al lenguaje. La luna que se ve a través de la ventana es también algo externo, fuera del lenguaje, pero cuando esas sensaciones pasan a ser palabras calor y luna empiezan a funcionar dentro de la lengua con significados muy peculiares. Por otro lado la palabra luna puede tener un significado astronómico, poético, práctico, simbólico, etcétera”. “¡Efectivamente!” —dijo de nuevo—. Y de repente le vino la palabra tropo a la mente. Consultó el diccionario y leyó.:”Empleo de las palabras en sentido distinto al que propiamente les corresponde, pero que tiene con este alguna conexión, correspondencia y semejanza. El tropo comprende la sinécdoque, la metonimia y la metáfora en todas sus variedades”. El problema con esta definición estaba en la frase del que propiamente les corresponde.

“¿Cuál es el sentido fijo o propio de las palabras? —pensó Samor—. ¿Y si no existe tal sentido fijo o propio de las palabras y todas ellas bailan continuamente al son de la música que se les toque? ¿No intenté a fijar la definición mente al comienzo de esta aventura y sin darme cuenta me vi patinando por todo el diccionario? Las palabras siempre tienden a escapar a significados definitivos, están de continuo resbalando y apuntando a otras palabras. A no ser que … A no ser que se les imponga significado definitivo y propio, cosa que ya estudiada por los nuevos filósofos de la Universidad de Dharmat, que analizan la relación entre lenguaje y poder”.

Miró entonces al reloj y vio que ya era bastante tarde. Haría mejor en dejar de darle vueltas a la cabeza e ir para la cama. Pero siguió:

“El universo como cosa-en-sí es un misterio. Lo que ahora vemos y palpamos como realidad no es más que lo que podemos alcanzar a través de lenguajes o códigos culturales. Vemos lo que estamos condicionados a ver. Filtramos los flujos de energía del universo de acuerdo con percepciones que nos han sido impuestas, o que tenemos que mantener para poder sobrevivir como gente normal y responsable. Pero nunca se alcanza un control absoluto de las personas. Jamás se logran imponer significados definitivos, dogmas eternos, metafísicas fosilizadas. Siempre surge la grieta, la crisis, otro comienzo, y el mundo cambia hacia otra cosa. Siempre siguen existiendo los discursos-sombra, las voces de los que reclaman más espacios de libertad, de los que quieren dejar de ser objetos para ser sujetos”.

Pero también las voces de los que quieren más límites, más ataduras. ¿No era esto lo que quería decir el capítulo V del libro de Eleazar de Galilea? Y se fue a la cama con la mente febril de tanta extraña emoción. Habría de comenzar su aventura cuanto antes.

07 enero, 2009

ISRAEL Y LA CONCIENCIA BIENPENSANTE EUROPEA

Mucha gente nos preguntamos qué es lo que hace que mucha gente bienpensante en Europa salga a la calle cuando Israel actúa militarmente, pero calla u otorga cuando Rusia invade Georgia o Chechenia, cuando China vapulea a los tibetanos o los talibanes machacan a sus mujeres y a su población. No hablemos ya de las masacres en Sudán y Congo o la condescendencia que se tiene con la dictadura teocrática iraní o la cubana, o si miramos un poco al pasado qué triste contemplar la conciencia bienpensante europea en su cínica indiferencia o pusilanimidad hacia las limpiezas étnicas de Bosnia-Herzegovina, o de Ruanda. ¿Qué es lo que hace que cuando Israel actúa militarmente la prensa se vuelve histérica, las fotos y los vídeos se tornan dramáticamente sangrientos contra Israel y a favor de Hamás y las conciencias bienpensantes de artistas, intelectuales, ecologistas, pacifistas; salgan a la calle a expresar su rabia, su rechazo al sionismo, al “fascismo sionista”, cuando no contra el capitalismo global depredador que supuestamente representa Israel? ¿Y por que se calla y otorga cuando las intervenciones militares provienen de Rusia o las lleva a cabo China? ¿Y el silencio que producen masacres y atentados como el de Bombay o Bali y tantos otros que nos tocaron de cerca (Madrid, Londres) pero que preferimos acusarnos a nosotros mismos en lugar de nombrar al enemigo rechazando abiertamente su ideología fanática religiosa y sus países cómplices? ¿Qué ocurre con Israel? ¿Qué representa Israel que tantas emociones suscita? ¿Qué hace que las conciencias bienpensantes sean tan susceptiblemente callejeros contra Israel y no contra muchos otros crímenes contra la Humanidad y los derechos humanos?

Porque si se ama la paz, si el objetivo es un mundo de paz y no a las guerras, estas manifestaciones bienpensantes tendrían que incluir el rechazo a Hamás y a sus ataques indiscriminados contra la población civil de Israel. Las manifestaciones pacifistas tendrían que ser ecuánimes a la hora de rechazar todo tipo de violencia y entonces necesariamente habría que incluir a muchos otros actos de agresión tanto de guerra como de ideologías intransigentemente fanáticas contra los derechos humanos en todo el mundo, incluidas las palestinas ya que muchos palestinos también están muy hartos de sus terroristas. Entonces las pancartas progresistas tendrían que condenar el terrorismo islámico incluido Hamás y Hezbolá o la dictadura teocrática iraní, por ejemplo. ¿Por qué sólo Israel y los EEUU suscitan tanto fervor pacifista y no los otros? La respuesta nos llevaría a una reflexión curiosa: Israel es el estado judío y los judíos representan muchas cosas en la conciencia europea. Los judíos han estado con nosotros demasiados siglos ejerciendo de pueblo maldito y condenable sin dignarse a desaparecer como tal a pesar de tantos intentos de persecución, de limpieza étnica, de expulsiones, de progroms, de ghettos o soluciones finales genocidas. La conciencia bienpensante europea podría responderme que eso ya pasó y que se ha hecho mucho examen de conciencia con este tema y que ahora los judíos gozan de aceptación y plenos derechos. Pero si eso es así a ¿por qué Israel suscita y despierta tantas emociones? ¿Por qué los judíos nos siguen interesando de manera tan ambivalente como obsesiva en la Europa actual? Son preguntas que hay que responder. Incógnitas a despejar.

Sigue dando la impresión de que para muchas conciencias bienpensantes europeas sería un alivio si Israel desapareciera del mapa definitivamente. Tenemos la impresión de que hay voces que proyectan antisemitismo puro y simple, eso sí, disfrazado de anticapitalismo (usura, amor al dinero: todo muy judío), o pacifismo Es como si nos dijeran: Se lo tenían bien merecido cuando los perseguíamos y les expulsábamos de nuestros países. Si les dejamos hasta es posible que actúen con orgullo de estado-nación en igualdad de condiciones que nosotros. Sigue dando la impresión de que Israel no tiene derecho a su existencia y como no tiene ese derecho lo mejor que hace es pedir siempre perdón, abandonar ese territorio que no les pertenece y volver a ser parias. ¿Cómo se atreven los judíos a defenderse con un ejército moderno? ¿Cómo se atreven a crear una nación avanzada y democrática cuando su destino en nuestras conciencias era otro? ¿No eran los judíos quienes tenían que pedir perdón a la conciencia cristiana europea por su negativa a renunciar a su pasado y religión? ¿Es que Europa ha perdonado y borrado definitivamente su prejuicio contra los judíos o sigue latente el peso de tantos siglos en que los judíos sólo representaron nuestra sombra siniestra, nuestros miedos colectivos, nuestras teorías de conspiración? ¿Es que Israel no tiene derecho a fronteras y a una paz permanente como aspiran todas las naciones? Nadie niega que en Oriente Medio haya un serio conflicto entre palestinos e israelíes y que muchos palestinos como israelíes estén hartos de tanta guerra, tanta intransigencia y crueldad. Es curioso que en un momento en que el territorio cisjordano palestino empieza a crear una economía próspera basada en una mejor convivencia con Israel, Hamás sin embargo opte por lanzar cohetes indiscriminadamente en ansia continua de provocación, de guerra, de rechazo absoluto al estado de Israel. Pero lo que sigue llamando la atención es esa conciencia bienpensante europea, cada vez menor por cierto, tan susceptible a escuchar y actuar como caja de resonancia, de modo tan parcial, contra todo lo que signifique ir contra el estado judío.


03 enero, 2009

El antisemitismo europeo


Mucha izquierda europea está con Hamás. Es increible, pero mucha izquierda "progresista" está aliada con el este grupo oscurantista-fascista. El odio a Israel es algo sintomático. No estamos hablando de condena a Israel por exceso de fuerza al mismo tiempo que también se condena a Hamás, estamos hablando de odio manifiesto contra Israel y lo que Israel representa. Y hablamos también de apoyo abierto a Hamás.

Todavía hasta hace poco me resistía a identificar sentimiento anti-israelí o antisionista con antisemitismo. Ahora lo tengo ya más claro: el odio europeo a Israel es el odio al judío. Es como decir: "os lo teníais bien merecido cuando os perseguíamos y os expulsábamos de nuestros países. Si os dejamos hasta es posible que actuéis con un orgullo de pueblo y nación que no os merecéis." De Israel se espera que pida siempre perdón y que ocupe su lugar de paria. La misma existencia de Israel resulta ofensiva para muchos europeos para quienes la desaparición de Israel sería celebrada con júbilo. El judío se atreve a defenderse con un ¡ejército moderno! Se atreve a progresar y a tener un país avanzado, en lugar de pedir perdón y volver al guetto.

¿Por qué esa misma gente no se manifiesta cuando la guerra la hacen los rusos o los talibanes o los chinos contra el Tibet? Pues porque Israel es un estado judío y contra el judío se concentran todavía muchos odios y resentimientos que se difrazan de anticapitalismo (odio al dinero, a los banqueros asociados con la usura). No importa que Israel sea democrático o sea más europea en cultura que oriental, lo que importa es que desaparezca.

Así que Hamás puede tirar los cohetes que quiera y matar gente inocente. La prensa no se hará eco de tales asesinatos. Hamás puede ser un grupo fascista, fanático y asesino, eso no importa. Muchos europeos están dispuestos a apoyarles por mucho que maten. Muchos europeos se frotan las manos viendo cómo Israel usa su fuerza y las imagenes de guerra juegan a favor de la conciencia hipócrita bienpensante europea: he ahí a Israel, matando mujeres y niños. Los judíos no cambian.



PERO, ¿QUÉ ÑARICES YE LA VIDA? // BUT WHAT ON EARTH IS LIFE? // PERO ¿QUÉ NARICES ES LA VIDA?

  Any moment is as good as another but a moment could be hell and another heavens for the person who lives those moments. Cualquier momento ...