Si le quitas la realidad a la Biblia entonces le has quitado el mejor soporte para la fe. La realidad queda en manos de la ciencia crítica. La fe se desenvolverá en pura fe, sin más apoyo que el milagro y el mito. Es la consecuencia de la teología moderna con Bultmann como referente máximo. Pero si devuelves a la Biblia su realidad perdida entonces la fe cobra visos de pura objetividad. Es decir: toda la Biblia, desde el principio al fin responde a verdades basadas en realidades inmutables. De ahí que las aparentes contradicciones se resolverán en un futuro cuando Dios haga transparente lo que era aparentemente contradictorio o confuso. Es la fe fundamentalista.
Hay una
diferencia cualitativa importante. Lo primero sería ceder al "chantaje" modernista: la realidad la cedes a la ciencia y tú te quedas en el territorio de las irracionalidades permitidas y toleradas de forma democrática. La época del poder de las iglesias ha pasado. Lo
segundo te afirma como poseedor de verdades objetivas y reales sustentadas por la Revelación. Pero tanto lo
primero como lo segundo deja a la religión bíblica en manos de la fe, que
desoyendo a la razón crítica, se afirma como fe en sí misma. Si no hay sustento histórico o
realidad demostrada en la Biblia o sólo en parte, entonces los mitos nos hablan
directamente al espíritu. Bajo los mitos hay una enseñanza y unos principios que sólo se llega a ellos por la fe.
Lo segundo nos lleva a la fe de carbonero: a pesar de lo que diga la crítica moderna la fe está sustentada en una realidad objetiva que no engaña por ser Divina. Toda laguna o contradicción es sólo aparente: hay milagros, Yahvé o Jehová existe tal como la Biblia lo describe, y además lo describe tal como nosotros lo podemos comprender, el Éxodo fue tan real como lo narra la Torá, la creación fue en siete días (número simbólico es posible), el sol se detuvo en Gabaón, etc, etc. Si vamos al Nuevo Testamento pues lo mismo: la resurrección fue real, los milagros fueron milagros reales, Pablo cayó del caballo y vio a Jesucristo. El Apocalipsis
describe lo que va a pasar con pelos y señales. Sus símbolos guardan la clave de la Historia y su drama de salvación. Los mitos pertenecen entonces a los griegos y otros pueblos gentiles o paganos, no a los creyentes de fe.