Quise escribir algo sobre una mujer psicóloga que tenía una teoría sobre las emociones un tanto heterodoxa, pero no extrañas. De todos es sabido que hay culturas o pueblos
inmersos en un universo de espíritus y almas en pena y dioses y diosecillos y toda una plétora de criaturas que viven en un mundo invisible; pero que se dejan conocer a veces dando señales para bien y para mal. Entonces muchos estados de ánimo o emocionales obedecían a la influencia de estos seres externos a nosotros, con su voluntad propia o sometidos a una jerarquía; y nos podían hacer la vida imposible en ocasiones o poseernos y dominarnos a capricho, etc. Incluso en los evangelios se ve cómo mucha gente física o anímicamente enferma, en realidad están poseídos por diablos que les hacen la vida imposible y causan sufrimientos a todos. También dentro del cristianismo los demonios tientan y desvían a la gente a hacer el mal y desobedecer a Dios. En una palabra, ciertos males físicos y anímicos se deben a causas externas a nosotros, a seres objetivos que viven en otras esferas del universo o entre la misma naturaleza; aunque entren en nosotros por infringir normas morales o tabúes o rituales que les abren la puerta.
inmersos en un universo de espíritus y almas en pena y dioses y diosecillos y toda una plétora de criaturas que viven en un mundo invisible; pero que se dejan conocer a veces dando señales para bien y para mal. Entonces muchos estados de ánimo o emocionales obedecían a la influencia de estos seres externos a nosotros, con su voluntad propia o sometidos a una jerarquía; y nos podían hacer la vida imposible en ocasiones o poseernos y dominarnos a capricho, etc. Incluso en los evangelios se ve cómo mucha gente física o anímicamente enferma, en realidad están poseídos por diablos que les hacen la vida imposible y causan sufrimientos a todos. También dentro del cristianismo los demonios tientan y desvían a la gente a hacer el mal y desobedecer a Dios. En una palabra, ciertos males físicos y anímicos se deben a causas externas a nosotros, a seres objetivos que viven en otras esferas del universo o entre la misma naturaleza; aunque entren en nosotros por infringir normas morales o tabúes o rituales que les abren la puerta.
Bueno, pues esta psicóloga recurría a esta misma idea y basaba toda su terapia en captar la naturaleza de estos seres del ultramundo y desprenderlos o dasactivarlos de nuestro escenario psíquico y así liberarnos de esas emociones o apegos afectivos que nos pueden perjudicar o nos hacen daño sin más en forma de esclavitud anímica. Cómo era su terapia no lo sabíamos. Para ello habría que haber ido a una de sus sesiones, cosa que no llegamos a hacer. Una idea un tanto irracional, un tanto subjetiva para nosotros que vivimos en un mundo completamente impregnado con la ciencia, y la ciencia no puede probar la existencia de estos seres; y no es que no lo haya intentado.
El caso es que había escrito una historia sobre esta señora con un final extraño, donde el narrador sufre de un fuerte apego emocional en forma de enamoramiento de esta misma psicóloga que lo está tratando. Y si la psicóloga está actuando de tal forma en el cuerpo de nuestro narrador, pues eso indica que habríamos de poner en cuestión la misma identidad de la señora: quizás ella misma fuese uno de estos entes funcionando como profesional de los líos mentales. Bueno, la cosa iba por ahí, pero no funcionaba. Lo leía un par de veces y no acababa de funcionar. Y cuando algo no funciona, vale más hacer borrón y cuenta nueva.