Me queda la sensación de tener conversaciones pendientes con mucha gente. Conversaciones que nos hubieran llevado a algún territorio común de empatía. Aunque fuese una empatía breve, una resonancia de segundos; una chispa de fusión de afectos.
Sentarse a tomar un café con ganas, verdaderas ganas de hablar; aunque sea con las miradas y en silencio; aunque sea con los gestos del rostro, de las manos, del cuerpo. Es imposible conversar cuando estamos en guerra. Cuando estamos en permanente vigilancia contra la intrusión no deseada; cuando los golpes de la vida nos han llevado a la permanente desconfianza; cuando hemos notado simulación, superficialidad oportuna; desviación del interés aparente hacia territorios yermos que no nos interesan y nos aburren, pero que al otro le satisfacen de una manera que nos sorprende. Imposible conversar cuando las ideas son fijas e invariables. Cuando la creencia o la fe política, o religiosa, es determinante y el enemigo es enemigo absoluto y no hay términos medios o senderos que se pierden en el bosque de la indeterminación y del misterio y donde los dos podamos ser trasladados a un nuevo territorio sin más referencias que la oscuridad y la claridad de las estrellas. Tengo la sensación de que muchas conversaciones que he mantenido a lo largo de mi vida han quedado sin terminar, sin tan siquiera comenzar por un mismo camino; sin que las palabras hayan tenido esa resonancia que nos invita al riesgo de ir avanzando a territorios de miedos comunes, de fantasías comunes, de caos común, de laberintos desconcertantes; de ansiedades bailando en la cuerda floja; de vistas hacia esos paisajes inesperados de lo absolutamente nuevo. En ocasiones me he visto tomando el camino equivocado de la conversación por no herir sensibilidades, por no desagradar, por ir con la corriente del otro o de los otros; pero luego me daba cuenta de mi insinceridad, de mi falsedad, de mi
desfiguración y mutilación cuando ya no había remedio ni pasos atrás. Tengo muchas, muchísimas conversaciones pendientes que jamás se llevarán a su término. De las que siempre me queda la sensación de: "podría haber dicho ésto en lugar de aquello que fue una absoluta estupidez"; o "pude haber respondido ésto que era lo que realmente sentía y no simular lo que no sentía." Oiga usted. ¿Y por qué no pensar que esas conversaciones fueron las que tuvieron que ser y si nunca llegaron a su término era precisamente porque nunca hubo tal término final? Así es la vida: entrecortada, discontinua, decepcionante, ambivamente, disonante, y equívoca en sumo grado. Amén.
25 septiembre, 2016
CONVERSACIONES PENDIENTES
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15 comentarios:
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LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS
Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
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U na experiencia subjetiva es algo inacesible a otras mentes. Lo que ocurre en el alma de las personas es un mundo en sí mismo refractario...
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Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...
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LA VERDAD.- La verdad es que si te has acogido a un trabajo de 8 a 5 de la tarde esa es la verdad de tu vida en cuanto a tiempo de trabajo y...
Pues esa sensación se hace más fuerte cuando esa persona ya se ha ido del mundo de los vivos. Y según vamos avanzando en edad, nos encontramos con más casos. Agobiante.
ResponderEliminarEl Último: "cuando esa persona ya se ha ido del mundo de los vivos". De buenas a primeras creía que te referías a la persona desde el mundo del más allá mirándonos o recordándonos desde el más allá. Pero creo que te refieres a ese "otro/a" que se ha ido y con quien hemos compartido vida y entonces nos viene a la mente la cantidad de ocasiones que pudimos haber dicho éso en lugar de lo otro que no venía a cuento y que hasta incluso sonaba feo, o insultante, o sarcástico. Surge entonces en nosotros una serie de reproches que quisiéramos rectificar de todo corazón, pero que ya es tarde y no hay nada que hacer. Creo que es eso.
ResponderEliminarTAQUINOLA DE CORTAMESO Y JACANESTRO DEL IRMOTÁBENO CONVERSAN
ResponderEliminarTAQUINOLA DE CORTAMESO: Oye, Jacanestro, ¿crees en el más allá?
JACANESTRO DEL IRMOTÁBENO: Sí claro que creo en el más allá. Me rebelo contra las pruebas científicas y contra las evidencias probatorias y me declaro irracionalista en estas cosas. Repito: sí creo. ¿Y tú, Taquinola?
TAQUINOLA: En absoluto. Yo sólo creo en aquello que se pueda demostrar, verificar, comprobar. Si no es así, entonces hablamos de creencias, supersticiones o falsedades. Una vez muertos ya no hay nada. La nada. Ni sentimos ni padecemos.
JACANESTRO: Bueno, entiendo tú punto de vista, pero si yo tuviera que vivir con la idea de que después de la muerte no hay nada sería muy infeliz. Entiendo que la razón no llega a descubrir un más allá, que la ciencia no ha comprobado nada y que una persona racionalista y objetiva, no puede creer en tales cosas, pero yo no soy así. Diríamos que aunque valore la ciencia, la razón y la objetividad como territorios comunes de conocimiento válido, sin embargo yo necesito más: necesito mi metafísica, mi religión, mi fe, mi esperanza, mis creencias.
TAQUINOLA: O sea, que lo que nos diferencia a ti y a mí es el modo de ser de cada uno. Tú necesitas creer y yo no necesito creer. Al margen de esa diferencia es curioso lo mucho en lo que estamos de acuerdo: compartimos una ética parecida, una forma de acometer los problemas del trabajo de forma parecida. En política, salvo alguna que otra cosa, tampoco tenemos grandes diferencias.
JACANESTRO: Ya suena el timbre, es hora de volver al curro. Por cierto. ¿te veré esta tarde?
TAQUINOLA: Desde luego. Iré al club a la conferencia sobre Psicoanálisis y Religión.
JACANESTRO: Allí estaré. Chao.
TAQUINOLA: Chao.
RASANTE DE LA MARCASOLANA CONVERSA CON ADOLIRÍA FLORAMENTANO
ResponderEliminarADOLIRIA FLORAMENTANO: No quiero hablar más contigo, ¡¡eres un jodido liberal capitalista asqueroso!!
RASANTE DE LA MARCASOLANA: Pero qué dices. Sí, soy liberal, pero tendrías que escuchar mis razonamientos. Ser liberal no es lo que tú crees, ni lo que dice la propaganda de izquierdas.
ADOLIRIA FLORAMENTANO: No tengo nada que escuchar, ¡¡eres un cabronazo fascista amigo de los explotadores y de los sionistas!!
RASANTE DE LA MARCASOLANA: ¡¡Por favor Adoliria!! No grites tanto que la gente se va a alarmar. El liberalismo es la cuna de las democracias occidentales- Sin liberalismo no hay democracia, ni separación de poderes, ni libertades de expresión; ni mercados productivos, ni reparto de riqueza...
ADOLIRIA FLORAMENTANO: Eres un capullo mentiroso. Si os dejaran dejaríais a la gente sin derechos, ni servicios sociales, ni medicina, ni educación pública, ni paro, ni nada. Sólo favorecéis a los ricos, a los banqueros, a los poderosos, al poder militar. Estás al lado del poder y contra el pueblo, la gente.
RASANTE DE LA MARCASOLANA: ¡Por Dios Adoliria! Compara los países socialistas del siglo pasado y mira cómo acabaron. Los paraísos socialistas no funcionaron y negaron las libertades, crearon una casta poderosa de partido, mataron a millones, metieron a la gente en campos de concentración, igualaron por el rasero más mediocre y miserable. No hablemos de cultura donde sólo existía una ideología y quien no viera la vida con las ojeras de esa ideología era un corrupto burgués. Mientras, en los países capitalistas liberales se progresaba, se repartía la riqueza, los sindicatos podían reivindicar, había libertad de expresión y se podía pensar de mil maneras.
ADOLIRIA: No se pudo hacer nada porque el capitalismo saboteó la economía socialista, la hizo inviable y se tuvieron que hacer sacrificios que forzaron a una burocratización, pero mientras los capitalistas imperialistas mataban de hambre a medio mundo con su colonialismo, sus guerras, la expoliación de los recursos de los países pobres; la explotación de mano de obra inmigrante. Y favorecisteis al sionismo contra el pueblo palestino robándole las tierras y la clase obrera de los países avanzados iban sufriendo una mayor explotación y alienación consumista. No tenéis perdón!!
RASANTE: Estamos hablando de muchas cosas a la vez. Seguro que si vamos cosa por cosa podemos desentrañar un poco esta polémica tan visceral. Tendríamos que ver las cosas con una perspectiva más histórica y ver en qué condiciones se vivía aquí mismo en Europa hace 150 años: hambres, enfermedades que mataban, violencia política en forma de matonismo, regímenes dictatoriales o amenaza de ellos; libertades restringidas, clasismo radical, etc....
ADOLIRIA: Déjalo ya. Yo tengo mis ideas y no vas a ser tú quien me las quite con esa postura neoliberal de banquero, de empresario corrupto, de fascista encubierto, de sionista mata niños. Está tocando el timbre. Adiós.
RASANTE: Pues adiós.
RAZÓN Y CORAZONADA
ResponderEliminarAdiós. Adiós. Nunca hay manera de llegar a alguna razón. Razón razonada. Corazonada. Me sobrelleva la corazonada. La razón razona la corazonada. La corazonada surge de las vísceras. Nunca llegaré a nada con esa mujer amenos que defienda a Pedro Sánchez. Qué putada. Pedro Sánchez es su corazonada. Mi Razón se disuelve ante las corazonadas de esta mujer. Acabaré siendo la razón de Pedro Sánchez.
EL VERBO SE HIZO CARNE
ResponderEliminarHa habido una llamada y ahora nos juntamos a hablar. La llamada había sido hecha en sueños coincidentes. La fecha y la hora había sido también una pura coincidencia, pues ninguno se acordaba de haberle sido precisados el sitio y el momento. Fuere como fuere ahora por fin hablábamos. Habían pasado muchos años: ¿diez, veinte, cien? Muchos años. Pero nuestras almas eran las mismas. Cuenta, cuenta, cuenta. Ríos de experiencias vivas. Y esto y esto y lo otro y lo de más allá. Resonancia. Fusión. No hay prisa por llegar a ningún sitio, pues el viaje es agradable y en buena compañía. Pasa el tiempo y aun no hemos empezado a conocernos de verdad. Nos damos cuenta que la mesa y los cafés se han separado del mundo y nosotros seguimos viajando con las palabras que tocan fibras extrañas.
Es un momento en que creo que la muerte no tiene la última palabra, pues la palabra se hizo carne y habitó en los dos para seguir hablando y creando paisajes forever.
ISLAM INCOMPATIBLE CON LA DEMOCRACIA LIBERAL
ResponderEliminarEl Islam tiene que explicar a Occidente que su cosmovisión es radicalmente incompatible con una democracia liberal. Y es así porque el Islam genera un cosmos de regulaciones que cubren todos los aspectos de la vida del creyente/ súbdito / sumiso: la dimensión religiosa. moral, ética, POLÍTICA, artística, económica, etc. El Islam no acepta por principio una separación de Iglesia y Estado, ni tampoco acepta separar lo político de lo religioso.
El cristianismo sin embargo estuvo siempre escindido entre el poder secular y el poder espiritual (al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios). Por eso durante las guerras religiosas del siglo XVI y XVII fue posible que el poder secular tomara las riendas del poder y abriera paso a la sociedad civil APARTE de las creencias religiosas.
El Islam tiene que decir la verdad de forma directa y sin disimulos: tiene que explicar esa incompatibilidad esencial que lo diferencia radicalmente de nuestras democracias. Y la izquierda europea dejarse de hacer demagogia y hacerse cómplice de esta ideología religiosa totalitaria en sus principios. O quizás me equivoque y lo que les atrae del Islam es eso: el totalitarismo antiliberal.
PABLO Y EL PODER DEL CUERPO
ResponderEliminarEl poder de un cuerpo humano es admirable e impresionante. Cuando se desactiva, se deprime, se desestabiliza, se desplaza; recurre entonces al poder de la representación. Poder compensatorio de la representación. El cerebro, constituido en mente o espíritu, produce las representaciones capaces de concentrar energía, de canalizar energía, de dar sentido y equilibrio; de tal manera que reactiva sus energías, sus ganas de vivir, sus objetivos a cumplir: sus nuevos apegos o tablas de salvación- La energía o poder de un cuerpo es mucho más de lo que normalmente pensamos.
Pablo. Las epístolas de Pablo son el poderoso cuerpo de Pablo actuando, movilizando el mundo a su favor, reconstruyendo hasta la misma realidad para dar vida a ese cuerpo quizás debilitado, quizás mermado en sus funciones físicas o anímicas, pero nunca vencido. El cuerpo de Pablo es el cuerpo de la resurrección. Vivo ejemplo de un cuerpo que resucita. Y vaya si resucita.
PABLO. OH, PABLO
ResponderEliminarNunca hubo porqué separar cuerpo de espíritu. El cuerpo en su potencialidad se constituye en espíritu y el espíritu recupera al cuerpo y lo revivifica, lo hace cobrar sentido, potencial; o lo destruye llevándolo a la desesperación, a los extremos, a las locuras. Los ateos materialistas nunca fueron lo suficientemente materialistas y despreciaron las creencias y los mitos como deshecho mental a eliminar, sin darse cuenta de la profunda materialidad de las creencias: la materialidad del cuerpo y su capacidad de supervivencia a través del poder de la representación: lo inmaterial, lo incorpóreo, lo espiritual.
Las epístolas de Pablo son todo un ejemplo de poder de la representación y su capacidad de movilizar, de crear, de fundar comunidades. ¿Hemos de probar y verificar el hecho material-histórico de la resurrección del Mesías/Cristo/Jesucristo? Perdemos el tiempo. No hemos comprendido a Pablo. A esa tarea se dedicaron los posteriores autores de los evangelios. No era necesario producir un suplemento probatorio de la resurrección de Pablo. Una ficción o simulacro lo que hace es desplazar la efectividad del "milagro"- La resurrección de Pablo proyectada en el Mesías es la resurrección del cuerpo, de la sangre que se derrama pero no se pierde ni desperdicia, sino que revivifica, Del cuerpo y sangre real que cobran nuevo vigor, nueva energía. Del cuerpo que se transforma para ser un cuerpo más potente, más vivo.
No se trata de un dualismo cuerpo/espíritu. Se trata de la potencialidad de un mismo ente. Y la potencialidad negativa de destrucción y autodestrucción.
MALAS NOTICIAS EN EL MUNDO DE LA INMANENCIA.
ResponderEliminarUn universo inmanente es un universo sin salida. Todas las vías y conductos conducirían nada más que a su propio movimiento. Movimiento ciego: Un movimiento sin salida es un movimiento ciego. Todo empieza en la inconsciencia cósmica/natural y todo acaba en la inconsciencia/cósmica/natural. En ese intervalo de tiempo/espacio cada cuerpo busca su propia supervivencia como puede. A nivel homínido podríamos decir que todos, absolutamente todos, somos radicalmente egoístas porque aun en el mayor posible altruismo o desprendimiento buscamos afianzar nuestro ego de la mejor manera posible y con el mayor sentido posible. Cada cuerpo "viene" al mundo con su potencial de energía y disposición genética. Las sociedades imponen sus reglas de juego con más o menos opciones de libertad y desarrollo, pero lo que es la libertad de un cuerpo para su desarrollo propio puede ser la opresión de otro/-os cuerpos que han de "sufrir" la libertad de este. Puede significar el profundo resentimiento y odio en el cuerpo o cuerpos de los que se desprende para conseguir su propia libertad; o puede significar el alivio de otros en su misma situación que ven posible tal libertad. Pero la libertad-de conduce a la libertad-para. Ese nuevo modo de ser/existir vuelve a asociarse y a negociar nuevas formas de desarrollo que siguen siendo problemáticas y profundamente egoístas así mismo. El conflicto en la vida no cesa. La vida es en sí lucha, conflicto, sufrimiento; apertura, cierre...nueva apertura o cierre... Acumulación de alegrías, acumulación de tristezas. Búsquedas de equilibrios. En un universo inmanente no hay salida a tales dilemas. Vivir es siempre vivir dentro de la ceguera cósmica/natural por mucha civilización que se le eche encima. Y la vida en sí no entiende de justicia, de éticas, de morales. de sentidos o significados más que aquellos que le favorecen como cuerpos hacia su nunca satisfecha potencialidad. Un cuerpo no tiene límites por sí mismo y en su potencial de búsqueda de satisfacción. La sociedad es siempre una negociación autoimpuesta para no destruirnos.
SALTO DE FE
ResponderEliminarQue seamos capaces de entender la encerrona inmanentista nos sitúa a los homínidos en una conciencia de trascendencia. Podemos maldecir la vida una y mil veces o auto-engañarnos con posibles Trascendencias que no serían más que nuevas estrategias de supervivencia, de nuevo desarrollo inmanente para vivir mejor en base a mejores o mejoradas autorrepresentaciones que nos creen nuevos estímulos o nos intensifiquen los cuerpos para seguir viviendo con sentido.
Pero el hecho de que seamos conscientes incluso de ésto nos empuja a una rebelión ad infinitum contra la vida entendida en su sentido inmanentista o monista. Contra la vida entendida o limitada a la ceguera del impulso o pulsión de desarrollo de un potencial siempre ya natural dentro un cosmos cerrado sobre sí mismo y en su infinito.
Si las estrategias de la representación o autorrepresentación son infinitas, también la rebelión lo es en su infinitud. Me niego a acatar la vida tal como es y por ello opongo la posibilidad de trascenderla, de negarla, de colocarla entre paréntesis y en función de una Trascendencia que no es ciega; que ve, por mucho que denuncie la vida en sí falsedad, impostura, alienación cuando detecta este "salto de fe".
MARCHANDO MARX
ResponderEliminarSer de izquierdas significaba ser rebelde con el mundo tal como nos era dado. El pensamiento marxista aplica el pensamiento crítico para descubrir funcionamiento del capitalismo y de paso ser capaz de llegar al funcionamiento dialéctico de la historia. El pensamiento de Hegel vuelto al revés. En lugar de cambios a nivel de conciencia, los cambios serían inherentes a la misma materia y su producto social: la Historia. El siglo XIX es el siglo de la razón y la ciencia triunfante. Nada de trascendencias o metafísicas religiosas o filosóficas; había que ir a la materia, a la objetividad de la materia adquirida con el método científico adecuado. Aislando y aislando y abstrayendo se llegaba al concepto de plusvalía y con ello obteníamos la clave del funcionamiento del mercado capitalista que, oh dioses, era una fase histórica que de un modo inconsciente iba determinando ese modo de producción y todos sus suplementos y complementos ideológicos o superestructuras.
Pero con Marx se acaba la inconsciencia y comienza el protagonismo del hombre que se hace consciente de su historia y entonces la explotación, una vez hecha explícita por el análisis crítico (científico), tiene ya los días contados. La lucha de clases es el mecanismo dialéctico de la historia. A partir de ahí toda una serie de conceptos ricos y fecundos basados en un optimismo radical se van construyendo y la lucha política se articula de manera seria y "científica" y el partido obrero-proletario es la vanguardia de toda una posibilidad REAL y potencial. Adiós a las falsas conciencias, a metafísicas idealistas sostenedoras del sistema burgués.
Todo ello genera ilusión. La ciencia avanza en la física, las enfermedades se van controlando y la historia se va revelando como otra estructura con sus leyes objetivas.
Pero con el tiempo todo es más complicado. La teoría no encaja con la práctica y hay que retocarla una y mil veces. La práctica vuelve a negar la teoría y los modelos de referencia. El capitalismo se va mutando de forma inesperada. El mundo vuelve a ser complicado: las subjetividades no se movilizan tal como se esperaba. El socialismo real acaba en fracaso ROTUNDO. El marxismo acaba siendo otra metafísica más, otro idealismo más.
OH RAZÓN, QUE TE PIERDES EN LOS AFECTOS.
ResponderEliminarUna cosa es la razón y otra los afectos. La razón apela a nuestras capacidades mentales, al cerebro; al aparato cognoscitivo y su correcta utilización. Los afectos "afectan" a todo el cuerpo y desbordan tantas veces a la razón que acaban constituyéndose en verdaderos indicadores de nuestra verdad. Los afectos son tercos e incorregibles. Han de ser experimentados/vividos para que lleguen a satisfacerse, negarse, modificarse y cambiar de rumbo hacia otra inclinación de vida. Hay una energía afectiva fundamental en cada cuerpo que nos impulsa en alguna dirección sin saber por qué; sin explicación consciente; pero cuando se concreta nos impulsa a actuar con sentido, con interés, con estímulo, con pasión.
Atrapados en nuestros afectos. Para Freud era la libido y la libido era la energía sexual. Los afectos estarían ligados a la energía sexual, más tarde eros en oposición a tanatos o instinto de muerte (dominante, según él). Yo creo que la energía afectiva concierne al cuerpo en toda su complejidad constitutiva y comunicativa. El cuerpo está inmerso en una realidad compleja de relación o comunicación con otros cuerpos humanos, animales o inhumanos. Los afectos son un misterio. Nos mueven, nos hacen sentir pasión por ciertas cosas o personas y rechazo hacia otras. El afecto nos hace enamorarnos de aquella persona que nos resulta especial sin saber por qué y aunque tal estado nos resulte inalcanzable o fatal. El afecto nos mueve a seguir ideologías o creencias que por muy irracionales y fatales que resulten, sin embargo nos crean ilusión, interés, estímulo por seguir viviendo con sentido. Los políticos, la publicidad, las técnicas de sugestión y autosugestión saben mucho de los afectos en detrimento de la razón y el equilibrio.
LA VIDA ES COMPLICADA: TRASCENDIENDO LA DESTRUCTIVIDAD
ResponderEliminarMe acuerdo de un día próximo a la Navidad en que mi hija Roxana con 7 años esperaba algo de Santa Claus y de los Reyes Magos. Cuando su madre y yo le hablamos de lo que podrían traer los Reyes después de habernos visitado Santa Claus, teníamos dudas sobre si todavía creía a no creía y por lo tanto nos quedamos mirando el uno al otro como dudando. Entonces Roxana un tanto mosqueada nos dijo: "Pero yo creo en los Reyes." Lo cual aclaró nuestras dudas. Roxana había dejado de creer en los Reyes.
Nadie que viva la inocencia de los Reyes puede ser consciente de tal creencia. Lo cual indica que la creencia, el 'yo creo', implica ya la duda o la increencia. La inocencia en este caso se vive de forma totalmente inmanente y el niño no puede trascender tal experiencia con una pregunta que ya en sí implica la pérdida de esa inocencia o la trascendencia de su estado de inocencia. ¿Podríamos decir que cuando alguien dice: "Yo creo" lo que está diciendo es que eso en lo que cree ya forma parte de una duda o inseguridad o mismamente una puesta en cuestión de tal creencia al verse obligado a reafirmar con su 'yo creo' una mera apariencia de seguridad ante los demás?
Por eso a veces pienso que quien vive una verdad de forma inmanente, que forma parte de sus afectos profundos, no tiene necesidad de anunciarse, de proclamarse, de exhibirse. Simplemente la vive. Forma parte de modo de vivir/existir y actúa, simplemente actúa. Actuar.
Quizás por eso muchos detestamos el lenguaje político o ideológico o religioso. Demasiadas declaraciones sin ser preguntados. Demasiada retórica encubridora de imposturas. Quizás.
Y al mismo tiempo uno ha de ser capaz de deshacerse de sus pasiones o afectos destructivos transcendiéndolos de forma objetiva. Viéndolos cómo actúan y se apoderan del cuerpo y siendo capaz de desprenderse de ellos declarando la independencia de tales apegos.
LIFE GOES ON
ResponderEliminarViaxe hasta Llanes. Vinos. Playa Niembru. Llectura de la epistemoloxía de Feyerabend. Siempre la Biblia. El Llibru onde ún habita. The Bible is The Temple. Ancient texts. Why? I feel good with the Bible at my side. Why are you a protestant? You know, there's no need not being a protestant. I'm free within the protestant paradigma.