CUADERNO DE NOTAS DE RIEMES LUSTRAMONDO (Sacadas de un archivo de su ordenador del siglo XXI).
Nos toca vivir en el espectro de la vida. Existo. Simplemente existo. Aunque existencia y esencia podría ser la misma cosa y entonces la vida sería pura univocidad aun a pesar de
no comprenderla con el pensamiento y no saber jamás llegar a representarla ni con la pura razón ni con la pura imaginación. Todo espectro. Siempre un rostro que quisieras conocer a fondo en su pura verdad hasta agotarlo y entonces desapareces o te fundes en el inmenso mar cósmico. Pero aunque sabes que jamás llegarás a descubrir el rostro que ansías en su plena intensidad, en su escondido secreto, en su sancta sanctorum; sin embargo el peregrinaje sigue en muchas direcciones y en el peregrinaje está la esencia de la vida misma. Cuerpo y pensamiento. Materia y espíritu.
A veces el rostro se hace duro, opaco. Y no sabes el por qué. Puede ser el rostro de la indiferencia, pero también el del odio y el rechazo. O también ese rostro que disimula, que se hace resbalar, que tiene miedo. Hay muchos rostros que tienen miedo y desconfían. Se cierran, se repliegan y jamás te hacen llegar una señal de amistad, de visiones comunes, de territorios compartidos. Hay caminos por los que uno se ha metido que ha de volver a reandar. Son caminos falsos que no llevan a ningún sitio y hay que volver a la bifurcación y preguntarse el por qué de tal error. Pero la vida está llena de tales bifurcaciones. Algunas son fatales. No todos los rostros combinan de la misma manera y las malas mezclas producen veneno. Los caminos difíciles se pueden estrechar hasta estrangularnos si hemos escogido mal acompañante. ¿Quién ha creado este cosmos? ¿Qué es este mundo? Silencio. La ciencia explica, pero no comprende el sentido. Sinsentido. Búscate un sentido.
Se venden sentidos, Este es el mercado de los sentidos. Oiga, le vendo una religión. ¿Acaso una secta que todo lo explica interpretando un Libro? ¿Una buena filosofía? Oiga, tengo materialismos, existencialismos, idealismos, empirismos... ¿Qué desea? Están a
buen precio. ¿Prefiere la exactitud de las matemáticas o de la física o de la lógica? Aquí vendemos arte e imaginación a raudales: piérdase en la música, o en la pintura o en la literatura o en la escultura.... ¿Prefiere una utopía política? ¿Una ideología a la medida? Venga, venga, le tomaremos la medida y le pondremos el cerebro a cien. Oiga, también se venden experiencias disolutas, eróticas, místicas, malignas y pervertidas. pase y vea. Las hay de oferta. Pase y vea.
Es curioso. Siempre hay un referente que se aleja, pero cuanto más se aleja más se acerca y viceversa. Permanente nomadismo, permanente mutación en absoluta soledad. Siempre quise tomar un café con un rostro milagroso en ningún lugar posible.
28 noviembre, 2015
EL MERCADO DE LOS SENTIDOS
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14 noviembre, 2015
EL MAL QUE NOS TOCA VIVIR O EL DILEMA DEL RELATIVISMO MORAL
El mal. Lo malo. Los efectos del mal. Un estudio del mal nos habría de llevar a un denominador común de efectos en todos los casos donde el mal ejerce, funciona, se
impone, se sitúa; adopta estrategias. ¿Es relativo el mal y el bien? ¿No podemos hablar de mal y bien y sí de lo bueno y lo malo en cada caso concreto? ¿Podemos establecer criterios claros sobre lo bueno y lo malo? ¿Cuáles? Si creemos que los valores morales son siempre relativos a nuestros intereses particulares o colectivos, ya que no hay valores morales naturales ni divinos como entidades o espacios fundacionales; entonces los únicos criterios en que podemos basar nuestra conducta van a ser en función de constructos ideológicos de conveniencia, de necesaria conveniencia. No importa que los hayamos elevado a la categoría de axiomas: Moral política, moral proletaria, moral humanista, del Pueblo, individualista, atea, etc. Desde la perspectiva de la nada cuando mira al algo que ha de ser (re) absorbido por la nada, pues nada tiene valor de nada en sí mismo y en el fondo da lo mismo lo que uno haga. La muerte nos reduce a todos a una igualdad de nadería/olvido absoluto. Puedes ser un Hitler o un Gandhi o un buen hombre o un asesino. En realidad sólo ha de contar el riesgo o el sentimiento de gratificación por ayudar al prójimo sin más. Sin más. Al universo le importa un comino cualquier sentido ético. ¿Es así? Y sin embargo todo el mundo, absolutamente todo el mundo sabe que hay algo monstruoso en torturar a un niño, que hay algo inaceptable cuando se explota a un pobre hombre que ha de mantener una familia, que es insoportable matar impunemente para mantener un estatus o un dominio unilateral sobre los demás. Hay algo insostenible moralmente cuando se dispara indiscriminadamente en nombre de un dios a gente pacífica que toma un café en una cafetería. Pero bajo el punto de vista del terrorista musulmán eso es un deber divino, una obligación moral inexorable. Por Alá se puede matar y matar a gusto. Sólo tiene sentido la indignación moral si es el occidental quien mata. Pero ¿podemos hacer una equivalencia entre las dos perspectivas? ¿Podemos hacer equivalencia entre Churchill y Hitler debido a que los dos habrían de matar para defender diferentes posturas? ¿Cuál es el criterio que los diferencia?
impone, se sitúa; adopta estrategias. ¿Es relativo el mal y el bien? ¿No podemos hablar de mal y bien y sí de lo bueno y lo malo en cada caso concreto? ¿Podemos establecer criterios claros sobre lo bueno y lo malo? ¿Cuáles? Si creemos que los valores morales son siempre relativos a nuestros intereses particulares o colectivos, ya que no hay valores morales naturales ni divinos como entidades o espacios fundacionales; entonces los únicos criterios en que podemos basar nuestra conducta van a ser en función de constructos ideológicos de conveniencia, de necesaria conveniencia. No importa que los hayamos elevado a la categoría de axiomas: Moral política, moral proletaria, moral humanista, del Pueblo, individualista, atea, etc. Desde la perspectiva de la nada cuando mira al algo que ha de ser (re) absorbido por la nada, pues nada tiene valor de nada en sí mismo y en el fondo da lo mismo lo que uno haga. La muerte nos reduce a todos a una igualdad de nadería/olvido absoluto. Puedes ser un Hitler o un Gandhi o un buen hombre o un asesino. En realidad sólo ha de contar el riesgo o el sentimiento de gratificación por ayudar al prójimo sin más. Sin más. Al universo le importa un comino cualquier sentido ético. ¿Es así? Y sin embargo todo el mundo, absolutamente todo el mundo sabe que hay algo monstruoso en torturar a un niño, que hay algo inaceptable cuando se explota a un pobre hombre que ha de mantener una familia, que es insoportable matar impunemente para mantener un estatus o un dominio unilateral sobre los demás. Hay algo insostenible moralmente cuando se dispara indiscriminadamente en nombre de un dios a gente pacífica que toma un café en una cafetería. Pero bajo el punto de vista del terrorista musulmán eso es un deber divino, una obligación moral inexorable. Por Alá se puede matar y matar a gusto. Sólo tiene sentido la indignación moral si es el occidental quien mata. Pero ¿podemos hacer una equivalencia entre las dos perspectivas? ¿Podemos hacer equivalencia entre Churchill y Hitler debido a que los dos habrían de matar para defender diferentes posturas? ¿Cuál es el criterio que los diferencia?
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