02 septiembre, 2025

CREER EN DIOS

Creer en Dios es una opción existencial. El acto de fe no necesita de demostraciones científicas. Es una necesidad profunda de muchas personas. Creer en Dios es un asunto individual en primer lugar, luego puede ser colectivo si el humano de fe decide participar con otros y compartir esa fe. Creer en Dios es un asunto íntimo. Cuando la gente empieza a creer que la fe hay que obligarla a los demás empezamos a ver el germen de un fascismo teocrático. En el pasado no había posibilidad de cuestionar la fe y creencia religiosa porque era coexistente la religión con el poder social y político. Las dos cosas se confundían. Oponerse a la Iglesia oficial suponía incluso la muerte. La separación de iglesia y estado pertenece a nuestras democracias que han pasado por las guerras de religión europeas, la Revolución americana y su Declaración de Independencia, la Revolución francesa y la consolidación del constitucionalismo.

Hoy día bajo esa separación es formalmente imposible que nadie fuerce a nadie a ser nada que no dicte su propia conciencia. Hay países donde la religión y la política siguen confundidas, por tanto la gente es obligada a ser parte de una religión. Salirse de tal religión puede ser un delito castigado con el ostracismo social o incluso la pena de muerte. Yo soy también deísta, es decir: creo en Dios; pero creer en Dios para mí es partir de un problema insoluble en términos racionales. Es una necesidad existencial que acepto sin prejuicio alguno o inhibiciones. Otros no sienten tal necesidad y está bien. No todos somos iguales. Quizás mi forma de creer no sea la correcta para muchos otros creyentes que creen que creer ha de sustantivarse en un credo o interpretación correcta. Tampoco el hecho de ser creyente gusta a muchos ateos que creen que no hay razón alguna para ser creyente. En términos científicos así es: no hay demostración objetiva de tal existencia, pero hoy día tampoco hay demostraciones objetivas para muchas cosas que nos ocurren. Incluso a la ciencia. Salvo para las religiones que aspiran a controlar el mundo por orden divina, hoy día cada cual puede vivir su fe o falta de fe como le venga en gana. Gracias a Dios.

18 comentarios:

  1. A VUELTAS CON KANT Y ESE CATEGÓRICO IMPERATIVO MORAL

    ¿Dónde colocamos a Dios? Esa fue también el dilema de Kant. Si Dios no se encuentra a través de la razón, ni de la experiencia fenoménica, ni en el a priori de las verdades sintéticas, entonces la postura sana y ética sería ser agnóstico. Pero Kant, al intuir o concebir el noúmeno o la cosa-en-sí, o la Realidad o Ser más allá de cualquier fenómeno, e imposible de conocer por la ciencia, una vez limitada la razón a sus justos límites por los a prioris y categorías del entendimiento, deja el noúmeno surgir a través del imperativo categórico base de una moral universal.
    Una moral universal para Kant implica una moral no condicionada por caprichos o culturas o necesidad histórica o intereses diversos; ha de ser una moral incondicionada que sirva para cada hombre, para cada caso, en todas circunstancias. Ha de ser una moral necesariamente abstracta, formal para lograr cumplir con la condición de universal. No se puede demostrar por la razón sino por la práctica del vivir que exige la facultad humana de responsabilidad en sus libres decisiones. La incondicionalidad viene dada por la necesidad de ser libre, de ser consciente de una dignidad común y trascendente a todos los hombres. Se podría resumir en el “Harás a los demás lo que tú quisieras que los demás te hicieran a ti”. Lo cual implica que la dignidad humana está por encima de toda religión, de todo prejuicio ideológico, de toda particularidad, de todo interés individual o cultural, etc. Un ejemplo sería la esclavitud. La dignidad del hombre impide que las personas sirvan de medios para un fin, pues la persona es un fin en sí mismo. Por tanto la esclavitud ha de ser abolida por cualquier medio. Hay que decir la verdad en todo momento, etc.
    Entonces vemos cómo la moral que emana del imperativo categórico no puede ser parte de un conocimiento objetivamente válido a través del conocimiento sintético de la Crítica, es una necesidad que se asume de forma incondicional porque la vida en sí nos obliga a encontrar una justificación universal para ser justos y morales. Es algo que sólo se puede justificar como verdad nouménica.
    Dios podría también encontrarse en esta verdad nouménica que nos permitiría ser el garante de tal imperativo moral. Aunque no demostrado, la fe, basada en la idea de Dios podría servirnos de fuerza espiritual/psicológica para llevar a cabo nuestro empeño moral incondicionado.

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  2. WHATEVER THAT WAS

    When having a drink somewhere in town I heard men talking while drinking their beers. I couldn't say the topics of the conversation where irrelevant, they were just common, untranscendental conversations. Most people keep their conversations at a very conventional level, within decent normal limits. Very few people would dare risking their stability saying something that would throw them off the limits of normalicy. That kind of atmosphere makes social life safe but boring at the same time. Strong political views could disturb that peaceful occasional gathering, but they didn't come up. I thought a peaceful world implies lots of boredom and settled rutines. It was a boring afternoon after all. When I finished my beer I left the place with a kind of empty feeling. Suddenly, everything was just what it was whatever that was.

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  3. UNA REFLEXIÓN DE GILBERT K. CHESTERTON

    El hombre que empieza a pensar sin la base de un primer principio adecuado enloquece; es el hombre que empieza por el lado malo. Podemos preguntar: si esto es lo que vuelve loco al hombre, ¿qué es lo que lo conserva cuerdo?
    Es posible dar una respuesta refrente a lo que en la actual historia de la humanidad puede conservar cuerdos a los hombres. Mientras tienen misterios, tienen salud; cuando se destruye el misterio, se crea la morbosidad. El hombre común siempre ha sido cuerdo, porque el hombre común siempre ha sido místico. Siempre ha aceptado la nebulosidad. Siempre ha tenido un pie en la tierra y otro en el país de las hadas. Siempre ha conservado la libertad de dudar de sus dioses; pero (contrariamente a a los agnósticos de hoy) también ha conservado su libertad de creer en ellos. Siempre se ha preocupado más de la verdad que de la consistencia. Si vio dos verdades que se contradecían mutuamente, tomó las verdades y la contradicción junto con ellas. Su vista espiritual es estereoscópica, como su vista física. Al mismo tiempo ve dos cosas diferentes, y no obstante, o por lo mismo, las ve mejor.
    Se ahí que siempre haya existido algo como el destino, pero también algo como la libertad de albedrío. De ahí que creyó que de los niños era el reino de los cielos y que, no obstante, debían obedecer en el reino de la tierra. Admiró a la juventud porque era joven y a la vejez porque no lo era.
    Es, precisamente, este don de asociar las aparentes contradicciones lo que constituye toda la elasticidad del hombre sano. El único secreto del misticismo es este: que el hombre puede entenderlo todo merced a la ayuda de todo lo que no entiende. El lógico mórbido intenta dilucidarlo todo y sólo consigue volverlo todo misterio.../...
    .../... El intelectualismo desinteresado es (en el exacto sentido del dicho popular) pura luz de luna, porque es luz sin calor y luz derivada, reflejada desde un mundo muerto. Pero los griegos tenían razón cuando hicieron a Apolo dios de la imaginación y de la cordura ya que era a un tiempo mecenas de la poesía y el patrón de la curación. Pero ese trascendentalismo según el cual viven los hombres originariamente tiene mucho de la posición del sol en el cielo. Tenemos conciencia de él, como de una especie de confusión espléndida, es algo a la vez brillante e informe, al tiempo un destello y una masa borrosa. Pero el círculo de la luna es tan claro e inequívoco, tan recurrente y predecible como el círculo de Euclides en una pizarra. Pues la luna es la madre de los lunáticos y a todos ellos les ha dado su nombre.
    Selected Writings. (pp. 87-89)

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  4. SEGUIMOS REFLEXIONANDO SOBRE EL IMPERATIVO MORAL DE KANT Y SU IMPOSIBILIDAD PRÁCTICA

    Bueno, aquí se presenta un dilema que como suele pasar con muchas cosas, hasta que no se te presenta como algo a lo que hay que dar una respuesta porque va en ello el sentido de tu vida. A mí me gusta la filosofía porque me va en ello el sentido de la vida, su búsqueda, y esa aventura de ver los horizontes de la existencia y abriendo caminos para avanzar.
    Efectivamente Kant llega a una idea racional y universal de la ética y la moral, pero resulta muy abstracta. La incondicionalidad de tal ética abarca también no tener en cuenta las consecuencias de nuestro actuar moral concreto. Se nos pide ser héroes o santos de una manera que resulta imposible. Por ejemplo, el pacifismo. El pacifismo obedece a esta ética kantiana. Viene a decir: no matar, no importa en qué circunstancia. No matar es una ética universal, no importa el contexto. Muy bien, pero ahora resulta que estoy en casa con mi familia, mis niños, y entra un asesinos y empieza a matar. Yo, que estoy escondido tras la cortina y dispongo de un machete colgado de la pared y para usos de trabajo, pues debido a mis principios universales a los cuales no puedo traicionar, pues me abstengo de matar y dejo que el asesino acaba con su tarea. Esto sería monstruoso. Yo creo que la universalidad de tal principio se iría a freír churros y haría un uso de ese machete sin pensarlo. Pasa lo mismo con las guerras. Muy bien, hay una guerra entre peligrosos fascistas que nos esclavizan y nos eliminan sin contemplaciones, y yo, como pacifista, decido no participar en tal guerra; no importa los horrores que podría evitar si yo estuviese en mi pueblo defendiéndole con bravura y con las armas. Hay millones de ejemplos que muestran que la ética kantiana no es aplicable en la vida real.
    No obstante, sí sirve como referente de lo que sería una moral incondicional en su pureza basada en la razón. Pasa lo mismo con las ideas de Platón. Nunca podemos alcanzar esa perfección abstracta de las cosas, pero sí nos sirven de referente de lo que es una mayor perfección. Esas ideas que concebimos en abstracto como absolutas, nos sirven para dar mayor o menor cualidad a las cosas. No es lo mismo un jarrón mal fabricado y feo que un jarrón hermoso, bien formado. No es lo mismo una buena melodía bien trabajada, que el continuo murmullo de una borrachera del reguetón. Lo mismo pasa con la moral: no es lo mismo un padre de familia que en última instancia y sin otra salida ha de matar a un asesino. No es lo mismo un pacifista que por razones imperativas de cualidad moral en un contexto inevitable, ha de matar para salvar a un pueblo de muertes tan inocentes como atroces.
    Bueno, lo dejo ahí por ahora. Contrastaré en otro momento con otros sistemas morales o amorales o inmorales….

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  5. LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA DE JOHN RAWLS INSPIRADA EN LA MORAL KANTIANA

    Una aplicación atrevida del principio categórico de Kant es la justicia distributiva de John Rawls (1921-2002). Pero para introducirnos en ello habría que reflexionar antes un poco más sobre el imperativo categórico kantiano. Para llegar a un principio de moral pura que trascienda todos los condicionamientos naturales y sociales, hay que imaginarse un territorio de pura abstracción, de pura perfección, de perfecta igualdad; desde el cual, y una vez ya "descontaminados" del mundo de los sentidos, entonces entramos en los inmaculados espacios del entendimiento. Estos espacios son ya el reino del noúmeno o cosa en sí misma, o Realidad, para Kant. Ahí el pensamiento se mueve fuera de tiempo y espacio; es el mundo de la lógica y la razón. Tal facultad del entendimiento hace del ser humano un ser-en sí-mismo, un sujeto que puede establecer fines en sí mismo, de un modo abstracto, formal. De ahí que para Kant el ser humano posee dignidad por encima de cualquier determinación natural o social. Cualquier condicionante que trate de hacer del humano un medio o instrumento de otro fin que no sea el que él haya decidido por sí mismo, lo hará con el objeto subyugarle o utilizarle o manipularle. En una palabra: el ser humano pasaría de ser sujeto a ser objeto de otro fin que no es el suyo.
    De ahí que Kant vea toda determinación externa al ser humano-en-sí como un obstáculo que impediría siempre la libre decisión incondicional, para servir algo que ya no le pertenece. El sujeto kantiano se impone a sí mismo su moral, su propia ley y la eleva a ley universal. Esa moral, al ser universal, considera a todo hombre un fin en sí mismo en un plano absoluto de igualdad: en eso consiste el principio de dignidad. Tomemos por ejemplo el mentir. Mentir es malo porque utiliza a otro sujeto como instrumento de fines particulares, en este caso, se trataría de sacar alguna ventaja, algún beneficio manipulando la voluntad del otro sujeto. El imperativo categórico kantiano exige el deber de decir siempre la verdad sin importar las consecuencias que ello pueda traer. Lo mismo robar, o persuadir, o forzar de una manera u otra la voluntad de cualquier sujeto con fines de instrumentalización, manipulación, para otro sujeto. El ser humano pasa a ser objeto de otra voluntad en lugar de un fin-en sí-mismo, violando la dignidad humana que corresponde a todo individuo.
    No cabe duda que tal juego de abstracción logra substraer el principio moral más absoluto posible de toda experiencia de los sentidos y de la misma naturaleza a través de sus condicionantes de deseos, pulsiones, etc. Es decir de toda posibilidad de interferencia de lo fenoménico. Un principio formal, ideal, de razón, que a la hora de adaptarlo a la realidad exige el riguroso deber de nunca doblegarse a engañar, mentir o dominar a los demás. Sin importar las consecuencias. Un principio tan absoluto o, para muchos impráctico, sin embargo ha influido e inspirado los principios democráticos modernos, los derechos humanos, los procesos constituyentes surgidos de la Independencia americana y la Revolución francesa. Digamos que la moral kantiana resumida en su imperativo categórico ha servido de axioma para el liberalismo democrático de todo Occidente. Poca broma entonces.
    Una vez hecha esta reflexión previa iremos a explicar el concepto de justicia distributiva del americano John Rawls, muy inspirada por la moral kantiana, y uno de los conceptos más aplicados por la socialdemocracia occidental. Recordemos que uno de sus máximos exponentes, Michael J. Sandel, fue premio Princesa de Asturias en el 2018.

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  6. JOHN RAWLS Y LA SOCIEDAD JUSTA BASADA EN LA COMUNIDAD POLÍTICA DEL IMPERATIVO CATEGÓRICO KANTIANO

    Todos concebimos la política en función de ciertos principios. Puede ser la política en función del mercado y sus exigencias, en función del individuo poseedor de derechos, entre ellos la libertad y la igualdad; puede ser en función de la lucha de clases y su superación, podría ser en función de la raza superior, o de la supremacía de una nación que posee la verdad universal. Podría ser también una política de valores humanos o humanitarios adecuándonos a las leyes naturales; o también una política de consenso basada en las leyes que se autoimpongan los ciudadanos libres, una teocracia basada en una revelación suprema, o apuntalada por una verdad científica avalada por un partido, etc., etc. En una palabra hay muchas maneras de justificar cualquier política y con argumentos axiomáticos en última instancia.
    En el caso de John Rawls la única manera de justificar una política justa y absolutamente igualitaria, ha de ser superando de un modo imaginario y abstracto todos los condicionamientos con los que hemos nacido, con los que vivimos y consideramos normales, de razón o sentido común, o justos porque satisfacen nuestros deseos de justicia o felicidad. Una comunidad política que se proponga ser justa e igualitaria y libre ha de situarse por encima de cualquier condicionante fenoménico y buscar los valores abstractos universales que satisfarían a todos como sujetos que persiguen como seres racionales los fines necesarios de libertad, justicia, igualdad. Es decir, la comunidad política del imperativo categórico de Kant se ha reunido en un reino imaginario, abstracto o ideal, fuera del tiempo y espacio y las leyes naturales, los deseos de cada cual, o lugar de nacimiento, o clase social, o lengua o nación, etc.; y, se han propuesto crear la sociedad, el modelo de igualdad, justicia y libertad absoluto, incuestionable por su necesidad racional y sus fines autoimpuestos con referencia en sí mismos en esta dimensión incontaminada de prejuicios o presupuestos. O sea, se trata de la máxima abstracción posible en que podemos asentar valores políticos absolutos. ¡Wow! Casi nada.

    (sigue abajo)

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  7. (viene de arriba)

    La pregunta que se haría cada individualidad fundida en la pureza de los valores morales del imperativo categórico y dentro del mundo nouménico, es: ¿Qué principios impondríamos a una comunidad política para que fuese justa, libre e igualitaria en su absoluta aceptación? Bien, no privilegiaríamos ninguna ley natural, ya que dependería de un conocimiento todavía inacabable y dependiente del tiempo; las leyes naturales por otra parte son indiferentes a las cuestiones morales humanas. Eso pertenece a la razón práctica, no al conocimiento sintético a priori. Tampoco privilegiaríamos un concepto tan ambiguo como la “naturaleza humana”, menos aun un sexo o clase o etnia determinada que obedecen a intereses particulares de tipo cultural o biológico o sociológico. Tampoco una revelación religiosa o una lengua nacional o imperial, menos todavía a un concepto de felicidad utilitarista imposible de calcular como ley universal. ¿Y el proyecto de una sociedad comunista o fascista o cualquier utopía inventada? Tampoco. Son todo constructos que obedecen a necesidades concretas de unas categorías teóricas incapaces de alcanzar universalidad por sus inherentes contradicciones. ¿Entonces?
    La comunidad política de John Rawls comienza a substraer todo aquello que redundaría en beneficio de algunos en detrimento de otros. La relación entre los humanos teniendo en cuanta su dignidad en un mismo plano de igualdad, evitaría privilegiar ningún principio fenoménico. Ningún principio natural, ni social, ni psicológico, ni filosófico, ni económico, etc., se ha de tener en cuenta. Se ha de tener en cuenta una sociedad donde nadie tiene más cualidades o derechos o privilegios o necesidades o distinciones que otros. Si alguien nace con una inteligencia más desarrollada que los demás, tal don no le pertenece pues ha sido una contingencia o lotería natural lo que ha hecho posible tal facultad. Si otra tiene la posibilidad de lucir un cuerpo hermoso que le abre las puertas de una fama, ese cuerpo no es debido a un merecimiento propio, sino que de nuevo la suerte de nacer de determinada manera la ha favorecido. Si alguien triunfa en la sociedad con sus negocios, pues todo ello ha sido posible por cualidades que en última instancia le han sido dadas por la naturaleza, el haber crecido en una familia que le ha favorecido o cualquier cosa que las circunstancias le han provisto. Y, por el contrario, si alguien ha de limpiar alcantarillas y no ha logrado escalar en la sociedad como otros, ha sido debido posiblemente a haber nacido en un hogar roto, quizás un barrio con muchos problemas, o incluso porque la lotería natural no le ha dado una mente tan clarividente como al vecino. Tanto los dones privilegiados como las deficiencias no son mérito ni premio al esfuerzo de nadie que es propietario de su ser, de su individualidad; sino que obedece a contingencias naturales, sociales, étnicas, etc., que crean privilegios sociales, desigualdades, injusticias que una comunidad política moral y universal debería de corregir en función de una justa distribución de todos y cada uno que forman parte de esa sociedad.

    (sigue abajo)

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  8. (viene de arriba)

    No trata Rawls de impedir o reprimir o coaccionar a nadie que pueda usar su inteligencia en cualquier dirección productiva o creativa, ni tampoco al empresario que genera riqueza, o al boxeador extraordinario que ejerza sus facultades físicas, al Billy Gates de turno se le favorecería seguir inventando novedades; lo que se trata en esta sociedad justa, igualitaria y distributiva, es de nivelar, compensar, hacer partícipes a todos aquellos que no gozan de tales facultades por LA MISMA RAZÓN CONTINGENTE que quienes sí los disfrutan. La injusticia inherente a una sociedad de dones y facultades humanas aleatorias, caprichosas, producto del azar, ha de ser corregida y nivelada de una forma racional, universal, como fin en sí mismo como sociedad libre y justa; y eso implica que quienes más tienen en todos los sentidos, han de compensar a quienes no han sido beneficiados. En una palabra, la sociedad debe de (imperativo) tener siempre en cuenta el rasero de aquellos más desfavorecidos, para que estos puedan llegar a disfrutar en lo posible del bienestar justo, igualitario y libre de todos y cada uno de esta sociedad.
    Bueno, lo dejo ahí. Creo que Rawls no deja indiferente a nadie. Menos a la socialdemocracia que ve en él a un referente máximo de sus políticas.

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  9. LA RAZÓN DE LAS MAYORÍAS NO TIENE POR QUÉ SER TU RAZÓN SUFICIENTE

    Me niego a pensar como piensan las mayorías, porque las mayorías no me dan razones suficientes para pensar como ellos. Sin razones suficientes no se puede tomar una postura coherente, y el sentimentalismo no es más que una compensación barata y fácil de producir por los especialistas en tales artes: los medios de comunicación y sus intereses políticos. La razón suficiente se ha de buscar indagando, contrastando, evitando las mareas sofocantes de las mayorías, abstrayéndose en lo posible de aquello que te tratan de imponer para conectar con tus resonancias e intuiciones más profundas. Ahí empieza la aventura hacia el conocimiento más aproximado a la verdad: el conocimiento que da más satisfacción porque sujeto y objeto se reconocen, aunque nunca se llegan a fundir. Nunca se llega a una conciencia universal salvo por espejismo idealista.

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  10. CONFLICTO ETERNO

    Muy bien. Y ¿ahora qué habría que hacer en concreto para resolver este profundo conflicto? Las ideas e intenciones pueden llegar a ser muy hermosas y muy humanas, pero mientras no se logren materializar, seguimos en el mismo círculo vicioso. Recuerda que las guerras de religión en Europa se acabaron por puro agotamiento de ambas partes (católicos y protestantes). Una vez que este agotamiento se produce ambas partes llegan al famoso tratado de la paz de Westfalia. Es posible que este conflicto se resuelva una vez que ambas partes queden agotadas de tanta guerra y tanto odio. Recuerda también que los aliados para acabar con el nazismo dejaron las ciudades alemanas en ruinas. Hubo millones de víctimas civiles y desplazados. Esa es la base de la nueva paz europea y la misma Unión Europea. ¿Condenaríamos ese horror de los aliados en retrospectiva? Deberíamos de forma tajante si fuésemos coherentes con nuestros principios éticos y morales basados en la negociación y la buena voluntad. Acabar con el nazismo no debería haber haber producido los horribles bombardeos de ninguna ciudad, ni matado civiles inocentes por millones. Pero haber dejado a Hitler vivo hubiese sido mucho peor. ¿Hablamos de la guerra Civil española? ¿Banalizamos el mal con buena voluntad? ¿Realmente podría Hamás llegar a convertirse en un gobierno palestino democrático? ¿Podría Israel creer que esto se podría producir? ¿Debería Israel parar la guerra y dejar a Hamás con suficiente capacidad de volver a los de antes o peor? ¿Debería Israel renunciar a su existencia por ser la causa de tantos odios? ¿Debería Israel intentar negociar con Hamás para llegar a un acuerdo? ¿Qué acuerdo y cómo? Y si supongamos Netanyahu es destituido y otro gobierno más moderado toma el poder ¿qué haría mientras la naturaleza del conflicto siga siendo la que es? Yo personalmente no veo solución a este conflicto. Ni con Netanyahu ni sin él. Pero si grupos como Hamás y Hezbolá desaparecieran del mapa posiblemente comenzaría otra época. Buscar una equivalencia moral e imparcial de justicia en abstracto y de buena voluntad creo que no va servir de nada. Nos limpia la imagen moral que tenemos de nosotros mismos, pero no sirve de nada en la realidad de ese conflicto. Como ves, Alfredo, hay muchas preguntas y muchas aristas en todo esto.

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  11. UN TEXTO DE SLAVOJ ŽIŽEK

    Hay un texto de Slavoj Žižek que me dejó un tanto petrificado por su implacable realismo. Aunque no pueda ahora identificar la fuente, doy fe de que esa es su postura filosófica que me parece, en este caso, muy honrada. Nada de ilusiones vanas. El protestantismo tiene esa misma visión de la condición humana, lo llama condición de pecado: separación de Dios. Separación inexorable en esta tierra. Otra cosa es el mucho protestantismo moderno que no soporta tal idea. Žižek dice:
    <"Tomemos la noción freudiana de la “pulsión de muerte”. Hemos de abstraer por supuesto el biologismo de Freud: “pulsión de muerte” no es un hecho biológico, sino una noción que indica que el aparato psíquico humano está subordinado a un automatismo de repetición ciego más allá de la búsqueda del placer, de la autoconservación, de la conformidad del hombre con su medio. El hombre es –Hegel dixit- “un animal enfermo de muerte”, un animal extorsionado por un insaciable parásito (razón, logos, lenguaje). Según esta perspectiva, la “pulsión de muerte”, esta dimensión de radical negatividad, no puede ser reducida a una expresión de las condiciones sociales enajenadas, sino que define la condition humaine en cuanto tal. No hay solución ni escape, lo que hay que hacer no es “superarla”, “abolirla”, sino llegar a un acuerdo con ello, aprender a reconocerla en su dimensión aterrradora y después, con base en este reconocimiento fundamental, tratar de articular un modus vivendi con ello.
    Toda “cultura” es en cierto modo una formación-reacción, un intento de limitar, de canalizar, de cultivar este desequilibrio, este núcleo traumático, este antagonismo radical por medio del cual el hombre corta su cordón umbilical con la naturaleza, con la homeostasis animal. No es sólo que la meta ya no consista en abolir este antagonismo pulsional, sino que la aspiración de abolirlo es precisamente la fuente de la tentación totalitaria. Los mayores asesinatos de masas y holocaustos siempre han sido perpetrados en nombre del hombre como ser armónico, de un Hombre Nuevo sin tensión antagónica.
    Antígona “va hasta el límite, “no cede a su deseo” (Lacan) y se convierte, en esta persistencia, en la “pulsión de muerte”, en el ser-para-la-muerte, aterradoramente despiadada, excluida del círculo de los sentimientos y consideraciones diarios, de las pasiones y temores." >
    *Slavoj Zizek /Sobre la pulsión de muerte/ fragmento".

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  12. UN PROGRESISMO QUE NO DUDA EN ALIARSE CON EL MISMO DIABLO LLEGADO EL CASO

    Es frustrante ver el dualismo que establece cierta progresía respecto a conflictos actuales. Como el odio al capitalismo es axioma fundamental en esta "lucha de clases" que no cesa, aunque tome variadas formas: feminismo radical, ecologismo intransigente, sujetos sexuales fuera de toda simbolización "represiva"; pero también: todos aquellos movimientos políticos que por su radicalidad y compremiso estén en contra del capitalismo. Es decir: los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Por tanto incluyen en ellos a los integrismos armados tipo Hamás, Hezbolah, incluso Irán, y todo aquello que encaje en esa fórmula sin importar qué conlleva aliarse con tales grupos. Quizás crean tales buenas conciencias que una vez vencido el enemigo capitalista en diferentes conflictos bajo tan innatural alianza, pues luego habrá tiempo de educar, de dialogar y como llegar a convertir a tales lobos guerreros de ideología musulmana, en radicales progresistas que han de asumir los postulados de un mundo sexualmente liberado. Comprenderán que sus mujeres han de llegar a ser libres y empoderadas, sus actitudes religiosas se darán cuenta que no eran más que falsas conciencias que habrán de sustituir por la conciencia real y libre de dioses o revelaciones. O sea, el progresismo Occidental a la hora de la verdad será el referente supremacista de tal Alianza en última instancia. Los integrismos armados hasta los dientes con esas ideologías homófobas, misóginas, literalistas, pues se darán cuenta del mundo mejor que todos y todas llegaremos a construir en un corro de la patata universal.
    ¿Cómo se ha llegado a tal ingenuidad? ¿Cómo se pueden entender los conflictos tan complejos y multidimensionales a una sola pregunta: ¿O estás con la Causa que implica esta Alianza, o no? ¿O sí o no? ¿O estás conmigo y contra el enemigo (el enemigo de mi enemigo es mi amigo), o estás con el enemigo capitalista?
    ¿No existirá algún tercer término a este dualismo fatal que logre una vía más realista y racional, una vía que no incluya al fascismo-islamista en tal alianza. Un axioma democrático que evite las trampas fatales basadas más en torpes sentimentalismos e idealismos que en realidades evidentes?
    Por Dios, es muy urgente que este progresismo vea a qué está jugando y con quien juega en esa desesperada búsqueda de sentido político cueste lo que cueste y huyendo peligrosamente hacia adelante.

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  13. NO CONFUNDIR LOS EQUIPOS DEPORTIVOS DE UNA NACIÓN O PUEBLO CON SUS GOBIERNOS ACTUALES. EL ERROR DE PEDRO SÁNCHEZ

    Pedro Sánchez en su intervención a favor de las interrupciones o sabotajes a la Vuelta Ciclista ha fundido a todo un país, a su ciudadanía, con el gobierno actual de ese país; bajo el concepto de Estado genocida, sionista, etc. Con ello ha tratado de castigar a toda una nación en un acontecimiento deportivo que por su naturaleza debería ser neutral por respeto a su ciudadanía, que no tiene toda ella porqué estar a favor de su gobierno. Es por ello que ha trasladado su odio particular como Presidente de un Estado a un equipo deportivo que debería de considerarse neutro bajo la bandera representativa de toda su nación. Su claro apoyo a los sabotajes e interrupciones de la Vuelta le hacen partícipe de una confusión de conceptos que revelan, de forma indirecta, por dónde va su ira. Es por ello también que al englobar a Israel como Estado-Nación bajo una determinada política de su gobierno que le resulta detestable, hace una definición generalizada condenatoria a todo un país. Lo mismo se cae en el error considerar a todo el pueblo palestino como Hamás. O a EEUU con Trump. Rusia con Putin, etc. Lo cual se interpreta que todo ese páis al caer en la misma definición atribuida a su gobierno, merece ser castigado no sólo en la Vuelta, sino en Eurovisión, en las participaciones deportivas internacionales, etc. Es la idea, (en el caso de Israel), de que Israel por ser Israel solo tiene derecho a ser condenado, excluido del mundo de las participaciones deportivas. Y si en Israel la mayoría de sus habitantes son judíos, el desplazamiento semántico juedeofóbico es fácil de delucidar. Por desgracia.
    Busco en GhatGPT si el Comité Olímpico Internacional debe separar los gobiernos de sus pueblos a la hora de participar o no participar en los juegos. Y responde:
    ***El Comité Olímpico Internacional (COI) intenta separar:
    La nación/pueblo (los atletas y su comité olímpico nacional) del gobierno (el poder político del Estado).
    La idea es que el deporte olímpico se base en la participación de las personas y comunidades deportivas y no se vea condicionado directamente por las decisiones o conflictos de los gobiernos. Por eso:
    Autonomía de los Comités Olímpicos Nacionales (CONs):
    Cada CON debe ser independiente de la intervención política. Su función es representar a los atletas y al movimiento olímpico, no a un gobierno.
    Evitar castigos colectivos:
    El COI busca que los deportistas no paguen por las faltas de sus gobiernos. Por ejemplo, si un gobierno interfiere demasiado en su comité, el COI puede suspender al CON, pero a veces permite que los atletas compitan bajo la bandera olímpica (como “atletas independientes”).
    Ejemplos claros:
    Kuwait (2016): atletas compitieron bajo bandera olímpica porque su gobierno interfería en el CON.
    Rusia (2021, 2022): sanciones al Estado por dopaje, pero los atletas pudieron competir como "ROC" o como neutrales.
    Yugoslavia (1992): por las sanciones de la ONU, algunos atletas compitieron como “Atletas Olímpicos Independientes”.
    En resumen: sí, el COI separa a los pueblos y atletas de los gobiernos, para mantener la idea de que los Juegos Olímpicos son una celebración universal del deporte y no un campo de batalla política.

    (SIGUE ABAJO)

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  14. (VIENE DE ARRIBA)

    ***En cuanto a la FIFA y la Copa Mundial de Fútbol:
    La FIFA tiene estatutos muy claros que establecen que las federaciones nacionales de fútbol deben ser independientes de la injerencia de sus gobiernos. Eso significa que un gobierno no puede controlar directamente a la federación de fútbol de su país.
    👉 Por eso, cuando un gobierno interfiere en la gestión de su federación (por ejemplo, nombrando dirigentes, manipulando elecciones internas o usándola para fines políticos), la FIFA puede suspender a esa federación.
    Esa suspensión implica que:
    La selección nacional no puede participar en competiciones internacionales (como la Copa del Mundo o clasificatorias).
    Los clubes del país tampoco pueden jugar en torneos internacionales (Champions, Copa Libertadores, etc.).
    El país pierde representación y derechos de voto en la FIFA.
    Ejemplos recientes:
    Nigeria (2014): suspendida por injerencia gubernamental.
    Indonesia (2015): suspendida por intervención del gobierno en su federación.
    Kuwait (2015): suspendida por leyes que daban poder al gobierno sobre las federaciones deportivas.
    👉 Ahora bien, esa suspensión no se aplica a políticas generales del gobierno (ej. ideología, decisiones diplomáticas, guerras, etc.), sino únicamente cuando el gobierno controla directamente al fútbol del país.
    ***En cuanto a la Vuelta Ciclista de España:
    Muy buena pregunta. La Vuelta Ciclista a España no funciona igual que los Juegos Olímpicos:
    La Vuelta no depende de un comité internacional como el COI, sino que es una competición privada y profesional, organizada actualmente por Unipublic (perteneciente al grupo ASO, que también organiza el Tour de Francia).
    Eso significa que, en principio, un gobierno no debería poder interrumpirla ni manipularla directamente.
    Sin embargo, en la práctica, los gobiernos sí pueden influir en aspectos logísticos y de seguridad:
    Autorizaciones de carreteras y cortes de tráfico.
    Presencia policial para garantizar seguridad.
    Ayudas o patrocinios públicos en determinadas etapas o localidades.
    Por tanto:
    Un gobierno no puede “ordenar” detener la Vuelta por motivos políticos, pero sí podría obstaculizarla indirectamente (por ejemplo, denegando permisos de paso, no prestando seguridad, o incitando protestas).
    Si hubiera un conflicto político grave, la organización tendría que decidir si continuar, modificar el recorrido o incluso suspender etapas, como ha pasado en ocasiones por huelgas, manifestaciones o situaciones de violencia.
    👉 En resumen: la Vuelta no depende del gobierno, pero sí necesita su colaboración práctica. Por eso no puede quedar tan blindada contra la política como los Juegos Olímpicos.
    MI CONCLUSIÓN
    Los conceptos de pueblo o nación o ciudadanía son conceptos neutrales a la hora de participar en eventos deportivos de rango internacional. Una cosa es el Pueblo, nación o ciudadanía, y otra el gobierno que rige la nación en ese momento. Tal gobierno puede ser una dictadura, democracia, o teocracia, pero la titularidad de los equipos deportivos trasciende la política concreta de sus gobiernos. Un gobierno no puede interferirse en un acontecimiento deportivo bajo el pretexto de que ese equipo deportivo representa un país "genocida" o "fascista" o "comunista", etc., pues con ello niega la neutralidad formal y efectiva que ha de sustentar la representatividad deportiva.

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  15. CUANDO LAS PASIONES SE CONVIERTEN EN ÍDOLOS

    Recordemos que cuando las sociedades se polarizan las pasiones se convierten en ídolos que exigen total entrega. El equilibrio y la razón desaparecen, y todo el mundo se ve obligado por presiones partidistas y fanáticas de causas y militancia a tomar partido. La crispación se impone sobre la moderación. La locura sobre la cordura, etc. La vida de muchas personas se pueden ver seriamente perjudicadas por las estigmatizaciones, las denuncias públicas, los juicios ideológicos raudos y expeditivos. Cualquier opinión contraria implica condena moral inmediata, cuando no víctima directa de violencia justiciera, etc. España es un país vulnerable a este tipo de pasiones y maximalismos. Creíamos que ya lo habíamos superado, pero dudo que así sea.
    Me hizo impacto un libro de Elena Fortún, "Celia en la Revolución" donde daba cuenta de las atrocidades que se cometían en ambos bandos de la Guerra Civil, y las que ella personalmente fue testigo en el Madrid republicano. Luego comentaría cómo los auténticos republicanos, los liberales de verdad, tuvieron que exiliarse o verse perseguidos en su misma "República" por los fanáticos de un lado y otro. Muchos de ellos fusilados o reducidos al silencio. El término "República" significaba muchas cosas a la vez según el bando en el que se militaba.
    He buscado en Internet sobre esta represión de republicanos moderados y leo:
    "Para libros que abordan la persecución de republicanos moderados y liberales por ambos bandos, se recomienda leer "Homenaje a Cataluña" de George Orwell, que describe la violencia interna dentro del bando republicano contra facciones consideradas como no revolucionarias; "La Guerra Civil Española" de Paul Preston y "La Guerra Civil Española" de Hugh Thomas, obras generales que detallan las represalias y la diversidad de víctimas en ambos lados del conflicto; y "Terror Rojo" de Francisco Núñez Roldán, centrado en la represión ejercida por el bando republicano."
    Creo que hay más de los mencionados.

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  16. LA BIBLIA Y OCCIDENTE

    Decididamente, la Biblia es el libro de los libros que ha nutrido el espíritu de Occidente durante siglos. Su increible riqueza interpretativa, ha ido produciendo ortodoxias,
    herejias, cismas, reformadores. Su valor alegórico, simbólico, metafórico, moral ha sido fuente de esperanzas y sentido espiritual.
    Fueron las duras controversias en torno al sentido del Dios de la Biblia, de su existencia o no existencia, de su trascendencia o inmanencia o ambas; de su verdad o mito a deconstruir bajo la más sofisticada crítica y método científico, las que movieron el motor de Europa. Generó las controversias más productivas de nuestra civilización, también justificó horrores y guerras en torno a su Dios y a su Mesías. Y de tales guerras y horrores también nacen sus superaciones más sorprendentes. Sin la Biblia como libro es posible que Occidente no existiese tal como hoy lo conocemos. Ni sus glorias ni sus tragedias. Ni su progreso ni sus miserias. No creo que otro libro haya conseguido tanto como la Biblia. Bien porque sigue inspirando, o bien porque ya ha perdido su fuerza de inspiración. Bien porque se la ridiculice o rechace con desprecio, o bien porque se la siga respetando, Occidente se ha ido formando por el destino que la Biblia le ha marcado. Sin lugar a dudas es el territorio bíblico el que sigue haciendo girar al mundo de forma tan trágica como esperanzadora. Sigue siendo el pueblo judío centro de obsesiones, admiraciones, odios, fijaciones, ambivalencias varias.

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  17. MUNDO Y NO-MUNDO

    Cuando entró en el bar las televisiones estaban echando fútbol. Putin sobrevolaba Polonia, y los países bálticos. Gaza seguía siendo tema monotemático. Sansón había derribado las columnas del templo del dios Dagón de los filisteos en Gaza. Las milicias populares europeas se preparaban para defenderse de Rusia. El Islam era una religión de paz. Su integración en las sociedades democráticas europeas era cuestión de tiempo. Lo decían por la radio. Cada individuo era un individuo en un mundo en red. Si no se enchufaba a una red no existía.
    X habá venido al planeta. X habia entrado en el planeta Tierra. X era un fuera del mundo. Un no-mundo. Veía el planeta como un no-mundo. Desde una colina veía la ciudad y todo funcionaba en red. Un no-mundo no podía entrar en red sin destruir la red o ser destruído por la red. Dos ontologías incompatibles se destruyen al contacto. O se separan radicalmente. Al ver el peligro decidió salir del planeta Tierra. "Beam me up", dijo. "Teletranspórtadme".

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  18. UN GRAN MOMENTO EN LA HISTORIA DE LA HISTERIA

    Simplemente me preguntaba ¿qué es lo que Hamas ofrece al mundo occidental biempensante que tanto encubre y olvida a esta iluminada y carnicera organización, para centrarse sólo y exclusivamente en la "demoníaca e insoportable maldad" de Israel? Tiene que haber algo valioso en Hamas que tanto entusiasmo disimulado despierta en las progresías. Yo, simplemente, veo oscurantismo, fanatismo y necrofilia a raudales. Quizás escondan ellos la clave del progreso, pero no lo veo.
    "Hemos condenado en su día el cruel atentado de Hamás sobre Israel". Nos recuerdan con la boca pequeña. Pero en los momentos importantes de grandes declaraciones y condenas, Hamás pasa al puro olvido y aquel horroroso atentado ya no cuenta.

    ¿Será este el momento entonces de reconocer también estado kurdo, al estado saharaui, al estado tibetano, al estado de la confederación Sioux, etc., o tienen que llevar a cabo también horribles masacres de civiles marroquíes, chinos turcos, etc., para ser reconocidos como estados?

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CREER EN DIOS

Creer en Dios es una opción existencial. El acto de fe no necesita de demostraciones científicas. Es una necesidad profunda de muchas person...