09 junio, 2018

LA VIDA COTIDIANA

El hombre disparó la flecha contra el techo de madera y pilló una especie de ave. Pero no distinguíamos qué tipo de ave era. La flecha iba amarrada a una cuerda y el hombre se sentía ufano de su tiro. Pero nosotros no veíamos la presa atrapada. Ni siquiera parecía que había atrapado algo. Lo que sí veíamos eran dos gorriones cerca del sitio donde la flecha se había clavado. Dos gorriones revoloteando. Como tratando de picotear algo que seguíamos sin distinguir. Arrow, decía el hombre en inglés y apuntaba a la supuesta presa. El hombre fabricaba objetos del siglo XVI. Su taller y tienda al mismo tiempo era una nave de  madera. Amplia. Y con mucha gente que iba circulando viendo los artilugios que este hombre fabricaba. La tonalidad era de luz indirecta que resaltaba las vigas de madera de la época.

Caminaba por un pasadizo muy iluminado de un pueblo turístico con un grupo de amigos. A un lado y otro había tiendas de regalos con bastante gente mirando los artículos y productos a la venta. Souvenirs. Muñecos. Camisetas. Conservas o bebidas de la zona. Imanes.  Vasos, tazas decoradas. Ambiente veraniego. Ya era de noche.  De repente se imaginó el pasadizo de noche pero en una ciudad del norte y en invierno. Y el pasadizo ahora estaba solitario e iluminado con luces tenues. Caminaba solo y no sentía miedo al frío. Ni a la soledad. Las calles de la ciudad invernada estaban vacías, pero no tenía ningún miedo o temor. Todo lo contrario. Se sentía seguro. Dueño de sí mismo. Un mundo de posibilidades. Pronto entraron en una taberna a tomar vino entre el bullicio y la alegría de los buenos amigos que hablan y beben con alegría.

Pirrio habló diciendo que la situación de Cataluña era esta y la otra. Mariana respondió que posiblemente lo de Cataluña representaba aquello que no era el aquello que muchos pensaban. Carpacio mostraba un rostro de odio y enfado y dijo que pim plam plum con el tema de Cataluña. Nereana puso los ojos en órbita y dijo que ella sabía muy poco de ese asunto y pidió otra caña. Sarraño dijo que lo que se sale de órbita hay que volver a "orbitarlo" sea como sea y se rió con risa sarcástica. Rasmérez dijo que era difícil saber qué era lo desorbitado, si el Estado o Cataluña. Y calló. Cataluña era una patata caliente que nadie quería tener en las manos por mucho tiempo. Seguimos bebiendo cañas. La televisión despotricaba contra el independentismo catalán. Un parroquiano gritó sin mesura: A ese Puigdemosnt habría que colgarlo, mecagon mi madre. Otro le respondió: Calla y bebe tranquilo. No sabes de qué hablas.

LA ERA DE LA REALIDAD VIRTUAL NO ES MÁS QUE UN NUEVO SALTO CUALITATIVO A OTRA REALIDAD CON SUS PROMESAS Y PESADILLAS

Estamos entrando en el lenguaje informático que nos conduce a la realidad virtual desde la cual empezamos a operar para cualquier gestión o ...