15 julio, 2022

NUESTRO CUERPO Y ALMA HACEN LO QUE PUEDEN PARA SEGUIR EN EQUILIBRIO

Tomando café en una terraza. Sol. Calor. Gente a mi alrededor hablando. Sonidos sin definición. Tonalidades de colores, de sonidos, del aire cuando roza la piel. Coches aparcados. Un estadio detrás de mi. Pienso, luego parece ser que soy. "Soy" implica propiedad de ser. Como si hubiese una razón inexcusable que me separa absolutamente de todo lo demás como ente con propiedad sobre mi conducta, mi modo de ver y entender el mundo. Único. Bueno, ¿qué tal si me pongo a volar? Imposible. Mi cuerpo no está hecho para volar. Mi deseo de volar queda solo en deseo. ¿Qué tal si elijo estar contento? Tal elección no está de mi mano. Nadie puede elegir un estado de ánimo a voluntad. ¿Qué tal si decido ganar amistades entre la gente? Pues tampoco es una opción que se atenga a un deseo libre de elegir su objeto. Sin embargo puedo levantarme a capricho de esta mesa. Puedo ponerme a correr si quiero. Puedo comer algo que me apetezca. Puedo hablar con alguien a voluntad, pero no es conveniente hacer tal cosa, no procede, puede considerarse una acción propia de un loco. Tampoco me voy a desnudar en este lugar. Tampoco procede. El riesgo es alto.


Curioso. Cómo "yo" solo tengo ciertas opciones posibles, otras no son posibles y otras no son convenientes. Quizás no sea la mejor forma de comprenderse a uno mismo partiendo de un yo, pues cómo me haya de mover o qué he de escoger o qué es lo que pienso y deseo, no son cosas que estén siempre bajo mi control. Las posibilidades reales son restringidas y más bien simples: ponerse a saltar en un prado, comer una avellana, ir a un determinado lugar, beber agua. Todo lo demás sobreviene, le sobreviene a uno desde "fuera" o desde "dentro", y uno ha de responder de algún modo para cambiar la situación, tanto para más alegría como para más tristeza o apatía. El "yo" parece más bien una función entre fuerzas e intensidades que un ente independiente de voluntad racional. Quizás sea más fácil comprender lo que somos partiendo de esta hipótesis: "yo" es el lugar en la conciencia desde donde las diferentes fuerzas e intensidades del universo que nos traspasan como cuerpo se resuelven en resultantes aptas para nuestro cuerpo y alma (pasiones, ideas, conceptos, etc.).

Desde esa perspectiva puedo dar sentido a mi singularidad, al mismo tiempo que lo intento también en mi modo de estar en el mundo. Es una navegación en un universo donde aparecemos como cuerpos/almas y desaparecemos como tales. Pero todo ello implica cartografías no exploradas, territorios agotados, tierras nuevas con multitud de caminos algunos transitados con cierto éxito, en otros hemos quedado embarrados. Nos vamos reconstruyendo y deconstruyendo sin saber exactamente la razón o el sentido de todo ello. Nuestro cuerpo y alma hacen lo que pueden para seguir en equilibrio.

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